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El Papa Francisco elegido ‘Hombre del Año’ por la revista Vanity Fair

Aparece en su portada de la edición del 10 de julio.

 

La revista de cultura, moda y política, Vanity Fair Italia, eligió al Papa Francisco como el hombre del año. De acuerdo con la revista,
en «los primeros 100 días (el Papa Francisco) ya se ha puesto a la cabeza de los líderes mundiales que hacen la historia».

 

papa francisco vanity fair

 

Ha sido elegido por sus gestos, palabras y acciones en sus primeros cien días de pontificado,

«que le colocan entre los líderes que hacen historia».

En la revista se destaca la frase «sed pastores con olor a ovejas», dicha por el papa para pedir a los obispos y sacerdotes que estén siempre junto a los fieles.

Además el viaje realizado esta semana a la isla italiana de Lampedusa para reunirse con los inmigrantes indocumentados ha sido uno de los actos mejor considerados realizado por el Papa.

También subraya la frase «San Pedro no tenía una cuenta en un banco» y señala que son frases «que pesan como losas».

La revista «Vanity Fair» se ha encargado de recoger la opinión de grandes personajes públicos como el cantante británico Elton John,  los escritores italianos Erri De Luca, Dacia Maraini y Giorgio Faletti y del cantante de ópera italiano Andrea Bocelli sobre el Papa Francisco.

Como es de esperar cada uno de ellos destaca diferentes aspectos del pontífice desde su punto de vista.

Según Elton Jonh,

«Francisco es un milagro de humildad en la era de la vanidad. Espero que su mensaje llegue hasta los más marginados de la sociedad, a aquellos que necesitan desesperadamente su amor. Pienso, por ejemplo, en los homosexuales».

El cantante aseguró que el papa quiere llevar la Iglesia

«a los antiguos valores de Cristo y al mismo tiempo acompañarla al siglo XXI».

«Si sabe llegar a los niños, mujeres y hombres que conviven con el HIV o con el sida, muchas veces solos y en silencio, su faro de esperanza dará más luz que cualquier progreso de la ciencia, porque ningún fármaco tiene el poder del amor», añadió Elton John.

El famoso escritor Erri De Luca manifestó que Francisco

«va donde las vidas de los náufragos han sido recibidas con alambres de espinos».

De Luca destacó asimismo la lucha contra la pederastia en la Iglesia seguida por Francisco y aseguró que el papa,

«de hecho, ya ha vaciado de contenido la poderosa Secretaría de Estado, que dirige el cardenal Bertone».

Para el cantante Andrea Bocelli, el papa Bergoglio es

un «regalo de Dios a su Iglesia, atormentada y plegada a las fuerzas del mal».

La escritora Dacia Maraini manifestó que las mujeres esperan «mucho» del papa.

«Como admiradora de San Francisco, su modelo e inspirador, quiero recordar al papa que en el primer proyecto del santo estaban las mujeres, que habrían predicado junto a los hombres. Dios es también mujer, ¿no?», manifestó Maraini.

Faletti consideró que desde el primer momento le ha parecido

«un gran comunicador, una persona que inspira bondad».

Fuentes: Vanity Fair, Signos de estos Tiempos

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Beatificación Canonización Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Recuerdo de sucesos Sacerdotes Signos extraordinarios de la Iglesia Sociedad Vida

El Cardenal Dziwisz recuerda sus 40 anos de secretario de Juan Pablo II

Karol Wojtyla fue un santo y será canonizado este año.

 

Quien fuera secretario personal de Juan Pablo II por 40 años, Stanislaw Dziwisz, rememora al próximo Santo y se congratula que así sea.

 

juan pablo ii

 

Dziwisz también escribió un libro sobre estos 40 anos, Una vida con Karol, donde recuerda aquel intento fallido de impartir la bendición Urbi et Orbi pocos días antes de morir, que se nos aparece con una carga emotiva aún más dramática, cuando leemos que Juan Pablo II se había preparado con sumo cuidado para la ceremonia. Pero finalmente no pudo hacerlo: le falló la voz, se quedó sin fuerzas. Entonces dio paso a la resignación: «Hágase tu voluntad… Totus tuus».

HABÍA ALGO MÁS EN ÉL

Pasé casi cuarenta años junto a un santo, trabajando a su lado en Cracovia y el Vaticano. Me preguntaron varias veces cuando Juan Pablo II se convirtió en un santo. Creo que se ha convertido desde su juventud. Karol Wojtyla era un tipo normal, fuerte y sensible, lleno de energía y entusiasmo por la vida. Pero desde el principio había en él algo «más».

No es fácil de descifrar este misterio, pero no hay duda de que el centro de la existencia de Karol Wojty?a fue Dios, Jesucristo, fue su primer y gran amor. Y allí permaneció fiel hasta el final. Hasta el último aliento. La fidelidad en el amor manifestado en la oración y el servicio. Karol Wojty?a mantuvo un diálogo con su Creador y Redentor. Nos reunimos con él, sobre todo en el santuario de su corazón. Además, se solicitó a la creación, en la belleza de la naturaleza, pero sobre todo en los hombres. Eran legendarias sus vacaciones con los jóvenes, más allá de los lagos y las montañas.

La profundidad de la contemplación del futuro Papa dio el fruto de su celo en el servicio a la Iglesia.Fue puesto a disposición de Jesús. Y Jesús, conociendo sus cualidades de mente y corazón, le confió cada vez más responsabilidad hasta memorable 16 de octubre 1978. Desde ese día, la santidad del Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal comenzó a hacerse visible para todo el mundo.

UN MAESTRO

Juan Pablo II tuvo que ampliar el tamaño de su corazón, para hacer lugar a todas las naciones, culturas y lenguas. Todo el mundo pudo verlo sumido en oración, con fervor proclamar la palabra de Dios, celebrar la Eucaristía con la mayor atención, enriquecer a la Iglesia con sus enseñanzas, ir en peregrinación a los rincones más lejanos de la tierra. La gente amaba a Juan Pablo II. Estaba fascinada por su personalidad, su humanidad. Vio la presencia de Dios.

Incluso el joven, sensible a la belleza, a la bondad y a la verdad, encuentró en Juan Pablo II un maestro. Que le enseñó la autenticidad de la vida. Era un maestro exigente. En la vida siempre apuntado alto y tenía la valentía de proponer al otro los más altos ideales de amor y servicio. El ideal de la santidad.

TEMPLADO POR EL SUFRIMIENTO

La santidad de Juan Pablo II también se manifestó a través del sufrimiento. Dios puso a prueba el oro en el crisol. Aceptó el sufrimiento con humildad y sumisión a la voluntad de Dios, con la Iglesia que Él compartió la experiencia del sufrimiento personal en un espíritu de fe. Sus palabras sobre el sentido del sufrimiento, su dimensión salvífica, fueron las palabras auténticas, que él mismo experimentó. 13 de mayo 1981, en la Plaza de San Pedro estuvo cerca de martirio. Dios le salvó la vida porque debía introducir a la Iglesia en el tercer milenio del cristianismo, para que nos ayudara a todos a «despegar».

Solemos contemplar las imágenes de aquella visita del Papa a Alí Agcá en la cárcel de Rebibbia como prueba de la redención del segundo ante el amor y el perdón del primero; pero don Stanislaw nos aparta un poco de esa impresión un tanto idílica. Agcá era un asesino profesional que sabía muy bien lo que hacía, y cuando apuntó y disparó no le cabía duda de que el Papa moriría. De hecho, su primera pregunta cuando éste fue a visitarle fue:

«¿Por qué no está usted muerto?».

Agcá no encontraba explicación racional al hecho de que su víctima siguiera viviendo; es más, estaba angustiado, obsesionado por la existencia de fuerzas poderosas que lo superaban, que él no conocía y que habían impedido que las cosas siguieran su curso. Ahora podían vengarse de él. «La diosa de Fátima», como él decía.

El criminal quería hablar con el Papa, sí, pero sólo para sonsacarle sobre esas «fuerzas» que le atemorizaban. Nunca jamás le pidió perdón. Cinco veces en cuatro páginas repite don Stanislaw, con dolor e indignación, que Agcá jamás pidió perdón a Juan Pablo II.

UN PAPA DE ESCALA MUNDIAL

Dice Stanislaw que estuve al lado de Juan Pablo II la mayoría de su servicio sacerdotal en la Iglesia. Y fue testigo todos los días de su oración y su trabajo, su descanso y su sufrimiento, sus viajes y sus muchas reuniones con la gente.

La santidad de Juan Pablo II era sencilla, humilde y servicial. Vivió para Dios y para llevar a otros a Dios, vio y escuchó a millones, estaba en boca de todo el mundo, aplaudido y criticado, convirtiéndose en un signo de contradicción como defensor de la vida y la dignidad humana.

Contribuyó a la caída de los sistemas totalitarios y a la apertura de muchas puertas a Cristo. Lo hizo con fuerza extraordinaria. Era un gigante de la fe. Un espíritu poderoso.

GRACIAS POR SU BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN

Damos las gracias a Benedicto XVI por haber iniciado el proceso de beatificación y canonización de Juan Pablo II, unos meses después de su muerte. Estamos muy agradecidos por la beatificación de hace dos años. Hoy damos gracias al Santo Padre Francisco por su decisión de la canonización del Beato Juan Pablo II. Este será el último sello de autenticidad de la santidad de este Papa, que llegó a Roma desde Polonia, «de un país lejano.»

Durante el funeral de Juan Pablo II, el 8 de abril de 2005, el momento más difícil para mí fue que cubrir con un paño de cara del difunto Pontífice. Esa cara tan cercana, tan amable, tan humana. Hoy estoy encantado por el hecho de que a partir de ahora en toda la Iglesia tendrá el rostro de un nuevo santo, St. John Paul II.

Fuentes: Libertad Digital, Tempi, Signos de estos Tiempos 

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Conmovedora oración del papa Francisco a María por protección a los inmigrantes

En Lampedusa y contra “la globalización de la indiferencia”.

 

Hijo de inmigrantes italianos, sensible a los miles de los indocumentados que perdieron la vida en el Mediterráneo tratando de ingresar a Europa para encontrar una vida mejor, Francisco viajó el lunes a Lampedusa, para confortar a los inmigrantes y pedir por ellos a María, la Estrella de Mar. Y nos dejó una conmovedora oración, que pasa por ser la primera que circula masivamente de Francisco.

 

francisco en lampedusa con maria

 

El Papa Francisco hizo su primer viaje oficial fuera de la diócesis de Roma a la periferia, a la isla siciliana de Lampedusa, conocida por ser la puerta de Europa para miles de inmigrantes asiáticos y africanos, y el cementerio de otros miles que murieron en las aguas del Canal de Sicilia.

En una dura homilía, el Papa condenó con fuerza:

“la globalización de la indiferencia”,

por la que “nos hemos habituado al sufrimiento del otro, que no nos interesa”,

y hemos “olvidado la experiencia del llorar”;

y pidió a Dios que perdone a,

“aquellos que, en el anonimato, toman decisiones socio-económicas que abren el camino a dramas como éste”

EL Papa pidió a los presentes una reflexión en torno a la pregunta de Dios a Caín: ¿Dónde está tu hermano?

”Muchos de nosotros, también yo me incluyo, estamos desorientados, y no estamos atentos al mundo en que vivimos; no cuidamos lo que Dios ha creado para todos, y ya ni siquiera somos capaces de custodiarnos unos a otros”.

Por eso, no somos capaces de dar

“comprensión, acogida y solidaridad” a aquellos que buscan “un lugar mejor para ellos y sus familias”, y que, finalmente, “han encontrado la muerte”.

NOS DEJÓ UNA ORACIÓN A LOS PIES DE LA VIRGEN MARÍA

En Lampedusa, a los pies de la María, el Papa Francisco imploró amparo, socorro, misericordia, conversión y perdón.

Al final de la Misa, antes de la bendición final, ante la imagen de Nuestra Señora, el Santo Padre le rezó a la Santísima Virgen.

Abrazando todas las tragedias semejantes que ocurren en el mundo, rogó a la Protectora de los migrantes e itinerantes que socorra a los más necesitados; que bendiga a las personas de buena voluntad que los acogen; que logre la conversión de los que los explotan y que el amor brindado sea semilla de paz entre los pueblos.

Esta es la oración de Francisco:

Oh María, Estrella del Mar,
una vez más recurrimos a ti,
para encontrar refugio y serenidad,
para implorar amparo y socorro.

Madre de Dios y Madre nuestra,
dirige tu dulcísima mirada
a todos los que cada día afrontan los peligros del mar
para garantizar a sus familias el sustento necesario para la vida,
para tutelar el respeto de la creación, para servir a la paz entre los pueblos.

Protectora de los migrantes e itinerantes,
ayuda con atención materna a los hombres, mujeres y niños
obligados a huir de sus tierras en busca de futuro y de esperanza.
Que el encuentro con nosotros y nuestros pueblos
no se transforme en fuente de nuevas y más graves esclavitudes y humillaciones.

Madre de Misericordia,
implora perdón para nosotros,
que, cegados por el egoísmo,
ensimismados en nuestros intereses
y prisioneros de nuestros temores,
estamos distraídos ante las necesidades y sufrimientos de los hermanos.

Refugio de los pecadores,
obtén la conversión del corazón
de los que generan guerras, odio y pobreza,
explotan a los hermanos y sus fragilidades,
hacen de la vida humana indigno comercio.

Modelo de caridad,
bendice a los hombres y mujeres de buena voluntad,
que acogen y sirven a los que llegan a esta tierra:
que el amor recibido y donado sea semilla de nuevos lazos fraternales
y aurora de un mundo de paz.
Así sea.

Fuentes: ACI Prensa, Alfa y Omega, Signos de estos Tiempos 

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Catolicismo Interna NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Relaciones Políticas Signos extraordinarios de la Iglesia Vaticano

Francisco le ha impuesto un nuevo estilo y su voluntad de cambio al pontificado

Un hombre decidido que “juega en todas las canchas”.

 

Es el mismo estilo que quienes le conocen afirman de su arzobispado en Buenos Aires, incluso algunos dicen que dice las mismas cosas y hace lo mismo. Y sin grandes cambios de estructura, ese estilo ya ha cambiado la forma de funcionar de la curia.

 

arzobispo bergoglio en san cayetano en buenos aires

 

Es claramente perceptible que la Secretaría de Estado lentamente está perdiendo su centralidad y su influencia, incluso antes de las reformas estructurales.

FRANCISCO REPRESENTA LA VOLUNTAD DE CAMBIO EN LA IGLESIA

Esto lo dice un sacerdote “villero” de Buenos Aires, que trabajó, he hizo amistad con el Arzobispo Bergoglio.

Desde la villa “La Cárcova”, en la periferia de Buenos Aires –en donde se estableció, el padre Giuseppe Maria Di Paola-, describe así a Francisco:

“Lo que está haciendo está en sintonía con lo que él cree que se tiene que hacer y que había hecho en Buenos Aires. Cuando comenzó como obispo, cuando lo conocimos, decía muchas de las cosas que le escuchamos decir ahora, tomaba las mismas decisiones que ahora como Pontífice. Creo que el Espíritu Santo lo está asistiendo de forma especial, porque, como Papa, ha acentuado en él esa capacidad de liderazgo popular que ya tenía”.

Y luego,

“digo una cosa que puede parecer arriesgada –añadió-, pero creo que él tiene un don especial para el lugar que está ocupando ahora. Como Papa lo veo todavía mejor que antes, cuando era obispo. El Espíritu Santo lo puso en el lugar preciso. Bergoglio Papa tiene un pensamiento que tiende a ir “más allá” de lo normal, tiene una mirada que llega más lejos, y esto le da un liderazgo espiritual muy fuerte. Es un rasgo, por decir así, que hoy veo mucho más acentuado que antes”.

En la zona en la que vive, el pade Pepe ha podido constatar una influencia concreta de Papa Francisco:

“Muchas cosas y muy concretas. Cito una de ellas, que puedo ver bien, la de muchos evangélicos que vuelven a la Iglesia. O mejor, que han seguido siendo católicos, pero que después siguieron un culto diferente, porque en la Iglesia no se encontraban bien, no se sentían en su sitio. En donde me encuentro ahora, en “La Cárcova”, no lo conocen mucho, son pocos los que lo vieron en persona, pero son muchísimos los que me paran todos los días y me comentan sus gestos o las palabras que han escuchado o visto en la televisión para ponerme al corriente, para que me entere”.

El padre Pepe considera que Francisco, si le parece oportuno, será incluso capaz de renunciar. El Pontífice argentino le recuerda al beato (dentro de poco santo) Juan XXIII:

 “Como él, marca una nueva etapa para la Iglesia en su relación con el mundo. Fue elegido con una amplia mayoría y representa la voluntad de la Iglesia de que sea él, con su estilo, el que cambie lo que hay que cambiar. El pueblo, además, está en sintonía con el Papa, con sus decisiones”.

Y EL CAMBIO SE ESTÁ HACIENDO A PARTIR DEL NUEVO ESTILO DE GOBIERNO DE FRANCISCO

“Entonces, Eminencia, ¿ya se hizo?”.

El cardenal Tarcisio Bertone, todavía (aunque por poco tiempo) Secretario de Estado, sabe muy bien que cuando Francisco llama personalmente para verificar la ejecución de una de sus peticiones, es imposible tergiversar. La audiencia del cardenal normalmente se lleva a cabo los lunes, pero desde hace uno o dos días el Papa ha llamado personalmente a Bertone, como el mismo purpurado ha confiado a sus colaboradores, para asegurarse de que lo discutido se ponga en práctica. Se equivocan, pues, los que cree que el Papa “sencillo”, capaz de mostrar humanidad y cercanía a las personas al encorvarse para abrazarlas durante las audiencias, no se ocupa de su papel.

Algunas pequeñas y grandes novedades se pueden ver en el estilo de gobierno que el Papa argentino está introduciendo en el Vaticano.

“En los casi 8 años de reino de Benedicto XVI –cuenta un prelado vaticano– sucedió en más de una ocasión que sus colaboradores usaban “dos velocidades” para poner en práctica las indicaciones papales. El Pontífice, a veces, daba por cierto un cierto nombramiento y, en cambio, se sobreponían dificultades sobre dificultades. Y el mismo Ratzinger descubría la práctica permanecía en el limbo, suspendida…”.

Incluso se llegó a la publicación de nombramientos en las Acta Apostolicae Sedis (en las que aparecen todas las decisiones oficiales) que nunca fueron anunciados a los interesados porque el cardenal titular del dicasterio no estaba de acuerdo y, tal vez, intervenía en la Secretaría de Estado para bloquearlos y suspenderlos, a pesar de la firma del Papa.

 “El jucio, aquí en el Vaticano continúa nuestro interlocutor es unánime: todos reconocen la grandeza de Benedicto XVI, la profundidad de su mirada sobre la Iglesia, su humildad manifestada también en el gesto de la renuncia. Al mismo tiempo, sería difícil encontrar a alguien que dijera que la Curia de estos años ha funcionado como habría debido. Lo demuestra el vía crucis de su pontificado y el hecho de que Ratzinger tuvo que intervenir muchas veces personalmente para cubrir las faltas de sus colaboradores, como enseña el caso de la revocación de la excomunión al obispo Williamson, que negó la existencia de las cámaras de gas”.

Una queja bastante difundida era sobre la accesibilidad del Papa. Un cardenal responsable de un dicasterio tuvo que esperar ocho meses para una audiencia; algún otro ni siquiera la habrá obtenido. Incluso la proclamación del Santo Cura de Ars como patrón de todos los sacerdotes, prevista al final del año sacerdotal en 2010 y decidida por Benedicto XVI, fue renovada “in extremis” por errores de secretaría y obligó a malabares rocambolescos por parte de la Sala de Prensa vaticana.

Con Francisco, obviamente, los problemas no han desaparecido. Pero el clima está cambiando. Los purpurados y los obispos de la Curia ahora no tienen dificultades para reunirse con el Papa para afrontar directamente los problemas relacionados con el trabajo. La Secretaría de Estado lentamente está perdiendo su centralidad y su influencia, incluso antes de las reformas estructurales que deberían volver a convertirla en una “secretaría papal” al servicio del obispo de Roma y no un órgano central de gobierno de la Curia y, más en general, de la Iglesia.

Bergoglio está acostumbrado a ritmos de trabajo muy apretados y, como sus predecesores, no ahorra energías. Ama el contacto directo con las personas y, sobre todo, aprecia la franqueza de sus interlocutores.

“No quiere tener a su lado cortesanos –explicó a Vatican Insider Antonio Pelayo, sacerdote, vaticanista de larga trayectoria y, además, asistente eclesiástico de la embajada de España ante la Santa Sede– y mucho menos aduladores. Quiere gente sincera y también crítica. Escucha los consejos de todos, se informa y después decide en consciencia”.

Como hizo a pocos días de ser elegido, cuando quiso celebrar la misa del Jueves Santo en la cárcel minoril de Casal del Marmo, donce lavó los pies (sin periodistas en el séquito) de doce chicos y chicas del instituto. Algunos colaboradores se lo habían desaconsejado con decisión: el Papa siempre ha celebrado esa liturgia en Letrán o en San Pedro. No en las “periferias geográficas o existenciales” tan importantes para Bergoglio, acostumbrado a recordar la Última Cena entre las comunidades de recuperación de toxicodependientes de las “villas miseria”, en los hospitales, en los centros para jóvenes madres. Para entender el gesto habría bastado ver la auténtica felicidad en la cara de Alina, nombre de fantasia de una chica musulmana serbia (de la etnia khorakhane), inquilina habitual de la cárcel de Casal del Marmo, a la que Francisco lavó y besó los pies antes de alzar la mirada y dedicarle una sonrisa.

“Cuando llegas a la edad de 76 años, difícilmente cambias tus costumbres –explicó Antonio Pelayo–, y el Papa hace muy bien al mantener el estilo que caracterizó sus 20 años de episcopado en Buenos Aires”. Y también el estilo de gobierno.

Las más recientes y elocuentes señales han sido la intervención decidida y precisa sobre el IOR, para arrancar definitivamente la posibilidad de considerar al Vaticano como un paraíso fiscal; la voluntad de canonizar a Juan XXIII, el Papa del Concilio, incluso sin el reconocimiento del segundo milagro; la decisión de dirigirse a Lampedusa sin séquito de políticos o autoridades eclesiásticas; la blanca silla papal vacía durante el concierto en el Aula Pablo VI, debido a empeños más urgentes e “improrrogables”. Actos que demuestran la eficacia de una famosa afirmación de don Giuseppe De Luca, culto consejero de Papa Roncalli que, no por nada, estudió con los jesuitas: “No hay mejor manera para decir las cosas que hacerlas”.

“Cuando toma una decisión, quiere tener la certeza de que es buena. Y cuando la toma, no vuelve atrás –dijo el obispo Eduardo Horacio García, auxiliar de Buenos Aires, que llegó a Roma 5 días después del final del Cónclave con el par de zapatos negros que Bergoglio mandó reparar en su maleta-. Es un hombre de diálogo y de discernimiento, trata de dialogar, escuchar, consultar, tener información”.

Los colaboradores de la curia argentina ya no se sorprendían cuando iban a informar al cardenal sobre algún asunto y se daban cuenta de que la noticia ya le había llegado por otros canales.

El Papa trata de reformar sobre todo con el ejemplo. No es un “terminator” con su lanzallamas –como algunos querrían– que resuelve radicalmente este o aquel problema curial; normalmente no toma decisiones apresuradas. Justamente por este motivo en el Vaticano está creciendo, día a día, la incertidumbre en todos los que no han entendido que no se puede “medir” a Francisco según las viejas costumbres.

Fuentes: Vatican Insider, Signos de estos Tiempos

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Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Pobreza Religiosos Sacerdotes Signos extraordinarios de la Iglesia Sociedad

Francisco predica a seminaristas y novicias que deben evangelizar con el ejemplo de su pobreza

Le duele ver a curas y monjas en autos 0 km.

 

Coherente con la visión tiene de una iglesia pobre y de pastores con olor a oveja, Francisco sigue insistiendo sobre como debe ser el sacerdocio y les dijo a seminaristas y novicias que “los curas y las monjas tenemos que ser coherentes con la pobreza” y avanzó diciendo  que “duele ver a una monja o un cura con el último modelo de coche”.

 

seminaristas en vaticano

 

El papa Francisco se dirigió este sábado a 6.000 seminaristas y novicias reunidos en el Vaticano y en un discurso totalmente improvisado pidió que la Iglesia no siga la riqueza y los religiosos sean coherentes con su voto de pobreza.

«En este mundo en que las riquezas hacen tanto daño», dijo el pontífice, «los curas y las monjas tenemos que ser coherentes con la pobreza. Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia», afirmó.

El papa, que habló durante casi una hora a los seminaristas y novicios reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano con motivo de una iniciativa enmarcada en el Año de la Fe, aseguró que a los jóvenes les «asquea» ver a un cura o una monja que no es coherente.

Cuando afrontó el tema de la coherencia y la autenticidad como características tienen que tener los religiosos, el papa aseguró:

«Justamente a vosotros, jóvenes, os asquea cuando un cura o una monja no son coherentes».

EVANGELIZAR ‘CON EL EJEMPLO’

El pontífice, como ya había recordado en otras ocasiones, aseguró que los religiosos,

«como decía San Francisco, tienen queevangelizar primero con el ejemplo y luego con las palabras».

En su sermón, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos y las risas, Francisco, reiteró en varias ocasiones la necesidad de la pobreza en la Iglesia y aseguró que le

«duele cuando ve a una monja o un cura con el último modelo de coche».

«Yo sé que el coche es necesario porque hay que hacer mucho trabajo e ir de aquí a allá, pero es mejor un coche humilde si os viene la tentación de un buen coche, pensad a los niños que se mueren de hambre», agregó.

La intervención del papa se produce justo una semana después de que monseñorNunzio Scarano – conocido como ‘monseñor 500 euros’ – fuera detenido por orden de la Fiscalía de Roma bajo la acusación de fraude y de corrupción. Su arresto provocó la dimisión del director y subdirector del Banco Vaticano.

SER FELICES

El papa Francisco también abogó para que los futuros curas y monjas sean personas felices, y arrancó las risas de los presentes al explicar que

«un religioso no puede tener cara de guindilla en vinagreta».

Sobre el voto de castidad, el papa aseguró que

«no termina en el momento del voto» y que los curas y monjas pueden ser «madres y padres pastorales, de una comunidad».

El papa también criticó la que llamó,

«actual cultura de lo provisional» y que hace decir: «Yo me caso hasta que dura el amor» o «seré monja sólo por unos años».

«Esta cultura de lo provisional nos afecta a todos. En mis tiempos era más fácil porque la cultura favorita era la de lo definitivo», explicó.

El papa bromeó sobre la duración de esta audiencia al preguntar cuánto tiempo tenían a disposición y Monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo por la promoción de la nueva evangelización, contestó

«que podían estar hasta mañana».

«Pues si podemos estar hasta mañana traerles un bocadillo y una Coca-Cola a todos», continuó la broma, arrancando un aplauso y las risas de los seminaristas.

El papa también instó a los próximos curas y monjas a no hablar mal de los demás, de

dejar al lado «los cotilleos» porque son «sólo fruto de los celos y las envidias».

También les aconsejó que no «practiquen el deporte» de los curas más ancianos, el del lamentarse, y les dijo:

«No sigáis a la diosa de la Queja. Sed positivos, continuad la vida espiritual y ir a encontrar a las personas, sobre todo aquellos más desafortunados».

El papa termino pidiéndoles que recen por él porque también es «un pobre pecador».

EXTRACTO PUBLICADO POR ZENIT: LA CULTURA DE LO PROVISORIO

«Mons. Fisichella me dijo, no se si será verdadero, que todos ustedes tienen el deseo de consagrar su vida para siempre a Cristo» dijo el papa que suscitó fuertes aplausos. «Ustedes ahora aplauden porque es tiempo de bodas, pero cuando termine la luna de miel ¿qué sucederña?». Recordó que un seminarista decía «quiero servir a Cristo por diez años» y después iniciar otra vida.

«También nosotros estamos bajo la presión de la cultura del provisorio», recordó, me caso mientras dure el amor, soy monja o religioso pero no se que pasará. «Esto no va con Jesús» reiteró. Reconoció que «una elección definitiva hoy es más difícil que en mis tiempos! Porque «somos víctimas de una cultura de lo provisorio», e invitó a reflexionaran sobre como «no aceptar esta cultura».

Y sobre el tema recordó una poesía en español: «Esta tarde Señora la promesa es sincera, pero por las dudas no te olvides las llaves afuera». Y alertó que «si uno deja siempre la llave afuera no va, tenemos que aprender a cerrar la puerta desde adentro». Y recomendó que si no estoy seguro me tomo un tiempo y comunicando con Jesús, «cuando me siento seguro cierro la puerta».

LA ALEGRÍA

Comentando la alegría que se encontraba en la sala se preguntó: ¿La alegría de un seminarista nace de haber ido a bailar el fin de semana con los amigos? O se centra en el tener, por ejemplo en tener el último modelo de smart phone, o el escooter más rápido. El auto que se hace notar, «les digo verdaderamente, a mi me hace mal cuando veo a un cura o una monja con un auto último modelo. ¡No se puede!. El auto es necesario, pero uno más humilde «y si te gusta un auto lindo «piensa solamente a cuantos niños en el mundo mueren de hambre».

Precisó que la verdadera alegría no viene del tener, pero del encuentro de las relaciones con los otros, del sentirse amados y comprendidos. Porque la alegría nace de la gratuidad de un encuentro. La alegría «del encuentro con Jesús» y de «sentirse amados por Dios».

«Cuando uno se encuentra –prosiguió el santo padre– con un seminarista o una novicia demasiado triste uno piensa algo aquí no funciona, porque falta la alegría del Señor, que lleva el servicio, del encuentro de Jesús que te lleva a encontrarse con los otros» y mencionó el dicho de santa Teresa «Un santo triste es un triste santo». E invitó a no ser de esos «con cara de pepinos en vinagre».

FECUNDIDAD PASTORAL Y CELIBATO

El papa indicó: «Un cura o monja sin alegría es triste» e indicó un problema de insatisfacción. Profundizó que es un problema de celibato, porque los religiosos tienen que castos y al mismo tiempo fecundos, porque tienen que ser padres o madres de la propia comunidad.

COHERENCIA Y AUTENTICIDAD

El santo padre subrayó además la importancia de la coherencia y autenticidad, recordó como Jesús apaleaba a los hipócritas y la doble faz. «Si queremos jóvenes coherentes seamos nosotros coherentes» dijo.Hacer como san Francisco, recordó el santo padre, porque él invitaba a enseñar el evangelio, también con la palabra. O sea principalmente con la autenticidad de vida.

POBREZA

«En este mundo en que la riqueza hace tanto mal es necesario que nosotros seamos coherentes con nuestra pobreza». Cuando se ve que una institución o una parroquia piensa primero al dinero, no hace bien, es una incoherencia. Porque «es en nuestra vida que los otros tienen que leer el evangelio».

TRANSPARENCIA CON EL CONFESOR

Y el papa preguntó ¿hay aquí en el aula alguien que no haya nunca pecado? E invitó a tener transparencia con el confesor «y no tengan miedo de decir, padre he pecado». Porque «Jesús sabe la verdad y te perdona siempre pero quiere que le digas lo que Él ya sabe». Qué triste, constató, «cuando un sacerdote o monja peregrina en los confesionarios para esconder su verdad».

PREPARACIÓN EN DIVERSAS DIMENSIONES DE LA VIDA

El pontífice invitó a prepararse culturalmente «para dar razón sobre la fe y la esperanza». El contexto en el que vivimos «nos pide dar las razones, no dar nada por descontado», dijo.

VIDA COMUNITARIA

Una preparación que una las diversas dimensiones de la vida, en particular la «vida espiritual, intelectual, apostólica, la vida comunitaria». Y precisó: «Es mejor el peor seminario que ningún seminario, porque es necesario la vida comunitaria».

NO HABLAR MAL DE LOS OTROS

Recordó también las relaciones de amistad y fraternidad y del daño de los ‘chismes’ en una comunidad. Y esto en nuestro mundo clerical y religioso es común. También yo caí en eso, tantas veces y me avergüenzo de esto, no está bien, el ¿has oído? Es un infierno eso en una comunidad. Si tengo un problema con alguien se lo digo de frente y no por detrás.

Una vez una monja me dijo que había hecho la promesa al Señor de nunca hablar mal de los otros. Y si hay que decirlo hacerlo al superior. Nunca a quien no puede ayudar. Fraternidad.

Advirtió además del peligro de dos extremos: «sea el aislamiento que la disipación » y que la verdadera amistad evita esto.

DOS DIMENSIONES: TRASCENDENCIA Y EL PRÓJIMO

«Salgan ustedes para predicar el evangelio y para encontrar a Jesús» dijo. Una salida es la trascendencia y la otra es hacia los demás para anunciar a Jesús. Una sola no va.

Y recordó a madre Teresa de Calcunta que «no tenía miedo de nada», porque esa monja se arrodillaba dos horas delante del Señor».

UNA IGLESIA MÁS MISIONERA

Querría una iglesia más misionera y menos tranquila. Y recordó su emoción al saludar a religosos que están en lugares de evangelización. Den la contribución a una Iglesia fiel al camino de Jesús. No aprendan de nosotros, ese deporte que los viejos practicamos muchas veces, el del lamento, el culto de la diosa lamentación.

Y dio algunos consejos finales: Sean capaces de encontrar a las personas más desaventajadas; no tengan miedo de ir contra corriente; recen el rosario; tengan a la Virgen con ustedes en vuestra casa como el apóstol san Juan y recen también por mi, que soy un pobre pecador pero vamos adelante. Y concluyó invitando a no ser «ni solterones ni solteronas» sino a tener fecundidad apostólica.

Fuentes: Periodista Digital, Signos de estos Tiempos

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Juan Pablo II y Juan XXIII serán declarados santos a fin de año

El papa Francisco ya aprobó los milagros.

 

Francisco firmó el decreto por el cual se canonizará a Juan Pablo II y Juan XXIII y se especula que ambos será declarados santos en noviembre o diciembre de este año.

 

juan pablo ii y juan xxiii

 

También aprobó el acta de martirio de 43 sacerdotes y religiosas españoles, y el milagro para la beatificación de Mons. Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei. Y finalizó el proceso diocesano para la beatificación del cardenal vietnamita François-Xavier Nguyen Van Thuân.

LOS DOS PAPAS JUAN PABLO II Y JUAN XXIII

El Papa Francisco ha aprobado el decreto por el que canonizará a los beatos Juan Pablo II y Juan XXIII, según ha explicado el portavoz de la Oficina de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi.

Los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos aprobaron este martes el segundo milagro atribuido al beato Juan Pablo II y que abre las puertas a su canonización, según informaban fuentes vaticanas.

Aunque todavía no había confirmación oficial, las mismas fuentes barajaban la fecha del 24 de noviembre, el término de la celebración del Año de la Fe, o el 8 de diciembre, como posibles fechas para la ceremonia de canonización de Juan Pablo II.

Además, la prensa italiana ya indicaba el martes que la ceremonia de canonización de Juan Pablo II podría realizarse junto con la de Juan XXIII, conocido como el ‘Papa bueno’.

Así, el diario italiano ‘La Stampa’ señalaba este martes que «inesperadamente, los cardenales y obispos también tendrán que discutir sobre otro caso, que se ha añadido en estos últimos días, el de la canonización de Juan XXIII», el Pontífice que convocó el Concilio Vaticano II, fallecido hace 50 años y cuya beatificación se produjo en el año 2000.

En esta línea, precisaba que este cambio «no previsto» demuestra «la voluntad para celebrar juntas» las dos ceremonias de canonización y señala que Wojtyla y Roncalli,

«podrían ser santificados es diciembre de 2013, inmediatamente después de que termine el Año de la Fe, dado que la hipótesis inicial de octubre parece cada vez menos plausible por la falta de tiempo y por problemas de organización».

Karol Wojtyla fue beatificado el 1 de mayo de 2011, tras aprobarse un primer milagro con la firma del ahora Papa emérito Benedicto XVI. En aquella ocasión, se trató de la curación, dos meses después de su muerte, de la monja francesa Marie Simon Pierre, que padecía desde 2001 la enfermedad de Parkinson, la misma que sufrió Juan Pablo II en sus últimos años.

Por su parte, Juan XXIII fue beatificado por Juan Pablo II en septiembre de 2000, durante el Jubileo, en la misma celebración de la beatificación de Pío IX. En aquella ocasión, el milagro aprobado para su beatificación la curación de sor Caterina Capitani en 1966.

El Papa Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II y murió mientras el Concilio seguía su curso, muchos obispos propusieron proclamar al ‘Papa bueno’ santo por aclamación, pero su sucesor, Pablo VI, prefirió seguir las vías canónicas, por lo que se puso en marcha un proceso canónico y después fue beatificado con su predecesor Pío XII.

Además de aprobar los decretos para la canonización de los beatos Juan Pablo II y Juan XXIII, el Papa Francisco también promulgó el acta de martirio de 42 sacerdotes y religiosas españoles que murieron por odio a la fe, y el acta que reconoce el milagro atribuido a la intercesión del Siervo de Dios Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría Escrivá.

LOS 42 MÁRTIRES

Los 42 mártires se dividen en cuatro grupos y se unirán a la causa de los 480 mártires a ser beatificados el 13 de octubre en Tarragona (España).

Las actas de martirio aceptadas por Francisco son las del siervo de Dios José Guardiet y Pujol, sacerdote diocesano, nacido en Manlleu (España), y que murió el 3 de agosto de 1936 por odio a la fe. El Siervo de Dios Mauricio Íñiguez de Heredia y 23 compañeros mártires de la Orden de San Juan de Dios que fueron asesinados entre 1936 y 1937.

El Siervo de Dios Fortunato Velasco Tobar y 13 compañeros mártires de la Congregación de la Misión, que murieron entre 1934 y 1936; y la Sierva de Dios María Asunta y dos compañeras mártires, religiosas de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Madre del Divino Pastor, que fueron asesinadas en 1936.

MONSEÑOR ÁLVARO DEL PORTILLO

También ha aprobado otro milagro atribuido a la intercesión del Venerable Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría al frente del Opus Dei.

Para el obispo Javier Echevarría Prelado del Opus Dei estos informes son

«una fuente de gran alegría y una feliz coincidencia.» 

«Juan Pablo II – dijo el prelado -, ha invertido generosamente y sin reservas al servicio de la humanidad. Nos acercó a Dios con su magisterio fecundo: a través de sus discursos, escritos, imágenes y muchos gestos llenos de significado. Toda su vida se basa en una unión íntima con Jesucristo: fue suficiente para ver cómo él oró para comprender la fecundidad de su ministerio» 

El milagro aprobado por la Santa Sede por intercesiónm de Portillo se refiere a la curación instantánea del niño chileno José Ignacio Ureta Wilson, que, pocos días después del nacimiento, sufrió un paro cardíaco de más de media hora, y sangrado severo. Sus padres oraron con mucha fe a través de la intercesión del obispo Alvaro del Portillo, y cuando los médicos pensaban que el bebé estaba muerto, sin ningún tratamiento adicional y de forma inesperada, el corazón del recién nacido comenzó a latir de nuevo, para llegar a 130 latidos por minuto. A pesar de la gravedad del cuadro clínico, diez años después de José Ignacio vive una vida normal. La curación milagrosa se llevó a cabo en agosto de 2003.

El proceso de beatificación se abrió el 5 de marzo de 2004 y su primera fase se desarrolló en la diócesis de Roma -ciudad en la que vivió casi 50 años y murió en 1994- y en la Prelatura del Opus Dei.

EL CARDENAL VAN THUÂN HACIA LOS ALTARES

También este viernes concluyó la fase diocesana del proceso de beatificación del cardenal vietnamita François-Xavier Nguyen Van Thuân (1928 – 2002).

Obispo de Nha Trang y después consagrado arzobispo de Saigon, pocos días antes de que las tropas del general Ho Chi Ninh conquistaran la capital de Vietnam del Sur, Van Thuân fue durante 13 años uno de los prisioneros del régimen comunista; después habría sido exiliado. En el Vaticano, Van Thuân fue secretario y después presidente del Pontificio Consejo “Justicia y Paz”; Juan Pablo II lo creó cardenal y murió en 2002.

“La mayor ambición del cardenal Van Thuân, educador de su gente –dijo el cardenal Peter Appiah Turkson, presidente del dicasterio vaticano, durante la presentación del volumen–, era la de ser (como, por lo demás pretendía la Madre Teresa de Calcuta) un “lápiz en manos de Dios”, para que Él escribiera lo que quisiera”.

Según monseñor Mario Toso, secretario del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” ante la crisis de la representación y de la política a nivel global, Van Thuan elaboró respuestas muy semejantes a las del cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco.

“En momentos de fuertes contrastes sociales y de degradación política […] los más fuertes son propensos a ver a los más débiles como vida de deshecho, tal y como ha recordado recientemente Papa Francisco”, indicó.

Y, qué mejor ejemplo de respuesta a esta cultura que el ejemplo del cardenal vietnamita, que,

“aún siendo prisionero, en condiciones de pobreza y de restricciones de su libertad, no perdió el ánimo, no se abandonó al odio hacia sus carceleros […] Mientras era “reeducado” por la fuerza, él educaba con otro método a sus enemigos. Los guardias se convirtieron en sus alumnos”.

 Fuentes: Vatican Insider, ACI Prensa, Korazym, Signos de estos Tiempos 

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Salió a luz la encíclica “Lumen Fidei”, escrita por los dos papas

Del papa Francisco y el papa Emérito Benedicto XVI.

 

Se publicó como estaba previsto la encíclica “Lumen Fidei”, La Luz de la Fe, escrita a 4 manos entre Francisco y Benedicto XVI.  Es la primera encíclica firmada por el Papa Francisco y se suma a las encíclicas de Benedicto XVI sobre la caridad y la esperanza y asume el «valioso trabajo» realizado por el Papa emérito, que ya había «prácticamente completado» la encíclica sobre la fe. A este «primera redacción» el Santo Padre Francisco agrega ahora «algunas aportaciones».

 

ITALY-VATICAN-POPE-FRANCIS-BENEDICT XVI

 

Publicamos a continuación una amplia síntesis “Lumen Fidei”, publicada hoy, 5 de julio de 2013 y fechada el 29 de junio del mismo año.

LA INTRODUCCIÓN (NO. 1-7) DE LA LF ILUSTRA LOS MOTIVOS EN QUE SE BASA EL DOCUMENTO

En primer lugar, recuperar el carácter de luz propio de la fe, capaz de iluminar toda la existencia del hombre, de ayudarlo a distinguir el bien del mal, sobre todo en una época como la moderna, en la que el creer se opone al buscar y la fe es vista como una ilusión, un salto al vacío que impide la libertad del hombre. En segundo lugar, la LF – justo en el Año de la Fe, 50 años después del Concilio Vaticano II, un «Concilio sobre la Fe» – quiere reavivar la percepción de la amplitud de los horizontes que la fe abre para confesarla en la unidad y la integridad. La fe, de hecho, no es un presupuesto que hay que dar por descontado, sino un don de Dios que debe ser alimentado y fortalecido. «Quien cree ve», escribe el Papa, porque la luz de la fe viene de Dios y es capaz de iluminar toda la existencia del hombre: procede del pasado, de la memoria de la vida de Jesús, pero también viene del futuro porque nos abre vastos horizontes.

EL PRIMER CAPÍTULO (8-22): HEMOS CREÍDO EN EL AMOR (1 JN 4, 16)

En referencia a la figura bíblica de Abraham, la fe en este capítulo se explica como «escucha» de la Palabra de Dios, «llamada» a salir del aislamiento de su propio yo , para abrirse a una nueva vida y «promesa» del futuro, que hace posible la continuidad de nuestro camino en el tiempo, uniéndose así fuertemente a la esperanza. La fe también se caracteriza por la «paternidad», porque el Dios que nos llama no es un Dios extraño, sino que es Dios Padre, la fuente de bondad que es el origen de todo y sostiene todo. En la historia de Israel, lo contrario de la fe es la idolatría, que dispersa al hombre en la multiplicidad de sus deseos y lo «desintegra en los múltiples instantes de su historia», negándole la espera del tiempo de la promesa. Por el contrario, la fe es confiarse al amor misericordioso de Dios, que siempre acoge y perdona, que endereza «lo torcido de nuestra historia», es disponibilidad a dejarse transformar una y otra vez por la llamada de Dios «es un don gratuito de Dios que exige la humildad y el valor de fiarse y confiarse, para poder ver el camino luminoso del encuentro entre Dios y los hombres, la historia de la salvación.» (n. 14) Y aquí está la «paradoja» de la fe: el volverse constantemente al Señor hace que el hombre sea estable, y lo aleja de los ídolos.

La LF se detiene, después, en la figura de Jesús, el mediador que nos abre a una verdad más grande que nosotros, una manifestación del amor de Dios que es el fundamento de la fe «precisamente en la contemplación de la muerte de Jesús la fe se refuerza», porque Él revela su inquebrantable amor por el hombre. También en cuanto resucitado Cristo es «testigo fiable», «digno de fe”, a través del cual Dios actúa realmente en la historia y determina el destino final. Pero hay «otro aspecto decisivo» de la fe en Jesús: «La participación en su modo de ver». La fe, en efecto, no sólo mira a Jesús, sino que también ve desde el punto de vista de Jesús, con sus ojos. Usando una analogía, el Papa explica que, como en la vida diaria, confiamos en «la gente que sabe las cosas mejor que nosotros» – el arquitecto, el farmacéutico, el abogado – también en la fe necesitamos a alguien que sea fiable y experto en «las cosas de Dios» y Jesús es «aquel que nos explica a Dios.» Por esta razón, creemos a Jesús cuando aceptamos su Palabra, y creemos en Jesús cuando lo acogemos en nuestras vidas y nos confiamos a él. Su encarnación, de hecho, hace que la fe no nos separe de la realidad, sino que nos permite captar su significado más profundo. Gracias a la fe, el hombre se salva, porque se abre a un Amor que lo precede y lo transforma desde su interior. Y esta es la acción propia del Espíritu Santo: «El cristiano puede tener los ojos de Jesús, sus sentimientos, su condición filial, porque se le hace partícipe de su Amor, que es el Espíritu» (n. 21). Fuera de la presencia del Espíritu, es imposible confesar al Señor. Por lo tanto, «la existencia creyente se convierte en existencia eclesial», porque la fe se confiesa dentro del cuerpo de la Iglesia, como «comunión real de los creyentes.» Los cristianos son «uno» sin perder su individualidad y en el servicio a los demás cada uno gana su propio ser. Por eso, «la fe no es algo privado, una concepción individualista, una opinión subjetiva», sino que nace de la escucha y está destinada a pronunciarse y a convertirse en anuncio.

EL SEGUNDO CAPÍTULO (23-36): SI NO CREÉIS, NO COMPRENDERÉIS (IS 07, 09)

El Papa demuestra la estrecha relación entre fe y verdad, la verdad fiable de Dios, su presencia fiel en la historia. «La fe, sin verdad, no salva – escribe el Papa – Se queda en una bella fábula, la proyección de nuestros deseos de felicidad.» Y hoy, debido a la «crisis de verdad en que nos encontramos», es más necesario que nunca subrayar esta conexión, porque la cultura contemporánea tiende a aceptar solo la verdad tecnológica, lo que el hombre puede construir y medir con la ciencia y lo que es «verdad porque funciona», o las verdades del individuo, válidas solo para uno mismo y no al servicio del bien común. Hoy se mira con recelo la «verdad grande, la verdad que explica la vida personal y social en su conjunto», porque se la asocia erróneamente a las verdades exigidas por los regímenes totalitarios del siglo XX. Esto, sin embargo, implica el «gran olvido en nuestro mundo contemporáneo», que – en beneficio del relativismo y temiendo el fanatismo – olvida la pregunta sobre la verdad, sobre el origen de todo, la pregunta sobre Dios. La LF subraya el vínculo entre fe y amor, entendido no como «un sentimiento que va y viene», sino como el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da nuevos ojos para ver la realidad. Si, pues, la fe está ligada a la verdad y al amor, entonces «amor y verdad no se pueden separar», porque sólo el verdadero amor resiste la prueba del tiempo y se convierte en fuente de conocimiento. Y puesto que el conocimiento de la fe nace del amor fiel de Dios, «verdad y fidelidad van juntos». La verdad que nos abre la fe es una verdad centrada en el encuentro con el Cristo encarnado, que, viniendo entre nosotros, nos ha tocado y nos ha dado su gracia, transformando nuestros corazones.

Aquí el Papa abre una amplia reflexión sobre el «diálogo entre fe y razón», sobre la verdad en el mundo de hoy, donde a menudo viene reducida a la «autenticidad subjetiva», porque la verdad común da miedo, se identifica con la imposición intransigente de los totalitarismo. En cambio, si la verdad es la del amor de Dios, entonces no se impone con la violencia, no aplasta al individuo. Por esta razón, la fe no es intransigente, el creyente no es arrogante. Por el contrario, la verdad vuelve humildes y conduce a la convivencia y el respeto del otro. De ello se desprende que la fe lleva al diálogo en todos los ámbitos: en el campo de la ciencia, ya que despierta el sentido crítico y amplía los horizontes de la razón, invitándonos a mirar con asombro la Creación; en el encuentro interreligioso, en el que el cristianismo ofrece su contribución; en el diálogo con los no creyentes que no dejan de buscar, que «intentan vivir como si Dios existiese», porque «Dios es luminoso, y se deja encontrar por aquellos que lo buscan con sincero corazón». «Quién se pone en camino para practicar el bien – afirma el Papa – se acerca a Dios». Por último, la LF habla de la teología y afirma que es imposible sin la fe, porque Dios no es un mero «objeto», sino que es Sujeto que se hace conocer. La teología es participación del conocimiento que Dios tiene de sí mismo; se desprende que debe ponerse al servicio de la fe de los cristianos y que el Magisterio de la Iglesia no es un límite a la libertad teológica, sino un elemento constitutivo porque garantiza el contacto con la fuente original, con la Palabra de Cristo.

EL TERCER CAPÍTULO (37-49): TRANSMITO LO QUE HE RECIBIDO (1 CO 15, 03)

Todo el capítulo se centra en la importancia de la evangelización: quien se ha abierto al amor de Dios, no puede retener este regalo para sí mismo, escribe el Papa: La luz de Jesús resplandece sobre el rostro de los cristianos y así se difunde, se transmite bajo la forma del contacto, como una llama que se enciende de la otra, y pasa de generación en generación, a través de la cadena ininterrumpida de testigos de la fe. Esto comporta el vínculo entre fe y memoria, porque el amor de Dios mantiene unidos todos los tiempos y nos hace contemporáneos a Jesús. Por otra parte, se hace «imposible creer cada uno por su cuenta», porque la fe no es «una opción individual», sino que abre el yo al «nosotros» y se da siempre «dentro de la comunión de la Iglesia». Por esta razón, «quien cree nunca está solo»: porque descubre que los espacios de su «yo» se amplían y generan nuevas relaciones que enriquecen la vida.

Hay, sin embargo, un «medio particular» por el que la fe se puede transmitir: son los Sacramentos, en los que se comunica «una memoria encarnada.» El Papa cita en primer lugar el Bautismo – tanto de niños como de adultos, en la forma del catecumenado – que nos recuerda que la fe no es obra del individuo aislado, un acto que se puede cumplir solos, sino que debe ser recibida, en comunión eclesial . «Nadie se bautiza a sí mismo», dice la LF. Además, como el niño que tiene que ser bautizado no puede profesar la fe él solo, sino que debe ser apoyado por los padres y por los padrinos, se sigue «la importancia de la sinergia entre la Iglesia y la familia en la transmisión de la fe.» En segundo lugar, la Encíclica cita la Eucaristía, «precioso alimento para la fe», «acto de memoria, actualización del misterio» y que «conduce del mundo visible al invisible,» enseñándonos a ver la profundidad de lo real. El Papa recuerda después la confesión de la fe, el Credo, en el que el creyente no sólo confiesa la fe, sino que se ve implicado en la verdad que confiesa; la oración, el Padre Nuestro, con el que el cristiano comienza a ver con los ojos de Cristo; el Decálogo, entendido no como «un conjunto de preceptos negativos», sino como «un conjunto de indicaciones concretas» para entrar en diálogo con Dios, «dejándose abrazar por su misericordia», «camino de la gratitud» hacia la plenitud de la comunión con Dios . Por último, el Papa subraya que la fe es una porque uno es «el Dios conocido y confesado», porque se dirige al único Señor, que nos da la «unidad de visión» y «es compartida por toda la Iglesia, que forma un solo cuerpo y un solo Espíritu». Dado, pues, que la fe es una sola, entonces tiene que ser confesada en toda su pureza e integridad, «la unidad de la fe es la unidad de la Iglesia»; quitar algo a la fe es quitar algo a la verdad de la comunión. Además, ya que la unidad de la fe es la de un organismo vivo, puede asimilar en sí todo lo que encuentra, demostrando ser universal, católica, capaz de iluminar y llevar a su mejor expresión todo el cosmos y toda la historia. Esta unidad está garantizada por la sucesión apostólica.

EL CAPÍTULO CUARTO (N. 50-60): DIOS PREPARA UNA CIUDAD PARA ELLOS (HB 11, 16)

Este capítulo explica la relación entre la fe y el bien común, lo que conduce a la formación de un lugar donde el hombre puede vivir junto con los demás. La fe, que nace del amor de Dios, hace fuertes los lazos entre los hombres y se pone al servicio concreto de la justicia, el derecho y la paz. Es por esto que no nos aleja del mundo y no es ajena al compromiso concreto del hombre contemporáneo. Por el contrario, sin el amor fiable de Dios, la unidad entre todos los hombres estaría basada únicamente en la utilidad, el interés o el miedo. La fe, en cambio, capta el fundamento último de las relaciones humanas, su destino definitivo en Dios, y las pone al servicio del bien común. La fe «es un bien para todos, un bien común», no sirve únicamente para construir el más allá, sino que ayuda a edificar nuestras sociedades, para que avancen hacia el futuro con esperanza.

La encíclica se centra, después, en los ámbitos iluminados por la fe: en primer lugar, la familia fundada en el matrimonio, entendido como unión estable de un hombre y una mujer. Nace del reconocimiento y de la aceptación de la bondad de la diferenciación sexual y, fundada sobre el amor en Cristo, promete «un amor para siempre» y reconoce el amor creador que lleva a generar hijos. Después los jóvenes: aquí el Papa cita las Jornadas Mundiales de la Juventud, en las que los jóvenes muestran «la alegría de la fe» y el compromiso de vivirla de un modo firme y generoso. «Los jóvenes aspiran a una vida grande – escribe el Papa -. El encuentro con Cristo da una esperanza sólida que no defrauda. La fe no es un refugio para personas pusilánimes, sino que ensancha la vida». Y en todas las relaciones sociales: haciéndonos hijos de Dios, de hecho, la fe da un nuevo significado a la fraternidad universal entre los hombres, que no es mera igualdad, sino la experiencia de la paternidad de Dios, comprensión de la dignidad única de la persona singular. Otra área es la de la naturaleza: la fe nos ayuda a respetarla, a «buscar modelos de desarrollo que no se basen únicamente en la utilidad y el provecho, sino que consideren la creación como un don»; nos enseña a encontrar las formas justas de gobierno, en las que la autoridad viene de Dios y está al servicio del bien común; nos ofrece la posibilidad del perdón que lleva a superar los conflictos. «Cuando la fe se apaga, se corre el riesgo de que los fundamentos de la vida se debiliten con ella», escribe el Papa, y si hiciéramos desaparecer la fe en Dios de nuestras ciudades, se debilitaría la confianza entre nosotros y quedaríamos unidos sólo por el miedo. Por esta razón no debemos avergonzarnos de confesar públicamente a Dios, porque la fe ilumina la vida social. Otro ámbito iluminado por la fe es el del sufrimiento y la muerte: el cristiano sabe que el sufrimiento no puede ser eliminado, pero que le puede dar sentido, puede convertirlo en acto de amor, de entrega confiada en las manos de Dios, que no nos abandona, y ser así «etapa de crecimiento en la fe y el amor». Al hombre que sufre, Dios no le da un racionamiento que explique todo, sino que le responde con una presencia que acompaña, que abre un un resquicio de luz en la oscuridad. En este sentido, la fe está unida a la esperanza. Y aquí el Papa hace un llamamiento: «No nos dejemos robar la esperanza, no permitamos que la banalicen con soluciones y propuestas inmediatas que obstruyen el camino.»

CONCLUSIÓN (N º 58-60): BIENAVENTURADA LA QUE HA CREÍDO (LC 1, 45)

Al final de la LF, el Papa nos invita a mirar a María, «icono perfecto» de la fe, porque, como Madre de Jesús, ha concebido «fe y alegría.» A Ella se alza la oración del Papa para que ayude la fe del hombre, nos recuerde que aquellos que creen nunca están solos, y que nos enseñe a mirar con los ojos de Jesús.

Puede leerse la encíclica completa y bajarse en este link

Fuentes: VIS News, Signos de estos Tiempos

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El inusual ecumenismo del Papa Prancisco

Distinto al de Benedicto XVI.

 

El ecumenismo que sostiene Francisco es el del diálogo y de los encuentros, sin que cada uno se aleje de la denominación donde comenzó y se crió.

 

papa francisco y primado welby

 

Él piensa que cada iglesia tiene un perfil y una cultura especial que enriquece al conjunto y que se debería mantener, por eso considera al Ordinariato Anglicano en la Iglesia Católica innecesario.

Cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa, George David, un sacerdote anglicano, rector de la Catedral anglicana San Juan de Buenos Aires, se regocijó. Y confió su entusiasmo a un comentario sobre la revista católica Criterio, ver aquí.

También se mostró entusiasmado Greg Venables, obispo anglicano de Argentina, que ha confiado su reflexión a las páginas inglesas del Telegraph, ver aquí. Y así, como explicó David que

«todo el tiempo cuando era arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Bergoglio apoyó la reconciliación entre las diferentes tradiciones cristianas en un espíritu de humildad y respeto,»

Venables le confió al Daily Telegraph que el Cardenal le había criticado a él personalmente el Ordinariato anglicano de la Iglesia Católica, porque – explicó –

«no habría necesidad de que los anglicanos que quieren tener mejores relaciones con sus homólogos católicos abandonen su Iglesia.»

También hubo un debate sobre el fondo en la reunión entre el primado anglicano Justin Welby y Papa Francesco. El discurso del Papa Francisco también tuvo un toque personal del Papa:

«Estoy muy agradecido, por el sincero esfuerzo que la Iglesia de Inglaterra ha demostrado para comprender las razones que llevaron a mi predecesor, el Papa Benedicto XVI, para ofrecer una estructura canónica capaz de responder a las demandas de los grupos de anglicanos que han pedido ser recibidos corporativamente en la Iglesia Católica: Estoy seguro de que esto permitirá entender y apreciar mejor en el mundo católico las tradiciones espirituales, litúrgicas y pastorales que componen el patrimonio anglicano».

El ecumenismo de Bergoglio es un ecumenismo hecho de encuentros, gran apertura y poca formalidad. Una característica muy apreciada en América del Sur, donde el sacerdote es percibido como algo distante de la sociedad, e incluso el cardenal algo divorciado de la realidad.

También es cierto que la situación de los anglicanos en Argentina es diferente de la que se percibe en Europa. Argentina se encuentra en la Provincia Anglicana del Cono Sur, que tiene una característica peculiar: es una de las mayores provincias anglicanas por extensión y una de las más pequeñas en el número de miembros: son cerca de 30.000, con 300 congregaciones. Argentina es entonces un territorio en el que el diálogo ecuménico e interreligioso está muy desarrollado, es practicamente natural. Y el modelo de Bergoglio es el de un diálogo en el que nadie se sienta incómodo.

Más que un modelo, un estilo de vida. Por lo tanto, en lugar de una estructura como el ordinariato anglicano que de alguna manera le da una estructura paraguas a los que quieran convertir, Jorge Mario Bergoglio pensaba en su lugar, buscar la unidad ecuménica en la cual nadie debe salir de la «casa» donde se crió.

El obispo Venables ha dicho claramente al Telegraph:

«Una vez – dijo – Bergoglio me invitó a desayunar con él y me dijo muy claramente que el Ordinariato anglicano era totalmente innecesario, y que la Iglesia nos necesita como anglicanos».

También en la Iglesia Luterana, el Papa Francesco puede confiar en un amigo de confianza. Primero fue sacerdote católico, ahora es un pastor luterano. Su nombre es Manuel Acuña, y se le conoce por muchos como el exorcista de confianza de Bergoglio. Entrenado en Tierra Santa, parece que Bergoglio enviaría extraoficialmente a los fieles que llamen a su puerta en busca de ayuda, porque para poder recibir el permiso del Vaticano para proceder a un exorcismo llevaría demasiado tiempo. Él prefiere no hablar de ello, y no niega que él ha ayudado a la Iglesia Católica Argentina para resolver los casos más urgentes. Con cerca de 500 demonios expulsados en su curriculum, fue nombrado embajador protestante ante la Santa Sede, donde llegó llevando la cruz pectoral que le regaló el Papa

Dijeron que estuvo orando con el Papa Francesco  media hora por la unidad de los cristianos, como más tarde contó en la audiencia general toda dedicada al ecumenismo.

En el año de los cinco patriarcas, ¿el estilo de Bergoglio será capaz de hacer un gran avance en el diálogo ecuménico?

Fuentes: Korazym, Signos de estos Tiempos

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La coherencia de Francisco de lo que dice con sus actos

Habla de los pobres y realiza el gesto de invitarlos a cenar.

 

Francisco dijo ayer miércoles que «hay que besar con ternura las llagas de Jesús en nuestros hermanos hambrientos, pobres, enfermos y en los que están en la cárcel». Y el lunes, unas doscientas personas en dificultad, entre mendigos y nuevos pobres habían sido invitadas a cenar en los jardines del Vaticano, a los pies de la gruta de Lourdes.

 

misa de francisco en santa marta

 

La cena la organizó el Círculo de San Pedro, y es realizada por primera vez en el Vaticano. Pero anteriormente Franncisco celebró el “lavatorio de pies” de Semana Santa en una cárcel para jóvenes, de modo que no es una casualidad la coherencia de palabra y actos.

PARA TOCAR AL DIOS VIVO HAY QUE BESAR LAS LLAGAS DE JESÚS EN LOS POBRES Y HAMBRIENTOS

En la homilía de la Misa que presidió ayer de mañana en la Casa Santa Marta en la fiesta de Santo Tomás Apóstol, el Papa Francisco precisó que:

«Jesús nos dice que la manera de encontrarle es encontrando sus llagas, y las llagas de Jesús las encuentras con las obras de misericordia, dando al cuerpo y al alma, sobre todo al cuerpo de tu hermano llagado, porque tiene hambre, porque tiene sed, porque está desnudo, porque está humillado, porque es un esclavo, porque está en la cárcel, porque está en el hospital. Esas son las llagas de Jesús hoy».

Y Jesús, continuó el Pontífice,

«nos invita a dar un acto de fe, en Él, pero a través de estas llagas. ¡Vale, muy bien! ¡Hagamos una fundación para ayudar a todo el mundo y hacer tantas cosas buenas! Eso es importante, pero si nos quedamos en este nivel seremos sólo filantrópicos».

«Tenemos que tocar las llagas de Jesús, debemos acariciar las llagas de Jesús, tenemos que curar las llagas de Jesús con ternura, tenemos que besar las llagas de Jesús, y esto literalmente. Pensemos, ¿qué pasó con San Francisco, cuando abrazó al leproso? Lo mismo que a Tomás, que su vida cambió».

El Papa dijo para concluir que,

«para tocar al Dios vivo no hay necesidad de hacer un curso de actualización, sino entrar en las llagas de Jesús, y para ello basta salir a la calle. Pidamos a Santo Tomás a gracia de tener el coraje para entrar en las llagas de Jesús con nuestra ternura y seguramente tendremos la gracia de adorar al Dios vivo».

UNA CENA EN EL VATICANO PARA LOS POBRES DE ROMA

El lunes por la noche. Unas doscientas personas en dificultad, entre mendigos y nuevos pobres fueron invitados a cenar en los jardines del Vaticano, a los pies de la gruta de Lourdes.

El cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Gobierno de la Ciudad del Vaticano les dio el bienvenido en nombre del papa Francisco y bendijo la cena.

“Como saben -dijo el cardenal Bertello- esta es su casa y con alegría les recibimos. La Virgen, delante de nosotros nos mira con serenidad. Es la misma mirada que les deseo a todos ustedes y a quienes les cuidan con tanto amor”.

Además de algunos mendigos, también personas que sufren la llamada nueva pobreza. Gente que hasta hace poco tiempo atrás tenía una cierta estabilidad y se encontraron pobres por algún evento inesperado, un accidente, un divorcio, la pérdida del trabajo, etc.

El ambiente era muy bonito, con las mesas y sombrillas blancas, en la explanada que está a los píes de la gruta de Lourdes, muy cerca de dónde el papa emérito Benedicto XVI vive retirado. La cena fue al atardecer del verano de Roma, de manera que aún había luz natural.

Lo organizó el Círculo de San Pedro, y fue por primera vez en el Vaticano. Ya dos años atrás los laicos de este círculo habían preparado otra cena en San Juan de Letrán con la presencia del cardenal Angelo Sodano.

Su eminencia, el príncipe Leopoldo Torlonia y el asistente eclesiástico del Círculo de San Pedro, Mons. Franco Camaldo, sirvieron en las diversas mesas, junto a un centenar de miembros del Círculo. Durante el evento parte de la banda de la Gendarmería del Vaticano amenizaba la velada tocando música.

“Hubo un primer plato; un segundo con carne que pudiera ser comida también por personas de otras religiones; un postre, un espumante para el brindis. Había también unas bolsitas con fruta para que se llevaran, además de un regalo que contenía dulces” precisó nuestro entrevistado.

Otro de los presentes recordó que en el menú había “granos Lorraine al alcaucil; rigatones a la sorrentina; ternera con espinaca y queso, verduras pasadas, agua y jugo de naranja. Y de postre tarta de fruta, con un espumante italiano”.

Para el Círculo de San Pedro dar de comer a los necesitados es algo habitual.

“Nosotros todos los días en nuestras tres cocinas económicas damos de comer a quienes se presentan. No preguntamos ni nacionalidad, ni religión ni nada. Se presentan con un bono que nosotros distribuimos a las parroquias” indicó uno de los organizadores.

“Estas personas fueron elegidas en cuanto huéspedes de nuestras cocinas económicas y de un nuestro centro de escucha multifuncional. Con cuatro autobuses los hemos recogidos desde cuatro puntos diversos de la ciudad y hacia las 10 de la noche fueron llevados hacia los mismos”. Y aunque no era una fábula, el banquete terminó antes de media noche.

Fuentes: Zenit, ACI Prensa, Signos de estos Tiempos 

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Escándalo a punto de explotar con el nuevo “hombre de confianza” de Francisco en el Banco Vaticano

El Papa se ha fiado de la persona equivocada.

 

El papa Francisco nombró el 15 de junio a monseñor Mario Battista Ricca como «prelado» del IOR, o sea una persona de absoluta confianza en un rol clave, con el poder de acceder a todas las acciones y documentos y de participar en todas las reuniones de la junta del banco vaticano.

 

Monseñor Mario Battista Ricca

 

Pero algunos de los nuncios que se reunieron con el Papa el 21 y 22 de junio le informaron de que Battista Ricca había protagonizado algunos comportamientos inadecuados entre 1999 y 2001 cuando estuvo destinado en la nunciatura del Vaticano en Montevideo, y a raíz de los nuevos datos, el Papa “ha llegado a la conclusión, gracias a varias fuentes fuera de toda duda, que se ha fiado de la persona equivocada”.

El vaticanista italiano Sandro Magister informa que una de las personas escogidas por el Papa Francisco para hacer limpieza puede no ser merecedor de confianza. Antes de nombrar la comisión investigadora que preside el cardenal italiano Renato Farina y coordina el arzobispo español Juan Ignacio Arrieta, el Santo Padre nombró el pasado 15 de junio como nuevo prelado del IOR al monseñor italiano Battista Ricca, de 57 años y con fama de incorruptible.

Ricca es un diplomático del Vaticano, pero el Papa le conocía por su cargo de director de la Casa Santa Marta, donde permanece alojado desde marzo, y también de la residencia sacerdotal cercana a Piazza Navona en la que vivía antes del comienzo del Cónclave.

Según Sandro Magister, algunos de los nuncios que se reunieron con el Papa el 21 y 22 de junio le informaron de que Battista Ricca había protagonizado algunos comportamientos inadecuados entre 1999 y 2001 cuando estaba destinado en la nunciatura del Vaticano en Montevideo. A raíz de los nuevos datos, el Papa «ha llegado a la conclusión, gracias a varias fuentes fuera de toda duda, que se ha fiado de la persona equivocada».

Si la información del vaticanista Sandro Magister es correcta, el problema es serio pues el prelado del IOR es una especie de delegado del Papa que trabaja tanto con el Consejo de Supervisión, formado por cinco banqueros, como con la Comisión Cardenalicia, formada por cinco cardenales.

El prelado del IOR es el «hombre de confianza» situado en el puesto clave, donde se cruzan todos los hilos de la supervisión. Si Battista Ricca no merece esa confianza, los problemas del banco se multiplican.

EL INFORME DE SANDRO MAGISTER

En cuanto al escándalo que está a punto de explotar, respecto al nuevo «prelado» del IOR, debe decirse que el primero en sentirse herido – ya desde ahora – es precisamente el papa Francisco.

Jorge Mario Bergoglio nombró el 15 de junio pasado a monseñor Battista Ricca, de 57 años de edad, «prelado» del IOR precisamente para colocar en el interior del Instituto una persona de absoluta confianza en un rol clave. Con el poder que le conceden los estatutos de acceder a todas las acciones y a los documentos y de participar en las reuniones, tanto de la Comisión cardenalicia de Vigilancia, como del Consejo de Superintendencia, es decir, de la junta del «banco» vaticano.

Ricca presta servicio diplomático en la Secretaría de Estado. Pero se ganó la confianza del Papa sobre todo por la familiaridad de las relaciones entrecruzadas con él en cuanto director de la Domus Sanctae Marthae – donde Francisco decidió habitar – y de otras dos residencias para sacerdotes y obispos que pasan por Roma, entre ellas la de via della Scrofa en la que Bergoglio acostumbraba alojarse cuando era cardenal.

Al dar la noticia de su nombramiento como «prelado» del IOR, los medios de comunicación de todo el mundo han estado de acuerdo en referirla personalmente al Papa y en atribuirle al personaje una fama de «incorruptible», de hombre adecuado para «hacer limpieza».

Pero en el transcurso de su carrera diplomática, cuando estaba en servicio en el exterior, Ricca dejó detrás de sí antecedentes de distinto signo.

Luego de haber prestado servicio en el lapso de una década en Congo, en Argelia, en Colombia y en Suiza, a fines de 1999 se encuentra trabajando en Uruguay con el nuncio Janusz Bolonek, polaco, hoy representante pontificio en Bulgaria. Pero estuvo a su lado poco más de un año. En el 2001 Ricca fue trasladado a la nunciatura de Trinidad y Tobago, para ser llamado después al Vaticano.

El agujero negro, en la historia personal de Ricca, es el del año transcurrido por él en Montevideo, en la orilla norte del Río de la Plata, frente a Buenos Aires.

Lo que provocó la ruptura con el nuncio Bolonek y su brusca transferencia se resume en dos expresiones utilizadas por quien ha indagado discretamente en Uruguay sobre el caso: «poder rosa» y «conducta escandalosa».

El papa Francisco estaba totalmente a oscuras respecto a este antecedente, cuando nombró a Ricca prelado del IOR.

Pero en la segunda mitad de junio, con todos los nuncios reunidos en Roma y que se encontraron con él en persona – también durante el concierto en su honor al que no asistió, el 22 de ese mes -, llegó a convencerse, gracias no a una sino a muchas fuentes concluyentes, que había puesto su confianza en la persona equivocada.

Dolor, gratitud a quienes le abrieron los ojos, voluntad de remediarlo: estos son los sentimientos expresados a viva voz por el Papa, durante estos coloquios.

Ricca, enterado de lo que se dice de él en Uruguay, pidió y obtuvo un encuentro con Francisco, para defenderse y acusar.

Pero el Papa parece decidido a actuar basado en las informaciones recibidas. Quizás más pronto de lo previsto, porque en Uruguay el escándalo parece próximo a explotar públicamente.

Fuentes: Sandro Magister, Religión Digital, Signos de estos Tiempos

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Tres ideas centrales en la prédica del papa Francisco

La catequesis para la vida diaria.

 

Francisco tiene el perfil de un cura de pueblo, que con lenguaje sencillo e imágenes comunica las ideas que quiere hacer llegar.

 

el papa francisco tomando mate

 

Sus homilías son una verdadera y profunda catequesis para la vida, en la mejor tradición rabínica, preocupara por ”aterrizar” la doctrina a los problemas de la vida diaria.

En las últimas prédicas habló de la valentía necesaria para rezar con insistencia al Señor, de oir nuestra conciencia, que es el espacio privilegiado donde nos comunicamos con Dios, y que no debemos tener prejuicio de huir ante la tentación y el pecado, porque somos débiles y podemos caer.

TENER VALENTÍA PARA REZAR CON INSISTENCIA

“Si quieres que el Señor dé una gracia, debes ir con valentía y hacer lo que hizo Abraham, con esa insistencia” con la que “negociaba” la salvación de Sodoma “alzando el precio”.

El Papa Francisco lo evocó comentando el episodio bíblico de la “negociación” de Abraham con el Señor sobre cuántos justos habrían bastado para salvar una ciudad.

“Jesús mismo –explicó– nos dice que debemos rezar como la viuda con el juez, como el que va a tocar de noche a la puerta del amigo. Con insistencia”.

“Debemos rezar con valentía al Señor, también con insistencia, como hizo Abraham”, explicó Francisco, quien subrayó la necesidad de “negociar con el Señor”, a pesar de correr el riesgo de “volvernos incluso inoportunos, como nos enseña Jesús”.

También observó que

“cuando nosotros hablamos de valentía, debemos pensar siempre en la valentía apostólica, ir a predicar el Evangelio, estas cosas… Pero –reveló Bergoglio– también está la valentía ante el Señor. Esa parresía ante el Señor: ir hacia el Señor con valentía para pedir las cosas”.

Con la seguridad de que “el Padre sabe las cosas y, no se preocupen, manda la lluvia sobre los justos y sobre los pecadores, el sol para los justos y para los pecadores”.

LA CONCIENCIA ES EL ESPACIO DONDE ESCUCHAMOS A DIOS

El Santo Padre indicó que “debemos aprender a escuchar más a nuestra conciencia. Pero ¡atención! Esto no significa seguir el propio yo, hacer aquello que me interesa, que me conviene, que me gusta… ¡No es esto!”.

“La conciencia es el espacio interior de la escucha de la verdad, del bien, de la escucha de Dios; es el lugar interior de mi relación con Él, que habla a mi corazón y me ayuda a discernir, a comprender el camino que debo recorrer, y una vez tomada la decisión, a ir adelante, a permanecer fiel”.

“Jesús, en su existencia terrenal, no estaba, por así decirlo, condicionado por un ‘control remoto’: era el Verbo encarnado, el Hijo de Dios hecho hombre, y a un cierto punto tomó la firme decisión de subir a Jerusalén por última vez; una decisión tomada en su conciencia, pero no solo: con el Padre, en plena unión con Él!”.

Jesús, indicó el Santo Padre, “ha decidido en obediencia al Padre, en escucha profunda, intima de su voluntad. Y por esto la decisión era firme, porque fue tomada con el Padre. En el Padre, Jesús encontraba la fuerza y la luz para su camino”.

“Y Jesús era libre. En aquella decisión era libre. Jesús a nosotros los cristianos nos quiere libres como Él. Con aquella libertad que viene de este diálogo con el Padre, de este diálogo con Dios”.

Francisco remarcó que “Jesús no quiere cristianos egoístas, que sigan el propio ‘yo’, que no hablan con Dios, ni cristianos débiles, cristianos que no tienen voluntad, cristianos a control remoto, incapaces de creatividad, que buscan siempre conectarse con la voluntad de otro, y no son libres. ¡Jesús nos quiere libres!”.

“Y ¿dónde se consigue esta libertad? En el diálogo con Dios en la propia conciencia. Si un cristiano no sabe hablar con Dios, no sabe escuchar a Dios en su propia conciencia no es libre”.

HUYAMOS DEL PECADO SIN TENER NOSTALGIAS

El cristiano debe ser valiente en la propia debilidad subrayó el Papa Francisco y afirmó que, a veces, debemos reconocer que somos débiles, por lo que debemos huir sin nostalgias del pecado, sin ver hacia atrás.

El Papa Francisco reflexionó sobre cuatro “actitudes posibles en las situaciones conflictivas, en las situaciones difíciles”.

La primera de ellas es la de la lentitud de Lot. Él, observó el Papa, había decidido abandonar la ciudad antes de que fuera destruida, pero lo hizo lentamente. El Ángel le dijo que huyera, pero en él había una “incapacidad para alejarse del mal, del pecado”. Nosotros, añadió, debemos salir, con decisión, “pero hay algo” que nos lo impide, y así Lot se pone incluso a negociar con el Ángel: “Es muy difícil cortar con una situación pecaminosa. ¡Es difícil! También en una tentación, ¡es difícil! Pero la voz de Dios nos dice esta palabra: “¡Huye! Tú no puedes luchar allí, porque el fuego y el azufre te matarán. ¡Huye!”. Santa Teresita del Niño Jesús nos enseñó que a veces, en algunas tentaciones, la única solución es huir y no avorgonzarse de huir, reconocer que somos débiles y que debemos huir. Nuestro pueblo, con su sabiduría sencilla, lo dice un poco irónicamente: “Soldado que huye, sirve en otra guerra”. Huir para seguir adelante en el camino de Jesús”.

El Ángel, añadió, luego dice que no mire “hacia atrás”, que huya con la mirada hacia adelante. Este, dijo el Papa Francisco, es un consejo para vencer la nostalgia del pecado. Pensemos en el Pueblo de Dios en el desierto, subrayó: “Tenía todo, las promesas, todo”. Sin embargo, “tenía nostalgia por las cebollas de Egipto”, y esta nostalgia “les hacía olvidar que esas cebollas las comían en la mesa de la esclavitud”. “Nostalgia de volver, volver”. El consejo del Ángel, observó el Pontífice, “es muy sabio: “¡No mires hacia atrás! Sigue adelante”“. No debemos hacer lo que hizo la mujer de Lot, debemos “cortar con cualquier nostalgia, porque existe la tentación incluso de la curiosidad”: “Ante el pecado, huir sin nostalgia. La curiosidad no sirve, ¡hace daño! “Pero, en este mundo tan pecaminoso, ¿cómo es posible? ¿Y cómo será este pecado? A mí me gustaría conocer…”. ¡No, déjalo! ¡La curiosidad te hará daño! ¡Huye y no mires atrás! Somos débiles, todos lo somos, y debemos defendernos.

La tercera situación está en la barca: es el miedo. “En el mar hubo una gran agitación, la barca fue cubierta por las olas: “¡Sálvanos, Señor, estamos perdidos!”. Dicen. ¡El miedo! También esa es una tentación del demonio: tener miedo de seguir adelante en el camino del Señor”.

Existe la tentación de “mejor quedarse allí”, donde estoy seguro. “Pero esto – advirtió – ¡es el Egipto de la esclavitud!”. Tengo “miedo de seguir adelante – recalcó el Santo Padre –, tengo miedo de hacia dónde me llevará el Señor”. Pero el miedo “no es un buen consejero”.

Jesús, agregó, “lo ha dicho tantas veces: “¡No tengan miedo!”. El miedo no nos ayuda”.

La cuarta actitud, subrayó Francisco, “es la gracia del Espíritu Santo”. Cuando Jesús hace regresar la calma sobre el mar borrascoso, los discípulos en la barca están maravillados. “Siempre, ante el pecado, ante la nostalgia, ante el miedo”, afirmó, debemos dirigirnos al Señor.

Fuentes: Vatican Insider, Zenit, Signos de estos Tiempos

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Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Signos extraordinarios de la Iglesia

Se han compuesto ya varios tangos en honor al papa Francisco

No podía ser de otra manera para un porteño ilustre:
Los porteños están riendiendo homenaje al primer Papa argentino con esculturas de tamaño natural, un Museo en la Catedral, un recorrido turístico por su barrio, varias biografías y múltiples objetos con su nombre y su imagen impresas, pero no podía faltar el tango, porque un porteño hijo de inmigrantes italianos no no puede ser otra cosa que tanguero, y Jorge Bergoglio se declara tanguero, especialmente admirador de Carlos Gardel, Astor Piazzolla, Ada Falcón, Julio Sosa y Amelita Baltar.

 

papa-francisco

 

Ya a los 100 días de su pontificado hemos contabilizado 7 tangos dedicados a Francisco, uno incluso en portugués y otro realizado desde España.  

El que ha sido más publicitado dice “aunque hoy te llames Francisco vos sos el Jorge de Flores», escrito por el autor Enrique Bugatti, quien murió sin poder escuchar su composición. «Un tango para Francisco»  hace alusión a su barrio porteño de Flores, tiene música de Edmundo Rivero grabada en Buenos Aires por la orquesta de José Colángelo, según el diario Clarín.

Además de mencionar su orígenes, el tango recuerda la pasión del nuevo Obispo de Roma por el ritmo del dos por cuatro, en especial durante su juventud, cuando incluso llegó a bailarlo.

En Youtube se encuentran otras canciones de aficionados para el Papa, uno de letra y música de Daniel Ursini, que fue mencionada en la radio del Vaticano, otro del cantor Horacio Morales y una de «El gaucho Talas», cantor criollo y payador argentino.

Fuentes: Clarín, Signos de estos Tiempos

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