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Que es el Santo Sudario y cómo es una Prueba de la Autenticidad de la Sábana Santa

El Santo Sudario es una reliquia que conserva en Oviedo, España.

Se considera que es la tela que envolvió la cabeza de Jesús cuando lo bajaron de la cruz.

La que luego fue removida para envolver el cuerpo de Jesús en la Sábana Santa, que fue la tela con que fue enterrado.

Al Santo Sudario hay que distinguirlo del lienzo con que la Verónica secó a Jesús durante su trayecto al calvario cargando la cruz.
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Y también de la
Sábana Santa, que fue la mortaja que envolvió a Jesús en la tumba.

El Sudario es una tela que contiene una serie de manchas de sangre.

Las cuales son coincidentes con las de la Sábana Santa, que muestra una cara y un cuerpo de un cadáver.

El santo sudario da credibilidad a la Sábana Santa porque coincide el tipo de sangre, la morfología de la cara, la geometría de los puntos de sangre y el polen.

Y además se puede rastrear su historia desde muy temprano.

La coincidencia no se trata de una fantasía de crédulos, porque debemos estar en guardia sobre las reliquias dudosas.  

Reliquia Cruz de Jesús conservada en Lledó

  

CUIDADO CON LA IMAGINERÍA SOBRE LAS RELIQUIAS

En todo esto de las reliquias debemos ser sensatos.

Porque por desgracia, durante la Edad Media algunos lugares reclamaron poseer reliquias de manera absurda.

Como por ejemplo una pluma del Espíritu Santo o el escudo que San Miguel Arcángel llevaba cuando sacó a Lucifer del Cielo.

Y también hay que investigar.

Porque una de las reliquias más codiciadas de la Edad Media fue la cabeza de Juan Bautista.

Y hay cantidad de iglesias que la incluyeron entre sus tesoros, como por ejemplo la Iglesia de San Silvestre in Capite en Roma, la Catedral de Amiens en Francia y el Monasterio de Gandzasar en Armenia.

Lo más extraño de todo es que, el clero musulmán de la Mezquita de los Omeyas en Damasco afirma que ellos tienen el cráneo de San Juan.

De todas las reliquias la más famosa es la Santa Cruz.

En el año 326, la Emperatriz Santa Elena, madre del Emperador Constantino, hizo una peregrinación a Jerusalén específicamente para encontrar el Santo Sepulcro, la tumba en la que Cristo había sido sepultado y de donde Él había resucitado.

Fue durante la excavación del Santo Sepulcro que Santa Elena encontró la Santa Cruz.

En 20 años de exploración, fragmentos de la Cruz fueron encontrados en iglesias de todo el Imperio Romano.

Estos fragmentos fueron especialmente valorados y especialmente honrados durante el Viernes Santo.

Cada astilla fue – y sigue siendo – un enlace directo al momento en el que Jesucristo dio su vida por nuestra salvación.

Santo Sudario conservado en la Catedral de Oviedo

No es de extrañar, entonces, que las piezas de la Santa Cruz sean las más buscadas de todas las reliquias.

Los innumerables pequeños fragmentos de las reliquias de la Santa Cruz han dado lugar a generaciones de escépticos que afirman que si todos los pedazos se volvieran a ensamblar habría suficientes como para construir el Arca de Noé.

Sin embargo está demostrado que no es así.

En 1870 el francés Rohault de Fleury, publicó un libro en el cual relata su intento por enumerar todas las reliquias existentes de la Santa Cruz; él incluyó las medidas de cada pieza que se tomó el trabajo de investigar en todo el mundo.

Fleury encontró que tomando en cuenta todas las reliquias existentes no serían suficientes como para construir una cruz lo suficientemente grande como para crucificar a un hombre.

Pero todo parece indicar que el Santo Sudario está en Oviedo.

En la Catedral de Oviedo (capital del Principado de Asturias, España) se venera, desde la época medieval un lienzo de lino que, según la tradición, fue colocado sobre el rostro de Jesucristo en el descendimiento de la cruz y hasta su definitivo entierro.

El Santo Sudario de Oviedo es una tela blanca en origen, de lino, con textura tafetán, manchada, sucia y arrugada. Tiene forma rectangular, aunque con alguna irregularidad, y mide 83 por 53 cms. aproximadamente.
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Presenta numerosísimas manchas de diversos tonos, de color fundamentalmente marrón claro. Se le denomina tradicionalmente “Santo Sudario” o “Santo Rostro” a pesar de que en él no se puede apreciar rostro alguno.

  

EL SUDARIO ES EL MEJOR ARGUMENTO A FAVOR DE LA SÁBANA SANTA

El Santo Sudario que se conserva en Oviedo es quizás la mejor argumentación a las dudas que algunos tienen sobre la sábana Santa de Turín.

¿Porque es esto?

Porque hay una multitud de pruebas que muestran que el Santo Sudario estuvo en la cara del mismo cadáver que fue luego envuelto en la Sábana Santa.

Sobre ambas ambas telas se ha comparado el tipo de sangre, los patrones de las manchas, la geometría facial y el polen depositado en ellas.

La primera coincidencia es que ambas telas tienen impregnada sangre del tipo AB.

La segunda es que la longitud de la nariz que se puede apreciar en ambas es idéntica.

Un estudio realizado por el Dr. Alan Whanger mostró 70 puntos de coincidencia entre el Sudario y la Sábana Santa en la parte frontal de la cabeza y 50 en la parte de atrás.

El sudario no permite distinguir una cara, sino que es una colección de manchas de sangre, que coinciden con la imagen de la cara impresa en la Sábana de Turín.

Las manchas muestran que el sudario no se usó para limpiar la cara del hombre, sino que simplemente se colocó en la cara para absorber la sangre.

No se arrastró por la cara para limpiar la sangre.

El tipo de manchas además apuntaría a que se usó temporalmente la tela pero se la quitó después del entierro.

Concretamente se habría usado cuando el cadáver fue bajado de la cruz y luego quitado cuando fue enterrado.

Esto es perfectamente compatible con las costumbres funerarias judías de la época.

Y valida la otra tela que se menciona en el Evangelio de San Juan.

A diferencia de la Sábana Santa son pocos los cuestionamientos sobre su procedencia y los hallazgos científicos sobre ella.

Y además se puede reconstruir su historia desde muy antiguo, lo que no sucede con la Sábana Santa, porque estuvo perdida durante buena parte de la Edad Media y algunos dicen que era en realidad era el Mandylion, que luego desapareció.

La tela del Santo Sudario tiene una razonablemente buena conservación porque el relicario donde estaba rara vez se abrió, porque no se tenía conocimiento de su importancia.

Recién en la década de 1980 se comenzaron hacer los estudios sistemáticos y luego fue comparado con la Sábana Santa.

Catedral de Oviedo
Catedral de Oviedo

   

¿QUÉ AFIRMA LA TRADICIÓN SOBRE EL SUDARIO?

En los primeros años del cristianismo, se veneraron en Jerusalén una serie de reliquias de Jesús y de Sta. María, que los apóstoles habrían guardado en un arca de cedro.

Ante la invasión de los Persas, mandados por Cosroes II, en el 614, se hizo necesario ponerlas a salvo.

El presbítero Filipo fue el encargado de llevar hasta Alejandría el arca con las reliquias.

El empuje de los persas en África dio lugar a nuevos traslados, y, a través de ellos, terminó llegando a España.

El obispo de Ecija, S. Fulgencio, acogió a los huidos, que llegaron a la península por Cartagena, y puso en manos de S. Leandro, obispo de Sevilla -su superior y hermano- el «Arca Santa».

Es bien conocido que S. Isidoro sucedió en la sede hispalense a Leandro y fue maestro de S. Ildefonso.

Cuando este último fue nombrado obispo de Toledo llevó consigo a la capital del reino Hispano-Visigodo el arca de las reliquias.

El Diccionario Eclesiástico de España señala la presencia de la misma en los primeros años del S. VII.

En la primera mitad del S. VIII, una nueva arca -de roble- sale de Toledo en dirección al norte.
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Esta vez coincidiendo prácticamente su traslado con la invasión musulmana y llegando a Asturias -según diversos autores- entre el 812 y el 842.

Para albergar tal tesoro, Alfonso II el Casto mandó construir la llamada «Cámara Santa», que inicialmente sería la capilla de su palacio, y que hoy se halla incorporada a la Catedral gótica que se edificó posteriormente.

Desde ese momento la denominada «Arca Santa» y su contenido han recibido la veneración constante de los asturianos, a pesar de las diversas vicisitudes históricas.

Capilla del Arca Santa
Capilla del Arca Santa
Arca santa de Oviedo
Arca santa de Oviedo

   

SU PRESENCIA EN OVIEDO

Que el Sudario está en Oviedo desde muy antiguo es algo indiscutible.

En 1075, con ocasión de la visita del Rey Alfonso VI se procedió a la apertura del Arca y la realización de un inventario de los distintos objetos guardados en ella.

El monarca ordenó que se la recubriera de plata como homenaje a su precioso contenido.

En el recubrimiento del Arca Santa podemos leer la fecha de su realización (el año 1113) y la relación del contenido que atesoraba.

Se menciona expresamente «el Santo Sudario de N. S. J. C.». Desde ese momento son constantes las referencias documentales al Sudario, puesto que se hicieron diversos inventarios.

No hay circunstancia alguna que permita dudar de la permanencia ininterrumpida de la reliquia en Asturias.

Aunque en la actualidad no es excesivo el conocimiento que se tiene de ella entre la población española, esta situación es radicalmente distinta a la de tiempos pasados.

Su fama llegó a ser importantes durante la Edad Media.
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A pesar de la dificultad que suponía atravesar el macizo montañoso que separa Asturias de Castilla, muchos peregrinos se desviaban del Camino francés a Compostela para acercarse a San Salvador de Oviedo (la Catedral) para venerar el «Arca Santa» de las reliquias.

La veneración al Sudario, ha sido continua.

Basta recordar cómo ha llegado hasta nuestros días el insólito privilegio de dar la Bendición con el «Santo Sudario» a los fieles que llenan la Catedral en días señalados.

Esto sucede  el Viernes Santo, y en la octava del jubileo de la Santa Cruz.

Sólo en estas ocasiones se puede ver el Lienzo.

Fotografiando al sudario
Fotografiando al sudario
Midiendo el sudario
Midiendo el sudario

   

¿SE USÓ UN SUDARIO EN EL ENTIERRO DE CRISTO?

En la época de Jesús un sudario era un pañolón (equivalente, aunque algo mayor a uno de nuestros pañuelos actuales) que usado como una pequeña toalla, servía para quitarse el sudor de la cabeza o limpiarse la cara en caso de necesidad.

La Enciclopedia Universal Judía recoge la prescripción según la cual cuando un cadáver tenía desfigurado o mutilado el rostro era imprescindible que este fuera cubierto con un velo para ocultarlo a los ojos de la gente.

No es extraño que se empleara para este menester el pañolón -sudario- que se tenía a mano (en ocasiones enrollado en la muñeca) y que se colocara sobre el difunto aun antes del entierro.

Por otra parte sabemos que uno de los «lienzos funerarios» empleados en enterramientos judíos es el sudario, y que cubre exclusivamente el rostro.

San Juan en su evangelio menciona en dos ocasiones un sudario sobre la cabeza de un cadáver.

En el relato de la resurrección de Lázaro (Jn 11,44) dice que salió el muerto «atado de pies y manos y envuelta la cabeza en un sudario».

Pero el texto evangélico más importante del Apóstol en este punto es el Cap. XX. En sus versículos 6 y 7 distingue claramente entre los lienzos en los que fue envuelto el cadáver (entre ellos, lógicamente, la Sábana que mencionan los evangelios sinópticos) y «el sudario que había estado sobre su cabeza».

A pesar de que en francés y en español se denomina -a veces- Santo Sudario a la Síndone, sólo impropiamente se puede llamar sudario a la sábana utilizada para envolver el cuerpo entero en un enterramiento hebreo.

Correspondencia de la cara de Jesús con las manchas de sangre del sudario
Correspondencia de la cara de Jesús con las manchas de sangre del sudario

   

ESTUDIOS CIENTÍFICOS

El iniciador de los estudios científicos sobre el sudario fue Mons. Giulio Ricci (miembro de la curia vaticana y Presidente del «Centro Romano di Sindonología») quien ya lo menciona en la 2ª edición de su libro «L’Uomo de la Síndone e Gesú» (1969).

La quinta edición de este libro amplía considerablemente su estudio.

– Compatibilidad evangélica entre la Síndone y el Santo Sudario. S. Juan habla, en el Cap. 20 de su Evangelio, de «lienzos» por una parte y de «sudario» por otra.
Plantea una posibilidad nueva: que tal lienzo se hubiera usado para cubrir el rostro de Jesús desde el Gólgota al sepulcro y, una vez allí fuera colocado en un lugar.

– Estudio geométrico de las manchas que aparecen en el Santo Sudario:
Descubre que existen en ambas caras del lienzo (por haberse filtrado) dos de tamaño grande, prácticamente simétricas, y aparentemente producidas al aplicar el lienzo sobre un rostro ensangrentado.

– Compatibilidad entre las manchas del Sudario y el Rostro impreso en la Síndone: Comprueba que se produce una compatibilidad muy buena y numerosos detalles coinciden.

Por su parte -y a instancia de Ricci- el eminente palinólogo suizo Prof. Max Frei realizará un informe pericial tras su visita a Oviedo en 1979.
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Frei encontró polen de seis especies de plantas coincidentes con las halladas sobre la Síndone -dos de ellas características de Palestina.

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Otros restos palinológicos se identificaron como procedentes de plantas del norte de África (que no existen en la Síndone).
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Y observó la ausencia de especies de la zona de Turquía y resto de Europa (muy abundantes en el lienzo de Turín).

En 1985, el Dr. Baima Bollone realizó un estudio fotográfico (180 fotografías con luz normal y 144 con película infrarroja).

Se tomaron nuevas muestras con cintas adhesivas -especialmente de zonas manchadas- y se sacaron 7 cabos de hilo pequeños del interior de las manchas y 12 de los salientes de la tela para realizar un análisis hematológico.

Determinó que el grupo sanguíneo era el AB+.

Igualmente en el Congreso de Siracusa se dio a conocer el estudio de Franca Pastore Trosello que comparaba la estructura textil de Síndone y Sudario.
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Afirma que los hilos de ambas reliquias tienen igual composición (idéntico grosor de fibras, hilado a mano y torcedura en «Z»).
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Pero han sido tejidos de diferente manera: sarga en espiga para la Síndone y trama ortogonal (tafetán) para el Sudario.

Manchas del sudario contorneadas
Manchas del sudario contorneadas

   

CONCLUSIONES DEL ESTUDIO HEMATOLÓGICO FORENSE REALIZADO POR EL E.D.I.C.E.S

Estando las cosas en este punto se constituye en Valencia el Centro Español de Sindonología (C.E.S.) en 1987.

La idea concreta de la realización de un estudio interdisciplinar sobre la reliquia asturiana partió del Ingeniero D. Guillermo Heras.

Quien poco tiempo después fue nombrado Jefe de la sección de investigación científica del Centro Español de Sindonología, con lo que este Centro asumía plenamente el proyecto.

Comienza entonces a materializarse la idea de constituir el EDICES (Equipo de Investigación del C. E. S.).

Las conclusiones son:

1.- El Sudario de Oviedo es una reliquia que se venera en la Catedral de Oviedo desde muy antiguo que muestra una serie de manchas originadas por sangre humana, del grupo AB+.

2.- Este lienzo está sucio, arrugado, parcialmente roto y quemado, está manchado y tiene un elevado nivel de contaminación pero no muestra signos de manipulación fraudulenta.

3.- Parece ser un lienzo mortuorio que, con toda probabilidad, estuvo colocado sobre la cabeza del cadáver de un hombre adulto, normalmente constituido.

4.- El Hombre del Sudario tenía barba, bigote y pelo largo, recogido en la nuca en coleta.

5.- En la zona suboccipital, presentaba una serie de heridas punzantes, producidas en vida, que habían sangrado alrededor de una hora antes de colocar el lienzo mortuorio sobre ellas.

6.- Su boca estaba cerrada y la nariz aplastada y desviada hacia la derecha por la presión de lienzo mortuorio.

7.- Dicho sujeto era cadáver.
El mecanismo de formación de las manchas es incompatible con cualquier posible movimiento respiratorio.

8.- El Hombre del Sudario padeció un gran edema o encharcamiento pulmonar como consecuencia del proceso terminal.
Sobre el lienzo que estuvo en contacto con la cara del cadáver, aparecen numerosas manchas originadas por líquido de edema pulmonar y sangre en la proporción 6:1 producidas en momentos distintos y consecutivos.

9.- Ocurrida la muerte, el cadáver estuvo en posición vertical, en torno a una hora, y tenía, al menos, el brazo derecho levantado y la cabeza flexionada 70 grados hacia adelante y 20 grados a la derecha en relación a la vertical.

10.- Posteriormente, sin alterar la posición de los brazos fue colocado en decúbito prono lateral derecho, manteniendo el giro de la cabeza 20 grados a la derecha y colocando ésta a 115 grados respecto a la vertical, con la frente apoyada sobre una superficie dura, posición en la que se le mantuvo alrededor de 45 minutos.

11.- Posteriormente el cadáver fue movilizado al tiempo que una mano ajena, en diversas posiciones trataba de contener la salida de líquido serohemático por la nariz.

12.- Por último fue colocado en decúbito supino.

Forma en que el sudario fue puesto
Forma en que el sudario fue puesto

   

HIPÓTESIS SOBRE LA COLOCACIÓN DEL SUDARIO

Teniendo en cuenta todo lo anterior y de acuerdo con los experimentos hechos en la Facultad de Medicina de Madrid, se puede establecer la siguiente hipótesis contrastada:

El Hombre del Sudario de Oviedo murió torturado, tras desarrollar un importante edema de pulmón agudo.
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Como consecuencia de estar colgado (en posición vertical, cabeza inclinada hacia delante), sujeto por los brazos.
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De tal manera que la sujeción permitía el juego de la articulación del codo, y los pies colocados de forma que le resultaba muy difícil apoyarse en ellos para respirar, pero sin embargo podía hacerlo.

Es decir, no tenía los pies colgando, porque hubiera muerto rápidamente y no le hubiera dado tiempo a generar tanto líquido como consecuencia de los esfuerzos para respirar.

Pero tampoco podía apoyarse en ellos cómodamente porque entonces no le hubiera costado tanto esfuerzo respirar.

El cuerpo pudo quedar colgando de los brazos, con la cabeza inclinada hacia el pecho y hacia la derecha, de manera que el mentón lo toca y la cabeza con su plano medio, paralelo al pecho y espalda, casi horizontal.

En esta postura la mejilla derecha queda casi tangente al hombro derecho.

Muy poco tiempo después de morir se le colocó el Lienzo de Oviedo rodeando la cabeza de la siguiente manera:

Se comenzó a colocar por la parte posterior de la cabeza, donde se observan unas heridas puntiformes con sangre que debió manar, aproximadamente, una hora antes (cuando todavía estaba vivo el Hombre del Sudario) enjugando la sangre existente.

Se sujetó al pelo largo -siguiendo una especie de coleta- con unos elementos punzantes parecidos a los actuales alfileres, pero de mayor diámetro.

A continuación, el Lienzo envolvió todo el lado izquierdo del Rostro, la barba y llegó hasta el lado derecho.

Dada la posición de las manchas que define la posición de la cabeza, al llegar a entroncar con la mejilla derecha se dobló el Lienzo sobre sí mismo y se unió, con los elementos punzantes antes mencionados, a la barba.

El lienzo así vuelto pasa doble por delante de la cara; la parte que sobra se recoge, doblado en tres, sobre la parte izquierda de la cara, completándose la operación con los alfileres o similares cerrándose finalmente sobre la cabeza hacia detrás.

Esta postura necesita para ser estable que el brazo derecho esté elevado de manera que casi se pueda apoyar la mejilla derecha en la cara anterior del hombro.

Ya que si no es así quedaría el Lienzo en una posición inestable y absurda, dado que si no hay brazo que lo impida, la propia postura demanda que el Lienzo hubiera rodeado la cabeza completamente y no sólo la parte izquierda.

A continuación, el cadáver fue colocado en decúbito prono lateral derecho durante unos cuarenta y cinco minutos, y posteriormente levantado boca arriba.

Al moverlo y elevar los pies por encima del plano de la nariz y boca, se produjo una efusión de sangre que se intentó detener por alguna persona presente, presionando con fuerza ambos orificios con su mano izquierda por encima del Lienzo.

El cadáver fue transportado a algún lugar cercano, (el trayecto duró minutos), y allí el Lienzo permaneció rodeando la cabeza del cadáver.

Por último, éste fue vuelto a mover una vez más y cuando finalizó ésta última operación, el que llamamos «Sudario de Oviedo» le fue retirado del Rostro.

Después -muy posiblemente- volvería a ser depositado sobre la cabeza ya amortajada.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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El Mensaje de la Sábana Santa, el Sudario de Oviedo y los Milagros Eucarísticos

El viernes de 2ª semana de Cuaresma se celebra la Sábana Santa.

Es un poderoso mensaje al mundo de que existió históricamente Jesucristo, su crucifixión, su resurrección.

papa francisco ante sabana santa

Hasta ahora los estudios habían coincidido que la sangre presente en el Santo Sudario de Oviedo, en la Sábana Santa de Turín y por lo menos en los Milagros Eucarísticos de Lanciano y Buenos Aires pertenecería a la misma persona.
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Esto nos lleva a pensar que o bien se produjo la historia de la resurrección que narra la Biblia o todo es un gran fraude.
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Pero ahora se han descubierto aún más cosas.

Se ha encontrado que el Sudario de Oviedo y la Sábana Santa de Turín tienen la presencia del mismo tipo de polen presente en los enterramientos de los judíos en el siglo I.
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Lo que refuerza aún más la historicidad de los hechos bíblicos.

Para conocer toda esta fascinante historia ver también:

  

QUE ES LA SÁBANA SANTA DE TURÍN, EL SANTO SUDARIO DE OVIEDO…

La Sábana Santa es un lienzo de 442 cm por 113 cm según las últimas medidas comunicadas oficialmente.

Se conserva en la capilla real de la Catedral de San Juan Bautista, en la ciudad de Turín (Italia).

Esta tela de lino envolvió el cadáver de un hombre que fue azotado, crucificado con clavos, coronado con espinas en la cabeza y herido por una lanza en el costado.

Las manchas de sangre y de suero no son reproducibles por medios tecnológicos actuales. Es la sangre coagulada en la piel de un hombre herido.

Y se trata de sangre de una persona de sexo masculino del tipo AB, con un ADN muy antiguo.

El tipo de sangre, el ADN y la estructura de las manchas de sangre coinciden con el Santo Sudario conservado en la catedral de Oviedo España.

Este Santo Sudario es el lienzo que habría envuelto la cabeza del hombre muerto y mide 83 cm por 52 cm.

Se dice que llegó a Oviedo en el siglo IX procedente de África en un Arca Sagrada.

La sangre coincide también con el milagro eucarístico de Lanciano en Chieti (Italia).

En el siglo VIII un monje basiliano dudaba de la presencia real de Nuestro Señor en las especies eucarísticas en el momento de la consagración.

Y en ese momento la hostia se hizo carne humana y el vino se hizo sangre humana.

Una investigación de 1970 por el profesor de anatomía e histología patológica de Siena Odoardo Linoli halló que la carne de la hostia aún conservada es un tejido del miocardio del corazón humano y la sangre es del tipo AB.

Esto fue refrendado en la década de 1990 por el milagro eucarístico de Buenos Aires en el que participó el entonces Obispo Jorge Bergoglio, hoy Papá Francisco.

Allí el Dr. Ricardo Castañón verificó que la hostia era un pedazo del miocardio de un corazón humano y la sangre era humana del tipo AB.

Veremos más en detalle en este artículo esto que estamos resumiendo.

Comencemos por detallar el último gran descubrimiento en la Sábana Santa de Turín y en el Santo sudario de Oviedo, que es la presencia de un polen originario de la zona de medio oriente.

polen de microscopio de santo sudario

  

EL MISMO POLEN EN SUDARIO DE OVIEDO Y SÁBANA SANTA DE TURÍN

El 9 de febrero de 2015 la Universidad Católica de Murcia ha lanzado un comunicado expresando que el polen hallado en el Sudario de Oviedo y la Sábana Santa de Turín coinciden.

El grupo de investigación de la Universidad Católica de Murcia que está estudiando muestras del Sudario de Oviedo, ha descubierto un grano de polen de una planta que, según indica la palinóloga del EDICES, Marzia Boi,
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– es compatible con la especie botánica Helicrysum Sp., también identificado en la Sábana Santa (Síndone de Turín);
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– además, se ha descartado que se trate de una contaminación posterior, ya que se encuentra adherido a la sangre;
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– es decir, que llegó a la reliquia a la misma vez que la sangre, no de forma aleatoria en algún momento a lo largo de su historia.
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Este dato es muy importante, pues permite demostrar la autenticidad del Sudario de Oviedo, y desmentir que se trate de una falsificación.

Esta investigación ha sido posible gracias al novedoso microscopio de barrido electrónico de última generación con el que cuenta la UCAM.

Se trata de otra concordancia más, de primer orden, a unir junto con la creciente lista puesta de manifiesto por el estudio científico de estas reliquias de la Pasión atribuidas a Jesús de Nazaret. Cómo señalan investigaciones anteriores, existen varios aspectos que relacionan ambas reliquias.

El Sudario de Oviedo tiene manchas de sangre humana y del grupo AB, que es el mismo grupo sanguíneo de la sangre de la Sábana Santa.
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Además, las manchas de sangre de este encajan matemáticamente con las manchas de sangre de la cara de la Sábana Santa, lo que sólo se explica si los dos lienzos cubrieron el mismo rostro.

Helicrysum se ha utilizado, desde hace miles de años, con fines cosméticos en Oriente Medio.

Además, era usado en los enterramientos judíos durante el siglo I de la era cristiana, por lo que no es de extrañar su presencia sobre restos hemáticos de un lienzo usado para amortajar un cadáver.

  

DOS MILAGROS EUCARÍSTICOS COINCIDENTES

Hay acreditados decenas de milagros eucarísticos, palpables, visibles y comprobables, a través de la historia.

En que la hostia y el vino se convirtieron en carne y sangre, comprobado por la gente que lo ve y por pruebas de laboratorio.

Ver este trabajo que hizo Foros de la Virgen sobre los Milagros Eucarísticos: El Informe más Completo que hayas leído sobre los Milagros Eucarísticos.

El caso más famoso es el del milagro de Lanciano, que lo que encontró en su profuso estudio bien pudiera argüirse que es una casualidad o una falla de la investigación.

Pero cuando se estudian diferentes milagros, por diferentes profesionales y dan los mismos resultados cruzados, no hay lugar a dudas.

Si se compara el Milagro de Lanciano con el Milagro Eucarístico de Buenos Aires se comprueba que
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– las dos muestras corresponden a la misma persona,
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– que nació y vivió en medio oriente,
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– que la carne es actualmente un tejido que está vivo a pesar de los años.
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Y también coincide 100% con la sangre hallada en la Sábana Santa de Turín y en el Santo Sudario de Oviedo.

Los Evangelios registran la historia de la Última Cena y aquellas famosas palabras pronunciadas por Jesús: «Este es Mi Cuerpo… Esta es mi Sangre…».

Esas son palabras muy fuertes, porque nos dan la oportunidad de experimentar la presencia real y tangible de Cristo entre nosotros, incluso hoy, 2000 años después de la Última Cena.

Lanciano Eucharistic Miracle

EL MILAGRO DE LANCIANO

Un día, a finales de octubre del año 700 dC, un Monje Basiliano celebraba misa en una iglesia dedicada a los Santos Legontian y Domiciano en un pueblo llamado Lanciano, que se encuentra en el sur de Italia.

Durante la consagración de la misa, el monje era entretenido por serias dudas de que el vino y el pan sin levadura frente a él fueran en realidad la presencia real y sustancial del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Después de pronunciar las palabras de la consagración:
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«Este es mi cuerpo… Esta es mi Sangre»,

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el monje se sorprendió al ver la hostia frente a él que cambiaba a lo que parecía ser una verdadera pieza de carne.
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Y el vino cambiaba en lo que parecía sangre real.

Confundido y asustado, el monje llamó a los asistentes hasta el altar para ver lo qué había sucedido.

Huelga decir que todos se asombraron, muchas lágrimas se derramaron, y la noticia del suceso se extendió rápidamente por toda la ciudad y, finalmente en toda Italia.

Después de unos días, el vino, que era ahora sangre coagulada se dividió en cinco glóbulos de diferentes formas y tamaños irregulares.

Se ha especulado mucho, cuestionando ¿por qué el número cinco? ¿Por qué se divide en cinco partes?

Es interesante observar que el número cinco se corresponde con el número de heridas que Cristo sufrió en la cruz, las heridas de los clavos en cada mano y en cada pie, y la herida del costado de Cristo por la lanza del centurión.

Este evento, que se ha conocido como el Milagro de Lanciano, está oficialmente reconocido por la Iglesia Católica Romana como un Milagro Eucarístico.

Esta hostia que se hizo carne y el vino que se convirtió en sangre pueden ser vistos y venerados aún hoy en día, ya que está contenidos en una custodia dentro de la misma Iglesia.

Italy_Laniano_Eucharistic_Miracle

Con los años, muchas pruebas e investigaciones se han realizado sobre estas dos Sagradas Especies.

Los resultados de las pruebas más antiguas documentadas que aún existen son de un ensayo llevado a cabo en 1574.

En esos documentos un fenómeno inexplicable fue descubierto y reportado.

«Las cinco bolitas de sangre coagulada son de diferentes tamaños y formas.

Pero cualquier combinación pesa lo mismo que el total.

En otras palabras, 1 pesa lo mismo que 2, 2 pesan lo mismo que 3, y 3 pesan lo mismo que 5″.

La investigación más reciente y más impresionante fue realizada por la comunidad científica y se llevó a cabo entre 1970 y 1971.

El equipo realizó sus estudios durante un período de 15 meses y sus pruebas involucraron un total de 500 exámenes diferentes. Su informe fue publicado en 1971.

El siguiente es un resumen de su informe:

1) Las muestras testeadas estaban absolutamente libres de cualquier agente extraño utilizado normalmente en la preservación de la carne humana.

2) La carne es carne real y la sangre es sangre real.

3) La Carne y la Sangre pertenecen a la especie humana.

4) La carne consiste en el tejido muscular del corazón humano.

5) La sangre era tipo «AB» positivo, propia de un hombre que nació y vivió en la región del Medio Oriente.

6) A pesar de que las muestras de sangre coaguladas eran de cinco formas diferentes e irregulares y tamaños, todos ellas resultaron ser de exactamente el mismo peso.

7) En la sangre se encontraron las proteínas en las mismas proporciones normales (en porcentaje), como se encuentran en la estructura sero-proteica de la sangre normal fresca.

8) En la sangre también se encontraron estos minerales: cloruros, fósforo, magnesio, potasio, sodio y calcio.

9) La conservación de la Carne y de la Sangre, que fueron dejadas en su estado natural durante más de doce siglos y expuestas a la acción de agentes atmosféricos y biológicos, sigue siendo un fenómeno extraordinario.

Me gustaría hacer hincapié en un hecho afirmado en dicho informe.

Cuando la sangre humana se queda sin refrigeración, las propiedades físicas y químicas naturales se deterioran rápidamente a través de la descomposición.

La sangre de este milagro de Lanciano de más de 1.250 años de antigüedad, sin embargo, todavía contiene todas las proteínas, los productos químicos y las propiedades físicas de la sangre recién derramada.

Sin embargo, los resultados de las pruebas establecen que se no pudo encontrar ningún tipo de conservantes.

milagro-eucaristico-de-buenos-aires-

  

EL MILAGRO EUCARÍSTICO DE BUENOS AIRES

Muchos milagros, similares al milagro de Lanciano, se han documentado y reconocido oficialmente por la Iglesia Católica Romana como milagros eucarísticos.

Este evento siguiente es el más reciente reporte de Milagro Eucarístico.

Y sus similitudes con el milagro de Lanciano son a la vez sorprendentes y estimulantes.

El 15 de agosto de 1996, un ministro de la Eucaristía un Ministro de la Eucaristía estaba distribuyendo la comunión durante la misa en una iglesia llamada Santa María, en Buenos Aires, Argentina.

Se le cae accidentalmente una hostia.
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No está seguro de qué hacer y le pidió al sacerdote su ayuda.
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El sacerdote cogió con reverencia la hostia y la colocó en un pequeño recipiente con agua que tradicionalmente se mantiene al lado del Tabernáculo para tales eventos.

El sacerdote coloca el recipiente en el Tabernáculo donde, con el tiempo, la hostia se espera que se disuelva, en cuyo momento se podría entonces disponer adecuadamente. Ver aquí la historia.

Seis días más tarde, el sacerdote examinó el recipiente, esperando encontrar que la hostia disuelta.

El quedó confundido, sin embargo, por lo que encontró.

La hostia había crecido en tamaño y estaba cubierta de manchas o motas rojas.

El sacerdote la dejó en el Tabernáculo, pensando que con el tiempo se disolvería.
.
Era sólo una cuestión de tiempo.
.
Pero a lo largo de un período de varios días más, la hostia fue cambiando su apariencia a la de sangre coagulada, hasta que finalmente parecía un trozo de carne.

A raíz de esto tomó las riendas del asunto el Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, que envió una muestra del tejido a un laboratorio en Buenos Aires.

El laboratorio reportó el hallazgo de células humanas rojas y blancas de sangre y de tejido de un corazón humano.
.
El laboratorio informó además de que la muestra de tejido parecía estar aún con vida, ya que las células se movían o latían como lo harían en un corazón humano vivo.

Tres años más tarde, en 1999, el Arzobispo Bergoglio contrata al Dr. Ricardo Castañón Gómez para realizar algunas pruebas adicionales.

El Dr. Castañón envió una muestra del tejido a un laboratorio de Nueva York.

A los efectos del examen de manera justa e imparcial, al laboratorio no se le dijo nada sobre su origen de la muestra.

El laboratorio informó de que la muestra recibida era de tejido muscular de corazón humano vivo.

edificio iglesia santa maria1

Cinco años más tarde, en 2004, el Dr. Gómez se contactó con el Dr. Frederick Zugibe y le pidió evaluar una muestra de prueba, una vez más sin decirle nada acerca de la muestra o de su origen.

El Dr. Zugibe también informó de que la muestra fue de tejido muscular era de un corazón humano vivo.
.
El médico informó además de que el tejido muscular parecía estar tomado de una persona cuyo corazón había sido severamente traumatizado o golpeado.

El médico fue informado luego del hecho de que la muestra se obtuvo en 1996. A lo cual, el Dr. Castañón Gómez le dijo:

«Entonces usted me tiene que explicar una cosa.
.
Si esta muestra proviene de una persona que ha muerto, entonces ¿cómo puede ser que en lo que fue examinado, las células se estaban moviendo y latiendo?
.
Si el corazón proviene de una persona que muere en 1996, ¿cómo pueden estar vivas?»

No hace falta decir que el médico se sorprendió cuando se le contó toda la historia.

santo sudario de oviedo

  

COMPARACIÓN CON LA SÁBANA SANTA Y EL SANTO SUDARIO

A continuación, el doctor Ricardo Castañón Gómez dispuso que los informes de laboratorio del milagro Buenos Aires se compararan con los informes de laboratorio del milagro de Lanciano, una vez más, sin revelar el origen de las muestras.

Los expertos que hicieron la comparación concluyeron que los dos informes de laboratorio deben haberse originado a partir de muestras obtenidas a partir de la misma persona.
.
Se informó además de que ambas muestras revelaron el tipo de sangre «AB» positivo.
.
También dijeron que los ADN de las dos muestras fueron idénticos.

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Por lo tanto, la muestra de Buenos Aires y la muestra Lanciano deben haber sido tomadas de la misma persona.

Pero hay un hecho más importante y más interesante aún.
.
Cuando los resultados científicos de las muestras de sangre tomadas de Lanciano y Buenos Aires se compararon con las del equipo de científicos que analizaron las muestras de sangre tomadas de la Sábana Santa de Turín y el Santo Sudario de Oviedo, han demostrado ser 100% idénticos.
.
Todos ellos tienen un tipo de sangre «AB» positivo.
.
Todas ellas son características de un hombre que nació y vivió en la región del Medio Oriente.

Nunca seremos capaces de probar el concepto cristiano de la transubstanciación a un incrédulo.

Pero San Agustín respondió con fuerza, a finales del cuarto siglo, a las alegaciones paganas de que las creencias cristianas no sólo eran supersticiosas sino también bárbaras.

Señaló que la ciencia puede y debe servir para aclarar e iluminar la fe cristiana.

sabana santa en negativo y positivo

Los casos que se acaban de citar deberían ayudar a confirmar la fe cristiana a los fieles.
.
Estos ejemplos también deben servir para recordarnos el hecho de que la presencia eucarística que vemos en el altar es mucho más que un pedazo de pan sin levadura y una copa de vino.
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Que es realmente el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Pero lo más importante, que debemos siempre recordar, es que estos milagros que acabamos de citar no son únicos.

Este milagro ocurre todos los días, en todas las iglesias en todo el mundo, en la consagración de la misa.

Y con esta comprensión deberíamos para siempre tratar estas sagradas especies con el respeto que se merecen.

Representación del Mandylion

  

¿DÓNDE SE CONSERVÓ LA SÁBANA SANTA HASTA EL SIGLO XVI QUE APARECIÓ EN EUROPA?

Emanuela Marinelli, tal vez el mayor especialista en estudios sobre la Sábana Santa ha escrito en un reciente libro tratando de responder a una pregunta central

¿Dónde fue conservada la Sábana Santa los siglos anteriores a su aparición en Europa a mediados del siglo XIV?

La hipótesis más probable es que la Sábana Santa era lienzo misterioso llamada Mandylion.

Leer aquí la historia del Mandylion: El Fascinante Misterio del Lienzo de Edesa con la Cara de Jesús

El que se conservó durante los primeros siglos en Edesa, una ciudad en el sureste de Turquía, y que luego desapareció sin conocer su paradero.

Muchos indicios permiten deducir que el Mandylion era en realidad la cubierta plegada de la Sábana Santa, en la que sólo se veía la cara estampada en el lienzo.

La investigación confirma la presencia en Edesa de una tela con la impresión de la cara de Cristo, llamado por los árabes Mindil.

El historiador Ian Wilson sostiene que el Mandylion es considerado un “acheiropoietos tetradiplon”
.
O sea no hecho por la mano del hombre y doblado en cuatro partes.

De acuerdo con fuentes islámicas, el Mindil fue transportado a Ruha (nombre árabe de Edessa) a principios del siglo VII dC, después de haber sido conservado en Éfeso, Antioquía y Damasco.

Y también sirvió para un intercambio de prisioneros entre el califa al-Muttaqi y el emperador de Bizancio.

La historia de la tela de Edesa parece cerrar el círculo de la historia de la Sábana Santa, salvando el desconocimiento de su ubicación desde el 30 dC al 1353.

Cómo se formó la impresión en la Sábana Santa es un misterio.

El reciente libro dice con certeza científica que este lienzo no es una pintura.

La hipótesis más verosímil, incluso ahora, con el apoyo de experimentos llevados a cabo por el Prof. Baldaccini, habla de una radiación ultravioleta direccional.

O sea es una explosión de energía y luz que habría sucedido en la tumba de Jerusalén hace 2000 años.


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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La Historia y Maravillas del Velo de la Verónica [que secó la cara de Jesús]

En el lienzo quedó estampado el rostro de Jesús.

Cuando la Verónica se lo secó camino al Calvario.

El ‘vera icon’ se conservaría en el pueblo de Manoppello, en Italia.

Luego de haber sido robado de la Basílica de San Pedro hace cientos de años. 

sagrado rostro de manoppello en el vaticano

Otro hecho significativo, es que el día antes de su muerte, se le vio al Padre Pío en bilocación orando – a 200 kilómetros – frente al sagrado rostro de Manoppello.

Esto podría ser una de las pruebas de su autenticidad.

Es una de las tres reliquias más importantes sobre el rostro de Jesucristo, las cuales son:

  • El lienzo de la Verónica, que a veces se llama sudario, que fue con el que ella limpió la cara de Jesús en la vía dolorosa.
    El que estaría en Manoppello y es de lo que habla el artículo. No es el sudario cuando ya estaba muerto.
  • El sudario que envolvió primeramente la cara de Jesús cuando lo bajaron de la santa cruz.
    Y luego se le retiró al envolverlo en la sábana santa, que estaría en Oviedo.
  • La sábana santa que sería la mortaja con que envolvieron a Jesús en el santo sepulcro, que estaría en Turín.

         

REAPARICIÓN DE LA SANTA FAZ DE MANOPPELLO EN EL VATICANO

El sábado 16 de enero de 2016, peregrinos de la ciudad italiana de Manoppello, sede del Santuario de la Santa Faz, volvieron a una antigua procesión que se hizo por primera vez en 808 años en Roma.

Llevando una réplica de la imagen sagrada que los estudiosos creen que es el Velo de la Verónica (vera icon), pero que es venerada como la Santa Faz de Manoppello.

El Papa Inocencio III instituyó la procesión en 1208 cuando el Volto Santo –  la Santa Faz – estaba en la basílica de San Pedro, su casa desde 705 hasta el siglo XVI, cuando el emperador Carlos V atacó la ciudad de Roma.

A continuación, el Santo Rostro fue robado, pasando por muchas manos, haciendo la ruta de todas las tabernas de Roma, sin que nadie se diera cuenta de lo que era, según los escritos de la duquesa de Urbino.

Los estudiosos dicen que terminó en el diminuto pueblo de Manoppello donde fue casi olvidado por el mundo exterior durante casi 500 años.

La extraordinaria historia detrás de la Santa Faz ha sido expertamente documentado por Paul Badde, que ha escrito varios libros sobre la imagen cuya historia ha sido comparado con un «thriller cultural».

No obstante, la imagen del Santo Rostro que se procesionó fue una réplica y no la real, porque el pueblo de Manoppello teme que el Vaticano podría quererlo.

¿Cómo llegó el velo a Manoppello?

El único relato histórico es de un libro de un predicador capuchino llamado Donato da Bomba escrito entre los años 1642 y 1645.

Ahí dice que la Santa Faz llegó a Manoppello a principios del 1500. Fue ofrecido al Dr. Giacomoantonio Leonelli por un misterioso peregrino en la iglesia dedicada a San Nicola Di Bari.

Unos años después la imagen fue vendida a Donato Antonio de Fabritiis por Marzia Lionelli, por necesidad de ayudar a su marido que estaba en la cárcel.

En 1638 de Fabritiis entregó el velo a los frailes capuchinos de Manoppello.

La donación que fue autenticada públicamente en 1646.

Al principio el velo se conservaba en un armario cerrado al lado de altar, mostrado sólo a quienes lo solicitaban.

Pero en 1646 se construye una capilla para preservar la imagen, que era mostrada sólo en ciertos días del año.

Y a partir de ahí la piedad local por el Volto Santo de Manoppello la asoció con el Velo de la Verónica y se desarrolló un gran movimiento de popular.

     

CÓMO QUEDÓ EL DIVINO ROSTRO ESTAMPADO EN EL LIENZO

En el camino al Calvario, según la tradición, Santa Verónica experimentó el dolor y la agonía Nuestro Señor de la misma manera que la Santísima Madre María, cuando vio a Jesús cargando la cruz.

Se apartó de la multitud y le limpió la sangre y el sudor de su rostro con su velo.

Gracias por su bondad, Jesús hizo un milagro y dejó una huella de pintura de su rostro en el velo.

Esta mujer es retratada en la Sexta Estación del Vía Crucis, que se titula ‘Verónica limpiando la cara de Jesús’.

Aunque no habla la Escritura de él, este evento se registra en las visiones de Ana Catalina Emmerich.

De acuerdo con La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo,

“Jesús tomó el velo en su mano, se limpió la cara ensangrentada, y se lo devolvió con un agradecimiento. Verónica besó, y lo colocó debajo de su Manto”

Esa Verónica que limpió el rostro de Cristo ha sido también reconocida, en la historia cristiana temprana de la Iglesia, como la mujer que sanó tocando la túnica de Jesús, también llamada Berenice.

La historia de esta hemorroísa de los evangelios que tocó el manto de Jesús y se sanó se relata en los Evangelios sinópticos Mt 9:20-22, Mc 5:25-34 y Lc 8:43-48.

La Fiesta de la Verónica se celebra el 12 de julio.

Según la leyenda, la Verónica mantuvo el velo y descubrió sus propiedades curativas.

Se dice que ella curó al emperador Tiberio con el velo, y luego lo dejó a cargo del Papa Clemente (el cuarto Papa) y sus sucesores.

Supuestamente, ha estado en sus manos desde entonces, mantenido bajo llave en la Basílica de San Pedro.

Sin embargo el jesuita Heinrich Pfeiffer, profesor de historia del arte cristiano en la Universidad Gregoriana del Vaticano, dice que el velo en San Pedro es sólo una copia.

El original, dice, misteriosamente desapareció de Roma en 1608 y el Vaticano ha estado pasando copias como el original, para evitar que los peregrinos se decepcionen cuando van a verlo en su exhibición anual.

Es Pfeiffer quien afirma haber redescubierto el auténtico velo en un monasterio capuchino en el pequeño pueblo de Manoppello, Italia.

Según Pfeiffer, la leyenda del velo de Verónica sólo se remonta al siglo IV, y no fue hasta la Edad Media que se unió a la historia de la crucifixión.

El velo original permaneció en el Vaticano desde el siglo XII hasta 1608, donde era venerado por los peregrinos como la imagen real de Cristo.

Cuando el Papa Pablo V ordenó la demolición de la capilla en la que se conservaba el velo, la reliquia fue trasladada a los archivos del Vaticano.

El velo entonces desapareció, dice Pfeiffer.

Los registros guardados en el monasterio de Manoppello revelan que el velo fue robado y vendido, como vimos.

El noble, a su vez, lo entregó a los monjes capuchinos que lo colocaron dentro de un marco de nogal entre dos hojas de vidrio.

Y ha estado en su monasterio desde entonces.

Sin embargo historiadores escépticos sospechan, sin embargo, que la imagen en el velo fue, de hecho, creada como una copia deliberada de la cara en la Sábana Santa.

Y es por eso que el velo recibió el nombre que dio origen a la leyenda: Verónica (vera-icon) significa “imagen verdadera”.

  

SUS PROPIEDADES

La tela muestra el rostro barbudo de un hombre con rizos judíos (peyes).

Un hombre cuya nariz ha sido destrozada.

La mejilla derecha está hinchada, la barba en parte arrancada.

La frente y los labios tienen en ellos signos de rosáceos, lo que sugiere heridas recién curadas.

Una paz inexplicable llena una mirada de ojos abiertos. Hay asombro, sorpresa, piedad compasiva. No hay desesperación, ni dolor, ni ira.

Es como la cara de un hombre que acaba de despertar a una nueva mañana.

Su boca está medio abierta. Incluso sus dientes son visibles.

Todas las proporciones de la imagen muestran, 1 a 1, las medidas de tamaño natural de una cara humana, en el paño que mide 17 por 24 centímetros.

El velo es transparente, como una media de seda.

La imagen no es como una pintura sino una gran diapositiva fotográfica.

Mirado a la luz, es transparente. En la sombra, sin luz, se vuelve casi gris pizarra.

A la luz de las bombillas eléctricas, el delicado paño es de color oro y miel, al igual que el rostro de Cristo descrito por Gertrud de Helfta en el siglo XIII.

La cara se vuelve invisible dependiendo de cómo la luz la golpea.

“El hecho de que el rostro aparezca y desaparezca según el origen de la luz fue considerado un milagro en sí mismo en la época medieval”, señaló Pfeiffer.

Esto no es una pintura, no sabemos cuál es el material que moldea la imagen”.

Los exámenes ultravioleta de la tela, realizados por el profesor Donato Vittore de la Universidad de Bari, confirman que la imagen no es pintura.

Particularmente son dignas de mención varias manchas pequeñas de color marrón rojizo; presumiblemente gotas de sangre de las heridas causadas por la corona de espinas.

La tela está finamente tejida, tan fina que parece que cabría en una cáscara de nuez si se doblara firmemente.

Una pregunta crucial se refiere a la propia tela.

Por su consistencia parece nylon de color, aunque el nylon no fue inventado hace 400 años.

¿Entonces qué es? ¿Algodón, lana, lino?

No es de ese hilado, todos son demasiado gruesos para permitir esta transparencia inmaterial.

Incluso la seda no lo permite.

Parecería que es de “byssus” un tejido sagrado.

El material se produce a partir de hilos de un cierto tipo de mejillón (pinna nobilis) que se adhiere al suelo.

Cada mayo, algunos se sumergen bajo la luz de la luna a cinco metros de profundidad en el mar para recogerlos y cosecharlos.

Luego se peinan, se hilan y se tejen en un tejido muy preciado.

Byssus fue el tejido más costoso en el mundo antiguo.

Se ha encontrado en las tumbas de los faraones egipcios, y se menciona a menudo en la Biblia, donde se dice que es obligatorio para las alfombras del Santo de los Santos y para el “Efod”, la vestimenta del sumo sacerdote.

Remojado en limón se vuelve dorado. En épocas anteriores, empapado en la orina de la vaca, se volvía más pálido y más brillante.

comparacion sabana santa y manoppello

  

PRUEBAS DE AUTENTICIDAD DEL ROSTRO DE MANOPPELLO

El sitio oficial del Santo Rostro de Manoppello describe

“la imagen de un hombre de cabello largo, con la cara tumefacta, la frente ensangrentada, la nariz contusa” (Mc 15:17 – Mt 27:29) y una mejilla hinchada (Jn 18:22).

También incluye estudios (ver aquí y aquí) del P. Heinrich Pfeiffer, que piensa que es la Verónica Romana.

Robada cuando demolieron la capilla en que se guardaba, y que otros consideran que podría ser además el “sudarium” de Jesús que se encontró en un lugar diferente que las vendas mencionadas en el Evangelio de S. Juan (Jn. 20, 7).

Los pocos que han visto el que está conservado en Roma han dicho que no podían discernir un rostro en el tejido que vieron y no se ha estudiado tanto como el de Mannopello.

El origen no es el único misterio del Santo Rostro.

Según Donato Vittore, catedrático en la Universidad de Bari, que usó un analizador digital de muy alta resolución para estudiar el Velo, “No es una pintura“:

“En el espacio entre el hilo del urdido y el de la trama no hay residuos de color.
.
Tenemos que excluir también el uso de la acuarela porque los contornos de la imagen son muy limpios en el ojo y en la boca, mientras que la acuarela empapa en manera no exacta el hilo provocando aureolas en los detalles.
.
Creer que sea una estampa significa no considerar que la imagen es perfectamente visible desde los dos lados.”

Observaciones bajo luz ultravioleta han confirmado que no hay pintura sobre el Velo.

Añade la iconógrafa Hna. Blandina Paschalis Schlomer al ser entrevistada [en“Averiguación de sor Blandina”] que el Velo:

“tiene una particularidad excepcional: parece una diapositiva estampada en la tela o un negativo fotográfico que se convierte en una pintura transparente.

Vienen a la mente las palabras de San Ireneo: ‘Dios no puede ser visto por nosotros, pero puede ver en el fondo de nuestra alma y decidir mostrarse a cada uno de nosotros de un momento a otro’.”

En su famoso estudio concluye que la imagen del Velo es la misma imagen de Cristo que se ve en la Sábana Santa de Turín.

“El trabajo fundamental ha sido individuar los puntos de convergencia.

Averigué más de diez de ellos: caverna ocular izquierda, caverna ocular derecha con la “pequeña gota” confinada en el ámbito del iris, parte derecha de la nariz sobre el lado vertical, el pequeño círculo encima del labio superior etc. hasta que obtuve la perfecta superposición.”

El P. Andreas Resch llega a la misma conclusión en su artículo: “La Paranormalogía y el Santo Rostro: La perfecta superposición de los dos Rostros ¿es un ‘casualismo’?”.

rostro de manoppello

Jan S. Jaworski y Giulio Fanti procesaron la imagen en 3 dimensiones al igual que la Sábana Santa de Turín para mostrar que son la misma imagen.

El artículo de Jaworski y Fanti aquí.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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