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Historia de las 7 Oraciones más Populares de la Iglesia

Las oraciones y símbolos de la Iglesia son los lazos invisibles que unen a los católicos.

A lo largo de los siglos, las oraciones se han orado con las mismas palabras.

Respondiendo a las mociones del Espíritu Santo para que oremos sin cesar.

Los católicos no podemos vivir sin ellas. Son casi un acto reflejo.

Acá traemos la historia de las 7 oraciones más populares de la Iglesia para que conozcas su origen.

Pero hay miles de oraciones vocales.

En la Biblia, en la liturgia de la Iglesia, en los escritos de los santos, y en nuestros libros de oraciones favoritas podemos elegir entre oraciones adaptadas a cada época del año, a cada etapa de nuestras vidas, y a las peticiones que queremos hacer.

Quizás una de las mayores dichas de recitar oraciones antiguas es la sensación de seguridad y confianza y la conexión que nos ofrecen.

Son puentes que nos unen a todos los que las recitamos a lo largo de los siglos orando con las mismas palabras.

  

EL PADRE NUESTRO

Durante el sermón de la montaña, los discípulos le pidieron a Jesús: “Señor, enséñanos a orar”.

En respuesta, Jesús les enseñó el Padre Nuestro.

Podemos encontrar esta oración en los evangelios de San Mateo y San Lucas, con pequeñas discrepancias entre las dos versiones.

La versión de San Mateo es la que se utiliza universalmente por todos los cristianos, aunque hay una diferencia importante.

Los protestantes concluyen la oración con las palabras: “Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por los siglos de los siglos”

Los católicos se detienen en las palabras, “y líbranos del mal”.

¿Por qué hay diferentes versiones de la oración que nos llega de Cristo mismo?

La respuesta es sencilla.

Aunque algunos manuscritos de los evangelios incluyen el final “porque tuyo es el reino”, los más antiguos no lo hacen.

Los estudiosos de la Biblia nos dicen que ese final no era parte de la oración original.

Es una doxología, o una breve oración de alabanza, que se incluyó en el texto original en una fecha posterior.

Hace dos mil años era una costumbre judía concluir una oración extensa con una breve doxología.

De hecho, “porque tuyo es el reino” era una doxología común entre los Judios religiosos en tiempos de Jesús.

Los primeros cristianos, muchos de los cuales eran conversos del judaísmo, traían con ellos esta doxología favorita cuando entraban en la Iglesia y la recitaban al final del Padre Nuestro.

Mientras que los católicos omiten la doxología y mantienen las palabras de la oración que Jesús nos dio, la antigua costumbre de concluir una oración con una pequeña oración de alabanza también existe en nuestra Iglesia.

Después de recitar el Magnificat o uno de los salmos, es habitual añadir nuestra doxología más popular, Gloria al Padre.

  

EL SANTO ROSARIO

El rosario es la oración más popular dentro de la Iglesia junto con el Padrenuestro.

Aunque su nombre formal estrictamente no tiene más de 500 años.

Entre los primeros cristianos existía la devoción de la repetición de oraciones, en especial el Padrenuestro, mediante una cuerda de oración o también poniendo 150 piedritas en una bolsa.

Este sistema de repetición viene del judaísmo y está relacionado con la repetición de los 150 salmos.

Esto ya estaba instituido cuándo se apareció la Santísima Virgen a Santo Domingo y le entregó el rosario.

O sea el instrumento físico y las oraciones a recitar.

La Iglesia acepta formalmente la paternidad de Santo Domingo respecto al rosario, porque San Pío V escribió claramente que Santo Domingo inventó y luego propago en toda la Iglesia la oración del salterio de la Santísima Virgen.

Su nombre significa jardín o guirnalda de rosas.

Y esto está asociado a que en la Edad Media se utilizaba la metáfora de la agricultura para significar la recitación de oraciones.

Además las rosas se asociaban con la Santísima Virgen.

Una leyenda piadosa dice que la Santísima Virgen fue vista recogiendo rosas de los labios de un joven monje que estaba recitando el Avemarías, que tejía en una guirnalda que luego colocó en Su cabeza,

La historia más detallada del Santo Rosario puede leerse aquí.

  

EL AVE MARÍA

Es la oración más querida por la Virgen, y la oración que los católicos dicen con más frecuencia.

Nadie puede contar cuántos millones de avemarías se elevan al cielo cada día.

Sin embargo, a pesar de su popularidad, le llevó siglos a esta oración desarrollarse.

Esta oración está compuesta de dos partes.

La primera consta de una doble salutación extraída del Evangelio:

1 – La salutación del arcángel Gabriel, enviado por Dios a fin de anunciar la divina maternidad de María:

“Ave, llena de gracia, el Señor es contigo” (Lc. 1, 28);

2 – La salutación de Santa Isabel, prima de Nuestra Señora, que inspirada por el Espíritu Santo proclamó:

“Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre” (Lc. 1, 42).

A estas dos salutaciones fueron añadidas dos palabras para que ellas fuesen más distintamente enunciadas: María (Ave María…) y Jesús (de tu vientre, Jesús).

La segunda parte de la oración contiene una súplica.

Estas dos salutaciones dichas juntas eran todo el Ave María durante más de mil años.

El primer documento escrito en que aparece el uso de la salutación del ángel es la Homilía de un cierto Theodoto Ancyrani, fallecido antes del año 446.

En ella es explícitamente afirmado que, impelidos por los palabras del ángel, decimos: “Ave, llena de gracia, el Señor es contigo”.

En cuanto al saludo de Santa Isabel, aparece unido al del ángel alrededor del siglo V.

Las dos salutaciones conjugadas ya se encuentran en las liturgias orientales de Santiago (en uso en la Iglesia de Jerusalén), de San Marcos (en la Iglesia Copta) y de San Juan Crisóstomo (en la Iglesia de Constantinopla).

El nombre María fue añadido a las palabras del ángel, en Oriente, alrededor del siglo V, según parece, en la liturgia de San Basilio.

En Occidente, no obstante, parece que esto ocurrió aproximadamente en el siglo VI, al figurar en una de las obras de San Gregorio Magno, el Sacramentario Gregoriano.

El nombre Jesús fue añadido a las palabras de Santa Isabel probablemente un siglo después, en Oriente, figurando por primera vez en cierto Manual de los Coptos, tal vez en el siglo VII.

En Occidente, sin embargo, el primer documento que registra el nombre del Redentor es la Homilia III sobre María, madre virginal, de San Amadeo, obispo de Lausana (Suiza, aproximadamente en 1150), discípulo de San Bernardo.

La segunda parte de la oración (Santa María, etc.), la súplica, ya era empleada en la Letanía de los Santos.

En determinado códice del siglo XIII, de la Biblioteca Nacional Florentina, que perteneciera a los Siervos de María del Convento de la Beata María Virgen Saludada por el Angel, en Florencia, se lee esta oración:

“Ave dulcísima e inmaculada Virgen María, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, madre de la gracia y de la misericordia, ruega por nosotros ahora y en la hora de la muerte. Amén”.

Pero no fue hasta el siglo XV que los católicos añadieron formalmente la última parte de la oración,

“Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”

La fórmula precisa del Avemaría, como es rezada hoy, se encuentra por primera vez en el siglo XV, en el poema acróstico del venerable Gasparini Borro O.S.M.

El Papa San Pío V aprobó formalmente el Ave María completo en 1566, y los católicos la han estado recitando de este modo desde entonces.

El Ave María se convirtió en un saludo entre los cristianos.

Pero además de usar las palabras del Ave María como un saludo, muchos cristianos mostraban una señal de reverencia a su nombre.

Durante la Reforma, muchos opositores de la Iglesia Católica acusaron a los católicos que su recitación del Ave María no era una oración, porque no era una petición, sino simplemente un saludo.

Por lo que el Ave María fue recitada en privado.

El Ave María es especialmente poderosa durante nuestros últimos minutos aquí en la Tierra.

Los Santos son grandes fans de la oración del Ave María.

San Jerónimo escribió, “las verdades contenidas en el Ave María son tan sublimes, tan maravillosas que ningún hombre o ángel podían comprenderlas plenamente”.

Y Santo Tomás de Aquino predicó sólo sobre la oración Ave María por 40 días seguidos.

  

EL GLORIA

La oración del Gloria comenzó a usarse en el siglo IV como una protesta contra la herejía arriana, que ponía a Cristo por debajo del Padre.

Pero también hay que considerar que se justifica porque es apropiado alabar a Dios en la Santísima Trinidad.

Su fundamento bíblico se encuentra en Mateo 28:19 donde Jesús pide a los Apóstoles que vayan por las naciones bautizando a las personas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y el concepto de Gloria a Dios para siempre es muy manejado por San Pablo en sus cartas.

Se dice que en el año 529 se agregó la segunda parte de la oración que dice “como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos”.

Esta segunda parte es una confirmación de la eternidad de las tres personas de la Santísima Trinidad en un solo Dios.

El formato de esta oración está estable en la Iglesia desde los años 600.

Y se usa tradicionalmente como el fin de una oración larga o una prédica.

En la Iglesia hay dos versiones de gloria.

Una es la versión corta que se recita habitualmente

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu santo.
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Y otra es la más larga que es ésta,

Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.

Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,

te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso Señor,
Hijo único, Jesucristo.

Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.

  

LA SALVE (SALVE REGINA)

Los monjes o monjas de monasterios cantan esta hermosa oración al final del día antes de dirigirse de la capilla a sus celdas.

Durante novecientos años la Salve ha sido una de las oraciones más queridas por la Santa Madre.

Es la conclusión tradicional de la liturgia de las horas.

Muchos católicos la recitan al final del rosario, y existe una amplia tradición de cantar el himno al finalizar el día.

Sabemos que en 1492, en su viaje al Nuevo Mundo, Cristóbal Colón reunía a sus hombres en la cubierta todas las noches para cantar la Salve Regina como señal de su confianza en la protección de la Virgen.

Una antigua tradición dice que San Bernardo de Claraval (1090-1153) compuso esta oración.

Ciertamente, cualquier persona que lea los sermones de San Bernardo en alabanza a María encontrará ecos de la Salve en los escritos del gran santo.

Pero, para el texto actual de la oración, tenemos que buscar en otra parte.

La evidencia histórica ha llevado a la mayoría de los estudiosos a creer que el autor original de la Salve fue un monje alemán, Herman el Cojo Bendito, también conocido por la forma latina de su nombre, Herman Contractus (1013-1054).

Herman nació con una discapacidad grave: no podía caminar, y tardó más que la mayoría de los niños en aprender a hablar.

Pero tenía otros dones. Era muy bueno en matemáticas. Tenía fluidez para el latín, griego, e incluso el arábigo.

Debido a sus dolencias, Herman era paciente y compasivo. Era un verdadero genio de la música.

Y desde su infancia Herman mantenía un amor especial por la Santa Madre, por lo que no es ninguna sorpresa que escribiera su más fino trabajo para ella.

La Salve expresa hermosamente nuestra fe en la Madre de Dios quien extiende su amor y misericordia por todos nosotros.

  

LA SEÑAL DE LA CRUZ

Es la más básica de todas las oraciones católicas, que implica hacer el gesto de hacerse la señal de la cruz en el cuerpo.

Las palabras, “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén”,  invocan a descender sobre nosotros la bendición de la Santísima Trinidad

Y el gesto de tocar nuestra frente, pecho y hombros, nos marca con el emblema de la Cruz de Cristo, el signo de nuestra salvación.

Es el gesto mismo el que hace que la señal de la Cruz sea única: podríamos estar de pie en un autobús lleno de gente, orando fervientemente en nuestro corazón, y nadie a nuestro alrededor lo sabría.

Pero tan pronto como nos hacemos la señal de la Cruz, hacemos una declaración pública de quiénes somos y en lo que creemos.

La señal de la cruz es tan antigua como la Iglesia.

Originalmente, los cristianos tomaban su pulgar y hacían una pequeña cruz en sus frentes.

El teólogo cristiano Tertuliano (c.160-220) nos dice que en su tiempo,

En todos nuestros viajes y movimientos, en cada entrar y salir; al ponernos nuestros zapatos; en el baño, en la mesa, al encender las velas, al acostarnos, al sentarnos; en cualquier cosa que nos ocupa, nosotros [los cristianos] marcamos nuestras frentes con la señal de la Cruz”.

Era un pequeño gesto sutil, adecuado para una época en que los cristianos tenían que mantener un perfil bajo.

La señal de la cruz como la conocemos, apareció más tarde, después de que terminó la época de la persecución.

  

LA ORACIÓN DE SAN FRANCISCO (HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ)

Muchas personas piensan que San Francisco de Asís escribió esta oración, pero están equivocados.

No se encuentra entre los escritos de San Francisco.

De hecho, no proviene de antes de 1912.

En ese año, la oración apareció en una revista llamada La Clochette (La Campanilla) publicada en París por una organización católica conocida como La Liga de la Santa Misa.

Un aristócrata francés, el marqués Stanislas de La Rochethulon, admiraba la oración y envío una copia al Papa Benedicto XV en 1915.

Al año siguiente, la oración fue publicada en L’Osservatore Romano, el diario del Vaticano.

Posteriormente, un sacerdote franciscano francés vio la oración, y la mandó imprimir al reverso de una estampa de San Francisco.

El franciscano le puso título a la oración, “Oración por la paz”.

Como había una imagen de San Francisco al frente de la tarjeta, se hizo conocida como la Oración de San Francisco, o la Oración por la Paz de San Francisco.

Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, esta oración se abrió camino en todo el mundo.

Con protestantes y católicos alentando a la gente a rezarla en aras de un pronto fin a las guerras.

Todavía es una de las favoritas de los cristianos que anhelan la paz.

Como católicos tenemos la suerte de contar con una muy rica variedad de oraciones.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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Las Promesas de Dios para Sanación

Todos estamos preocupados por nuestra salud, especialmente cuando estamos enfermos.

Y cuando ya entramos en la vejez empezamos a preocuparnos por una buena muerte.

Dios nos ha hecho promesas de salud y sobre el pasaje a la otra vida.

uncion de los enfermos

Pero esas cosas, como todo en la vida, son condicionales, aunque a veces tendemos a negarlo.

Detrás de cualquier enfermedad está el fantasma de la muerte y tenemos 3 ideas centrales al respecto.

-Que la muerte es inevitable, que debemos prepararnos para ella y pedir auxilio en esa preparación para dejar la Tierra en paz y suavemente;

-Que hay que pedir al “cielo” que nos proteja de accidentes, para no realizar el pasaje en un tiempo que consideramos apresurado, cuando pensamos que aún no es nuestro tiempo;

-Y en estos casos, depositar la fe en la posibilidad de una curación cuando estamos enfermos de gravedad o alguno de nuestros seres queridos lo está.

Es así como surgen dos fuerzas contrapuestas en los cristianos, que actúan simultáneamente.

Es así como surgen dos fuerzas contrapuestas en los cristianos, que en realidad son complementarias, que actúan simultáneamente.

Una es amigarse con la muerte y pedir un pasaje en paz.
.
Y la otra es depositar la fe en el poder sobrenatural de Dios para que nos sane cuando tenemos enfermedades.

Pero sin embargo, lo que vemos en las plegarias en los templos y en los grupos de oración son pedidos por curaciones:

“Que fulanita de tal se sane de una cáncer”,

“Pido por sanidad para menganito que va a ser operado del corazón”,

“Tengo una tía de 95 años que no puede caminar, oremos para que pueda volver a caminar”.

Muy pocos de esos pedidos son para que las personas hagan sus pasaje en paz y hacia el cielo, aunque tengan 100 años y estén agonizando.

Esto nos indica que debemos amigarnos con la muerte, porque tarde o temprano nos llega.

Aunque esto no obsta para que pidamos sanación.

Hay un principio básico para que Dios actúe en sus promesas al respecto de estos temas.

  

EL PRINCIPIO BÁSICO PARA NUESTRA SANIDAD Y NUESTRA MUERTE

¿Nuestra vida nos pertenece?

¿Qué capacidad de decisión tenemos respecto a ella?

Somos criaturas creadas por Dios y en ese sentido no somos dueños de nuestra creación.

Y como la vida no es nuestra, no podemos decidir cuándo enfermarnos ni tampoco cuando curarnos.

Tampoco podemos decidir si vamos a morir o no, porque todos lo vamos a hacer.

De modo que tenemos limitaciones.

Pero hay algunos puntos en que podemos reivindicar nuestra decisión que nos ilusionan con la autonomía.

Podemos decidir cuándo vamos a morir, si decidimos quitarnos la vida y partir anticipadamente.

Y podemos llegar a pensar que podemos gastar la vida como queramos, sin dar cuentas a nadie, por ejemplo al creador.

Pero como la vida en realidad no es nuestra, y nuestra propiedad sobre ella es una mera ilusión, en algún momento Él no pedirá cuentas y podemos quedar separados de Él y sus gracias por la eternidad.

Esa es la contradicción con que actúan muchos cristianos hoy, quizás la mayoría.

Creemos que nuestra vida es nuestra y podemos decidir sobre ella a nuestro gusto, en vez de tener claro que dependemos de Dios y debemos responderle.

Por tanto le preguntamos a Dios que puede hacer por nosotros en vez de preguntarle qué podemos hacer por Él.

Vemos a Dios como una máquina expendedora de sanidad o de una buena muerte.

Pero su gracia en estos dos puntos la logramos si estamos unidos a Él.

Y no estamos unidos al creador cuando consideramos que nuestra vida nos pertenece.

De modo que cuando pidamos sanación o una buena muerte el resultado va a estar relacionado con la autonomía con que nosotros manejamos nuestra vida.

Sí manejamos nuestra vida pensando que era nuestra no nos esforzamos buscando el reino.

Y por lo tanto no se cumplirá lo que Jesús dijo en Mateo 6:33, busca primero el reino y su justicia, y las demás cosas vendrán por añadidura.

No tendremos las gracias que pedimos si deliberadamente optamos por ignorar al creador.

Este es el principio básico para pensar en nuestra sanidad y en nuestra buena muerte.

grupo de oracion de jovenes

   

LA ESPERANZA DE SANACIÓN

Los cristianos tenemos esperanza en alargar nuestra vida en la Tierra y depositamos nuestra confianza en la curación sobrenatural de Dios.

La Iglesia católica ha desarrollado en estos 2000 años una serie de ritos para los enfermos que a veces pasan desapercibidos o son mal entendidos.

Es bueno saber de qué se trata, porque apuntan tanto a la curación física como a la del alma.

La Cuaresma es un momento apropiado para reflexionar sobre los ritos de la Iglesia proporciona a los enfermos, pensando en las curaciones milagrosas.

   

EJEMPLOS DE CURACIONES MILAGROSAS

Notable ver es escuchar sobre un hombre que volvió a la vida después de cuarenta y cinco minutos de muerte clínica.

Y otra noticia sobre un hombre que salió de una bolsa de plástico en la pompa fúnebre cuando se estaba a punto de embalsamarlo.

«El día después de haber sido declarado muerto, un hombre de Mississippi movió sus piernas y mostró que estaba vivo», señaló NBC.

Walter Williams, de 78 años, de Lexington, sufrió de insuficiencia cardíaca.

Cuando el médico forense llegó esa noche y no le encontró pulso, fue declarado muerto y lo llevaron a Porter and Sons Funeral Home. «El Señor no estaba preparado para él», dijo su hija.

En realidad no.

Cuando Dios nos quiere de vuelta – cuando nuestro trabajo no ha terminado – poco importa que un médico o quien sea haya declarado la muerte clínica.

«Después de unos cuarenta y cinco minutos Brian Miller de Cleveland, Ohio, sin ritmo cardíaco, pulso, presión arterial y el oxígeno sin llegar a su cerebro, milagrosamente se despertó con un ritmo cardíaco regular y sin ningún tipo de daño a su cerebro.

Miller dijo que tuvo hermosas visiones de la vida futura, mientras caminaba hacia el cielo, que incluía tanto flores como luz.

Dijo que un ser querido que había fallecido recientemente le dijo que tenía que volver«.

Hay episodios cercanos a la muerte en los cuales la gente ha «regresado», aun cuando sus «cadáveres» han exhibido rigor mortis incipiente.
.
Esto nos dice que Dios puede revitalizar y sanar el cuerpo, no importa lo que la condición.

Supimos esto desde Lázaro, pero también lo sabemos en nuestro tiempo fisiológico, médico-céntrico (ahora que los medios de comunicación están informando sobre el mismo).

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LOS ÚLTIMOS RITOS

Esto pone de relieve el tema de la unción de los enfermos, y que cuando se incluye con la penitencia y la Eucaristía, constituyen los Últimos Ritos.

La Sociedad Newman dice:

«Cuando el ritual de este sacramento fue revisado en 1972, varias opciones que se habían desarrollado a través del tiempo se consolidaron por lo que la celebración del sacramento de la unción de los enfermos sería uniforme en la Iglesia Católica.

La unción de los enfermos se puede celebrar de tres maneras diferentes:

El rito ordinario de ungir a un enfermo que se lleva a cabo ya sea cuando un sacerdote visita a un enfermo o durante un servicio de oración o misa regularmente programada;
.
El rito del viático (palabra viene del latín para ‘necesario para el viaje’), que consiste en la recepción de la Sagrada Comunión por una persona que está cerca de morir o en peligro de muerte;
.
-Y un rito de los sacramentos para los que están cerca de la muerte, que es un rito continuo de los sacramentos de la penitencia, la unción y el viático».

Añade otro sitio (Movimiento de la Nueva Teología):

«Santo Tomás de Aquino nos enseña que así como el lavado corporal es dado por el bautismo como un signo de la limpieza espiritual del alma, lo mismo ocurre con Dios que a veces confiere una curación del cuerpo a través de la unción como un signo de la curación espiritual del alma.
.
Pero, hay esta diferencia, porque el agua, naturalmente, tiene el poder para lavar el alma, pero el óleo (que se utiliza en la unción) no tiene por sí mismo el poder de curar a los que están muriendo.
.
Por lo tanto, es sólo cuando Dios escoge hacer una curación milagrosa que el cuerpo se sana físicamente a través de la unción.
.
Y así, el Doctor Angélico, concluye,
.
‘En consecuencia, una curación del cuerpo no siempre se deriva de este sacramento, sino sólo cuando es necesaria para la curación espiritual.
.
y luego se produce siempre y cuando no haya ningún obstáculo por parte del destinatario’».

En otras palabras, como el sitio señala, siempre que fuera necesaria o muy conveniente para la sanación espiritual del alma se realiza una curación milagrosa del cuerpo,

«Dios concede un milagro a través del sacramento.

En tal caso, la curación milagrosa no debe ser atribuida a la santidad del sacerdote, sino a la fuerza del sacramento mismo.

Por otro lado, si un enfermo recibe la Unción y no obtiene una recuperación milagrosa, esto demuestra que tal curación física no era necesaria a fin de fortalecer su fe y esperanza, mientras se prepara para la muerte y el juicio«.

   

EL CASO DE BRIDGET

Si bien podemos decir con confianza que la curación se produce siempre durante la unción de los enfermos, señala The American Catholic,  no siempre es el tipo de curación que podríamos esperar.

«Al principio pensé que me iba a curar y me quedé decepcionada cuando no estuve curada de inmediato», dijo una mujer llamada Bridget, que cita la publicación.

«Entonces se hizo más claro que la curación tenía que venir de dentro de mí. 

La curación no fue una recuperación inmediata. Tuve que estar abierta, dejar que las cosas sucedan. Yo no podía esperar algo durante la noche».

Mientras que a menudo suponemos que conseguir estar físicamente bien es lo mejor para nosotros, Dios conoce lo que necesitamos para llegar a una mayor conciencia de lo divino y podrá optar por sanar algún área de nuestro espíritu o de las emociones en lugar de nuestro cuerpo.

«Aprendí que si usted no va en busca de la curación, se le dará a conocer de alguna otra manera», añadió Bridget.

«También debemos recordar que el sacramento complementa el tratamiento médico, no lo sustituye«, dice American Catholic.

«Sólo porque alguien se puso mejor con la ayuda de la cirugía o las drogas modernas no significa que el sacramento no jugó un papel en la curación.
.
Dios usa la habilidad de los médicos y enfermeras, así como las técnicas médicas modernas para restaurar la salud».

«Si todo eso suena como doble discurso, podría ayudar a recordar que el sacramento no es magia

No promete que aquellos que lo reciben serán curados de toda enfermedad física. 

No promete que alguien de 99 años vivirá otros treinta años».

«Lo que hace la promesa es que Dios va a sanar las zonas enfermas de nuestra vida si nos acercamos con fe y humildad».

«Si bien no es común, la curación física inmediata puede suceder.

Sé de al menos un caso en mi propia familia cuando los exámenes médicos administrados después que la persona fuera ungida, no mostraron ningún rastro de la enfermedad previa.

La posibilidad muy real de una cura física es una de las razones por las que la Iglesia no quiere que esperemos hasta que estemos a punto de morir para pedir el sacramento.

Lo que pasó fue que empecé a querer cambiar», dijo Bridget.

«Era algo que no esperaba. Antes del sacramento, no estaba abierta a dejar a Dios en mi vida.

Necesitaba algo que lo pusiera de nuevo en mi vida.

Cuando recibí el sacramento de la Unción, me di cuenta de lo importante que es», dijo.

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OTRO CASO

Al mismo tiempo, impresionantes curaciones de aquellos al borde de la muerte han ocurrido a través de este conjunto de sacramentos.

«Una mujer a quien se le dio la extremaunción sorprendió a su familia cuando ella empezó a hablar horas después«, señaló el periódico, el Barnsley Chronicle, en Reino Unido.

«Mary Young había recibido el cuidado para final de la vida después de un ataque al corazón y fue visitada por el capellán Padre Peter Needham del Barnsley Hospital.

María, de 87 años, de Taylor Crescent, Grimethorpe, fue llevada al hospital el 11 de enero.

A su hija Marie Gledhill, de Bank End Road, Worsbrough Dale, se le avisó al día siguiente que su madre se estaba deteriorando y que ella y su hermano Tommy debían venir.

Mi madre estaba muy deteriorada, la enfermera dijo que ella podría tener horas o días.

Ella ni siquiera sabía que el Padre Peter estaba allí, pero él vino y le dio la extremaunción.

Me quedé con ella después y le estaba hablando y, de repente, ella empezó a contestarme.

Fue un milagro, no hay otra explicación.

Usted toma como un evangelio lo que dicen los médicos, pero ellos no lo podían creer. 

María regresó a casa el 24 de enero.

Ella dijo que no recordaba nada desde que necesitó una ambulancia hasta despertarse y hablar con Marie, pero dijo que sintió que alguien la estaba cuidando’«.

Eso es porque alguien realmente estaba.

En definitiva, con todo este abanico abierto de posibilidades, antes de ponerse a orar por una persona o por uno mismo, deberíamos preguntarle a Dios en oración:
.
¿para qué quiere que oremos, para sanidad o para preparación a la muerte y un buen pasaje?

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LA NOCHE ES EL MOMENTO PROPICIO PARA ORAR RESPECTO A LA MUERTE

El instinto de la Iglesia siempre ha sido la de vincular oración de la noche a la muerte a modo de una especie de «ensayo general»; considera estas oraciones:

1 – “En tus manos Señor encomiendo mi espíritu”.
.
Esta es una referencia a las últimas palabras de Jesús: “¡Padre! En tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23,46).

2 – “Ahora, Señor, tu siervo puede irse en paz, tu palabra se ha cumplido. Mis ojos han visto la salvación que has preparado a la vista de tu gente”.
.
Estas son las palabras de Simeón, a quien había sido prometido que no vería la muerte antes de haber visto al Mesías.
.
Ahora que se ha tenido al niño Jesús en sus brazos, en el templo, está en paz porque puede morir en paz.

3 – “Que el Señor nos conceda una noche tranquila y una muerte en paz”.
.
Esta es la línea final de la oración de la noche justo antes de la Salve Regina.
.
Donde pedimos a la Virgen que nos proteja en la noche, y que recitamos en las Completas de la Liturgia de las Horas, la oración antes de dormir.

La oración de la noche es un momento para recordar que vamos a morir y para reflexionar sobre esto con sobriedad.

El sueño es, en cierta medida, como la muerte; nos convertimos en «muertos» al mundo.

Ya no somos conscientes de los ritmos, exigencias y fascinaciones de este mundo.

Estamos «fuera» de este mundo, fuera de contacto con él. 

Es una especie de estado de coma en que ponemos a distancia de las cosas que nos obsesionan en nuestras horas de vigilia.

Y comprendemos que un día vamos a dormir a este mundo y nunca despertar, nunca volver a sus demandas.

La oración de la noche sirve como un recordatorio de esta convocatoria se avecina. 

Nos confiamos al cuidado de nuestro Señor, el único que nos puede llevar sobre el valle de la sombra de la muerte.

Pedimos, también las oraciones de la Virgen.

Le pedimos que ella, como una buena madre, nos consuele y nos asegure que después de este destierro vamos a ver el rostro glorioso de su Hijo y ser restaurados a nuestro Padre en el cálido amor del Espíritu Santo.

Incluso si no tienes tiempo para orar las otras horas de la Liturgia de las Horas, te recomiendo calurosamente la oración de la noche, las Completas).
.
Es una oración breve y hermosa, sobria y sereno.

Así la noche es el gran ensayo general de nuestra muerte.

Si somos fieles, este será el mejor día de nuestra vida en esta tierra.

En ese día, seremos llamados a Aquel que nos ama.

Seguramente nuestro juicio se avecina y es inevitable, pero si somos fieles, marcará el comienzo de nuestra purificación final y la libertad de las ataduras del pecado y los males de este mundo.

Fuentes:

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¿Cómo debemos Usar el Cuerpo para Orar?

Somos un alma y un cuerpo con una mente.

Y cuando oramos estas cosas deben estar alineadas.

Las posiciones corporales al orar pueden ayudar o perturbar la oración.

Y los ojos son una parte del cuerpo que debemos atender al orar.

La Biblia menciona varias posiciones de oración, como parado, arrodillado, acostado, con la cabeza inclinada, mirando hacia el cielo con las manos levantadas, postrado en el suelo.

Pero en realidad no da instrucciones precisas sobre cómo poner el cuerpo y parece que son aceptables todas las posiciones.

No parece que la posición sea el centro de la oración, sino la fe con la que se hace.

Pero sin embargo veremos que la posición de cada parte del cuerpo puede ayudar a orar mejor y además está cargado de simbología.

Para el imaginario colectivo puede tener algún significado por ejemplo arrodillarse, porque es una muestra de sumisión.

Mientras que inclinar la cabeza es una muestra de humildad y respeto.

Y caer en tierra de nota dependencia total.

Así, de hecho, todas las posiciones para orar serían adecuadas, siempre y cuando nos estuviéramos haciendo un espectáculo montado, como critica Jesús de los fariseos, que oran en las plazas para que los vean.

Hay que tener en cuenta sin embargo que orar es conversar con Dios y se puede conversar con Él en cualquier momento, en cualquier parte, con los ojos abiertos, con los ojos cerrados, trabajando, conduciendo por la carretera y leyendo este artículo.

Veamos algunas reglas respecto a la oración

  

REGLAS PARA EL BIEN ORAR

Podemos mencionar algunas reglas que mejoran nuestra actitud para orar bien, entre las cuales veremos que podemos mencionar las posiciones físicas.

La oración es una relación personal con Dios una relación entre Él y yo.

Por lo tanto la meta es el encuentro de mi persona con Dios, dos personas reales.

La oración es una comunicación afectuosa apoyada por el Espíritu Santo, donde la mente y el corazón son los instrumentos de comunicación.

En romanos 8: 26, San Pablo dice que el Espíritu mismo interviene por nosotros.

La oración es básicamente una experiencia de amor donde se recibe amor, se agradece y se da amor.

En este sentido el gran esfuerzo es que nuestras acciones de gracias, por todos los beneficios que obtenemos, salgan del corazón y no sólo sea un ejercicio mental o mecánico.

La oración es centrarnos en el poder de Dios para lograr fortaleza y pedir auxilio.

Es la admisión de nuestra debilidad y del poder de Dios sobre todas las circunstancias, incluyéndome a mí mismo.

La oración es ponerse frente a Dios eliminando nuestro entorno, esforzándonos por tenerlo sólo presente a Él.

Lo que hace necesaria la higiene mental de la concentración para una oración profunda y veraz.

Sin embargo no hay que olvidar que el corazón de la oración es escuchar; el centro es Dios no soy yo.

Y se trata de una escucha amorosa que incluye la voluntad de responderle.

La oración no se hace en el vacío sino que se hace en un lugar, un tiempo y con determinados condicionamientos físicos.

Así las escrituras dicen que por ejemplo Jesús fue a la montaña orar, otras veces que se retiró a un desierto y allí rezó, en otra oportunidad se levantó cuando todavía estaba oscuro, y en otra pasó la noche en oración, y en otra se prosternó en el suelo y rezó.

Por lo tanto la escritura, al mencionarlo, le da importancia al lugar, al tiempo y a la posición física para orar, y no lo debemos desestimar.

Es por esto mismo que nosotros nos sentimos mejor orando en alguna Iglesia que en otra, nos sentimos más confortables rezando en algún lugar de la propia Iglesia que en otro, y en algún lugar de la casa más que en otro.

Por esta última razón es conveniente que cada uno tenga un altar de oración en su propia casa, donde practique la oración.

Y si no lo tiene, tal vez aún advierta que en algún momento del día se encuentra mejor orando en un lugar de la casa que en otro.

Quien escribe esta nota tiene un altar en su casa, pero en cada momento del día se encuentra más confortable rezando en un lugar diferente de la casa.

También unos se sienten mejor orando por la mañana, otros por la tarde, otros por la noche.

E incluso cada momento del día puede tener un significado distinto para el orante y hasta en cada uno las oraciones practicadas pueden ser diferentes.

Por ejemplo es habitual que los católicos recen la Coronilla de la Divina Misericordia a las 3 pm, pero probablemente en otro horario rezarán el Rosario.

En este sentido de lo dicho entonces, la posición del cuerpo influye porque se puede convertir desde un instrumento para sintonizar mejor la oración a un obstáculo.

Es por eso que en algunos momentos de la misa por ejemplo, la Iglesia pide a los fieles arrodillarse y en otras pararse.

Esto significa que se ora con todo el cuerpo y por tanto hay que elegir la posición que ayude a la concentración.

Cada uno debe elegir su posición corporal en cada tipo de oración que vaya hacer.

Aunque hay normas generales. Parecería que posiciones dolorosas en general no ayudan, lo mismo que posiciones demasiado cómodas.

En definitiva, la posición del cuerpo y sus partes no es la oración en sí misma pero la puede ayudar u obstaculizar.

  

LA GENTE ORA DE MUCHAS MANERAS

Los seres humanos somos compuestos de un cuerpo y un alma o espíritu que deben estar coordinados.

Por eso cuando oramos debemos atender ambos, aunque se parta de una necesidad o intención espiritual.

Nuestro cuerpo es un complemento de nuestra intención espiritual y debe expresar la misma dirección.

El cuerpo es algo que nos diferencia de los ángeles porque ellos son seres espirituales solamente.

El Dios cristiano está vivo y presente ante nosotros y cuando oramos nos confrontamos con Él y reconocemos su presencia.

Y es ante esa presencia que podemos confesar nuestro pecado, suplicarle por algo que necesitamos, hacerle una acción de gracias, adorarlo.

Pero siempre implica una aceptación de la presencia de Dios frente a nosotros.

Si bien las posiciones del cuerpo no son importantes para este Dios presente ante nosotros, son útiles para el beneficio del que ora.

Porque con el cuerpo está expresando mejor sus emociones, sus requerimientos y sus intenciones.

Por lo tanto al ser conscientes que rezamos con el alma y con el cuerpo mejoramos nuestra comunicación.

Esto es claro cuándo elegimos espontáneamente una posición para orar de acuerdo a lo que queremos expresar o como nos sentimos.

Por ejemplo estas son algunas de las posiciones corporales para orar:

  • De pie con los ojos mirando hacia adelante, al altar.
  • De pie con la cabeza inclinada y los ojos cerrados.
  • De pie con las manos extendidas y las palmas hacia arriba mirando hacia arriba.
  • Sentado con la cabeza inclinada y los ojos cerrados y las manos juntas.
  • Sentado con los ojos cerrados Las Palmas sobre las piernas hacia arriba.
  • De rodillas con las manos sobre los muslos la cabeza hacia abajo y los ojos cerrados.
  • De rodillas con la cabeza tocando el suelo, postrados.
  • Acostado en el piso boca abajo con las manos estiradas.
  • Acostado en una cama o un sillón.
  • Caminando.

Cada una de estas posiciones tiene diferentes significados.

Por ejemplo parado con las manos levantadas hacia el cielo es típico de oración de alabanza y acción de gracias.

Arrodillado y postrado es una forma de humillación ante Dios, típico de las oraciones de arrepentimiento o para expresar el santo temor a Dios.

Sentado con los ojos cerrados y las manos sobre los muslos con las palmas hacia arriba es una posición típica de oración de meditación.

La posición más habitual entre los católicos es sentado con la cabeza inclinada los ojos cerrados y las manos juntas.

Pero en las misas carismáticas la posición típica es de pie con los brazos extendidos al cielo.

Entre los judíos hay una posición típica que es la del balanceo.

Y en el islam predomina la postura de postración, arrodillado con la cabeza en tierra.

  

¿HAY FORMA FÍSICA CORRECTA PARA ORAR O NO?

Cómo nos pondremos físicamente depende de lo que queremos expresar ante Dios.

A veces queremos tenemos un diálogo entre amigos, que perfectamente puede hacerse sentado.

A veces podemos estar suplicándole algo, y entonces podemos caer cara en tierra, arrodillados o postrados.

Y otras veces le estamos agradeciendo y alabando y en ese caso se pueden levantar las manos al cielo.

Respecto a la posición de los ojos en general parecería que cerrar los ojos denota más respeto y concentración.

Especialmente la concentración es importante para que nuestras mentes no divaguen por el entorno y no nos distraigamos con lo que vemos y lo que sentimos.

Para que no tengamos demasiadas interferencias para conversar con Dios.

Los cristianos no oran sin pensar, y tampoco lo hacen automáticamente (o no debieran hacerlo), por lo que tienen que controlar que su mente no se vaya para otros lugares.

Los cristianos no creen que la oración es lo que dice el hablante, sino que están comprometidos en sus emociones con Dios, y también en sus peticiones.

Y mientras oran pueden estar solicitando cosas o agradeciendo por cosas.

De modo que lo podemos resumir así.

En algunos casos las personas cierran los ojos cuando rezan, como señal de respeto y devoción.

Y otros cierran los ojos para concentrarse mejor en la comunicación.

Pero la principal característica para realizar una oración eficaz es tener fe que Él existe y que Él escucha.

Y en este sentido hay una posición que los cristianos creen que denota la mayor devoción al orar: arrodillarse y cerrar los ojos.

Si queremos dibujar a un orante cristiano fervoroso lo representaremos arrodillado, medio inclinado hacia adelante, con los ojos cerrados y con las manos juntas.

  

EN CONCRETO ¿QUÉ DEBEMOS HACER CON NUESTROS OJOS?

Respecto al manejo de los ojos hay dos menciones en la Biblia.

Una es en Juan 11: 41 y 17: 11 donde dice que Jesús oró al Padre alzando sus ojos al cielo.

Y por el contrario en Lucas 18: 13 dice que el recaudador de impuestos oró pero ni siquiera levantó sus ojos al cielo.

Cuando estamos ante el Santísimo Sacramento, nuestra posición general en la adoración es inclinar la cabeza, cerrar los ojos y poner las manos en el regazo.

Pero en la misa en general oramos con los ojos abiertos salvo en la meditación post homilía o luego de la comunión.

Sin embargo, por otro lado, hay una posición de oración que se denomina Orans en latín, que es levantar las manos hacia el cielo, hacia Dios, aunque en general con los ojos abiertos.

Y también está la manera que Jesús oró en el jardín de Getsemaní, arrodillado durante el período de gran angustia previo a su aprensión.

En esta posición no miramos para arriba porque estamos en una situación de abrumados y generalmente tendremos los ojos cerrados.

Por lo tanto vemos que no hay una práctica única con respecto a los ojos.

Sin embargo, la posición de los ojos ya es importante desde la antigüedad; era una señal de decoro cerrar los ojos en presencia de un Rey.

Por lo tanto y por similitud, podemos considerar a Dios como nuestro Rey y por lo tanto es una señal de honra y decoro cerrar los ojos ante Él.

   

¿HAY UNA BASE TEOLÓGICA PARA CERRAR LOS OJOS EN LA ORACIÓN?

Como dijimos la Biblia no recomienda ni cerrar los ojos ni mantenerlos abiertos en oración, ni tampoco la práctica de los católicos es unívoca.

Pero hay una punta teológica que podemos ver en Mateo 6: 5-6

“Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.

Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.”

En este pasaje Jesús recomienda la práctica de la oración privada, bloquear las tentaciones del mundo (cerrando la puerta) y alegóricamente podría estar diciéndonos que vayamos a la habitación interior de nuestras almas para orar.

Al respecto San Juan Crisóstomo dice que la oración es la luz del alma que nos da un conocimiento verdadero de Dios y es mejor que cualquier cosa que se pueda ver en el mundo.

También San Agustín dice que la oración es una especie de visión del alma y contrasta la luz interior con la oscuridad exterior.

De modo que cerrar los ojos para Agustín simboliza nuestra confianza en Dios, en medio de la oscuridad del mundo.

Pero San Ignacio de Loyola, en las Instrucciones para el Segundo Método Oración de los Ejercicios Espirituales recomiendas cerrar los ojos explícitamente.

Para centrar nuestra atención en las palabras de nuestra oración.

Mientras que Santa Teresa de Ávila dice que cerrar los ojos ocurre inconscientemente, involuntariamente.

Porque los sentidos y el entorno exterior parecen perder su dominio, mientras que el espíritu recupera gradualmente su soberanía perdida.

San Francisco de Sales por su parte, compara la oración nuestra con un ciego, porque no vemos a nuestro Dios, aunque la fe nos advierte que Él está presente, aunque no lo contemplemos con nuestros ojos mortales.

Por lo tanto cerrar los ojos tiene una razón mística y es un reconocimiento de la oscuridad espiritual en que estamos sumidos, antes de que ocurran los encuentros profundos con Dios.

Es así que San Gregorio de Niza llamó a estos momentos la oscuridad deslumbrante, San Juan de la cruz los llamó noche oscura del alma, y Thomas Merton habló de la oscuridad en la oración.

La oscuridad respecto al mundo exterior se convierte en brillantez del alma cuando percibimos nuestra relación con Dios.

De modo que al cerrar los ojos comenzamos a tener una profunda experiencia mística.

  

¿QUE PODEMOS RECOMENDAR?

Podemos identificar una serie de beneficios espirituales qué tiene cerrar los ojos durante la oración

Nos defiende de las distracciones y tentaciones del mundo.

Nos concentramos a dar amor, en algunas veces alabando y en otras escuchando.  

Nos centramos en ver a Dios a través de los ojos espirituales de la fe.

Nos recuerda que encontramos a Dios en nuestras almas, en nuestra habitación interior.

Contemplamos a Dios y a Cristo en su invisibilidad trascendente en ausencia de un icono o una estatua.

Y nos permite compartir el encuentro místico que tienen los santos con Dios.

Fuentes:

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Oración para Ganar Indulgencia Plenaria en Cuaresma

Los viernes ante el Crucifijo.

Los viernes de cuaresma los fieles cristianos pueden ganar indulgencia plenaria.

Si rezan devotamente la oración a continuación, frente a un crucifijo, después de la Comunión.

jesus en la cruz

El Enchiridion Indulgentiarum dice:
.
§ 1. Se concede indulgencia plenaria al fiel cristiano que en cualquier viernes del tiempo cuaresmal después de la comunión recite piadosamente, ante la imagen de Jesucristo Crucificado la oración ‘Oh mi amado y buen Jesús…’;
.
§ 2. Se concede indulgencia parcial al fiel cristiano que pronuncie cualquier fórmula piadosa legítimamente aprobada: en la acción de gracias después de la comunión (por ejemplo, Alma de Cristo, Oh mi amado y buen Jesús). 

   

Oración ‘Oh mi amado y buen Jesús’

Miradme, Oh mi amado y buen Jesús,
Postrado ante Vuestra santísima presencia.
Os ruego con el mayor fervor, que imprimáis en mi corazón
vivos sentimientos de Fe, Esperanza y Caridad;
Verdadero dolor de mis pecados, y propósito firmísimo de enmendarme;
Mientras que yo, con todo el amor, y toda la compasión de mi alma,
Voy considerando Vuestras Cinco Llagas;
Teniendo presente aquello que dijo de Vos el santa profeta, David:
“Han taladrado Mis manos y Mis pies, y se pueden contar todos Mis huesos”.
(Salmo 21: 17-18)

Versión en latín

En ego, o bone et dulcíssime Iesu,
ante conspéctum tuum génibus me provólvo,
ac máximo ánimi ardóre te oro atque obtéstor,
ut meum in cor vívidos fídei, spei et caritátis sensus,
atque veram peccatórum meórum paeniténtiam,
eáque emendándi firmíssimam voluntátem velis imprímere;
dum magno ánimi afféctu et dolóre tua
quinque vúlnera mecum ipse consídero ac mente contémplor,
illud prae óculis habens, quod iam in ore ponébat tuo David prophéta de te, o bone Iesu:
‘Fodérunt manus meas et pedes meos: dinumeravérunt ómnia ossa mea.’

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Alma de Cristo

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.

Versión en latín

Anima Christi, sanctifica me.
Corpus Christi, salve me.
Sanguis Christi, inebria me.
Aqua lateris Christi, lava me.
Passio Christi, conforta me.
O bone Iesu, exaudi me.
Intra tua vulnera absconde me.
Ne permittas me separari a te.
Ab hoste maligno defende me.
In hora mortis meae voca me.
Et iube me venire ad te,
ut cum Sanctis tuis laudem te
in saecula saeculorum.Amen.

   

REQUISITOS PARA GANAR UNA INDULGENCIA PLENARIA

Para ganar una indulgencia plenaria, en año normal o en año santo, debes siempre cumplir los TRES REQUISITOS siguientes

1. La Confesión.

Hacer una confesión profunda. La confesión puede hacerse el mismo día que se quiere ganar la indulgencia o haberla hecho recientemente.

2. La Comunión.

Esta debe llevarse a cabo el mismo día en que quiera ganarse la indulgencia.

3. La oración por las intenciones del Papa.

Debes rezar un Padre Nuestro, una Ave María y un Gloria, y ofrecerlas por las intenciones del Papa.

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Además de lo anterior, en un año NORMAL, debes cumplir con una, de las siguientes acciones:

1. La visita de adoración al Santísimo de media hora por lo menos.

2. La visita a los cementerios con la oración, por los difuntos y aplicada solamente a las almas
del purgatorio, del día 1 al 8 de noviembre.

3. La adoración de la cruz, el Viernes Santo durante la solemne acción litúrgica.

4. En las primeras comuniones, a los que la reciben y a los que asisten devotamente.

5. A los participantes a ejercicios espirituales de tres días de duración por lo menos.

6. A los que recitan el rosario en una iglesia, oratorio público, en familia, o en asociación piadosa.

7. A los que leen la Sagrada Escritura por lo menos durante media hora.

8. El rezo del Vía Crucis, delante de las estaciones, legítimamente erigidas.

Además de los 3 requisitos, en un AÑO SANTO, debes cumplir con cualquiera de las siguientes 4 obras:

1. Ir en peregrinación a un lugar santo.

En el caso de México deberá ser a la Iglesia Catedral de cada ciudad, o a las iglesias locales que señale el Obispo de cada diócesis. Una vez en la Iglesia, debes participar en la Santa Misa, o en un ejercicio piadoso como el vía crucis o el rosario.

2. Cruzar la Puerta Santa.

Debes cruzar la puerta de las Iglesias designadas y permanecer ahí un cierto tiempo en meditación espiritual.

3. Hacer una obra de misericordia.

Visitando un tiempo largo a algún hermano necesitado o con dificultades, como por ejem plo : enfermos, encarcelados, personas con discapacidad, ancianos solos, niños abandonados, juventud en dificultades, etc. , pues Cristo está presente en ellos.

4. Hacer una obra de penitencia.

Haciendo un sacrificio, por ejemplo:

a) Practicando el ayuno.

b) Absteniéndote al menos durante un día de cosas superfluas como el tabaco, las bebidas alcohólicas, los dulces, la televisión, la música…

c) Dando una limosna (que de verdad te cueste) a la Iglesia, a obras religiosas o sociales, o a los pobres.

d) Dando de tu tiempo a algún apostolado o actividades en beneficio de tu comunidad.

e) Otras formas de sacrificio personal.

  

¿QUE ES UNA INDULGENCIA?

Una indulgencia es definida por la Iglesia Católica como la remisión ante Dios del castigo temporal debido por los pecados ya perdonados; puede verse en el numeral 1471 del Catecismo de la Iglesia Católica..

Esto significa que el perdón de un pecado está separado del castigo por el pecado.

El castigo eterno es el que condena al alma por la eternidad a vivir separada de Dios, y se remite por el perdón dado en la confesión.

El castigo temporal es el que queda por los pecados ya borrados en cuanto a la culpa, y se puede sufrir durante la vida en la Tierra o en el purgatorio.

Nosotros podemos obtener el perdón de nuestros pecados a través del sacramento de la confesión y reconciliarnos con Dios.

Pero el castigo temporal sigue presente.

La Iglesia establece que el receptor de la indulgencia debe realizar una acción para obtenerla.

La indulgencia no significa que estemos comprando nuestra salvación.

Hay indulgencias de dos tipos.

Las parciales remueven parte del castigo temporal, que en general es expresado en días de castigo.

Y las indulgencias plenarias, que eliminan todo el castigo temporal.

Obviamente si se peca luego de obtenida la indulgencia, está cesa.

Y obviamente también, los requisitos para una indulgencia parcial son menores que para una indulgencia plenaria.

Segun el Enchiridion de Indulgencias, que es el manual de indulgencias de la Iglesia Católica, hay 4 requisitos básicos para obtener una indulgencia plenaria.

Estos son confesión sacramental, la comunión eucarística por las intenciones del santo padre, y eliminar todo apego al pecado, incluso al pecado venial.

Porque los pecados se dividen en dos según la iglesia católica.

Por un lado está el pecado mortal que nos aleja de la comunión con Dios y de vivir con Él permanentemente en el cielo en el futuro.

Y el pecado venial, que es un desorden moral pero que no nos priva de la salvación porque no rompen la amistad con Dios,

Las tres primeras condiciones para obtener la indulgencia plenaria pueden cumplirse días antes o días después de la fecha indicada.

Y las oraciones por el santo padre, que son recomendadas, son el padrenuestro, el avemaría, el gloria y el credo, pero se pueden sustituir por otras.

La cuarta condición es la más difícil de cumplir, pero debemos considerar que un apego consuetudinario al pecado no es lo mismo que la debilidad humana normal, que tiende al pecado debido a nuestro pecado original.

Un apego es un trastorno objetivo del cual la persona es consciente.

Hay que considerar que sólo Dios sabe cuándo se obtienen las indulgencias

Y un caso relatado por San Felipe Neri, del siglo XVI, da cuenta de esto.

El santo estaba predicando una indulgencia jubilar y se le reveló que había sólo dos personas en la iglesia que realmente estaban recibiendo la indulgencia plenaria; uno era él y otro una anciana.

Sin embargo aunque Dios no otorgue la indulgencia plenaria, como se aspira, igual puede otorgar parte de ella como indulgencia parcial.

En el numeral 1479 del catecismo de la Iglesia Católica dice también que se pueden obtener indulgencias para aquellos que están en el purgatorio, en virtud de participar todos en la comunión de los santos.

De modo que podemos interceder pidiendo indulgencias por personas que están purificándose.

Otra cosa que los católicos deben saber es que la mayoría de las oraciones habituales qué hacemos, incluso la señal de la cruz, están dotadas de indulgencias parciales.

Las indulgencias se introdujeron en la Iglesia Católica para paliar las penitencias severas que existían en la iglesia primitiva.

Y se basan en el reservorio de méritos que ha acumulado la Iglesia por el sacrificio superabundante de Cristo en la cruz y las virtudes y penitencias de los santos.

Pero en la Edad Media los pontífices y obispos abusaron de las indulgencias, e incluso las comercializaron, convirtiéndose en un problema grave.

Al punto que Martín Lutero atacó especialmente a la Iglesia por esto.

Durante la Contrarreforma esto fue frenado y más últimamente en el siglo XX, se abolieron en gran medida las indulgencias cuantificadas en días o años.

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Cómo Dormir bien y Sin Insomnio, según la Ciencia y la Fe

El buen dormir es importante para creyentes y no creyentes.

Y la ciencia y la fe nos pueden ayudar a hacerlo.

El problema central hoy parecería que es el insomnio y en este artículo damos fórmulas sobre cómo resolverlo.

Pasamos dormidos un tercio de nuestra vida.

Dormir menos de 7 horas aparentemente aumenta el riesgo de padecer la mayoría de las enfermedades conocidas.

Pero también dormir más de 9 horas aumenta el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, el aumento de las tasas de depresión, la obesidad e incluso la mortalidad.

Es tan importante dormir que necesita una planificación y no dejarse al azar

Estudios de la Universidad de Michigan dicen que hay una “crisis global de sueño”.

Pero debemos tener en cuenta que el sueño y la forma de dormir es algo cultural.

  

LA HISTORIA DEL SUEÑO

Según Wolf Meyer en las sociedades preindustriales predominaba una forma de dormir segmentada

Esto implicaba un sueño corto e interrumpido por las noches con siestas durante el día.

El insomnio en aquellas épocas no era un problema, porque quienes no podían dormir de noche completaban el descanso de día.

Pero con la industrialización cambiaron los patrones de sueño.

Porque las personas debían presentarse en una hora determinada a la fábrica y cumplir muchas horas de trabajo continuo en ella.

Durante la Revolución Industrial conciliar el sueño no era un problema tampoco.

Porque los trabajos eran físicamente exigentes y los operarios se desplomaban en la cama cuando llegaban a su casa.

La industrialización regularizo los patrones de sueño a los actuales.

El concepto de qué se deben dormir 8 horas salió de una proclama del socialista británico Robert Owen en 1817, que decía que los trabajadores debían pasar 8 horas en la fábrica, 8 horas durmiendo y 8 horas en otras actividades.

A partir de ahí el modelo de 8 horas se popularizó en Occidente.

Las primeras investigaciones sobre el sueño se basaron en la suposición que el ideal era ajustarse a la rutina del trabajo de las fábricas y los comercios.

Y que una rutina de sueño nocturno intermitente complementado con siestas implicaba un sueño de mala calidad.

De modo que la forma de dormir en Occidente no está reglada por nuestra realidad física solamente sino también por la actividad laboral.

La antropóloga Barbara Tedlock ha estudiado los patrones de sueño en todo el mundo y llegó a la conclusión que prácticamente no existen sociedades que tengan la fuerte división entre los estados de vigilia y de sueño que existen en Occidente.

Para la mayoría de las culturas el momento del sueño significa un canal de comunicación con el reino espiritual.

Pero se ha considerado en Occidente, desde la Ilustración, que el sueño es únicamente una forma de reparación corporal.

Esta separación estricta entre los periodos de sueño y de vigilia significa una presión adicional para los occidentales.

Porque se genera ansiedad al no poder dormir durante el tiempo destinado socialmente a dormir. Y la concomitante necesidad de solucionarlo.

Debido a que en el estilo de vida occidental no cabe la posibilidad que la persona complete en el día las horas de sueño que perdió en la noche.

Hay ejemplos de grandes inventores, como Thomas A. Edison, qué no hacían una división clara entre vigilia y sueño.

Cuando dormía se despertaba de repente y se le ocurrían ideas, entonces se levantaba a ponerlas en práctica y luego se acostaba de nuevo.

No fue el único con este estilo de vida, sino que era una forma bastante popular entre los grandes pensadores de siglos anteriores.

En resumen, la estructura de sueño occidental es un constructo derivado de las condiciones sociales.

Y hoy existen dos tendencias al respecto.

Una es consolidar este esquema de tiempos de vigilia y tiempos de sueño estrictos, a partir de diversas formas de combatir el insomnio cómo lo veremos más adelante.

Esta es la corriente principal.

Y la otra tendencia es la búsqueda de dominar el sueño, permaneciendo despierto la cantidad de tiempo necesaria, a través de la combinación de estimulantes que está comenzando a crear la tecnología.

Esta tendencia es nueva y requiere que se descubran técnicas y drogas que ayuden a mantenerse despierto y en funcionamiento, aún en las horas supuestamente destinadas a dormir, y sin sufrir pérdida de eficacia.

Pero lo cierto es que dormir es esencial para nuestro funcionamiento durante las horas de vigilia, ya sea que adoptemos una división rígida entre los momentos de sueño y los de vigilia, o más laxa.

  

LA IMPORTANCIA DEL SUEÑO

Durante el sueño nuestras células, órganos y músculos rejuvenecen.

Esa recuperación de la salud nos permite ser más eficientes cuándo despertamos.

Diversas investigaciones dicen que el tiempo adecuado para el sueño previene enfermedades cardíacas, renales, derrames cerebrales, hipertensión arterial.

El sueño permite que nuestro cerebro consolide la información que aprendió mientras estuvo despierto.

Al mismo tiempo que le da al cerebro un descanso para formar nuevas vías de comunicación, reordenando la información antigua y la nueva.

Esto nos da la posibilidad de mejorar nuestra capacidad de aprendizaje y nuestras habilidades para solucionar problemas.

También los propios procesos del sueño mejoran nuestra creatividad como vimos en el caso de Edison.

Porque nos permite pensar la realidad unida a la fantasía, eliminando la distancia entre ellas.

También nos permite estabilizarnos emocionalmente y reconsiderar las relaciones con los demás.

El sueño reduce nuestro nivel de estrés. Y por eso estamos más relajados más frescos y más tranquilos para enfrentar la tarea del día, cuando nos levantamos.

Y finalmente durante el sueño Dios nos revela su voluntad.

En la Biblia hay muchos casos de Dios hablando en sueños.

Es una de las formas importantes que Dios usa para darnos mensajes

  

EL DORMIR Y LA FE

Recordemos que Dios descansó de toda su obra el séptimo día.

Y un ejemplo para nosotros es el pasaje del Evangelio cuando Jesús estaba durmiendo en la barca durante una tormenta, mientras los discípulos estaban asustados.

Esto nos enseña a tener una fe fuerte y es ejemplo de la capacidad de dormir bien.

Habitualmente las personas de fe que tienen un sueño de calidad se sienten más cerca de Dios.

Y a su vez son más conscientes espiritualmente en la mañana.

Porque el crecimiento espiritual no sólo es resultado de haber dormido bien, sino que también se produce durante el sueño por vías infusas.

Para un creyente el descanso no consiste sólo en recargar las pilas para volver a la lucha al día siguiente.

Sino que además es un momento de dejarnos llevar por el Padre amoroso en humildad.

Agradecidos por todo lo que nos ha dado en el día y arrepentidos por los males que hicimos.

Dormir bien es una bendición como dice el salmo 4 “en paz me acuesto y me duermo porque sólo tú Señor me haces vivir confiado”.

En Lucas 12: 22 se dice algo importante para el sueño, que no debemos preocuparnos por el mañana y por lo que habrá de venir, ya que cada día trae su propio afán.

Sin embargo el sueño es algo esquivo para los occidentales, quizás por la pérdida de fe.

El 45% de los adultos declaran que han pasado por algún período de insomnio relativamente prolongado.

Y el mercado de ayuda para dormir se estima que llegará a los 80 mil millones de dólares para el año 2020.

  

¿CUALES SON LAS BARRERAS PARA NO DORMIR BIEN?

La Biblia misma nos presenta algunas causas para no conciliar el sueño.

Temor, ansiedad, exceso de responsabilidad en el trabajo, estrés, amargura, rencor, remordimiento, codicia, avaricia, abatimiento.

A veces no se duerme bien por alguna enfermedad, como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas.

O también por una depresión y el pensamiento obsesivo.

Pero es claro que nuestros estilos de vida super ocupados conspiran para que nuestros cuerpos y mentes se desaceleren, y podamos permanecer dormidos durante la noche.

Pero hay diferencias entre hombres y mujeres.

Porque la testosterona de los hombres aumenta después de una mala noche de sueño y compensa los efectos negativos.

Lo que no sucede en las mujeres, en quienes incluso se agrava durante la menopausia.

Es por esto que las mujeres tienen 20% más de probabilidad de ser insomnes.

La falta de sueño reduce nuestras defensas y nos deja más vulnerables a las tensiones y a las tentaciones.

Y la lucha por tratar de quedarse dormido puede hacer que las personas dependen en ese momento de píldoras, alcohol o la masturbación.

El tener un buen período de sueño depende de muchos factores entre ellos los hábitos alimenticios, el ejercicio y la vida de oración.

Por ejemplo el azúcar refinado se ha relacionado con problemas de sueño.

Lo mismo que las bebidas energizantes, el café y el té.

Un estudio demostró que quienes tenían ventanas a la luz natural en su lugar de trabajo podían dormir 46 minutos más por la noche.

También la vida de oración es importante porque nos permite obtener paz, perdón y confiarle nuestras preocupaciones a Dios.

Y el no hacerlo implica quedar anclado en nuestros problemas humanos sin tener ayuda sobrenatural.

Por lo tanto es necesario planificar nuestro descanso nocturno de acuerdo al programa que tenemos en el día.

¿Y cómo podemos planificarlo?

  

CONSEJOS PARA PLANIFICAR EL DESCANSO NOCTURNO

Acá hay una serie de recomendaciones qué deben manejarse rutinariamente, para que se aliente al cerebro a liberar melatonina y reduzca la actividad de las ondas cerebrales, para la relajación.

  

Hacer del sueño una rutina

Hay que tratar de ir a la cama siempre a la misma hora.

Los expertos dicen que la hora de ir a la cama debe ser entre las 22 y 24 hs. y la hora de despertarse 7 u 8 horas después.

Hay que tratar que los fines de semana se haga el mismo régimen para no aumentar la sensación de “jet lag”, que se produce por la adaptación momentánea a un cambio de horario.

Esto debiera hacerse sistemáticamente aunque al principio no conciliemos el sueño.

  

Cuidar la ingesta de bebidas y comidas

El café y las bebidas energéticas deben suspenderse 8 horas antes.

Lo mismo con la comida que tenga cantidades significativas de azúcar.

No comer una comida abundante y de difícil digestión en la cena.

También se puede beber bebidas calmantes cómo puede ser un té de manzanilla o de tilo para reducir la ansiedad, o una taza de leche caliente con miel.

  

Comenzar el ritual de acostarse 30 minutos antes

Es necesario bajar de a poco el ritmo que se tenía para ir amoldándose a la cama.

Hacer las cosas con lentitud, tomándose su tiempo y disfrutando de la reducción de la velocidad en los últimos minutos del día.

  

Organizar la habitación para dormir

Es importante que el cerebro asocie el dormitorio con el sueño.

Por lo tanto se debe evitar ver televisión o trabajar en la computadora allí.

En un estudio sobre el sueño se encontró que quienes hacían uso de la computadora antes de acostarse, tenían un promedio de 51 minutos menos de sueño.

Y quienes usaban sus dispositivos móviles tenían un promedio de 45 minutos menos de sueño cada noche.

Además la habitación tiene que estar aislada de ruidos molestos y con una temperatura adecuada.

Debe transmitir paz y relajación, y eventualmente puede estar aromatizada, y estar en orden y limpia.

La ropa de cama debe estar limpia, y el colchón y la almohada deben de ser de una consistencia adecuada.

  

Realizar ejercicios durante el día

Se recomienda hacer ejercicios físicos y de relajación o meditación para aliviar el estrés y la ansiedad y despejar la mente.

Puede ser durante el día o momentos antes de acostarse.

Una investigación demostró que las personas que realizan ejercicio aeróbico durante 30 a 40 minutos 4 veces por semana duermen 75 minutos adicionales.

  

Tomar una ducha caliente

Y si no se puede entonces lavarse la cara.

Es como si se estuvieran lavando las tensiones del día.

Esta limpieza, y un cepillado profundo de dientes, dibujan una línea mental entre el día y la noche.

Se pueden usar sales o jabones aromatizados naturalmente para ayudar a cambiar de escenario.

  

Hacer una lectura ligera en la noche

Para cambiar las preocupaciones que tenemos en la mente y bajar el estrés.

Hay que evitar llevarse los problemas diarios al dormitorio.

Lo que no has solucionado a lo largo del día, no lo podrás solucionar cinco minutos antes de ir a dormir.

  

Hacer un examen diario de conciencia sobre lo que pasó en el día

Cuando nos acostamos nos invaden las preocupaciones y ansiedades que mantuvimos debajo de la alfombra durante el día.

Una cosa que puede ayudar es poner por escrito en un papel lo que te sucedió y tus preocupaciones, para descargar la mente en esa página.

Porque las cosas siempre aparecen mucho más claras y sencillas cuando se exponen y no quedan amontonadas en la mente.

También Dios ha puesto delante de ti en el día algunas cosas sobre las que debes reflexionar.

Debes identificar los caminos que Dios te está abriendo y las debilidades y pecados que tuviste en el día.

  

Oración de la noche

Puedes hacer dos cosas que son complementarias.

Una es hacer las Completas, de la Liturgia de las Horas.

Y otra es rezar el Rosario antes de acostarte.

Esto va a poner en orden tus sentimientos y emociones.

Le vas a poder pedir a Dios, por intercesión de la Santísima Virgen, algunas mociones, y te va a dar paz.

  

Usa técnicas de relajación

Cuando estés en la cama debes relajarte.

La técnica de relajación que utilizan los Marines es respirar profundamente y aflojar todos los músculos del cuerpo, comenzando por la cabeza.

Especialmente poner los hombros lo más bajos posible.

Y cuando cierres los ojos puedes concentrarte en que éstas en un bote en medio del agua y rodeado de estrellas y oscuridad.

  

¿Y qué pasa si aun así no puedes dormir?

Lo peor es ponerse ansioso porque se dispara un círculo vicioso.

Hay que evitar mirar el reloj.

Si no te duermes luego de 30 minutos levántate y ve a otra habitación, haz una lectura ligera y después de un rato vuelve a la cama.

Ora el Rosario, lee la Biblia o lecturas sobre la vida de santos.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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Consejos prácticos para Crecer en la Fe

Muchas veces solemos decirle a Dios “Señor aumenta mi fe”.

Porque nos sentimos que no podemos con una situación o nos sentimos secos espiritualmente.

Como si hubiéramos el contacto con Dios.

solo con dios hombre sentado

Crecer en la fe se trata fundamentalmente de escuchar la voz de Dios y dejarnos guiar por Él..

¿Y cómo puedo escuchar la voz de Dios? 

El estilo de vida  post-moderna muchas veces conspira contra la vida espiritual.

Estamos en un frenesí de actividad y al final del día no tenemos idea de lo que hemos logrado.

Y mucho menos nos sentimos centrados en Aquel que es al que le debemos todo y puede hacer todo por nosotros.

Los primero es reformar nuestra vida diaria para que podamos estar más abiertos a las mociones de Dios.

tentaciones

  

5 CONSEJOS PARA REESTRUCTURAR TU VIDA

“Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo ten paciencia contigo mismo.

No pierdas el coraje al considerar tus propias imperfecciones, sino que al instante propone remediarlas.

Todos los días comienza la tarea de nuevo”. (San Francisco de Sales)

¿Quién no fantasea con una revisión completa de la vida con una simple elección?

Pero como la mayoría de nosotros sabe por experiencia, no es tan fácil.

No importa cuán fuerte sea nuestra resolución, inevitablemente fallaremos.

Cuando sucede, te desprecias a ti mismo y a tu propia debilidad.

Renuevas tu resolución y prometes volver a encarrilarte. Y luego fallas nuevamente, y luego otra vez.

Se establece el desaliento. Y se come a tu resolución.

Empiezas a racionalizar tu fracaso, a inventar excusas, y antes de que te des cuenta, tu determinación que era tan fuerte hace poco, se evapora.

Te rindes y vuelves a la vida como de costumbre.

A menos que tengas una voluntad de hierro y te hayas dominado por completo, este patrón probablemente te resulte familiar.

Tal vez leemos un buen artículo en línea sobre la importancia de la oración o el peligro de algún pecado.

Resolvemos rezar el rosario y leer más las Escrituras en los días venideros, y nuestras intenciones no son más que buenas.

Pero no importa cuánto lo intentemos, simplemente no podemos seguir con eso.

Con cada falla, nuestra resolución se debilita y, antes de darnos cuenta, nos damos por vencidos.

Lo mismo se aplica en un sentido negativo con el pecado.

Quizás has luchado con un pecado habitual durante mucho tiempo, incluso años.

Te vas a confesar y decides hacerlo mejor con la ayuda de Dios.

Pero luego fallas una y otra vez.

Comienzas a amargarte y a perder la esperanza de superarlo.

Sientes una tremenda culpa y se golpea sin fin. «Soy tan patético, tan débil. Dios debe odiarme» comienzas a pensar.

Tu vida espiritual está dominada por el miedo y la vergüenza.

Tal vez incluso comienzas a odiar a Dios por no haber ayudado más y por hacer que la lucha espiritual sea tan difícil.

Los sentimientos de fracaso y amargura te hacen caer en una especie de depresión espiritual, en la que nada de eso parece valer la pena.

Renuncias a atender tu vida espiritual por completo y el deseo de agradar a Dios se ha disuelto por completo.

¿Alguno de los anteriores te suena familiar?

Si es así, probablemente tengas una relación de amor-odio con la vida espiritual.

Quieres agradar a Dios y ser un buen católico, pero no importa cuánto te esfuerces, pareces fallar constantemente.

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Cinco cosas que deberías hacer

  

Lo primero que debemos hacer es crecer en el autoconocimiento

Somos seres caídos, y si bien puede herir nuestro orgullo decirlo, somos totalmente incapaces de hacer nada por nuestra cuenta.

Muy a menudo no nos damos cuenta de esto.

Miramos nuestros fracasos y nos sorprendemos, como si la perfección fuera nuestro estado normal de ser y el pecado es una aberración.

Creemos que podemos vencer nuestra naturaleza pecaminosa con una fuerza de voluntad simple.

La realidad es exactamente lo opuesto.

El pecado es nuestro modo normal de existencia.

No hay pecado ni acto de depravación que no podamos cometer.

  

En segundo lugar, debemos abrazar la verdad sobre nosotros mismos con humildad

Creemos muy bien de nosotros mismos y nuestras propias habilidades.

Dios quiere curarnos de este orgullo y amor propio, y permitirnos caer es una forma de hacer esto.

Nunca avanzaremos en santidad sin darnos cuenta de nuestra absoluta pobreza.

Con eso en mente, imagina cómo inflaría nuestros egos si pudiéramos convertirnos en maestros de la vida espiritual de la noche a la mañana, con una resolución simple y por mera fuerza de voluntad.

Muy pronto nos convertiríamos en pez globo espiritual, por así decirlo, enamorados de nuestra propia capacidad de hacer el bien.

Diríamos arrogantemente como el fariseo: “Dios, te agradezco que no soy como otros hombres…”.

Veamos cada caída como una oportunidad para crecer en el conocimiento de nuestra propia debilidad y en humilde dependencia de Dios.

Demos gracias porque no hemos caído con más frecuencia o más gravemente.

Sobre todo, recordemos que el paso uno en la vida espiritual es darse cuenta de nuestra completa pobreza espiritual.

Como dijo Cristo: “Bienaventurados los pobres de espíritu”.

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Tercero, debemos rechazar el desaliento

El desaliento y la desesperanza son del diablo, y están enraizados en el orgullo.

Es mortal para nuestras almas.

Cuando caemos en pecado, debemos regresar inmediatamente a Dios con amor arrepentido.

Aunque podemos sentir que nuestro pecado nos ha alejado de Dios, no es verdad.

Nunca es demasiado tarde para arrepentirse.

Dios siempre está esperando, como el Padre en la historia del hijo pródigo, para correr hacia nosotros y abrazarnos con los brazos abiertos.

  

Cuarto, debemos recordar que es el amor el que nos restaura a la comunión con Dios

Como nos enseña San Maximiliano Kolbe, “Un solo acto de amor hace que el alma vuelva a la vida”.

Cuando te caigas, inmediatamente dile a Jesús que lo amas y luego procura complacerlo con una acción concreta.

Este acto de amor infundirá vida a tu alma y reparará tu relación con nuestro Padre celestial.

  

Quinto, debemos comenzar de nuevo día a día

Vivimos un día a la vez, no un año a la vez.

Los maestros de la vida espiritual fomentan las resoluciones diarias y los exámenes diarios de conciencia.

Este enfoque diario nos permite avanzar un paso a la vez y levantarnos después de cada caída.

También es mucho más fácil evitar el desaliento cuando no estamos mirando al pasado o al futuro lejano.

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No pierdas el valor

En una ocasión le preguntaron a un monje: “¿Qué hacen los monjes en el monasterio?”.

El monje respondió: “Nos caemos y nos levantamos una y otra vez”.

Si bien podemos tener ilusiones de que los santos son los que nunca se caen, y podemos esperar un día en que seamos invencibles al fracaso, esto simplemente no es la realidad.

La única diferencia entre los santos y el resto de la humanidad es que los santos se levantaron nuevamente, volviendo a Dios en arrepentimiento hasta el día de su muerte.

Caer y levantarse nuevamente: esta es la única receta para la santidad.

Aquellos que soportan pacientemente no estarán sin su recompensa, porque en las palabras de nuestro Señor: “El que persevere hasta el fin, será salvo”.

Lo que hemos dado son consejos de manejo espiritual y ahora van 5 consejos prácticos para prepararte para oír la voz de Dios.

manos rezando

  

5 CONSEJOS PARA ABRIRTE A LA VOZ DE DIOS

  

1 – Deja las novelas o revistas y pasa ese tiempo leyendo algo espiritualmente enriquecedor [lo mismo vale para lo que miras en internet]

No estoy diciendo que todo en la vida deba implicar densa, e intensa lectura y pensamiento profundo.
.
Pero seamos sinceros: nos hemos convertido en una sociedad superficial, en la búsqueda de la autosuficiencia, la independencia en lugar de la interdependencia, quitando de nuestras vidas la total dependencia de Dios.

Cambiando tus libros o publicaciones periódicas y obras literarias cambias la vida de entretenimiento por grandes filósofos, santos, teólogos, que manejan grandes ideas, y esto tendrá un impacto significativo en tu visión del mundo y tu estilo de vida.

Una lectora nos comenta al respecto:

“Hace unos diez años elegí para poner fin a mis suscripciones a revistas seculares, con la excepción de una de jardín, fue muy difícil y sacrificado en ese momento.

Pero sentí una llamada a algo más, como si Dios estuviera tirando de mi corazón, haciéndome señas a crecer más cerca de él. 

A su vez, descubrí que los libros espirituales clásicos me cambiaron por completo. 

Me puse a pensar sobre el mundo, mi vida, y la eternidad de manera diferente”. 

san francisco y los pajaros

  

2 – Toma un paseo de 10 minutos en un entorno natural

Esto significa ir a alguna parte sin hormigón (a menos que sea un camino a pie a través de una reserva natural), sin el ruido y el bullicio de la vida urbana.

Y si esto no se puede, por lo menos ve a una parte de tu barrio con muchos árboles.

Significa también ningún tipo de tecnología, por lo que debes dejar de lado los teléfonos inteligentes, desconectarte de tus audífonos con los que escuchas música y de chatear; todo eso déjalo en tu casa.

No se puede enfatizar lo sanador que puede ser un paseo por la naturaleza.

Cuando tomas diez minutos (o más) fuera de tu rutina agitada para simplemente escuchar la oración vespertina de las aves locales, para observar la gran variedad de árboles y de sus hojas y los múltiples colores de las flores que te rodeaban, te sentirás como si Dios ha llegado desde el cielo y te ofrece un abrazo.

Un paseo simple, solitario, en medio de los árboles, las flores, los pájaros y el agua, fácilmente nos lleva de nuevo al Creador. 

Probablemente se deba a que la creación refleja a Dios en todas sus maravillas y gloria, por lo que naturalmente atrae y te sientes con enormes ganas de dar gracias por el regalo que la naturaleza te proporciona espiritualmente.

Adicionalmente, estudios científicos muestran que exponerse a la naturaleza es positivo para la salud mental, para el ánimo y la salud física, lo que muestra que el diseño de la naturaleza está vinculado a la satisfacción del ser humano.  Lee aquí una interesante investigación.

Esto vincula la satisfacción con la naturaleza y los paisajes imponentes con la sensación de que Dios existe y está ahí.

rio de agua viva

  

3 – Siéntate en silencio

Dios no suele hablar con nosotros en el trueno o actos llamativos de grandiosidad. 

Más bien, Él nos susurra en el silencio de nuestro corazón, donde reside. 

¿Cuántos de nosotros (laicos, consagrados, religiosos) encontramos que sentarse en silencio es casi una imposibilidad a diario?

Sin embargo, ¿cómo vamos a escuchar a Dios hablando a nuestros corazones? 

¿Cómo, si no vamos a permitir que Él nos sane, nos aclare, nos oriente y fortalezca nuestra determinación? 

Tal vez puedas encontrar que sentarte en silencio va a funcionar mejor en el comienzo de su día si eres madrugador.

O quizás mejor sentarte en silencio durante unos minutos antes de comenzar la lectura de la Escritura.

Pero pasar tiempo en silencio también puede ocurrir en medio de un ajetreado día o relajarse en la noche y cerrar nuestro día.

Algunos de nosotros podemos tener el privilegio de vivir o trabajar cerca de una capilla de Adoración Eucarística o una Iglesia católica que está abierta al público durante el día.

Si es así, utiliza este espacio sagrado por tu tiempo de silencio.

El punto no es cuándo o cómo forjar este tiempo para el silencio, sino en vez de eso, es que nos disciplinemos para estar simplemente con Dios. 

Lee este artículo sobre el silencio que será de mucho provecho El Demonio Promueve el Ruido para Aislarnos de Dios.

Todo lo que Él pide de nosotros es nuestro tiempo, nuestros pensamientos, nuestros corazones.
.
¿Cómo podemos ofrecer éstos a Dios si estamos continuamente distraídos por todo lo demás?

El Cardenal Stanislaw Dziwisz, secretario personal de Karol Wojtyla por más de 40 años ha dicho:

Estar con el Papa significaba garantizar sus espacios de silencio, especialmente el que dedicaba a Dios. Dios y punto.

Los dos. Juan Pablo II era una enamorado de Dios.

Lo buscaba, nunca se cansaba de estar con Él.

En Dios sabía sumergirse en todo lugar, en toda condición: incluso cuando estudiaba o estaba en medio de la gente, lo hacía con la máxima naturalidad”.

manos de enfermo y cuidador

  

4 – Intercambia tu televisión o juegos por tiempo diario para una conversación santa

A veces estamos cegados a lo que más importa en la vida y nuestras prioridades se tuercen y suavemente se desvanecen con el tiempo.

Nos convertimos en criaturas de hábito, y porque todo el mundo está demasiado ocupado y demasiado estresado, el entretenimiento sin sentido se convierte en un momento fácil para nosotros, para descomprimirnos y descansar.

¿Has pensado en las personas con las que has perdido el contacto?

¿Qué pasa con un amigo perdido hace mucho tiempo o tal vez un pariente?

Todos conocemos a personas que están convalecientes en hogares de ancianos, hogares grupales, y centros de rehabilitación.

Estas son personas que están solas y lastimadas.

Consideremos, pues, el tesoro espiritual que una carta escrita a mano o una breve llamada telefónica a alguien que se siente como si nadie se preocupara por él.

Si cambias la media hora u hora de televisión, de juegos de Internet o navegación en los medios sociales para escribir una carta sentida o para una llamada telefónica, enriquecerás tu vida espiritual, porque estás involucrándote en un acto de misericordia.

Revisa los actos corporales y espirituales de misericordia. Lee aquí una artículo que te va a ayudar.

Ora por los que se sienten llamados a crecer en su vida ahora mismo.

Tal vez eso significaría pasar tu tiempo libre como voluntario en un ministerio de apoyo a los encarcelados o llamado a servir a la gente que conoces que vive en la calle para ofrecerles una comida.

Dios nos pide que nos expandamos más allá de lo que es cómodo, práctico y familiar.

Él quiere que digamos sí a la llamada diaria en nuestras vidas para acercarnos más a Él en la Palabra y los Sacramentos, para que podamos estar preparados para hacer una vida más cercana en lo que importa. 

Estamos llamados a una vida de propósito y significado, sin embargo, muchos de nosotros vivimos una vida carente de verdadero carácter y conexión.

Si implementas sinceramente estos principios sobre una base diaria, semanal y luego permanente, entonces te darás cuenta de lo mucho que los deseos de tu corazón te sacan de metas de auto-centradas y distraídas para otros enfoques e intenciones más relevantes. 

No importa cuál sea tu estado de vida y con independencia de tu vocación principal, estamos llamados a vivir en comunidad y ayudarnos unos a otros a través de aliento y amor sacrificial.

Comienza ese viaje, ofreciendo más de ti mismo y de tu tiempo a Dios para que Él te pueda fortalecer para el viaje lleno de alegría que tienes por delante. 

Pero ¿todo esto te garantiza que desarrolles una vida espiritual impecable?

AyunoyOracion

  

5 – Añade 5 minutos más a tu tiempo de oración todos los días de esta semana

Sugiero seguir este patrón hasta llegar a por lo menos a treinta minutos, pero preferiblemente una hora cada día. 

“Invierte treinta minutos al día en la oración, a menos que estés muy ocupado. Luego pasa a una hora”. 

Hay mucha sabiduría en esta idea.

Y si llegamos a ponernos nerviosos ante la idea de pasar una hora entera por día con el Señor, porque estamos “demasiado ocupados”, entonces quizás deberíamos preguntarnos sobre la verdadera calidad de nuestra vida cristiana.

¿Esto significa que puedas tener que levantarte una hora antes? Posiblemente. ¿Sacrificar la hora del almuerzo? Tal vez. ¿Ir a la cama un poco más tarde? Quizás sí.

Hay un sinnúmero de posibilidades de cómo puedes adaptar este principio a tu vida, pero el punto se inicia en algún lugar y puede comenzar hoy ¿no?

  

Y LUEGO MUÉVETE MÁS ALLÁ DE LA ORACIÓN VOCAL

Todos hemos desarrollado devociones como el Rosario, la Coronilla de la Misericordia, novenas y otras oraciones.

Que en general nos sirven de consuelo en tiempos de aridez espiritual.

La oración vocal es tentadora por qué fácil debe recitar y no implica el compromiso de dar el pensamiento a Dios para que Él nos dirija.

Porque podemos estar recitando una oración vocal y con la mente en otro lado.

O sea actuando como si estuviéramos orando mientras que estamos muy lejos de tener una conversación con Dios.

Si nos quedamos solamente en la oración vocal estamos perdiendo niveles más profundos de unión con Dios.

Y puede suceder que, al no avanzar en esa unión, nos aburramos de orar o lo encontremos pesado.

Para comenzar a trabajar en los niveles más profundos de oración comienza por pasar por lo menos 10 minutos en meditación diaria.

¿Y cómo se hace esto?

Comienza por juntar cuadros, estatuas, estampitas de arte santo.

Y ponte cada día frente a una de ellas para mirarla y reflexionar sobre ella.

En el momento en que sientes nuevas ideas que te guían a la paz, a la alegría, al amor y a la humildad, entonces Dios está trabajando en ti para hacer crecer tu virtud.

También puedes hacer esto meditando sobre un pasaje de la escritura qué has leído, pero esto es más abstracto para un principiante.

Este es el primer nivel de la meditación cristiana pero hay por lo menos 7 niveles más en profundidad.

Habitualmente se denominan: la oración de la simplicidad, la contemplación infundida, la oración de la calma, la oración de unión la unión extática, y la unión transformadora también llamada matrimonio espiritual.


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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Cómo Liberarse de Tribulaciones Malignas a través de Oraciones de Liberación

¿Qué debemos hacer cuando sospechamos que algo sobrenatural nos está afectando negativamente?  

Primero, es adecuada la oración y reflexión antes que llegar a conclusiones impulsivas.

Esto implica buscar información y leer artículos como éste.

Y en segundo lugar buscar el consejo de alguien capacitado en liberación y que sea católico.

No es fácil conseguir información sobre liberación, porque las diócesis desconfían de la circulación libre de ella.

Por lo tanto es recomendable pedirle al Señor, orando, que te presente una persona sólidamente católica, para que te ayude en el manejo de la liberación espiritual.

Y cuando esa persona se presente, hay que pedirle las credenciales, porque sobre esto hay muchos mitos y muchas fantasías.

Una cosa que probablemente sea la más adecuada es ir a buscar a este tipo de personas dentro de los círculos de la Renovación Carismática, que son quienes se especializan más en liberación dentro de la Iglesia Católica.

Cuando hablamos de liberación en general nos referimos a librarnos de ataques directos o indirectos del maligno, que afectan nuestra conducta, nuestras emociones y nuestros pensamientos.

Empecemos por identificar las causas últimas.

  

EL MALIGNO EXISTE Y ACTÚA

Los demonios están claramente testimoniados en la Biblia y son una parte ineludible ella.

En el Antiguo Testamento Se nombra a Lucifer en Isaías, a Asmodeo en Tobit y a Satanás en Job.

Y San Juan en el Nuevo Testamento dirá que la razón por la que apareció el hijo del hombre [Jesús] fue para destruir las obras del diablo (1 Juan 3:8).

Por eso es tan central en el Nuevo Testamento la actividad exorcista de Jesús, que vino a terminar con el reinado de Belcebú.

Sin embargo hay muchos escépticos incluso entre los sacerdotes católicos.

Pero en 1972 el papa Paulo VI se preguntó públicamente cuál es era mayor necesidad de la Iglesia en el momento.

Y la respuesta fue

“No se sorprenda por nuestra respuesta y no la tache de simplista o supersticiosa: una de las mayores necesidades de la Iglesia es defenderse contra el mal, que llamamos el diablo”.

Y luego explicó,

“Este asunto del diablo y de la influencia que puede ejercer en los individuos, así como en las comunidades, sociedades o eventos enteros, es un capítulo muy importante de la doctrina católica, que debe estudiarse nuevamente, aunque se le presta poca atención hoy”.

Numerosos santos lucharon contra el demonio en foema física y está documentado.

Incluso el padre Gabriele Amorth ha dicho que el demonio intentó la posesión de la Madre Teresa de Calcuta cuando estaba enferma en un hospital y un exorcista Indio tuvo que hacerle un exorcismo.

La Iglesia tiene 3 tipos de exorcismos.

El primero es el exorcismo litúrgico que se realiza en el bautismo.

El segundo es el exorcismo privado o simple, que puede ser realizado por los fieles y al que nos estamos dedicando en este artículo, o sea las oraciones de liberación.

Y el tercer exorcismo es el solemne, público o formal, que se realiza en base al Ritual de Exorcismo, con la autorización del Obispo.

Los exorcistas dicen que la actividad básica del demonio es la tentación.

Y puede actuar más libremente a través del pecado.

O sea cuando encuentra a una víctima propensa a abrirle las puertas en cosas cada vez más pesadas.

Pero también existe la posibilidad de que el diablo vaya tras de una persona y constantemente la asedie para que caiga.

Veamos las formas concretas de los ataques.

  

FORMAS EN QUE EL MALIGNO NOS ATACA

  

TENTACIÓN

Básicamente la actividad principal del maligno es tentarnos para pecar.

Él influye en nuestros pensamientos con mensajes sutiles, que a primera vista pueden aparecer inofensivos, pero rápidamente pueden conducir al pecado si no los reprendemos.

Esto es lo que se llama Tentación y es la actividad ordinaria del maligno.

La actividad extraordinaria incluye infestación, opresión, obsesión, ataques físicos, dependencia diabólica y posesión diabólica.

  

INFESTACIÓN

La infestación sucede cuándo a una casa, un objeto, un animal, le suceden fenómenos paranormales inexplicables.

Por ejemplo una lámpara se apaga y se enciende sola, o cuando se oyen ruidos inexplicables permanentemente en una casa como pasos, o cuando sistemáticamente se suceden cambios de lugar de las cosas.

Esto puede suceder como una brujería maleficio o maldición que te han hecho o por estar en el radar del maligno por algo que has hecho, como por ejemplo haber abierto una puerta al pecado.

Pero también puede que sea un alma del purgatorio que está tratando de llamar tu atención para obtener oraciones y ser liberada del purgatorio. En este caso no es el maligno quien actúa.

  

OPRESIÓN

La opresión puede tener varias manifestaciones, como una enfermedad, alteración de las relaciones con otras personas, o invadir otras áreas de la vida como las finanzas, el trabajo, etc.

La opresión espiritual se nota por extraños patrones de infortunio, enfermedades inexplicables o repetidos problemas de relaciones.

  

OBSESIÓN

En la obsesión una persona es acosada en forma de pensamientos no deseados, recurrentes, irracionales, que llevan al abatimiento o incluso en los casos más graves, al intento de suicidio.

Un caso típico son las pesadillas. Por ejemplo una persona puede tener pesadillas de ataques satánicos sexuales, de enfermedades graves, de accidentes.

Esto necesita discernimiento porque la maldición que está detrás puede haber sido producida en generaciones anteriores, y se ha venido arrastrando hasta la tuya.

Estamos hablando en general de pecados graves, como algún asesinato, haber participado activamente en grados importantes en la masonería o espiritismo, abortos, etc.

  

ATAQUES FÍSICOS

A veces los ataques físicos no están relacionados con maldiciones sino con la santidad misma.

Porque grandes santos, como el Padre Pío o el Santo Cura de Ars fueron sistemáticamente atacados en su físico por el maligno.

Los casos más extremos de ataque del maligno son la dependencia y la posesión demoníaca.

  

POSESIÓN Y DEPENDENCIA

En la dependencia diabólica la persona ha hecho un pacto con el diablo voluntariamente y es responsable de la elección.

En el caso de posesión el maligno toma el cuerpo de la persona (no el alma), pero actúa sin el consentimiento de la víctima.

Aunque la víctima generalmente le ha abierto una puerta, por ejemplo jugando a la Ouija.

Las interferencias demoníacas pueden ser manejadas por un ministerio de liberación pero en los casos de dependencia y posesión demoníaca es necesario utilizar el Rito del Exorcismo.

Para esto inevitablemente hay que recurrir a un sacerdote exorcista especializado.

Ellos suelen tener un equipo de psicólogos, médicos y otros campos de especialización para trabajar en la víctima.

Siempre es necesario evaluar psicológicamente a la persona para descartar una causa natural de la aflicción antes de hacer una sesión de exorcismo.

  

CÓMO SE PRODUCEN LOS ATAQUES DEL MALIGNO

El más común es el daño auto infligido por maldiciones propias que nos hemos hecho a través de pecados.

También nos pueden haber hecho maldiciones a nosotros mismos, como por ejemplo trabajos o hechizos o brujerías.

Y además puede haber maldiciones que cruzan las generaciones.

Las maldiciones auto infligidas y las realizadas a nosotros, por otros, deben ser atadas y quebradas.

En primer lugar por el arrepentimiento y el acercamiento a Dios, lo que invariablemente implica la confesión de los pecados, la reparación y la restitución hacia una vida cristiana.

Y en segundo lugar la oración puede ayudar a romper maldiciones, pero sólo la oración no es efectiva si no se cumple el primer paso.

Estas maldiciones suceden cuando se abre una puerta y estas son algunas de las puertas abiertas que permiten la maldición.

. La participación en las ciencias ocultas como la brujería o el satanismo

. En organizaciones que usan las ciencias ocultas de manera abierta o encubierta, como: yoga, meditación trascendental, brujería blanca, brujería negra, zen, budismo, hinduismo,

. En la Francmasonería y otras organizaciones fraternales que tienen rituales secretos

. En la magia, la astrología, quiromancia, numerología, la adivinación la canalización psíquica

. En religiones paganas como la Wica, la New age

. Jugar con tableros de Ouija, hacerse tatuajes, etc.

. Desobediencia y rebelión a la Palabra de Dios, maldición a Dios

. Perseguir pecados sexuales o perversiones

. Pecados ancestrales

. El suicidio

. Falta de perdón, amargura, resentimiento, enojo.

. Manipulación e intimidación con el propósito de dominar a otros

. Asesinato, aborto

. Chismes, denigrar a otros

Estos son los más generales, pero hay muchos más que se pueden encontrar en la Biblia.

  

LAS MALDICIONES QUE ATRAVIESAN GENERACIONES

Hay maldiciones que atraviesan generaciones como si fueran atributos epigenéticos espirituales.

Estás maldiciones de antepasados no se puede romper hasta que no se confiesan los pecados de los predecesores.

Es materialmente imposible conocer todos los pecados de los ancestros, Dios sabrá cuáles son.

Pero siempre es conveniente investigar para conocer si hay un pecado grande en la historia familiar.

Porque son los que en definitiva producen las aflicciones más problemáticas.

Por ejemplo un aborto, un asesinato, participación en brujería, etc.

Hay que pedir a Dios con arrepentimiento, el perdón por esos pecados.

Y no solamente por los daños que le hicimos a Dios sino también por el daño a otras personas que nuestros antepasados hayan herido.

Es imposible que nuestro árbol genealógico o incluso en nuestra vida particular no haya habido pecados.

El tema es si ha habido pecados grandes y si estos han sido perdonados o no por Dios.

Uno debiera sospechar de una maldición generacional cuando las circunstancias no cambian con la oración.

La oración no va a cambiar la situación, sino el arrepentimiento, pero siempre es un auxilio para manejar estas situaciones.

¿Cuándo es que debemos sospechar de una maldición generacional?

Cuando las desgracias del mismo tipo siguen sucediendo repetidas veces y la liberación o la sanación no se reciben.

Las manifestaciones comunes de maldiciones son las siguientes:

. Problemas financieros continuos y continua falta de prosperidad

. Enfermedades físicas o mentales crónicas

. Muertes prematuras

. Accidentes o lesiones múltiples o repetitivas, particularmente del mismo tipo

. Luchas o discusiones crónicas o problemas con las relaciones interpersonales

. Problemas hereditarios físicos o emocionales

. Tormento crónico

. Mala alimentación o malos hábitos de sueño en bebés o niños

. Fallas comerciales, únicas o repetidas

. Incapacidad para concebir hijos o abortos múltiples

Todo lo que hemos hablado aquí son las manifestaciones más comunes, pero la presencia de una maldición hay que discernir la a través del Espíritu.

Para todo esto puedes recurrir en primer instancia a oraciones liberación, aquí hay una serie de oraciones de liberación que puedes utilizar.

  

ORACIONES DE LIBERACIÓN

   

ORACIÓN DE LIBERACIÓN  (P. Robert De Grandis)

Yo me pongo en la presencia de Jesucristo y me someto a su Señorío. Yo me pongo «la armadura de Dios para resistir las maniobras del diablo. Yo me mantengo con firmeza y… tomo la verdad como cinturón la justicia como coraza… Yo tomo en mi mano el escudo de la fe para apagar las flechas incendiarias del demonio… Yo acepto la salvación de Dios para que sea mi casco y recibo la palabra de Dios del Santo Espíritu para usarla como una espada. (Ef 6, 10ss)

En el nombre de Jesucristo crucificado, muerto y resucitado, yo ato todos los espíritus del aire, de la atmósfera, del agua, del fuego, del viento, la tierra, debajo de la tierra.

Yo también ato la influencia de cualquier alma perdida o caída que pueda estar presente y todos los emisarios de los cuarteles satánicos o cualquier asamblea de brujos o hechiceros o adoradores de satanás que puedan estar presente en algún modo preternatural. ­

Yo clamo a la sangre de Jesús en el aire, atmósfera, agua, fuego, viento, la tierra y todos sus frutos, y debajo de la tierra.

En el nombre de Jesucristo yo le prohíbo a todos los adversarios mencionados que se comunique o ayuden unos a otros de cualquier modo, o que se comuniquen conmigo, o que hagan cualquier cosa excepto que yo les mando en el nombre de Jesús.

En el nombre de Jesucristo yo sello este lugar y a todos los presentes y a todos los familiares, amigos y conocidos de los presentes, y también sus lugares, posesiones y fuentes de aprovisionamiento en la sangre de Jesús. (Repetir tres veces)

En el nombre de Jesucristo yo le prohíbo a cualquier espíritu perdido, asamblea de brujos, grupos, satánicos, o emisarios o cualquiera de sus colaboradores que me hagan daño o que tomen venganza sobre mí; mi familia y mis conocidos o causen daños a cualquier cosa que nosotros tenemos.

En el nombre de Jesucristo y por los méritos de su preciosísima sangre, yo rompo y disuelvo cualquier maleficio, hechizo, encantamiento, ardid, brujería, atadura, trampa, engaño, mentira, tropiezo, obstáculo, decepción, desvío, o distracción, cadena espiritual o influencia espiritual, también toda enfermedad del cuerpo del alma, mente o espíritu puesta sobre nosotros o sobre este lugar,. o sobre cualquiera de las personas, lugares o cosas mencionadas por cualquier agente o atraída sobre nosotros por nuestros propios errores o pecados. (repetir tres veces)

Yo ahora coloco la cruz de Jesucristo entre mi y todas las generaciones en mi árbol genealógico. Yo declaro en el nombre de Jesucristo que no va a haber comunicación directa entre las generaciones. Toda comunicación será filtrada por medio de. la preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

María inmaculada cúbreme en la luz, poder y fuerza de tu fe. Padre, por favor envía los ángeles y santos para que me asistan. Gracias, Señor Jesús, por ser mi sabiduría, mi justicia, mi santificación, mi redención. Yo me rindo al ministerio de tu Espíritu Santo, y recibo tu verdad en cuanto a la sanación intergeneracional. .

Gloria, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, por los siglos de los siglos, Amen.

   

ORACIÓN DE LIBERACIÓN (Monseñor Morales)

Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te has hecho uno de nosotros naciendo de la Virgen María y por el que subiste a la Cruz para dar tu vida por nosotros.

Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has redimido.

Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz a cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Tres veces Gloria
Amén, Amén, Amén.

   

PLEGARIA DE LIBERACIÓN

Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.
De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!

   

ORACIÓN DE LIBERACIÓN I

Señor, Dios nuestro, ayúdame a ser manso y humilde de corazón.
Dame la gracia de liberarme de todo egoísmo, de todo afán de ser considerado más que los demás, de todo orgullo y prepotencia, especialmente con el más débil.
Líbrame, Señor, de toda mala intención respecto de los demás.
Ayúdame a ser transparente en mis intenciones y auténtico en mis acciones.
Líbrame de todo aquello que me separa de Ti

Porque sólo Tú eres santo y fuente de auténtica libertad.
Enséñame a amar auténticamente, a hacer de mi trabajo un verdadero apostolado; a construir con mi aporte un mundo más justo, más hermoso, más digno de Ti
Amén

   

ORACIÓN DE LIBERACIÓN II

Dios omnipotente,
que a los abandonados los haces habitar en tu casa,
y concedes la felicidad a los cautivos,
mira mi aflicción,
y ven en mi auxilio,
vence al enemigo inicuo,
de modo que superada la presencia del adversario,
mi libertad alcance su descanso
y restituido a la tranquila devoción
pueda confesar que eres admirable
y que concediste a tu pueblo la fuerza.
Por Cristo nuestro Señor. Amen

   

ORACIÓN DE AUTO-LIBERACIÓN

Padre Celestial: en el Nombre Todopoderoso de Nuestro SEÑOR Jesucristo, por el poder del Espíritu Santo, por la intercesión de la Gloriosa Virgen María, yo ato, encadeno y amordazo a todo espíritu de contaminación y los envío a los Pies de Nuestro Señor Jesucristo sin ninguna clase de poder y sin derecho a retorno. ¡Fuera en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo y nunca más regresen, porque el Dueño de mi vida es Cristo Jesús, que con su Preciosa Sangre me sana, me salva y me libera, y es para el bien mío, de todos los míos y para gloria y alabanza del Padre Celestial!.  AMÉN

   

ORACIÓN PARA ACERCARNOS A JESÚS COMO LIBERADOR

«Voy a ti Señor como mi Liberador. Tú sabes todos mis problemas, las cosas que me atan, que me atormentan, que me asedian. Me suelto de todo espíritu de las tinieblas, de cualquier influencia maligna y de toda atadura demoníaca, de todo espíritu inmundo que está en mi.

Yo ordeno a todos los espíritus demoníacos que me dejen ahora, en el Nombre de Jesucristo. Confieso que mi cuerpo es templo del Espíritu Santo, redimido, limpiado y santificado por la Sangre de Jesús. Por lo tanto, Satanás no tienes ni lugar ni poder en mí ya que soy libre a través de la Sangre de Jesús.»

Rompiendo maldiciones confesadas

En el Nombre de Jesucristo confieso todos los pecados de mis antepasados, y por la redención en la sangre de Jesús, rompo el poder de cada maldición transmitida a mí por la línea ancestral.

Ahora confieso y me arrepiento de cada y de todo pecado que cometí, conocido y no conocido, y acepto el perdón de Cristo. El me ha redimido de la maldición de la ley. Escojo la bendición y rechazo la maldición. En el nombre de Jesucristo, rompo el poder de toda maldición que se habló contra mi persona. Cancelo la fuerza de toda predicción proferida en mi contra, intencional o no, y que no fue pronunciada de acuerdo a las bendiciones prometidas por Dios. Yo bendigo a todos los que me maldijeron. Yo perdono a toda persona que me calumnió y que habló maldición en mi contra. En el Nombre de Jesucristo yo ordeno que todo espíritu de maldición me deje ahora.»

   

ORACIÓN DE RENUNCIA Y LIBERACIÓN

En tu nombre Jesucristo, yo (di tu nombre completo) de manera personal y a nombre de mis antepasados.

Renuncio a satanás, a todas sus fascinaciones, seducciones y mentiras.
Renuncio a toda práctica de brujería, magia blanca, negra, de cualquier color, santería, hechicería o vudú.
Renuncio a toda limpia con huevo, yerbas, bálsamos, vino, sangre o fuego.
Renuncio a todo pacto, reto, sello, alianza o consagración al demonio; a conjuros, perjuros, maleficios e invocaciones diabólicas.
Renuncio a toda maldición, mal deseo, envidia, odio, rencor, resentimiento, codicia, avaricia, soborno, robo, fraude, despojo o enriquecimiento ilícito.
Renuncio a todo acto de orgullo, soberbia, prepotencia, vanidad y egolatría.
Renuncio a todo rito de iniciación chamánica, espiritista, espiritualista, masonería, filosofía rosacruz, dianética y a toda secta o sociedad secreta.
Renuncio a todo conocimiento de la nueva era, creencia en la re-encarnación, esoterismo, metafísica, meditación trascendental, yoga, a todo acto de curanderismo, a las operaciones espirituales, hipnotismo con regresiones, baños con flores, especies, yerbas, sangre de animales o humana o con otras substancias con fines mágicos.
Renuncio a toda lujuria, aborto, adulterio, homosexualidad, bisexualidad, incesto, violación, pornografía, bestialismo, promiscuidad y prostitución. A todo lo que yo u otras personas hayan hecho ilícitamente para controlar, nulificar o desbordar mi sexualidad.

En el nombre de Jesucristo, renuncio al culto y veneración a la llamada «santa muerte» o al vampirismo, a todo encantamiento, invocación y evocación de muertos, a espíritus custodios, guardianes, cósmicos, protectores, espías, vigilantes, a seres espirituales nombrados «maestros de sabiduría», o a cualquier otro ser maléfico en forma oculta o manifiesta.

Renuncio a todo acto o juego de mediunidad, a la ouija, al control mental, al manejo del péndulo, a instrumentos para encontrar «tesoros ocultos» o dinero enterrado.
Renuncio también a toda clase de adivinación, sortilegio, lectura de cartas, café y caracoles, a toda forma de astrología, horóscopos o cartas astrales.
Renuncio a los amuletos y talismanes, a las herraduras, pirámides, cuarzos, imanes, agujas, sábilas o ajos con moños rojos, imágenes de santos mezcladas con tierra de panteón, velas y veladoras de colores «curadas», fetiches y representaciones de mi persona de cualquier material y forma que se encuentren enterrados o sean manipulados por mí mismo u otras personas.
Renuncio a toda forma equivocada de «medicina alternativa» que bajo engaños haya ritualizado mi ser al demonio.

En el nombre de Jesús, renuncio a toda comida o bebida mezclada con brujería que haya yo ingerido, y a todo lo que haya sido tirado, rociado o untado en mi cuerpo, ropa, zapatos, casa, trabajo, negocio o cualquier pertenencia u objeto que esté cercano a mí, que haya sido maldecido o consagrado al mal.

En el nombre de Jesucristo denuncio, renuncio y echo fuera de mí a todo espíritu de traición, destrucción, muerte, esclavitud, ausencia de Dios, miseria, mendicidad, soltería, infelicidad matrimonial, viudez, orfandad, amargura, envejecimiento o muerte prematura, persecución, problemas con las leyes o la justicia humana, esterilidad, humillación, rechazo, insomnio, deseos de suicidio, aislamiento, locura, soledad, neurosis, depresión, obsesión, miedo, angustia, debilidad, enfermedades crónicas, invalidez, ceguera, sordera, mudez, falta de olfato, imposibilidad de saborear la comida, insensibilidad, celos, inconformidad, incapacidad para vivir, conseguir o conservar un trabajo, una pareja, un matrimonio o una familia.

En el nombre de Jesús denuncio, renuncio y echo fuera de mí todo espíritu de alcoholismo o de cualquier otra adicción, de mal carácter, de falta de memoria, de falta de control y dominio de mi ser, irrealidad, inconsciencia, envidia, abandono, gula, suciedad, desorden, malos olores crónicos en mi cuerpo, ropa o casa, de falta de fe, esperanza y caridad, de falta de interés en la vida, de desprecio a la eucaristía y de aborrecimiento o flojera para tener vida de oración. Corto, destruyo y nulifico los medios a través de los cuales fueron hechos los daños antes mencionados, si fueron veladoras, fotos, ropa, tijeras, agujas, fetiches, entierros, lo que haya sido.

Renuncio a lo que en forma consciente o inconsciente haya yo hecho o haya sido hecho por otra persona en mi nombre para obtener poderes, dinero, éxito, buena suerte o pretender saber el futuro, o bien para conseguir el amor y la salud propios o ajenos, o tener dominio y control sobre personas, objetos, animales, lugares, espíritus y fuerzas de la naturaleza.
Nulifico los efectos de cualquier práctica contraria al compromiso adquirido a través de mi bautismo, de fidelidad y reconocimiento a Jesucristo como mi único Salvador, a los Sacramentos, a la Virgen María y a la iglesia católica.
A lo que impida el ejercicio de mi sentido común, capacidad de juicio, entendimiento y voluntad.
Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya intentado sustituir el amor y la confianza de Jesús. Renuncio al rechazo de mis padres desde el instante de mi concepción y durante mi vida en el seno materno. Renuncio al mal que me causaron por intentar abortarme: con yerbas, sustancias químicas o con objetos punzo cortantes. Renuncio a todo el rencor que tengo si fui dado en adopción o abandonado sin haber conocido a mis padres biológicos o a maldiciones recibidas durante mi gestación.
Nulifico por las llagas de Jesús todo mandato de fracaso, muerte en vida y suicidio que hay en mí por estas causas, la incapacidad para aceptar el amor de Dios, para aceptarme a mí mismo o a las personas, para estudiar, trabajar y ser feliz.

Renuncio a todo lo que sea contrario a la salud, el respeto y la dignidad que como templo del Espíritu Santo, necesita todo mi ser y que esté impidiendo relacionarme con Dios, conmigo mismo (a), con mi entorno en una forma sana, tener una familia unida y un trabajo digno y bien remunerado.

Porque Jesucristo se manifestó para deshacer las obras del diablo: habiendo denunciado, renunciado y echado fuera de mí todos los espíritus del mal, los envío atados y amordazados a los pies de la Santa Cruz y les prohíbo regresar.

Habiendo nulificado todos los efectos, causas y consecuencias, tomo autoridad, en el nombre de Jesús, para que caigan todos los bloqueos, tinieblas y barrer, las que satanás construyó a mi alrededor y le ordenó a todo ser demoníaco que despojó a mi familia o a mí mismo (a), que nos devuelva, lo que nos quitó.

Padre Santo, te lo ruego, sana toda mi vida, toda mi historia personal, perdóname, ayúdame, libérame, bendíceme.

Padre Dios, acepto que Tú seas mi Padre, Jesucristo mi Hermano, la Virgen María mi Madre, porque hoy, yo (di tu nombre completo) les pertenezco para siempre.

A través de Tu Santo Espíritu, guíame para la reparación de todas las faltas que cometí y enséñame a amar Tu Voluntad. Gracias Padre.

Amén, amén, amén.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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Impresionantes Promesas a los que Oren a los Ángeles con esta Oración

El arcángel se le apareció a la religiosa Sierva de Dios Antonia De Astónac aproximadamente por el año 1750.

Y le dijo que deseaba ser honrado mediante la recitación de nueve salutaciones.

Estas nueve plegarias corresponden a los nueve coros de ángeles.

La corona consiste de un Padrenuestro y tres Ave Marías en honor de cada coro angelical.

san miguel arcangel

Pero antes pongámonos en sintonía.
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La Biblia menciona frecuentemente ángeles, arcángeles, querubines y serafines.
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E incluso el nombre de alguno de los ángeles más importantes, como Gabriel, que llevó el mensaje de Dios a una virgen llamada María en una pequeña ciudad de Galilea, llamada Nazaret.
.
Otro ángel (o quizás el mismo) aconsejó a José en un sueño huir con la Sagrada Familia a Egipto, y en otro sueño, que regresara de nuevo.
.
Y otro se enfrentó a la revuelta celestial de Lucifer y por eso San Miguel Arcángel hoy es invocado como el Comandante de los Ejércitos Celestiales.

Gruta de San Miguel Arcángel en el Gargano

  

LAS APARICIONES DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL NO SON MUY COMUNES

El lugar que concentra la mayor densidad de sus apariciones es el santuario en la cueva del Monte Sant Ángelo en Gargano, Italia.

Que es ha sido peregrinación importante desde la temprana Edad Media.

A la que la Unesco ha nominado como Patrimonio Humanidad y es visitada por más de 2 millones de peregrinos al año.

Allí hubo cuatro apariciones del Arcángel San Miguel.

La primera fue en el año 490, cuando un hombre rico llamado Garganus tuvo una dificultad con un toro que se le había perdido.

Y éste consultó al Obispo.

Y el Arcángel Miguel se le presentó al obispo diciendo que él era el protector del lugar y de sus habitantes, y que está protegiendo y vigilando todo lo que sucede allí.

Y se solucionó el problema.

La segunda aparición fue un par de años después cuando los napolitanos paganos querían invadir la zona.

Entonces el obispo le pidió una tregua de 3 días, en que pidió a la población orar y ayunar por la protección de San Miguel.

La noche anterior a la batalla se le apareció el Arcángel al obispo asegurándole que tendría la victoria al día siguiente.

El día de la batalla el Monte Gargano sufrió un gran temblor de tierra, en el cielo se veía en relámpagos y una nube oscura cubrió la cima de la montaña.

Y los invasores huyeron.

Allí quedó una huella en el mármol de la gruta como una señal dejada por San Miguel.

La tercera aparición fue un año después cuando los habitantes tuvieron que definir si debían entrar en la cueva a dar misa o primero dedicar una iglesia allí.

El obispo ordenó 3 días de ayuno y penitencia y al tercer día se le apareció el Arcángel.

Y le dijo que él construyó la Iglesia y la dedicó, así que pueden entrar a celebrar misa sin dedicar la Iglesia, porque en ese lugar él está presente como protector y con sus oraciones.

Y allí cuando entraron encontraron una piedra de la que salía agua dulce, que la llamaron “el goteo” y que curaba enfermedades.

La última aparición fue el 25 de septiembre de 1656 cuando la región de Gargano estaba sufrienco una plaga y había muchas víctimas.

El arzobispo del momento decreto 3 días de ayuno y oración a San Miguel Arcángel.

Y al tercer día se le apareció San Miguel y le dijo qué bendijera unas piedras de la cueva haciendo la Señal de la Cruz en su nombre, y mediante esas piedras la zona sería liberada de La plaga.

Sucedió como San Miguel lo dijo, porque cualquiera que sostuviera esas piedras fue sanado.

Hoy se conocen como las piedras de San Miguel.

Hablemos ahora de los ángeles organizados en coros angélicos para comprender la devoción.

  

¿QUÉ SON LOS ‘COROS’ CELESTIALES?

Las epístolas de Pablo a los Efesios y Colosenses mencionan otros cinco «coros» – Tronos, Dominios (o Dominaciones), Poderes, Virtudes y Principados.

Para entender estas entidades, Santo Tomás Aquino consultó a Dionisio el Areopagita, mencionado en Hechos 17:34, un filósofo neoplatónico / teólogo del siglo V.

Dionisio organizó los coros con gran detalle.
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Los más altos son los Serafines, Querubines y Tronos, asociados a las funciones específicas de amor, conocimiento y poder.

En el medio están Dominaciones, Virtudes y Poderes, asociados con el gobierno universal de la creación.

Y la jerarquía inferior consta de Principados, Arcángeles y Ángeles, que se ocupan de la administración directa de las criaturas en el mundo.

Un buen número de santos, o candidatos a la santidad, han informado de encuentros extraordinarios con los ángeles.

Algunos de ellos incluso han sido acompañados frecuente o permanentemente por ángeles.

Incluyendo a Santa Francisca de Roma, Santa Faustina, Santa María Magdalena de Pazzi, Santa Gemma Galgani, la Beata Dina Belanger, y la monja brasileña Ceci Cony.

Todos ellos recibieron instrucción espiritual de sus ángeles (respuestas acerca de las relaciones, las decisiones a tomar, etc.).

Pero en las decisiones importantes que los ángeles siempre los refirieron a los sacerdotes que servían de sus directores espirituales.

  

CÓMO PODEMOS COMPRENDER LA FUNCIÓN DE LOS COROS ANGÉLICOS

Piensa en la Tierra como un oasis en el Sahara. Como un fenómeno único en todo el universo.

El centro del Universo creado por Dios.
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Pero no el centro físico como lo pensaba Ptolomeo, sino como la razón por la que fue creado el Universo.
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Si se quiere, el centro metafísico del Universo.

La Tierra no es el centro geográfico del Universo, ni siquiera del sistema solar, sino un lugar que Dios creó para el hombre; único en el universo.

Y hasta donde sabemos esta Tierra parece ser el escenario de todo lo que importa en el cosmos.

Además, este planeta parece ser el campo de batalla donde la lucha cósmica entre el bien y el mal alcanza su clímax.

Las batallas cruciales deben tener lugar en alguna parte.

La guerra en el cielo se completa aquí en este campo de guerra.

Tú y yo somos soldados en esa batalla cósmica eternamente importante.

Y los Coros angélicos son los soldados de Dios en todos lados.
.
Ellos son las manos y los ojos de Dios gobernando el cosmos y dando batalla al mal.
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Y nos auxilian a los seres humanos en nuestra batalla en la Tierra.

coros angelicosEdward Burne-Jones

  

REVELACIONES MÍSTICAS SOBRE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ÁNGELES

Las revelaciones más prolíficas se encuentran en los cuadernos de la estigmatizada alemana, Mechtilde Thaller-Schönwerth (1868 – 1919).

Matilde fue tratada con dureza por su madre, quien casi murió al darla a luz.

Cuando niña comenzó a ser acompañada visiblemente por su ángel de la guarda.

A los cinco ya tenía dones, además, de la presencia ocasional de un arcángel.

Cuando era adolescente, quería entrar en la vida religiosa, al igual que su hermana, pero le fue dicho por su director espiritual que su vocación era el matrimonio.

A los dieciséis años, estaba casada con un marido cruel, adúltero, y a menudo tiránico.

Ella recibió los estigmas, pero las heridas eran visibles por su director.

Se convirtió en la madre espiritual de muchos en su comunidad a través de contactos personales y cartas.

Y estaba dotada de bilocación, incluso visitó los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial para atender a los heridos.
.
Después de su muerte, su marido y su amante se convirtieron.

Ella no sólo recibió instrucciones prácticas de sus ángeles sino que, a la manera típica especulativa alemana, entró en conversaciones periódicas con ellos acerca de sus tipos y funciones.

Esto llevó a recibir instrucciones teológicas relativas a los nueve coros de ángeles.

Su cuaderno y diario espiritual no se han traducido, pero en 1935 Frederick von Lama hizo extractos de ellos en Los Ángeles, Nuestros Compañeros y Siervos de Dios.

estatua de angel

Éstos son algunos de sus comentarios, coincidiendo con Aquino en los principales puntos, pero va más allá de la tradición en detalles específicos:

Los Serafines son el coro supremo, y «fueron hechos para una sola cosa: amar al Dios del Amor.»

Los Querubines son las «espadas de Dios… Cuatro De los querubines están de pie delante del trono del Santo Padre…

Uno de estos ángeles está a menudo estacionado en santuarios santos».

«El séptimo coro, los Tronos, es el coro de la autoridad. Cada diócesis, todos los reinos, cada comunidad religiosa tiene su propio ángel tomado de este coro».

Ellos son mencionados en el Prefacio de muchas misas, además de las Dominaciones, Poderes y otros órdenes.

En la jerarquía intermedia, el sexto coro se llama Dominaciones o Dominios.

«Dios asigna ángeles de este coro a las personas que deben dar dirección espiritual como maestros en las escuelas superiores de aprendizaje, desde el púlpito, o en el confesionario».

«Algunos grandes pecadores reciben Virtudes después de su conversión… Todas Las personas inclinadas a la vida contemplativa deben llamar a este coro».

Los Poderes «se asignan a los sacerdotes que son confesores de almas muy devotas.

Confesores en monasterios tienen tales ayudantes, otros confesores sólo cuando tienen que guiar a almas privilegiadas especialmente amadas por Dios…

Si Un sacerdote tiene un ángel de este coro, es casi seguro que más tarde se le dará uno de las Dominaciones en lugar de los Poderes.

Ha ocurrido que, en su ordenación, algunos sacerdotes han recibido regularmente, además de su ángel de la guarda, un ángel del coro de los Poderes, ya que estaban destinados a hacer mucho trabajo extraordinario en el confesionario».

«Cada parroquia tiene su propio ángel, que se toma desde el coro de los Principados«.

«Todos los que pertenecen a la Cofradía de María, Reina de Corazones, tienen dos ángeles, el ángel ordinario y un Arcángel tomado de la compañía de San Gabriel».

Los Ángeles Guardianes estarán siempre «a nuestro lado en el cielo».

«Algunos parecen más activos y enérgicos que otros.

Algunos son más reservados, casi podría decir, más tímidos, y estos son asignados a personas que son llamadas a sufrir mucho».

«Si se pierden las almas, sus guardianes se vuelven a asignar a la Guardia especial de la Reina de los Ángeles».

Estos son ‘revelaciones privadas’, pero vienen con un Imprimatur y Nihil Obstat de las autoridades episcopales, por lo que no contienen nada contrario a la fe.

Ellas pueden ayudar a fomentar el cariño a los espíritus justo encima de nosotros.

  

PROMESAS DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL A QUIENES PRACTIQUEN LA DEVOCIÓN

San Miguel promete grandes bendiciones a los que practiquen esta devoción a los Coros angélicos:

A los que practican esta devoción en su honor, San Miguel promete grandes bendiciones:

Enviar un ángel de cada coro angelical para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión.

Además, a los que recitasen estas nueve salutaciones todos los días, les asegura que disfrutarán de su asistencia continua.
.
Es decir, durante esta vida y también después de la muerte.

Aun mas, serán acompañados de todos los ángeles y con todos sus seres queridos, parientes y familiares para ser librados del Purgatorio.

San Miguel Arcangel mata a la serpiente

  

INDULGENCIAS

El Papa Pío IX concedió las siguientes indulgencias:

– Indulgencia parcial, a los que recen esta Corona con el corazón contrito.
– Indulgencia parcial, cada día que lleven consigo la Corona o besaren la medalla de los Santos Ángeles que cuelga de ella.
– Indulgencia plenaria una vez al mes, a aquellos que la rezaren diariamente, el día que escogieren, verdaderamente contritos, confesados y comulgados, rogando por las intenciones de su Santidad.
– Indulgencia plenaria, con las mismas condiciones, en las fiestas de la Aparición de San Miguel Arcángel (8 de mayo); de su Dedicación (29 de septiembre); y de los Santos Ángeles Custodios (2 de octubre).

  

CÓMO ES LA CORONILLA

En esta coronilla invocaremos a los nueve coros de ángeles.
.
Después de cada invocación rezaremos 1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
.
Ofreceremos esta coronilla por la Iglesia, para que sea defendida de todas las asechanzas del demonio, y por los que están más alejados de Dios.

iglesia de san miguel hamburgo

En el Nombre del Padre…
Se comienza la Corona rezando, la siguiente invocación:
.
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, etc.

1. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Serafines, enciende en nuestros corazones la llama de la perfecta caridad. Amén.
.

(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)

2. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Querubines.
.
Dígnate darnos tu gracia para que cada día aborrezcamos más el pecado y corramos con mayor decisión por el camino de la santidad. Amén.
.

(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)

3. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Tronos.
.
Derrama en nuestras almas el espíritu de la verdadera humildad. Amén.
.

(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)

4. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Dominaciones.
.
Danos señorío sobre nuestros sentidos de modo que no nos dejemos dominar por las malas inclinaciones. Amén.
.

(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)

5. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Principados.
.
I
nfunde en nuestro interior el espíritu de obediencia. Amén.
.

(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)

6. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Potestades.
.
Dígnate proteger nuestras almas contra las asechanzas y tentaciones del demonio. Amén.
.

(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)

7. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Virtudes.
.
No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
.

(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)

8. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Arcángeles.
.
Concédenos el don de la perseverancia en la fe y buenas obras de modo que podamos llegar a la gloria del cielo. Amén.
.

(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)

9. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Ángeles.
.
Dígnate darnos la gracia de que nos custodien durante esta vida mortal y luego nos conduzcan al Paraíso. Amén.
.

(1 Padre Nuestro y 3 Avemarías)

San Miguel del Milagro en la iglesia de Tlaxcala

Se reza un Padre Nuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles:
*En honor a San Miguel
*En honor a San Gabriel
*En honor a San Rafael
*En honor a nuestro Ángel de la Guarda

Glorioso San Miguel, caudillo y príncipe de los ejércitos celestiales.
.
Fiel custodio de las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, familiar de la casa de Dios.
.
Admirable guía después de Jesucristo, de sobrehumana excelencia y virtud.
.
Dígnate librar de todo mal a cuantos confiadamente recurrimos a ti.
.
Y haz que mediante tu incomparable protección adelantemos todos los días en el santo servicio de Dios.
.

V. Ruega por nosotros, glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar tus promesas.

Oremos.
.

Todopoderoso y Eterno Dios, que por un prodigio de tu bondad y misericordia a favor de la común salvación de los hombres, escogiste por Príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo Arcángel San Miguel.
.
Te suplicamos nos hagas dignos de ser librados por su poderosa protección de todos nuestros enemigos.
.
De modo que en la hora de la muerte ninguno de ellos logre perturbarnos.
.
Y podamos ser por él mismo introducidos en la mansión celestial.
.
Para contemplar eternamente tu augusta y divina Majestad.
.
Por los méritos de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Si queremos, al final de la Coronilla a San Miguel Arcángel, podemos agregar la siguiente oración a María Reina de los Ángeles.

maria reina de los angeles

  

ORACIÓN A MARÍA REINA DE LOS ÁNGELES

Historia de esta oración. Ante el gran combate espiritual que libramos, Dios ha querido proveer por nosotros.

Pero debemos rezar si deseamos su ayuda.

Escribe acerca de la Reina de los Ángeles el Venerable Luis Eduardo Cestac, fundador de la Congregación de las Siervas de María:

En 1863 un alma… sintió su mente elevada hacia la Santísima Virgen, quien le dijo que efectivamente, los demonios andaban sueltos por el mundo, y que había llegado la hora de rogarle como Reina de los Ángeles pidiéndole las legiones santas para combatir y aplastar los poderes infernales.

–»Madre mía», dijo esta alma, «¿ya que sois tan buena, no podrías enviarlas sin que os rogáramos?»

–»No», respondió la Santísima Virgen, «la oración es condición impuesta por Dios para alcanzar las gracias».

– «Entonces, Madre mía», dijo el alma «¿querrías enseñarme Vos la manera de rogaros?»

Y creyó escuchar la oración “Oh Augusta Reina…”

El señor Cestac fue el depositario de esta oración. Lo primero que hizo fue presentarla a Monseñor Lacroix, obispo de Bayona, quien le dio su aprobación. Inmediatamente mandó imprimir medio millón de ejemplares, que distribuyó gratis por todas partes.

No estará demás advertir que, durante la primera impresión, las máquinas se rompieron dos veces.

La oración a la Reina de los Ángeles se extendió rápidamente y fue aprobada por muchos obispos y arzobispos.

San Pío X concedió trescientos días de indulgencia a quienes la rezaren.

¡Oh Augusta Reina de los Cielos
y Señora de los Ángeles!
.
Pues habéis recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la serpiente infernal.
.
Dignaos escuchar benigna las súplicas que humildemente os dirigimos.
.
Enviad las santas legiones para que, bajo vuestras órdenes, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.
.

¿Quién como Dios?
.
Santos Ángeles y Arcángeles, defendednos y guardadnos.
.
¡Oh buena y tierna Madre! Vos seréis siempre nuestro amor y nuestra esperanza.
.
¡Oh divina Madre! Enviad los Santos Ángeles para defendernos y rechazar lejos al demonio, nuestro mortal enemigo. Amén.


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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4 Batallas Espirituales diarias para Alcanzar la Felicidad

Muchas veces olvidamos que nuestro pasaje por la tierra es una lucha espiritual para ascender al cielo.

Y para comenzar a saborear la felicidad sobrenatural ya en la Tierra.

Para ello combatir nuestros deseos espurios y desenfrenados, dar amor a todo lo que nos rodea.

Y desarrollar una actitud de bienaventurados.

Esto debe ser un esfuerzo del día a día.

Esto requiere una decisión firme de pelear cada batalla que nos llega y el entrenamiento necesario.

Hay cuatro batallas permanentes que debemos dar todos los días, una es al despertar, en el comienzo del día; estar a disposición.

Otra es en la vitalidad de nuestra vida de oración.

Una más es en el discernimiento continuado de los ataques del demonio y experimentar cómo defendernos.

Y finalmente viene nuestra batalla espiritual para lograr la felicidad sobrenatural, que se logra desarrollando una actitud de bienaventurados.

Veamos estas 4 batalla espirituales.

  

1 – CÓMO GANAR LA PRIMERA BATALLA DE TODOS LOS DÍAS

Una de las partes más importantes de cada día es también una de las batallas más difíciles de combatir.
.
Se trata del despertador.

Puede parecer una pequeña batalla que no afecta realmente nuestro día.

Y sin embargo, si no somos capaces de disciplinar a nuestros cuerpos en el comienzo de cada día, ¿cuánto más difícil será que hacer algo heroico durante el resto del día?

DESPERTADOR

San Josemaría Escrivá de Balaguer lo que llamó el minuto heroico y escribió:

“Muchos buenos cristianos desarrollan el hábito de dar su primer pensamiento del día a Dios.
.
El «minuto heroico» facilita la Ofrenda de la mañana y ofrece al día libre un buen comienzo.
.
El minuto heroico es el momento fijado para levantarse.
.
Sin dudarlo: una reflexión sobrenatural y… arriba.

Aquí tienes una mortificación que fortalece tu voluntad y no hace daño a su cuerpo.

Si, con la ayuda de Dios, a conquistarte a ti mismo, estarás muy por delante para el resto del día.

Es muy desalentador encontrarse derrotado en la primera escaramuza” (San Josemaría Escrivá , Camino).

¿Cuántas veces golpeamos el botón de la alarma del despertador? Es interesante pensar en lo fácil y lo difícil de esta primera batalla es todos los días.

Cuando una persona piensa en la mortificación, el ayuno o penitencia, la imaginación nos lleva algún tipo de cilicio penitencial y comer sólo pan y agua durante 40 días.

¡Sin embargo, para algunos de nosotros el «minuto heroico» parece mucho más desalentador!

Es la primera «escaramuza» del día y es la primera vez que podemos luchar contra los deseos de la carne.

Con esta primera victoria, nos sentiremos mucho más capaces de tomar el día y derrotar a los enemigos que pueden venir.

Por ejemplo, para alguien que está luchando con una adicción (como la pornografía, el alcohol o las drogas), el «minuto heroico» se convierte en una parte vital de la disciplina de la voluntad de modo que sea más fácil decir que no a un hábito pecaminoso.

Esto también nos ayuda con el combate de la oración diaria.
.
Si somos capaces de dar a Dios los primeros frutos de nuestro día, hay mayor posibilidad de que ofrezcamos a Dios el resto de nuestro día.

  

¡SERVIAM!

Una forma para los del Opus Dei es practicar el «minuto heroico» de levantarse inmediatamente cuando suena la alarma, arrodillarse, besar el suelo, y decir «¡Serviam!» que en latín significa «¡Yo serviré!»

The Vigil exhibited 1884 by John Pettie 1839-1893

El razonamiento detrás de esto viene del desafío de satanás, quien dijo: «Non Serviam» (yo no serviré). Estas palabras de satanás no vienen de la Escritura, sino del “Paraíso Perdido” de Milton.

A pesar de que las palabras no son bíblicas, reflejan la realidad de la decisión de satanás para no servir a Dios.

Al decir «Serviam», en lugar de imitar a la legión de rebeldes de satanás, elegimos cada día ser parte del ejército de Dios y de servirle con un corazón dispuesto.

Desafío: Mañana, cuando suene el despertador, levántate de la cama automáticamente y di «¡Serviam!».
.
Entonces habrás ganado tu primera batalla del día y estrás fortalecido para conquistar el resto de los dragones que intentarán derribarte en el día.

  

¿HAS PENSADO ALGUNA POR QUÉ LOS MONASTERIOS DE TODO EL MUNDO TIENEN UN HORARIO ESTRICTO DE LA ORACIÓN?

Además del hecho de que están siguiendo una antigua tradición de oración que traza todo el camino a Jesús, el ritmo diario de oración que impregna la vida de los monjes y monjas de todo el mundo está diseñado para combatir al diablo y su deseo de abrir una brecha entre nosotros y Dios.

franciscanos orando

San Pablo exhorta a los Tesalonicenses a

«Orad sin cesar«,

Y lo hace poco después de que les recuerda:

«Nosotros, en cambio, por ser del día, permanezcamos despiertos; revistámonos de la fe y del amor como de una coraza, y sea nuestro casco la esperanza de la salvación.» (1 Tesalonicenses 5: 8 y17)

La oración que pide San Pablo no sólo es un camino hacia la comunión eterna con Dios, sino también es un arma para usar contra el enemigo que «…ronda como león rugiente, buscando a quien devorar» (1 Pedro 5: 8).

La vida espiritual es una batalla contra el mundo, la carne y el diablo, y con demasiada frecuencia se olvida eso.

  

VIVIR UNA VIDA ORDENADA

El diablo disfruta del caos. Dios es el que trajo orden al mundo, le dio forma y lo diseñó a la perfección.

Todas las leyes de la naturaleza son una sinfonía de orden.

Entonces satanás entra en el jardín del Edén y crea el desorden.

Él atrae a Adán y Eva para llevarlos lejos de Dios y les dice que pueden separarse de Él.

El diablo busca separar lo que debe estar unido.

icono de liturgia de las horas

Lo mismo ocurre en nuestras propias vidas, satanás sabe que estamos predeterminados para la orden.

Dios ciertamente nos ha dado la libertad, pero esa libertad es ser ordenados a los verdadero, bueno y hermoso.

El pecado tiene la tendencia de interrumpir nuestras vidas y nos hace abusar de nuestra libertad.
.
En lugar de seguir el diseño y el orden de Dios, elegimos construir nuestra casa sobre la arena y nos sorprendemos al verla caer.

  

2 – LOS TIEMPOS DEL DÍA PARA LA ORACIÓN

Vivir una vida ordenada, una vida centrada en la oración, traza el camino de regreso a las tradiciones del pueblo judío y al Antiguo Testamento.

Por ejemplo, los judíos habían tratado de modelar su horario de oración diaria para reflejar las tradiciones de los Patriarcas.

liturgia horas

El Rey David, quien se cree ha escrito los salmos, proclama,

Pero yo clamo a Dios y el Señor me salvará. De tarde, de mañana, al mediodía, me lamento y me aflijo y escuchará mi voz. (Salmo 55:17-18)

Incluso el profeta Daniel se muestra ofreciendo una serie específica de oraciones,

Daniel, al saber que el decreto había sido firmado, entró en su casa.

Las ventanas de su pieza superior estaban orientadas hacia Jerusalén y, tres veces al día, se ponía de rodillas, orando y alabando a su Dios, como lo había hecho siempre. (Daniel 6:11).

El pueblo judío luego comenzó una tradición de orar tres veces al día: mañana, tarde y noche.

Con la llegada del cristianismo, los apóstoles de Jesús en desde el principio continuaron observando las tradiciones de los judíos y continuaron orando en los tiempos establecidos.

Con el tiempo, sin embargo, tres veces al día no parecía suficiente, sobre todo después de que San Pablo exhortó a los Tesalonicenses «Orad sin cesar».
.
Y los cristianos que tenían al Antiguo Testamento como guía se encontraron con este pasaje,

Siete veces al día te alabo por tus justos juicios. (Salmo 119: 164)

El siete es el número bíblico de la perfección y los cristianos vieron esto como el número perfecto de veces para rezar.

Uno de los primeros documentos que se han registrado de estas diferentes horas para orar fueron las «Constituciones Apostólicas», escritas en el siglo IV (a pesar de que sólo registra seis horas y omite la final «Oración de la Noche», conocida como Completas, así siete horas se convierten en la norma hasta el siglo VI).

En ella está escrito,

Ofrecer sus oraciones de la mañana, en la tercera hora, la sexta, la novena, por la tarde, y al canto del gallo:

en la mañana, dando gracias al Señor que os ha enviado la luz, porque él os ha traído más allá de la noche y traído al día;

en la tercera hora, porque a esa hora el Señor recibió la sentencia de condena por parte de Pilato;

en la sexta, porque a esa hora fue crucificado;

en la novena, porque todas las cosas estaban en conmoción en la crucifixión del Señor, como temblando ante el intento audaz de los judíos impíos, y en penitencia a la lesión infligida a su Señor;

por la tarde, dando gracias de que Él os ha dado la noche para descansar de las labores diarias;

al canto del gallo, porque esa hora trae la buena nueva de la llegada del día para las operaciones propias de la luz. (VIII, XXXIV).

San Benito de Nursia (que vivió en el siglo VI) construyó su norma sobre estas siete horas y añadió una octava hora, que se produce en el medio de la noche.

Ocho es el número bíblico de la «nueva creación«, como Jesús resucitó de entre los muertos en el octavo día, el día después del sabbath judío (que es el sábado). Aquí está el desglose:

  • Maitines (antes del alba); también llamada Vigilias u Oficio

  • Laudes o «Oración de la Mañana» (al amanecer)

  • Prima o «Oración de la mañana temprano» (Primera Hora, alrededor de las 6 de la mañana)

  • Tercia o «La oración de media mañana» (Tercera Hora, alrededor de las 9 de la mañana)

  • Sexta o «La oración del mediodía» (Sexta Hora, alrededor del mediodía)

  • Nona o «La oración de mitad de la tarde» (Novena Hora, a las 3 pm)

  • Vísperas o «Oración de la Tarde» (alrededor de 18:00)

  • Completas o «Oración de la Noche» (antes de ir a la cama, por lo general a las 8 pm o 21:00)

A la Prima, Tercia, Sexta y Nona se les llama horas menores.

Tanta cantidad de oraciones puede parecer desalentadora, pero esta lista no pretende que sea imitada exactamente en la vida secular.

Sin embargo, podemos aprender de ella, y ponerlo en práctica en nuestras propias vidas poco a poco.

La Liturgia de las Horas puede rezarse diariamente aquí.

  

HACIA LA UNIÓN CON DIOS

Mientras que el diario Horarium de la oración es un arma poderosa contra satanás, debemos recordar que se dirige hacia la unión con Dios.

ajedrez entre el bien y el mal

Lo que esto significa es que se trata de una relación.

Pensando en la analogía de un matrimonio, el esposo y la esposa deben tener una comunicación abierta y constante.

Si no hay comunicación, el matrimonio fracasará. A lo largo del día lo que sostiene un matrimonio estar hablando entre sí, no sólo una vez, no sólo dos veces, sino «sin cesar» (ciertamente no significa parlotear todo el tiempo).

Lo mismo sucede con Dios.
.
Si deseamos una relación con Él, que es el deseo de nuestro corazón, hay que hablar con él constantemente.

Así que recordemos diseñar nuestro programa diario dirigiendo conversaciones y alabanzas constantes a Él, porque esto va a cumplir los deseos más profundos de nuestro corazón.

  

3 – EL DISCERNIMIENTO DEL TRABAJO DEL DEMONIO

Un tercer punto es el discernimiento del trabajo del diablo en el mundo de hoy y en tu vida y la de las demás personas.

Si no tienes claro el accionar de este personaje y los medios necesarios para derrotarlo, estarás a merced de sus obras.

La obra del diablo está en el desaliento, la desesperanza, en la profunda decepción de pensar la oscuridad de uno es realmente la luz.

  

¿CUÁLES SON LOS MEDIOS QUE EL SEÑOR NOS HA DADO PARA RECONOCER Y DERROTAR LA OBRA DEL DIABLO?

Algunas de las enseñanzas bíblicas de gran ayuda están en Efesios, donde se nos dice que nuestra lucha no es sólo contra sangre y la carne, sino contra los principados y potestades:

“pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba”.

Debido a que este es el caso, se nos dice

“Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas”. (cf. Ef 6:10 -20)

¿Qué es esta armadura necesaria para resistir el mal y mantener nuestro territorio?

Es la verdad, es la santidad, es la claridad acerca de la salvación, es el compromiso con la misión, para conocer y utilizar la Palabra de Dios.

No sólo para defendernos de las mentiras del maligno, sino para hablar palabras de verdad que pongan a la gente libre del engaño demoníaco y la esclavitud.

  

EL “ESCUDO DE LA FE”

El escudo de la fe nos es dado para “apagar todos los dardos de fuego del maligno”.

¿Cuáles son estos dardos de fuego?

Son las tentaciones, las mentiras, las seducciones de los demonios que pretenden alejarnos de Dios y del camino que lleva a la salvación.

La fe tiene un doble significado.

Por un lado, la fe es la confianza completa y entrega a Dios.

Que es todo lo bueno y digno de nuestra adoración y obediencia.

Lo que viene de la amistad con Cristo, de la relación personal con Él.

Y la clave para discernir lo que es de Dios y lo que es del enemigo es la familiaridad con la “voz” del Señor.

A través de una relación que crece en profundidad e intimidad a través de la oración.

Por lo que “orar en todo tiempo según inspire el Espíritu” es lo que Efesios nos insta a hacer.

Por otro lado está la fe en las verdades reveladas que son necesarias para nuestra salvación.

Estas verdades también contienen advertencias claras y explícitas sobre lo que nos va a excluir del reino.

El diablo está particularmente interesado en engañarnos en estas áreas por lo que San Pablo lo advierte expresamente y en repetidas ocasiones:

“¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios” (1 Corintios 6:9-10)

Listas similares se encuentran en Gálatas, Efesios y Apocalipsis.

Debes tener presente que los “dardos de fuego” del enemigo están entrando permanentemente.

Plantando la mentira, sembrando la sospecha, provocando deseos desordenados y presentando justificaciones para la conducta pecaminosa.

  

4 – VIVIR COMO BIENAVENTURADOS EN LA FELICIDAD SOBRENATURAL

Luego que salimos bien plantados de la batalla diaria para prestarnos a servir.

Luego que hemos destinado tiempo a la oración, para comunicarnos con Dios.

Y qué tenemos claro cómo defendernos de los ataques del demonio.

Entonces debemos vivir cómo bienaventurados, o sea practicar un actitud que nos lleve a la felicidad propuesta por Dios.

¿Qué quiere decir vivir como bienaventurados? ¿Por qué vamos a conseguir la felicidad practicando estas actitudes?

La propuesta es vivir con la dignidad del hombre, que trasciende al universo material, y es capaz de unirse a Dios, porque Dios lo quiso así.

El hombre está obligado a seguir la ley moral, que lo instruye hacer lo bueno evitar lo malo, para lograr el fin por el que fue creado.

Esta es una lucha que se da en la conciencia, en el santuario más secreto del hombre.

Jesús proclamó 8 bendiciones o bienaventuranzas en el Sermón del Monte, que aparecen en el evangelio de Mateo 5: 3-12.

Las cuales revelan resumidamente lo que significa ser seguidor de Cristo y como se consigue la felicidad sobrenatural perfecta.

Benedicto XVI, en la trilogía Jesús de Nazaret, dice que las bienaventuranzas son paradojas que ponen las normas del mundo patas patas arriba, tan pronto como se ven las cosas desde una perspectiva correcta.

Así los afortunados o bienaventurados son aquellos que son pobres o despreciables en términos del mundo.

Las bienaventuranzas son un paso adelante respecto a los 10 mandamientos, porque llaman al hombre a imitar a Cristo y a ser transformados a Su semejanza.

San Juan Pablo II dice que las bienaventuranzas más bien hablan sobre actitudes y disposiciones básicas en la vida, y no son reglas particulares de comportamiento como los 10 mandamientos.

En ellas reside el ideal de felicidad cristiano para practicar.

Las ocho bienaventuranzas generalmente se pueden agrupar en 4 categorías.

La primera categoría habla al sobre la huida del pecado, porque cumpliendo estos requisitos el cristiano es liberado del pecado:

  • Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
  • Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
  • Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.

La segunda categoría se refiere a la vida activa luego que el pecado es sometido.

Entonces el cristiano es bienaventurado al buscar el bien en su acción:

  • Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados
  • Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia.

Estas bienaventuranzas reflejan la naturaleza de Dios que es justo y misericordioso a la vez.

Y su práctica conjunta evita los excesos en los humanos.

Las dos siguientes bienaventuranzas se refieren a la vida contemplativa para ponerse en armonía con el ideal divino:

  • Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
  • Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Y la última une a las siete anteriores, porque habla de las pruebas finales:

  • Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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Cómo Manejar Nuestros Dolores en los Momentos de Prueba

Cuando nos pasa algo malo o doloroso o que nos desestabiliza, ¿qué es lo que nos preguntamos?

Estas preguntas son una ventana a nuestra verdadera naturaleza.

Si nos preguntamos cómo salir rápidamente del dolor, el sufrimiento, la incertidumbre, sin cuestionarnos porque Dios nos lo envió y que quiere que aprendamos, entonces nos estamos engañando.

Nos estamos preparando para tener sufrimientos cada vez más grandes y sin provecho.

El criterio del mundo actual es que todo lo que me duele está mal, cualquier cosa que me lastima está equivocada.

Y no llegamos a comprender que esas son situaciones que nos ponen frente a tomar decisiones para avanzar en nuestro camino de purificación.

Entonces nos preguntamos ¿por qué a mí? ¿por qué la vida es injusta?

Y hasta cuestionamos ¿por qué Dios está en silencio cuando le pedimos que haga cesar nuestro sufrimiento?

Pero difícilmente comprendamos que cada dolor, cada sufrimiento, es un momento de prueba para avanzar.

Nos permite revisar nuestra vida si lo tomamos como un aviso.

A veces nos impacientamos con Dios porque no hace las cosas de acuerdo al plan que suponemos tiene para nosotros.

Dudamos y hasta a veces dejamos de orar.

No es fácil comprender cuál es el mensaje de Dios.

Pero no es algo que nos pasa solo a nosotros, grandes profetas y santos han pasado por esto.

Debemos incorporar que cuando las cosas no parecen salir como deberían, es porque no comprendemos del todo las intenciones y los caminos de Dios.

Y el esfuerzo debe estar en tratar de comprender qué nos quiere decir.

Muchos santos pasaron por esa “noche oscura” y su experiencia nos sirve para actuar con serenidad cuando nos pase a nosotros.

La oración nos saca de las tempestades.

“La oración nos ayuda a descubrir el rostro de amor de Dios”, dijo Juan Pablo II.

Él nunca abandona a su pueblo, pero garantiza, no obstante las pruebas y sufrimientos, buenos triunfos en el final”.

  

TODOS PASAMOS POR PRUEBAS

Dios siempre está ahí cuando lo dejamos cerca y cuando nos encontramos con los mares rugientes en nuestras propias vidas.

Seamos realistas: todos vamos a enfrentar crisis en nuestras vidas.

Si pudiéramos ver con los ojos de Dios, si supiéramos la verdad, podríamos ver que, de hecho, todo el mundo se enfrenta a la igualdad de la tragedia – sólo que en diferentes formas.

Muchos sufrimientos no son visibles. Pero todos pasamos por ellos.

Por mucho que podamos, nunca llegaremos a un estado perfecto donde todo va de camino.
.
Puedes hacerlo por uno o dos días, incluso una semana, pero a menudo un buen día es seguido por un día de prueba
.

Todos morimos en lo físico, pero si tenemos en cuenta que vivimos eternamente (en el espíritu), ninguna preparación es realmente muy dura para eso.

Si tú fueras Dios, también querrías a las personas preparadas.

¿Por qué ocurren los desastres, para empezar?

Es interesante cuando un sacerdote, el Padre Joseph Lionel, desde el uno de las zonas más difíciles afectadas en India, señaló que:

“tal vez también podemos ver las cosas no tanto como Dios castiga a las víctimas en particular, sino en el hecho de que cuando el pecado está enraizado en el mundo, pone al mundo fuera de orden.

Causa una oscuridad real que puede físicamente – y geológicamente – manifestarse.

Los eventos llegan casi como una liberación de la oscura tensión. Dios lo permite.

Los buenos sufren con el mal. Hay almas víctimas y siempre las han habido”.

Una vez más, se vuelve de nuevo al misterio del sufrimiento.

pruebas de la vida

  

ES INEVITABLE QUE COMIENCEN LAS PREGUNTAS Y DUDAS, PERO NO SÓLO TE PASA A TI

¿Te ha parecido como si Dios te ha decepcionado? Tal vez algo que sucedió en tu vida que te hizo preguntarte dónde estaba Dios.

¿Te ha parecido como si Dios intencionalmente va arrastrando sus pies y no te presta atención?

Y te preocupa por la forma en que Dios hace o deja de hacer ciertas cosas, provocando momentáneamente duda.

Si ese es el caso, puede que te sorprenda saber que no estás solo.
.
De hecho,
el más grande de los profetas de la Biblia ha lidiado con esos problemas, Juan el Bautista.

Durante su ministerio terrenal, Juan el Bautista era súper importante. En sus días, Juan era una figura de prominencia nacional.

De hecho, el historiador judío Josefo escribió más acerca de lo que hizo Juan que acerca de Jesús.

La razón de que el ministerio de Juan fuera tan significativo era que había terminado un silencio de 400 años.

Desde el momento de la muerte del profeta Malaquías al nacimiento de Juan, Israel no había oído hablar de un profeta por 400 años – ni un milagro, ni un ángel, ni un solo profeta enviado por el Señor.

Entonces el ángel Gabriel se apareció al padre de Juan, Zacarías, diciéndole que su esposa, Isabel, daría a luz al precursor del Mesías.

Juan apareció en la escena como un mega profeta. Audaz y valiente, se paraba junto al río Jordán y pedía a la gente que se arrepintiese, porque el reino de Dios estaba cerca.

Juan tenía un gran número de seguidores, y miles de personas se reunían para escuchar las palabras de Juan. Algunos se preguntan incluso si él era el Mesías, el que había estado esperando.

Entonces, un día, Jesús, que era primo de Juan, apareció en la escena. Juan se dio cuenta de que era el momento en que su ministerio había llegado a su fin.

Juan señaló a Jesús y dijo:“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Y los discípulos de Juan comenzaron a seguir a Jesús.

El ministerio de Juan, sin embargo, no había terminado.

Él había estado hablando con el rey Herodes, a quien le gustaba escuchar a Juan. Pero Juan no era conocido por la sutileza.

Él correctamente acusó al rey de inmoralidad, y, por supuesto, el rey no lo tomó bien.

Así que Juan fue enviado a prisión a causa de su predicación audaz contra Herodes.

fiesta-de-san-juan-bautista

  

LAS COSAS NO ESTABAN SALIENDO COMO JUAN PENSABA

El ministerio de Juan había llegado a su fin, y él vivía en una relativa oscuridad.

Peor aún, Jesús no parecía estar haciendo lo que Juan pensaba que iba a hacer.

Juan, junto con los otros, creyó que Jesús venía a dirigir una revuelta.

Ellos pensaban que Jesús iba a establecer un reino por la fuerza. Ellos pensaban que Jesús derrocaría la tiranía de Roma.

Pero 18 largos meses habían pasado, y Jesús no estaba dirigiendo la revuelta contra Roma que Juan estaba esperando.

No sólo eso, sino que al parecer fue asociarse con pecadores y recaudadores de impuestos.

Las cosas no estaban saliendo según lo planeado.

Así que Juan empezó a tener algunas dudas, lo que podría ser mejor descrito como perplejidades y confusión.

Juan no estaba cuestionando la veracidad de la palabra de Dios, sino que simplemente estaba teniendo dificultades para entender lo que significaba en su vida.

En el caso de Juan, él había entendido mal lo que Jesús estaba diciendo.

No es que Jesús había hecho algo mal. Es que Juan no entendía muy bien lo que Jesús estaba tratando de comunicarle a él y a los demás.

Juan pensó que tal vez había cometido un error.

¿Podría ser este el Mesías real? ¿No es el Mesías se supone establecería un reino de justicia? ¿Qué está pasando?

Por eso mandó a sus discípulos preguntarle a Jesús si era el mesías.

Lo que estaba pasando era que Juan, junto con otros, no habían entendido la misión de Jesús.

Lo que Juan y los demás habían perdido era que Jesús venía con el propósito expreso de morir en la cruz por los pecados de la humanidad.

Él traería libertad a los cautivos, pero sería la liberación de una prisión espiritual de la opresión y la esclavitud.

Él traería consuelo a los que estaban afligidos, pero sería diferente de lo que Juan estaba anticipando.

  

NOS IMPACIENTAMOS COMO JUAN

A veces nos impacientamos con Dios. Creemos que Dios está ausente en sus señales, por así decirlo.
.
Creemos que él está en las alturas.

Algo pasa en nuestras vidas, y nos preguntamos por qué. Situaciones de tragedia y nos preguntamos,

¿Qué he hecho para merecer esto? ¿Qué hice mal?
.
¿Hay algo malo por lo que Dios me está castigando?

Estas son preguntas que a menudo pasan por nuestra mente – incluso a través de la mente de un cristiano comprometido.

No es raro que las personas más espirituales tengan sus días de duda e incertidumbre.

Moisés estaba tan frustrado con los israelitas y en una ocasión estuvo dispuesto a salirse.

Después de escuchar las quejas de Israel, dijo al Señor:

No puedo llevar a todas estas personas por mí mismo, la carga es demasiado pesada para mí.

Si así es como me van a tratar, por favor, sigue adelante y mátame…” (Números 11:14-15).

Elías estaba tan abrumado por las circunstancias que cuando se enteró de que la reina Jezabel quería matarlo, le pidió a Dios que le quitara la vida.

Pablo estaba muy desalentado también. Él escribió:

Estábamos bajo una gran presión, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de la vida misma” (2 Corintios 1:8).

Madurez en la oración

  

PERO LA DUDA NO ES LO MISMO QUE LA INCREDULIDAD

Tal vez tú estás tratando con la duda y el desánimo en estos momentos.
.
Pero la duda no es siempre una señal de que alguien está equivocado, ya que puede ser una señal de que algo está pasando que debes discernir.

Aquí hay algo que debemos reconocer. Hay una diferencia entre la duda y la incredulidad.

La duda es una cuestión de la mente. No podemos entender lo que Dios está haciendo y por qué lo está haciendo.

La incredulidad, sin embargo, es diferente. La incredulidad es un asunto de la voluntad.

La incredulidad es una elección deliberada de no creer.

La duda no es mala si no lleva a la incredulidad. Y es así como deberíamos enfrentar las tempestades.

 

  

NO SOBRE REACCIONAR EN LAS TEMPESTADES, SINO CONFIAR

Las tempestades llegan a nuestras vidas, y si una serie de circunstancias están presentes, podemos enfrentar una “tormenta perfecta”.

Cuando un inusual potente sistema meteorológico se encuentra con otro, o un par de otros, una ráfaga de aire gélido especialmente Ártico podría colisionar, por ejemplo, con un sistema ciclónico húmedo, y sabemos que en circunstancias especiales el choque del aire caliente y el fresco crean tornados.

Así también hay circunstancias que estallan en turbulencia en nuestras propias vidas. Fuerzas, mundanas y espirituales, convergen.

Podemos estar en un momento muy emotivo, especialmente tierno cuando un gran problema viene en el trabajo, junto con un problema de nuestros hijos y una discusión con un amigo o el cónyuge.

El mundo parece derrumbarse sobre nosotros. Es una cosa tras otra.

Aquí podemos dudar, pero nunca dejar de creer. Y entonces debemos usar un método.

Es la forma en que lo manejamos lo que cuenta.
.
Es aquí crucial tomar los problemas uno a la vez, un día a la vez, y recordar el dejar pasar la crisis sin sobre-reaccionar.

Al igual que el miedo, la reacción excesiva otorga poder al mal.
.
Es bueno recordar siempre que un día mejor vendrá, con fe siempre sucede.

.
Si tenemos una “cuenta bancaria” de oración – si se has buscado la cercanía a Dios – Él suavizará el golpe, te ofrecerá protección automática.

mujer orando

  

LA ALEGRÍA Y LA ALABANZA

Debemos tener incorporado automáticamente que Dios es alegría y cuando estás más cerca de Él, te acercas más a la alegría. Es así de simple.
.
No hay nada que pueda traer tanta felicidad.

Y la cercanía viene de una manera especial a través de la alabanza y la gratitud, que son signos de humildad.

Adora a Dios a través del día. Hazlo desde el corazón. Ámale. Alábalo una y otra vez, diez veces, cien veces alaba a Jesús, alaba al Cristo.

Eso es lo que te traerá alegría, porque el Señor es la personificación de la alegría.

Jesús dijo que debemos pedir la gracia de Dios (Mateo 7:7-9), Él dijo que debemos llamar a su puerta, y esto es lo debes hacer, sabiendo que si algo es bueno para nosotros y está en el plan de Cristo – además si lo pediste con fe – se concederá. Pide al Espíritu Santo lo que debes pedir.

Y hazlo en el nombre de Jesús.

De esta manera, todo es posible.

Pero el sufrimiento siempre está y debemos saber qué hacer cuando no podemos sacárnoslo de encima.

  

UNA COSA QUIERE DIOS QUE APRENDAMOS

Dios ha tratado de enseñar al hombre una cosa desde el principio,  y Adán y Eva Perdieron el Paraíso por no haberlo comprendido.

Ellos sabían lo que era correcto sin instrucciones.

Y hasta que desobedecieron no habían experimentado y aprendido lo que estaba mal

Pero hoy la cosa está aún más complicada, porque lo que está mal nos rodea en 360 grados.

Hacer lo correcto no es algo fácil actualmente y requiere fuerza de voluntad.

La regla en la Tierra actualmente es que la suciedad es fácil de adquirir y la limpieza es difícil de realizar.

¿Con qué frecuencia intentamos disculparnos cuando hacemos algo que sabemos que está mal?

¿Con qué frecuencia argumentamos a favor de lo que está mal?

Piensa en los argumentos a favor del aborto.

La única explicación posible para apoyar el aborto es que se trata de una racionalización para el hedonismo:

“Lo primero soy yo y necesito hacer lo que me de placer inmediato sin importarme los demás”

Estamos rodeados de incitaciones hacer las cosas equivocadas. Y es imposible para el hombre vencer a tanto pecado por su cuenta.

La única posibilidad que tenemos es unir nuestros dolores y sufrimientos, cuando llegan, a la obra redentora de Jesucristo.

Y aprovechar esos momentos de dolor y sufrimiento para avanzar en los cambios que Dios quiere para purificarnos.

Porque si no nos purificamos no llegaremos a vivir la vida eterna que nos promete Dios.

O en el mejor de los casos debemos pasar por una larga etapa de Purificación en el purgatorio

Dios quiere que aprendamos a obedecerle por eso nos ha dado los diez mandamientos y muchas otras piezas de moralidad que podemos encontrar en el Antiguo y en el Nuevo Testamento

Él quiere que empecemos a vivir en la tierra a semejanza de Él.

Por eso nos pone pruebas para que avancemos.

Y estas pruebas no son castigos ni son cosas que suceden al azar.

Piensa por ejemplo algo que en general sucede a los seres humanos.

Empezamos a tener algún dolor físico o alguna deficiencia y ahí nos hacemos la película de lo que podría pasar en el futuro si esto avanza.

Si somos medianamente devotos le pedimos al Señor que nos solucione el problema.

Pero el Señor no lo soluciona inmediatamente y nos deja para que nosotros reflexionemos sobre nuestras cosas en esos momentos en que estamos débiles y temerosos.

Nuestra debilidad nos pone aptos para revisar nuestra relación con Él y que tan bien estamos caminando en lo que Él pide de nosotros: que hagamos el bien.

Y mientras reflexionamos sobre nuestras vidas debemos entregar nuestros sufrimientos a la obra redentora de Jesucristo para obtener mayores beneficios.

  

CÓMO UNIR NUESTROS SUFRIMIENTOS A LOS DE JESUCRISTO

El sufrimiento es un aspecto difícil de la condición humana.

Ha llevado a muchos a alejarse de la fe y buscar consuelo en otras cosas. Sin embargo, es sólo a través de Dios que podemos superar el sufrimiento.

Un ejemplo se encuentra con Santa Teresa de Lisieux, que fue capaz de transformar el sufrimiento en amor.

Ella entendió el valor de su sufrimiento para salvar almas.

De la misma manera, Jesús le dijo a Santa Faustina, que aceptara todos los sufrimientos con amor.

Cuando nos enfrentamos a la realidad de sufrir la mayoría de nosotros retrocede, o incluso huye, porque creemos que vamos a estar exentos de la realidad del sufrimiento.

Sin embargo esto no es posible.

Aunque no nos guste el sufrimiento es una parte inevitable de la condición humana, de nuestra condición caída como consecuencia del pecado original.

Debemos llegar a un acuerdo con la realidad de que el sufrimiento nos hará ya sea “mejores o amargos”.

El sufrimiento por su naturaleza, no es ni bueno ni malo: es neutro porque depende en gran medida de cómo el individuo lo interpreta y vive a través de él.

Pero podemos santificar nuestro dolor.

Verdaderamente el único medio por el cual podemos santificar el sufrimiento es mediante la unión de nuestro sufrimiento con los sufrimientos de Nuestro Señor.

Jesús podría haber salvado al mundo de muchas maneras, pero escogió salvar el mundo con su encarnación, la vida, la enseñanza, las palabras, los milagros, pero sobre todo a través del sufrimiento que Él ha querido soportar por todos nosotros.

Depende de nosotros unir nuestros sufrimientos a los sufrimientos de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, especialmente en su pasión dolorosa.

Nos corresponde a nosotros reconocer las diferentes formas de sufrimientos que Dios nos puede enviar.

También es clave reconocer que muchos de los sufrimientos que padecemos son enviados por Dios, como leemos en el libro de Job que estaba afligido por muchas formas de sufrimiento.

¿Cuáles podrían ser las diferentes formas de sufrimiento? De hecho, hay muchas

Física es la más obvia; nuestro cuerpo sufre de una forma u otra: dolor de cabeza, dolor de muelas, recuperación de la operación, dolor de espalda, etc.

La sociedad y la cultura parecen estar alejándose de Dios y toda moral; debido a esto sufrimos.

Un miembro de la familia, posiblemente muy cerca de nosotros, ha tomado decisiones equivocadas y está siguiendo un camino equivocado.

Nos gustaría dirigirlo por el camino correcto, pero él se niega.

Sufrimos miedos, preocupaciones, dolores, incertidumbres sobre el futuro, la tristeza debido a muchas circunstancias.

Sufrimos espiritualmente. A pesar de nuestros buenos esfuerzos parece como si Dios estuviera distante, que Él realmente no me reconoce o realmente se no preocupa por mí.

Ahora, el elemento clave es ser consciente de nuestro sufrimiento en estas áreas y unir nuestros sufrimientos al a Jesucristo.

Por medio de esta unión con Cristo nos santificamos, santificamos nuestra familia, santificamos la Iglesia, y santificamos al mundo en general.

Por esta razón, Santa Teresa de Lisieux afirmaba “cuando hacemos el mal todo el mundo baja; cuando hacemos el bien elevamos todo el mundo más cerca del cielo”.

Coloca tu dolor de cabeza, el conflicto con tu esposo o esposa, el trastorno emocional, tu propia noche oscura, en la patena de la misa.

Luego, cuando el cura consagra la hostia y el vino en el cáliz, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, tus sufrimientos son elevados a máxima potencia para tu santificación, así como para la santificación de todo el mundo.

Y hay un paso más para hacer nuestros sufrimientos más eficaces.

Al recibir a Jesús en la santa eucaristía con fe, fervor, amor y devoción, nuestros sufrimientos son santificados al máximo.

E incluso más. Jesús nos da la gracia, la paz, y la fuerza para llevar nuestra cruz, y Él incluso aliviar el dolor.

¿Y por qué no empezar ahora?

Reza el ofrecimiento de la mañana y da todo a los Corazones de Jesús y María.

Luego, cuando el sufrimiento te visite, ya sea físico, moral, psicológico, emocional, social, familiar, etc., únete a la cruz y Jesús.

Tu sufrimiento tendrá un valor infinito porque se une con los propios sufrimientos de Jesús.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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Donde reside el Poder Sanador del Santo Rosario

Una de las cosas más misteriosas del Santo Rosario es que abre la puerta para la poderosa curación de Cristo.

Quién reza el Rosario experimenta el verdadero poder sanador del plan de Dios.

A través de la mano de la Santísima Virgen María.

Y su protección contra las insidias del maligno.

Cuando alguien empieza a rezar el rosario comienza experimentando en los misterios gozosos las primeras etapas de la vida y la infancia de Jesús.

Desde ahí comienza a filtrarse el amor de Dios en su propia vida.

Y a experimentar la curación de las heridas profundas que ha recibido en las etapas más tempranas de su vida.

Mientras sigues orando sientes una presencia permanente amorosa y preocupada, la presencia femenina de una madre, que está al lado tuyo en el trayecto.

Llega un momento en que las compuertas se abren y las emociones retenidas por mucho tiempo en tu corazón brotan como una fuente de curación.

Es a partir de ahí cuando logras hacer el enlace entre tu vida, la vida de Jesús y el plan de salvación de Dios, llevado de la mano de María.

  

EL PROBLEMA CENTRAL DE SANAR EL PECADO

El problema central en nuestra vida es el pecado.

Lo solemos ver como las cosas tristes y espantosas que hacemos y nos hacen.

Nos sentimos avergonzados y culpables de lo que hemos hecho.

Pero el pecado es más que eso. La Biblia dice en Romanos 3: 23 “todos pecaron y están privados de la gloria de Dios”.

Fuimos creados para compartir la vida eterna con Dios, pero el pecado original lo arrastramos desde que los primeros hombres desobedecieron a Dios.

El efecto en nosotros es el dolor y el sufrimiento permanente.

Y cómo difícilmente podamos vivir con esta carga, nos volvemos insensibles al pecado e insensibles a la bondad de la vida; y nos adentramos más en los actos pecaminosos.

Nuestra parte alegre muere poco a poco, nos confundimos, nuestra vida se vacía, nos desesperamos, y poco a poco vamos muriendo espiritualmente.

Esto es contagioso porque vivimos en un mundo lleno de maldad, al lado de personas pecaminosas.

De modo que el signo más importante el pecado son nuestras heridas internas, nuestros dolores.

La solución de Dios para procurar la cura fue sencilla.

Hace 2000 años hizo nacer una niña de unos tales Joaquín y Ana. A esta niña que los padres la llamaron María.

Dios la conservo de la mancha del pecado original, tan pura como nació Eva la primera mujer.

Pero al revés de Eva, María le dijo sí a la obediencia de Dios y concibió a un hijo llamado Jesucristo.

Dios se encarnó en Jesucristo para resolver el problema del pecado.

En los evangelios vemos que el ministerio de Jesús estuvo signado por la cura de la enfermedad del pecado, en términos físicos y en términos espirituales.

Y finalmente nos dio el gran mensaje del perdón de los pecados por su muerte.

Luego de la muerte de Jesús en la cruz Dios continúa el ministerio a través de los apóstoles y de su madre María.

Y llegamos a un punto muy importante que es cuando María le da al mundo el regalo sanador del Santo Rosario.

Dios nos perdonó los pecados pero no debemos seguir pecando; nos debemos sanar de nuestra “mochila” y de la influencia de la sociedad.

  

EL PODER SANADOR DEL ROSARIO

Con el rosario atravesamos las etapas de la vida de Jesús experimentando su ministerio sanador en sus diversos tratamientos.

Mientras lo rezamos guardamos esas cosas en nuestro corazón cómo hizo María.

María cumple el rol de enfermera que nos auxilia en la cirugía que realiza Jesús en nuestra vida.

María como madre acompaña a su hijo (nosotros) cuando ingresa al hospital para curarse.

Ella está al lado de nuestra cama mientras Jesús nos aplica el tratamiento.

Cuando recorremos los misterios del Rosario entramos en cada etapa de la vida de Jesús y experimentamos lo que es una vida sana y perfecta; y cuáles son los requisitos

Empezamos a compartir su salud, somos sanados y recuperados en el nivel más profundo de nuestro ser.

Porque la meditación del Rosario nos lleva a reflexionar sobre cada etapa significativa de nuestra vida.

Y ahí Jesús comienza a sanar lo que estaba roto y herido en nosotros.

Al rezar el rosario de esta manera profunda, abrimos suavemente los lugares más oscuros de nuestros recuerdos, miedos y dolores.

Y una vez que las heridas están exhibidas es que puede comenzar efectivamente la curación de Cristo.

Juan Pablo II dice:

Se vuelve natural traer (a través del Rosario) todos los problemas, ansiedades, labores y esfuerzos que forman parte de nuestras vidas…

Rezar el Rosario es entregar nuestras cargas a los corazones misericordiosos de Cristo y su madre.

Pero como somos personas viviendo en sociedad y nuestros dolores no se relacionan solamente con nosotros individualmente, oramos por nuestras familias y por el mundo en general.

Nuevamente San Juan Pablo II dice:

Al mismo tiempo, nuestro corazón puede abrazar en las décadas del Rosario todos los eventos que conforman las vidas de los individuos, las familias, las naciones, la Iglesia y toda la humanidad.

Los santos no han dejado de recomendar fervorosamente su rezo debido a este gran poder sanador del Rosario.

  

LO QUE RECOMIENDAN LOS SANTOS SOBRE EL ROSARIO

En Cruzando el Umbral de la Esperanza, San Juan Pablo II escribió:

Gracias a San Luis de Montfort, se llegó a comprender que la verdadera devoción a la Madre de Dios es en realidad cristocéntrica.

De hecho, está muy profundamente arraigada en el misterio de la Santísima Trinidad, y los misterios de la encarnación y redención.

Dame un ejército que diga el Rosario y yo conquistaré el mundo. (Bendito el Papa Pío IX)

El Rosario es el arma para estos tiempos. (San Padre Pío)

El Rosario es la más excelente de las oraciones y el medio más eficaz de alcanzar la vida eterna. Es el remedio para todos nuestros males, la raíz de todas nuestras bendiciones. No hay manera más excelente de orar. (Papa León XIII)

El método más grande de orar es rezar el Rosario. (San Francisco de Sales)

El Santo Rosario es un arma poderosa. Utilícelo con confianza y usted se sorprenderá de los resultados. (San José María Escrivá)

Si quieres alcanzar estas almas endurecidas y llevarlas a Dios, predica mi Rosario. (Nuestra Señora a Santo Domingo)

No hay problema, te digo, no importa lo difícil que sea, que no podemos resolver con la oración del Santo Rosario. (Hermana Lucía de Fátima)

Si deseas convertir a alguien a la plenitud del conocimiento de Nuestro Señor y de Su Cuerpo Místico, enséñale a orar el Rosario. Una de dos cosas sucederá. O bien dejará de decir el Rosario, o recibirá el don de la fe. (Venerable Fulton Sheen)

El Rosario es una escuela para aprender la verdadera perfección cristiana. (San Juan XXIII)

El Rosario es una Biblia en una Cadena. (Padre Ronan Murphy)

Cuando las personas aman y recitan el Rosario encuentran que las hace mejores. (San Antonio María Claret)

Un día, a través del Rosario y del Escapulario, Nuestra Señora salvará al mundo. (Santo Domingo)

Es a través de la Santísima Virgen María que Jesucristo vino al mundo, y es a través de ella también que él reinará en el mundo. (Saint Louis de Montfort)

El Rosario es una oración magnífica y universal para las necesidades de la Iglesia, de las naciones y del mundo entero. (San Juan XXIII)

Sin embargo hay gente que tiene resistencias a rezar el Rosario asiduamente, a pesar de lo que recomiendan los santos.

Una resistencia está relacionada con la idea de que damos demasiada primacía a la Virgen María.

Esta falsa idea se rebate si piensas a María como la enfermera que te está cuidando y asistiendo mientras Jesús te aplica los tratamientos para sanarte.

Ella es la encargada de hacerte cumplir las prescripciones dadas por Jesús.

Y por eso los misterios del Rosario se relacionan básicamente con la vida de Jesús.

La otra resistencia viene por el lado de que algunos experimentan el rezo del rosario como muy monótono e incluso largo.

Sin embargo es esa repetición es la que nos permite abrir nuestro corazón para que el Señor nos sane.

Somos sanados en la medida que abrimos nuestros armarios más ocultos, comprendemos la suciedad que hay en ellos y nos dejamos limpiar por la fuerza que nos da Jesús.

Esto no funciona conscientemente, sino que es sobre todo un proceso espiritual infuso, en el que comprendemos lentamente el camino.

Por esto debes animarte a empezar a rezar el rosario con esta mentalidad, de que es la gran herramienta sanadora que Dios nos ha dado para cumplir su plan en la Tierra.

  

EL PODER SANADOR DEL ROSARIO CONTRA LAS INSIDIAS DEL MALIGNO

El exorcista padre Gabriele Amorth decía que un colega suyo le escuchó decir al diablo en un exorcismo, que cada Ave María es como un golpe en su cabeza.

Y que si los cristianos supieran el poder del Rosario sería su fin.

De ahí que el rosario es un arma de protección, tiene un extraño poder sobre las fuerzas malignas.

Cada vez que recitas un Ave María estás recibiendo protección de la Santísima Virgen y gracias.

Por eso cualquiera que vaya a María y rece el Rosario con devoción no puede ser tocado por satanás.

Esto equivales a decir que reduce las insidias del maligno para producirte enfermedades.

El poder de Rosario además está en que se trata de una oración y de una meditación que se dirige a las figuras centrales del Cielo: al Padre, al Hijo, a la Santísima Virgen y a la Santísima Trinidad.

Un vidente además recibió el mensajes de que,

“Cuando rezas ‘Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora…’, la Santísima Madre viene instantáneamente a tu lado para orar contigo.

Y ella no viene sola. Ella trae a ángeles con ella.

Y no solo uno o dos, ya que ella es la Reina de los Ángeles, así que los coros de ángeles la acompañan.

Y Ella y Jesús están unidos en el corazón y no pueden separarse, así que ella trae a Jesús con Ella.

Y Jesús no puede ser separado de la Trinidad, por lo que Él trae al Padre y al Espíritu Santo con Él

  

CONSEJOS RÁPIDOS PARA REZAR EL ROSARIO

  

Planifica el tiempo

Pon un tiempo determinado para rezar el Rosario todos los días.

Trata de formar el hábito de orar el Santo Rosario.

Los hábitos se forman por la repetición de la misma acción.

  

Reza aun cuando no te sientas con ganas de orar

No tener ganas de rezar es una tentación sutil del diablo.

Incluso si no tienes ganas de rezar el Rosario, reza de todos modos por amor a Jesús y a María.

En el Jardín de Getsemaní Jesús sufrió una desolación muy intensa, y aun así Jesús oró con fervor, aún más intenso. ¡Que Jesús sea nuestro modelo!

Verás que rápidamente te sientes feliz de haber tomado la decisión de rezar en ese momento.

  

No reces a toda velocidad

Debes disfrutar la meditación del Rosario.

El poder sanador del Rosario es mayor cuando te das tiempo para meditar.

Especialmente para abrirte inconscientemente.

La diferencia entre hacerlo rápido o lento podrían ser 10 minutos solamente.

Y si rezas más de un rosario en el día, cuida que uno de ellos sea especialmente meditado en profundidad.

  

Rezalo en la Iglesia Doméstica

La familia es la Iglesia Doméstica, un santuario de oración.

Los padres deben ser los primeros maestros y transmisores de la fe católica.

Encuentra un lugar especial para la oración, para el oratorio familiar.

Todos nosotros hemos escuchado la famosa frase del Padre Patrick Peyton: La familia que reza unida permanece unida.

  

Pide auxilio para las distracciones

Las distracciones van a existir, son parte de la vida.

Mientras el diablo quiere distraernos de la oración profunda, nuestro ángel de la guarda está siempre listo para ayudarnos.

Pide ayuda de tu ángel de la guarda para concentrarte en la recitación del Rosario.

Y si te duermes mientras rezas no sientas culpa, porque lo harás con el tema del rosario en tu mente y corazón.

  

Reduce el ruido

Ser bombardeado por el ruido constante va contra la vida espiritual, incluida la vida de oración.

El tiempo de oración debe ser tiempo de silencio.

  

Utiliza imágenes sagradas

Como personas humanas, estamos compuestas tanto de cuerpo como de alma.

Para llegar al reino espiritual es muy útil utilizar imágenes, estatuas, iconos, pinturas, etc.

No adoramos estas imágenes, pero amamos a quienes representan.

Es recomendable rezar delante de una imagen mariana.

  

Usa velas e incienso

Para realzar la atmósfera.

La penumbra de la vela te ayuda a concentrarte y no dispersarte en lo exterior.

El incienso que es el símbolo de nuestras oraciones elevándose al trono del Todopoderoso.

  

Reza por Intenciones

¿Por qué no poner intenciones específicas en las manos y el Corazón de María en cada Rosario que se recita?

Reza con una consigna central que dirás al principio.

  

Pide la Gracia en cada Misterio

Antes de recitar cada misterio, es muy útil pastoralmente recordar el pasaje bíblico al que se refiere.

Y luego pedir la gracia, el fruto o la virtud presentada en el Misterio o escena.

Por ejemplo, en el Misterio de la Visitación admiramos el gran amor que María por su vecina, su anciana prima Isabel que estaba embarazada.

Entonces pidamos esa gracia para nosotros, de ocuparnos por los demás.

  

Canta himnos

San Agustín nos recuerda que el que canta reza dos veces

Por lo tanto al principio y al fin del Rosario se puede entonar alguna estrofa de algún himno.

Y también se puede hacer al fin de cada misterio una más corta.

Esto especialmente cuando se reza en grupo, pero también se puede hacer individualmente.

  

En el rezo del rosario comunitario

Hay sólo dos personas que hablan, el líder y el pueblo que responde.

No se deben hablar entre ellos, porque están hablando y escuchando atentamente a la Santísima Madre y a Su Hijo.

Ya su vez meditando sobre la escena de cada misterio, tratando de traducirlo para su vida.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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Cómo se Transfieren los Espíritus Malignos y cómo Defenderse

Estamos rodeados de espíritus (ángeles) malos y buenos que tratan de influenciarnos.

Unos para que caigamos y otros para que sigamos el plan de Dios para nosotros.

¿Pero cómo viajan esos espíritus? ¿En qué situaciones pueden afectarnos?

¿Se transfieren de una persona a otra? ¿Se nos transfieren los espíritus de una persona cuando oramos por ella?

¿Cómo debemos defender de las transferencias o ataques de espíritus malignos?

Estas preguntas las intentamos responder en este artículo con datos bíblicos y experiencias de místicos y santos.

Y también daremos al final una serie de recomendaciones.

Empecemos por el principio; cómo se generaron los espíritus malignos que atacan a las personas.

Cómo sabemos en la escatología católica un grupo de ángeles se rebeló contra Dios.

Y ellos fueron combatidos y sofocados por otro grupo de ángeles liderados por San Miguel Arcángel.

Los ángeles rebeldes fueron condenados al infierno.

Pero aun así sabemos que vagan por la Tierra tratando de hacer tropezar y caer a los seres humanos.

Ellos tientan, engañan, acusan, condenan, afligen destruyen.

Pero pueden entrar a actuar contra cada ser humano cuando se les da la oportunidad de una puerta abierta.

Cada persona es un objetivo de estos espíritus inmundos, pero sólo son efectivos en su propósito si la persona le da la oportunidad de entrar en su vida.

Los demonios no pueden entrar a afectar a la persona en cualquier momento que lo deseen.

Necesitan una puerta que esté abierta.

Pero primero hablemos como es que los demonios recorren la Tierra.

  

LOS DEMONIOS RECORREN LA TIERRA

Es desconcertante y misteriosa la libertad que tienen satanás y sus secuaces para vagar por la tierra causando daño.

¿No fueron enviados al infierno por toda la eternidad?

¿Entonces porque se le permite vagar fuera del infierno?

La escritura es clara cuando dice que satanás y los ángeles caídos fueron arrojados al infierno.

En 2 Pedro: 2-4 leemos que Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los envió al infierno para ser juzgados y encadenados.

Y en Judas 1: 6 se lee qué los ángeles están atados con cadenas eternas para el juicio en el gran día.

Sin embargo en el Apocalipsis 20: 1-3 dice que un ángel descendió del cielo con la llave del pozo sin fondo y una gran cadena, y ató durante 1000 años a satanás para que no engañara a las naciones.

De modo que luego de los mil años saldría de nuevo con todo su furor.

Sin embargo en Apocalipsis 12: 8-9 se dice que satanás fue arrojado a la Tierra y sus ángeles con él.

Y en Job 1:7 Yahvé le pregunta a satanás de “dónde has venido” y satanás le contesta “de vagabundear por la tierra yendo y viniendo sobre ella”.

De modo que aun estando condenados al infierno, algunos o todos, los demonios pueden vagar por la Tierra.

No se ven en su vagabundeo porque no tienen cuerpos.

Pero sí podemos ver su influencia en las tentaciones y las demás mortificaciones que producen en los hombres.

Quizás los que vagabundea por la Tierra aún tengan cadenas, por eso no ejercen un poder tan grande como el que podrían.

Tal vez luego de los mil años satanás sea desatado totalmente y ahí sí podrá desplegar toda su furia contra las naciones.

En el Apocalipsis 20: 7-10 dice que cuando se cumplan los mil años satanás será liberado del infierno y saldrá a engañar a las naciones.

Pero luego descenderá un fuego del cielo y los consumirá, siendo arrojados al lago de fuego y azufre, por los siglos de los siglos.

Ese breve período será el de la gran tribulación, luego de lo cual los ángeles caídos definitivamente serán enviados al lago de fuego y su accionar terminará para siempre.

De modo que podemos pensar que los demonios actúan en la Tierra con un poder limitado actualmente.

Pero que en la gran tribulación serán desatados para expresar toda su furia, y derrotados completamente, serán enviados al lago de fuego.

¿Pero porque Dios permite a algunos demonios o todos vagar por la Tierra?

Una razón es que Dios permite que el mal sea una condición necesaria para la libertad de las criaturas que ha creado.

O sea, que son una especie de prueba a la respuesta que demos con nuestro libre albedrío, para nuestra educación.

Dios permite que el mal esté presente, pero al mismo tiempo nos da la gracia para vencerlo.

Así las tentaciones y los dolores que sufrimos tienen mayor mérito que si estuviéramos en un paraíso sin pecado.

De modo que vivimos bajo la influencia de los demonios y el cuidado de los ángeles, quiénes son dos tercios del total de ángeles.

Por otro lado los demonios también sufren y tienen victorias y derrotas, cómo se puede leer en las transcripciones de los exorcismos.

Allí se ve como el pueblo de Dios reza y utiliza los sacramentos y los sacramentales para combatir a los demonios, y ellos sufren mucho por esto.

Hay que tener en cuenta lo que dice San Juan María Vianney:

“Satanás es como un perro encadenado, puede ladrar alto, amenazadoramente, pero sólo puede mordernos si nos acercamos demasiado. ¡Mantén tu distancia!”

   

TRANSFERENCIA DE ESPÍRITUS

Los demonios o sea los espíritus inmundos, no son omnipotentes.

Sólo entran a afectarnos cuando les abrimos una puerta.

Una puerta es una valla que separa dos ambientes; es a la vez una entrada y una salida.

Podemos abrir nuestras puertas espirituales hacia bendiciones cuando obedecemos la palabra de Dios.

O podemos abrir puertas espirituales que nos llevan a una maldición cuando por ejemplo caemos en el pecado.

Esta es la puerta que les abrimos a los espíritus inmundos.

El espíritu de una persona puede ser influenciado por fuerzas espirituales del bien o del mal, ángeles buenos o ángeles malos.

Y normalmente lo es por los dos.

El espíritu se puede transferir desde una persona o grupo o cosas hacia otra persona .

En Números 11: 16 -17 se muestra claramente cómo se transmiten los espíritus, en este caso los buenos.

Yahvé le dijo a Moisés que reuniera a 70 de los ancianos de Israel y que se los trajera a la puerta del Tabernáculo.

Él descendería y tomaría el espíritu que está en Moisés y lo pondría en ellos.

Y le explica que esto lo haría para que ellos también lleven la carga del pueblo y no sólo la lleve Moisés.

De modo que el espíritu que estaba Moisés fue transferido a estos ancianos.

Algo así como que hubo una unidad de espíritus.

¿Podemos hacer esto hoy nosotros?

Tal vez sí, a través de los grupos en los que actuamos, lo que le decimos a la gente, lo que predicamos y también la imposición de manos.

Cuando hacemos estas cosas transferimos nuestro espíritu, lo transportamos a una persona o grupo.

Pero sí también nosotros poseemos un espíritu influenciado por el maligno cuando le abrimos las puertas, entonces podemos transferir un espíritu malo.

Quién transfiere un espíritu malo no quiere decir que esté poseído, sino simplemente que es receptivo o tiene abierta una puerta para que actúen a través de él los espíritus malos.

Los espíritus pueden transferirse de persona a persona, de un lugar u objeto a una persona, de una persona un lugar u objeto.

También puede suceder que los espíritus transferidos sean heredados por el árbol genealógico y emerjan en algún momento de la vida, aunque hayan permanecido inactivos durante un largo período.

Nuestros pecados son una de las puertas que le abrimos para los espíritus del maligno.

Recuerda que pecamos con nuestros ojos, nuestros oídos, nuestras manos, nuestra lengua y nuestra mente.

Pero también otra persona nos puede transmitir un espíritu maligno por el contacto de imponerle las manos cuando tiene un espíritu maligno.

Esto lo podemos ver claramente en 1 Timoteo 5:22 donde dice textualmente:

“No te apresures a imponer las manos a nadie, no sea que te hagas cómplice de pecados ajenos. Consérvate puro.”

Esto es más para los laicos que para los sacerdotes, religiosos, diáconos, consagrados, porque ellos tienen una defensa mucho más importante y eficaz.

Y es especialmente importante para tener en cuenta cuando oramos por liberación de una persona, aunque no le impongamos las manos.

Por lo que si bien queremos transferir nuestro espíritu o el del espíritu del grupo oración a la persona, también podemos tener la transferencia de la persona por la que estamos orando y en sentido inverso.

En Proverbios 22: 24-25 aparece claramente que se puede transferir un espíritu simplemente sintonizando con una persona.

En este versículo se recomienda no hacer amistad con un hombre enojado o furioso porque si no “aprenderás sus caminos y tu alma tropezará”.

Esto es lo mismo que le decimos a un niño “no andes con amistades equivocadas”.

Porque si no, aprenderemos sus caminos y nos transferirán su espíritu malo.

  

TRANSFERENCIA CUANDO ORAMOS POR OTROS

Se sabe que grupos de rock satánico ponen sus manos sobre las grabaciones que realizaron, donde hay todo tipo de expresiones malignas transmitidas.

Con la intención de transferir los espíritus que hay allí.

También había un mago muy conocido en la televisión en Estados Unidos que recomendó “pon tus manos en la pantalla de TV y recibirás algo que hay detrás de todas las artes mágicas ¡lo oculto!”.

Y pentecostales dicen que registraron en un avivamiento en Brownsville, que algunos satanistas fueron a la reunión dejándose imponer las manos, tratando de alterar el avivamiento.

Cuando se ora por alguien sobre quien no se tiene autoridad, como por ejemplo un amigo, se puede experimentar la cruz de esa persona y recibir los “dardos de fuego del demonio”, como se dice en Efesios 6:16.

Santa Faustina Kowalska dice en su diario 311:

“En un momento mi alma se volvió como una piedra seca llena de tormento e inquietud.

La desconfianza y la desesperación invadieron mi corazón.

Esta es la condición de la gente pobre que yo misma he asumido.

Al principio estaba muy asustada.”

Durante la transferencia Dios permite que la persona que reza oraciones de liberación llevé la cruz de la persona afligida.

Para que la víctima reciba gracias sanadoras cuando la cruz sale de sus hombros.

Es el gran misterio que San Pablo dice en Gálatas 6:2:

“Llevad los unos las cargas de los otros y así cumplireís la ley de Cristo”.

En 2 Corintios 5:21 dice que aunque Cristo no tenía ningún pecado Dios lo hizo cargar con nuestros pecados.

Otro ejemplo es cuando Simón de Cirene ayudó a Jesús a llevar su cruz.

O cuando en Mateo 26:40 Jesús les reprocha a sus discípulos que no se quedaron velando, mientras Él estaba en el huerto de Getsemaní orando por nuestros pecados.

Santa Faustina en su diario 41 dice:

“Vi a un siervo de Dios en peligro inmediato de cometer un pecado mortal.

Empecé a suplicar a Dios que se dignaste a enviarme todos los tormentos y sentí una corona de espinas en la cabeza. Esto duró 3 horas.

El siervo de Dios fue liberado de este pecado y su alma fue fortalecida por una gracia especial de Dios.”

Cuando se impone las manos a una persona no se pide llevar la cruz por su pecado, blasfemia, resentimiento etc.

Porque esto está reservado a grandes Santos, almas víctimas y místicos.

Cuando uno se entrega a la intercesión por del otro hay un sufrimiento emocional como lo describe la Madre Nadine de los Intercesores del Cordero:

“Hay muchas formas en que podemos experimentar ser víctimas de nuestra propia intercesión: una forma se llama transferencia.

Una vez que la persona recibe la gracia la transferencia se levantará.

Estas transferencias suelen ser transferencias emocionales.”

Este tipo de transferencias pueden ocurrir sin que la solicitemos.

Incluso si la persona tiene la protección del Sacramento de las Sagradas Órdenes, como un sacerdote, Obispo, diácono.

El diácono Guadalupe Rodríguez nos da un testimonio al respecto:

“Todavía recuerdo haber orado por una persona afligida hace más de una década y haber recibido una transferencia.

Recé oraciones de liberación para un drogadicto, porque estaba luchando.

Y durante un día entero tuve un gran deseo de drogas.

Esto sucedió para que la persona pudiera experimentar la cruz saliendo de su espalda y pudiera recibir las gracias sanadoras para combatir la adicción.”

Santa Faustina en su diario 192 da un ejemplo de una transferencia emocional:

“Una vez tomé una terrible tentación que uno de nuestros estudiantes en la casa de Varsovia estaba pasando.

Fue la tentación del suicidio.

Durante 7 día sufrí y después de los 7 días Jesús le concedió la gracia que se le pedía y luego mi sufrimiento también cesó”.

Por lo visto estas transferencias no duran mucho como regla general.

Y la mejor manera de deshacerse de ellas es rezando oraciones de liberación por uno mismo, frente al Santísimo Sacramento.

Es por esta razón que los laicos no deberían imponer las manos sobre la cabeza de un doliente, porque eso puede causar transferencias.

Por otro lado, quienes están en el Ministerio de Liberación deberían ser personas de oración profunda y estar en gracia cuando oran oraciones de liberación para otras personas.

Y además estar dispuestos a tener algún dolor y sufrimiento debido al profundo amor a Dios.

Sin embargo el espíritu sopla por donde quiere y Santa Catalina de Siena, que no tenía una orden Sagrada, liberó a poseídos cuando los exorcistas no podían hacerlo.

Esto da pie a lo que se lee en Lucas 9: 49-50 dónde Juan le cuenta a Jesús que vieron a alguien echando demonios y trataron de impedírselo porque no estaba con ellos.

Entonces Jesús le dice que no se lo impidan porque el que no está en contra de Jesús está a favor de Jesús.

Por eso es importante prever las posibles transferencias cuando oramos por alguien y especialmente cuando le imponemos las manos en una oración de liberación.

Y por eso siempre es aconsejable decir una oración de protección antes de la sesión de liberación, para evitar la transferencia de espíritus de aflicción y de enfermedad.

La oración puede invocar el nombre y la sangre de Jesús cómo protección y para atar cualquier espíritu de represalia.

También en esta oración se puede invocar la protección de la Santísima Virgen y los Santos Ángeles.

Otra estrategia cuando uno ora es poner a Jesús en el medio para eliminar cualquier represalia.

Esto se hace enfocándose en Jesús, imaginando que Él se impone entre ti y la persona o grupo que tiene la maldición o la aflicción.

Declara estar convencido que Jesús el Buen Pastor es el único protector.

Y luego pídele su escudo e imagina un escudo alrededor tuyo.

  

CÓMO DEFENDERTE ANTE TRANSFERENCIAS Y ATAQUES MALIGNOS

Para que el maligno actúe duraderamente debemos haber abierto alguna puerta para que ingrese.

Él penetra cuando nosotros abrazamos y justificamos el pecado, como por ejemplo el aborto.

También cuando hemos tenido experiencias traumáticas y no las hemos superado, por ejemplo abuso, rechazo, accidentes, divorcios, problemas económicos.

Abrimos la puerta también cuando creemos algunas mentiras del enemigo que aparentemente son inocuas, “qué te va a hacer fumar marihuana de vez en cuando” o “qué te va a hacer tomar una copa más”.

Los espíritus malignos también entran cuando nos exponemos a cosas impías, como por ejemplo pornografía, películas de terror, música satánica, amistades impías qué cultivan el esoterismo y el ocultismo, creer en horóscopos y tiradas de cartas…

El no perdonar también genera rencor y por ese rencor entra el maligno.

Y también puede entrar cuando hemos sido maldecidos de alguna manera.

Las maldiciones pueden ser pronunciadas específicamente de palabra sobre nosotros o haber sido objetos de hechizos o trabajos.

O pueden ser maldiciones generacionales que son patrones dañinos que se transfieren a través del linaje familiar como alcoholismo, suicidio, abuso…

Muchos de los que son atacados sienten cuando el espíritu se está transfiriendo o está actuando.

En esos momentos deberías desconectarte de cualquier pensamiento desagradable y rechazarlo.

Si está oscuro enciende la luz y ve al sol, sal a caminar.

Ora a Dios con fe dándole gracias por el auxilio que le pides y pide que te mande a sus ángeles para ayudarte.

Apaga tu imaginación y concéntrate en el momento actual, no pienses en cosas del pasado ni de lo que puede suceder en el futuro.

Cambia lo que estás haciendo en este momento por ejemplo ve a comer algo o beber, comienza a leer las escrituras o algún libro devocional.

Y si persiste ayuna.

Pon un CD con cantos gregorianos o música católica.

Recuerda las cosas buenas que te han pasado en la vida y todas las bendiciones que Dios te ha dado.

Recuerda a las personas qué han sido benefactores tuyos o a las que estás estrechamente ligado.

Haz sociabilidad con otras personas que sean positivas y te ayuden a cambiar tu estado de ánimo.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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