Dios diseñó el mundo para que nuestra alegría más grande sea la cercanía a Él.
Pero esta emoción no se encuentra inmediatamente.
Tiene que ser buscada y descifrada.
Entre las distintas capas de prejuicios, ilusiones y racionalizaciones que hemos acumulado.
Tiene que aprenderse cómo disponernos para ‘ver’ a Dios.
Se dice que vemos a Dios sólo cuando Él pasa, por la estela que deja, como los buques en el mar; vemos solamente su espalda. .
Y Soren Kierkegaard agrega que “La vida sólo puede ser comprendida hacia atrás; pero debe ser vivida hacia delante”.
Es en este mirar a la estela que dejamos y en las gratificaciones que sentimos yendo hacia adelante, que podemos descubrir la alegría de Dios de formas cada vez más continua en nuestra vida.
Pero además Dios también se revela y comunica a los demás, a través de nuestro propio ejemplo.
DIOS DISEÑÓ EL MUNDO PARA NUESTRA ALEGRÍA
No importa lo que busques en la vida, no importa cuánto dinero tengas, no importa el lujo, nunca obtendrá más placer que levantando simplemente el corazón a Dios.
Piensa en eso: el acto básico de la adoración es la fuente de mayor alegría. ¡Y es gratis!
Cuando buscamos a Dios – cuando lo amamos, cuando lo adoramos – Él nos atrae por encima de todas las circunstancias físicas.
No importa lo que puedas estar pasando (el dolor, la depresión, preocupaciones), si alabas a Dios, .
Él le llevará a la alegría. .
Eso es porque la alabanza nos acerca a Él, y no hay alegría como la alegría de conocer al Señor. .
Él envía gracias que pueden desafiar completamente nuestras circunstancias.
Él trae alegría, donde, según los estándares del mundo, debería haber depresión.
En aquellos en la pobreza. En aquellos que están solos. En los que tienen cáncer. Ellos encuentran la felicidad en Dios.
Lo contrario es cierto para los que ignoran a Dios y por lo tanto se ponen a distancia.
Mira a tu alrededor y verás muchos de los ricos con miradas sombrías.
No importa lo que logran en la tierra, si no tienen una cercanía a Dios, nunca encontrarán la verdadera alegría.
Mientras tanto, los que aman al Señor tienen el resplandor del bienestar.
Para acercarnos le debemos amar y tratar de hacer su voluntad, ser lo que había planeado para nosotros.
Debemos buscarlo a Él en todo. Luego viene una alegría que es indescriptible.
Puedes comprar un yate o un Mercedes – puedes casarte bien, puedes ser la persona más poderosa de la tierra – pero si no tienes a Dios no has experimentado la verdadera felicidad.
Has perdido ese júbilo trascendental, en que la alegría inefable pone una sonrisa en los rostros de tantos santos que parecían muy pobres al mundo.
¡Recuerda la sonrisa en la cara de la Madre Teresa!
Cuando oramos, nos acercamos a Dios, y Él nos concede sentimientos que no se pueden lograr de otra forma.
Dios es alegría y cuando te acercas a Él te acercas a la alegría. .
Es así de simple. No hay nada que puedas hacer que te traiga tanta felicidad. .
Y la cercanía viene a través de la alabanza.
Pero hay que experimentarlo para sentir que es así, y para experimentarlo hay que superar las barreras, una a una para llegar al conocimiento de Dios, y este es un proceso, que se va profundizando a través de toda la vida.
Veamos cómo se procesa este aprendizaje activo.
CÓMO SE PRODUCE EL PROCESO DE CONOCIMIENTO Y ACERCAMIENTO A DIOS
Nuestro conocimiento de las cosas no toma forma instantánea; se filtra lentamente como la melaza.
La verdad amanece en nosotros sólo gradualmente, e incluso entonces sólo con gran esfuerzo y atención.
El conocimiento en este estado imperfecto deja un rastro falible que llamamos memoria.
Hay dificultades que vienen con tal memoria falible.
Nos olvidamos nombres de las personas, contraseñas, y donde colocamos nuestras llaves.
Trágicamente, algunos de nosotros vivimos nuestras vidas distraídos por detalles tan lastimosamente pequeños que algunos incluso se olvidan sus bebés en la guardería, o los dejan en el interior de sus coches, mientras charlan sobre el clima sin pensar.
Pero a pesar de las dificultades nuestro estado es de bendición.
Obtenemos dignidad a través de nuestra experiencia y llegamos a la certeza sobre la vida en nuestros propios términos.
Nuestra posición en la vida es un estado de no saber todo de una vez, sino de descubrir por nosotros mismos qué es real en nuestro propio tiempo.
En todo esto podemos descubrir una gran sorpresa: debido a que se desarrolla con el tiempo, y porque está constantemente enriquecida por el nuevo aprendizaje, la memoria tiene el poder de aumentar la verdad a través del tiempo.
El significado puede ser aclarado más tarde.
Lo que pensábamos que sabíamos ayer puede resurgir hoy con mayor claridad, mostrándonos que realmente no sabemos toda la verdad después de todo.
Si somos pacientes, y estamos dispuestos a dejar que las cosas vengan poco a poco, podemos encontrar la paz y la alegría que hemos estado buscando.
Podemos vernos a nosotros mismos a partir de un punto de vista completamente nuevo.
Con franqueza, este es uno de los verdaderos consuelos de envejecer.
A través de la luz de la fe, Dios puede y trabaja en nuestra memoria para ayudar a descubrir la verdad acerca de él, y la verdad acerca de nosotros mismos.
Esta verdad es siempre liberadora; siempre elimina las cargas que llevamos.
Podemos llegar a ver nuestras vidas de manera diferente, y ver una mano trabajando que no sabíamos estaba allí.
San Agustín dedica varios capítulos finales en sus Confesiones a las discusiones sobre la filosofía y el misterio de la memoria.
Estas son algunas de sus páginas más difíciles, pero también más importantes.
Él se vio a si mismo escribiendo las Confesiones como un hombre llegando a un acuerdo con la historia de su vida, y viendo la verdad trazada en la memoria a través de la luz de la fe que él ganó como adulto.
Considerando que lo que había visto con anterioridad en su vida fue a través del lente del auto-engaño y la falsedad, ahora ve una serie completamente diferente de hechos.
Mientras que él se enorgullecía de ser una superestrella académica que obtuvo su ascenso meteórico en la política romana, el mismo se ve en las Confesiones como corrigiendo no sólo esta interpretación errónea, sino los mismos acontecimientos.
Él es re-autor de sí mismo en espíritu y en verdad.
Lo que él relata como la estructura de su vida poseía mayor verdad hoy en día que lo que él pensaba en el pasado.
Su conversión no se produjo de una vez.
San Agustín tuvo un profundo despertar personal pero tardó más de una década, tal vez más, para que se filtrara por completo a su vida.
El Beato Cardenal Newman creía que había un significado espiritual en la brecha de tiempo que transcurre entre la experiencia y la comprensión verdadera.
Dios nos revela su verdad no inmediatamente, sino a largo del tiempo y después de que los acontecimientos suceden; él revela la verdad en nuestra memoria.
El Éxodo 33: 20-23 relata:
“Y agregó Yavé: «Pero mi cara no la podrás ver, porque no puede verme el hombre y seguir viviendo.
Mira este lugar junto a mí.
Te vas a quedar de pie sobre la roca y, al pasar mi Gloria, te pondré en el hueco de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado.
Después sacaré mi mano y tú entonces verás mis espaldas; pero mi cara no se puede ver»”.
Newman vio esto como una expresión de una poderosa ley espiritual.
Justo cuando pensamos que hemos “visto”, nuestro entendimiento nos lleva a comprender lo que realmente ocurrió.
En Lucas 24: 1-32 oímos hablar de la aparición de Cristo en el camino de Emaús.
Después que Jesús había desaparecido de su vista, después del paso del tiempo, sólo entonces los discípulos se preguntan uno a otro si no había sucedido algo importante.
“¿No ardía nuestro corazón cuando nos interpretó las Escrituras?”.
El conocimiento lleva tiempo, a menudo no sabemos exactamente lo que sucedió en una situación hasta que nos volvemos hacia atrás y reflexionamos sobre ella.
Hay un tremendo consuelo en esto.
La raíz de la ansiedad paralizante, dice San Francisco de Sales, es nuestro deseo desordenado de saber de inmediato cómo saldrán las cosas, o cuando se eliminará el obstáculo angustiante.
Parte de vivir la vida cristiana no es desear que esto se vaya, sino más bien adaptarse a esta ley de la experiencia.
No estamos hechos para conseguir todo de una vez.
Dios quiere que confiemos en Él.
No te preocupes por los “expertos” que saben todo y te hacen sentir como un conductor lento.
Todos tenemos que acostumbrarnos a aceptar que gran parte de nuestros conocimientos y nuestras vidas permanecen abiertos debido a que nuestra historia no es del todo comprendida porque está fluyendo.
Hay una gran dignidad en esto.
Mediante este proceso es que la alegría de estar con Dios va aumentando en nosotros. .
Pasamos de sentir una alegría esporádica a una más frecuente en la medida que se afianza nuestra confianza en Él y tenemos más experiencias de ‘verlo’.
Veamos un pequeño listado de las cosas y las formas en que podemos conocer a Dios.
PEQUEÑO REPERTORIO PARA CONOCER A DIOS
Conocer a Jesucristo que es Dios pero encarnado humanamente.
Conocer a la Iglesia que es el cuerpo de Cristo.
Conocer la Biblia, que es el libro guía de la iglesia porque es la palabra de Dios.
Conocer la naturaleza porque ahí está la obra de Dios.
El arte revela a Dios porque muestra la belleza de la creación.
La conciencia expresa la voz de Dios a través de la verdad la belleza y la bondad.
La razón nos permite conocer a Dios con argumentos filosóficos.
La experiencia personal y nuestra historia nos puede revelar a Dios viendo la guía de la divina providencia.
Y la experiencia del pueblo en la historia muestra el camino que Dios ha trazado.
Los santos revelan la imagen de Dios y son como unos pequeños espejos de Nuestro Señor
Al hacer la voluntad de Dios diariamente, Dios se nos revelará más.
En oración y en adoración nosotros encontramos a Dios .
En los demás, especialmente en los más necesitados, también encontramos a Dios.
DIOS SE NOS REVELA CADA VEZ MÁS CUANDO DAMOS TESTIMONIO
Cuando damos testimonio de nuestra, fe, conversión, de nuestra historia y de nuestra devoción, no sólo damos honor y gloria a Dios.
Sino que también disparamos en nosotros un mayor conocimiento infuso de su realidad.
Y además las consecuencias de nuestro testimonio en otros nos hace también comprender como Dios obra, a partir de nuestras pequeñas obras.
De modo que cuando testimoniamos nuestra fe ayudamos a otras personas a conocer cómo es Dios y también nosotros lo conocemos más profundamente.
Defendiendo el cristianismo y levantandonos a favor de Cristo y la iglesia enfrentándonos a opiniones intolerantes.
Defendiendo y argumentamos a favor de los valores culturales del cristianismo, como a favor de la vida, la familia, el matrimonio entre hombre y mujer, etc.
Yendo a misa y recibiendo la comunión con dignidad y con frecuencia, lo mismo que el Sacramento de la reconciliación.
Hacer adoración al santísimo Sacramento y enseñar a otros a hacerlo.
Participar en las fiestas litúrgicas y en las celebraciones del calendario de las devociones.
Practicar devociones a Cristo, la santísima Virgen, los ángeles y los santos.
Orar por los necesitados y por los que piden oración, y apoyarlos económicamente.
Participar en grupos de oración, grupos de estudios y actividades parroquiales en general e invitar a otros.
Desarrollar una vida de oración en privado y leer las escrituras frecuentemente.
Buscar un director espiritual qué nos ofrezca consejos para nuestro crecimiento y difundir esta práctica.
Unirse asociaciones laicas y ayudarlas a desarrollarse.
Contar a los demás las bendiciones que Dios te ha dado.
Apoyar a las obras de la Iglesia, como agencias cristianas, colegios, organizaciones benéficas, grupos de evangelización con tu oración y con tu apoyo económico, incluso a los ministros ordenados.
Dar ejemplo de conducta a los demás de seriedad devoción fidelidad al depósito de la fe de la iglesia.
Constituirse en un una persona de consulta ante problemas de otras personas.
Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María
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Cuando nos pasa algo malo o doloroso o que nos desestabiliza, ¿qué es lo que nos preguntamos?
Estas preguntas son una ventana a nuestra verdadera naturaleza.
Si nos preguntamos cómo salir rápidamente del dolor, el sufrimiento, la incertidumbre, sin cuestionarnos porque Dios nos lo envió y que quiere que aprendamos, entonces nos estamos engañando.
Nos estamos preparando para tener sufrimientos cada vez más grandes y sin provecho.
El criterio del mundo actual es que todo lo que me duele está mal, cualquier cosa que me lastima está equivocada.
Y no llegamos a comprender que esas son situaciones que nos ponen frente a tomar decisiones para avanzar en nuestro camino de purificación.
Entonces nos preguntamos ¿por qué a mí? ¿por qué la vida es injusta?
Y hasta cuestionamos ¿por qué Dios está en silencio cuando le pedimos que haga cesar nuestro sufrimiento?
Pero difícilmente comprendamos que cada dolor, cada sufrimiento, es un momento de prueba para avanzar.
Nos permite revisar nuestra vida si lo tomamos como un aviso.
A veces nos impacientamos con Dios porque no hace las cosas de acuerdo al plan que suponemos tiene para nosotros.
Dudamos y hasta a veces dejamos de orar.
No es fácil comprender cuál es el mensaje de Dios.
Pero no es algo que nos pasa solo a nosotros, grandes profetas y santos han pasado por esto.
Debemos incorporar que cuando las cosas no parecen salir como deberían, es porque no comprendemos del todo las intenciones y los caminos de Dios.
Y el esfuerzo debe estar en tratar de comprender qué nos quiere decir.
Muchos santos pasaron por esa “noche oscura” y su experiencia nos sirve para actuar con serenidad cuando nos pase a nosotros.
La oración nos saca de las tempestades.
“La oración nos ayuda a descubrir el rostro de amor de Dios”, dijo Juan Pablo II.
“Él nunca abandona a su pueblo, pero garantiza, no obstante las pruebas y sufrimientos, buenos triunfos en el final”.
TODOS PASAMOS POR PRUEBAS
Dios siempre está ahí cuando lo dejamos cerca y cuando nos encontramos con los mares rugientes en nuestras propias vidas.
Seamos realistas: todos vamos a enfrentar crisis en nuestras vidas.
Si pudiéramos ver con los ojos de Dios, si supiéramos la verdad, podríamos ver que, de hecho, todo el mundo se enfrenta a la igualdad de la tragedia – sólo que en diferentes formas.
Muchos sufrimientos no son visibles. Pero todos pasamos por ellos.
Por mucho que podamos, nunca llegaremos a un estado perfecto donde todo va de camino. .
Puedes hacerlo por uno o dos días, incluso una semana, pero a menudo un buen día es seguido por un día de prueba.
Todos morimos en lo físico, pero si tenemos en cuenta que vivimos eternamente (en el espíritu), ninguna preparación es realmente muy dura para eso.
Si tú fueras Dios, también querrías a las personas preparadas.
¿Por qué ocurren los desastres, para empezar?
Es interesante cuando un sacerdote, el Padre Joseph Lionel, desde el uno de las zonas más difíciles afectadas en India, señaló que:
“tal vez también podemos ver las cosas no tanto como Dios castiga a las víctimas en particular, sino en el hecho de que cuando el pecado está enraizado en el mundo, pone al mundo fuera de orden.
Causa una oscuridad real que puede físicamente – y geológicamente – manifestarse.
Los eventos llegan casi como una liberación de la oscura tensión. Dios lo permite.
Los buenos sufren con el mal. Hay almas víctimas y siempre las han habido”.
Una vez más, se vuelve de nuevo al misterio del sufrimiento.
ES INEVITABLE QUE COMIENCEN LAS PREGUNTAS Y DUDAS, PERO NO SÓLO TE PASA A TI
¿Te ha parecido como si Dios te ha decepcionado? Tal vez algo que sucedió en tu vida que te hizo preguntarte dónde estaba Dios.
¿Te ha parecido como si Dios intencionalmente va arrastrando sus pies y no te presta atención?
Y te preocupa por la forma en que Dios hace o deja de hacer ciertas cosas, provocando momentáneamente duda.
Si ese es el caso, puede que te sorprenda saber que no estás solo. .
De hecho, el más grande de los profetas de la Biblia ha lidiado con esos problemas, Juan el Bautista.
Durante su ministerio terrenal, Juan el Bautista era súper importante. En sus días, Juan era una figura de prominencia nacional.
De hecho, el historiador judío Josefo escribió más acerca de lo que hizo Juan que acerca de Jesús.
La razón de que el ministerio de Juan fuera tan significativo era que había terminado un silencio de 400 años.
Desde el momento de la muerte del profeta Malaquías al nacimiento de Juan, Israel no había oído hablar de un profeta por 400 años – ni un milagro, ni un ángel, ni un solo profeta enviado por el Señor.
Entonces el ángel Gabriel se apareció al padre de Juan, Zacarías, diciéndole que su esposa, Isabel, daría a luz al precursor del Mesías.
Juan apareció en la escena como un mega profeta. Audaz y valiente, se paraba junto al río Jordán y pedía a la gente que se arrepintiese, porque el reino de Dios estaba cerca.
Juan tenía un gran número de seguidores, y miles de personas se reunían para escuchar las palabras de Juan. Algunos se preguntan incluso si él era el Mesías, el que había estado esperando.
Entonces, un día, Jesús, que era primo de Juan, apareció en la escena. Juan se dio cuenta de que era el momento en que su ministerio había llegado a su fin.
Juan señaló a Jesús y dijo:“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Y los discípulos de Juan comenzaron a seguir a Jesús.
El ministerio de Juan, sin embargo, no había terminado.
Él había estado hablando con el rey Herodes, a quien le gustaba escuchar a Juan. Pero Juan no era conocido por la sutileza.
Él correctamente acusó al rey de inmoralidad, y, por supuesto, el rey no lo tomó bien.
Así que Juan fue enviado a prisión a causa de su predicación audaz contra Herodes.
LAS COSAS NO ESTABAN SALIENDO COMO JUAN PENSABA
El ministerio de Juan había llegado a su fin, y él vivía en una relativa oscuridad.
Peor aún, Jesús no parecía estar haciendo lo que Juan pensaba que iba a hacer.
Juan, junto con los otros, creyó que Jesús venía a dirigir una revuelta.
Ellos pensaban que Jesús iba a establecer un reino por la fuerza. Ellos pensaban que Jesús derrocaría la tiranía de Roma.
Pero 18 largos meses habían pasado, y Jesús no estaba dirigiendo la revuelta contra Roma que Juan estaba esperando.
No sólo eso, sino que al parecer fue asociarse con pecadores y recaudadores de impuestos.
Las cosas no estaban saliendo según lo planeado.
Así que Juan empezó a tener algunas dudas, lo que podría ser mejor descrito como perplejidades y confusión.
Juan no estaba cuestionando la veracidad de la palabra de Dios, sino que simplemente estaba teniendo dificultades para entender lo que significaba en su vida.
En el caso de Juan, él había entendido mal lo que Jesús estaba diciendo.
No es que Jesús había hecho algo mal. Es que Juan no entendía muy bien lo que Jesús estaba tratando de comunicarle a él y a los demás.
Juan pensó que tal vez había cometido un error.
¿Podría ser este el Mesías real? ¿No es el Mesías se supone establecería un reino de justicia? ¿Qué está pasando?
Por eso mandó a sus discípulos preguntarle a Jesús si era el mesías.
Lo que estaba pasando era que Juan, junto con otros, no habían entendido la misión de Jesús.
Lo que Juan y los demás habían perdido era que Jesús venía con el propósito expreso de morir en la cruz por los pecados de la humanidad.
Él traería libertad a los cautivos, pero sería la liberación de una prisión espiritual de la opresión y la esclavitud.
Él traería consuelo a los que estaban afligidos, pero sería diferente de lo que Juan estaba anticipando.
NOS IMPACIENTAMOS COMO JUAN
A veces nos impacientamos con Dios. Creemos que Dios está ausente en sus señales, por así decirlo. .
Creemos que él está en las alturas.
Algo pasa en nuestras vidas, y nos preguntamos por qué. Situaciones de tragedia y nos preguntamos,
¿Qué he hecho para merecer esto? ¿Qué hice mal? .
¿Hay algo malo por lo que Dios me está castigando?
Estas son preguntas que a menudo pasan por nuestra mente – incluso a través de la mente de un cristiano comprometido.
No es raro que las personas más espirituales tengan sus días de duda e incertidumbre.
Moisés estaba tan frustrado con los israelitas y en una ocasión estuvo dispuesto a salirse.
Después de escuchar las quejas de Israel, dijo al Señor:
“No puedo llevar a todas estas personas por mí mismo, la carga es demasiado pesada para mí.
Si así es como me van a tratar, por favor, sigue adelante y mátame…” (Números 11:14-15).
Elías estaba tan abrumado por las circunstancias que cuando se enteró de que la reina Jezabel quería matarlo, le pidió a Dios que le quitara la vida.
Pablo estaba muy desalentado también. Él escribió:
“Estábamos bajo una gran presión, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de la vida misma” (2 Corintios 1:8).
PERO LA DUDA NO ES LO MISMO QUE LA INCREDULIDAD
Tal vez tú estás tratando con la duda y el desánimo en estos momentos. . Pero la duda no es siempre una señal de que alguien está equivocado, ya que puede ser una señal de que algo está pasando que debes discernir.
Aquí hay algo que debemos reconocer. Hay una diferencia entre la duda y la incredulidad.
La duda es una cuestión de la mente. No podemos entender lo que Dios está haciendo y por qué lo está haciendo.
La incredulidad, sin embargo, es diferente. La incredulidad es un asunto de la voluntad.
La incredulidad es una elección deliberada de no creer.
La duda no es mala si no lleva a la incredulidad. Y es así como deberíamos enfrentar las tempestades.
NO SOBRE REACCIONAR EN LAS TEMPESTADES, SINO CONFIAR
Las tempestades llegan a nuestras vidas, y si una serie de circunstancias están presentes, podemos enfrentar una “tormenta perfecta”.
Cuando un inusual potente sistema meteorológico se encuentra con otro, o un par de otros, una ráfaga de aire gélido especialmente Ártico podría colisionar, por ejemplo, con un sistema ciclónico húmedo, y sabemos que en circunstancias especiales el choque del aire caliente y el fresco crean tornados.
Así también hay circunstancias que estallan en turbulencia en nuestras propias vidas. Fuerzas, mundanas y espirituales, convergen.
Podemos estar en un momento muy emotivo, especialmente tierno cuando un gran problema viene en el trabajo, junto con un problema de nuestros hijos y una discusión con un amigo o el cónyuge.
El mundo parece derrumbarse sobre nosotros. Es una cosa tras otra.
Aquí podemos dudar, pero nunca dejar de creer. Y entonces debemos usar un método.
Es la forma en que lo manejamos lo que cuenta. .
Es aquí crucial tomar los problemas uno a la vez, un día a la vez, y recordar el dejar pasar la crisis sin sobre-reaccionar.
Al igual que el miedo, la reacción excesiva otorga poder al mal. .
Es bueno recordar siempre que un día mejor vendrá, con fe siempre sucede. . Si tenemos una “cuenta bancaria” de oración – si se has buscado la cercanía a Dios – Él suavizará el golpe, te ofrecerá protección automática.
LA ALEGRÍA Y LA ALABANZA
Debemos tener incorporado automáticamente que Dios es alegría y cuando estás más cerca de Él, te acercas más a la alegría. Es así de simple. .
No hay nada que pueda traer tanta felicidad.
Y la cercanía viene de una manera especial a través de la alabanza y la gratitud, que son signos de humildad.
Adora a Dios a través del día. Hazlo desde el corazón. Ámale. Alábalo una y otra vez, diez veces, cien veces alaba a Jesús, alaba al Cristo.
Eso es lo que te traerá alegría, porque el Señor es la personificación de la alegría.
Jesús dijo que debemos pedir la gracia de Dios (Mateo 7:7-9), Él dijo que debemos llamar a su puerta, y esto es lo debes hacer, sabiendo que si algo es bueno para nosotros y está en el plan de Cristo – además si lo pediste con fe – se concederá. Pide al Espíritu Santo lo que debes pedir.
Y hazlo en el nombre de Jesús.
De esta manera, todo es posible.
Pero el sufrimiento siempre está y debemos saber qué hacer cuando no podemos sacárnoslo de encima.
UNA COSA QUIERE DIOS QUE APRENDAMOS
Dios ha tratado de enseñar al hombre una cosa desde el principio, y Adán y Eva Perdieron el Paraíso por no haberlo comprendido.
Ellos sabían lo que era correcto sin instrucciones.
Y hasta que desobedecieron no habían experimentado y aprendido lo que estaba mal
Pero hoy la cosa está aún más complicada, porque lo que está mal nos rodea en 360 grados.
Hacer lo correcto no es algo fácil actualmente y requiere fuerza de voluntad.
La regla en la Tierra actualmente es que la suciedad es fácil de adquirir y la limpieza es difícil de realizar.
¿Con qué frecuencia intentamos disculparnos cuando hacemos algo que sabemos que está mal?
¿Con qué frecuencia argumentamos a favor de lo que está mal?
Piensa en los argumentos a favor del aborto.
La única explicación posible para apoyar el aborto es que se trata de una racionalización para el hedonismo:
“Lo primero soy yo y necesito hacer lo que me de placer inmediato sin importarme los demás”
Estamos rodeados de incitaciones hacer las cosas equivocadas. Y es imposible para el hombre vencer a tanto pecado por su cuenta.
La única posibilidad que tenemos es unir nuestros dolores y sufrimientos, cuando llegan, a la obra redentora de Jesucristo.
Y aprovechar esos momentos de dolor y sufrimiento para avanzar en los cambios que Dios quiere para purificarnos.
Porque si no nos purificamos no llegaremos a vivir la vida eterna que nos promete Dios.
O en el mejor de los casos debemos pasar por una larga etapa de Purificación en el purgatorio
Dios quiere que aprendamos a obedecerle por eso nos ha dado los diez mandamientos y muchas otras piezas de moralidad que podemos encontrar en el Antiguo y en el Nuevo Testamento
Él quiere que empecemos a vivir en la tierra a semejanza de Él.
Por eso nos pone pruebas para que avancemos.
Y estas pruebas no son castigos ni son cosas que suceden al azar.
Piensa por ejemplo algo que en general sucede a los seres humanos.
Empezamos a tener algún dolor físico o alguna deficiencia y ahí nos hacemos la película de lo que podría pasar en el futuro si esto avanza.
Si somos medianamente devotos le pedimos al Señor que nos solucione el problema.
Pero el Señor no lo soluciona inmediatamente y nos deja para que nosotros reflexionemos sobre nuestras cosas en esos momentos en que estamos débiles y temerosos.
Nuestra debilidad nos pone aptos para revisar nuestra relación con Él y que tan bien estamos caminando en lo que Él pide de nosotros: que hagamos el bien.
Y mientras reflexionamos sobre nuestras vidas debemos entregar nuestros sufrimientos a la obra redentora de Jesucristo para obtener mayores beneficios.
CÓMO UNIR NUESTROS SUFRIMIENTOS A LOS DE JESUCRISTO
El sufrimiento es un aspecto difícil de la condición humana.
Ha llevado a muchos a alejarse de la fe y buscar consuelo en otras cosas. Sin embargo, es sólo a través de Dios que podemos superar el sufrimiento.
Un ejemplo se encuentra con Santa Teresa de Lisieux, que fue capaz de transformar el sufrimiento en amor.
Ella entendió el valor de su sufrimiento para salvar almas.
De la misma manera, Jesús le dijo a Santa Faustina, que aceptara todos los sufrimientos con amor.
Cuando nos enfrentamos a la realidad de sufrir la mayoría de nosotros retrocede, o incluso huye, porque creemos que vamos a estar exentos de la realidad del sufrimiento.
Sin embargo esto no es posible.
Aunque no nos guste el sufrimiento es una parte inevitable de la condición humana, de nuestra condición caída como consecuencia del pecado original.
Debemos llegar a un acuerdo con la realidad de que el sufrimiento nos hará ya sea “mejores o amargos”.
El sufrimiento por su naturaleza, no es ni bueno ni malo: es neutro porque depende en gran medida de cómo el individuo lo interpreta y vive a través de él.
Pero podemos santificar nuestro dolor.
Verdaderamente el único medio por el cual podemos santificar el sufrimiento es mediante la unión de nuestro sufrimiento con los sufrimientos de Nuestro Señor.
Jesús podría haber salvado al mundo de muchas maneras, pero escogió salvar el mundo con su encarnación, la vida, la enseñanza, las palabras, los milagros, pero sobre todo a través del sufrimiento que Él ha querido soportar por todos nosotros.
Depende de nosotros unir nuestros sufrimientosa los sufrimientos de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, especialmente en su pasión dolorosa.
Nos corresponde a nosotros reconocer las diferentes formas de sufrimientos que Dios nos puede enviar.
También es clave reconocer que muchos de los sufrimientos que padecemos son enviados por Dios, como leemos en el libro de Job que estaba afligido por muchas formas de sufrimiento.
¿Cuáles podrían ser las diferentes formas de sufrimiento? De hecho, hay muchas
Física es la más obvia; nuestro cuerpo sufre de una forma u otra: dolor de cabeza, dolor de muelas, recuperación de la operación, dolor de espalda, etc.
La sociedad y la cultura parecen estar alejándose de Dios y toda moral; debido a esto sufrimos.
Un miembro de la familia, posiblemente muy cerca de nosotros, ha tomado decisiones equivocadas y está siguiendo un camino equivocado.
Nos gustaría dirigirlo por el camino correcto, pero él se niega.
Sufrimos miedos, preocupaciones, dolores, incertidumbres sobre el futuro, la tristeza debido a muchas circunstancias.
Sufrimos espiritualmente. A pesar de nuestros buenos esfuerzos parece como si Dios estuviera distante, que Él realmente no me reconoce o realmente se no preocupa por mí.
Ahora, el elemento clave es ser consciente de nuestro sufrimiento en estas áreas y unir nuestros sufrimientos al a Jesucristo.
Por medio de esta unión con Cristo nos santificamos, santificamos nuestra familia, santificamos la Iglesia, y santificamos al mundo en general.
Por esta razón, Santa Teresa de Lisieux afirmaba “cuando hacemos el mal todo el mundo baja;cuando hacemos el bien elevamos todo el mundo más cerca del cielo”.
Coloca tu dolor de cabeza, el conflicto con tu esposo o esposa, el trastorno emocional, tu propia noche oscura, en la patena de la misa.
Luego, cuando el cura consagra la hostia y el vino en el cáliz, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, tus sufrimientos son elevados a máxima potencia para tu santificación, así como para la santificación de todo el mundo.
Y hay un paso más para hacer nuestros sufrimientos más eficaces.
Al recibir a Jesús en la santa eucaristía con fe, fervor, amor y devoción, nuestros sufrimientos son santificados al máximo.
E incluso más. Jesús nos da la gracia, la paz, y la fuerza para llevar nuestra cruz, y Él incluso aliviar el dolor.
¿Y por qué no empezar ahora?
Reza el ofrecimiento de la mañana y da todo a los Corazones de Jesús y María.
Luego, cuando el sufrimiento te visite, ya sea físico, moral, psicológico, emocional, social, familiar, etc., únete a la cruz y Jesús.
Tu sufrimiento tendrá un valor infinito porque se une con los propios sufrimientos de Jesús.
El medio de comunicación común es la palabra hablada.
Podemos transmitir la sensación, el deseo y la intención también por la expresión facial y los gestos.
Pero es preferentemente por las palabras que podemos dar claridad de significado y de la forma.
Así, en la oración verbal importa qué tipo de palabras utilizamos y cómo las utilizamos.
La intención correcta no es en sí misma suficiente.
Sin embargo también es cierto que las palabras mal dichas y torpes que brotan de un corazón sincero son preferibles a las más floridas que carezcan de sustancia interna. .
Dios mira en los corazones de los hombres y no rechazará las de un corazón puro que tienen dificultades para expresarse con claridad o bien. .
Y ve con muy buenos ojos oraciones arrancadas con mucho esfuerzo de nuestro interior, en momentos de sequedad.
Y por otro lado, las oraciones que salen del interior son las que movilizan nuestro ser.
De modo que una oración verbal que no se interiorice, y se convierta en una repetición de un texto tipo loro, da menos frutos que una que se expresen con palabras desde el corazón.
CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE
Las palabras que hablamos por sí mismas afectan nuestro estado de ánimo.
El lenguaje humano no se origina en el individuo como un medio de auto-expresión, el hombre descubre el mundo de las palabras – el idioma – ya hecho para él.
Nace en el lenguaje, crece con él, y está influenciado por él en una medida aún mayor que por su entorno.
El lenguaje penetra hasta las raíces de su vida mental y emocional.
Él piensa en él, se siente en él, es el vehículo de las relaciones con sus compañeros y el medio por el cual aprende el significado y el uso de todos los objetos.
El lenguaje de la oración no es una excepción a la regla. . Sólo hasta cierto límite puede el individuo crear sus propias expresiones, la mayor parte de ellas se encuentra ya preparadas. . De ello se deduce que las palabras que se usan en la oración tienen una influencia formativa en el conjunto de nuestra vida espiritual, por lo que debemos prestar la debida atención a las mismas.
ORACIONES ESPONTÁNEAS
La oración más importante es la que brota espontáneamente del corazón, no hay dificultad en encontrar su propio lenguaje apropiado.
De hecho, podemos decir que la expresión espontánea de arrepentimiento o anhelo, la adoración o la alegría, la súplica o la acción de gracias, es el idioma principal de la oración.
Aprender a hablar (es decir, la adquisición de la facultad de poner los pensamientos y sentimientos en palabras y transmitirlo a los demás) es una parte vital de nuestro proceso de crecimiento.
Debe ser el objetivo de la educación desarrollar en el individuo la capacidad no sólo de utilizar la lengua de forma correcta, sino también de acuerdo con su manera de vivir y de ver el mundo.
Esto también se aplica al lenguaje de la oración. .
No oramos simplemente para comunicar nuestras necesidades a Dios. . Él conoce nuestros corazones mejor que nosotros. .
La oración es una forma íntima de hablar que debe llevar la marca de nuestra personalidad. . En la oración vivimos ante Dios, le ofrecemos a Él lo que es nuestro y recibimos de Él lo que le agrada a dar nos. . Por lo tanto, el lenguaje de nuestra oración debe ser verdaderamente de nosotros mismos.
Hay momentos en que la formulación espontánea de nuestra oración es fácil.
Cuando sentimos la presencia de Dios, o cuando estamos en peligro y nos ponemos en la mano misericordiosa de Dios, las palabras adecuadas vienen por ellas mismas.
A menudo, sin embargo, el corazón está vacío y la mente tiene poco que decir, en este estado de pobreza la palabra no viene fácilmente.
Pero no hay que darse por vencido, tenemos que aceptar esta insuficiencia, ya que tiene su propio propósito y su propio significado.
Hay que buscar palabras en la oración, que son fieles, palabras de gran simplicidad – afirmaciones simples de fe, esperanza y aceptación.
Estas palabras no son menos valiosas que las que se derivan de la abundancia fácil, y son las más adecuadas para la ocasión, precisamente porque no son artificiales.
Si las palabras no vienen fácilmente, no debemos recurrir inmediatamente a los textos establecidos, tenemos que someternos a la disciplina de la pobreza interior.
Incluso si el idioma de nuestra oración consiste en nada más que las palabras «Yo creo en ti» o «Me inclino ante Ti» o «Voy a obedecerte y hacer todo lo que está en mi alcance» o «Me encomiendo a tu santo cuidado», la oración es tan preciosa delante de Dios como el flujo más inspirado de palabras en un momento de profunda emoción.
Sin embargo, no hay que ir a los extremos de la resignación.
Si no podemos encontrar las palabras adecuadas en el interior, no hay que dudar en ir a fuentes externas.
LOS TEXTOS ESTABLECIDOS DE ORACIÓN
Hablamos de la «comunión de los santos», sin saber muy bien lo que se quiere decir con ello.
Significa, sobre todo, la compañía de aquellos unidos por la misma fe en el Evangelio, la Eucaristía, y todas las cosas que pertenecen a la vida divina.
Si, por lo tanto, existen palabras adecuadas y buenas de la oración que han surgido desde el corazón de alguna persona inspirada, es justo y adecuado que los demás hagan uso de ellas.
Esto establece una unión en la santidad.
Hay otras razones por las que no sólo podemos sino que debemos hacer uso de los textos establecidos: podemos aprender de ellos.
Ya se ha demostrado que el discurso es más que un medio de auto-expresión individual, sino que es el medio por el cual el individuo se mueve en ese vasto mundo del simbolismo que llamamos lenguaje.
En este mundo se encuentra mucho más que las palabras individuales que se han desarrollado en el transcurso del tiempo.
Se encuentran combinaciones de palabras, frases, predicaciones, y patrones de pensamiento que otros han creado, y que se tiene que entrar en ellas y someterse a su poder formativo.
Lo mismo se aplica de nuevo al lenguaje de la oración.
Los textos establecidos por personas piadosas están imbuidos de sus experiencias y con sus luchas, y usando estos textos hacemos con ellos nuestra propia escolarización.
Ellas no sólo nos enseñan cómo expresar nuestros pensamientos, sino que pueden despertar en nosotros pensamientos y sentimientos que pueden haber estado inactivos.
Las oraciones de los santos son verdaderos viajes de descubrimiento en la tierra del espíritu, caminos que llevan a Dios – indicios de una nueva vida. . Una buena oración puede ser a nuestro espíritu lo que el pan es al hambre, la medicina a los enfermos, o las flores a los agobiados por la monotonía de la vida cotidiana.
LAS ORACIONES DADAS POR DIOS MISMO
Hay oraciones que nos vienen directamente de Dios, que forman parte de la Revelación: los Salmos, por ejemplo.
Ellos nos hablan de Dios y cómo llegar a él – no en la forma de instrucción, sino directamente.
Nos llevan de la mano y nos guían.
Los Salmos no son sólo es hermosos en sí mismos, sino que son necesarios para nosotros.
Se originaron en los corazones inspirados por Dios, se implantaron en ellos por Dios, y suben hasta él como una ofrenda de toda la humanidad.
Lo mismo puede decirse de los grandes textos de oración en los Evangelios (como el Magnificat, el Benedictus, y la acción de gracias de Simeón).
Y hay un texto que es de validez absoluta y es necesario para todos nosotros: la Oración del Señor.
Nadie debería decir que su vida espiritual es altamente desarrollada si no tiene necesidad de la Oración del Señor, porque sería engaño o arrogancia.
La Oración del Señor debe ser siempre nuestra introducción a la oración, porque fue el Señor mismo quien se la enseñó a sus discípulos cuando ellos le dijeron: «Enséñanos a orar».
Sin embargo, otros significados más escondidos asociados a la oración: son la parte de la nueva creación.
El hombre nuevo vive en ellas.
Son misterios, vinculados a los ritos de los cuales surgen las cosas por venir, es decir, los sacramentos.
Cuando decimos estas oraciones ayudamos a construir la nueva tierra y el nuevo cielo.
No todas las oraciones litúrgicas son igualmente valiosas.
Pero algunas de ellas ofrecen maravillosas oportunidades para la comunión con Dios (como, por ejemplo, el Gloria de la Misa o la «Ven, Espíritu Santo» de la fiesta de Pentecostés, y también algunos de los himnos y oraciones de la Liturgia).
Sus textos se originan mayormente en la Iglesia primitiva, y tienen la grandeza y dan expresión a un concepto más elevado de Dios.
No podemos hacer nada mejor que usarlas también para nuestras propias devociones personales.
LA IMPORTANCIA DE LA ELECCIÓN DE LAS ORACIONES SAGRADAS
Es importante elegir el tipo correcto de oración.
No estamos hablando ahora de las oraciones reveladas que forman parte del canon divino de la oración y, por tanto, son vinculantes para todos, a pesar de que se deja a la persona decidir cuál de estas oraciones son adecuados para diversas ocasiones.
Estamos hablando ahora de las oraciones que se encuentran en ciertos libros de oración actuales.
Muchas de estas oraciones son simplemente superfluas, mientras que otras afectan a nuestro espíritu como mala alimentación que afecta nuestro cuerpo.
La oración, como hemos dicho, debe ser ante todo sincera, la oración, por lo tanto, que se da a la exageración no es veraz.
Falsas también son las oraciones que son sensibleras y sentimentales, que presumen sentimientos que una persona mentalmente sana no puede contemplar.
Lo mismo se aplica a las oraciones en las que el hombre se humilla ante Dios y se deleita en la idea de su propia pecaminosidad.
Estas oraciones tienen raíces perjudiciales y por lo tanto deben ser rechazadas.
A los ojos de Dios, sólo la clase de oración que brota de motivaciones limpias y honorables tiene un valor real.
ADEMÁS DE LA TÉCNICA, LA PERSEVERANCIA
Imagínate el encuentro con Diosen el otro lado de la eternidad y descubrir que tenía incontables bendiciones para darte y un sinfín de lugares para llevarte pero habías cerrado la puerta.
¿Quién haría algo así?
Creo que todos estamos lo hacemos sin darnos cuenta.
Podemos ver los frutos de grandes personas que nos han precedido como la Madre Angélica, y Santa Teresa de Calcuta que tomaron los tesoros que Dios les ofreció.
Ellas no se mantuvieron alejadas de los dones de Dios.
Sin embargo, la pereza, el miedo, y cualquier tipo de resistencia amenaza con apartarnos de confiar en Dios lo suficiente, como para tener fe en que sus dones incluyen las gracias que necesitamos para aceptarlos.
Nuestro estado de ánimo, situaciones en la vida, y las emociones pueden llevarnos a tener muy poco deseo de pasar tiempo en oración.
Dado que la oración es una relación con Dios, y nosotros somos pecadores, todos vamos a experimentar momentos de fervor y tiempos donde Dios parece distante.
Todo cristiano, una vez que ha orado lo suficiente, va a experimentar tiempos de sequedad y desolación, así como momentos de dulzura y consuelo en la oración.
Sin embargo, nuestro amor a Dios se puede expresar eligiendo orar, no importa cómo nos sintamos en el momento, porque luego te vas a sentir bien con la oración.
Por lo tanto, la próxima vez que no sientas el deseo de orar, hazlo de todos modos.
Es una garantía que tu Padre que está en el cielo será feliz contigo cuando eliges orar a pesar de que tienes problemas para hacerlo.
Él no está buscando la perfección, buenos sentimientos, o una oración complicada.
Él sólo quiere un corazón fiel, en las buenas y en las malas.
¿POR QUÉ NO COMENZAR EL DÍA CON UNA ORACIÓN DE OFRENDA DEL DÍA?
Hay una oración verbal muy popular para ofrecer el día a Dios y enfocar nuestras acciones hacia Cristo.
Esta oración es llamada Ofrenda de la Mañana.
Es lo primero que se hace al levantarse.
Donde se reconoce la presencia de Dios en nuestra vida, le agradecemos por todo lo que ha hecho en ella, le prometemos reparar nuestros pecados y le ofrecemos el día a Él, con sus gozos y dolores.
La versión más popular es la siguiente,
“Oh Jesús, a través del Inmaculado Corazón de María, te ofrezco mis oraciones, obras, alegrías y sufrimientos de este día.
Por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón, en unión con el Santo Sacrificio de la Misa en todo el mundo.
Para la salvación de las almas, la reparación de los pecados, la unión de todos los cristianos, y en particular por las intenciones del Santo Padre este mes. Amén.”
La oración fue creada por el jesuita Francisco Javier Gautrelet para sus seminaristas.
La primera reacción cuando alguien te dice que puedes orar por cosas que ya han sucedido es que se trata de un absurdo.
Ya sucedió. Y Dios no cambia los hechos de la historia; no reescribe el pasado.
Pero esa posibilidad existe si piensas que Dios tiene ante sí el presente, el pasado y el futuro al mismo tiempo.
Cuando oramos pedimos la intercesión de Dios. O sea que tome en cuenta nuestra solicitud cuando tome una decisión.
Pero sucede que Dios vive fuera del tiempo.
Él tiene ante su vista el presente, el pasado y el futuro en forma simultánea.
Esto es lo que justifica que puedas orar por cosas que están en el pasado de tu vida.
Y puede mejorar dramáticamente tu poder de intercesión.
Imagínate esta situación.
Estás esperando un ser querido en un aeropuerto y se atrasa el vuelo en que llegaba un ser querido.
Luego citan a los que estaban esperando a personas de este vuelo, y en una sala privada les comunican que el vuelo ha sufrido un accidente, que hay gente que se salvó, pero no tienen el listado de quienes son.
Lo que haces inmediatamente es ponerte a rezar para que tu ser querido no esté dentro de los muertos.
Sin embargo te das cuenta que el accidente ya sucedió y que Dios no cambia el pasado.
¿Esto significa que la oración que haces es inútil o no tiene sentido?
Diríamos que no, porque no sabes lo que sucedió y no le estás pidiendo a Dios que cambie el pasado, que reviva a tu ser querido.
Le estás diciendo a Dios cómo te gustaría que hubieran pasado las cosas.
Y recordemos que Dios tiene ante si el pasado, el presente y el futuro, como si estuvieran sucediendo en el mismo momento.
Por eso en Isaías 65: 24 Dios dijo “antes de que llamen responderé…”
Dios quiere hacer las cosas con nosotros, involucrarnos, y ahí reside la fortaleza de la oración. Él nos llama a orar y a pedir.
Y si tú ser querido resulta ileso del accidente finalmente, tendrías buenas razones para suponer que tu oración colaboró.
Que seguramente tu oración fue escuchada por Dios en el principio de los tiempos y fue uno de los insumos que le llevó a determinar lo que sucedería en este incidente.
De modo que deberías estar agradecido a Dios porque tu ser querido no murió y además por haber contestado favorablemente tus oraciones.
Veamos esto más en detalle.
CÓMO NOS IMAGINAMOS A DIOS
Los hombres, que somos criaturas finitas, nos imaginamos a Dios como un ser inmortal. Qué vivirá para siempre en un futuro sin fin.
Lo consideramos con tres características centrales.
Una es su omnipotencia: lo puede todo y las escrituras los ejemplifican hablando de su brazo derecho fuerte.
En segundo lugar consideramos su omnisciencia: lo sabe todo, conoce cada cosa que sucede en el mundo, en la creación. Y lo retratamos como un ojo que examina todo en el universo.
En tercer lugar lo consideramos omnipresente que está presente en todos lados.
Una especie de bilocación múltiple, dónde puede estar tanto en galaxias lejanas, cómo mirándonos fijamente a al lado nuestro contándonos los pelos de la cabeza.
En este aspecto no está limitado ni por el tiempo y ni por el espacio.
Él es el constructor y creador y Señor de todo. Y no sólo hizo esto en lo cual vivimos, sino que lo mantiene.
Esto implica que no hay ningún lugar donde podamos escondernos de Dios.
Porque Él está en todas partes
No hay nada que se le escape en el presente, en el pasado y en el futuro a su conocimiento.
Pero al mismo tiempo Dios es invisible para alguna de sus criaturas, como los hombres, y aunque esté cerca de nosotros permanece oculto.
Como dice San Agustín Dios está oculto y más cerca de nosotros.
Pero Dios también en su omnipotencia puede hacerse uno de nosotros y lo demostró en su Encarnación.
Estuvo presente físicamente entre nosotros con Jesucristo sin perder su divinidad.
O sea que actúa en nuestro limitado espacio y tiempo como uno más.
Pero que él estuviera entre nosotros bajo la forma de Jesucristo no implica que estuviera ausente en otra parte del universo, ni que su obra se hubiera paralizado momentáneamente.
Más bien Dios estaba haciendo todas esas cosas, su obra y su providencia, al mismo tiempo.
La maravilla es que Dios está cerca de nosotros y aun así continúa sosteniendo todo el universo que Él creó.
LA ETERNIDAD DE DIOS
En el número 202 del Catecismo de la Iglesia Católica dice que los católicos
“Creemos firmemente y confesamos sin reservas que sólo hay un Dios verdadero, eterno, infinito, inmutable, incomprensible, todopoderoso e inefable”
Ser eterno significa que dura una cantidad ilimitada de tiempo.
Pero aún más. Eterno significa que está fuera del tiempo por completo.
Juan Pablo II, en la audiencia del 4 de septiembre de 1985, dijo que
“La eternidad debe entenderse como la posesión indivisible, perfecta y simultánea de una vida sin fin y por lo tanto como el atributo de estar absolutamente más allá del tiempo”.
Y agregó
“No coincide con el presente, no lo precede, ni lo prolonga al infinito”
La eternidad no es la suma de los diversos momentos en que Él vive, sino que el tiempo no tiene sentido para Su existencia propia.
De modo que Dios vive en el ahora eterno fuera del tiempo. En una situación donde el tiempo no pasa.
Que es distinto del ahora temporal que experimentamos los seres humanos, donde los momentos llegan y luego se deslizan hacia el pasado.
Esto tiene la implicancia de que no hay cambio en Dios, no hay progreso de un momento a otro en lo eterno.
Y en ese no tiempo de Dios, crea criaturas espaciales y con tiempo, como los seres humanos.
Nuestras almas no son heredadas de nuestros padres como lo son nuestros cuerpos, sino que son creados de inmediato por Dios como dice Pío XII en Humani Generis.
Se excluye la idea de que nuestras almas existan antes de la concepción.
Sino que en cada momento Dios Crea tu alma o la mía, en un momento después de que creó todo lo que existe en el universo.
De modo que en cada momento es Su eterno ahora, y Dios está creando y a su vez conservando todo del mundo físico simultáneamente.
En su eterno ahora Dios conoce toda la materia y energía del universo en cada momento de su historia, no sólo en el presente.
Y en ese proceso aunque él está fuera del tiempo, es capaz de poner en distintos tiempos la creación de nuestra alma particular y la creación de una galaxia millones de años antes.
Todo es real, no es una ilusión, hay una historia que pasa para nosotros que somos seres finitos.
Esto tiene consecuencias importantes para las oraciones nuestras.
Toda la historia le está a la vista simultáneamente, como un mural gigante.
Él puede ver pasado, presente y futuro en el mismo instante, simultáneamente.
Segundo, que la acción de Dios en el mundo no es independiente de la nuestra, si bien somos su creatura.
Dios quiere y pide nuestras oraciones, cómo lo ha dicho Jesús cuando dice “pide y se os dará, golpea y se os abrirá…” (Mateo 7: 7-8)
De modo que el sostén el universo quiere tener en cuenta el insumo de nuestros pedidos, gratis, por amor a los hombres.
Pero como ante Dios están el presente, el pasado y el futuro juntos a la vez, como si fuera una sola cosa, Él sabe el momento humano en que yo oro por una cosa y cuando sucede la cosa por la que oro.
Por ejemplo el momento en que oro por la salvación de una persona moribunda y el momento en muere la persona.
Y además Él es capaz de actuar en entre esos dos momentos.
Esto sucede cuando el tiempo corre hacia adelante; la persona está moribunda, yo oro por ella, y luego muere.
Pero aunque para los seres humanos parezca difícil de entender, podemos pedir por la salvación de una persona que ya murió hace días.
¿Por qué podemos hacer eso?
Porque en realidad Dios tiene presente, pasado y futuro ante sus ojos en cada instante.
Él supo de nuestra oración simultáneamente a que la persona muriera, a pesar de que nuestra oración fue posterior a su muerte.
Entonces nuestras oraciones no sólo pueden hacerse para pedidos sobre el presente y el futuro, como normalmente hacemos, sino también podría incluirse el pasado.
Esto lo solemos hacer automáticamente y sin darnos cuenta, cuando nos dicen que alguien murió y elevamos una oración por su alma.
Aquí está un ejemplo de cómo funciona esto según contó el Padre Pío.
Un médico que era muy cercano al Padre Pío recibió una carta de una mujer cuya hija estaba a punto de morir.
La madre imploró al futuro santo por sus oraciones y bendiciones sacerdotales.
El doctor no pudo enviarle esta carta al Padre Pío hasta varios días después de haberla recibido.
Después de leer la carta al Padre Pío, este médico le preguntó cómo debería responderla.
Pio respondió: «Fiat» [así será].
El doctor sabía que había pasado un tiempo desde que recibió la carta y que la niña estaba al borde de la muerte.
Estaba perplejo por la seguridad del Padre Pío de que todo estaba hecho, de que la petición de oración funcionaría.
El sacerdote Capuchino continuó,
“Tal vez no sabes que puedo orar incluso ahora por la feliz muerte de mi bisabuelo”.
“Pero ha estado muerto por muchos, muchos años”, respondió el doctor.
“Yo también lo sé”, dijo el Padre Pío.
«Déjame explicarte dándote un ejemplo.
Tú y yo morimos y, gracias a la buena suerte y la bondad y la misericordia del Señor, estamos obligados a permanecer en el purgatorio durante 100 años.
Durante estos años, nadie reza por nosotros o se ofrece una misa por la liberación de nuestras almas.
Pasan los 100 años, y alguien piensa en el Padre Pio y el buen doctor, y se han ofrecido Misas.
Para Nuestro Señor, el pasado no existe; el futuro no existe. Todo es un presente eterno.
Esas oraciones ya habían sido tenidas en cuenta, de modo que incluso ahora puedo orar por la feliz muerte de mi bisabuelo…”
La niña que necesitaba oración, por cierto, fue sanada.
En resumen, en teoría nosotros podríamos orar por sucesos del pasado, porque el pasado, el presente y el futuro están en el mismo momento presentes ante Dios.
Y Dios tomará nuestras oraciones como si fueran en el mismo momento a los sucesos que las motivaron.
Esto nos alerta de que podemos orar por sucesos del pasado, porque aunque para el tiempo de los hombres sean momentos sobre los que no se puede operar, Dios ha tomado nuestras oraciones en el momento que era necesario.
El apologista Jimmy Akin ha trabajado sobre esta posibilidad de orar sobre sucesos del pasado.
Pero sugiere cuales son las situaciones en que efectivamente nuestras oraciones son eficaces respecto a Dios.
CUANDO ES EFICAZ ORAR POR COSAS DEL PASADO
La práctica de orar a través del tiempo plantea según Jimmy Akin 3 categorías de sucesos:
Podemos orar por cosas del pasado que sabemos que sucedieron.
Podemos orar por cosas del pasado de las que no estamos seguros que sucedieron.
Y podemos orar por cosas del pasado que sabemos que no sucedieron.
Veamos cada una
Sí oramos por cosas que sabemos que no sucedieron, entonces estaríamos orando en contra de la voluntad conocida de Dios.
Y por lo tanto no es apropiado orar por esas situaciones.
Jimmy Aquí nos da el ejemplo de los atentados del 11 de septiembre del 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York.
Si nosotros oramos hoy para que el atentado de las Torres Gemelas en el pasado no suceda, sería contrario a lo que Dios dejó pasar.
Dios dejó pasar el atentado, por lo tanto si nosotros hubiéramos orado podríamos haber chocado contra una decisión diferente de Dios.
Pero también podemos orar por cosas que sabemos que sí sucedieron.
Jimmy Akin pone el ejemplo de que nosotros sabemos que hubo personas que sobrevivieron al ataque del 11 de septiembre a las Torres Gemelas.
Así que podemos orar para que algunas personas sobrevivan al ataque, porque Dios permitió que alguna lo hiciera.
Estamos hablando de orar Sin nombre preciso. Porque si esa persona no sobrevivió a los ataques y estamos orando para que esa persona sobreviva, oramos a contrapelo de lo que Dios decidió.
En este punto también hay otra contraindicación. Y es que estamos preocupándonos por cosas del pasado en vez de esforzarnos por el futuro.
Lo que puede tomarse como una distracción espiritual respecto a las preocupaciones más urgentes.
Finalmente se puede orar por las cosas que no estamos seguros que sucedieron, según Jimmy Akin.
Estas es para él la forma más apropiada de orar hacia el pasado.
Supongamos que una persona conocida estaba en las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 y no sabemos si la persona murió o pudo escapar.
Como no sabemos, es legítimo pedirle a Dios, que por favor, deje que la persona haya escapado.
Porque en realidad no sabes cuál fue la voluntad de Dios.
De modo que no estás orando contra Su voluntad conocida; no estás orando contra algo que ya sabes que sucedió.
Quitándole la variable tiempo, esta es la forma en que oramos habitualmente, porque no sabemos si Dios otorgará o no lo que solicitamos para el futuro; y en Lucas 18: 1 nos pide “orar siempre y no desanimarnos”.
Pero pasa lo mismo con una persona que ya está muerta.
Después de muerta nosotros podemos orar por su salvación porque no sabemos si en el momento de la muerte la persona estaba en Estado de Gracia.
Esta es la típica oración que los católicos hacemos hacia el pasado.
Cuando oímos que una persona ha muerto oramos por su alma, para que Dios le dé la salvación; y probablemente en ese momento que nosotros oramos ya haya sucedido el juicio.
Seguramente tu como yo estamos pasando por luchas y dolores en muchos frentes.
De hecho, todo el mundo que realmente nos importa está experimentando luchas similares.
Sin embargo podemos comprobar fácilmente que hay personas que soportan situaciones difíciles con felicidad y optimismo.
Mientras que otras se angustian por cosas aparentemente menores.
¿Por qué es esto?
Porque ha descubierto la forma de no angustiarse.
Y los cristianos pueden hacerlo con más facilidad que los demás si siguen a San Pablo.
Decir que no queremos esos dolores no significa nada. .
Porque si Dios permite nuestro sufrimiento, el decir solamente que no queremos el sufrimiento, no hará más que empeorar las cosas.
Hay que posicionarse de una manera inteligente.
En primer lugar deberemos identificar cual es la intención de Dios respecto a los que nos pasa. . Luego pedir a Dios para que ceda el dolor. . Y si no cede, comprender cuál es la manera de adaptarse. .
Y entender el camino inmediato que Dios ha puesto delante de nosotros.
Quien ha reflexionado más sobre el misterio del sufrimiento humano ha sido San Juan Pablo II.
San Pablo es quien ha tratado mejor el tema del dolor y el sufrimiento en las escrituras.
Y podemos encontrar varias formas que nos recomienda para terminar con la angustia y alcanzar un estado de felicidad.
Hay en especial un repertorio de 5 pasos para tratar con la angustia a la que nos queremos referir en este artículo.
UN VALLE DE LÁGRIMAS DE TINIEBLAS PERSISTENTES
A veces pensamos erróneamente que tales experiencias de angustia y dolor son únicas a nuestras circunstancias.
La verdad es que la vida nos presenta retos y dolor.
El fracaso, el sufrimiento y las penurias son una parte del programa.
Quizás en algún momento pensamos que estas luchas podrían disminuir, pero a medida que crecemos en la fe aprendemos a vivirlas con más madurez.
Al leer la vida de los grandes héroes de nuestra fe, nos damos cuenta de que estamos equivocados.
De hecho, lo contrario parece ser el caso. Los que estaban más cerca del Señor parecen luchar y sufrir aún más.
Lo que es diferente en la vida de un cristiano no es que esa lucha, el fracaso, el dolor y la dificultad desaparece, sino que nosotros cambiamos. . De hecho, a menudo esos dolores se convierten en instrumentos de dicho cambio. .
Y en el material con el que somos hechos nuevos, cuando aprendemos a vivir por fe.
Los cristianos no se enfrentan a la lucha, o enfocan el sufrimiento de la misma forma que los que todavía no han recibido el don de la fe viva.
La fe viva nos da nuevas gafas para ver toda nuestra vida de manera diferente, debido a quién es Jesús, y a que nos estamos convirtiendo en él.
Sin embargo, eso requiere que cooperemos con las invitaciones de la gracia que están presentes en todo momento, incluso cuando parecen estar ocultas.
EL EJEMPLO DE SAN PABLO
San Pablo era un hombre extraordinario y un cristiano extraordinario.
Un apóstol “fuera del curso ordinario”, que logró grandes cosas para el Señor cuando él ansiosamente respondió a su llamado a construir la Iglesia y a través de ella, ayudar a cambiar el mundo.
Un hombre tan profundamente cerca del Señor que tuvo experiencias místicas que surgen de su vida interior, de su íntima comunión con Dios.
Ciertamente tenía una fuerte relación con el Señor y su vida de oración era sólida.
Sin embargo, este gran apóstol sufrió mucho.
Él fue incomprendido y traicionado por hermanos.
Él experimentó dificultades emocionales, económicas y físicas intensas.
Tenía muchas razones para llegar a estar amargado.
Pero No lo hizo.
Él llegó a ser mejor.
Ese es nuestro propio reto, en el que nos embarcamos, todos los días, en este camino de fe llamado la vida cristiana. .
Nadie va a evitar dificultades, la lucha, el dolor y el aparente fracaso en la vida. . Quien diga lo contrario está deplorablemente mal informado en el mejor de los casos, o abraza una enseñanza errante.
San Pablo compartió con los Filipenses la clave de su felicidad:
“Sé pasar privaciones y vivir en la abundancia.
Estoy entrenado para todo y en todo momento: a estar satisfecho o hambriento, en la abundancia o en la escasez”. (Filipenses 4:12).
En Corinto fue atacado por falsos maestros, llamados super apóstoles, que cuestionaron su autoridad apostólica y le minaron entre los fieles.
El dio otra clave.
Al confrontar las afirmaciones de sus oponentes lo señaló como un signo de su caminar con el Señor:
“¿Son hebreos? También yo lo soy. ¿Son israelitas? También yo. ¿Son descendientes de Abrahán? También yo. ¿Son ministros de Cristo?
Empiezo a hablar como un necio: yo lo soy más que ellos.
Más por mis numerosas fatigas, más por el tiempo pasado en cárcel, mucho más por los golpes recibidos, y muchas veces me encontré en peligro de muerte.
Cinco veces fui condenado por los judíos a los treinta y nueve azotes; tres veces fui apaleado; una vez fui apedreado; tres veces naufragué; y una vez pasé un día y una noche perdido en alta mar.
Viajes frecuentes; peligrosos de ríos; peligros de bandidos; peligros por parte de mis compatriotas; peligros por parte de los paganos; peligros en la ciudad; peligros en lugares despoblados; peligros en el mar; peligros entre falsos hermanos.
Trabajos y agotamiento, con noches sin dormir, con hambre y sed, con muchos días sin comer, con frío y sin abrigo.
Además de estas y otras cosas, pesa sobre mí la preocupación por todas las Iglesias.
¿Quién vacila que yo no vacile con él? ¿Quién se viene abajo sin que un fuego me devore?”. (2 Corintios 11: 22-29)
Debido a su estrecha comunión con Jesucristo, el Resucitado que le había llamado en el desierto, Pablo cultivó una fuerza interior que hizo posible que él caminara a través del dolor, incluso abrazara el dolor. . Y experimentara el fracaso como un camino a la Cruz, donde encontró consuelo en el costado herido de Jesús el Salvador.
Esta es la clase de fuerza que sólo viene de vivir una vida totalmente entregada, una vida de discipulado.
El Señor que lo llamó le había cambiado en ese encuentro.
El cambio continuó cuando Pablo caminó por la fe viva. Se llama conversión.
Esto es reflejado, como suele ser el caso en los relatos bíblicos de llamamientos vocacionales, con el cambio de su nombre de Saulo a Pablo.
Pero este cambio, la conversión continua que viene cooperando con la gracia, continuó cuando Pablo aprendió a vaciarse de modo que pudiera ser llenado con Dios.
Para nosotros, que no somos Pablo, ante situaciones dolorosas, siempre es bueno identificar qué es lo que quiere concretamente Dios con cada sufrimiento nuestro.
¿CUÁL ES LA VOLUNTAD DE DIOS RESPECTO AL SUFRIMIENTO?
El sufrimiento, de un tipo u otro, es nuestro compañero constante en el viaje a través de este mundo caído.
Pero la angustia que conlleva la podemos encausar o no.
Dios ha revelado que el sufrimiento no era parte de su plan original, sino más bien era la consecuencia del pecado original, que destrozó la armonía de la creación.
Su voluntad indicativa a nuestros primeros padres en el Jardín del Edén era “del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás” (ver Génesis 2:17). Ellos desobedecieron.
La naturaleza humana cayó; la creación cayó; el mal alcanzó un cierto predominio en la condición humana, dando lugar a
“La miseria abrumadora que oprime a los hombres y su inclinación hacia el mal y la muerte” (CIC 403).
Dios no deseaba que Adán y Eva se rebelaran en contra de su plan, pero Él les permite hacerlo. . Del mismo modo, a lo largo de la historia humana, Dios no quiere que el mal suceda (y su consecuencia, el sufrimiento), pero él lo permite. . Desde luego, Él explícitamente no quiso el Holocausto, por ejemplo, pero por otro lado, lo ha permitido.
¿POR QUÉ DIOS PERMITE EL MAL?
La pregunta de por qué Dios permite algunos males y el sufrimiento que viene de él, incluso el sufrimiento de los inocentes, es una pregunta muy difícil de contestar.
Sólo la fe cristiana en su conjunto da una respuesta satisfactoria a la misma, una respuesta que sólo puede penetrar en nuestros corazones y mentes a través de la oración, el estudio y la ayuda de la gracia de Dios (ver CIC 309).
La respuesta corta de San Agustín es digna de mención. . Escribió que si Dios permite que el mal nos afecte, es sólo porque él sabe que puede utilizarlo para lograr un bien mayor. . Y esto es lo que ya vimos.
Puede que no veamos que el bien de inmediato; es posible que no lo veamos en absoluto durante nuestra jornada terrenal.
Pero la resurrección de Cristo es la promesa de que la omnipotencia y sabiduría de Dios nunca son superadas por los aparentes triunfos del mal y del sufrimiento.
Tú puedes conocer la voluntad de Dios en tu vida a través de los mandamientos y las responsabilidades de tu vocación. .
Y por medio de las circunstancias fuera de tu control que Dios permite. . El sufrimiento físico es típicamente una circunstancia que está fuera de su control.
ORAR, ACEPTAR LA RESPUESTA DE DIOS Y VIVIR CON EL MISTERIO
¿Cómo operar con esto?
En primer lugar, rezar para ser libres del sufrimiento está bien. .
Es una de las respuestas fructíferas al sufrimiento, porque a través de la oración ejercitamos nuestra fe, esperanza y amor por Dios, junto con las preciosas virtudes de la humildad y la perseverancia.
Jesús oró por la liberación en Getsemaní.
San Pablo oró para ser librado del aguijón en la carne (2 Corintios 12: 7).
Pero esta oración de petición siempre debe ser ofrecida con una condición: “Señor, déjame ser sanado de esta aflicción, si es tu voluntad”.
Tenemos que confiar en que si su respuesta a nuestra oración es no o no aún, esa respuesta fluye de su infinito amor y sabiduría, aunque no nos guste especialmente.
En segundo lugar, siempre y cuando Dios no te haya salvado, ya sea a través de un milagro o por los pasos naturales prudentes que has tomado (atención médica, por ejemplo), sabemos que Él todavía está permitiendo tu sufrimiento.
En ese sentido, es su voluntad permisiva para ti que continúes teniendo esta cruz.
Así que, por ahora, esto es parte de la voluntad de Dios para ti.
Incluso en medio de nuestros sufrimientos, debemos esforzarnos por recordar que, siguiendo los mandamientos y cumpliendo con las responsabilidades de nuestro estado de vida, estamos glorificando a Dios, en la construcción de su reino, y siguiendo a Cristo.
Debemos tratar de evitar que nuestras cruces nos oscurezcan la imagen integral de nuestro discipulado cristiano.
El que incluye la continua participación en los sacramentos, la oración, y amar a los demás como Dios nos ha amado.
En tercer lugar, no siempre es fácil saber cuándo dejar de orar por una petición particular. . En el Evangelio, Jesús nos exhorta siempre a “orar sin desfallecer”. .
E incluso nos dice un par de parábolas para ilustrar el punto (Lucas 11 y 18). .
También promete: “Pedid, y se os dará”.
Y, sin embargo, San Pablo tuvo la experiencia de pedir que la espina en su carne fuera eliminada, en repetidas ocasiones, y Dios no le dio lo que pedía. Hay un misterio aquí.
Ya vimos que San Agustín explica que Dios a veces se abstiene de darnos la cosa específica que pedimos porque quiere darnos algo mejor; quiere responder a un deseo más profundo del cual fluye la petición específica.
Y ALGO MÁS
San Pablo seguía pidiendo que el aguijón en su carne fuera eliminado, hasta que recibió esta respuesta de Dios: .
“Te basta mi gracia; mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad”. .
Con esa respuesta, Pablo ya no sentía la necesidad de pedir la curación.
Mientras sientas en tu corazón el deseo de ser sanado de su aflicción, continuarás haciendo tu petición al Señor.
Pero a fin de evitar obsesionarte o ser confundido por la situación dolorosa y la respuesta misteriosa de Dios, tal vez sería útil hacer su petición en la forma de una devoción establecida.
Por ejemplo, puedes pedir por esta intención en la devoción de los Nueve Primeros Viernes.
O podrías hacer una novena a San Pío de Pietrelcina o a Nuestra Señora del Buen Remedio durante los primeros nueve días de cada mes.
Circunscribiendo tu petición para la curación dentro de una devoción establecida de algún tipo, puedes estar en paz que estás haciendo tu parte (perseverando y sin desanimarse).
Mientras que no dejas que tu lucha moleste o domine todos los demás aspectos de tu discipulado cristiano.
Pero esto debemos considerarlo en el marco que en nuestra vida diaria nosotros sufriremos, seremos incomprendidos, traicionados por los amigos, incluso naufragaremos – al menos en sentido figurado.
Vamos a experimentar la inestabilidad que acompaña a las luchas de la vida humana cotidiana.
San Pablo nos muestra la manera de elegir el camino del discipulado.
Pero la diferencia entre los cristianos verdaderos y los no cristianos es como lidian con sufrimiento, el dolor y la angustia.
San Pablo nos presenta un plan de cinco pasos prácticos para tratar con nuestra angustia en situaciones difíciles.
“Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.
Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres.
El Señor está cerca.
No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias.
Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta.
Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros”. (Fil 4: 4-9).
Sí comprendemos bien lo que nos sugiere San Pablo podemos lograr una paz interior profunda y también irradiar felicidad.
Veamos los 5 pasos.
Paso 1 – Alegrarse en la Presencia del Señor
Esto implica cultivar el don de la presencia del Señor en nuestras vidas.
Porque muchas veces nos volvemos hacia nosotros y nos olvidamos de Él.
Ser conscientes de su presencia cercana nuestra vida es recordar permanentemente su poder y su amor por nosotros.
Paso 2 – Confiar en el Señor Sin Preocuparse
Confiar en el Señor sin preocuparnos, llevando nuestra preocupación a la oración y a la petición a Él.
Dios se hace cercano en la oración y es el antídoto para nuestras preocupaciones.
Debemos recordar que Dios tiene su manera de hacer las cosas y que hemos visto en nuestra historia como Él ha actuado contestando nuestras oraciones y peticiones.
Paso 3 – Recordar la Provisión del Señor con Acción de Gracias
Dios nos ha mantenido en nuestra historia y eso merece una Acción de Gracias.
La Acción de Gracias disciplina nuestra mente porque el recuerdo del actuar del Señor en nuestras vidas nos da esperanza y confianza.
De esta manera alimentamos lo positivo y desterramos lo negativo.
Paso 4 – Descansar en la Paz del Señor
Si nos descansamos en Él obtendremos una paz que trasciende toda comprensión humana.
Esta Paz es una realidad profunda que se mantendrá en el tiempo, en la medida que se realimenta con nuestros pensamientos positivos y del decrecimiento de los pensamientos negativos.
Por lo tanto el descanso en la paz del Señor dispara un círculo virtuoso.
Paso 5 – Reflexionar sobre el Plan del Señor
Finalmente San Pablo nos aconseja enfocar nuestros pensamientos en el plan divino general que Dios tiene para los hombres.
Y en el plan con el que que ha provisto para nuestra vida, que lo podemos descifrar si miramos el camino que hemos recorrido, y como ha estado presente su mano dirigiéndonos.
En definitiva debemos recordar para desactivar nuestra angustia y tener una mejor salud mental debemos ponernos en presencia del Señor, invocar su poder, agradecer Su Providencia, saborear su paz y centrar nuestra atención más en las cosas de Dios que en las del mundo.
La profecía es un llamado de atención de que va a suceder algo en el mundo, en el país, a ti, a alguna persona.
Su objetivo no es avisar sino que la gente reaccione y cambie.
Por lo tanto son condicionales y no un decreto que va a suceder sí o sí.
Hay un mensaje positivo en ellas, un premio si se siguen las indicaciones divinas.
Sin embargo nos encontramos con que las diferencias entre los videntes son un escándalo para algunos.
¿Por qué las diferencias de las visiones de los videntes?
¿Si son verdad, entonces por qué distintos videntes describen los mismos eventos con detalles diferentes?
La respuesta que veremos es que las revelaciones privadas no han sido diseñadas para darnos información fáctica precisa. .
Sino para hacernos comprender y vivir nuestra fe. .
Es como si los elementos fácticos que introducen son el marco de referencia global para introducir el mensaje piadoso.
Pero por otro lado está toda la problemática de la credibilidad de los videntes relacionada con su vida.
¿Hasta dónde es lícito aceptar las visiones de un vidente pecador?
Comencemos por comprender como comprender una profecía para luego entrar a analizar las diferencias entre los videntes.
QUE ES UNA PROFECÍA EN LA TRADICIÓN JUDEO CRISTIANA DE LA BIBLIA
En el lenguaje común, la profecía es a menudo considerada como «predecir el futuro» de eventos que se darán con seguridad.
Para algunos, evoca imágenes de psíquicos o una bola de cristal.
Sin embargo los “profetas” de la Escritura (por ejemplo, Malaquías, Habacuc, Jonás) parecen estar haciendo algo diferente. .
Hacer predicciones explícitas sobre el futuro parece ser una pequeña parte de su función de un «profeta».
Entonces ¿qué es exactamente la profecía?
Por ejemplo uno de los más famosos profetas menores ilustra que la profecía no se trata tanto de predecir el futuro con exactitud.
Jonás, emite un solo anuncio sobre el futuro: “Dentro de cuarenta días Nínive será destruida”(Jonás: 3: 2)
Esto no sucedió.
Nínive no fue destruida, porque sus habitantes rasgaron sus vestiduras, se sentaron sobre cenizas y cambiaron sus corazones.
Si no se hubieran arrepentido Dios entonces la habría destruido.
Dios entregó el mensaje condicional a un profeta o vidente para que lo entregara a los destinatarios.
Un profeta es aquel que da un mensaje de parte de Dios. .
Dios escoge al profeta para dar un mensaje. .
Y si un profeta habla palabras que no son de Dios, se considera un falso profeta o a veces llamado un profeta de otro dios (por ejemplo, «profetas de Baal» en el AT).
Tan no tiene que ver la profecía con predecir el futuro que se considera un acto profético cuando Jesús expulsa a los mercaderes del templo.
Sino que mucho más a menudo emiten diversos tipos de mensajes en nombre de Dios.
Transmitiendo la interpretación de Dios sobre el pasado, presente y futuro de aspectos de la vida de las personas y pueblos.
El profeta habla sobre «posibilidades de futuro», sobre lo que podría ocurrir, dependiendo de cómo la gente elija actuar. .
Si escuchan el mensaje profético y viven sus vidas de acuerdo a lo que Dios quiere sucederá una cosa. .
Y si ignoran las palabras de los profetas sufrirán otras consecuencias.
De modo que cuando los profetas hablan sobre el futuro no están prediciendo un futuro inevitable, inalterable.
Más bien están advirtiendo a la gente acerca de un posible futuro que podría venir sobre ellos si continúan en sus malos caminos y no vuelven a Dios.
Sin embargo no todos los textos bíblicos muestran la naturaleza condicional del futuro de manera explícita, sino que las dos alternativas pueden permanecer latentes.
Algunos textos pueden incluso presuponer que la gente no se arrepentirá, y por lo tanto serán castigados por su maldad.
Pero si lo hacen incluso en contra de todas las expectativas, las catástrofes predichas por los profetas no llegarán después de todo o mitigadas.
Todo esto nos indica que esta es la forma en que debemos tomar las profecías. .
Son advertencias de Dios. .
Y cuando se trata del futuro, son condicionales a la respuesta de la población. .
Y aunque no se explicite la condicionalidad, debes saber que siempre existe.
EL EJEMPLO DE FÁTIMA
Echemos un vistazo a una de las revelaciones privadas más conocida aprobadas, la aparición de la Virgen a 3 niños pastores en Fátima, Portugal en 1917.
Dejando de lado la tercera parte del secreto y la correcta interpretación de la visión, echemos un vistazo a las otras partes.
Ustedes han visto el infierno donde van las almas de los pobres pecadores.
Para salvarlos, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón.
Si lo que digo a ustedes se hace, muchas almas se salvarán y habrá paz.
La guerra va a terminar, pero si no dejan de ofender a Dios, una peor estallará durante el pontificado del Papa Pío XI.
Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da, de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, el hambre y persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.
Para impedir esto, Yo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados.
Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia.
Los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas.
Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará.
El Santo Padre consagrará Rusia a mí, y se convertirá, y un período de paz será otorgado al mundo.
Aquí vemos la Corrección. La guerra va a terminar, pero si las personas no dejan de ofender a Dios, más guerra estará llegando.
Nuestra Señora, por amor, nos ofrece corrección. .
Nuestra Señora señala claramente las consecuencias de nuestras acciones, y expresa el deseo de que cambiemos. .
Dejen de ofender a Dios o algo horrible va a suceder, la guerra, el hambre, las persecuciones, los errores de Rusia extendiéndose por todo el mundo.
Ten en cuenta que estas cosas enviadas son las consecuencias naturales de nuestros actos impíos.
Y Nuestra Madre Bendita nos dice cómo arreglar las cosas a través de la consagración y la comunión de reparación.
Pero por la naturaleza humana, siendo lo que es, Nuestra Señora también nos proporciona esperanza.
La esperanza es la clave.
Nos fijamos en los años posteriores y está claro que no hemos dejado de ofender a Dios y todas las cosas predichas por la Virgen han llegado a pasar: la guerra, el hambre, las persecuciones, y los errores de Rusia extendiéndose por todo el mundo.
Pero la Virgen no se detuvo allí, nos dio mucho más.
Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará.
El Santo Padre consagrará Rusia a mí, y se convertirá, y un período de paz será otorgado al mundo.
Viviendo en estos tiempos, es fácil perder la esperanza.
Sabemos que nuestra cultura réproba no ha hecho todo lo que la Virgen nos pide, por lo que sería fácil resignarse a la guerra y el sufrimiento continuo.
Pero Nuestra Señora nos asegura que esto llegará a su fin y que vamos a tener algún día un período de paz. .
Por esto debemos estar eternamente agradecidos, en estos tiempos oscuros y aferrarnos a esta esperanza. .
Necesitamos esta esperanza.
EL EJEMPLO DE LAS PROFECÍAS DADAS A MARIANA DE JESÚS TORRES
Ella es alarmante en su especificidad sobre los errores de nuestra época.
Por ejemplo:
En aquellos tiempos, el sacramento de la extremaunción será ignorado en gran medida.
Muchos morirán sin recibirlo, siendo por lo tanto privados de innumerables gracias, consuelo y fortaleza en el gran salto del tiempo a la eternidad.
El sacramento del matrimonio, que simboliza la unión de Cristo con la Iglesia, será atacado y profanado a fondo.
La masonería, entonces reinante, implementará leyes inicuas destinadas a extinguir este sacramento.
Ellos harán que sea fácil que todos puedan vivir en pecado, multiplicando así el nacimiento de los hijos ilegítimos sin la bendición de la Iglesia.
La educación secular contribuirá a una escasez de vocaciones sacerdotales y religiosas.
El santo sacramento del Orden Sacerdotal será ridiculizado, oprimido, y despreciado, la Iglesia y Dios mismo serán oprimidos y vilipendiados, ya que Él es representado por sus sacerdotes.
Una vez más, la Virgen nos dice claramente las razones de los problemas. Esta es la corrección.
Pero incluso hace 400 años, la Virgen nos dijo acerca de la paz que vendrá, nos dio esperanza.
Tiempos infelices vendrán en los que se deben defender valientemente los derechos de la Iglesia, ciegos a pesar de la luz, darán la mano a los enemigos de la Iglesia y cumplirán sus órdenes.
Pero cuando [el mal] parezca triunfante y cuando la autoridad abuse de su poder, cometiendo toda clase de injusticias y oprima a los débiles, su ruina estará próxima.
Ellos caerán y se estrellarán contra el suelo.
Entonces vendrá la Iglesia, alegre y triunfante como una joven muchacha, despertada y será acunada cómodamente en los brazos de mi querido y elegido hijo de aquellos tiempos.
Si él presta oídos a las inspiraciones de la gracia – una de las cuales será la lectura de estas grandes misericordias que mi hijo y yo hemos tenido hacia ustedes – vamos a llenarlo de gracias y dones muy especiales y lo haré grande en la tierra y mucho mayor en el Cielo.
Hemos reservado un asiento precioso para él, ya que, sin hacer caso a los hombres, el habrá luchado por la verdad y sin cesar defendió los derechos de la Iglesia, mereciendo ser llamado ‘mártir’.
¿Por qué la profecía? Corrección y esperanza. . ¿Es necesaria para nuestra salvación? No, pero debemos estar muy agradecidos que las tenemos.
PROFECÍA QUE IRLANDA SUFRIRÁ UNA CATÁSTROFE Y SERÁ CUBIERTA POR EL MAR
Es así como debemos interpretar las profecías sobre catástrofes en Irlanda, profetizadas para siete años antes del final.
Irlanda, el país de San Patricio, su santo patrono y de San Malaquías, célebre por la profecía sobre los papas, ha sido un lugar de numerosas apariciones y profecías.
Se contabilizan 10 apariciones de Jesús o María, la más célebre es la Knock, en el condado de Mayo, en agosto de 1879, ver aquí la historia.
Pero lo más llamativo es una serie de profecías coincidentes sobre lo que sucederá a esa tierra siete años antes del final.
Y también es llamativo lo que sucede ahora en Irlanda.
LAS PROFECÍAS SOBRE LA NATURALEZA
Una serie de profecías extrañamente coincidentes, dadas a través de varias centurias, hablan de una catástrofe en la que el mar cubrirá a Irlanda, siete años antes del final, o el día del juicio.
Siete años antes del último día
el mar sumergirá a Irlanda en una inundación. San Columbille o Columba
Varias profecías de santos y otros místicos identifican que el final de la Época será precedido por un evento trágico en Irlanda.
Sin embargo, un sano escepticismo es siempre de orden, cuando leemos profecías que dicen tiempos específicos.
Después de todo, con respecto a su regreso, Jesucristo advirtió:
“Nadie sabe el día ni la hora, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.” (Marcos 13:32)
Un terremoto inusual sorprendió a Irlanda hace un par de años, mira aquí.
Aunque el terremoto de Irlanda fue de sólo 4.0 en la escala de Richter, el evento sorprendió a sismólogos que saben que esta zona es una de las más estables del planeta.
Sin embargo, Irlanda no es el único que experimenta temblores sorprendentes.
Un informe identifica una serie de amenazas volcánicas y sísmicas en desarrollo, en todo el mundo.
El “Anillo de Fuego”, que forma un perímetro alrededor del Océano Pacífico, por ejemplo, parece estar rugiendo de nuevo y volviendo a la vida.
Además, los terremotos son cada vez más frecuentes y más potentes, se suceden mayores niveles de terremotos, por año, aumentando en un 50% desde la primera década del siglo anterior.
El mar vendrá sobre Irlanda
siete años antes del Día del Juicio. San Nennius
¿Es inconcebible que un terremoto con un tsunami posterior pueda engullir una isla como Irlanda? ¿Quién lo sabe, sino Dios?
Sin embargo, el 26 de diciembre de 2004, un terremoto submarino liberó energía equivalente a 23.000 bombas atómicas del tipo de las lanzadas en Hiroshima, bajo la superficie de la tierra.
Esta fuerza causó una serie de olas asesinas en todo el Océano Índico, que viajaron tan rápido como un avión a reacción.
El terremoto de magnitud 9,0 fue el de mayor magnitud en 40 años y el tsunami que generó viajó 3.000 millas hasta África.
Cerca de 230.000 personas fueron encontradas muertas.
Tal vez podría haber sido un evento del tamaño del profetizado para Irlanda.
El mar se abrumará a Irlanda
siete años antes de la sentencia. Leabhar Breac
Las predicciones son sorprendentemente consistentes.
Por alguna razón, un tsunami en Irlanda, al parecer, sigue emergiendo de la profecía.
¿Podría ser que una falsa profecía se haya repetido a ciegas a través de siglos por personas santas? Tal vez.
¿O estas predicciones se produjeron en forma independiente? Es difícil saberlo.
NI SIQUIERA EL LEGENDARIO SAN PATRICIO SE ESCAPÓ DE ELLA
El mar inunda a Irlanda
siete años antes del final
para que el diablo no pueda pronunciarse sobre ese pueblo. San Patricio
Esta profecía identifica una razón espiritual para la tragedia anunciada.
¿Podría el (posible) cataclismo ser causado por el rechazo generalizado de Irlanda a su fe tradicional?
Después de todo, los irlandeses están en una carrera de máxima aceleración alejándose de la fe de sus padres, como sucede en todos los rincones de Europa.
Una vez más vemos la corrección que el Cielo quiere crear con las amenazas de cataclismos.
TAMBIÉN PROFECÍA DE TSUNAMI EN INGLATERRA
Tampoco la vecina Inglaterra se escapa de terribles predicciones sobre un posible tsunami.
En 1630, fue hecha otra profecía:
Vi a una tierra tragada por el mar y cubierta de agua,
pero después vi que poco a poco,
el mar se retiró y dejó la tierra visible,
y las partes superiores de las torres y torretas de las ciudades emergieron
y parecían más hermosas que antes de ser tragadas por el mar,
y se me dijo que era Inglaterra. Padre Balthassar Mas
Y aquí vemos funcionar la esperanza. .
Este es el premio luego de eliminado el mal, que se puede eliminar antes, por acción de los propios hombres, o porque el Cielo deja pasar un evento catastrófico que producirá la “limpieza”.
Sobre Irlanda, al igual que sobre el mundo hay profecías catastróficas que supuestamente vienen de Dios.
Pero son los propios hombres que tienen en sus manos que éstas sucedan o no.
Veamos ahora el fenómeno de las divergencias entre los videntes, que no permiten a algunos estar seguros sobre la autenticidad de los avisos.
DIVERGENCIAS EN VISIONES SOBRE LA ASUNCIÓN DE MARÍA
Aquellos quienes estudian las vidas de videntes y místicos se encuentran siempre, en algún momento, con la siguiente pregunta:
¿Cómo es posible que a veces los videntes parecen revelar diferencias en los detalles que conciernen al mismo hecho?
Por ejemplo, ¿qué hay acerca de la Asunción de María a los Cielos?
La Beata Ana Emmerick marca este momento como ocurrido 13 años después de la muerte de Cristo.
Santa Brígida lo ve sucediendo en el año 14 después de la muerte del Señor.
La Venerable María de Agreda ubica la Asunción de María en el año 21 posterior a la muerte de Jesús.
¿Por qué estas diferencias?
DIVERGENCIAS EN VISIONES DE LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS
Entre las distintas visiones de la Crucifixión de Nuestro Señor, leemos místicos que contemplan los mismos sucesos pero con distintos detalles visuales.
La Venerable María de Agreda y la Beata Ana Emmerick, vieron que los agujeros de la cruz, que habían sido perforados previamente, estaban demasiado separados de las manos del Señor Jesús como para ser llevadas fácilmente hasta allí a fin de traspasarlas y clavarlas a la madera.
La visión de María de Agreda se resuelve en que los soldados romanos usaron una cadena.
Atándola a uno de los brazos de Jesús, lo que les hizo posible estirárselo hasta sacarlo de su coyuntura, a fin que la mano alcanzase finalmente el orificio.
La Beata Ana Emmerick, en cambio, vio que los soldados usaban una soga, no una cadena.
Otra diferencia de versiones:
Santa Brígida nos relata que cuando Jesús fue clavado en la cruz, ésta ya se encontraba levantada y vertical en su lugar.
A diferencia de ella, la Venerable María de Agreda y la beata Ana Emmerick, vieron a Jesús siendo clavado a la cruz estando la misma todavía apoyada en el suelo.
De nuevo leemos diferencias:
Cuando Santa Brígida nos cuenta que se usaron cuatro clavos en total para perforar las manos y los pies de Nuestro Señor Jesús, al tiempo que la beata Ana Emmerick nos habla de nada más tres clavos.
Más diferencias:
Mientras la mayoría de los videntes han visto a Jesús clavado a la cruz, atravesadas por clavos sus manos, algunos pocos lo ven crucificado por las muñecas.
Y, en el caso de la mística María Valtorta, Jesús es visto clavado en la mano izquierda y la muñeca derecha.
Más aún, contrariamente a la mayoría de los místicos que vio a Jesús clavado por las manos, la muestra del sudario ofrece visiblemente la imagen de Jesús clavado en una de sus muñecas.
¿Por qué estas aparentes diferencias?
¿DEBERÍA UNO TURBARSE POR ESTAS APARENTES DIFERENCIAS?
La respuesta en un NO rotundo.
Y esto es por la misma razón por la que ninguno se inquietaría por las pocas diferencias en algunas historias de los cuatro Evangelios.
La razón es que el propósito primario de las Escrituras es impartir la Revelación Divina, esto es, la Revelación que Dios a toda la humanidad.
Y aunque también éste es el propósito de la revelación privada, debemos notar que hay una diferencia muy importante y significativa entre la revelación privada y la revelación Pública.
La Revelación Pública y la Tradición forman los fundamentos de la Iglesia, y son vinculantes para todos los católicos.
Todo católico está obligado a creer en la Revelación Pública.
Las Revelaciones Privadas, sin embargo, no son vinculantes. .
Los católicos no están obligados a creer en ellas. .
No hay, incluso, obligación de creer en revelaciones como las de Fátima o la de Lourdes, aunque hayan sido aprobadas por la Iglesia.
LA REVELACIÓN PRIVADA ES PARA ILUMINAR LA FE
El propósito primero de la revelación privada es iluminar y profundizar el entendimiento de la Revelación Divina dada por la lglesia a través del depósito de la Fe.
Tal como fue revelada a través de la Sagrada Escritura y enseñada por la Tradición.
Al igual que las Escrituras, la revelación privada no tiene la intencionalidad de impartir conocimientos de ciencia o geografía, ni de historia. .
No intenta pormenorizar detalles temporales o materiales de los hechos bíblicos, tales como precisiones específicas de la muerte y pasión de Cristo.
Su objetivo es brindar una comprensión espiritual más profunda de lo que hay detrás de los sucesos históricos.
Y aunque las Escrituras pueden eventualmente contener algún material geográfico, científico o histórico, no es su propósito develar o clarificar tal material.
De modo que, la finalidad de la visión que tenga un místico o un visionario de la crucifixión de Jesús, solo es proporcionar un más acentuado y vívido entendimiento del valor espiritual de ese momento.
Los detalles visuales que se dan son con frecuencia adaptados para producir la mayor impresión posible sobre la persona que los recibe.
Así, en este contexto, vemos que no hay significancia sobrenatural en hechos tales como si los místicos vieron tres o vieron cuatro clavos sobre el cuerpo crucificado del Señor, o si vieron los clavos traspasando sus manos o atravesando sus muñecas.
Estos elementos son sin consecuencia real y no tienen relevancia.
EL EJEMPLO DE LA FORMA EN QUE SE APARECE MARÍA
Podemos pensar por ejemplo en las tantas y variadas apariciones de la Santísima Virgen María alrededor de todo el mundo a lo largo de los siglos.
En el monte de Tepeyac, México, Nuestra Señora de Guadalupe se presentó a Juan Diego con apariencia de mujer azteca.
En Lourdes, se mostró a Bernardette como una mujer caucásica, incluso hablando su particular dialecto local del idioma francés – el Patois.
En Kibeho, Rwanda, ella se dejó ver por un grupo de videntes como una mujer de piel oscura, similar a la gente africana del mismo lugar.
Entendemos entonces que María eligió mostrarse a todas estas personas del modo más natural y apropiado para ellos. .
Simple y solamente para impartir una lección espiritual y un mensaje. .
No para afirmar de sí misma que pertenece a una determinada raza.
Bien pronto apreciamos que las diversas fisonomías de estas apariciones no contienen real peso ni otro sentido más que aquel de enseñar que Ella es la Madre Espiritual de la humanidad entera.
Esto mismo ocurre con la mayoría de los detalles temporales entre los diferentes místicos y videntes, son accesorios al servicio de la significación espiritual y del mensaje que trata de ser impartido en la visión misma.
LOS DETALLES SON SOPORTE DEL MENSAJE
Los detalles visuales y pormenores físicos observados en las revelaciones privadas simplemente dan soporte a las realidades espirituales que cargan con el énfasis mayor y son el primer propósito de las mismas.
Si leemos las visiones de Santa Gemma Galgani comprenderemos fácilmente que algunas informaciones son un mensaje espiritual y no fáctico de cómo ocurrieron los hechos.
“Mi hija” dijo Jesús, “Mira mis heridas. Han sido abiertas por tus pecados.
Pero ahora, consuélate, porque han sido cerradas gracias a tu arrepentimiento.
No me ofendas otra vez, nunca más. Ámame como siempre yo te he amado a ti. Ámame.”
“Me repitió esto varias veces. Después la visión se desvaneció y yo volví a mis sentidos.
De aquella vez en adelante, comencé a sentir un horror muy grande al pecado, lo cual fue la gracia más grande que Jesús me ha dado.
Las heridas de Jesús se mantuvieron impresas muy nítidamente en mi mente. Nunca se han borrado y nunca habrán de borrarse”.
Cuando Jesús le dice que las heridas de la crucifixión han sido abiertas por sus pecados no quiere decir fácticamente que los pecados de Gemma le abrieron las llagas. .
Ni siquiera que los pecados de la humanidad lo hicieron. . Sino que los soldados que le perforaron las manos son la representación y el efecto de los pecados de la humanidad, que siguen presentes hoy.
Esto lleva a que algunos creen que las revelaciones privadas no tienen por qué existir, que sólo alcanza con la Revelación Pública de la Biblia y la Tradición de la Iglesia.
Y es por esto que incluso llegan a decir que la época de las visiones de Dios se ha cerrado, y ahora hay solo falsedad.
Esta es una polémica en curso sobre el tema de los videntes, en que las autoridades de la Iglesia se están inclinando hacia minimizar las apariciones marianas.
¿LA ÉPOCA DE LAS VISIONES DE DIOS SE HA CERRADO O NO?
Esto además se entronca con que la forma de comprender el cristianismo como una religión que apela a lo sobrenatural se ha ido erosionando en los últimos siglos.
Al punto que muchas iglesias protestantes y fieles y sacerdotes católicos son de la opinión de que Dios ya no da visiones. “La época de las profecías ha terminado”, dicen.
La Iglesia Católica enseña que la revelación pública está cerrada hasta la Segunda Venida.
El Catecismo de la Iglesia Católica establece:
La economía cristiana, por lo tanto, desde que es la nueva y definitiva alianza, nunca pasará, y ninguna nueva revelación pública es de esperar antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo [CIC 66].
La revelación privada, sin embargo, está en curso.
A lo largo de los siglos, ha habido las llamadas revelaciones “privadas”, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia.
Como dijimos, ellas no llegan, sin embargo, hasta el depósito de la fe.
Su papel no es mejorar o completar la revelación definitiva de Cristo, sino ayudar a vivir más plenamente en una cierta época de la historia.
Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sensus fidelium [es decir, el sentido colectivo de los fieles] sabe cómo discernir y dar la bienvenida en estas revelaciones a lo que constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.
Es así como la fe cristiana no puede aceptar “revelaciones” que pretenden superar o corregir la Revelación de la cual Cristo es el cumplimiento, como es el caso de ciertas religiones no cristianas y también de ciertas sectas recientes que se fundan en tales “revelaciones” .
SIGUEN EXISTIENDO LAS REVELACIONES PRIVADAS
Pero así como algunos en círculos no católicos han afirmado que la era de los milagros ha terminado, algunos han afirmado que la época de la revelación, incluso revelación privada ha terminado.
Sin embargo, esto es algo que la Escritura nunca dice. .
Ninguno de los autores del Nuevo Testamento dice que Dios va a dejar de usar visiones y fenómenos relacionados antes de la Segunda Venida.
San Pablo expresa la actitud cristiana apropiada hacia estos fenómenos de esta manera:
No apaguéis el Espíritu. No desprecies declaraciones proféticas. Probad todo y quedaos con lo bueno (1 Tesalonicenses 5:19-21.).
Los Padres de la Iglesia eran de la misma opinión.
Cuando la Era Apostólica se cerró y comenzó la era de los Padres, no pensaron que Dios había dejado de repente de dar visiones.
Reconocieron que las nuevas visiones no estaban en el mismo plano que la revelación que se encuentra en la Biblia (revelación pública), pero reconocieron la continua presencia de las revelaciones privadas en la Iglesia.
No fue hasta la época de la Reforma Protestante que la gente comenzó a negar el concepto.
Esta distinción entre las revelaciones nos lleva a considerar que características debemos pedir a un vidente para darle credibilidad
Mística Mamma Natuzza y Obispos
¿ES NECESARIO QUE UN MÍSTICO AUTÉNTICO TENGA UN CARÁCTER MORAL IMPECABLE?
Al discernir las vidas de los visionarios, ¿qué debilidades y defectos son permisibles?
A todos nos gusta pensar en nuestros santos y místicos favoritos como rebosantes de virtud, tan «blancos como la nieve recién caída».
Sin embargo, todos reconocemos que nadie es perfecto, reconociendo el principio bíblico de que «todos han pecado, y están destituidos de la gloria de Dios» (Romanos 3:23).
Sin embargo, esto plantea una pregunta con la que tienen que lidiar todos los que tratan de discernir a los presuntos videntes y místicos.
¿Puede un auténtico místico / vidente / profeta tener faltas graves? ¿Qué debilidades o pecados son aceptables al discernir a un vidente?
O, de otra manera, ¿qué pecados podrían impedir que una persona reciba comunicaciones y revelaciones privadas del cielo?
San Agustin
DAVID Y SAN AGUSTÍN
En el Antiguo Testamento, en la historia del rey David encontramos a un vidente y siervo de Dios que en cierto momento cometió dos pecados «mortales» muy graves: el adulterio y luego el asesinato.
Pero debido a su increíblemente y profundo arrepentimiento después, Dios continuó trabajando con él y a través de él, durante el resto de su vida notable.
O, una vez más, estudiando la vida del gran San Agustín, el universalmente aclamado Doctor de la Iglesia, encontramos que en sus primeros años antes de su extraordinaria conversión había llevado una vida bastante inmoral.
Teniendo un hijo fuera de matrimonio, junto diversas actividades mundanas cuestionables.
Y quién podría olvidar su declaración digna de mención: «¡Señor, concédeme la castidad y la continencia, pero todavía no!».
Sin embargo, en su defensa encontramos que en los años posteriores a su conversión llevó una vida de piedad sólida y virtud heroica, como la propia Iglesia ha declarado oficialmente.
Donde nos encontramos a una mujer que, a la edad de 12 años, huye de casa y poco después se convierte en prostituta en la ciudad de Alejandría.
Ella continuó viviendo una vida extremadamente disoluta hasta que a los 17 años viajó a Jerusalén para la gran Fiesta anual de la Exaltación de la Santa Cruz.
Ella emprendió el viaje como una especie de «anti-peregrinación», afirmando que esperaba encontrar en las multitudes de peregrinos en Jerusalén clientes más abundantes para su vida de prostitución.
Sus biógrafos revelan cómo ella se ayudó a pagar su pasaje a Jerusalén ofreciendo favores sexuales a otros peregrinos, y ella continuó su estilo de vida habitual por un corto tiempo en Jerusalén.
Dios sin embargo tenía otros planes para ella.
Mientras trataba de entrar en la Iglesia del Santo Sepulcro para la celebración, la entrada le fue prohibida por una fuerza invisible.
Al darse cuenta de que esto se debía a su impureza, se sorprendió con el remordimiento, y al ver un icono de Theotokos (la Virgen María) fuera de la iglesia, oró pidiendo perdón y prometiendo renunciar a su vida de pecado.
Después de venerar la reliquia de la verdadera cruz, regresó al icono de la Santísima Virgen María para dar gracias y de repente oyó que la Virgen María le hablaba, diciéndole:
«Si cruzas el Jordán, encontrarás descanso para tu alma.»
Luego fue al Jordán y terminó en el Monasterio de San Juan Bautista, a orillas del río Jordán, donde se confesó y después recibió la Santa Comunión.
A la mañana siguiente, cruzó el Jordán y se retiró al desierto para vivir el resto de su vida como una ermitaña en penitencia y reparación por sus pecados.
Y así, el simple hecho es que la historia de la Iglesia está repleta de pecadores convertidos en santos.
Una parte de los cuales fueron, o se convirtieron, en místicos y videntes.
Estatua de san Francisco de Asís
¿VIDENTES Y MÍSTICOS PURITANOS?
Sin embargo, la pregunta que se plantea aquí es si debe un vidente / místico / profeta tener una naturaleza moral impecable.
¿Hasta qué grado se permite el pecado en sus vidas?
Encontramos gran parte de las respuestas en el documento vaticano titulado «Normas relativas a la manera de proceder en el discernimiento de presuntas apariciones o revelaciones».
Donde bajo el título de «Criterios negativos» encontramos una directiva:
Actos gravemente inmorales cometidos por el sujeto o sus seguidores cuando el hecho [ej. Aparición] ocurrió, o en relación con él.
Así, según la posición oficial de la Iglesia, los «actos gravemente inmorales» constituirían criterios negativos, es decir, serían evidencia confiable de que el místico / vidente / profeta es falso.
Dada la posición de la Iglesia en esta materia, estrictamente hablando, un vidente / místico / profeta no puede (o ya no seguirá siendo) un místico auténtico durante el tiempo en que cometa un pecado grave y serio.
Porque los efectos del pecado mortal intencional inhiben e impiden la revelación directa de Dios en tal persona.
Por ejemplo, después de los pecados de adulterio y asesinato de David, vemos en las Escrituras que Dios ya no le habló directamente, sino que le habló a través del profeta Natán.
San Pablo
¿Y QUÉ PASA CON LOS PECADOS MENOS GRAVES?
Por ejemplo que un vidente parece jactarse a veces o que aparentemente carece de un espíritu de humildad a veces, o que carece decaridad en sus declaraciones y acciones hacia los demás
O que siempre es rápido para defenderse en lugar de sufrir en su mayor parte las acusaciones con humildad y silencio
O quizás una que parece saborear la comida y beber excesivamente, o carece de un espíritu de mortificación.
Reconocemos que los pecados menores o «veniales» son simplemente parte de nuestra condición.
Y que ni siquiera los santos son perfectos, sino que «buscan sinceramente ser perfectos, como el Padre celestial es perfecto».
Sin embargo, uno debe esperar que un vidente sea una persona que busque vigorosamente vivir el Evangelio en todas las áreas de su vida.
Que trata de agradar a Dios en todas sus acciones, siendo obediente a las enseñanzas de la Iglesia.
Y vive una vida penitencial y de sacrificio con un espíritu de oración, alegría y acción de gracias.
En resumen, una persona que sigue fervorosamente las huellas de Jesús.
De modo que, aunque nosotros no debamos necesariamente dejar de lado a un supuesto místico que, por ejemplo, tiene un apego serio al café, podemos y debemos rechazar a cualquier supuesto místico que cometa cualquier forma de pecado grave y serio.
Pero cuando se trata de discernir místicos y videntes, desde el principio todos ellos deben recibir una presunción inicial de sinceridad y buena voluntad.
Y se debe discernir cuidadosamente y con neutralidad sus mensajes y su misión, dándoles una audiencia justa y sincera.
Porque es verdaderamente lamentable ver que han existido y existen más aún hoy místicos rechazados sumariamente por ciertos miembros dentro de la Iglesia, sin siquiera una audiencia preliminar o una consideración razonable.
¿Quién hubiera pensado jamás que Saulo de Tarso, ferviente perseguidor de los primeros cristianos, se convertiría – por intercesión de Jesús – en el gran San Pablo, el infatigable apóstol de la Iglesia?
En los últimos tiempos ha surgido la idea que Dios nunca castiga.
A pesar que la Biblia está llena de menciones de castigos directos de Dios por los pecados.
Dios no barre las maldades debajo de la alfombra.
Y avisa y disciplina – por los pecados sin arrepentimiento – directa o indirectamente.
El Cardenal mexicano Sandoval Íñiguez ha asegurado recientemente que los terremotos que ha sufrido México son consecuencia del aborto.
Una aseveración políticamente incorrecta, incluso dentro de Iglesia Católica hoy.
A la que el cardenal concluyó luego de las revelaciones del demonio a un poseso, a quien el propio Papa Francisco hizo una imposición de manos en la Plaza san Pedro en Pascua de 2013.
Pero como veremos abajo la cuestión del castigo se relaciona con el sufrimiento humano y es más complejo.
¿DIOS NOS CASTIGA CUANDO PECAMOS?
Dios nunca barre el pecado bajo la alfombra ni justifica el pecado.
Pero esto no quiere decir que nos castigue inmediatamente y directamente cuando pecamos.
A veces lo hace y a veces no.
Porque Él es paciente y amable con nosotros.
Y el castigo por el pecado o la disciplina pueden ser las consecuencias naturales de cosechar lo que sembramos.
No hay una regla rápida en la Biblia para saber cuándo Dios castiga el pecado directamente.
Lo cierto es que no lo deja pasar, como alguna corriente teológica dice en los momentos actuales, que Dios es tan bueno que nunca castiga.
Dios no siempre envía prontamente su juicio después que pecamos, pero lo hace en algún momento.
A veces nos permite ver nuestro pecado para arrepentirnos y pedir su perdón (1 Juan: 1-9)
En otros casos nos permite que sigamos ahogándonos en nuestros propios pecados para ver si podemos cambiar.
Y otras veces directamente deja que seamos consumidos por el pecado porque aparentemente nos ha dado todas las oportunidades en la tierra, y ahora queda la oportunidad del minuto final cuando la persona muere.
Sólo Él sabe por qué y cuándo el castigo y la disciplina.
Pero nosotros a veces humanamente vemos que hay malvados que hacen el mal y viven vidas largas.
Y por otro lado hay jóvenes que mueren y han vivido vidas buenas.
Es un misterio porque no sabemos exactamente cómo juzga Dios a la gente y cuándo.
A veces el juicio personal está a la vista de todos y a veces sucede en un plano sobrenatural, que no alcanza la vista de los vivientes.
Tal es el caso de la anécdota de una señora que fue a preguntarle al Santo Cura de Ars y su esposo y estaba en el infierno o no.
Porque él se había suicidado tirándose desde un puente.
Y el padre Vianney le contesto que entre el puente y el agua estaba la misericordia de Dios.
Podemos entender que en esos segundos la persona puede haberse arrepentido, haber abrazado a Dios y salvarse.
Esto no significa que haya ido al cielo; probablemente haya debido al Purgatorio.
Esta última oportunidad probablemente pase con los malvados contumaces.
No debemos olvidar que hasta el último momento de vida en la tierra tenemos oportunidad de salvarnos.
DIOS DISCIPLINA A LOS QUE AMA
La distancia entre disciplinar y castigar no existe la mayoría de las veces, es prácticamente lo mismo.
Porque Dios envía un castigo a las personas para disciplinarlas, para corregirlas.
La razón por la que Dios nos disciplina es porque nos ama y quiere que mejoremos nuestra relación con él y con los demás.
Cuando pecamos obstaculizamos nuestra relación con Dios y la comunión que él desea tener con nosotros.
Pero también Juan Pablo II, en su carta apostólica Salvifici Doloris dice que el sufrimiento no siempre se envía como castigo.
Y trata el caso del Libro de Job, quien tuvo innumerables sufrimientos, que incluso sus amigos decían que eran consecuencia de haber hecho algo seriamente incorrecto.
Juan Pablo II dice que esto demuestra que no todo sufrimiento es una consecuencia de una falta y tiene la naturaleza de un castigo directo.
El Libro de Job presenta el problema del sufrimiento de un hombre inocente que está sufriendo sin culpa.
Y lo que podemos interpretar hoy como un alma víctima.
Que son almas que sufren para expiar el pecado y salvar a muchos pecadores.
El sufrimiento también podemos verlo causado por la naturaleza.
Cuando Dios creó la naturaleza y era todo bueno, el pecado entró en el mundo y la naturaleza también se vio afectada.
Por lo tanto la corrupción del pecado se puede ver en la naturaleza y específicamente en los desastres naturales.
POR QUÉ DIOS PERMITE DESASTRES NATURALES
Hemos visto que Dios puede castigar y puede disciplinar, y que a veces hay sufrimiento de personas que funcionan como almas víctima.
La naturaleza del mundo cambió con la caída en el pecado, pero cambió nuevamente con la muerte de Jesucristo en la cruz.
Sin embargo los terremotos, inundaciones, huracanes suceden siempre y cuando Dios lo permite.
Los desastres naturales no son necesariamente actos de Dios directamente, sino el resultado y la consecuencia de la corrupción de la naturaleza, muchas veces asociada al pecado original.
La mayoría de las veces los desastres naturales son el resultado de las leyes naturales funcionando.
Por ejemplo los huracanes son el resultado de patrones climáticos divergentes que colisionan.
Los terremotos son el resultado del desplazamiento de las placas tectónicas.
Los tsunamis son consecuencia de terremotos submarinos.
¿Podría Dios prevenir estos desastres naturales y evitarlos? Absolutamente sí, como se puede leer en Colosenses 1: 16-17.
¿Podría Dios influir en el clima? Absolutamente sí, como lo muestra en Deuteronomio 11: 17 y Santiago 5: 11.
En números 16: 30-34 vemos que Dios a veces causa desastre naturales como un juicio contra el pecado.
Y en el libro del Apocalipsis hay muchos desastres naturales que son provocados por Dios, que están en los capítulos 6, 8 y 16.
¿Pero cada desastre natural es un castigo de Dios o un acto disciplinador directamente? Absolutamente no.
De la misma forma que Dios permite que las personas malvadas cometan actos malos, Dios también permite que la tierra refleje las consecuencias del pecado; esto lo vemos en Romanos 8: 19-21.
Toda la creación está sujeta a la frustración y a la decadencia – incluyendo el mundo que habitamos -, debido a la caída de la humanidad.
Por lo tanto el pecado globalmente es la máxima causa de desastres naturales (indirectamente o directamente), así como de hecho es la causa de la muerte, la enfermedad y el sufrimiento.
Así podemos entender por qué ocurren los desastres naturales.
Pero aun no podemos entender cuando Dios envía o permite directamente un desastre natural.
Sin embargo un hecho interesante a tomar en cuenta es que luego de desastres naturales las iglesias se llenan, porque las personas se dan cuenta de lo frágil que es su vida y que Dios los puede llevar en cualquier instante.
Los desastres naturales hacen que millones de personas revalúen sus prioridades en la vida.
Además suscitan movimientos de solidaridad de gente, que ayudan a las personas que sufren en esos momentos.
Y permite mostrar a los ministerios cristianos su forma de ayudar, aconsejar, orar, guiar, ministrar en esos momentos.
De esta forma Dios saca buenos réditos de tragedias naturales.
El sufrimiento provocado por estos desastres puede ser una oportunidad para recibir la gracia y evitar la separación definitiva con Dios.
Todos hemos visto casos de personas que cambian debido a circunstancias terribles que les suceden.
Conocemos personas que comienzan a valorar la oración cuando han perdido todo en un desastre natural.
¿Pero no hay castigos directos a través de la naturaleza?
EL JUICIO DE DIOS
¿Pueden los desastres naturales responder al juicio de Dios por el pecado de una nación o una persona? Absolutamente sí.
En 2 Crónicas 7: 13-14, se muestra que Dios a veces usa la naturaleza para castigar el pecado.
Y también en el libro del Apocalipsis se vinculan claramente los desastres de los últimos tiempos con el juicio de Dios.
Allí se habla de hambruna, peste, guerra, bestias salvajes, océanos y ríos contaminados, terremotos y eventos cataclísmicos en el sol y la luna, manifestaciones demoníacas a millones de personas y plagas que exterminan buena parte de la población.
En este caso hay comprender que se está refiriendo al cierre de toda la historia de la relación de Dios con la humanidad.
Dios creó al hombre y lo rodeó de todas las comodidades para que viviera una vida placentera junto a Él.
El hombre pecó, Dios lo perdonó; pecó de vuelta, Dios lo perdonó; pecó de vuelta, Dios los perdonó; y así sistemáticamente ha sido toda la historia de estos dos mil años.
Y entre medio nos avisado de todas las formas posibles – incluyendo el envío de profetas – que seremos castigados cuando pecamos.
Sin embargo no es fácil determinar cuándo un desastre natural implica el juicio de Dios sobre algún tema directamente.
Porque la Biblia no nos presenta a Dios como una persona que le pega a la gente y luego la gente tiene que adivinar por que le pegó.
El profeta Amos 3: 7 dice que Dios no hace nada sin antes contarle a sus profetas toda la historia previamente.
Y esto sucede porque el castigo no es un fin en sí mismo, sino un medio para disciplinar y reorientar a la gente.
Noé advirtió a la gente de su tiempo durante décadas antes del diluvio.
Con Sodoma y Gomorra pasó lo mismo, al igual que con Nínive.
Los cautiverios del pueblo judío en Egipto y en Babilonia y la destrucción del templo de Jerusalén en el año 70 dC vinieron luego de profusos avisos de profetas sobre los pecados del pueblo.
Y esto nos trae a las expresiones del cardenal mexicano Juan Sandoval Íñiguez, que vincula los terremotos sufridos por México con el aborto y el narcotráfico.
Y veremos que México ha sido avisado de este mal.
Cardenal Sandoval
EL JUICIO DE DIOS CON LOS TERREMOTOS DE MÉXICO
El 10 de diciembre 2017 el cardenal Juan Sandoval Íñiguez dijo que los terremotos que asolaron la capital en los últimos años son un castigo por los pecados del país contra la vida y la familia.
Lo dijo en una misa y una procesión penitencial celebrada en Ciudad de México y promovida por ídolo mexicano Eduardo Verástegui.
«Nuestro Señor y nuestro Dios, antes de que venga un castigo mayor, nos envía castigos temporales o correcciones paternales por medio de la naturaleza que es su trabajo y se rige por su providencia”, dijo el cardenal Sandoval el 10 de diciembre.
¿Es pura coincidencia que han habido dos (terremotos) el 19 de septiembre en esta misma ciudad?».
Se refería al terremoto del 19 de septiembre de 1985 y al del mismo día y mes del año 2017.
Pero además sugiere que esto es una advertencia y que vendrán castigos mayores.
Y continuó diciendo:
«Hemos pecado al cometer el peor, más grave y más cruel crimen de todos, el del aborto, practicado en todo nuestro país.
A veces con el consentimiento de leyes inicuas y en ocasiones en secreto, en la clandestinidad.
Pero siempre con crueldad, con malicia que se aprovecha de los inocentes e indefensos».
Además lo vinculó directamente con el crimen organizado, como contrapartida:
«Muchos miles de niños inocentes son asesinados constantemente en el útero de sus madres y, a cambio, y en castigo por este crimen, el crimen organizado mata, descuartiza a sus víctimas, así como los niños son destruidos en el útero materno».
¿De dónde sacó esto el cardenal?
En el año 2013 salió a luz un aviso del demonio que por cada aborto habrá un muerto por el narcotráfico en México.
Esto fue notorio por que el Papa Francisco hizo una imposición de manos a un poseso llamado Ángel en plena Plaza San Pedro y a la vista de toda la gente en Pascua de 2013.
Esto desató una investigación, que llevó a los periodistas encontrar una historia terrible, que vincula los crímenes de los narcos en México con el aborto.
Un hombre de nombre Ángel fue poseído por 4 demonios y Dios lo permitió para que diera el mensaje a México.
La posesión de Ángel estaba vinculada a la débil respuesta de los obispos mexicanos contra las leyes del aborto.
Por cada aborto habría un asesinato del narcotráfico, lo cual comenzaría desaparecer – al igual que su posesión -, cuando se haga una cruzada de reparación y liberación en todas las diócesis del país.
Esto lo tratamos en un excelente artículo, donde desarrollamos toda la historia de Ángel y de los movimientos que se han hecho en México.
El movimiento anterior a esta misa y acto penitencial del 10 de diciembre fue un Exorcismo Magno al país, que se hizo en junio de 2015 en San Luis de Potosí.
Esta primera experiencia de un Exorcismo Magno se hizo con la metodología del padre Fortea y lo relatamos también en ese artículo.
UNA EXPLICACIÓN MÁS SOFISTICADA
Vivimos en un mundo caído y los desastres naturales son parte de esa caída producida por el pecado original.
Y también es cierto que Dios ha usado los desastres naturales para corregir a las naciones.
Y esto mismo lo podemos pensar en términos de individuos particulares.
Sin embargo en Juan 9 los discípulos le preguntaron a Jesús si sus padres o un hombre ciego habían pecado produciendo como resultado la ceguera del individuo
Y Jesús respondió,
«No fue que este hombre pecó, o sus padres, sino que las obras de Dios podrían mostrarse en él»
Se habla a menudo de la ira de Dios, a veces cargada como un castigo punitivo y a veces como disciplinamiento.
Esta cuestión de la ira de Dios está relacionada con el problema del sufrimiento humano.
Una pregunta frecuente de cristianismo es como un Dios amoroso puede causar el dolor y el sufrimiento indiscriminadamente.
La Biblia nos muestra personas que sufren por sus pecados pero también algunas que son inocentes y sufren.
En la Biblia aparecen pasajes en que a veces el sufrimiento es causado por Dios otras veces por satanás, otras veces por los seres humanos y otras veces el sufrimiento permanece oculto.
El caso más claro es el de Job, que era un hombre irreprochable y recto al que satanás le produce todo tipo de calamidades, con la anuencia de Dios.
Y ante su desesperación Dios le explica a Job que Sus caminos superan la comprensión humana.
En diversas partes del Nuevo Testamento se habla de Dios castigando a los seres humanos a granel.
Por ejemplo San Pablo dice que Dios trajo el diluvio a los impíos del mundo y en el Apocalipsis se habla de los terremotos como el signo del castigo a los pecadores.
Sin embargo en la carta de Santiago dice que los que soportan pruebas son recompensados con el tiempo.
Y Orígenes dijo que a través del sufrimiento podemos entender nuestras propias debilidades y nuestra dependencia de Dios.
Por otra parte sería erróneo atribuir a Dios un sentimiento humano como la ira en un castigo.
Y algunos teólogos incluso llegan a decir que la idea de producir sufrimiento como retribución divina y es indigna para un Dios misericordioso.
Por lo tanto y en resumen podríamos considerar el castigo como un simple disciplinamiento que los humanos lo tomamos como algo punitivo; aunque el tema está abierto.
Cuando en realidad Dios lo que quiere hacer es sensibilizarnos para acercarnos más a él, y a veces darnos un aviso más general a grupos enteros.
Porque debemos considerar que en primer lugar Dios está pensando en nuestra salvación eterna y recién en segundo término en nuestra comodidad en la vida en la Tierra.
En definitiva y por lo que vimos,
Todo desastre natural es consecuencia indirecta del pecado original de la Humanidad.
Pero también hay desastres naturales asociados a disciplinamientos directos sobre pecados específicos.
Los disciplinamientos no suceden sin previo aviso, sino como parte final de una larga cadena de advertencias.
¿Se comunica Dios con los seres humanos individualmente hoy?
Para quien recién empieza, le es difícil comprender dónde encontrar las señales de Dios hablándole a él.
Le es difícil entender lo que oye de los curas que le dicen “habla con Dios, pregúntale que te contestará”.
Lo primero que le surge es ¿cómo hago?, ¿qué lenguaje tengo que aprender para oírlo?, ¿cómo me entreno?
Dios usa variadas formas de comunicarse con cada uno, no sólo la biblia.
A algunas personas se les presenta casi físicamente con visiones y locuciones. .
Mientras que en el otro extremo, a la mayoría de nosotros, nos envía señales a través de diferentes modos, menos evidentes y deslumbrantes.
Pero en todos los casos debemos tener cierto entrenamiento para saber dónde se pueden hallar las señales de Dios.
Debemos tener la predisposición a buscarlas, a discernir si las señales vienen de Dios o no, y a interpretar lo que nos quiere decir.
Las señales que recibimos son lo que llamamos revelaciones privadas, personales, para distinguirlas de las revelaciones públicas que son las que dejó Nuestro Señor en la Biblia.
En este artículo hacemos una reseña de las formas que Dios tiene de comunicarse con nosotros, pero no son todas.
EMPECEMOS POR EL PRINCIPIO
No hay duda que el creador del universo es un Dios que se comunica con el ser humano.
La palabra más clara e indudable de Dios la tenemos en la Biblia; y es la certera.
Ya en el primer libro de la Biblia en el Génesis se muestra como Dios le habló directamente a Adán e incluso se le apareció en forma física.
Después en el Antiguo Testamento aparecen una serie de profetas a quienes Dios les habla para que fueran intermediarios con el pueblo.
Algunos de los mensajes de Dios a estos profetas son mencionados en la Biblia pero también la Biblia menciona otros profetas cuyo material no está incluido en ella.
Luego en Hebreos 1: 1 del Nuevo Testamento dice,
“Dios, habiendo hablado desde hace mucho tiempo a los padres en los profetas de diversas maneras, al final de estos días nos habló en su Hijo”
Esto quiere decir que a partir de ese momento el interlocutor entre los hombres y Dios es Jesús.
Fue el mismo Jesús quien le habló directamente a San Pablo en el camino a Damasco.
Dios Jesucristo hoy nos sigue hablando y comunicándonos, revelándonos, cosas personales.
Y nos habla de diversas maneras que relataremos en este artículo.
Muchas conversiones vienen de esto, como por ejemplo la de San Ignacio de Loyola, que sintió que Dios le estaba hablando directamente su lecho de convaleciente, cuando leyó las palabras de la Biblia,
“¿En qué beneficiará un hombre si gana todo el mundo y sufre la pérdida de su alma?”
Dios también elige a ciertas almas para hablarle directamente y muy evidentemente, que son los que hoy llamamos videntes.
Pero habla a todos sin excepción de manera directa a través de diversos métodos.
De modo que el mensaje que creemos recibir lo debemos discernir con aquellas palabras que sabemos realmente que son de Dios.
Más específicamente lo debemos discernir contra lo que dice la Biblia.
Si el mensaje que creemos recibir de Dios, por diversas formas de comunicación, contradice lo que está expresado en la Biblia, entonces muy probablemente debamos seguir investigando las señales de Dios para discernir las mejor.
Todo esto hace necesario el ejercicio de estar abiertos a la escucha de Dios.
Especialmente en aquellas formas de comunicación que Él suele utilizar.
Y esto no lleva a considerar lo que entiende la Iglesia por revelación.
REVELACIÓN PÚBLICA Y PRIVADA
La teología católica distingue comúnmente entre lo que se conoce como la revelación pública y la revelación privada.
Revelación pública, es el tipo de revelación que encontramos en las Escrituras, es vinculante para todos los cristianos de todas las épocas.
Por el contrario, la revelación privada sólo es vinculante para aquellos a quienes les es dada.
La Iglesia Católica enseña que la revelación pública está cerrada hasta la Segunda Venida.
El Catecismo de la Iglesia Católica establece:
La economía cristiana, por lo tanto, desde que es la nueva y definitiva alianza, nunca pasará, y ninguna nueva revelación pública es de esperar antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo [CIC 66].
La revelación privada, sin embargo, está en curso:
A lo largo de los siglos, ha habido las llamadas revelaciones “privadas”, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. .
Ellasno llegan, sin embargo, hasta el depósito de la fe. .
Su papel no es para mejorar o completar la revelación definitiva de Cristo, sino para ayudar a vivir más plenamente en una cierta época de la historia.
Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sensus fidelium [es decir, el sentido colectivo de los fieles] sabe cómo discernir y dar la bienvenida en estas revelaciones a lo que constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.
La fe cristiana no puede aceptar “revelaciones” que pretenden superar o corregir la Revelación de la cual Cristo es el cumplimiento, como es el caso de ciertas religiones no cristianas y también de ciertas sectas recientes que se fundan en tales “revelaciones” (CIC 67).
SIGUEN EXISTIENDO LAS REVELACIONES PRIVADAS
Algunos asimilan las revelaciones privadas a las llamadas apariciones y llegan a considerar que la época de la revelación, incluso revelación privada ha terminado.
Sin embargo, esto es algo que la Escritura nunca dice. .
Ninguno de los autores del Nuevo Testamento dice que Dios va a dejar de usar visiones y fenómenos relacionados antes de la Segunda Venida.
San Pablo expresa la actitud cristiana apropiada hacia estos fenómenos de esta manera:
No apaguéis el Espíritu. No desprecies declaraciones proféticas. Probad todo y quedaos con lo bueno (1 Tesalonicenses 5:19-21.).
Los Padres de la Iglesia eran de la misma opinión. .
Cuando la Era Apostólica se cerró y comenzó la era de los Padres, no pensaron que Dios había dejado de repente de dar visiones. .
Reconocieron que las nuevas visiones no estaban en el mismo plano que la revelación que se encuentra en la Biblia (revelación pública). . Pero reconocieron la continua presencia de las revelaciones privadas en la Iglesia.
No fue hasta la época de la Reforma Protestante que la gente comenzó a negar el concepto.
DEBEMOS ESTAR ABIERTOS A VER Y ESCUCHAR
Aunque no todas las comunicaciones son tan explícitas como sueños y visiones.
Hay otras más sutiles, que vamos a enumerar más abajo.
Pero además de captar el evento como un signo con el cual Dios nos quiere comunicar algo, el punto central es discernir que nos quiere decir. .
Y esa es una de las principales funciones de la oración, en la que pedimos a Dios nos ilumine para comprender.
Sin embargo, suceden casos en que no comprendemos inmediatamente el mensaje.
Y ahí debemos tener la templanza de seguir adelante con el aparente pedido del Señor, porque más tarde se aclarará, como en el ejemplo de abajo.
UN TESTIMONIO
Jane Hamon, escritora y profesora estadounidense relata esta visión.
Poco después de dar a luz nos dimos cuenta que nuestro hijo tenía un defecto congénito facial.
Una mujer que vivía a 45 kilómetros de nuestra casa tuvo una visión de un bebé con calcetines en las manos y los pies.
Ella comenzó a orar por el bebé a pesar de que ella no entendía la visión.
Más tarde esa semana dedicamos nuestro hijo al Señor durante el servicio de la noche del viernes.
El defecto de nacimiento de nuestro hijo era tan sensible que teníamos que mantener los calcetines en las manos para que no se lastimara.
Cuando se llevó a cabo la dedicación de nuestro hijo, la mujer, que estaba de visita en esa noche, reconoció que él era el bebé de su visión.
Dios usó una visión para inspirar a esta mujer para organizar la oración para mi hijo durante sus primeros días de la infancia y la cirugía correctiva. .
La visión y oraciones nos bendijeron con un aliento fresco y esperanza durante una temporada muy traumática en nuestras vidas.
Este es un ejemplo de cómo Dios se comunica, pero lo hace en muchas más formas que en sueños y visiones.
Por eso quisimos hacer un listado de los métodos y formas en que Dios se comunica con nosotros y nos da respuestas.
Ante cada signo, la reacción debería ser “que me está diciendo”.
LOS MÉTODOS ESTÁNDAR
LA PALABRA DE LA BIBLIA. Allí está su revelación, aunque no totalmente explícita sino para irla descubriendo.
Cada vez que leemos un pasaje se presenta con nuevos significados para nosotros.
LOS HECHOS. En las cosas que nos suceden están las contestaciones de Dios a nuestras preguntas.
LA ORACIÓN Y LA ADORACIÓN. Orar y postrarse ante el santísimo sacramento son la forma de diálogo que tenemos con Dios.
En la repetición monótona del rosario y en el silencio de la adoración podemos obtener respuestas a nuestras interrogantes.
LOS CONSEJEROS. Englobamos aquí a los exégetas del cristianismo que nos interpretan las enseñanzas, a los pastores en sus homilías.
Y también diálogos personales, e incluso amigos que nos hacen llegar respuestas a lo que buscamos.
OTRAS INSTANCIAS DONDE BUSCAR LOS MENSAJES
Los mensajes de Dios ante nuestras preguntas pueden venir de diferentes sucesos.
Por eso no debemos estar distraídos y pensar en cada caso, que nos quiere decir.
Y si parece extraña la forma en que nos llegó el mensaje, entonces debemos pedir una confirmación.
Este listado lo hacemos para que tengamos los ojos, oídos y corazón abiertos para discernir las señales.
ATRACCIÓN INSTANTANEA. Cuando dos personas congenian.
Son como dos piezas que encajan la una en la otra, y eso permite una comunicación fluida para escuchar el mensaje.
AUGURIOS. Son acontecimientos o fenómenos que parecen presagiar un evento futuro.
Por ejemplo un pájaro negro (malo).
COINCIDENCIAS. Cuando los acontecimientos parecen tener algún tipo de conexión sin que en apariencia exista ningún plan o proyecto.
CORAZONADAS. Son una fuerte sensación intuitiva relativa a un acontecimiento o resultado futuro.
DIOS A TRAVÉS DE LOS DEMÁS. Define el principio de que DIOS nos habla por boca de otras personas.
Quienes nos dan respuestas que estábamos buscando sin que les preguntemos.
EFECTO ECO. Se trata del uso que hace DIOS de la repetición de acontecimientos, ideas o personas para decirnos algo.
Se remite a la experiencia de oír lo mismo o ver a las mismas personas, objetos o mensajes en un breve lapso de tiempo.
ENSUEÑOS. Son una creación visionaria, a menudo ilusoria, de nuestra imaginación.
Si lo combinamos con la meditación podemos alcanzar la percepción sobre cuál es la voluntad de DIOS para nuestra vida.
EPIFANÍA. Es una repentina manifestación o percepción de la naturaleza o del significado esencial de una cosa.
Es una comprensión intuitiva de la realidad mediante algo normalmente sencillo pero sorprendente.
FENÓMENOS NATURALES. En los tiempos bíblicos DIOS a menudo hablaba a través de fenómenos naturales: viento, tormentas, arco iris, fuego, nubes, zarza ardiente, etc.
IMPRESIONES MENTALES. Cuando algo en nuestra mente parece estar dándonos nuevas ideas o modificando nuestro pensamiento pero no se oye sonido audible alguno, es posible que DIOS nos esté hablando a través de impresiones mentales.
Estos pensamientos son distintos de los que desarrollamos en nuestros monólogos interiores habituales.
Una impresión mental puede impulsarnos a decir “¿de dónde he sacado esta idea?”.
INTUICIÓN. Es la capacidad o facultad de obtener un conocimiento o cognición directos sin recurrir al conocimiento racional y a la información objetiva.
LLAMADAS DE ATENCIÓN. Advertencias o avisos repentinos o sorprendentes que pueden captarse mediante una sensación visceral, una intuición o un obstáculo físico.
Pueden adquirir la forma de un susurro al oído o una impresión mental que se percibe como una idea inconfundiblemente ajena.
MANIFESTACIONES SENSIBLES. Hechos extraños que captan los sentidos, como por ejemplo un aroma de rosas cuando se reza el Rosario.
El Padre Pío enviaba mensajes a sus ‘hijos’ mediante el aroma.
MILAGROS. Se trata del uso que hace DIOS del asombro y el espectáculo para llamar la atención respecto a su omnipotencia, la majestad de su creatividad y su infinito poder.
MURMULLOS DE ANGELES. Es un habla suave al oído de parte de un mensajero de DIOS cuando necesitamos ayuda o consejo especial o urgente.
PREMONICIONES. Anticipar un acontecimiento sin razonarlo conscientemente, se trata de advertencias.
PRESAGIOS. Cuando un acontecimiento anuncia otro y nos prepara para un evento culminante.
REACCIÓN VISCERAL. Es una respuesta intuitiva ante una persona o situación que entraña la activación de emociones básicas, es una respuesta inmediata y espontánea.
SABIDURÍA INTERIOR. Cuando no tenemos hechos que nos respalden, pero algo nos dice que una cosa es cierta, estamos confiando en nuestra sabiduría interior.
SERENDIPIDAD. Es la facultad de realizar descubrimientos afortunados de forma accidental mientras se está buscando otra cosa.
SEÑALES DIOS. Nos trasmite sus mensajes a través de carteles, postales, tarjetas de visita, titulares, publicidad.
La aparición inesperada pero oportuna de un animal.
Un objeto o un acontecimiento puede captar nuestra atención.
La experiencia de recibir una señal suele tener un regusto mágico y puede transmitir un consejo o un mensaje de aliento.
SINCRONICIDADES. Son coincidencias significativas que entrañan siempre un elemento temporal crucial.
Una interacción entre dos personas o acontecimientos paralelos sin previa cita o plan es una sincronicidad.
TENER PINTA DE SER CIERTO. Un hecho tiene pinta de ser cierto cuando oímos a alguien hablando sobre algo de lo que nosotros no sabemos nada de primera mano, pero que debido a cierta resonancia y conexión mental y emocional, reconocemos como auténtico.
SUEÑOS. Son series de pensamientos, imágenes o emociones que transcurren mientras dormimos. Una creación visionaria de la imaginación.
Como si se tratase de una premonición, un sueño puede vaticinar el futuro o proporcionar una caja de resonancia para los problemas con que pronto nos toparemos.
TELEPATÍA. Es la comunicación mental a través de medios extrasensoriales.
Es como si unos cables telefónicos invisibles trasmitieran mensajes entre dos o más personas.
VISIONES. Experiencias místicas de ver como si lo hiciésemos a través de los ojos de un ente sobrenatural.
La visión en si misma suele ser una aparición milagrosa que comporta una revelación.
EN DEFINITIVA ES SU SUAVE VOZ
El profeta Elías, avisado de que el Señor iba a pasar, se dispuso a esperar.
Y aprontó sus oídos para escuchar y sus ojos para ver.
“El Señor pasó, y entonces sopló un viento huracanado tan violento que partía los cerros y quebraba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el viento.
Después, hubo un terremoto, pero el Señor no estaba en el terremoto.
A continuación brilló un rayo, pero el Señor tampoco estaba en el rayo.
Y después del rayo se sintió el murmullo de una suave brisa”. (1 Reyes 19, 3-15)
Y en la suave brisa estaba el Señor.
Esta Palabra nos enseña cómo puede llegarnos la voz de Dios.
Dios, que es inmenso, incontenible y por lo mismo, Todopoderoso, se dirige a nosotros con la ternura y la delicadeza que usa un padre para hablarle a su bebé.
Y el bebé recibe esa muestra de cariño paterno con la alegría que despierta el recibir amor.
Pero – lamentablemente para nosotros- no ocurre lo mismo en nuestra vida…
Estamos sumergidos en la cultura del estruendo.
Todo es ruidoso en nuestro día a día desde el momento que suena la campanilla del despertador.
La radio y los jingles que pretenden vendernos sueños a veces inalcanzables, los motores y bocinas en la calle, las discusiones y peleas a voz en cuello reclamando derechos.
Los videos con que se nos bombardea muestran, en secuencias casi subliminales, la transformación violenta de imágenes en otras y en otras, como en un efecto dominó que finalmente logra fragmentarnos el cerebro.
Como consecuencia, somos incapaces de “soportar” aunque más no sea un minuto de silencio.
El maligno sabe de lo que se trata.
Conoce perfectamente que a Dios se lo encuentra en el silencio.
Por eso nos aturde.
De mil maneras diferentes, todas ellas exitosas.
Logra su objetivo principal: alejarnos lo más posible de Dios.
Y nosotros, que hemos recibido del Creador el inmenso regalo del libre albedrío, se lo entregamos envuelto para regalo al manipulador de conciencias.
¿Puede concebirse estupidez mayor?
Hemos recibido y seguimos recibiendo de Dios toda clase de bendiciones y regalos.
Pero, claro, no nos conforman el cielo azul, el aire limpio, el agua pura, nuestro cuerpo que podemos mover casi antes de que nuestro cerebro se lo ordene, nuestras piernas, nuestras manos.
Los árboles que embellecen nuestro horizonte y respiran para nosotros. Las flores que nos deslumbran con su belleza.
“Mirad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos”. (Mateo 6, 28).
Nada de eso apreciamos, porque lo tenemos sin pedir.
Anhelamos otras cosas, los brillos de los autos nuevos, la elegancia de la ropa costosa, los perfumes caros, los zapatos de marca, la tecnología que nos hace más fácil todo.
Lejos quedó la maldición bíblica: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente” (Génesis 3, 17).
El hombre se siente vencedor: cree haber derrotado a Dios.
Ya consigue su pan sentado cómodamente en una computadora. Llega bañado y perfumado y se retira igual.
Para no inquietar su mente olvida, despreocupadamente, que hay quien sigue inclinando su cuerpo duramente sobre la tierra, para generar los alimentos que él comerá.
Y el día que el agricultor se canse y prefiera una computadora, se acabará el alimento.
La consigna es no pensar demasiado. Aturdirse es mejor.
Y por lo tanto, elige el ruido constante que lo atonta y le impide pensar claramente.
Sin que él lo perciba, confunde sus valores, le quita libertad, lo despoja de aquello a lo que Dios lo hizo acreedor.
Pero, increíblemente para él, en esa loca carrera para obtener más y más, no se siente satisfecho.
Porque el Creador imprimió en lo más intimo de su ser el deseo de Él.
Es Su marca registrada, Su patente de invención, Su derecho de autor, el royalty que nadie puede negar ni despreciar. Y menos hacer desaparecer.
San Agustín lo sabía bien. Le costó años entenderlo, pero la Gracia del Señor hizo el milagro.
“Nos hiciste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”.
Podremos correr, agitarnos, desear sin límites y afanarnos buscando aquello que deseamos, pero si no hacemos silencia para escuchar la voz de Dios que nos habla siempre desde lo profundo de nuestro corazón, viviremos en vano y moriremos en vano.
Y pondremos en riesgo nuestra salvación eterna.
¿No sería hora de detenernos para escuchar en el silencio lo que el Señor tiene para decirnos y como consecuencia volvernos a Él que nos ama como nadie nunca lo hizo?
Es nuestro Padre amoroso y nos espera para darnos aquello que creó para nosotros y que ni siquiera podemos imaginar.
Es evidente que la fe se está apagando en occidente.
Y algunos dicen que es porque el ateísmo se ha logrado imponer como filosofía y forma de entender la existencia humana.
Otros dicen que son las comodidades, las riquezas y los bienes materiales.
Que han vuelto materialista al mundo y ha dejado de creer en un Dios externo y sobrenatural.
Sin duda estos dos argumentos son parte integrante de una explicación, que no es simple. .
Pero una variable explicativa es que los estímulos constantes que la tecnología nos ofrece, generan tanto ruido que es imposible escuchar a Dios. .
Él prefiere el silencio y la calma para comunicarse.
Sería algo así como que la mayor riqueza ha permitido el avance sideral de la tecnología que nos aturde. .
Esto nos ancla en lo material, a la vez el ruido hace inaudible la voz de Dios que nos llama sistemáticamente. .
Entonces se genera la base ideal para el auge de filosofías que endiosan al ser humano y al hedonismo. .
A lo que hay que sumar un fenómeno moderno que es el nuevo ateísmo político y agresivo.
Veamos esto por partes.
¿EXISTE DIOS?
Empecemos por las explicaciones filosóficas.
En 1841, Ludwig Feuerbach, modernista ateo indiscutible, escribió en La esencia del cristianismo que Dios no es más que una proyección de lo humano idealizado que:
“El ser divino nos es otra cosa que el ser humano. .
O más bien, la naturaleza humana purificada, liberada de los límites del hombre individual, hecho objetivo – es decir, contemplada y venerada como otra cosa, un ser distinto. . Todos los atributos de la naturaleza divina, por lo tanto, son atributos de la naturaleza humana”.
Para Feuerbach, los seres humanos deben reclamar a Dios estos atributos y virtudes para sí mismos si han de alcanzar la verdadera plenitud humana.
Setenta años después Sigmund Freud pone al Dios de Feuerbach en el sofá, y llega a la conclusión desde su psicoanálisis que “al final de Dios no es otra cosa que un padre exaltado”, la proyección infantil de la necesidad humana de protección.
Dios no es real para Freud, es un invento humano, que sólo tiene éxito generando culpa y ansiedad en los creyentes.
Estos argumentos sobre Dios como un mero producto de la mente humana contrasta fuertemente con el entendimiento judeo-cristiano de Dios como un ser real, independiente, que es la fuente de todo lo que es.
Esta comprensión atea se deriva de la reflexión sobre el mundo y de los anhelos íntimos del corazón humano.
El Catecismo de la Iglesia Católica se abre al explicar esta última perspectiva:
“El deseo de Dios está escrito en el corazón humano, porque el hombre es creado por Dios y para Dios, y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí mismo”.
DIOS ES UNA REALIDAD EXTERNA
Hoy en día, tanto los argumentos ateos y teístas tienden a comenzar con el sujeto humano:
-la razón atea es que Dios es el omnipotente subproducto de las dudas psicológicas humanas,
-mientras que los teístas claman que un Dios externo ha creado a los seres humanos con una brújula interna que señala el camino de regreso a él.
¿Quién tiene razón? ¿Cómo vamos a considerar estas dos afirmaciones que no pueden ser probadas por la ciencia empírica?
Los elementos del argumento ateo contienen algo de verdad.
Cuando hablamos de Dios, utilizamos imágenes y conceptos humanos, y nuestras “definiciones” de Dios son atributos humanos – omnipotencia, omnisciencia, eternidad, bondad, belleza, verdad – predicando sobre un ser que está en última instancia más allá de la comprensión.
Por otra parte, sin duda vemos a Dios como un protector: salmo tras salmo canta a Dios como una roca, refugio o fortaleza que salvará a Israel de sus enemigos.
En nuestros propios días el adagio de que no hay ateos en las trincheras apunta a la tendencia humana a invocar a Dios en el momento de miedo y peligro.
Pero para Feuerbach y Freud el objetivado y proyectado Dios es el fin de la historia.
Una vez que ellos han establecido que Dios no es más que un invento de la mente humana, ellos pueden destruir a Dios.
Y al hacerlo, pueden dejar a los seres humanos libres para alcanzar todo su potencial humano, sin el peso de la superstición, el teísmo, la culpa y la ansiedad.
Los seres humanos pueden ahora encontrar satisfacción dentro de sí mismos y no en una idea objetiva.
El filósofo y apologista católico Maurice Blondel, un contemporáneo de Freud, aprovecha la conclusión reduccionista de los ateos para afirmar que Dios no es una proyección de lo que está dentro, sino una realidad externa a la cual tiende la acción humana.
Para Blondel, los seres humanos descubren una realidad trascendente externa en la reflexión sobre la libertad y la insaciabilidad de la voluntad.
LA BÚSQUEDA DE LO INFINITO
Incapaces de encontrar satisfacción en lo finito, lo cual es todo lo que existe en la cosmovisión de Feuerbach y Freud – los seres humanos deben abrirse a algo más allá de sí mismos
Contrariamente a los argumentos de Feuerbach y Freud, el más allá no es una proyección psicológica, porque una proyección es un objeto finito. En palabras del Padre John Cihak,
“El dinamismo de la voluntad. . . va más allá de la proyección psicológica.
El hombre, impulsado por la búsqueda de sentido, comienza a buscar un término adecuado, en última instancia, admitiendo que él es incapaz de encontrar un término en el mundo finito”.
Desde lo finito no se puede satisfacer las ansias infinitas de la voluntad, la acción humana requiere un algo externo o alguien más allá del ámbito natural para completarse.
Por lo tanto la crítica racional de Blondel sobre la acción humana lo deja en la puerta de lo sobrenatural. . Abierto a la posibilidad de que los más profundos anhelos humanos sean cumplidos por un poder real, externo e infinito, más allá de lo que podemos proyectar en la existencia.
El Catecismo complementa la explicación de Blondel de la acción humana mediante la colocación de los seres humanos en el ámbito de “el ser mismo, que es el único sin origen ni fin”.
Puesto que no nos creamos nosotros mismos, los seres humanos no son el primer principio de la vida, ni su cumplimiento final.
La fuente de la vida se encuentra fuera del alcance humano, y no hay explicación física o psicológica para este hecho.
Procedentes de esta fuente y sellado por él, los seres humanos continuamente lo anhelan como su cumplimiento y destino.
Esta es la realidad del Dios creador que existe aparte de la imaginación humana.
Tanto teístas como ateos carecen de una prueba científica o lógica de sus respectivas posiciones.
Los argumentos ateos también se basan en la fe, a pesar de que el ateo oculta este hecho bajo el velo de la ciencia.
Excelente explicación filosófica. ¿Pero cómo funciona esto en la realidad cotidiana de las personas?
¿LA FE SE ESTÁ PERDIENDO PORQUE LOS OCCIDENTALES ‘COMPRARON’ ESTAS RAZONES FILOSÓFICAS?
En los últimos siglos, en la medida que nuestras comodidades materiales se han multiplicado lentamente, el fervor religioso en la sociedad ha disminuido en general.
Sin embargo, este descenso no ha sucedido en el mismo grado en partes menos opulentas del mundo, o sea fuera de occidente. . El crecimiento de la laicidad en el primer mundo parece haber coincidido con el avance material y el avance tecnológico, y es justo preguntarse si la fe religiosa va a sobrevivir en este clima.
Esta incompatibilidad aparente de la fe y el confort humano no es nueva.
Nuestro Señor mismo ha anunciado esta tensión en una advertencia:
“Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios” (Mateo 19:24)
Esta advertencia la dijo a Jesús luego del consejo a un joven rico, que optó por regresar tristemente a sus muchas posesiones en lugar de seguir a Jesús.
Desde la perspectiva opuesta, la fe parece más fuerte cuando las personas están en necesidad.
Diez leprosos buscaban a Jesús en su angustia; pero una vez que se satisficieron sus necesidades, sólo uno estaba para rendir homenaje a su Sanador.
La inspiración heroica de los mártires ha estimulado la fe en muchos creyentes en tiempos de opresión.
Incluso nuestra práctica de ayuno parece apuntar en esa dirección.
Al ayunar deliberadamente nos privamos de alimentos y otros bienes físicos con el fin de provocar el crecimiento espiritual.
¿PERO ES LA RIQUEZA Y LA COMODIDAD QUE APAGAN LA FE O LO QUE SE HACE CON ELLAS?
En primer lugar, no hay nada malo con los bienes materiales o comodidades físicas en sí mismas.
En segundo lugar, hasta ahora, la fe ha sobrevivido claramente a la difusión de los productos de lujo y la secularización.
Muchos todavía creen y creen fervientemente, entre ellos algunos de los más ricos y más cómodo entre nosotros.
Hay parroquias y regiones de todo el occidente donde la práctica religiosa es ferviente, y ricos y pobres y jóvenes todavía están respondiendo al llamado de las vocaciones religiosas.
Así que no es el caso de que la riqueza y la comodidad destruyen necesariamente toda la fe.
Pero aun así parece justo concluir que Occidente tiene el potencial de ser hostil a la vida de fe.
Nuestros corazones inquietos destinados a Dios, como San Agustín dijo, pueden ser fácilmente distraídos(en el sentido literal de «arrastrado») por la disponibilidad de comodidades, conveniencias y medicamentos que prometen la felicidad.
En medio del ritmo frenético y estruendo constante de nuestro mundo actual, la voz de Dios, que prefiere el silencio y la quietud, se vuelve más difícil de escuchar.
Por aquí está el problema.
Sin embargo, el primer mundo es más que exceso de cosas, ruidos y actividades.
El gran poder de la tecnología y los bienes materiales ha dado a luz a un espíritu único, una característica de la Edad Moderna que dio a luz al primer mundo: la adoración a nosotros mismos como el fin último para el que existen estos bienes.
En lugar de ver a nuestro progreso material como medio para la construcción del Reino de Dios, occidente en cambio, ha optado por utilizar la tecnología para desterrar a Dios en el intento de hacernos los gobernantes autosuficientes del universo.
Como sociedad, hemos permitido que lo material nos conduzca al materialismo; la creencia de que sólo lo que es físico y tangible tiene algún significado real.
Dentro de este entorno es difícil la fe en un Dios invisible e inmaterial, que no promete una eliminación de nuestros sufrimientos terrenales. .
Sino la concesión de un tipo desconocido de unión con Él después de la muerte, para apoderarse de las mentes ya cautivadas por los bienes materiales y sus promesas.
Imagina la respuesta de un típico adolescente a una descripción de la visión beatífica como su teléfono celular parpadeando con todo tipo de imágenes y mensajes.
Ciertamente hay adolescentes que han encontrado el materialismo de hoy vacío y abrazado la religión, pero son relativamente pocos.
Hay otro fenómeno que debemos considerar también en este apagado de la fe en occidente, que es la mutación del ateísmo en una religión con bases políticas.
EL ATEÍSMO DE CONVIRTIÓ EN RELIGIÓN
El movimiento ateo es posiblemente el «sistema de creencias» más activo políticamente en Occidente.
Varias iglesias cristianas y religiones no cristianas buscan encontrar un terreno común, una preocupación común y un diálogo pacífico.
Mientras que el ateísmo busca confrontar, menospreciar, eviscerar legalmente y marginar a las religiones en la arena pública, y en el ámbito judicial y político.
Se ha alineado con los movimientos más radicales del relativismo secular que busca descartar por completo los valores cristianos tradicionales.
Si la palabra religión proveniente del latín religio se traduce en su sentido original, como «gente reunida para un propósito», entonces el ateísmo es verdaderamente una religión, una religión de antiteísmo.
El ateísmo es en esencia una herejía religiosa.
El ateísmo es en su mayor parte un fenómeno moderno; en el mundo antiguo, la idea de negar la realidad trascendente, negar la existencia de Dios o los dioses y un reino espiritual era casi impensable.
Incluso los filósofos griegos como Parménides, que no creían en un Dios personal, postulaban que todas las cosas eran en realidad una sola Entidad, como él dijo y, por lo tanto, eran divinas.
Aristóteles dijo que era lógico después de estudiar biología, física, metafísica y ética, que había que llegar a la conclusión de que había un solo Dios.
El ateísmo, tal como lo conocemos, recibió vida entre los empiristas británicos de los siglos XVII y XVIII en las figuras de Thomas Hobbes y David Hume.
Esta forma de pensar fue llevada al terreno ético aún más en el siglo diecinueve por el movimiento utilitario ético de Jeremy Bentham y John Stuart Mill.
Quien enseñó que la ética debe basarse en las cantidades de placer o dolor que cualquier acto dado produce.
Estos filósofos en muchos sentidos sentaron las bases del mundo secular moderno.
Donde se duda de la revelación divina, y donde la razón humana es falible pero, al mismo tiempo, la ética es una cuestión de juzgar las consecuencias relativas a cada dilema ético individual.
Mientras que el mundo del Nuevo Testamento y la Iglesia primitiva no estaban en un mundo del «ateísmo moderno», sino que era un mundo hostil al mensaje de salvación en Jesucristo.
CUANDO FALTA LA ESPERANZA…
Las ideas y creencias que separan a los católicos del resto del mundo, están basadas en la esperanza.
Los creyentes tenemos esperanza, muchas veces contra todo pronóstico.
Y se demuestra con éxito la afirmación de que el que tiene fe no necesita ninguna prueba y para el que no la tiene, ninguna prueba le alcanza.
Tenemos la fortuna de tener un Creador que reúne todas las virtudes posibles en Su Augusta Persona.
Esto nos asegura la felicidad a la cual nos ha invitado, para toda la eternidad.
No es un dios malvado que nos creó para divertirse mientras sufrimos.
Es todo lo contrario: Su bondad y Su Amor son infinitos y Su Felicidad eterna.
Y quiso compartir toda esa belleza con nosotros.
Pero entre el hombre y Dios se interpuso el mal.
Y desde ese amargo momento, al hombre lo tienta lo malo, lo prohibido.
Y por siglos ha ido avanzando en sus supuestos «adelantos», que no han sido otra cosa que autoengaños.
Y así la humanidad ha llegado a un presente cada vez más alejado de Dios.
Esta sociedad moderna exalta lo transgresor.
Y así el hombre ha ido traspasando límites, primero tímidamente y ahora, descaradamente y apoyándose en leyes que avalan y legitiman sus actos torcidos.
Pero esos «enamorados» de las ideologías que rompen con el orden natural establecido por Dios, no saben a lo que se arriesgan.
En un mundo amable y bondadoso como el nos regaló el Creador, bendito sea Su Santo Nombre, es fácil gritar reclamando libertad para sacarse «cadenas» de encima.
Olvidan que en una dictadura las libertades son conculcadas. Y nadie tiene derechos, sino sólo el dictador.
Y enfrentarse a él puede significar la muerte.
El infierno es una dictadura eterna y por lo mismo no hay forma de escapar de ella.
Cada uno está solo, sumergido en su propio horror y enfrentado a la terrible crueldad del demonio.
Y es el mismo demonio que en la Tierra lo inspiró, lo sedujo, lo incitó a «transgredir», y hasta lo hizo acuñar ese vocablo que en vida lo llenaba de orgullo.
Pero todo lo amable y seductor que el demonio se muestra en la tierra, se transforma cuando muestra su verdadera esencia de monstruosa maldad.
Si la humanidad hubiera dejado de escuchar los cantos de sirenas que lo condujeron (y aun hoy lo hacen), sin que se diera cuenta, por la suave pendiente que lleva al abismo, el mundo sería mejor y el infierno estaría vacío.
Pero, lamentablemente no es así.
Ese lugar de horror está lleno de gente que no creía que existiera.
Lo único que nos queda a nosotros los creyentes es orar. Por nosotros y por los demás.
Roguemos, entonces para que el Señor, que en Su infinito Amor y Misericordia quiere que todo el mundo se salve, ilumine los corazones que lo rechazan por no conocerlo y perdone a aquellos que por error se apartaron de la Fe.
Y que a nosotros nos dé Fe y Perseverancia para seguir fieles en el camino que lleva hacia El.
Sabemos a partir de las Escrituras, que hay una dimensión sobrenatural en los sueños.
Aunque no necesariamente cada uno de ellos es una revelación.
Y tampoco cada visión en las noches tiene garantizado el recuerdo.
Esta dimensión espiritual de los sueños está representada en muchos casos por signos específicos, que la persona que sueña puede descubrir su significado.
La Biblia dice claramente que Dios se comunica con los hombres mediante sueños.
En Job 33:14-16, se expresa claramente que Dios habla en los sueños:
«Habla Dios una vez, y otra vez, sin que se le haga caso.
En sueños, en visión nocturna, cuando un letargo cae sobre los hombres, mientras están dormidos en su lecho, entonces abre él el oído de los hombres…»
Y en Joel 3:1 también se puede leer,
«Sucederá después de esto que yo derramaré mi Espíritu en toda carne.
Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones«.
Dios nos habla activamente a través de los sueños y nos instruye, por lo tanto tienen un significado que podemos comprender.
En la biblia también se mencionan sueños que Dios usó para diversos objetivos:
Para advertir a una persona que no haga algo (Génesis 20: 3, 31:24, Mateo 27:19).
Para transmitir lo que sucederá en el futuro cercano o lejano (Génesis 37: 5, 9, 40: 8 – 19, 41: 1 – 7, 15 – 32, Daniel 2, 7).
Para transmitir una verdad espiritual (Génesis 28:12).
Para confirmar una promesa (Génesis 28: 13-14).
Para ofrecer aliento (Génesis 28:15).
Para informar a alguien para hacer algo (Génesis 31:11 – 13, Mateo 1:20 – 23, 2:12 – 13, 19, 22).
Para transmitir a un enemigo su destrucción (Jueces 7:13 – 15).
Para ofrecer a una persona un regalo de Dios (1 Reyes 3: 5).
Para advertir a una persona que recibirán un castigo por sus pecados (Daniel 4).
Además hay ciertos patrones comunes descubiertos por la ciencia y por las investigaciones espirituales que mencionamos aquí.
El sueño es parte de la actividad normal del cerebro cuando estás dormido.
CÓMO ES EL SUEÑO NEUROLÓGICAMENTE
La actividad de tu cerebro se ve muy diferente cuando estás dormido, lo que arroja un poco de luz sobre la naturaleza de los sueños.
Para empezar, la corteza visual primaria está fuera de servicio durante el sueño (porque tus ojos están cerrados).
Pero su corteza visual secundaria (que normalmente interpreta fuera de los estímulos visuales) todavía funciona, tratando de dar sentido a las imágenes que el resto de tu cerebro está conjurando.
El sistema límbico (hipocampo y el fondo de saco – la maraña agusanada en el centro de tu cerebro) es el centro de control principal para tus emociones, y se hace especialmente activo durante tus sueños.
Esto explica por qué los sueños son tan cargados de emociones, y tratan a menudo con la sensación de peligro inminente.
Mientras tanto, la corteza prefrontal dorsolateral, que controla la lógica y la racionalidad, está prácticamente inactiva, lo que explica por qué puede soñarse casarse con una celebridad de Hollywood en un traje de astronauta y cosas por el estilo.
LOS SUEÑOS TIENEN UN FUNCIÓN DE APRENDIZAJE
Has oído el término «déjame soñar sobre ello» o «déjame consultarlo con la almohada», y es una buena idea, científicamente hablando. . Eso es porque tu cerebro puede enseñarse a sí mismo durante el sueño, gracias a un proceso que el profesor de neurociencia de Harvard Robert Stickgold llama reprocesamiento de memoris off-line.
En su serie de experimentos, Stickgold tenía sujetos realizando tareas sencillas, como el reconocimiento de palabras o golpear un objetivo digital, y compararon su progreso con sus patrones de sueño.
La lógica es la siguiente: Cada vez que realices una memorización, esta nueva información tiene que transferirse entre las diferentes partes de tu cerebro con el fin de quedarse por un tiempo
Y esos mismos patrones se corresponden con los patrones de la actividad cerebral durante el sueño.
Efectivamente, los sujetos que soñaron en sus lecciones mostraron mayor mejoría.
En su experimento Tetris, los sujetos de Stickgold incluso informaron soñar sobre Tetris como el período de aprendizaje continuo, lo que indica una conexión entre la necesidad de mejorar, los sueños y la mejora post-sueño.
LA DIMENSIÓN ESPIRITUAL DE LOS SUEÑOS
Durante el sueño, es como si nuestros espíritus dejan nuestros cuerpos y se toman un descanso en un reino que no podemos interpretar en términos físicos. . A menudo – muy a menudo – los sueños están en el subconsciente liberando tensiones, actualizando nuestras emociones, refrescando la mente. . Esto en consistente con los hallazgos de la ciencia.
Pero hay aspectos sobrenaturales: Dios nos puede advertir e instruir a través de los sueños. .
Y también es aleccionador que el lado oscuro – los demonios – también nos influyen en nuestro sueño. .
O sea que de hecho es un campo de batalla espiritual.
¿Cuánto tenemos que estar preocupados por los espíritus jugando con nosotros o acosándonos por la noche?
Si le preguntas a la escritora Alisha Anderson (Spiritual Warfare During Your Sleep: Dealing With Dream Invaders, a General Christian book; Guerra Espiritual Durante su sueño: Lidiando con los Invasores de su Sueño, un libro cristiano general), la respuesta es: mucho.
DIOS SE COMUNICA CON NOSOTROS POR SUEÑOS
Dios usa sueños y visiones para hablarnos, trae las comunicaciones del cielo a la tierra.
Dios hace cada sueño individualmente y los usa para hablarnos de diferentes maneras y para diferentes propósitos.
Dios revela Sus planes y propósitos a través de nuestros sueños y visiones.
Él nos muestra cosas antes de tiempo porque Dios quiere darnos una visión clara para ver más allá de nuestro estado presente.
Él también crea sueños para que podamos ver y escuchar las respuestas a nuestras oraciones.
Los sueños son un vehículo para traer una resolución pacífica a las áreas problemáticas de la vida.
Las personas reciben notificación anticipada del futuro a través de sueños y visiones.
Esto asegura que tienen mucho tiempo para prepararse y alinearse.
Dios proyecta imágenes de Sí mismo, Su Palabra, a través de ángeles y sueños y visiones que contienen Sus planes y nuestro espíritu los registra.
Así es como podemos recordar cosas espirituales cuando las necesitamos.
Los sueños bajan la sabiduría celestial sobre nuestros corazones abiertos para que podamos recibir el conocimiento salvador de Dios.
Dios nos guiará para tomar las decisiones correctas a través de los sueños.
Dios quiere que lo conozcamos mejor a través de este proceso de descubrir el significado de nuestros sueños.
Los sueños revelan problemas ocultos, para inspirarnos a la grandeza, para mantenernos fuera de peligro, o para proporcionar una idea del mundo que nos rodea.
Dios nos guía a través de un ciclo revelador de soñar para construir un puente de transición.
Esta conexión es donde nuestros sueños se convierten en el vínculo entre su sabiduría infinita y nuestro pensamiento finito.
Los sueños tienen la capacidad de llevar al soñador más allá de la superficie a las profundidades de Dios, a los reinos más allá de donde las palabras creativas de Dios se convierten en espíritu y verdad.
Encontramos respuestas a las preguntas de la vida en nuestros sueños.
Los sueños pueden restaurarnos a la salud a través de la intimidad con Dios.
PROTECCIÓN ANTE LA ACTIVIDAD MALIGNA EN LOS SUEÑOS
Por la noche, dice, espíritus plantan semillas y manipulan. .
Por lo tanto, insta a todos a orar específicamente antes de dormir para que ningún mal entre para sembrar cizaña (malezas).
La ansiedad, el miedo, la lujuria, y otras emociones a menudo se avivan en la oscuridad de la noche (sobre todo, por razones particulares, alrededor de la 3 am).
Es difícil descartarlos, cuando todos hemos tenido sueños terroríficos y algunos incluso han experimentado «terrores nocturnos» y parálisis.
No tiene por qué ser así.
Cada noche antes de ir a la cama debemos pedir a Jesús, debemos pedir a la Santísima Virgen, debemos pedir a nuestros ángeles de la guarda vigilar lo que entra en nuestra mente.
Y cuando despertamos, podemos declarar,
«Que cada sueño negativo que tuvimos durante toda la noche sea neutralizado por la Sangre de Jesús, en el nombre de Jesús. .
Que cada estrategia organizada por el mundo demoníaco contra mi vida se vuelva inútil, en el Nombre de Jesús. Amén».
Esta es una revocación espiritual pesada, pero alguien tiene que hacerle frente.
La teología mística es rica en ejemplos de este tipo de situaciones.
«Yo reclamo todas las cosas buenas que Dios me ha revelado a través de sueños», es otra oración. .
«Rechazo todos los sueños malos y satánicos en el Nombre de Jesús».
¡Un día vamos a entender todo esto!
Por ahora: Protección. Limpieza. Pureza.
QUE DIOS INTERPRETE NUESTROS SUEÑOS
¿Significa esto que debemos interpretar nuestros sueños?
Aquí llegamos al territorio delicado.
La respuesta corta: no hay persona o recurso que le pueda dar una respuesta a las imágenes o situaciones en sus sueños siempre.
No hay una gran «clave» para los símbolos. .
Como se ha dicho, algunos son sólo regurgitación subconsciente (o por lo menos, de fragmentos que se conservan de una manera que no son coherentes).
No te molestes con libros que dicen que pueden significar tales cosas, ni visitar a personas que interpretan con autoridad sus sueños (aquí es donde hacemos entrar el ocultismo).
Sin duda, si soñamos con un tornado, esto evoca una sensación de agitación.
Tal vez hay turbulencias. Si lloramos, algo nos está poniendo tristes.
Hay sueños – no muchos, pero en ocasiones – que son precognitivos.
Si tenemos dificultades para subir una montaña en un sueño – así, el enemigo puede estar introduciendo luchas o simplemente podrías estar luchando contra algo.
Por supuesto, el sueño de un atasco de tráfico podría significar un obstáculo, una frustración, una desaceleración de los avances.
Podemos experimentar un sueño de angustia.
¿Quién no ha soñado con volver a tomar los exámenes de la escuela secundaria o la universidad?
Pero:
«Usted tiene que permitir que Dios le de la interpretación», dice esta autora. .
«Cuando los sueños son interpretados para usted, también usted debe recibir una confirmación por parte de Dios. .
Todos tenemos sueños en la noche (a veces similares), pero el sueño de cada persona tiene su propio significado».
El sueño de montar un caballo de una persona puede significar algo completamente diferente del sueño de otra – si hay un significado en él para empezar.
Sueños recurrentes son situaciones en las que deberíamos orar. Estos pueden ser más elocuentes.
En cuanto a la guerra:
«Al desarrollar el hábito de la cancelación de los sueños negativos o demoníacos usted experimentará más avance en su vida«, afirma.
«Usted se enterará de que usted estaba siempre al borde de un gran avance, pero el enemigo se lo estaba robando antes de la manifestación».
¿Qué pasa cuando sueñas con difuntos?
Cualquier sueño puede ser una llamada de esa persona para la oración. A veces, se trata de la comunicación desde el otro lado. No hay duda sobre ello.
Pero ten cuidado.
«Mucha gente tiene sueños en los que espíritus familiares le influyen durante el sueño, proporcionándoles información falsa«, dice esta escritora, quien es oriunda de Orlando, Florida.
«Ellos pueden mostrar a sus enemigos como su amigos y sus amigos como enemigos.
Estos espíritus siguen de cerca e informan al reino de las tinieblas.
Ore y pídale a Dios para hacerle saber el encargo que tienen contra usted».
Si detectas que un sueño vino del enemigo, y que por tanto Dios lo dejó pasar, como por ejemplo una amenaza de que no podrá hacer esto o aquello, debes hacer lo contrario a lo que amenazan, porque el enemigo quiere trancarte la vida, destruirte.
Ellos plantan semillas. Malas hierbas.
Abren las puertas. Estas puertas deben estar cerradas.
¡Un rosario antes de dormir es muy útil!
En cosas profundas, ve a María. Clama por todas cosas buenas. Reprime el mal (en el Nombre de Jesús).
Y sueña con él.
SUEÑOS NATURALES Y ESPIRITUALES
Muchos sueños naturales o «carnales» no tienen un orden en particular y saltan de escena en escena, de persona a persona o de circunstancia a circunstancia.
Por otro lado, un sueño espiritual generalmente tiene alguna forma de orden o progresión hacia él.
Un sueño espiritual también tendrá simbolismo, que se usó tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento.
No todos los símbolos tienen la misma interpretación para cada persona.
Lo que un cónyuge o un padre en el sueño de una persona, puede representar algo totalmente diferente en otra.
El Señor a menudo les habló a las personas en las Escrituras para decirles qué hacer.
José y María son otro ejemplo del Señor enviando un ángel en un sueño para decirles cuándo salir de Egipto y luego otra vez cuando Pablo soñó con el macedonio haciéndole señas para que viniera a ellos.
A menudo, un sueño te dará la dirección de qué paso tomar a continuación.
Ten en cuenta que la interpretación de los símbolos de los sueños también depende de su cultura y educación.
El enemigo puede plantar sueños en tu mente que sean un ataque directo o un engaño.
Cuando el enemigo te ataque mientras duermes, descubre qué puertas abiertas puedes haberle dado ese día.
Satanás no tiene derecho a atacarte sin permiso, por lo que si estás bajo ataque demoníaco en tu sueño, detente allí mismo y pide revelación sobre la puerta abierta que quizás le hayas dado.
¡Cualquier sueño que esté lleno de miedo, culpa, condena o auto exaltación es un engaño!
Cuando el Señor habla, Él te da los medios para facilitar esa revelación.
Si el Señor te diera una advertencia a través de tus sueños como lo hizo con José y María cuando Jesús era un bebé, lo hará en el momento correcto y te dará lo que necesitas para hablar y evitará el plan del enemigo.
ALGUNOS CRITERIOS GENERALES PARA INTERPRETAR LOS SUEÑOS
El error más común es interpretar nuestros sueños espirituales literalmente
Los sueños son muy crípticos y simbólicos y hay que tener cuidado para discernir cuándo tomar un elemento literalmente y cuándo verlo como representante de otra cosa.
Por ejemplo, una mujer que sueña con ser violada, a menudo no representa un acto criminal que está pronto a ocurrir, sino más bien un robo emocional o espiritual de algo cercano y querido a la persona.
Ten en cuenta que las personas a veces pueden representar tipos de personas en lugar de a sí mismos
Por ejemplo, si sueñas varias veces con la misma persona desde tus días de secundaria pudiera ser equivalente a un determinado tipo o clase de persona (la chica de fiesta salvaje, el marginado social descuidado, etc.).
Dios utilizará a menudo una persona que tiene fuertes connotaciones para ti, para representar tipos de pecado o tipos de generaciones o grupos de edad.
Siempre hay que interpretar el sueño dentro del contexto general de la emoción que sientes al despertar
Por ejemplo, dos personas pueden soñar que estaban en medio de una corriente de agua que se elevaba más y más.
Y mientras que una se despierta con terror a ahogarse, la otra con una paz total.
El agua en un sueño puede representar muerte inminente y el juicio, mientras que en el otro representa el poder del Espíritu Santo.
Uno tiene que analizar su reacción emocional al sueño.
Cuando te despiertas ¿está excitado, autorizado, asustado o confundido?
No hay significados estándar universales para los símbolos en tus sueños
Además de algunos símbolos comunes que son universales, cada uno tenemos nuestra propio y único «vocabulario de sueños» que podemos descubrir con el paso del tiempo.
A todos nos puede parecer que hay símbolos únicos para todos en el mundo de los demonios.
Sin embargo para algunos pueden ser los caimanes, en otros serpientes, en otros más barbudos tatuados en motocicletas y en muchos perros negros.
En este último caso, para alguien que creció con los perros tratados como miembros de la familia, los perros en sus sueños podrían representar la seguridad y la supervisión divina.
En cambio para una persona que fue mutilada cuando niño y tiene pánico a los perros hoy en día, la presencia de un perro en su sueño podría ser indicativo de peligro o un ataque del enemigo.
Lo mismo es válido para los objetos comunes, colores, animales, o ubicaciones geográficas.
El vocabulario de los sueños para cada persona es único y tiene que ser discernido gradualmente.
Asegúrate de tomar registrar el sueño inmediatamente después de despertar.
Y luego pídele a Dios la sabiduría para interpretar tus sueños, él te proporcionará la misma.
Pero esto no implica que Dios haya dotado a algunas personas con el don específico de interpretar los sueños, y te pueden ayudar.
Usa la ley de la primera mención
La mayoría de las personas sueñan durante toda la noche.
En los sueños tienen patrones similares y por lo tanto simplemente un sueño normal.
Entonces, una noche, tienes un sueño que es drásticamente diferente de los demás.
Por ejemplo, en este sueño, ves nubes oscuras que se arrastran lentamente en el cielo hacia tu casa.
Cuando te acercas a la puerta, hay una gran serpiente en la entrada, buscando una manera de entrar.
Ves una espada y atacas a la serpiente hasta que muere, y luego entras.
Cuando te levantas, sabes que este no era un sueño normal.
Entonces deberías ir a la Biblia para identificar la simbología de esos signos.
Teniendo en cuenta que en la interpretación bíblica existe lo que se denomina la «ley de la primera mención».
Este principio hermenéutico establece que la primera mención de un objeto, número, color o símbolo en las Escrituras establece el patrón en toda la Biblia.
ELEMENTOS PARA LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
SUEÑO PROFÉTICO O CURATIVO O BASURA
Se necesita identificar si el sueño es un sueño curativo, profético o simplemente basura.
Un sueño profético es muy claro. Es un sueño breve, claro y preciso con un solo mensaje.
A menudo tendrás unos pocos sueños cortos, uno después del otro, cada uno con un mensaje similar.
En un sueño curativo, lo más probable es que revivas eventos pasados.
Puede que te encuentres diciendo cosas en tu sueño que hubieras deseado haber dicho en esa circunstancia particular.
Tal vez regreses a casas pasadas, eventos o marcos de tiempo en tu vida y vuelvas a experimentar un evento, pero esta vez con un final feliz.
Un sueño en el que siempre pareces estar corriendo o escondiéndote y finalmente te detienes y confrontas a lo que te está persiguiendo es muy característico de un sueño curativo.
Un sueño que es muy complicado con muchos cambios de escenario y eventos es muy probable que sea simplemente tu hombre interior tirando la basura que había acumulado ese día.
Un sueño donde muestras emociones y características que no son naturales para ti son simplemente tu subconsciente ‘viviendo’ esos sentimientos y tentaciones ocultas que experimentaste durante el día.
Tu mente estará dejando espacio para la Palabra y «arrojará» la basura que ha almacenado allí durante años.
Estos sueños simplemente están purgando y no tienen una interpretación.
SUEÑOS INTERNOS O EXTERNOS
Un sueño interno a menudo te dará dirección en tu vida espiritual.
Funciona de la misma manera que una Palabra de conocimiento y de sabiduría.
Un sueño interno siempre habla de tu vida espiritual.
Te hará saber que te has salido del camino, o si necesitas poner más énfasis en algo.
Son direccionales y también pueden dar advertencia y revelación del Señor directamente.
Solo la palabra pertenece a ti personalmente.
Un sueño externo siempre se refiere a eventos futuros y siempre es profético.
Es completamente posible que un sueño tenga una interpretación interna y externa.
Mientras que el Señor puede darte un sueño interno relacionado con tu condición espiritual, también puede darte un sueño profético relacionado con el futuro.
DISECCIÓN DE LOS SUEÑOS
Identifica lugares, escenas, personajes, objetos, criaturas y colores.
Pero no uses necesariamente la misma fórmula en cada sueño que interpretas.
Permite que el Espíritu Santo te hable y te dé visiones y revelaciones adicionales para respaldar lo que sientes que significa el sueño.
Lugares
Aquí es donde vas a descomponer el sueño y diseccionarlo.
Has una lista de los diversos lugares que se encuentran en el sueño.
A menudo puedes soñar con lugares que te son familiares.
Podría ser que un momento de curación se traiga a ese período de su vida o que el Señor esté exponiendo algo que sucedió durante ese tiempo.
Puede que te encuentres corriendo por callejones o calles oscuras. Esto a menudo habla de correr a ciegas y no tener dirección.
Si el sentimiento que viene con el lugar es negativo y temeroso, es posible que el Señor te esté revelando que el enemigo está causando estragos en tu vida y enviándote a ejecutar todas las direcciones, ninguna de las cuales es del Señor.
Por supuesto, si te encuentras en un prado donde brilla el sol y sientes paz, el Señor podría estar revelando que has entrado en un tiempo de descanso y paz con él.
Escenas
Lista las escenas en el sueño. Una vez más, es posible que te encuentres en una escena que te resulte familiar.
Los restaurantes pueden hablar de “alimentación”; los baños pueden hablar de «exposición» o un lugar de «lavado».
Por otra parte, las habitaciones pueden hablar de intimidad y privacidad.
Necesitaría identificar lo que la escena significa para ti y si percibiste un sentimiento positivo o negativo hacia esa escena en su sueño.
Personajes
Toma cada personaje en el sueño e identifica qué parte de ti representan si el sueño es interno.
Si fueran personas que conoces, analiza tu relación con ellos o lo que significan para ti.
Si fueran personas que no conocías, fíjate cuáles fueron tus impresiones sobre ellos en tu sueño.
Si son parientes, fíjate qué tan cerca estás de ellos.
Si es tu cónyuge, entonces su relación con tu cónyuge determinará el símbolo. Podría ser positivo o negativo.
Si a menudo te encuentras soñando con un hombre o una mujer que no conoces, pero que aún te parece familiar, podrían representar tu naturaleza masculina y femenina.
Si hay una persona en tu vida que es fuerte y admiras, podrían hablar del Espíritu Santo y su protección.
Tu mente subconsciente usará esas emociones y pensamientos que tiene para transmitirle claramente el mensaje apropiado.
A menudo, su subconsciente usará personas que representan algo en tu vida.
Una vez que hayas identificado esos personajes, lo debes considerar un símbolo.
Objetos
Ten en cuenta si el objeto significa algo especial para ti.
Si el objeto te transmite una impresión negativa o positiva.
A menudo, si sigues soñando con ataúdes, podría significar que el Señor te está dejando saber que algo en tu carne debe morir o que ya ha muerto y debes dejarlo ir.
¡Soñar con cadáveres no siempre es un ataque del enemigo, sino un mensaje del Señor para dejar morir, lo que está corrompido y podrido!
Luego están aquellos objetos de la Palabra que a menudo se muestran en nuestros sueños.
Los objetos de oro hablan del Señor y su deidad, mientras que una vasija de barro puede hablar de nosotros como sus vasijas listas para el servicio.
El vino a menudo habla de la unción, al igual que el agua y el aceite.
Flechas o perforaciones de armas se puede hablar del trabajo del enemigo que es conocido por sus dardos de destrucción.
Empuñar una espada habla de llevar la autoridad del Señor y usarla como arma contra el enemigo.
Si no estás seguro de la interpretación de un objeto, echa un vistazo a través de la Palabra.
Criaturas
Animales e insectos, pueden referirse a poderes demoníacos, pero también depende de cómo los ve.
Plantas y árboles, pueden referirse al crecimiento o esterilidad si se encuentran en malas condiciones.
Bebés o niños, cosas que han nacido o aún son inmaduras.
Si sueñas que los bebés mueren, podría ser un sueño de advertencia de que lo que el Señor te ha dado está muriendo.
Serpientes, arañas y criaturas negras muy a menudo hablan del trabajo del enemigo y sus ataques.
Soñar con dar a luz o estar embarazada puede hablar de algo que va a nacer en el espíritu o ha dado a luz.
Un león puede hablar de la fuerza del Señor. Un cordero, de inocencia y salvación.
Colores y Sentidos
A menudo, el color rojo puede hablar de la sangre del Señor.
El azul es un color celestial, mientras que el negro no tiene una buena connotación y se compara con la naturaleza del enemigo.
El oro a menudo habla del Señor y Su majestad, mientras que la plata habla de la humanidad y la redención en las escrituras.
Blanco puede hablar de pureza y verde de fertilidad.
Todos pasamos por momentos en nuestra vida en que las cosas se nos trancan.
Nos suceden situaciones dolorosas y nos cuesta recomponernos.
Y nos preguntamos por qué Dios permite esto.
Cuando en realidad la pregunta debería ser para qué Dios permite esto.
Y la respuesta espiritual es que debemos purificarnos para poder aplicar a vivir la vida eterna con Dios, que para eso nos creó.
¿Y por qué estamos impuros?
Porque nos hemos separado de Dios desde el pecado original.
Nuestras intenciones han pasado desde agradar a Dios a agradar a los otros hombres.
Esto es lo que hemos de cambiar si aspiramos a una vida eterna en el cielo, porque allí solo entra lo puro.
Y habitualmente las purificaciones son dolorosas porque nos cuesta comprender que estamos necesitados de ellas.
Las vivimos como baches en nuestras vidas.
Cuanto más impuras sean nuestras intenciones, más dolorosas serán las purificaciones.
LOS BACHES QUE APARECEN EN NUESTRA VIDA
Hay baches que nosotros encontramos en algún tramo de la vida.
¿Sabes lo que significa un bache? Un bache es un agujero, un pozo, un defecto en la carretera, un revés.
Algo que nos detiene. Algo que puede causar daños.
También puede hacernos cambiar nuestro camino – y ese puede ser el punto.
¿Nos dirigimos por el camino a Dios – a la gloria – o por el camino del mundo?
Los caminos del mundo pueden parecer suaves al principio, pero están llenos de peligros ocultos.
Cada vez que estamos en una rutina, tenemos que asegurarnos de que no nos hemos desviado del plan de Dios, de nuestra misión.
No es la gloria de este mundo que debemos buscar (el poder, el placer y la popularidad, el ensimismamiento, el orgullo y la glotonería) sino que es el resplandor auténtico y la gloria del Cielo.
Recuerda que satanás es “el príncipe de este mundo” y te seducirá, como él hace, él te ciega, no podrás ver lo que viene.
Él es la “oscuridad brillando”.
¿POR QUÉ LLEGAMOS A BACHES?
A veces, por errores. A menudo, por el pecado. . También, porque Dios está tratando de detenernos y nos hace pensar, está tratando de reorientarnos. .
Está tratando de empujarnos hacia un camino diferente.
Llegamos a una carretera de baches cuando ésta no está siendo mantenida o nosotros nos hemos desviado o hemos estado distraídos (de lo que es más importante en la vida) y no prestamos atención.
Cuanto más baches, más nos vamos a golpear, aunque el diablo te otorgue un cúmulo de lujurias en el camino.
Toma el tiempo para pensar en los “baches” en tu vida, cuando ocurrieron, y lo que pueden haber significado.
Más importante aún, mira lo que ellos indican.
Baches grandes. Baches pequeños. Medianos. Problemas cotidianos. A veces, enfermedad. A veces, una trampa.
DIOS NOS FRENA CON LOS BACHES
Nunca es agradable estar yendo bien y de repente sentir que un neumático choca contra algo que no está destinado a estar allí.
No lo viste venir. O bien, no podías desviarte.
Ellos son peor cuando nos estamos moviendo demasiado rápido o nuestros ojos están vagando.
Y cuando nos estamos moviendo demasiado rápido, no nos detenemos a pensar en por qué ocurrieron. .
Y por lo tanto con demasiada frecuencia nos dirigimos a otros aún más grandes (o retornamos y otra vez hacemos lo mismo).
Piensa en esto también: cómo pequeños baches en tu vida pueden haber precedido a los grandes baches.
Si no son baches, golpes. A veces, hay un precipicio.
Durante un tiempo, no será posible que sigas adelante.
Eso podría haber sido un punto de Dios: para pararte en tu ruta y hacer que vuelvas a evaluar dónde estabas y dónde te dirigías.
Los baches nos ponen en la “trilla” para separar la paja – las ramas y las cosas malas – del trigo (para que evitemos el purgatorio). . Dios no nos juzga por nuestros problemas, sino por cómo respondemos a ellos.
Podría ser una cuenta más grande de lo que esperábamos. Podría ser una factura que no podemos pagar.
Y podría ser algo serio como un divorcio o la pérdida de un ser querido o la amenaza de una dolencia.
A menudo, los pequeños baches (cuando no se tratan) se convierten en grandes.
Sin embargo existe la idea equivocada de que nuestra conversión nos llevará directamente a un éxito en el mundo.
Y no tenemos en cuenta que Dios debe purificarnos de nuestros malos hábitos, pensamientos y actitudes; y muchas veces lo hace de una manera que nos duele, como quien hace una cirugía.
EL TESTIMONIO DE UN EX OCULTISTA Y AHORA CRISTIANO, LLAMADO GREG GRIFFIN
Él dice,
Muchas personas vienen a la fe en Cristo y algunos creen que una varita mágica se posará sobre ellos y todo estará bien.
Pero la genuina sanación no funciona de esa manera.
Cuando salí de lo oculto entonces realmente encontré a Jesús a la edad de cuarenta años.
He experimentado una temporada de pruebas, quebrantamientos, y remodelaciones de Dios.
Yo pasé por algunos de los momentos más dolorosos que he tenido en mi vida.
Pero he encontrado esta verdad en el camino: a satanás le gusta hacernos daño, el quiere matarnos, robarnos y destruirnos.
Perocuando Dios nos quebranta, es para nuestro propio bien. .
Dios tiene que sacar toda la escoria y el mal de nosotros. .
El proceso no es agradable,por cierto, pero Él nos permite pasar por ese tipo de dificultades, porque Él sabe que nos bendecirán.
Y algo llamativo a tener en cuenta es que nuestra mentalidad nos hace más tolerantes del dolor que del placer, aunque parezca paradójico.
¿SABÍAS QUE NUESTRA TOLERANCIA AL DOLOR ES MAYOR QUE AL PLACER?
De hecho, podemos soportar solamente un poco de placer a la vez, porque rápidamente se desvanece el escenario que lo hizo posible.
Demasiado placer en realidad nos vuelve a traer dolor: enfermedad, resaca, obesidad, pereza, incursionar en adicciones dañinas, e incluso aburrimiento.
Sin embargo, parece que somos capaces de soportar mucho dolor.
Algunos de nuestros dolores, ya sean físicos o emocionales, pueden ser muy intensos y durar años.
¿Por qué es que podemos soportar más dolor que placer?
Los fisiólogos y antropólogos podrían centrar su respuesta en nuestra lucha por la supervivencia.
El ser capaces de soportar el dolor nos ayuda más que ser capaces de disfrutar el placer.
Pero también hay una respuesta espiritual.
La respuesta espiritual es que el dolor es ahora, mientras que el placer es para el más allá.
En este mundo, en este valle de lágrimas, que nos está probando;estamos destinados a llenar nuestro cociente de dolor.
Y mientras que disfrutamos algunos placeres aquí, son sólo un anticipo de lo que será en el Cielo.
El anticipo parece limitarse al tamaño de un bocado.
De lo contrario, estaríamos abrumados por placer, distraídos por él, e incluso enfermos y esclavizados por él.
Hasta que el dolor no haya tenido su efecto adecuado dentro de nosotros, no seremos disciplinados o lo suficientemente puros para disfrutar adecuadamente grandes cantidades de placer.
El dolor es por lo tanto nuestra primera misión aquí en este mundo, este paraíso perdido.
El dolor nos purifica y enseña.
¿CÓMO LLEGAMOS A ESTO?
Debemos recordar que Dios nos ofreció el paraíso del Edén con la condición de que confiáramos en que Él nos enseñaba qué es lo mejor.
Pero nosotros insistimos en la ciencia del bien y del mal para nosotros y el derecho a decidir lo que era correcto y lo incorrecto.
Queríamos un mejor trato que en el Edén.
Adán y Eva eligieron comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, aun sabiendo que Dios había dicho que sería el comienzo de sufrimiento y muerte.
Y hemos ratificado su elección en innumerables ocasiones.
Dios, respetando nuestra libertad, no limita nuestra elección.
Más bien, dijo: .
«Te esperaré en la cruz del sufrimiento y la muerte, y permitiré que el mismo sufrimiento y muerte sea el camino de vuelta a mí.»
Y así el camino de regreso al paraíso, a la más alta gloria celeste, es a través de la cruz.
Estaes la razón por la que nuestra tolerancia al dolor es mayor ahora que nuestra capacidad para el placer.
Dios nos ha equipado de esta manera porque el dolor es por ahora, mientras que el placer es para más adelante.
ESTAMOS EN EL CTI
Francamente, necesitamos una alta tolerancia al dolor, debido a que es un remedio necesario para una enfermedad muy grave.
Nuestra condición es grave y requiere una medicina fuerte.
La cruz y el dolor es la medicina fuerte necesaria.
Y por lo tanto nuestra tolerancia al dolor debe sin duda ser mayor que nuestra capacidad para el placer.
El dolor, a pesar de sus cualidades desagradables, tiene muchos efectos saludables:
Nos enseña límites y ayuda a conquistar nuestro orgullo. . Nos purifica. . Nos recuerda que este mundo está pasando y no puede en última instancia ser nuestra apuesta. . Intensifica nuestro anhelo por el Cielo y el encuentro con Dios. . Si sufrimos el dolor con fe, nos lleva a buscar ayuda y confiar más en Dios. . El dolor soportado con fe es como estar bajo el bisturí del cirujano. El escalpelo inflige dolor, pero sólo corta lo que es perjudicial. . Es un medicamento fuerte, pero de curación.
El dolor tiene la sartén por el mango y es el medicamento fuerte que necesitamos.
Y esto nos pone ante la disyuntiva de cómo manejar el dolor y el sufrimiento cuando llega.
CORRIGE TU CAMINO Y ALIVIA LA CARGA
Puede que no seas capaz de ver a través de un agujero profundo en el que has caído.
Pasa por renunciar al reino del mundo y convertirnos de nuevo a Dios.
Evita la autocrítica feroz, juzgar a los demás, y tratar de controlar todo en tu vida y las vidas de quienes le rodean.
Si te frustras porque las cosas no van como tu quieres, sólo te preparas para la negatividad. . Que es una manera de permitir a los demonios invadir tu espacio.
Tu no tienes control sobre todas las cosas que te suceden, pero tienes el control total sobre cómo responder a ellas. . Toma toda esa energía desperdiciada en tratar de forzar la vida para adaptarse a tu percepción de cómo debería ser. . Y canalizala en lugar de hacer frente a lo que la vida te trae.
Pensando en la canalización nos viene a la mente GK Chesterton.
Era un hombre que entendía la necesidad de la levedad en este mundo caído.
Él sabía que este mundo está en gran parte envuelto en misterio, pero es un mundo que nos enseña de alguna manera sobre el Cielo.
Según él, la risa tiene algo en común con las antiguas palabras de fe e inspiración.
Desprende el orgullo y desvela el secreto.
Hace que la gente se olvide en presencia de algo más grande que ellos mismos.
La risa nos libera de la prisión de nuestro propio orgullo y miseria, aunque sea por un corto tiempo.
La risa une a las personas que no pueden estar unidas en la circunstancia presente.
Es un aspecto universal de la experiencia humana.
Nuestra carga se hace ligera cuando podemos sonreír o reír en medio de la oscuridad.
En todo caso, la risa ante el sufrimiento nos revela nuestra esperanza en Cristo.
El sufrimiento que soportamos en esta vida no tendrá la última palabra.
A pesar de que debemos llevar nuestras cruces a menudo aparentemente insoportables, podemos encontrar alegría en el viaje.
No es malinterpretar la seriedad del sufrimiento.
Más bien la risa nos pone más cerca de la aceptación de la cruz y ésta más cerca de la visión beatífica de Dios.
CUANDO EL DOLOR TE AGOBIE, BUSCA EL ALIVIO DE DIOS
Recuerda que Dios promete que su gracia será suficiente para nosotros (ver 2 Co. 12: 9), y que el dolor es sanador.
De hecho, es un regalo en un paquete extraño.
Esta es la misteriosa verdad por la que tenemos una mayor tolerancia al dolor que por placer.
Pero dada nuestra ubicación actual fuera del paraíso perdido, tiene sentido.
Un día, cuando el sufrimiento, el dolor y la muerte hayan tenido su efecto completo, vamos a entrar en el Cielo de Dios.
Donde el dolor no estará más y donde nuestra capacidad para el placer florecerá como una rosa.
Después de haber sido purificados por nuestro dolor, nuestra capacidad para soportar el placer ahora estará completa. . Y habrá alegrías inefables y glorias incalculables.
Para que la purificación que necesitamos en esta tierra sea menos dolorosa y dramática lo central es purificar nuestras intenciones.
Ese debería ser el propósito de todo cristiano, porque toda la creación fue hecha para dar gloria a Dios.
Dios no nos hizo para que nos separáramos de Él sino para Sí mismo, para que lo glorifiquemos y así participemos en la felicidad de la vida eterna junto a Él y que Él nos concede.
San Pablo dice: «Si comes, bebes o haces cualquier otra cosa, haz todo a la gloria de Dios».
Si nuestra actitud refleja esta intención, entonces no tendremos necesidad de purificaciones dolorosas para llevarnos a comprender esta máxima.
Y nos haremos merecedores de la paz que Dios derrama a quienes se esfuerzan por agradarle a Él y no al mundo.
¿Y cuáles son los signos de que tenemos una buena intención?
El signo principal es nuestra actitud de agrado para hacer lo que se nos ha encomendado Dios; nuestra misión.
No se trata de sentir agrado por el resultado de lo que hacemos, ni por el éxito, ni por la recompensa personal, ni el reconocimiento social.
La pureza de intención de agradar a Dios como centro se expresa tanto en barrer un piso como en dar un discurso a en un simposio.
Y nuestro agrado no dependerá del resultado material sino de aceptar la voluntad de Dios, incluso en el fracaso.
Dios no nos juzga por los resultados.
Dios no depende del éxito de nuestra misión para llevar a cabo sus planes en la Tierra.
Por lo tanto vale más nuestra intención que los resultados materiales de nuestro trabajo.
Porque lo que Dios quiere es nuestro esfuerzo y nuestra intención pura.
Y si nuestra intención no es para agradar a Dios, no importa lo que logremos porque será inconsistente a los ojos de Dios.
El éxito en realidad significa hacer las cosas con la intención correcta, sin malas ganas, aburrimiento, sensación de molestia.
Dios no es glorificado por lo que hacemos, sino por nuestras intenciones y nuestro esfuerzo.
El gloriarnos por lo que nos sale bien, aunque pensemos que es parte de nuestra misión, es tener como intención nuestro éxito personal.
De modo que no debemos decepcionarnos cuando las cosas salen mal en nuestra misión si nuestra intención ha sido glorificarlo con nuestro trabajo.
Piensa en esto. Cuando los apóstoles regresaron contentos con el éxito de expulsar demonios que tuvieron gracias al don que les había dado Jesús, Él respondió,
“No se regocijen en esto… sino regocíjate… que tu nombre está escrito en el cielo”
La recompensa correcta no es el éxito material sino haber hecho las cosas con una actitud pura de agradar a Dios, aún en los casos que tengamos que hacer cosas que no nos gustan.
Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María
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Los cristianos han discutido mucho sobre el significado de Israel.
Y sobre el sentido del pueblo judío para la nueva alianza de Dios, que se expresa en el Nuevo Testamento.
¿Israel es El Pueblo Elegido, Un Pueblo elegido o eso se terminó?
En estos momentos estos tiene importancia porque define la simpatía o no por el Estado de Israel, cada vez más sitiado.
Si la antigua alianza se considera extinguida irremediablemente entonces la simpatía por la causa sionista israelita va a ser escasa. .
En cambio si se considera que aún subsiste, entonces habrá una defensa de la subsistencia del pueblo de Israel en Palestina.
TRES CONCEPTOS A TENER EN CUENTA PARA ESTA DISCUSIÓN
Hay tres conceptos que debemos tener claros para considerar esta problemática cristiana que son: . El sionismo judío, el supersesionismo cristiano y el sionismo cristiano.
El SIONISMO es la asociación entre el pueblo judío y la Tierra de Israel.
El sionismo es un movimiento judío.
La aliyá a la Tierra de Israel es un tema recurrente en las oraciones judías.
Los sionistas consideran a los judíos que viven fuera de Israel como exiliados.
En teología, visto desde la perspectiva cristiana, esto refiere a la vigencia de la antigua alianza de Dios con el pueblo judío.
Pero existe un SIONISMO CRISTIANO que sostiene que la iglesia cristiana no puede en ningún caso suplantar a la nación de Israel, especialmente antes del retorno de Jesucristo.
Y que las promesas que Dios le hizo a Israel como nación fuerte literalmente no caducan.
Y a la inversa, existe entre los cristiano la teoría SUPERSESIONISTA o del REEMPLAZO, también llamada teología de la suplantación o teoría de la substitución.
Que argumenta que la actual relación de Dios con los cristianos reemplaza la relación que anteriormente tenía con los judíos.
¿POR QUÉ LA ELECCIÓN DE LOS JUDÍOS Y DE ESA TIERRA POR DIOS?
Comencemos desde la primera revelación de Dios documentada.
En un nuevo libro, Sionismo y Judaísmo: Una Nueva Teoría, el rabino David Novak comienza razonando desde la Torá que Dios quiso una comunidad humana que viviese subordinada a Él y por lo tanto:
El interés especial de Dios en crear humanos a Su imagen y semejanza era un intento de Su parte que buscaba vincularlo a aquellos objetos con los cuales podría relacionarse.
Una compañía con quien Dios lograría hablar y que a su vez podrían responderle adecuadamente.
Novak sugiere que Dios tenía tres opciones, por así decirlo.
La primera era relacionarse sólo con individuos. Pero esto implica la privatización de la religión, lo cual
“hace vivir una vida religiosa insostenible políticamente pues, la religión, así como el lenguaje, es un asunto esencialmente público”.
La segunda opción podría haber sido la redención de toda la humanidad de una vez, pero aparentemente
“Dios pensó que la Humanidad no estaba lista para lo que conlleva el fin de la historia universal”.
La tercera opción fue la que Dios eligió: seleccionar a las personas de un pueblo, en particular que mostrasen al mundo cómo debían ser los siervos de Dios.
Pero ¿por qué estas personas?
No fue por lo que los Judíos habían sido en el pasado, sino por lo que podrían ser en el futuro, lo cual es algo que sólo Dios conoce.
Nosotros como humanos no podemos decir cuáles fueron las razones de Dios. Pero, podemos decir cuales no fueron.
Los Judíos no tienen una naturaleza única o superior que los cualifique para ser elegidos.
Tampoco poseen algún factor cultural o biológico destacable por los cuales Dios los escogería.
Pero aun cuando Dios no dé Sus razones para elegir a los Judíos, Novak destaca que sí se nos ha dicho porque Dios no escogió a sus vecinos.
Ellos no cumplían los requisitos mínimos de Dios –respecto al asesinato, el incesto y el robo – que eran el núcleo de lo que el rabino llamó “Mandamientos de Noé”.
Los judíos no eran perfectos en su obediencia a esos mandamientos, pero eran un pueblo que había demostrado haber aceptado la responsabilidad de vivir sujeto a ellos.
La Torá también aclara que Dios entregó la tierra de Israel a Su pueblo, el Israelita. Pero, ¿por qué esta tierra?
Novak afirma que no fue por ningún derecho natural.
Las razones de la elección de Dios por este particular, al igual que la escogencia del pueblo judío, son desconocidas.
Sin embargo, Dios no es caprichoso. . Él tiene Sus razones para ambas elecciones. . Pero, mientras estemos en este mundo, las razones permanecerán como un misterio. . Así mismo, la conexión de este pueblo con dicha tierra es “un asunto de elección divina”.
Además, es la única tierra en la cual el pacto de Dios con Su pueblo puede vivirse plenamente:
“Al limitar la total existencia del pueblo de Israel a la tierra de Israel, los Judíos están en mejor capacidad de vivir las especificaciones de su pacto con Dios.
En la tierra de Israel, esa relación está verdaderamente centrada”.
ISRAEL EN EL NUEVO TESTAMENTO
A los cristianos se les dificulta mucho argumentar respecto al Sionismo.
En la Biblia Hebrea está abundantemente claro que Dios entregó la tierra de Israel a los israelitas.
Sin embargo, en la mayoría de la historia cristiana, la iglesia ha manifestado la poca o nula importancia del pueblo y la tierra de Israel en el Nuevo Testamento.
Recientemente, sin embargo, un creciente número de estudiosos cristianos discuten respecto a que el asunto de la tierra de Israel se encuentra incluido también en el Nuevo Testamento.
El libro sostiene que la Biblia Hebrea previó bendiciones que irían al mundo entero desde este pueblo y su tierra. . Y así también el Nuevo Testamento proclama bendecir al mundo entero mediante el Mesías Judío. .
Cuyo reino empezó en Israel y que eventualmente volverá a centrarse en Israel.
Los escritores del Nuevo Testamento sostienen la promesa de que la Diáspora Judía podría regresar algún día a su tierra desde todos los confines del mundo.
Para establecerse en una Politeia (una entidad política), que podría transformarse en el centro de las bendiciones para el resto del mundo.
ESPERANDO UN FUTURO RETORNO: ISRAEL EN EL NUEVO TESTAMENTO
Los Anti-Sionistas admiten que los profetas del Antiguo Testamento, quienes comúnmente escribían desde el exilio, predijeron un regreso a su tierra.
Sin embargo, muchos coinciden en que esas profecías se cumplieron cuando los exiliados babilonios regresaron para reconstruir Jerusalén al final del Siglo VI A.C.
Sin embargo, según los “Nuevos Sionistas Cristianos” el Nuevo Testamento demuestra que Jesús y los apóstoles aun esperaban un futuro retorno.
Por ejemplo, cuando Jesús citó la predicción de Isaías respecto a que el templo se convertiría en “una casa de oración para todas las naciones” (Marcos 11,17; Isaías 56,1), parece coincidir, como sugiere Richard Hays, con la visión de Isaías de “una restauración escatológica de Jerusalén”.
Hays agrega que la figura dada por Juan acerca del Cuerpo de Jesús como el Nuevo Templo (Juan 2, 21)
“no debe leerse ni tan rotundamente supersesionista (la Iglesia reemplaza a Israel) ni tan hostil a la continuidad con Israel».
No niega el sentido literal de las escrituras de Israel – que el templo era la casa de Dios –
«sino lo complementa vinculándolo tipológicamente con el relato de Jesús y la revelación de una verdad más profunda prefigurada en el sentido histórico literal«.
El hecho que los apóstoles vieran el templo como ambos: una casa de Dios y una figura de Jesús, explica su participación en las liturgias del templo aun después de que los mismos líderes del templo ayudaron a llevar a su mesías a la muerte. (Hechos 2, 46).
Tanto Mateo como Lucas creyeron importante mostrar que Jesús estaba conectado con la historia de Israel.
E incluyeron detalles y genealogías detalladas que revelan a Jesús como descendiente de Abraham, el primer judío, a través de 42 generaciones de judíos.
Lucas retrocede incluso hasta Adán.
En su Magnificat, María sugiere que el nacimiento del Mesías sería significativo no sólo para todas las futuras “generaciones” sino particularmente para la historia de Israel.
La llegada de Cristo mostraría que Dios
“Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.” (Lucas 1, 54-55).
Si la encarnación suponía alejar el foco de Israel, como sugieren los supersesionistas (los que manejan la teoría del reemplazo), María no se dio por enterada.
¿SAN PABLO ERA UN SUPERSESIONISTA?
Pablo ha sido señalado como el apóstol de los gentiles, quien alejó el foco del Judaísmo y mostró que el Evangelio era un mensaje universal para todos.
Ya Dios no estaría exclusivamente con los judíos. Ellos habrían traicionado el pacto al rechazar al Mesías, Jesús.
Esto es lo que el teólogo Cristiano Kendall Soulen ha denominado versión “punitiva” del Supersesionismo. .
La idea de que Dios hizo un nuevo pacto con la Iglesia que sobrepasa el antiguo pacto hecho con Israel, a fin de castigar a los Judíos por no aceptar a Cristo.
Los otros dos tipos de Supersesionismo de Soulen son: . – el “Económico”: en la economía de la salvación, el único propósito de Israel era preparar la llegada del Mesías; . – y el “Estructural”: en la historia de la salvación, Israel sólo funciona como un ejemplo negativo.
Aunque Pablo se ha interpretado de esta manera por siglos, sus cartas cuentan una historia distinta.
En Romanos 9 y 11, él se lamenta por sus compañeros judíos que no aceptaron a Jesús como Mesías.
Dice que le han causado una “tristeza muy grande y una pena continua” (Romanos 9,2).
Sin embargo afirma que “las alianzas” todavía les “pertenecen”(Romanos 9, 4).
Y aun cuando ellos (los Judíos) se han convertido en “enemigos del Evangelio”, aun son “amados” porque su “elección” es “irrevocable”(Romanos 11, 28-29).
La Carta a los Gálatas es la que con mayor frecuencia se usa para probar que Pablo prescindió de la Ley Judía en favor de la Iglesia que dejó atrás a Israel.
Aun cuando en ella dice que el Evangelio es acerca de cómo “la bendición de Abrahán alcanzó a las naciones paganas” (Gál. 3, 14) porque “la promesa se hizo para Abrahán y su descendencia” (3, 16).
Para Pablo, ser salvado significa convertirse en parte de la familia de Abrahán:
“Si son de Cristo, entonces también son descendencia de Abrahán y herederos de la promesa” (Gál. 3, 29).
En otras palabras, recibir la buena noticia del Evangelio vincula a las personas con la historia de Israel. . Mientras que los supersesionistas sugieren que Israel ha sido dejado atrás, la Carta a los Gálatas afirma lo contrario.
RECIENTES SIONISTAS CRISTIANOS
Adicionalmente al elaborar argumentos bíblicos, los Nuevos Sionistas Cristianos señalan a otros prominentes teólogos como Sionistas Cristianos: Karl Barth y Gary Anderson.
Barth (1886-1968) es quien rechazó prácticamente toda enseñanza dispensacionalista.
Por ejemplo, repudió la noción de que el Fin de los Días estaba por llegar, insistiendo en que comenzó con la llegada de Jesús en el Siglo I.
También rechazó la interpretación de las profecías bíblicas del Apocalipsis como predicciones directas y literales.
No obstante, Barth pensó que esos errores escatológicos fueron, como señala Carys Mosely, “Errores en la dirección correcta”.
Él respetaba los intentos milenarios de asumir seriamente la supremacía de Dios en los eventos mundiales, incluyendo la aparición de Israel como una Nación Estado en 1948.
Para él, esta era una “parábola secular”, similar al auge del socialismo en la historia moderna.
La repentina aparición de Israel fue una “pequeña luz” que dio testimonio de la gran Luz del Mundo en Jesucristo.
La historia moderna de Israel “aún ahora urge incansable” en favor de los propósitos redentores de Dios.
De acuerdo con Barth, las revelaciones bíblicas apuntan hacia una Triple Parusía de Jesús: .
La Encarnación, Pentecostés, y la escatológica venida a Israel y la Iglesia.
Esta última venida responde a una larga serie de profecías del Antiguo Testamento que hablan del regreso del pueblo judío a su tierra, un tiempo en el cual los Gentiles llegarán a Israel para aprender la Torá.
Gary A. Anderson es un destacado estudioso del Antiguo Testamento que enseña en Notre Dame. Es Católico y un Sionista Cristiano.
Los argumentos para su posición comienzan con
“el clamor bíblico de que la tierra de Canán fue dada por Dios al pueblo de Israel”.
La promesa “es ambas cosas, irrevocable y sin cumplir”. . Es irrevocable porque es una promesa hecha por Dios y como dice Pablo, ni siquiera la apostasía de Israel borra la promesa: .
“Dios es fiel aunque los hombres sean falsos” (Rom. 3, 4).
Pero al mismo tiempo, Anderson afirma que, la promesa está incumplida.
Según las escrituras, la tierra vomita a quien sea que no la merezca (Lev. 18, 24-30).
Sólo en la era mesiánica, según el Tanach, el asentamiento de Israel en la tierra será seguro.
Anderson advierte que debe evitarse “un falso mesianismo” al recordar que la tierra es siempre “otorgada con condición”.
Aún debemos recordar que:
“La milagrosa aparición del estado de Israel justo después del momento más obscuro de la historia judía es difícil de interpretar fuera de un marco teológico”.
EL ARGUMENTO TEOLÓGICO VS. LOS ARGUMENTOS HISTÓRICO Y POLÍTICO DE ISRAEL
Estos argumentos teológicos de la importancia del retorno del pueblo de Israel a la tierra de Israel no implican necesariamente que sea un caso para el actual estado Israelí.
En último caso puede y debe hacerse sobre una base histórica y política, en atención a los legítimos intereses Palestinos.
No debe asumirse que el Estado de Israel es un país perfecto, que no debe ser criticado por sus fallos, o que es necesariamente el último estado Judío antes del fin de los días.
Pero los dos tipos de argumentos no pueden separarse.
Si la alianza de Dios con Su pueblo continúa, y el regreso de los judíos a su tierra es providencial, entonces los judíos y los cristianos deben reconocer que el presente estado es el refugio del pueblo del pacto.
En un momento cuando el apoyo para este pueblo esta erosionado alrededor del mundo, y dicho estado se asienta en una región de movimientos y gobiernos empeñados en su destrucción, tiene sentido para judíos y cristianos acudir en su apoyo.
Ellos pueden ayudar al hacer argumentos prudenciales para el sustento de Israel.
Sin embargo no podemos asimilar la promesa a futuro con esta situación política actual.
Porque no necesariamente esta generación de judíos vaya a ser la que definitivamente deberá asentarse en esa tierra según los designios de Dios.