Categoría: Padre Pío

Las Claves del Padre Pío para Reconocer las Señales que Dios te envía y cambiarán tu relación con Dios.

¿Sabías que Dios te está hablando constantemente? 

Como cristianos, a menudo acudimos a Dios en busca de respuestas.

Pero Él nos habla también sin que se lo pidamos. 

Y… ¿sabemos realmente cómo escucharlo?

Aquí descubriremos 7 formas sorprendentes en que Dios se comunica con nosotros para guiarnos, según las enseñanzas del Padre Pío. 

Si quieres aprender a sintonizar la voz de Dios y entender lo que Él quiere decirte, acompáñanos en este recorrido que puede transformar tu comprensión de las estrategias del Cielo.

Muchas personas nunca escuchan a Dios porque no saben que Él les habla. 

Y que las puede guiar en una decisión que quieren tomar, o cómo calmarse en una situación en que tienen una fuerte preocupación, o darles una guía para el futuro.

Pero nuestro intento de escuchar a Dios no se debe agotar sólo en tratar de escuchar Sus palabras en nuestro interior o de buscar las respuestas en la Biblia, que son las formas convencionales.

Sino además de prestar atención a todas las señales que suceden a nuestro alrededor.

Porque el Señor utiliza cualquier recurso, dentro y fuera nuestro, para hablarnos.

El Padre Pío siempre advirtió a sus hijos espirituales sobre la importancia de estar atentos a todas las formas en que Dios puede comunicarse.

Y que la clave para este entendimiento está en nuestro compromiso con las escrituras, la oración y la apertura del corazón.

Entonces, si nos acostumbramos a descubrir los mensajes de Dios de una manera más amplia, comenzaremos a comprender toda la gama de lo que quiere decirnos.

Todos tenemos la capacidad de escuchar la voz de Dios.

Dios habla a través de visiones, sueños, una voz interior, una palabra profética o incluso a través de su creación.

La Biblia está llena de ejemplos.

Y lo que impide a muchos reconocer estas señales es la distracción del mundo y el ruido de las preocupaciones cotidianas.

Pero hay 7 señales típicas que nos deberían llevar a comprender que Dios nos quiere hablar.

Y entonces prestar atención y discernir lo que trata de decirnos.

Veámoslas.

Primero: La presencia de una ansiedad inexplicable puede ser una señal de que Dios está tratando de decirte algo.

Es un indicio de que algo no está alineado en nuestra comunión con Dios. 

Cuando experimentas ansiedad o estrés inexplicable, puede ser, por ejemplo, una señal de que Dios te está pidiendo que renueves tu confianza en Él, que Él se encargará de todo y devolverá la paz a tu corazón.

Y puede ser la manera en que Dios nos alerta, llamándonos a la oración, a su palabra, a ir a misa, etc.

Quizás nos esté recordando que debemos entregarnos más a Él y poner nuestras preocupaciones en sus manos. 

Segundo: Una señal de que Dios puede estar intentando comunicarse contigo es la experiencia de la enfermedad, o un accidente. 

Dios desea que vivamos en perfecta salud, por lo tanto, la curación está disponible para nosotros a través de Cristo. 

Pero en algunas situaciones, Dios puede usar momentos de pérdidas de salud para enseñarnos a confiar más en Él, o para alejarnos de un estilo de vida que nos daña.

Si enfrentas una enfermedad o las consecuencias de un accidente grave, es fundamental recordar que Dios ofrece curación. 

Y confía en Él sin desesperarte, y apróntate a reflexionar lo que Él quiere enseñarte durante ese momento difícil. 

A través de tu dolor, puede haber una lección valiosa o una oportunidad para profundizar tu fe, o que se abra un nuevo camino en tu vida.

Tercero: La falta de sueño o el hábito de despertarte en medio de la noche sin motivo aparente, puede ser una señal de que Dios está tratando de comunicarse contigo. 

Esto puede indicar que Dios está buscando tu atención.

Durante el día, nuestra mente se llena de distracciones, ruido y responsabilidades, lo que dificulta escuchar la voz de Dios.

Pero por la noche, sin embargo, cuando todo está más tranquilo y la mente menos cargada, hay más espacio para escuchar Su voz.

Si te encuentras en esta situación, en lugar de molestarte por el insomnio, aprovecha para rezar el Rosario por ejemplo

Este puede ser el momento perfecto para escuchar lo que Él quiere decirte y recibir la dirección que te ofrece.

En el mismo sentido hay una cuarta señal de que Dios puede estar queriendo comunicarse, que es cuando te sucede algo sobrenatural.

Por ejemplo, cuando aparece en tu mente u oyes una voz en tu cabeza, con una idea que entiendes que no viene de ti.

A la mayoría de las personas no les sucede con frecuencia, pero pasa.

Entonces tienes que empezar a discernir primero si la voz vino de Dios o del enemigo.

Y luego cuales son las consecuencias para tu vida de lo que oíste. 

Estas experiencias pueden ser profundamente impactantes y transformadoras, llevándote a una comprensión más profunda de lo sobrenatural en tu vida.

Y de la presencia de Dios. 

Una quinta señal es cuando se abre una puerta o surge una oportunidad inesperada en tu vida.

Como por ejemplo aparece un grupo de nuevas amistades, la oferta de un nuevo trabajo, etc.

Pero no se puede agotar ahí, porque puede ser una oportunidad para profundizar lo que Dios quiere decirnos. 

Cuando estas puertas se abren, es importante reflexionar sobre lo que eso significa y cómo se puede avanzar. 

A veces, estas oportunidades aparecen en momentos de duda o incertidumbre, trayendo una sensación de confirmación de que estás en el camino correcto, o en el equivocado también. 

Por lo tanto, presta atención a las oportunidades que se presenten, ya que pueden ser la respuesta de Dios a tus búsquedas y una señal clara de Su guía en tu vida.

Una sexta señal de que Dios está tratando de comunicarse contigo es cuando comienzas a escuchar un mensaje o recibir una idea o una palabra, una y otra vez.

Recuerda que Dios siempre utiliza la repetición como recurso para llamar la atención. 

Puede suceder que estés buscando respuestas a una situación concreta y, de repente, todo a tu alrededor parece hablar del mismo tema. 

Vas a la iglesia y la homilía aborda exactamente lo que necesitabas escuchar. 

En una conversación con un amigo, menciona algo relacionado con tu pregunta.

Y miras en tu celular y vuelve a aparecer el mismo mensaje en las redes. 

En lugar de descartarlo como meras coincidencias, es importante orar a Dios para que te dé claridad sobre lo que está tratando de transmitirte. 

Y una séptima señal sucede cuando buscas la confirmación de algo que has discernido, a través de las distintas señales que te han ido llegando.

Crees que Dios te está tratando de decir tal cosa y que hagas tal movimiento. 

Pero tienes que corroborar que tu sensación es la correcta, que eso es lo que Dios quiere.

Entonces de nuevo debes estar atento a lo que tus padres, amigos, miembros de la iglesia, sacerdotes, están diciendo.

Aunque también Dios puede sorprenderte utilizando a extraños para transmitirte la confirmación.

En conclusión, Dios siempre está tratando de comunicarse con nosotros. 

Lo hace a través de múltiples formas y medios, desde sueños y señales físicas, hasta personas, incluso alejadas de nosotros. 

Y nuestro desafío es estar atentos, receptivos y abiertos a escuchar Su voz, presente en los lugares y situaciones más inesperados.

Es por eso que el Padre Pío, y muchos otros santos, insistían en la importancia de la oración constante, tener los ojos y oídos bien abiertos, y no dejar pasar ninguna señal sin tratar de discernirla. 

Bueno, hasta aquí lo que queríamos contarte sobre las 7 señales típicas de que Dios está tratando de decirnos algo, según las enseñanzas del Padre Pío.

Y me gustaría preguntarte si has discernido señales de Dios en situaciones menos convencionales y cómo te ha pasado.

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Las profecías ocultas de Padre Pío sobre el futuro de la Iglesia y su impacto en Juan Pablo II.

El padre Pío es uno de los santos más populares, porque sus dones fueron impresionantes.

Y su mensaje fue claro y ortodoxo.

Sin embargo no es tan popular entre el clero como debería, a pesar de haber sido sacerdote.

Y quizás esto haya que buscarlo en la denuncia del fraile capuchino, sobre la apostasía de buena cantidad de sacerdotes, que le habría mostrado Jesús en 1913.

Pero hay un sacerdote por el que el Padre Pío tuvo una predilección especial porque sabía cuál sería su futuro.

Porque el Padre Pío recibía visiones del Cielo que le permitían conocer cosas del futuro.

A este sacerdote, Karol Wojtyla, luego Juan Pablo II, le hizo dos revelaciones que queremos contar.

Aquí hablaremos sobre las revelaciones que Jesús le hizo al Padre Pío sobre la apostasía de una buena parte del clero.

Y te contaremos las 2 revelaciones que le hizo a Juan Pablo II.

Sabemos que el Padre Pío conocía muy bien el Tercer Secreto de Fátima, en virtud de su gran confianza en Jesús y la Virgen.

Fue el mismo Jesús, en 1913, quien reveló de antemano al Padre Pío lo que la Virgen reveló a los humildes niños de Cova da Iria el 13 de mayo de 1917.

El 28 de marzo de 1913, 4 años antes del 13 de mayo de 1917, Jesús se apareció al Padre Pío. 

Parecía maltratado, desfigurado y llorando.

Desanimado al verlo llorar, el fraile preguntó al Señor por qué lloraba.

Y le reveló que muchos sacerdotes y dignatarios eclesiásticos actuaban imprudentemente en su iglesia, causándole disgusto, lágrimas y amargura.

Y una segunda revelación de Jesús al Padre Pío fue aún más explícita: “Hijo mío, no creas que Mi agonía duró sólo tres horas. 

Estaré, a causa de las almas más beneficiadas por Mí, en agonía hasta el fin del mundo. 

La ingratitud y el sueño de Mis ministros hacen más pesada mi agonía. Qué mal corresponden a Mi amor”.

Jesús autorizó al Padre Pío a escribir también a sus dos directores espirituales, para que estuvieran informados de las múltiples infidelidades de los consagrados.

El Padre Pío ciertamente oró por muchos sacerdotes cuya fe vacilaba, envuelta en dudas, engañada por las tortuosas ideologías del mundo.

Y reveló que vendría una apostasía sin precedentes de sus pastores.

Declaró que el mayor peligro para la humanidad sería doble: un enfriamiento del amor hacia el Creador y una posible distorsión de los verdaderos dogmas de la Iglesia. 

Las disputas ideológicas de pensamiento y las excesivas rencillas dentro de la propia Iglesia darían lugar a la apostasía de los consagrados.

La iglesia, atacada y profanada por sistemas ateos, perdiendo su unidad, sería casi completamente borrada del mundo, hasta el punto de quedar reducida a un pequeño rebaño. 

Y será este pequeño rebaño el que permanecerá fiel a la Verdad proclamada por Jesucristo. 

Sólo con este pequeño rebaño triunfará el Inmaculado Corazón de María. 

De este pequeño rebaño comenzará nuevamente una nueva humanidad, que comenzará a construir una nueva era de paz y amor.

Pero hubo un sacerdote que fue predilecto del Padre Pío.

Durante su estancia en Roma estudiando para su doctorado, Karol Wojtyla escuchó por primera vez hablar del Padre Pío.

Y fue en abril de 1948 cuando decidió conocer al Padre Pío.

De esta particular estancia, dos recuerdos quedarían imborrables en su memoria: la intensa emoción al participar en la Santa Misa celebrada por el capuchino, y el momento privado que tuvo con él, en el sacramento de la Reconciliación.

Y 14 años después, en 1962, siendo ya monseñor Wojtyla, y estando en Roma en las sesiones preparatorias del Concilio Vaticano II, recibió la noticia de la grave enfermedad de su amiga Wanda Poltawska.

Convencido de que la oración del Padre Pío tenía un poder especial ante Dios, decidió escribirle para pedirle ayuda y oraciones por la mujer, madre de cuatro hijas.

Un amigo personal llevó la carta y cuenta que después de haberle leído el contenido, el Padre Pio pronunció la famosa frase: “¡A este no le puedo decir que no!”, y añadió: “guarda esta carta porque un día será importante”.

Unos días después, Wanda Poltawska tomó la decisión de operarse del cáncer.

Pero milagrosamente las últimas pruebas antes de la operación, dieron que el tumor simplemente había desaparecido.

Once días después, Juan Pablo II volvió a escribir una carta, esta vez para darle las gracias.

Y en esa ocasión el fraile dijo: “¡Alabado sea el Señor!”.

Wojtyla volvió a san Giovanni Rotondo en dos ocasiones más. 

La primera, siendo cardenal de Cracovia, en 1974, para celebrar en su tumba la fecha de su ordenación sacerdotal.

Y la segunda proclamado ya Papa, en 1987, con motivo del primer centenario del nacimiento del Padre Pío. 

En estos dos viajes visitó los restos mortales de Padre Pío y rezó arrodillado junto a la tumba del fraile capuchino.

Y algo importante de la relación entre estos dos santos es que el Padre Pío le hizo dos revelaciones inéditas.

Durante la confesión de 1948 el joven sacerdote Wojtyla se interesó por las llagas del Padre Pío.

Le preguntó qué llaga le producía más dolor. 

Estaba convencido de que era la del corazón, pero el Padre Pío lo sorprendió mucho cuando le dijo: “No, la que más me duele es la de la espalda, la que tengo en el lado derecho”. 

Esta sexta herida en el hombro, como la que Jesús sufrió llevando la cruz camino del Calvario era la llaga “que más dolía”, porque había supurado y nunca había “sido tratada por los médicos”.

Y en ese mismo 1948, cuando el Padre Pío conoció al joven Karol Wojtyla predijo su pontificado y el atentado del 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro.

Uno de los acompañantes del futuro Papa, el Dr. Medi, al regresar a la pensión donde se hospedaban en ese viaje, contó a los demás que apenas el Padre Pío vio a Wojtyla, lo miró a los ojos y le dijo: “Serás Papa, pero habrá sangre y violencia”.

Mientras Wojtyla comentó: “Profesor, el Padre Pío quería bromear. Soy polaco, nunca podré ser Papa”.

Pero no se trataba de una broma, sino más bien de una auténtica profecía del Padre Pío.

El 16 de octubre de 1978, su coronación como Papa, y el 13 de mayo de 1981, el atentado en la Plaza San Pedro, los dos elementos de la profecía, se convirtieron en hechos concretos de la historia.

El polaco monseñor Edward Nowak, que durante muchos años fue secretario de la Congregación para las Causas de los Santos, afirmó: “Le preguntamos específicamente: Santo Padre, ¿es cierto que el Padre Pío predijo su Pontificado? 

Se rió mucho, mucho, pero no contestó nada”.

La misma pregunta que le hizo monseñor Cosmo Francesco Ruppi, párroco de la archidiócesis de Lecce, y Juan Pablo II simplemente respondió: “Ellos dicen que sí…”. 

Juan Pablo II siempre fue muy reservado sobre esto, pero nunca lo negó.

Bueeeno, hasta aquí lo que queríamos contar sobre la apostasía de buena parte de los sacerdotes que el Padre Pío sabía que vendría y las dos revelaciones que le hizo a Juan Pablo II. 

Y me gustaría preguntarte si tu le has rezado al Padre Pío por alguna intercesión y que tipo de cosas le has pedido.

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El manantial de agua sanadora más sagrado en el mundo según la Virgen María.

Hoy te quiero contar una historia extraordinaria.

¿Y qué hace que esta historia sea tan extraordinaria? 

Te voy a mencionar algunas cosas.

Nuestra Señora bajó al pueblo de San Damiano en Italia para dar una misión a una humilde campesina, Mama Rosa.

Le dio mensajes sobre la situación del mundo, y la guió para que cavara y surgiera un manantial de agua, para curar el alma y el cuerpo.

El cual dijo que sería el agua más santa del mundo.

Allí reveló que Ella, la mismísima Virgen, permanecería en ese lugar, que llamó su Jardín del Paraíso en la Tierra, hasta el fin del mundo.

El Arcángel Miguel marcó con su espada el sitio donde se debía excavar el pozo. 

Y por orden de la Virgen, el Padre Pío fue examinando la calidad del agua que brotaba, desde su convento en San Giovanni Rotondo.

Y luego la Virgen y el Arcángel Miguel dictaron las oraciones que se debían recitar al tomar el agua y pasarla por los lugares enfermos.

Aquí te quiero contar las maravillas sobrenaturales que ocurrieron alrededor de las apariciones de San Damiano.

Y cómo la Virgen María, el Arcángel Miguel y el Padre Pío fueron guiando el surgimiento del manantial «más santo del mundo», al que llega hoy un abundante número de peregrinos.

En San Damiano, una pequeña ciudad a 20 km de Plasencia y a 80 km de Milán, la Santísima Virgen se apareció a Mama Rosa Quattrini, desde 1964 hasta su muerte en 1981.

Para llamar al mundo a la oración y la penitencia, para darle numerosos mensajes para la humanidad y hacer surgir un manantial de agua sanadora.

La Reina del Universo, Madre Milagrosa de las Rosas prometió además permanecer «viva y verdadera», en este lugar, hasta el fin del mundo.

La Santísima Virgen y el Arcángel Miguel se aparecerán más de 2000 veces en San Damiano.

Todo comenzó cuando un día apareció en la casa de Mama Rosa una mujer desconocida, para curarla de una enfermedad.

Rezaron juntas por las intenciones del Padre Pío, y luego le pidió que fuera a visitarlo a San Giovanni Rotondo.

Le dijo que no se preocupara por el dinero del viaje, que Ella lo arreglaría, como sucedió. 

Esta mujer estuvo a su lado durante el viaje y en San Giovanni Rotondo.

Y justo antes de entrar a confesarse con el Padre Pío le reveló que el Padre Pío le daría una misión y desapareció.

El Padre Pío recibió a Mama Rosa y le ordenó asistir a los enfermos, espiritualmente sobre todo, durante dos años.

Durante más de dos años, Rosa se hizo cargo de los enfermos y peregrinaba con frecuencia a San Giovanni Rotondo.

Y luego el Padre Pío le reveló que esa misión había terminado y que en casa le esperaba un gran acontecimiento.

Y el 16 de octubre de 1964, mientras Rosa recitaba el Ángelus, escuchó una voz desde afuera “Ven, te estoy esperando».

Salió y vio una gran nube blanca en el cielo, rodeada de estrellas doradas y plateadas, y rosas de todos colores.

Se desprende de esta nube un globo rojo y se coloca sobre el peral del jardín.

Y la Santísima Virgen sale de este globo rodeada de una gran luz, con una corona en la cabeza con los doce apóstoles.

Es entonces cuando la Santísima Virgen le da el primer mensaje.

“Hija mía, vengo de lejos a anunciar al mundo que todos deben orar, porque Jesús ya no puede llevar la cruz.

Yo soy la Madre del Amor, la Madre de Todos: ustedes son todos Mis hijos.

Por eso quiero que todos se salven, por eso he venido, a conducir al mundo a la oración, porque los castigos están cerca”.

Mamá Rosa le dijo que no le iban a creer, porque era una pobre campesina ignorante. 

La Virgen le dijo entonces “no temas dejaré una señal, verás, este árbol florecerá”

Y el peral se cubrió ese mismo día de abundantes flores, que resistieron durante tres semanas, a pesar de las fuertes lluvias otoñales.

Y en 1965, la Santísima Virgen prometió que en ese lugar brotaría un manantial que purificaría el alma y el cuerpo. 

Le anunció que esa agua sería la más santa del mundo, habló que sería un agua pura, viva, muy clara, muy fresca y milagrosa.

Dijo, “este es el pozo donde me presento para dar luz al mundo y sanar el alma y el cuerpo de muchas personas”.

Y entonces pidió que cavaran un pozo cerca del peral, donde el Arcángel Miguel clavaría su espada.

Y Nuestra Señora pidió oración para que muchos llegaran a ese pozo.

Comenzó la excavación sin obtener nada.

Y entonces la Virgen pidió que se arrojara en el pozo un poco de agua que una hija espiritual del Padre Pío había traído del antiguo pozo del Convento de San Giovanni Rotondo.

Semanas después el ingeniero Pellagatti notó que había agua en el fondo del pozo, era agua turbia, pero Mama Rosa le aseguró que era el agua correcta.

Y Nuestra Señora quiso que se llevara una muestra de agua al Padre Pío.

Mamá Rosa designó al ingeniero, y se fue con varias botellas pequeñas que contenían agua del pozo a ver al Padre Pío. 

Muchos aromas de rosas, violetas, claveles, lirios y tabaco acompañaron su viaje. 

Cuando le llegó el turno de confesarse, el Padre Pío le susurró “dile que está bien”.

Y luego el obispo Filippo Rauco bendijo el pozo en presencia de numerosos peregrinos.

Pero el viernes 11 de agosto de 1967, como se esperaba, el pozo se empezó a secar. 

El ingeniero partió nuevamente hacia San Giovanni Rotondo con una nueva muestra de agua.

Y cuando le llegó el turno, el Padre Pío vio el agua, lo miró fijamente a los ojos y dijo, “¡Apesta!”, y nada más. 

El ingeniero se fue con las manos vacías, decepcionado por no haber entendido el mensaje del Padre Pío.

Pero en el camino de regreso, sintió perfumes misteriosos que se alternaban con olores de tabaco, que trajeron serenidad a su corazón.

Y a la noche siguiente se despertó como si alguien lo hubiera sacudido. 

Y lo invadió una duda: ¿y si en el fondo del pozo hubiera emanaciones de gas metano y durante las obras esas emanaciones hubieran empeorado? 

Efectivamente eso había sucedido.

En el fondo del pozo realmente había un mal olor, como le había dicho el Padre Pío y por milagro se había evitado una catástrofe. 

Luego Mama Rosa informó al ingeniero que la Santísima Virgen quería que bajara al pozo y recitara un padrenuestro, un ave María y gloria, volviéndose hacia los cuatro puntos cardinales, lo que inmediatamente hizo con alegría.

Más tarde, cuando el pozo se puso en funcionamiento público, Nuestra Señora le dijo a Mama Rosa que dijera a los enfermos: “Baña las partes del cuerpo enfermas, recitando tres Avemarías y el Credo y te bendeciré; si lo hacéis con fe, os daré toda gracia y consuelo».

Y antes de tomar el agua milagrosa, San Miguel Arcángel pidió recitar 10 Avemarías, seguidas de esta invocación tres veces: “Virgen Milagrosa de las Rosas, sálvanos y líbranos de todo mal del alma y del cuerpo”.

Nuestra Señora dio muchos mensajes a Mama Rosa para la humanidad.

Dijo que, “el diablo está desatado en todas partes. Pero ustedes, quédense bajo mi Manto, descansen en mi Corazón”

 “Hoy se pierden más de los que van al cielo”

“Arrepiéntete mientras aún haya tiempo”.

“Exhorto fuertemente a Mis hijos a unirse en oración y sacrificio para salvar al mundo entero, porque el Padre Eterno quiere hacer justicia».

“Vendré con una gran luz y triunfaré sobre el mundo entero. Y entonces vendrá Mi Hijo Jesús con el nuevo Reino, que traerá paz, amor, tranquilidad y alegría en el corazón”.

Bueeeno, hasta aquí lo que queríamos contar sobre las apariciones de San Damiano y el surgimiento de su manantial de agua sanadora. 

Y me gustaría preguntarte que otros manantiales de agua sanadora surgidos sobrenaturalmente conoces. 

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El Cielo le reveló además los sucesos que precederían al Triunfo.

El 13 de mayo de 2010, en Fátima, Benedicto XVI dijo: «Se equivoca quien piensa que la misión profética de Fátima está acabada».  

Y agregó: «Que estos siete años que nos separan del centenario de las apariciones aceleren el prenunciado triunfo del Corazón Inmaculado de María».

¿Y por qué deberíamos esperar el triunfo del Inmaculado Corazón de María con tanta esperanza, que va a solucionar?

La clave está en lo que dijo Juan Pablo II en Fátima el 13 de mayo de 1982: «amenazas casi apocalípticas se ciernen sobre naciones y sobre la humanidad».

Algunos dirán que dijo eso porque temía por la URSS, y que desaparecida ésta, las amenazas también desaparecerían.

Pero no fue así. En 1994, cuando la URSS ya había caído, Juan Pablo II le dijo a Vittorio Messori que las palabras de la Virgen en Fátima «parecen acercarse a su cumplimiento».

El Padre Pío sabía lo que sucedería, y lo más importante, conocía los tiempos por revelación del Cielo. 

Aquí hablaremos sobre lo que sabía el Padre Pío del Triunfo del Inmaculado Corazón de María, en qué generación sucedería y que sucesos nos conducirán a él.

El Padre Pío era muy devoto de Nuestra Señora de Fátima. 

En el momento en que estuvo muy enfermo, en 1959, y necesitaba un milagro, fue completamente curado cuando la imagen peregrina de Fátima pasó por su convento de San Giovanni Rotondo.

Y tenía la revelación de lo importante que iba a ser el triunfo del Inmaculado Corazón de María.

Sabía que ese triunfo del Corazón Inmaculado de María, estaría precedido de una terrible prueba: «martirio de los buenos, naciones aniquiladas, el Papa martirizado», según lo que la Virgen dijo a los pastorcitos en Cova de Iría, que sucedería, si es que los hombres no se convertían. 

Porque en 1917 Nuestra Señora alertó al mundo que los pecados que se estaban cometiendo eran tales, que ya no podía manejar el castigo que Dios iba a enviar a la humanidad.

¿Cuáles iban a ser los castigos??

Hablando sobre los castigos, el Padre Pío mencionaba cataclismos y fenómenos meteorológicos.

Pero decía que el mayor castigo sería el hecho de que habría dos iglesias parecidas, pero que una era verdadera y la otra era falsa.

La mayoría de los fieles no lo sabrían, pero los que lo sabrían estarían en confusión.

Muchos se preguntarían: «¿Será que estoy siguiendo la iglesia verdadera? ¿Será que estoy siguiendo la iglesia falsa?». 

Estas iglesias son iguales de una forma, pero desiguales de otra. Una falsa y otra verdadera.

Y las dos coexistiendo dentro de la misma fachada.

Es decir una parte de los sacerdotes que siguen la doctrina y la disciplina de la Iglesia original que fundó Jesucristo, y están dispuestos a oír los mensajes que envía el Cielo actualmente.

Otra parte de sacerdotes, que aun siguiendo la doctrina y la disciplina tradicional, no están dispuestos a oír lo que el Cielo está comunicando hoy.

Y otro grupo de sacerdotes, que parece que hoy manejan el vértice de la Iglesia, que pretenden cambiar la doctrina y la disciplina original de la Iglesia, y están dispuestos a perseguir a quienes reciben mensajes del Cielo.  

Comprender cuál de estas Iglesias es la verdadera, va a ser la gran prueba según el Padre Pío. 

Vamos a enfrentar esas dudas. Vamos a tener que tomar decisiones. 

Y si no estamos fundamentados en las enseñanzas de los santos y de los místicos, y de las apariciones de Nuestra Señora, del Sagrado Corazón de Jesús, de Nuestro Señor Jesucristo, si no prestamos atención a las advertencias de ellos respecto a los días de hoy, vamos a ser engullidos en el caos.

Y Elena Aiello, una mística italiana contemporánea del Padre Pío, cuyas visiones son catalogadas como la continuación exacta de Fátima, dijo que esta confusión también afectará a los malos.

Nuestra Señora va a confundir inclusive a los malos y ellos no sabrán qué hacer, dijo.

Y hoy vemos que están impotentes, porque dominan el mundo, pero a su vez construyen bunkers millonarios porque tienen miedo.

Y la confusión avanza.

Cuando los niños hoy encienden la televisión ven una escena horrenda tras otra.

Y no hay señales claras de conversación en el mundo, no vemos señales de cambio, para que el mundo y la Iglesia pueda escapar al castigo profetizado en Fátima.

Quizás están ocultas a nuestros ojos aún, no sabemos, y en poco tiempo las presenciemos, pero hoy no. 

Y lo cierto es que tenemos ante nosotros un par de guerras, en Tierra Santa y en Ucrania, que pueden llevarnos a ese castigo, especialmente esta última.

Porque recordemos que Sor Lucía de Fátima le dijo al Padre Fuentes en 1957: «Rusia será el instrumento elegido por el Cielo para castigar al mundo entero, si no conseguimos antes la conversión de esa pobre nación».

Fue precisamente para evitar el castigo del mundo por medio de la guerra, del hambre, de las persecuciones a la iglesia y al Santo Padre, y la aniquilación de naciones, que Nuestra Señora de Fátima pidió la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María y la devoción de los cinco primeros sábados. 

Porque Ella dijo: «Si atendieran mis pedidos», si atendieran, condicional, «Rusia se convertiría y tendrían paz, si no, esparcirá sus errores por el mundo».

Pero cuando las autoridades de la Iglesia intentaron hacer la Consagración de la manera más adecuada, fue tarde.

Porque Rusia ya había esparcido sus errores por el mundo y habían hecho metástasis en occidente, transformándolo en una caricatura de lo que fue, y aún más pecador que el que lo va a castigar.  

Y Elena Aiello alertó en la década de 1960 también: «Si no oramos, Rusia marchará sobre toda Europa y particularmente sobre Italia, trayendo mucha más ruina y destrucción».

Esto lo sabe la Iglesia institucional pero ya no lo informa, lo calla.

En 1980 Juan Pablo II dijo en Fulda, Alemania, «Debemos prepararnos a sufrir; dentro de no mucho tiempo, vendrán grandes pruebas.

Por vuestra oración y la mía es posible disminuir esta tribulación, pero ya no es posible evitarla, porque solamente así puede ser verdaderamente renovada la Iglesia».

El Padre Pio sabía todo esto y hablaba mucho sobre que la renovación del mundo, la Iglesia y la vuelta a la fe vendría por el Triunfo del Inmaculado Corazón.

Entre 1963 y 1964, después de las 6 de la tarde, luego del rezo del Ángelus, Él solía quedarse en el balcón del Jardín de San José, con algunos de sus hijos espirituales.

Y un día un señor le pregunta: «¿Cuándo será el triunfo del Inmaculado Corazón de María?» 

«¿Vamos a tener que esperar mucho o no?» 

Y la respuesta del Padre Pío fue: «Ni tú ni yo lo veremos, pero estos niños aquí lo verán». 

Esos niños eran hijos de integrantes de aquel grupo de amigos íntimos del Padre Pío y tenían en la época cerca de 10 años.

Si esos niños tenían 10 años en 1963 o 1964, entonces tendrían alrededor de 70 años en 2023 o 2024.

Una edad en que la mayoría de ellos todavía están vivos.

De modo que esto que reveló el Padre Pío y el cúmulo de otras señales que tenemos, nos advierten de que somos la generación que verá el castigo y el triunfo del Inmaculado Corazón de María.

Y por eso nos toca orar y hacer sacrificios por los pecadores, la Iglesia y los sacerdotes, más que ninguna otra generación. 

Bueeeno, hasta aquí lo que queríamos exponer sobre lo que sabía el Padre Pío del tiempo del triunfo del Inmaculado Corazón de María y los eventos que lo precederían. 

Y me gustaría preguntarte si crees que la mayoría de los sacerdotes que conoces se interesan por el triunfo del Inmaculado Corazón de María o es algo que no tienen en cuenta.

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Dios dio la Oraciones Más Eficaces de nuestra época al Padre Pío.

El Padre Pío de Pietrelcina fue un sacerdote escogido por Dios para compartir la intimidad del amor divino.

Y lo hizo en una época en que la fe en Dios estaba en declive.

Lo conocemos por sus dones espirituales extraordinarios, estigmas y carismas.

Incluyendo el don de sanidad, bilocación, profecía, milagros, discernimiento de espíritus. 

Pero raras veces nos llegan a nosotros sus pensamientos más profundos.

Y por eso tampoco las oraciones relacionadas con esos pensamientos, sino que lo que ha llegado es el deslumbre de sus dones sobrenaturales

Y por eso no tomamos conciencia que Dios entregó las oraciones más profundas a este santo.

Aquí te queremos hablar sobre los pensamientos que Dios puso en forma infusa en el padre Pío y sus oraciones, para que llegaran a nuestra época.

No hay ningún Santo en el último siglo que haya tenido los dones sobrenaturales del Padre Pío.

Y precisamente Dios lo levantó en la época más incrédula de estos dos mil años, cuando la fe se está apagando y la apostasía está penetrando en la propia Iglesia.

Él nos ha legado reflexiones teológicas fácilmente comprensibles a todo el pueblo de Dios.

Según sus allegados tenía la inspiración fuerte del Espíritu Santo y algunas oraciones se las dictaba el propio Jesús, la Virgen María y su ángel de la Guarda, con quien tenía una relación muy estrecha.

Él decía algo muy importante para nuestra época «No tienes que ser digno, sólo tienes que estar dispuesto»

De lo que se desprende que el Señor no nos pide que seamos perfectos, sino que aceptemos el desafío diciendo que sí a seguirlo.

El santo recomendaba «sirve al Señor con una sonrisa».

Esto indica que debemos tomar la vida con alegría porque de esa forma podemos hacer que los inconvenientes propios y de nuestros hermanos no sean angustiantes.

En otra sentencia afirmaba que «Dios siempre nos dará más de lo que merecemos».

De modo que si entregamos la conducción de nuestra vida a Dios, Él nos proveerá de cosas tan buenas que incluso no somos capaces de pedir ni de imaginar.

Según el padre Pío, «Dios nunca permitirá que nos pase nada que no sea para nuestro mayor bien».

Esto también fue revelado a San Pablo, quien dijo que todas las cosas funcionan para bien de quienes aman a Dios.

Por lo tanto nos queda a nosotros confiar en los caminos del Señor sin titubear.

La oración era central para el padre Pío, por eso decía: 

«Ora, espera, no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y oirá tus oraciones».

Siempre habrá algo por lo que preocuparse, pero si nos quedamos fijados en la preocupación no vamos a solucionar el posible problema.

Y como el Señor escucha cada una de nuestras oraciones, no tenemos más que orar y esperar.

Es que el padre Pío difundía la oración como arma para vencer a todo enemigo, y escribió, por inspiración, muchas oraciones que no son tan conocidas y que nosotros hemos incluido en un artículo, cuyo link te dejo en la descripción de este video en youtube

San Pio de Pietrelcina recomendaba algo vital para este mundo convulsionado,

«No permitas que haya tristeza en tu alma, porque la tristeza impide que el Espíritu Santo actúe libremente».

«Si alguna vez insistes en estar triste, que sea una santa tristeza ante la visión del mal que se está difundiendo más y más en la sociedad hoy en día», decía este gran Santo.

Y se lamentaba:

«¡Cuán pobres son nuestros días desertando de Dios, nuestro Supremo Bien!»

Para cada reflexión solía componer una oración que puedes encontrar en el artículo cuyo link repito está en la descripción del video

También hablaba de no entregarse al desánimo.

«No te entregues como sucede a menudo, por desgracia».

«En medio de las pruebas que pueden afligirte, sólo deposita tu confianza en nuestro Bien Supremo, en Dios, sabiendo que Él nos cuida más de lo que una madre a su hijo», decía con confianza 

Por eso advertía: «¡Sólo piensa!, cuando el enemigo está susurrando en voz alta en tu mente y cuando él quiere que creas que estás casi en el punto de estar perdido».

«A pesar de estas malas insinuaciones, el Señor está contigo como nunca antes en tus tribulaciones», afirmaba.

Porque: «Dios nos dice. Tened coraje, y no tengáis miedo, porque es seguro que el que teme estar perdido no se perderá y el que pelee con los ojos fijos en Dios clamará victoria y el himno triunfal».

Él estaba seguro de que «no hay nada que temer, porque el Padre celestial nos ha prometido la ayuda necesaria para evitar que seamos vencidos por las tentaciones».

También se refirió al orgullo humano que debemos evitar:

«Negarse a someter su propio juicio al de los demás, especialmente a los que son expertos en el campo en cuestión, es una señal de que poseemos muy poca docilidad y un signo demasiado obvio de orgullo secreto», explicaba.

Y para solucionarlo solía decir que no es conveniente «nunca ir a dormir sin antes haber examinado tu conciencia en la forma en que has pasado el día y sin antes dirigir tus pensamientos a Dios».

«Y luego ofrece y consagra tu persona entera y la de cada cristiano, a la gloria de Su divina Majestad, y ofrece también el resto que está lejos».

Sabido es que la relación del padre Pío con su Ángel de la Guarda era tan cercana, que hablaba idiomas que él no conocía porque su Ángel le iba traduciendo.

Por eso recomendaba: 

«Nunca olvides a tu Ángel de la Guarda que siempre está cerca de ti, que nunca te deja, no importa lo mal que lo trates».

Y reconocía con pena «¡Cuántas veces, por desgracia», le he hecho llorar cuando me rehusé a cumplir sus deseos que también eran deseos de Dios!»

Y solía orar para que el ángel custodio, «este fiel amigo nuestro nos salve de una mayor infidelidad».

Además tenía una oración para el Ángel que te damos en el link que te mencionamos y que en un tramo dice: «Por favor, concédeme la sensibilidad espiritual para oír el impulso de tus santos ángeles».

El padre Pío nos dejó también reflexiones sobre cuáles son los elementos que hacen doloroso a veces el proceso de conversión espiritual.

Dijo:

«El alma que está destinada a reinar con Jesucristo en gloria eterna, debe ser remodelada por los golpes de martillo y cincel».

«Pero ¿cuáles son estos golpes del martillo y del cincel mediante los cuales el artista divino prepara la piedra?»

Y él los definió así, «Estos golpes del cincel son las sombras, temores, tentaciones, tormentos espirituales y agitación, con una pizca de desolación e incluso dolor físico».

El padre Pío tenía además presente siempre a la Santísima Virgen como mediadora de todas las gracias, por eso pedía:

«Que María, la Madre de Jesús y nuestra Madre, os haga comprender todo lo que está contenido en el gran secreto del sufrimiento, llevado con espíritu cristiano».

«Que Ella obtenga para ti toda la fuerza que requieres para subir a la cumbre del Calvario, cargado con tu propia cruz».

Todas las reflexiones que hemos mencionado tienen una oración a veces pequeña y en otras oportunidades más extensas, las cuales encontrarás en nuestro sitio a través del link que te damos.

Para finalizar te recomiendo que leas la oración más difundida del padre Pío para cuando terminas de comulgar y que empieza con

«Quédate conmigo, Señor, porque es necesario que estés presente para que no te olvide

Y sigue diciendo «Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y necesito tu fuerza para no caer tan seguido».

Bueno hasta aquí lo que queríamos traerte sobre los pensamientos y las oraciones que fueron comunicados vía infusa a este gran Santo y recomendarte que leas sus oraciones. 

Y me gustaría preguntarte cuáles son las cosas principales que conoces del padre Pío.

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Qué relación tuvo el Padre Pío con las apariciones de Medjugorje, Garabandal y Fátima.

Podemos afirmar que el Padre Pío fue un protagonista de estas tres apariciones.

Jugó un papel sobrenatural de importancia que le fue adjudicado por la Santísima Virgen.

Aún cuando tuvo poca información de las apariciones de Fátima y era un sacerdote recién ordenado, y hubiera muerto antes de que comenzaran las apariciones de Medjugorje.

Aquí hablaremos sobre la asombrosa conexión sobrenatural que unió al Padre Pío con estas tres apariciones de Fátima, Garabandal y Medjugorje. 

El Padre Pío tuvo una vinculación muy estrecha con la Virgen María desde su niñez.

Su madre lo acunaba delante del cuadrito de la Madonna della Libera, patrona de Pietrelcina y le decía, “Dale un besito a la Madonna della Libera”.

Y esa relación se estrechó aún más cuando Nuestra Señora se le apareció por primera vez en la iglesia del pueblo.

Se quedó inmóvil, estático, absorto y tuvieron un diálogo de gestos, sonrisas y un intercambio de promesas.

Francesco ofreció a la Virgen su virginidad y toda su persona. 

La ofrenda fue aceptada y la Madonna della Libera, premió al pequeño con apariciones frecuentes, que recién éste revelaría en 1951, cuando interrogado por su Confesor, explicó que nunca las había revelado porque creía que eran algo normal.

Y a partir de allí tendría un vínculo estrecho con varias apariciones.

Fue impresionante lo que sucedió entre Padre Pío y la Virgen de Fátima en 1959. 

Él era muy devoto de Ella, y cuando la estatua peregrina original de la Virgen de Fátima llegó a San Giovanni Rotondo, tuvo una curación milagrosa.

El Padre Pío estaba gravemente enfermo.

Y en la mañana del 6 de agosto fue capaz de ir a la iglesia y los frailes inclinaron hacia él la estatua de la Virgen, y así la pudo besar.

Y cuando su partida en helicóptero por la tarde, fue llevado por los frailes junto a una ventana del santuario y le dijo «Mi Señora, mi Madre, viniste a Italia y me enfermé, ahora te vas a ir y me dejas todavía enfermo».

Fue en ese momento que el Padre Pío sintió de repente un escalofrío y le siguió una sensación de calor y bienestar, y luego el capuchino exclamó: “¡Estoy curado! ¡Nuestra Señora me curó!”.

En los días siguientes le visitó un cirujano procedente de Roma que confirmó, “Está perfectamente curado”.

También le fue revelado el Tercer Secreto de Fátima, hicimos un video sobre esto.

Con la aparición que tuvo una relación más directa fue con la de Garabandal, porque coincidieron los años de su mayor actividad pastoral. 

Las pequeñas videntes recibieron una carta sin firma el 3 de marzo de 1962, y pidieron que la tradujera un ex seminarista.

La carta decía,

«Mis queridas niñas:

A las nueve de la mañana, la Santísima Virgen me encomendó que les dijera lo siguiente»,

“¡Oh benditas niñas de San Sebastián de Garabandal!

Yo les prometo que estaré con ustedes hasta el fin de los siglos y que ustedes estarán conmigo durante el fin del mundo y después, unidas conmigo en la gloria del Paraíso”.

Y decía además,

“Estoy enviándoles una copia del santo Rosario de Fátima, que la Virgen me pidió les enviara.

El Rosario fue compuesto por la Virgen y debe ser propagado para la salvación de los pecadores y para la preservación de la humanidad de los terribles castigos con los que el buen Dios la amenaza.

Les doy un consejo, recen y hagan que los demás recen, porque el mundo está a comienzos de la perdición.

No creen en ustedes ni en sus conversaciones con la Dama de Blanco, lo harán cuando ya sea demasiado tarde”.

El ex seminarista dijo que “por su estilo bien podría ser del Padre Pío”.

Conchita le pidió que le ayudara a escribirle una carta de agradecimiento.

Y cuando la terminó de redactar, Conchita entró en éxtasis, rezó el Rosario, y luego contó que la Virgen le había dado una respuesta secreta para enviarle.

Luego en febrero de 1967, Conchita fue a Roma y pasó por San Giovanni Rotondo y se reunió con el Padre Pío.

Pío le dijo, “Esta es la Cruz besada por la Santísima Virgen. ¿Quisieras besarla?”

Entonces tomó el crucifijo, lo colocó en la palma de su mano izquierda, sobre el estigma, tomó la mano de Conchita y la puso arriba, y apretó la mano, y con su mano derecha bendijo la mano de Conchita y la cruz.

Pero al morir el Padre Pío en 1968, Conchita quedó perpleja, preguntándose por qué la profecía sobre el Padre Pío, dada por la Virgen, aparentemente no se había cumplido.

Pero un mes más tarde, el 16 de octubre de 1968, Conchita recibió un telegrama de Lourdes, proveniente de una mujer de Roma a quien Conchita conocía.

El telegrama le pedía a Conchita ir a Lourdes a recibir una carta del Padre Pío dirigida a ella.

El Padre Pío había muerto un mes antes.

En Lourdes se entrevistaron con los emisarios del Padre Pío, entre los cuales estaba el Padre Bernardino Cennamo.

El Padre Cennamo dijo a Conchita que el Padre Pío le pidió que le diera el velo que cubriría su cara después de su muerte.

Conchita recibió el velo y la carta y preguntó al Padre Cennamo,

“¿Por qué la Virgen me dijo que el Padre Pío iba a ver el Milagro y él ha muerto?”

Y el Padre le respondió:

“Él vio el Milagro antes de morir. Me lo dijo él mismo”.

?

Y así llegamos a la relación del Padre Pío con las apariciones de Medjugorje.

¿Pero cómo pudo haber habido una conexión del padre Pío con Medjugorje si murió en 1968 y las apariciones de Medjugorje comenzaron en 1981?

Hemos descubierto por lo menos 4 conexiones.

La primera vinculación del padre Pío sucedió en San Giovanni Rotondo, cuando el santo hizo una profecía acerca del comienzo de las apariciones de la Santísima Virgen María en Medjugorje.

En su libro “Una Chispa del Cielo”, la periodista Mary Craig informó que unos años antes de que comenzaran las apariciones en Medjugorje, el Padre Pío le había dicho a un grupo de peregrinos de la diócesis de Mostar que lo visitaban:

“La Santísima Virgen María en breve va a visitar su diócesis”.

Medjugorje, está dentro de la diócesis de Mostar, por lo que la profecía de San Pío es mucho más notable, porque no dijo Bosnia o aludió a la zona de los Balcanes, sino específicamente se refirió a la diócesis concreta en que se apareció.

La segunda vinculación entre el Padre Pío y las apariciones de Medjugorje son las profecías coincidentes sobre el futuro de Rusia. 

En la edición revisada de “El Padre Pío, la verdadera historia” de C. Bernard Ruffin, se encuentra el dato que el Padre Pío dijo:

“El pueblo ruso se convertirá. Su conversión va a pasar muy rápido. La conversión de los Estados Unidos será lenta, pero segura».  

Y agregó además,

“Sí, Rusia se convertirá, como dijo la Santísima Virgen que lo haría. Sin embargo, Rusia enseñará a los Estados Unidos una lección de conversión”.

Es interesante observar la declaración del Padre Pío que Rusia “enseñará a Estados Unidos una lección de conversión” porque la Virgen María dijo el 1 de noviembre 1981, a los seis jóvenes videntes de Medjugorje que:

“Rusia llegará a glorificar más a Dios. Occidente ha hecho progresar la civilización, pero sin Dios, y actúa como si fuera su propio creador”.

La tercera vinculación entre el Padre Pío y las apariciones de Medjugorje se relacionan con una estatua de la Reina de la Paz de Medjugorje que sangró 15 veces, desde febrero de 1995, en la ciudad italiana Civitavecchia, a 70 kilómetros de Roma. Manifestación aprobada por el obispo. 

En 1994, Don Pablo Martín, el párroco de la iglesia de San Agustín, en el distrito Pantano de Civitivecchia, hizo una peregrinación a Medjugorje.

Y compró esa estatua blanca de yeso de 40 centímetros de la Reina de la Paz, como recuerdo de Medjugorje, y la obsequió a la familia Gregori.

¿Y qué tiene que ver el Padre Pío con esto?

Don Pablo Martín tenía una fuerte devoción al Padre Pío, incluso antes que San Pío fuera canonizado en el 2002.

Y Don Pablo atribuyó a la intercesión del Padre Pío la selección de esa estatua de Medjugorje.

Fue el Padre Pío quien le aseguró, según Don Pablo, que la compra de esa estatua daría lugar “al más hermoso evento de su vida”.

Y la cuarta conexión del Padre Pío con Medjugorje se relaciona con la ex modelo polaca Ania Goldzinowska, que cambió su vida del jet set italiano, para vivir en una comunidad en Medjugorje cuando el Padre Pío la fue a buscar.

La modelo polaca despertó en medio de la noche en su casa italiana para encontrar un misterioso hombre de pie al lado de su cama, moviendo la cabeza hacia ella como con decepción. 

Y no fue hasta años después, cuando se trasladó a Medjugorje en 2011, donde se le dio un libro sobre el Padre Pío, y reconoció el rostro de aquel hombre que se le había aparecido.

Ella tiene la convicción de que el Padre Pio llegó para advertirle que cambiara.

Y eso afianzó su cambio de vida en la Comunidad de Medjugorje.

Porque tomó la decisión de dejar la vida de glamour y fama en la alta sociedad italiana, por una vida simple tipo campesina, de oración y servicio en Medjugorje, donde ha estado viviendo desde el año 2011 con una comunidad mariana de sacerdotes y monjas.

Bueno, hasta aquí lo que queríamos contar sobre la vinculación sobrenatural del Padre Pío con las apariciones de Fátima y Garabandal, y especialmente Medjugorje.

Y me gustaría preguntarte si conoces la vinculación del Padre Pío con otros sucesos sobrenaturales o no.

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Los estigmas, sus otros dones y sus logros pastorales atrajeron las olas de persecución que sufrió en el convento, en su orden y por el Vaticano.

El maligno ataca preferentemente a quienes están en misiones importantes para Dios.

Esto explica que el Padre Pío sufriera dos persecuciones dentro de la Iglesia.

La primera está vinculada a sus estigmas, fue por los años ‘30.

Y la segunda fue en los años ’60, debido al éxito de su ministerio.

El Santo tomó las sanciones con profunda obediencia.

Y finalmente fue reivindicado totalmente y canonizado en tiempo record.

Hay una nutrida bibliografía consistente sobre estos sucesos.

Aquí contaremos sobre las persecuciones que sufrió el padre Pío dentro de su convento, su orden y la Iglesia, las reales causas que las justificaron, que sanciones tuvo y cómo fue reivindicado.

El humilde fraile había sido bendecido con dones sobrenaturales como la lectura de las almas, los corazones y las mentes, y también fenomenales poderes intercesores por los enfermos para curaciones milagrosas.

Pero las internas de recelos y envidia lograron aislarlo y castigarlo.

La primera persecución contra el padre Pío se vincula a la experiencia de los estigmas visibles, que había recibido el 20 de septiembre de 1918.

Los estigmas le dieron gran fama.

Y el provincial de los capuchinos de Foggia, primero, y la Curia Generalicia de los Capuchinos en Roma después, le enviaron médicos famosos para estudiar sus heridas.

Ambos médicos dieron veredictos favorables.

El hecho de poseer los estigmas, y la atestiguación médica en su favor, acreció su fama.

Miles de personas fueron a verle a San Giovanni Rotondo para besarle las manos, confesarse con él o ir a sus misas.

Hasta los periódicos informaron que un sacerdote de Pietrelcina tenía los estigmas de la pasión de Cristo.

Pero esto también despertaba envidias.

La Santa Sede quiso investigar y envió al sacerdote y doctor en medicina Agostino Gemelli, cuyo nombre lleva hoy el policlínico en donde fue hospitalizado san Juan Pablo II tras el atentado de la Plaza de San Pedro, el 13 de mayo de 1981.

El padre Gemelli también era franciscano, una autoridad en psicología experimental, y gran amigo de Pío XI.

Gemelli viajó a San Giovanni Rotondo para ver al padre Pío y le pidió que le mostrase los estigmas.

El padre Pío le preguntó si tenía una autorización escrita, lo cual era necesario.

Como Gemelli dijo que no, Pío se negó a mostrárselos.

Y el padre Gemelli se sintió desairado en su orgullo y se fue del convento con la idea de que los estigmas, que no había revisado, eran falsos.

Entonces publicó un artículo afirmando la falsedad de los estigmas y su carácter neurótico.

El Tribunal del Santo Oficio, apoyado en esta opinión emitió un decreto declarando que no constaba que los estigmas fuesen de carácter sobrenatural.

Y entre 1923 a 1933, el padre Pío pasó diez años aislado del mundo exterior impuesto por la autoridad eclesial.

La sanción al padre Pío fue la prohibición de recibir visitas, o que los fieles mantuviesen correspondencia epistolar con él.

No podía ni confesar ni dar dirección espiritual.

Incluso le fue apartado su propio confesor

No podía mostrar las llagas, ni hablar de ellas, ni permitir que se las besaran.

La Misa debía celebrarla en privado, sin fieles, y sin los muchos hijos espirituales que para entonces ya tenía.

La opinión de Gemelli, herido en su orgullo, no fue la única herida contra su fama, porque el arzobispo de Manfredonia, Pasquale Gagliardi le acusó de estafador.

Gagliardi era un oportunista de proceder pecaminoso, que miraba con envidia al humilde convento, por sus fuertes peregrinaciones y por el volumen de limosnas y donaciones, lo cual excitó su codicia.

Le dijo a Pio XI “Yo mismo lo he visto, lo juro, descubrí un frasco de ácido con el que se provoca las heridas y colonia para perfumárselas.

El Padre Pío es un poseso del demonio y los monjes de su convento unos estafadores”.

Los amigos del padre Pío, exigieron una investigación del arzobispo Gagliardi y sus informantes.

Y así se descubrió que eran unos farsantes. Y finalmente fue destituido como arzobispo.

No obstante el Santo Oficio mantuvo sus presiones sobre el padre Pío porque pesaba aún la opinión del padre Gemelli y entre 1931 y 1933 se le aisló aún más.

Pero finalmente, en 1933 Pio XI envió a monseñor Paretto para obtener información de primera mano y fidedigna sobre la personalidad y los fenómenos en torno al padre Pío.

Su opinión fue favorable y en julio de 1933, por voluntad expresa de Pío XI, el Santo Oficio rehabilitó totalmente al Padre Pío.

Pasarán casi 30 años hasta que vuelva a ser perseguido por el Santo Oficio, siendo pontífice Juan XXIII.

Y la segunda persecución vino de la interna capuchina.

Un tema muy divisivo era el dinero de las limosnas que habían hecho posible erigir el hospital, que el Padre Pío había fundado, la Casa de Alivio del Sufrimiento.

Cientos de miles de dólares fueron donados para la construcción del hospital.

Y entusiasmados por la idea de hacer dinero rápido, los superiores del Padre Pío querían utilizar las donaciones para otros fines.

Aparentemente también, para un esquema para hacerse ricos rápidamente.

Y el Padre Pío se negó porque el dinero no le pertenecía.

Entonces le ordenaron, por obediencia, que les diera las donaciones del hospital.

Y para su disgusto, se negó de nuevo.

Esto le valió su encono, y con el fin de buscar pruebas contra él, espiaban lo que pasaba en su confesionario.

Así fue enviado a Juan XXIII un informe detallado sobre el Padre Pío alegando acusaciones de que el Padre Pío tenía contacto sexualizado con algunas mujeres que iban a la confesión.

Esta llamada “segunda persecución” del padre Pío, sucedió entre 1960 y 1961.

Umberto Terenzi párroco romano del Divino Amor, obtuvo del Santo Oficio el encargo verbal de investigar.

Y le dio pie a sus perseguidores internos de la orden y del convento, para que pusieran micrófonos y una grabadora en el lugar donde el padre Pío se reunía con los fieles.

Y en una charla con una tal Cleonice Morcaldi, los que escuchaban creyeron oír “un beso”.

Las grabaciones fueron enviadas al Santo Oficio.

Pero enfadó a Juan XXIII y ordenó quitar los micrófonos.

No sólo esto, sino que desde ese momento evitó todo encuentro con Terenzi.

Y fue nombrado Carlo Maccari como visitador apostólico.

En el verano de 1960, Mons. Maccari visitó al Padre Pío y acabó acreditando las acusaciones falsas contra el padre Pío.

Al Padre Pío se le prohibió celebrar bodas y bautizos, sólo se le concedió un espacio estricto de 30 minutos para la misa, cuando pasaba hasta cuatro horas celebrando la misa en un día de fiesta.

A algunos individuos se les prohibió ir con él para confesarse, y cuando oía confesiones, sólo tenía tres minutos para cada penitente.

No se le permitió hablar con las mujeres a solas.

Los monjes en el monasterio que eran sus amigos fueron trasladados, entre ellos algunos que actuaban en calidad de sus enfermeros, porque estaba muy enfermo.

Y especialmente, el padre Pío tuvo que cederles a sus superiores de la orden el título de la Casa de Alivio del Sufrimiento.

Lo más irritante, es que el superior del Padre Pío, el padre Rosario, fue más allá del Santo Oficio. 

Puso carteles embarazosos diciéndole a la gente que no se acercara al Padre Pío.

Prohibió a los otros frailes mostrar bondad hacia el Padre Pío, como ayudarlo a subir las escaleras o llevarle un vaso de agua cuando había calor extremo.

En febrero de 1961 el padre dominico Paolo Philippe realizó una visita apostólica de un solo día.

Y construyó su informe con los rumores que escuchó en el convento.

Dijo, “el padre Pío me pareció un hombre de inteligencia limitada.

Pero muy astuto y obstinado, que camina por sus caminos sin enfrentar a sus Superiores de frente, pero sin ninguna voluntad de cambiar.

Él no es ni puede ser un santo y ni siquiera un sacerdote digno”.

Y agregó,

“El padre Pío ha pasado insensiblemente de manifestaciones menores de afecto a actos cada vez más graves, hasta el acto carnal.

Y ahora, después de tantos años de vida sacrílega, quizás no se da cuenta de la gravedad del mal.

Esta es la historia de todos los místicos falsos que han caído en el erotismo.

El padre Pío no es sólo un falso místico, que es consciente de que sus estigmas no son de Dios.

Es un desgraciado sacerdote, que se aprovecha de su reputación de santo para engañar a sus víctimas”.

En definitiva, sentenció el dominico, “el mayor fraude que se pueda encontrar en la historia de la Iglesia”.

Pero Juan XXIII entendió que las acusaciones dirigidas al padre Pío se habían construido artificialmente.

Y ordenó al Santo Oficio que no aumentara las sanciones al fraile estigmatizado.

Y cuando llegó Pablo VI al pontificado cambió las cosas radicalmente.

Como cardenal de Milán, Pablo VI había enviado una solicitud de oraciones al Padre Pío en 1959.

Y en 1964 intervino y ordenó que al Padre Pío se le permitiera practicar su ministerio «en completa libertad» y que no fuera limitado «como un criminal».

Su reivindicación en 1964 significa que el Padre Pío tuvo cuatro años enteros, antes de su muerte en 1968, para ejercer su ministerio y establecer su reputación como santo.

No era un fanático de ojos salvajes como sus enemigos decían, ni un neurótico, ni un rebelde amargado enloquecido, sino un hombre agradable, de buen humor, humilde y dócil, un hombre de oración y con muchos dones divinos, que luego fue canonizado en tiempo record.

Bueno hasta aquí lo que queríamos contar sobre las persecuciones al padre Pío, que fueron fruto de la envidia y de la codicia.

Es el misterio de los sufrimientos por los que pasan habitualmente los grandes santos para su santificación.

Y me gustaría preguntarte si conoces algunos episodios más sobre la persecución de la que fue objeto el padre Pío o no.

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