¿Es creíble que la Casa de Nuestra Señora en Nazaret haya sido trasladada por ángeles de Tierra Santa a Italia, por el aire?
¿Cómo se desprendió la Santa Casa de sus cimientos y volvió a aparecer intacta a 3.200 kilómetros de distancia?
¿Es la misma casa o una falsificación?
La conclusión científica es que hubiera sido más milagroso haberla trasladado con esa precisión en el siglo XIII, que si la hubieran trasladado ángeles por el aire.
LA SANTA CASA: DE NAZARET A MARCHE
La casa del nacimiento de Nuestra Señora y donde el Arcángel Gabriel le anunció la Encarnación, ha estado durante muchos siglos en la ciudad de Loreto (Santa Casa de Loreto), en la región de Marche en Italia, frente al mar Adriático.
Sin embargo, la Anunciación tuvo lugar en Nazaret, en Tierra Santa, donde los cimientos de la Santa Casa permanecen hasta nuestros días.
Cuando es comparada con las dimensiones y características de la Casa de Loreto, coinciden perfectamente; pero las similitudes y concordancias no acaban aquí.
De acuerdo con la evidencia histórica, el movimiento tuvo lugar en el siglo XIII.
Pero ¿cómo pudo haberse hecho dado los pobres recursos tecnológicos de la época?
El movimiento es atribuido a una acción angélica oficialmente reconocida por los Papas y sostenida por Santos.
Sin embargo, dichas aprobaciones no pretenden explicar el procedimiento, por el cual se transporta un objeto del tamaño de una casa, de un continente a otro prácticamente durante una noche.
Esta transferencia, sin embargo, fue confirmada a través de documentación histórica y evidencia arqueológica.
Una vez más, para el asombro de muchos, la ciencia confirma a la Iglesia.
El Profesor Giorgio Nicolini, que dedicó su vida al estudio y la investigación del caso, habló en una conferencia organizada por “Amici del Timone” titulada “La historia de Movimiento Increíble de la Casa de María de Nazaret a Loreto”.
En base a estas evidencias científicas, demostró indiscutiblemente la veracidad de la transferencia milagrosa.
Durante su conferencia, el Profesor Nicolini demostró la existencia de numerosos documentos y testimonios de la transferencia, que la ciencia y los métodos humanos no pueden explicar.
También estableció una cronología del cambio en la ubicación.
El 9 de mayo de 1291 la Santa Casa estaba todavía en Nazaret.
En la noche del 9 al 10 de mayo de 1291, viajó cerca de 3200 kilómetros y llegó a Tersatto (ahora Trsat), en la región de Dalmacia, en lo que ahora es un suburbio de Rijeka, Croacia.
En esa ocasión, Nicolò Frangipane, Señor Feudal de Tersatto personalmente envió una delegación a Nazaret para determinar si la Santa Casa de hecho había desaparecido de su lugar original.
Los emisarios no sólo verificaron su desaparición, sino encontraron los cimientos sobre la que se construyó la casa y los de las paredes, de donde se desprendieron como un bloque.
Alrededor de estos cimientos en Nazaret, fue construida la Basílica de la Anunciación.
Hay que aclarar que en Loreto, la Santa Casa se mantiene firme, sin sus cimientos, directamente sobre el suelo.
En la noche del 9 al 10 de diciembre de 1294, la Santa Casa desapareció de Tersatto y aterrizó en varios lugares de Italia.
Durante nueve meses se mantuvo en una ladera con vista al Puerto de Ancona, de este modo fue llamada «Posatora», del latín «Posat et ora» (establecerse en la tierra y orar).
Luego fue construida una iglesia en el sitio como un monumento conmemorativo, así fue registrado y firmado por un cura «Don Matteo», probablemente un testigo.
Dos lápidas también conmemoran este acontecimiento.
Una de ellas es del mismo período de tiempo del evento; está escrita en el viejo latín vulgar.
La otra, del siglo XVI, está escrita en lengua vernácula y es una copia de la antigua.
La lápida más antigua de Posatora ya mencionaba a “Nuestra Señora de Loreto”, dejando claro que la inscripción fue hecha después de la partida de la casa del sitio.
En 1295, después de nueve meses en Posatora, la Santa Casa se trasladó a un bosque que pertenecía a una mujer llamada Loreta, cerca de la ciudad de Recanati.
De ahí proviene el nombre de Loreto.
Entre 1295 y 1296, después de pasar ocho meses en este lugar la Santa Casa fue transportada milagrosamente a una granja en el Monte Prodo perteneciente a dos hermanos de la familia Antici.
En 1296, después de cuatro meses en esta granja, la Santa Casa partió y aterrizó en la vía pública en el Monte Prodo que conecta Recanati y Ancona, donde permanece hasta el día de hoy.
Recubrimiento Exterior de la Santa Casa de Loreto que se conserva en la Basílica de Loreto
LAS EVIDENCIAS OBJETIVAS
Un sinnúmero de otros elementos dan fe de la verdad histórica de este inexplicable traslado de la Santa Casa.
Tres iglesias fueron construidas en Ancona – dos aún existen.
Testimonios de testigos que vieron “volando” la Santa Casa llegar a Ancona y detenerse en Posatora.
Por otra parte, en Forio, en la Isla de Ischia, pescadores que negociaban con Ancona narraron los acontecimientos que habían tenido lugar en 1295.
Sus informes llevaron a los habitantes de la ciudad a erigir una basílica dedicada a “Santa María de Loreto”.
Ellos también vieron la Santa Casa en Ancona con sus propios ojos.
Varios Obispos de la región aprobaron la veneración de los milagrosos traslados.
Durante siglos los Papas renovaron las aprobaciones hasta que Urbano VIII, en 1624, definitivamente estableció el 10 de diciembre como la Fiesta del Traslado de la Santa Casa de María, Madre de Dios.
Algunos Papas, entre ellos Pablo II, Julio II, León X, Pío IX, León XIII y Pío XI documentaron su reconocimiento del traslado.
Estos respectivos documentos, más allá de su aspecto religioso en los cuales los Papas reconocen el evento como sobrenatural, son reconocidos como documentos valiosos del historial científico.
El Profesor Nicolini reprendió fuertemente la mentalidad materialista, de agnósticos, ateos o protestantes, que buscaron desacreditar la autenticidad de la Santa Casa venerada en Loreto.
Algunos, negando el traslado angelical, fueron tan lejos como para fabricar una historia que una familia principesca imaginaria de Epiro llamada «Angeli» había desmantelado la casa y la había transportado ladrillo por ladrillo, a petición de los Cruzados, frente al avance destructivo de los musulmanes.
Y que «la familia» entonces reconstruyó la casa en Loreto.
En cierto modo, esta oposición animó a estudios más profundos, que terminaron por probar que en realidad la Santa Casa procedía de Tierra Santa.
Basilica de Loreto
Las pruebas incluyeron la composición química del material utilizado para construir la casa, su forma, y muchos detalles arquitectónicos. .
La operación del traslado, con las condiciones de transporte del siglo XIII, habría sido una más milagrosa hazaña que el traslado angelical.
Las piedras y los ladrillos se mantienen juntos con un material de mortero cuya composición física y química se encuentra sólo en Palestina y, precisamente, en la región de Nazaret.
Ellos son inexistentes en la región de Marche o en cualquier otro lugar en Italia.
Por otra parte, si la casa fue desmontada y reconstruida en un lugar tras otro a lo largo de su viaje uno no puede entender cómo podría haber mantenido las proporciones geométricas exactas de la casa de Nazaret. . Cuyos cimientos, hasta la fecha, coinciden perfectamente con las paredes de Loreto.
Ni hubiera sido posible que nadie hubiera visto o escuchado que la casa estaba siendo desmantelada y reconstruida más tarde.
Especialmente en el breve espacio de una noche en el centro de un santuario en Nazaret y luego de nuevo en Croacia e Italia.
Incluso más inexplicable es el hecho de que la Santa Casa, finalmente se estableciera en una vieja carretera de tierra.
En este camino, el paso de los animales y los carruajes naturalmente abrirían surcos en el centro del camino y formarían zanjas en ambos lados.
Por lo tanto es llamativa, la forma en que la casa aterrizó, sus tres paredes, sin cimientos están apoyadas en parte del suelo y en parte en el aire.
Hoy en día los peregrinos pueden ver esto por sí mismos a través de un suelo de cristal.
El Ayuntamiento de Recanati, por otra parte, ya tenía en ese momento prohibido la construcción de viviendas en la vía pública y había ordenado demoler todos los edificios que se encontraran violando la ordenanza.
Entonces, ¿cómo es posible que alguien haya reconstruido una casa en medio de la carretera sin que nadie lo notara?
Otro gran obstáculo proviene de la falta de medios en aquellos días para trasladar una casa entera, incluso si fuera desmantelada ladrillo por ladrillo y piedra por piedra.
Pesaría unas cuantas toneladas. El transporte por carretera probablemente habría sido inviable debido al retraso y la cantidad de carretas, animales y hombres que se requerirían.
El transporte por mar, aunque pudiera ser más factible, también habría sido demasiado lento y propenso a la pérdida debido a las tormentas.
Más complicado aún sería cortar las paredes en segmentos y llevarlos intactos en un viaje de 3200 kilómetros y luego pegarlas nuevamente sin dejar rastros de las juntas.
Estos factores materiales, explicó el profesor Giorgio Nicolini, postulan la imposibilidad del transporte con los medios técnicos de la época.
A partir de la larga y detallada demostración del Profesor Nicolini es claramente mucho más razonable creer en el traslado angelical como resultado de una maravillosa obra de Dios, para quien nada es imposible, y ha realizado milagros mucho mayores.
Haber realizado tal traslado por las manos del hombre es un evento aún más milagroso que si se hubiera realizado por la obra de los ángeles.
LOS CRISTIANOS ORTODOXOS RECONOCEN QUE LA CASA DE LORETO ES LA AUTÉNTICA
El sábado 5 de marzo de 2016 se produjo un hecho histórico entre católicos y ortodoxos, vinculado a la veneración común a la Santa Casa de Loreto.
Los ortodoxos aceptaron definitivamente que ésta casa, que ahora está en Italia, es la casa original donde el Ángel Gabriel hizo la Anunciación a la Santísima Virgen.
Las iglesias de Albania, Georgia, Grecia, Rumania, Rusia y Serbia, junto con la Iglesia Católica y la iglesia Armenia, se reunieron así, para promover un puente entre los dos mundos, el Occidente católico y en Oriente bizantino, a través de una reliquia que une los dos mundos, la Santa Casa de Loreto.
También se reunieron en la conferencia 7 ciudades hermanas de Loreto: Altötting (Alemania), Czestochowa (Polonia), Fátima (Portugal), Nazareth (Israel), Daroun Harissa (Líbano), Istra (Rusia) y Tukums (Letonia).
La Conferencia contó además con la presencia de autoridades civiles de Italia, Armenia, Rusia y Grecia, y diversas misiones diplomáticas ante la Santa Sede en Italia.
El evento implicó el reconocimiento oficial de la reliquia mariana más antigua por el mundo ortodoxo.
A partir de los estudios realizados por el padre Giuseppe Santarelli, director de la Congregación Universal de la Santa Casa de Loreto y el investigador histórico griego Haris Koudounas de la Academia Angélica Constantina de Roma.
Según se ha informado, definitivamente se ha establecido que la casa que ocupó la familia de la Virgen María en Nazaret, donde se anunció el nacimiento milagroso de Jesús, fue transferida en 1295 definitivamente a Loreto.
La conferencia insistió en que la casa de Loreto, que ha existido desde siglos, une los mundos latino y bizantino.
Y el mensaje central de la conferencia fue el ecuménico,
“Esta casa nos hace saber a todos los mensajes de unidad, paz, esperanza y amor para toda la humanidad.
Debemos orar y sentir con fuerza en nuestros corazones que tal vez el mayor pecado de la humanidad es la división de la Iglesia, nuestras divisiones que Dios no quiere.
Y Dios sufre, porque todavía no se ha hecho su voluntad, que es que todos sean uno”.
Esta reunión de tono más teológico y político fue precedida por un seminario internacional llamado El Camino de Los Ángeles.
Qué constó de una parte donde se mostró el nuevo estudio histórico y científico del transporte de la Santa Casa de Loreto y las reliquias.
Y luego se abordó el tema del desarrollo del turismo cultural religioso en el área entre las dos orillas del adriático llegando también a Armenia, Georgia y el sur de Italia.
Diversos estudios han mostrado las comparaciones técnicas de la Santa Casa de Nazaret con la Casa de Loreto, la hacen verosímilmente original.
En todas las partes del mundo donde se celebra la Misa y en todas las épocas, Jesús Sacramentado se ha manifestado de formas extraordinarias.
Y lo ha hecho ante los ojos admirados de creyentes, descreídos y sacrílegos, para el bien de todas las almas.
Milagro Eucaristico de Bolsena
Lo ha hecho mediante los denominados Milagros Eucarísticos. .
Que nos ponen de manifiesto cuál es el inmenso valor de la Eucaristía. .
Porque en Ella se encarna y toma Cuerpo Jesucristo, cada vez que el sacerdote pronuncia las palabras de la consagración.
Y esto nos lo recuerda Dios de vez en cuando permitiendo que hasta los incrédulos vean la transustanciación.
Este Informe condensa la mayor parte de lo que Foros de la Virgen María ha investigado sobre el tema, y sobre el final del Informe se pueden ver los links para leer cada historia concreta.
El trabajo de análisis que a partir de aquí ha hecho María Rosa Gutes ha sido impresionante, vale la pena leerlo.
MILAGROS DE TRANSUSTANCIACIÓN VISIBLE
En la categoría de la transustanciación sensible se cuentan numerosos milagros, ya sea, en su mayor parte, para resolver las dudas de fe de los sacerdotes, o bien para abrir los ojos a los sacrílegos, sobre el alcance y la maldad de sus obras y esto último, en no pocos casos, con el efecto de convertirlos, al manifestarse ante ellos nuestro Adorable Redentor como un Dios que se deja torturar y martirizar en silencio, tantas veces como los hombres se dejan vencer por el pecado.
En otras pocas ocasiones, no existe más razón aparente para el milagro, que una gracia de Nuestro Señor a determinadas personas, especialmente devotas.
LA TRANSUSTANCIACIÓN VISIBLE COMO UNA GRACIA ESPECIAL PARA LOS FIELES
Especialmente destacable es el milagro ocurrido en 2013, y que está todavía siendo objeto de investigación, en el Templo María Madre de la Iglesia, en la colonia Jardines de la Paz, en Guadalajara (México). Sucedió estando el sacerdote en oración de adoración ante el Santísimo, solo, al mediodía.
Tenía los ojos cerrados y percibió un resplandor al mismo tiempo que oyó una voz que le anunciaba, que ese mismo día se iba a manifestar en esa comunidad para bendecirla, pidiéndole que repicaran las campanas para convocar a todos, y que dispusiera su pequeño sagrario de adoración particular y la custodia en el altar, esperando hasta las tres de la tarde para abrir el sagrario, momento en que haría un milagro en la Eucaristía, denominado, “Milagro de la Eucaristía en la Encarnación del Amor junto con Nuestra Madre y Señora”.
Pidió al devoto sacerdote que lo transmitiera “a sus apóstoles” (los sacerdotes) para que les sirviera en su conversión.
En la hora anunciada, al abrir el Sagrario, el Santísimo Sacramento estaba bañado en sangre, brotando la sangre del centro de la Hostia. Tal como comunicó el Arzobispado de Guadalajara, sujeto a la verificación oportuna, hay que ver en el acontecimiento
“la Providencia de Dios para fortalecer nuestra fe y devoción para los que somos católicos, en Jesús Eucaristía, que se hace presente en cada Misa, y valorar este prodigio cotidiano…”.
En 1171, en Ferrara (Italia), en la Basílica de Santa María de Vado y en la misa del día de Pascua, cuando el sacerdote fraccionó la Hostia, ésta salpicó Sangre, que incluso manchó el techo de la bóveda situada encima del altar. Algunos refirieron haber visto también a un Niño en la Hostia, siendo Ésta de color sanguinolento.
En 1330, Walldürn (Alemania), otro sacerdote derramó accidentalmente, durante la consagración, el vino del cáliz, el cual, convertido en Sangre, formó sobre el corporal la imagen de Cristo crucificado. De esta imagen partían, además, varias ramificaciones, con la imagen del rostro de Cristo coronado de espinas.
El sacerdote, algo asustado, lo mantuvo en secreto hasta que lo confesó poco antes de morir. El Papa Eugenio IV confirmó el milagro en 1445. Y el corporal del milagro se ha conservado y venerado hasta hoy, en la Basílica Menor de San Jorge de Walldürn.
Milagro Eucarísitico de Buenos Aires
En el milagro de Asti(Italia), 1535, cuando un sacerdote estaba partiendo la Hostia, al celebrar la misa, vio que destilaba unas gotas de sangre, de las cuales tres cayeron en el cáliz, y otra quedó pendiendo de la Hostia.
Admirado, llamó a los que asistían a la celebración a contemplar el prodigio, que quedaron igualmente maravillados. En el momento de la santa comunión, la Hostia recuperó su apariencia ordinaria. Se cuenta que el milagro consiguió la fe y la subsiguiente conversión de unos soldados herejes.
También en Asti, 1718, otro sacerdote, en el momento de la elevación de la Hostia se dio cuenta de que estaba partida por la mitad y ensangrentada en el borde fragmentado, del que cayeron algunas gotas de Sangre, manchando los bordes y la base del cáliz (que así se conserva en la Catedral de Asti), así como el corporal.
En Florencia(Italia) 1230, en la Iglesia de San Ambrosio, un sacerdote dejó un poco de vino consagrado en el cáliz y al día siguiente descubrió que se había convertido en sangre coagulada.
En 1595, se produjo también en Florencia otro milagro, consistente en que un incendio destruyó aquella iglesia, pero dejó a salvo las Hostias consagradas, las cuales, tras caer al suelo mientras intentaban salvarlas, pudieron ser recuperadas incólumes y unidas entre sí, sobre una alfombra que estaba ardiendo.
Estas Hostias y la Sangre coagulada se conservan en sendos relicarios, para la adoración de los fieles.
En el milagro de Meerssen (Holanda), 1222, un sacerdote fue igualmente testigo de cómo la Hostia que acababa de consagrar, destilaba gotas de sangre, que mancharon el corporal.
Aquella misma Hostia ensangrentada, se salvó en 1465 del incendio que destruyó la iglesia, por la intervención un feligrés. Lo que demuestra que la Hostia consagrada también siguió salvándose como testigo.
En 1194, en Augsburg (Alemania), donde en aquella época todavía no se facilitaba la adoración al Santísimo Sacramento, una mujer decidió no consumir la Hostia que había recibido en la comunión y en su lugar la guardó en un pañuelo para su adoración particular.
Sin embargo, como tenía remordimientos, en 1199 lo confesó, teniendo que devolver en consecuencia la Hostia que había retenido ilícitamente.
Fue entonces cuando se constató, que ésta se había convertido en un trozo de Carne sanguinolento, el cual, fue estudiado científicamente y visto que se trataba realmente de Carne y Sangre humanas, y por tanto de nuestro Redentor, se ha conservado en el Convento de Heikig Kreuz como el “Bien Milagroso” (Wunbderbarlichen Gutes).
Da que pensar este milagro, sobre la gracia que supuso el que ocurriera, en un momento en que no se tributaba a Jesús Sacramentado el honor que le es debido, y que, sin embargo, aquella mujer le quiso tributar.
LA TRANSUSTANCIACIÓN COMO SIGNO Y SÍMBOLO DE VICTORIA DEL CRISTIANO
Distinto significado tiene el milagro de Daroca (España), que data de 1239. Unos capitanes de las tropas cristianas que se disponían a luchar contra los moros, pidieron que antes se celebrara una misa en campaña.
Durante la Consagración hubo que interrumpir la misa, por un ataque del enemigo, de modo que las formas consagradas se ocultaron en el corporal en un pedregal del monte. Combatido y vencido el moro, pidieron tomar la comunión en acción de gracias por la victoria.
Fue entonces que, no sabemos si por la fe de los combatientes cristianos, o por el dolor que al Señor había de causar la propia situación del combate, las Hostias consagradas se encontraron ensangrentadas y manchado el corporal que las envolvía. Con dicho corporal se hicieron un estandarte y le atribuyeron después la victoria frente a los moros en la reconquista del castillo de Chío.
DIOS NO PERMITE A SUS SACERDOTES DUDAR DE LA TRANSUSTANCIACIÓN
En el milagro de Lanciano (Italia), que data del año 700, un Monje de la Orden de San Basilio dudaba (influenciado por el ambiente de herejías que lo negaban) de la presencia de Nuestro Señor en la Eucaristía.
Combatía sus dudas con la oración cuando un día, tras las Consagración, vio la Hostia convertida en un círculo de carne y el vino en sangre.
La Carne y la Sangre, conservadas y expuestas públicamente en un altar monumental, se comprobó científicamente que procedían de un ser humano y se conservan milagrosamente hasta hoy, en las condiciones propias de un organismo vivo.
Más concretamente, se trata de carne de un corazón y la sangre, aunque dividida en 5 porciones de distinto tamaño y forma, cada una y el conjunto de todas ellas pesan lo mismo. Lo cual es perfectamente explicable, teniendo en cuenta que el Señor está presente en cada partícula del Santísimo Sacramento del Altar.
El mismo Jesús le dijo a Santa Catalina:
“vosotros recibís toda la esencia divina en aquel dulcísimo sacramento que está bajo la blancura del pan. Y así como el sol no se puede dividir, así todo Dios y todo hombre no se puede dividir en esta blancura de la Hostia.
Supongamos que la Hostia se divide y aún si fuese posible hacer miles de migajas, en cada una está Cristo, todo Dios y todo hombre… dividiendo esta Hostia no se divide ni Dios no el hombre, porque en cada parte está el todo y no disminuye en sí mismo, como sucede con el fuego, según el siguiente ejemplo: si tú tuvieses una llama, ella no disminuiría y tampoco cada uno tendría el todo.
Es verdad que hay quien participa más y quien menos de esta llama porque cada uno recibe el fuego según la materia que lleva… El hombre lleva su vela, que es el deseo santo con el cual se recibe y se toma este sacramento, pero tal vela en sí misma está apagada y se enciende cuando se recibe la Eucaristía”.
Ya en el año 1010, en Ivorra (España), otro sacerdote fue liberado de la misma duda cuando, celebrando la Santa Misa y durante la consagración, el vino vertido en el cáliz se trocó en Sangre visible, que además se desbordó y derramó por el altar, llegando hasta el piso.
El entonces Obispo de Urgell, San Ermengol pudo constatarlo personalmente, luego que supo de lo ocurrido y el Papa, Sergio IV certificó el milagro mediante una Bula pontificia, la cual se conserva junto a las Reliquias del milagro en el mismo lugar donde sucedió y en el Santuario que allí se edificó, en 1663, con el fin de poder dar cabida a los innumerables peregrinos que acudían atraídos por la noticia y los Signos sagrados del milagro.
De 1263 es el llamado milagro deBolsena (Italia), ocurrido un año antes de la institución de la Fiesta del Corpus Christi por el Papa Urbano IV, quien ya dos años antes, en 1261, había tenido noticia del Milagro de Daroca, al que nos referiremos después.
El sacerdote ante quien se produjo el milagro de Bolsena, al igual que en el caso de Lanciano, dudaba de la transustanciación y por este motivo había peregrinado hasta la tumba de San Pedro en Roma, para pedir la gracia de una fe fuerte.
Mientras celebraba la Santa Misa en la Iglesia de Santa Cristina de Bolsena, al dividir la Sagrada Hostia, ésta sangró, manchando el corporal, que se conserva y venera en la Catedral de Orvieto.
En 1297, fue un sacerdote de Gerona (España) el que dudando igualmente y durante la misa que estaba celebrando en la Iglesia del entonces Monasterio de las monjas benedictinas, constató que la Sagrada Forma que acababa de ingerir, se había convertido en un trozo de carne empapado de sangre y de tal consistencia, que le era imposible consumirlo, de modo que tuvo que sacárselo de la boca y envolverlo en el corporal.
Allí lo encontró una de las monjas, que había advertido el extraño comportamiento del sacerdote. Éste reconoció lo que había ocurrido y tanto la Hostia del milagro como el corporal manchado por ella, se veneraron hasta que se dice fueron destruidos durante la guerra civil.
En 1310, Fiecht (Austria), a otro sacerdote le asaltó también, de pronto, aquella duda, mientras consagraba el vino, en el Monasterio de San Georgenberg.
Tras la consagración, pudo constatar, con el abad, los restantes monjes del Monasterio y los peregrinos presentes, que el vino era verdadera Sangre, que estaba como hirviendo y se derramó fuera del cáliz.
En 1480, a instancia del Obispo, aquella Santa Sangre, conservada en el tabernáculo del altar mayor desde hacía 170 años, y que atraía a tantos fieles, fue analizada para constatar que estaba fresca, como si hubiera acabado de salir de una herida.
Se custodia todavía en el mismo lugar para adoración de los fieles. Posteriormente, está documentado que, cuando en el siglo XVI se imponían las tesis de Lutero, la Santa Sangre ayudó, en la predicación de los monjes, a conservar el credo católico.
Milagro Eucaristico de Patierno
Otro caso de incredulidad, mezclado además con irreverencia, es el del milagro de Casia (Italia), de 1330.
Un sacerdote había perdido su respeto por la Eucaristía y ejercía su ministerio sin gusto y por rutina.
Llamado para llevar la comunión a un enfermo, en una época en que ello se hacía solemnemente y tocando la campanilla por el camino, lejos de hacerlo así, colocó además la Hostia consagrada dentro del Breviario para transportarla.
Cuando llegó a casa del enfermo, al abrir el libro, se encontró con dos manchas de sangre, una en cada página entre las que había depositado la Sagrada Forma.
Una de las páginas se conserva en Perugia (con un perfil del rostro de Cristo que se formó después en la mancha) y la otra, con la Hostia adherida, en el Monasterio Agustino de Casia, donde se venera.
En Boxmeer (Holanda), 1400, idéntica duda por parte de otro sacerdote, se resolvió igualmente, con la conversión del vino consagrado en Sangre visible, que se derramó del cáliz como si estuviera hirviendo y cayó sobre el corporal, formando un coágulo del tamaño de una nuez, que todavía se conserva en un relicario, en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, donde ocurrió el milagro.
También en Bagno di Romana (Italia), 1412, el prior de la basílica de esa localidad, que por un momento dudó de los efectos de la consagración, asistió al mismo fenómeno de la sangre hirviendo, que el sacerdote del milagro anterior, con la diferencia de que aquí no se formó ningún coágulo, sino que quedó manchado de sangre el corporal, el cual se conserva hasta hoy.
La incredulidad se mezcló de nuevo con la irreverencia en el milagro de Bergen (Holanda), 1421, pues un sacerdote que no creía en la transubstanciación, terminada una misa, arrojó al río las Hostias consagradas que no se habían consumido en aquella celebración.
Algún tiempo más tarde, se hizo pública la noticia del encuentro de unas Hostias con sangre coagulada flotando en el río.
El culto a dicho milagro fue aprobado por el Obispo, y aunque luego prohibido por la reforma protestante, nunca se perdió, entre los católicos, la memoria del milagro.
En disposición de irreverencia, similar al del sacerdote del milagro de Casia y de Bergen -y contemporáneamente al primero de ellos, aunque aquí el año 1300 no es dato indubitado-, un sacerdote de O Cebreiro (España) celebraba la Santa Misa en la inclemencia de un riguroso día de invierno y sin la asistencia de ningún feligrés, cuando vio llegar, exhausto y durante la Consagración, a un fiel asistente de una aldea vecina.
Y en pensando que la misa (para él una simple misa) no merecía el manifiesto sacrificio que el humilde campesino había hecho para llegar, las especies consagradas se le mostraron como Carne y Sangre verdaderas, manchando también los corporales, que se conservan y veneran también hoy, junto a la Hostia del milagro.
En Cimballa (España), 1370, se documenta otro milagro por el cual, dudando también un sacerdote sobre la presencia real de Jesús en la Eucaristía, sus dudas se despejaron de la misma forma, convirtiéndose la forma consagrada en un trozo de Carne, que chorreaba Sangre.
Esta Sangre manchó el corporal, el cual se conserva y venera todavía hoy con el nombre de “Santísimo Misterio Dudado”, cada 12 de septiembre, con motivo del aniversario del milagro.
En Ludbreg (Croacia), 1414, otro sacerdote por un momento incrédulo al consagrar las especies, y mientras celebraba la misa en la capilla del castillo de los condes de Batthyány, fue testigo de la real transubstanciación del vino en Sangre, la cual ocultó, asustado tras un muro del altar principal.
Antes de morir lo confesó y la Santa Sangre atrajo desde entonces a la capilla a numerosos peregrinos; documentándose, además, que obró diversas curaciones.
En el siglo XVIII detuvo una epidemia de peste. Y aunque después fue trasladada a Roma durante un tiempo, fue devuelta a Croacia, donde actualmente se la venera.
En 1420, en el Santuario de Guadalupe (España), de nuevo un sacerdote pedía a Dios le liberara de la misma duda sobre la transubstanciación y así, celebrando un día la santa misa y durante la consagración, una gran nube descendió sobre el altar, para abrir paso después a una visión en la cual la Hostia estaba suspendida sobre el cáliz, derramando en él gotas de Sangre, que mancharon el palio y el corporal.
En Macerata (Italia), 1356, en la Iglesia de Santa Catalina, un sacerdote celebraba misa dudando también de la transubstanciación al fraccionar el pan, cuando, antes de la comunión, vio con gran susto, cómo de la Hostia consagrada brotaba un chorro de sangre, que manchó el corporal y el cáliz.
Estas reliquias se conservan en la Catedral de Santa María Asunta y San Julián, donde fueron trasladadas por orden del Obispo, al conocer lo ocurrido.
En Roma (Italia), 1610, en la antiquísima iglesia de Santa Pudenziana, ocurrió otro milagro con motivo de un sacerdote que en determinado momento tuvo también serias dudas sobre la presencia real de Jesús en la Eucaristía.
La Hostia le resbaló de las manos y cayendo al suelo, dejó una huella indeleble en las gradas del altar de la Capilla Caetani, consistente en una mancha de sangre que todavía puede ser vista en la actualidad.
LA TRANSUSTANCIACIÓN VISIBLE EN HOSTIAS PROFANADAS
Probablemente, el milagro más antiguo de Hostia sangrante sea el que tuvo lugar en Roma en el año 595, ante el mismo Papa, San Gregorio Magno.
En aquella época los fieles llevaban a misa el pan para consagrar, el cual habían elaborado en su casa. Y sucedió que una mujer, durante la misa, se burlaba de que el pan que había preparado ella, por las palabras del sacerdote, pudiera convertirse en Jesús sacramentado.
El Papa, viendo la disposición de aquella mujer le negó la comunión, y pidió a Dios que la iluminase, siendo a continuación que las especies consagradas que había preparado aquella mujer, se convirtieron en Carne y Sangre. La mujer se arrodilló y lloró entonces con gran arrepentimiento.
En 1572, en Gorkum (Holanda), unos protestantes invadieron y saquearon la ciudad, incluyendo la Catedral, donde violentaron el tabernáculo y, extrayendo la Custodia con el Santísimo Sacramento, uno de ellos lo pisoteó con sus botas de clavos, haciéndole tres agujeros, por los cuales sangró.
En vista de ello, uno de los profanadores se arrepintió. La Hostia se venera desde entonces, y como en 1594 fue donada al Rey Felipe II de España, por eso se custodia en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (España).
En Herkenrode-Hasselt (Bélgica), 1317, un párroco fue llamado para administrar los Santos Sacramentos a un fiel que estaba gravemente enfermo.
Al llegar a casa de éste, dejó la Hostia consagrada en la entrada, dentro de la cajita donde la llevaba y metida ésta en una bolsa, y fue a confesar al enfermo, mientras un familiar tuvo la curiosidad de ver qué había en la bolsa, hasta el punto de meter los dedos para tocar la Hostia, dejándolo todo, después, como lo había encontrado.
Cuando el sacerdote fue a buscar la Hostia, observó que había sangrado y aún, que estaba en ella impresa el rostro de Cristo coronado de espinas.
Hasta 1796 fue conservada en un relicario en el monasterio de la localidad, al que se dice libró de un incendio y donde se dice que obró muchas curaciones. Luego se trasladó a la Iglesia de San Quintín, en Hasselt.
En Bruselas (Bégica), 1370, se hurtaron unas Hostias consagradas, por encargo de un mercader contrario al catolicismo, el cual murió asesinado en circunstancias no aclaradas.
La mujer temía que fuera una venganza de Dios y se deshizo de las Hostias entregándolas a unos amigos de su marido, que acuchillaron las Hostias, las cuales sangraron para sorpresa de los profanadores, que las vendieron a un mercader católico.
Dicho mercader contó la Historia al párroco de la Iglesia de Notre Dame de la Chapelle y las Hostias fueron trasladadas solemnemente a la Catedral de Santa Gúdula, donde varios vitrales reproducen las escenas del milagro.
En Middleburg-Lovaina (Bélgica), 1347, una mujer de la nobleza muy devota, convocó a todos sus familiares y empleados a una misa, en su casa. Entre los invitados había un joven que llevaba una vida de pecado, pero que a pesar de ello se acercó a comulgar.
Tras ingerir la Hostia, sintió que tenía un trozo de carne ensangrentada, sacándoselo de la boca, de forma que la Hostia manchó la tela que cubría el comulgatorio.
El sacerdote tomó la Hostia y la guardó en el tabernáculo, al tiempo que el joven tomó conciencia de su estado, se convirtió y desde entonces fue gran devoto del Santísimo Sacramento.
Milagro Eucarístico de Casia
En Poznan (Polonia), 1399, se sustrajeron tres Hostias consagradas para martirizar en ellas a Nuestro Señor.
Fue así cómo emanaron también sangre, la cual salpicó a una de las chicas del grupo de profanadores, que siendo ciega, al instante recuperó la vista.
Asustados de lo que estaban presenciando, intentaron destruir las Sagradas Hostias sin conseguirlo, para arrojarlas después a un pantano, sobre el cual un pastor las vio elevarse, inmersas en una potente luz. De allí descendieron a ruegos del Obispo.
En Dijon (Francia), 1430, una mujer que desconocía totalmente la religión católica, compró una custodia que había sido sustraída y contenía una Hostia consagrada.
Con un cuchillo intentó sacar la Hostia de la custodia y en ese momento observó que empezaba a sangrar. Con la sangre se formó una imagen del Señor, sentado y rodeado de varios instrumentos de su pasión.
La Hostia de aquel prodigio se veneró en Dijon hasta que, en 1794, la iglesia fue confiscada por el poder municipal, como tributo a la “diosa” razón. Se dice que entonces la Hostia fue quemada. La Catedral de Dijon reproduce en sus vitrales algunas escenas del milagro.
En Bois-Seigneur-Isaac (Bélgica), 1415, donde en 1424 se erigió un Monasterio, un feligrés tuvo tres apariciones del Señor cubierto de llagas, en la tercera de las cuales le dijo “ve a la capilla de Isaac. Allí me encontrarás”. Al mismo tiempo, el párroco escuchó una voz que le ordenó celebrar la misa en esa misma capilla.
Al desplegar el corporal, se dio cuenta de que se había pegado un trozo de Hostia de la misa anterior y cuando fue a desprenderla de la tela para consumirla, sangró visiblemente y así durante cuatro días, hasta el día de Pentecostés, en que se coaguló y secó, dejando manchado el corporal, que se venera desde entonces en ese lugar.
En 1996, el Papa Francisco, entonces Arzobispo deBuenos Aires, fue testigo directo del milagro acaecido en una Iglesia de la capital bonaerense. Alguien había abandonado una Hostia consagrada, dejándola en un candelabro.
El sacerdote, en lugar de consumirla, decidió colocarla en un recipiente con agua en el Sagrario de la capilla del Santísimo Sacramento, esperando que se disolviera.
Pero pocos días después, la Hostia se había convertido en una sustancia sanguinolenta.
Examinada científicamente, resultó ser una muestra de un corazón humano vivo, sometido a estrés severo (traumatizado o golpeado), que era imposible, científicamente, que se hubiera mantenido en agua conservando sus células con vida.
Tras los pertinentes estudios, concluyeron que las características de la sangre del milagro de Buenos Aires, resultaban coincidentes con las de la sangre de la Sábana Santa de Turín, del Santo Sudario de Oviedo, y de la también Hostia sangrante del milagro de Lanciano (Italia).
PRODIGIOS OBRADOS POR HOSTIAS CONSAGRADAS
LOS SERES IRRACIONALES SE POSTRAN ANTE JESÚS SACRAMENTADO
En algunas ocasiones, el Señor ha manifestado también su presencia real en la Eucaristía, aunque en otras diversas formas que ahora veremos, y no ya para despertar a los dormidos o tibios, sino para desterrar las herejías en que había desembocado la falta de humildad de algunos cristianos.
Tal era el caso de los patarinos (como se denominaba a los cátaros en el Norte de Italia), que consideraban a la Eucaristía una simple cena conmemorativa y sólo salieron de su error, cayendo de rodillas y adorando con fe y amor a Jesús Sacramentado, gracias al Milagro de San Antonio y la Mula, ocurrido en Rímini (Italia), el año 1227.
Disputando San Antonio de Padua con un miembro de aquella secta, éste le pidió un milagro para crean en la presencia de Jesús en la Eucaristía. A lo que el Santo respondió que eligiera el milagro que quisiera.
Fue así como se tuvo a una mula tres días sin comer ni beber, y al tercero se la llevó a la plaza, para ponerle delante la Eucaristía y una ración de cebada, de forma que, dejando esta última la mula, tras haberla olfateado, y en habiéndole mandado San Antonio, en nombre del Señor, que fuera a hacer reverencia a su Creador, se volvió hacia donde estaba la custodia, y en manifiesta señal de adoración, dobló las rodillas delanteras, e inclinó la cabeza ante nuestro Redentor.
Casi huelga decir que el hereje, confundido y evidentemente convencido, se arrodilló reconociendo también a Jesús en el Santísimo Sacramento.
LAS FUERZAS DE LA NATURALEZA Y TODA CLASE DE PELIGROS SE DETIENEN ANTE JESÚS SACRAMENTADO
En el milagro de Stiphout (Holanda), 1342, la iglesia parroquial fue presa de un incendio, y cuando un grupo de valientes feligreses, alertados por el párroco, trataban de acceder al interior de la iglesia, escalándola y valiéndose de una ventana que se abría sobre al altar, observaron maravillados, que las llamas se habían detenido ante el tabernáculo, dejando a salvo al Santísimo Sacramento.
El milagro de Morrovalle (Italia), de 1560, consistió asimismo, en la preservación del Santísimo Sacramento en el incendio que se declaró en la Iglesia de los franciscanos, donde fue rescatada incólume entre los escombros, tras las siete horas que costó atajar el incendio.
El Papa Pío IV reconoció la autenticidad del milagro, una vez constatado que no existía causa natural que de otro modo explicara que la Hostia Santa se salvara. Se conservó hasta 1560, en que se pierde su rastro.
También el fuego protagonizó otro milagro Eucarístico, mostrando como toda la naturaleza se rinde ante su Amo y Señor. Ocurrió en Faverney (Francia), en 1608.
Eso fue en época calvinista, por lo que de nuevo la herejía quedó en evidencia ante la Presencia real del Señor.
Con motivo de la Fiesta de Pentecostés, los Monjes de la Abadía de Nuestra Señora la Blanca prepararon un precioso altar de madera, que adornaron con flores.
Retirándose a descansar, dejaron expuesto el Santísimo con dos lámparas de aceite para iluminarlo y las puertas de la Iglesia abiertas.
Al día siguiente, se había declarado un incendio que amenazaba con destruir el templo, pero observaron que el Ostensorio con el Santísimo Sacramento se encontraba elevado y suspenso en el aire, las llamas no lo tocaban y se inclinaban como en señal de reverencia.
El fuego se pudo sofocar, pero el Ostensorio seguía suspendido en el aire. Estuvo así, durante 33 horas, hasta el momento de la Consagración en la misa que se celebró el martes, en que descendió suavemente.
También se salvaron del fuego, dentro de un tubo de cristal fijado al Ostensorio, una reliquia de Santa Ágata, un pedazo de seda que envolvía la reliquia, una proclamación de indulgencias por el Papa y una carta episcopal en que la cera de la estampa se fundió y corrió sobre el pergamino, sin alterar el texto.
El milagro fue reconocido por la Iglesia, a partir de los testimonios y relatos que se hicieron y la Hostia se conserva perfectamente hasta hoy.
También sobrevivió a un incendio la Hostia consagrada del Milagro de Pressac (Francia), 1643, que habiéndose fundido el cáliz donde se encontraba, fue ello de tal manera, que en su base se formó una bola con el metal fundido, debajo de la cual permaneció protegido el Santísimo Sacramento.
Aquella Hostia fue consumida al día siguiente, pero el Obispo de Poitiers, oídos los testimonios, autorizó el culto a aquel cáliz milagroso con palabras muy acertadas y que sirven para todos los milagros eucarísticos:
“Los Misterios sagrados son incomprensibles si es que el esplendor de la gracia no ilumina a los espíritus con el fin de elevarlos a los altos conocimientos de los admirables efectos de la potencia de Dios y para obligar a los hombres a adorarlo como a Él debemos, la bondad inefable se manifiesta a veces en modo extraordinario obrando Milagros es la Iglesia con el propósito de confirmar la fe católica y confundir los errores de los espíritus infieles”.
Para confusión de la herejía denominada albigense, que rechazaba los Sacramentos, e igualmente por el necesario sometimiento de toda la creación a Nuestro Señor, se produjo el milagro de Aviñón (Francia) de 1433.
En esa fecha el Santísimo se encontraba perpetuamente expuesto desde 1226, en la capilla de la Santa Cruz, junto al río Sorgue, por decisión del Rey Luis VIII, jefe de las cruzadas, en reparación por los sacrilegios que se habían venido cometiendo contra la Eucaristía.
Habiéndose desbordado el río de resultas de unas fuertes lluvias, en 1433, se produjo una gran inundación, por lo que los miembros de la Cofradía de Penitente Grises, que custodiaban la capilla, se dirigieron a ella a remo en un bote, para salvar a la Eucaristía.
Cuando llegaron, el agua cubría la mitad de la puerta de la Iglesia, pero abierta la puerta, encontraron que el pasillo, desde la puerta hasta el altar, estaba completamente seco. El agua se había acumulado formando paredes de agua a derecha e izquierda del pasillo, a unos cuatro pies de altura, de forma que el Santísimo Sacramento permanecía completamente seco.
Hostia sangrante en Guadalajara
No fue ése el único caso en que las aguas se detuvieron ante Nuestro Señor. El 31 de enero de 1906, en San Andrés de Tumaco (Colombia), el Santísimo Sacramento se puso al frente de toda la población, que atemorizada por los signos de un tsunami que se avecinaba, recurrió a la Iglesia con el fin de organizarse en procesión, en la cual llevaron también las imágenes de los santos, para detener el desastre que se abalanzaba sobre la ciudad.
Y cuando la ola gigantesca que se había formado avanzaba hacia la playa donde se encontraban reunidos, el sacerdote que encabezaba la procesión se puso al frente de las aguas, levantó la Sagrada Hostia y trazó con ella en el espacio la señal de la Cruz.
La ola avanzó para estrellarse contra el sacerdote, pero alcanzándole sólo hasta la cintura, para continuar con un movimiento de retroceso hacia el mar, que recuperó su nivel.
El anterior recuerda al milagro de Canosio (Italia), 1630, coincidiendo con el auge de la herejía calvinista. El río Maira se desbordó y arrastrando grandes rocas, se dirigía con la fuerza de las aguas hacia el pueblo.
El párroco propuso a sus habitantes, rogar al Señor que les salvara de aquella amenaza y hacer voto de agradecerlo cada año al Santísimo Sacramento.
Así lo cumplieron, mientras que el párroco, por su parte, llevó la custodia en procesión al torrente, donde impartió la bendición con el Santísimo. Punto en que el nivel de las aguas recuperó la normalidad.
En 1631, Dronero (Italia), un incendio avanzaba sobre la población, causado por la imprudencia de una joven, que había prendido fuego a unas pajas, y el viento lo había avivado, dirigiendo hacia las casas de un barrio de la localidad.
Como sea que el fuego no podía ser controlado, pese a los vanos intentos que en ello se emplearon, un padre capuchino tuvo la idea de recurrir al Santísimo Sacramento, llevándolo en procesión hasta donde las llamas seguían avanzando. Fue así como se las pudo detener, ante la maravilla y el júbilo de todos.
En 1656, Cava dei Tirreni (Italia), sus habitantes fueron librados de la amenaza de la peste, que ya se había cobrado numerosas víctimas entre la población, mediante la bendición impartida con el Santísimo Sacramento desde la cima del monte Castillo, donde y a cuyo efecto el párroco, movido por una gran fe, lo había conducido en procesión.
También Jesús Sacramentado salvó a los habitantes de Morne-Rouge (Isla Martinica), en mayo de 1902, de una erupción volcánica que amenazaba acabar en catástrofe.
Con este fin, se reunieron para orar en la iglesia parroquial, donde el sacerdote expuso al Santísimo, impartió la absolución general, pues muchos deseaban confesarse, y distribuyó la Santa Comunión.
Durante la adoración, una mujer alertó a los presentes de que la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, rodado de espinas, estaba en la Hostia consagrada expuesta y así pudieron verlo todos, hasta su reserva.
Aunque en agosto del mismo año, otra erupción volcánica destruyó aquel pueblo, cobrándose a sus habitantes por víctimas, se cree que murieron en gracia de Dios, por haberse reconciliado con el Señor en el episodio volcánico del mes de mayo referido.
En el milagro de Asís (Italia), 1240, Santa Clara, libró a las hermanas de su comunidad, de la amenaza de lo soldados sarracenos que habían llegado hasta el claustro del convento, y lo logró alzando frente a los soldados el Santísimo Sacramento, al tiempo que imploraba de Éste el auxilio inminente que necesitaban.
Desde el tabernáculo pudo oírse una voz que decía “Yo te protegeré siempre”, y a la petición de la Santa, de que protegiera también la ciudad, añadió, “tendrá que soportar dificultades, pero será defendida por mi protección”. Fue así como los soldados retrocedieron, abandonando el convento.
En igual desafío a la ley de la gravedad que hemos visto en el milagro deFaverney, y demostrando nuevamente lo que ya sabíamos por las Escrituras y su cumplimiento, de que Cristo no está sujeto a ley alguna, y para Dios no hay nada imposible, se produjo el milagro de la Beata Imelda, quien de muy corta edad, recibió la Comunión en el monasterio de Val di Pietra (Italia) mucho antes del tiempo establecido en aquella época por la Iglesia, debido a que Jesús Sacramentado se manifestó suspendido en el aire sobre la pequeña, en señal de querer unirse a ella, como la niña deseaba y como así se cumplió, en el año 1333.
La niña murió seguidamente, de amor a Jesús, como había presentido y su cuerpo se venera, incorrupto, en la Iglesia de San Segismundo, en Bolonia.
En 1848, Italia, San Juan Bosco estaba celebrando una misa a la que asistían 360 jóvenes, cuando se dio cuenta de que sólo tenía ocho Hostias.
Sin embargo, con ellas pudo dar la Comunión a todos, en una manifiesta y bellísima multiplicación milagrosa en la que Jesús como en el Evangelio, quiere que todos se sacien y en este caso no ya de simple pan, sino de Sí mismo.
En el milagro de Scala (Italia), 1732, numerosos testigos que los jueves hacían adoración ante el Santísimo Sacramento, en el Monasterio del Santísimo Redentor, contándose entre ellos a San Alfonso María de Ligorio, cofundador del monasterio, pudieron ver en la Hostia expuesta, durante tres meses, signos diversos de la Pasión de Nuestro Señor.
EL PECADO EXPULSA A JESÚS SACRAMENTADO DE LOS CORAZONES ENDURECIDOS
En la categoría de prodigio se incluye también el que sigue ahora, ocurrido con motivo de sacrilegio. En Mogoro (Italia) 1604, dos hombres que estaban en pecado mortal y que eran conocidos públicamente por llevar una vida disoluta, fueron a misa el lunes de Pascua y se dispusieron a recibir la comunión cuando se vieron forzados a escupir la Hostia, al sentir que les quemaba.
Las dos Hostias dejaron su huella impresa en el suelo, sin que pudiera ser borrada, por lo que se optó por separar del suelo el trozo de piedra que contenía las huellas y custodiarlo debidamente y de modo que pudieran verlo los fieles. Dios antes ablanda una piedra, que el corazón endurecido por el pecado.
EL MILAGRO DE LA CONSERVACIÓN DE LAS HOSTIAS CONSAGRADAS
En casi todos los casos que hemos recogido, de transustanciación visible, se habla también de milagro de conservación de las Hostias que protagonizaron los milagros, pero ¿es acaso extraño o sorprendente, que el Pan del Cielo, en que Jesucristo se hace presente para llevarnos a la vida eterna, que nos da la vida eterna, se deteriore como materia corruptible ?
Si creemos en las palabras de Jesús, que es la Verdad y la Vida, el milagro no consiste pues en la conservación, que es la consecuencia lógica y material de lo que nos ha dicho en el Evangelio, sino que debemos ver el milagro en la Eucaristía misma y sus efectos en nosotros por la Sagrada Pasión de Nuestro Señor.
Otro milagro que sólo lo es de conservación, con las reservas que acabamos de indicar nos merece el calificarlo de milagro por sí mismo, pues no hay en él más ni mejor milagro, que el mismo Jesús Sacramentado, es el del Santísimo Misterio del Monasterio de San Juan de las Abadesas (España), donde la obra escultórica de “El descendimiento de la Cruz”, alberga desde el sigo XI, intacta la Hostia consagrada en 1251, fecha en que se creó la obra, y que fue encontrada casualmente en 1426, con motivo de unos trabajos de restauración, en la cavidad de seis centímetros de diámetro que el escultor había abierto a tal fin, en la frente de la estatua que representa a Jesús Crucificado.
En 1597, en Alcalá de Henares (España), se registra otro milagro del mismo tipo que el anterior y sin haber transcurrido tantos años desde la consagración de las Hostias santas implicadas.
Recuperadas unas Hostias sustraídas por un sacrílego, que se arrepintió y confesó su pecado, descartaron consumirlas por miedo a que pudieran estar envenenadas, dejándolas custodiadas a la espera de que se disolvieran de manera natural.
No lo consiguieron y además las sometieron durante un tiempo a las mismas condiciones que unas hostias no consagradas, observando que estas últimas sí se deterioraron.
En 1936, el contexto socio-político motivó que unos sacerdotes escondieron (se desconoce dónde) las Hostias denominadas del prodigio, con el fin de protegerlas, sin que hayan aparecido hasta la fecha.
En 1907 en Silla (España), unas Hostias consagradas fueron sustraídas y encontradas dos días después ocultas bajo unas piedras.
En 1934, se constató también como milagro su perfecta conservación, cuyos documentos que lo certificaban se destruyeron en un incendio del palacio arzobispal, provocado dos años después por anarquistas o comunistas. En 1982 se inició un proceso canónico para decretar oficialmente y mantener el culto a aquellas Hostias del milagro, que todavía se conservan.
Milagro Eucarístico de Lanciano
LA EUCARISTÍA SIRVE A LA SALUD DE ALMA Y CUERPO
Que el Milagro está en la Eucaristía y no en las manifestaciones visibles y extraordinarias de la misma, lo muestra si cabe más claramente el llamado milagro de Montserrat (España) de 1657, en que una niña encargó en el Monasterio, tres misas para su padre, para liberarle del purgatorio.
La niña tuvo visiones durante las tres celebraciones eucarísticas, en las que su padre estaba presente, primero envuelto en llamas (las cuales pudieron ver igualmente los monjes, cuando mandaron a la niña que acercara a ellas un pañuelo), después liberado de ellas pero todavía no plenamente purificado y finalmente vestido de blanco subiendo a cielo tras la tercera misa.
Los extraordinarios efectos de la Sagrada Eucaristía, han podido ser constatados también entre los vivos, como es el caso del milagro de La Rochelle (Francia), 1461, ocurrido en Iglesia de San Bartolomé, durante la Pascua.
Una mujer se llevó a misa a su hijo de 12 años, mudo y paralítico desde los 7, a causa de un grave accidente. El chico hacía señas para indicar que deseaba comulgar, y al principio el sacerdote se mostraba contrario porque al ser mudo el chico, no podía recurrir a la confesión.
Sin embargo, era tal la insistencia suplicante de aquel pobre desgraciado, que el sacerdote accedió. Y fue entonces que, sacudiendo al muchacho la fuerza del Señor, recuperó el movimiento y el habla, diciendo: “auditorium nostrum in nomine Domini”.
No es menos milagro, aunque simple manifestación del milagro de la Eucaristía, el de las estigmatizadas Marthe Robin (francesa, 1902-1981) y Teresa Newmann (alemana, 1898-1962), que habiéndose ofrecido al Señor para salvar a los pecadores, se alimentaron exclusivamente con la Eucaristía durante varios y largos decenios de su vida.
La primera sin poder deglutir ningún otro alimento, por una enfermedad neurológica, que aceptó como participación en la Pasión del Señor, y la segunda en un ayuno voluntario.
El Jesuita Carl Sträter, que por encargo del Obispo de Ratisbona estudió la vida de Teresa Newmann, declaró que el significado de su ayuno había sido el de
“demostrar a los hombres de todo el mundo, el valor de la Eucaristía, haciéndoles entender que Cristo está verdaderamente presente bajo las especies del pan y que a través de la Eucaristía se puede conservar la vida física”,
cumpliéndose de este modo, como ya observó el Padre que le daba la comunión todos los días, lo que dice Jesús en el Evangelio:
“mi Cuerpo es verdadera comida y mi Sangre, verdadera bebida”.
MILAGROS DE VISIONES DEL NIÑO JESÚS Y DEL ROSTRO DEL REDENTOR EN LA EUCARISTÍA
En algunas ocasiones, es el Niño Jesús el que se ha dejado ver en la Eucaristía. El primer caso que se conoce data del siglo III-IV y se sitúa en Scete (Egipto).
Uno de los padres del desierto creía y sostenía que el pan de la Eucaristía era sólo un símbolo, y cuando los restantes monjes trataron de corregirle, contestó que sólo les creería si ocurriera algo que le convenciera.
Sus compañeros monjes dijeron que rezarían por esa intención y fue así cómo, durante una misa, todos pudieron presenciar que, durante la consagración, un ángel del Señor inmolaba y partía al Niño Jesús.
Además al monje descreído se le dio, para comulgar, la carne empapada en sangre. Al punto en que dijo, “creo Señor”, la carne volvió a tomar la apariencia de pan.
El 3 de mayo (festividad de la Santa Cruz) de1231, en Caravaca de la Cruz (España), el rey moro a quien un sacerdote católico había ido a predicar el Evangelio, se interesó por conocer de primera mano lo que era una Misa y encargó que se celebrara una en su presencia.
Traído todo a palacio para celebrar el Santo Misterio, el sacerdote echó en falta la cruz en el Altar, y en habiéndoselo dicho al rey, éste le advirtió si no sería la que, de repente, dos ángeles trajeron ante la presencia de todos.
Además, el rey, premiado sin duda por buscar a Dios de buena voluntad, tuvo el privilegio de ver al Niño Jesús en el lugar de la Hostia durante la consagración, de modo de que se convirtió al cristianismo, junto con toda su familia.
En Dijon (Francia), el día de Pascua de 1254, mientras el sacerdote estaba distribuyendo la comunión a los fieles en la Iglesia de San Amado, le cayó una Hostia y al ir a recogerla, vio que se alzaba sola en el aire para posarse en el purificador, donde se transformó en el bellísimo Niño Jesús.
El Obispo de Cambrai, cuando supo lo ocurrido, pidió que se le mostrara la Hostia, en la certeza y la fe (incluso al percibir que se trataba a primera vista de una Hostia consagrada en su apariencia habitual), de que, si otros habían podido ver el prodigio, él había de poder también.
Estaba en este pensamiento cuando pudo ver en la Hostia el rostro de Cristo coronado de espinas, del cual caían dos gotas de sangre.
En la revolución francesa desapareció la Hostia, pero en octubre de 1854, el párroco de la Iglesia de San Pierre, la encontró en una caja de madera, bajo el Cristo del altar de los difuntos, con una carta, datada del 5 de enero de 1793, que decía:
“Yo, el que escribe, canónigo de la insigne iglesia colegial de San Amado, doy fe que ésta es realmente la verdadera Hostia del Santo Milagro que yo he rescatado ante del peligro inminente de la profanación y que felizmente la he conservado. La he conservado en esta píxide y he dejado este testimonio escrito de mi propio puño y letra para los fieles que la descubrirán en un futuro próximo”.
También apareció el Niño Jesús en la Eucaristía, en el bellísimo milagro de Moncada (España), en 1392.
Un sacerdote se atormentaba con la duda de que hubiera sido válidamente ordenado, y en consecuencia, de que estuviera realmente administrando los sacramentos a los fieles que tenía encomendados.
Sus dudas eran más que razonables, porque el Obispo que le consagró, había sido ordenado por el antipapa Clemente VII, elegido por los cardenales franceses para sustituir por la fuerza de las armas, aunque sin éxito, al Papa auténtico, Urbano VI. El cisma se había producido con el fin de mantener la sede papal en Aviñón.
Pedía pues a Dios, el pobre sacerdote, que le diera algún signo para sacarle de la duda. Esto sucedió el día de Navidad del expresado año, en que una niña de cinco años, que sería después Santa Inés, refirió a su madre que quería quedarse a jugar con el Niño que el sacerdote había tenido en sus manos durante la elevación.
Al día siguiente, la pequeña vio lo mismo, por lo que su madre lo contó al sacerdote al terminar la misa. El sacerdote habló con la niña, que se mantenía firme y clara en describir lo que había visto, pero aún optó por una última prueba que le confirmara la señal. Se le ocurrió mostrar a la niña dos Hostias, primero una consagrada y luego otra que no lo estaba, y elevando ambas, preguntó a la niña lo que veía. La pequeña dijo ver al Niño Jesús en la consagrada y en la otra un pequeño disco blanco. No hace falta referir la alegría y emoción que tuvo aquel sacerdote.
En Eten (Perú), 1649, se dejó ver igualmente el rostro resplandeciente del Niño Jesús, mientras estaba expuesto el Santísimo para la adoración, con motivo del Corpus, y cuando ya se iba a proceder a la reserva.
Algunos días mas tarde, volvieron a ver al Divino Niño en la Hostia consagrada, además de tres corazones blancos unidos entre sí, como símbolo de la Santísima Trinidad.
Se ha tenido noticia de la reciente aparición del rostro de Jesús en la Sagrada Forma durante la elevación, en Kerala, India, lo cual la Iglesia investiga por ahora con gran reserva.
También en India, en Chirattakonam, en 2001 el sacerdote y los fieles que estaban en adoración pudieron contemplar el rostro de Jesús en la Hostia consagrada, expuesta en la custodia.
Cuentan que, precisamente, ese día tenían previsto leer en la adoración, el capítulo 20 del Evangelio de San Juan, sobre el encuentro de Tomás con Jesús resucitado.
En Burdeos (Francia), 1822, tras impartir el sacerdote la bendición con el Santísimo a los fieles que estaban en adoración, todos pudieron ver al Señor durante veinte minutos bendiciéndoles en la Hostia.
El Arzobispo de Burdeos aprobó el hecho tras oír a los testigos y hoy en esa capilla, conocida como Capilla del Milagro, se venera como reliquia la custodia de la aparición.
En Les Ulmes (Francia), 1688 ocurrió algo similar al caso anterior. Estando expuesto el Santísimo Sacramento y en el momento en que el sacerdote incensaba la custodia y entonaba la estrofa del Pange Lingua “Verbum caro Panem verum”, apareció Jesucristo en la Hostia, en la forma de un joven con el rostro luminoso, el pelo castaño que le caía sobre los hombros, con una mano sobre la otra y una túnica blanca.
Se dejó ver así durante un cuarto de hora ante todos los presentes. Temiendo y con el fin de evitar una profanación de la Hostia durante la revolución francesa, el entonces vicario la consumió.
En Saint-André de la Réunion (Isla de la Réunion), 1902, tras la adoración de las cuarenta horas, el párroco celebraba misa, cuando en el momento de la elevación, vio una aureola luminosa alrededor de la custodia.
Al tiempo de la comunión, pudo ver en la custodia el rostro de Jesús coronado de espinas, con la mirada baja. Tras la celebración, el sacerdote mandó a los chicos más mayores del coro, que fueran al altar a mirar la custodia y volvieron corriendo, con la noticia de lo que también ellos habían acabado de ver. La noticia se difundió y muchos otros fueron testigos de la misma visión. La cual, después, se mudó en un rostro de Jesús ya no coronado de espinas, y posteriormente en un crucifijo. Tras la bendición eucarística, las visiones desaparecieron.
Milagro Eucarístico de Vilakkannoor
EL PODER Y LA INDELEBLE PRESENCIA DE JESÚS EN LAS HOSTIAS CONSAGRADAS
EL SANTÍSIMO SACRAMENTO SE CONDUCE A BORDO DE UNOS PECES
A veces, el milagro eucarístico ha consistido en que, sacada la Eucaristía de su lugar y destino natural, ya fuera por accidente, o profanada por la maldad e ignorancia de algunos hombres, se ha revelado de forma extraordinaria en lugares inhóspitos, o indignos de albergar al Señor, para ser devuelta al lugar y culto que le es debido.
Y es que Dios no puede permanecer oculto en el mar, o bajo la tierra, o escondido en cualquier rincón. Como dice el Evangelio, “¿acaso se trae la luz para ponerla debajo del celemín o debajo de la cama? ¿No es acaso para ponerla en el candelero?” (Marcos 4, 21-25).
Así lo muestra el Milagro de los Peces deAlboraya (España), datado de 1348, en que, por un accidente, las aguas crecidas de un barranco arrebataron a un sacerdote las Hostias consagradas que llevaba a Almácera, donde se le había requerido su presencia.
Tras larga y afanosa búsqueda, fueron halladas las Sagradas Formas en el punto en que el barranco desembocaba en el mar, en la boca de tres grandes peces que las mostraban, poniéndolas a disposición de quienes las buscaban.
EL SANTÍSIMO SACRAMENTO SE HACE PRESENTE CON LA LUZ DE DIOS
Dentro de la misma categoría de milagro que el anterior, se cuenta el de Patierno (Nápoles), de 1772. Un copón fue sustraído de la Iglesia de San Pedro Apóstol y las Hostias consagradas que contenía fueron enterradas bajo estiércol, en unos terrenos del Duque de Grottolelle.
Fueron encontradas un mes más tarde, por el resplandor que emitían, que intrigó a su casual descubridor.
Estaban intactas, lo cual se constató que era científicamente inexplicable en esas circunstancias. San Alfonso María de Ligorio, entonces obispo, certificó la autenticidad del milagro.
Por lo mismo, aunque se dice que en 1978 fue robado el relicario del milagro de Patierno, y ya no se recuperaron las Sagradas Formas, no se debería descartar y sobre esto abundamos más adelante, que hubieran desaparecido de manera sobrenatural.
EL SANTÍSIMO SACRAMENTO SE HACE PRESENTE DONDE SEA QUE LE QUIERAN, SIN QUE NADA PUEDA IMPEDIRLO NI DESTRUIRLO
En 1125, en Bettbrunn (Alemania), un piadoso campesino muy devoto del Santísimo Sacramento, se encontraba con el inconveniente de tener que desplazarse una larga distancia para asistir a la Iglesia parroquial, en Thollig.
Por ello, resolvió sustraer una Hostia consagrada y le hizo una pequeña cavidad en su bastón de pastoreo, donde la adoraba arrodillado largas horas, clavado el bastón en tierra, en su granja.
Un día, le cayó accidentalmente la Hostia en tierra y de allí no la pudo mover, de lo mucho que pesaba. Recurrió a un sacerdote de la parroquia, que tampoco consiguió levantarla y así fue cómo se llamó al Obispo de Regensburg, que sólo pudo recoger la Hostia después de prometer que se construiría una capilla en ese lugar, que es la Iglesia de San Salvador.
En 1333 se declaró un incendio en el que la Hostia del milagro se dice fue destruida. Se dice esto y podemos dudarlo, no sólo por los casos documentados en que el Santísimo Sacramento ha sido milagrosamente preservado del fuego, sino por la realidad misma de que Dios no puede ser destruido por nada, aunque sí puede aparecer y desaparecer donde sea y de la forma que sea.
Idénticas reflexiones nos merece el milagro de Milsnack (Alemania), en 1383, donde precisamente tres Hostias consagradas, de las que emanaba sangre, fueron lo único que quedó del saqueo e incendio de la ciudad por Von Bülow. Hostias que, sin embargo, fueron supuestamente destruidas en otro incendio en 1522.
Que difícilmente se puede creer que unas Hostias consagradas hayan podido destruirse en un incendio, y que en su lugar es más razonable y lógico pensar que desaparecieron por obra de Dios, volviendo al seno de Dios, lo corrobora, además, lo sucedido en el milagro de Erding, (Alemania), en 1417.
Un campesino que no lograba salir de la pobreza pese al esfuerzo con que trabajaba, contemplaba la riqueza de su vecino, que se dedicaba a lo mismo. Le preguntó un día que hacía para ganarse tan bien la vida y contestó que la razón estaba en tener al Santísimo Sacramento en su casa.
Con la idea de imitarle, el campesino pobre fue a comulgar un Jueves Santo y en lugar de consumir la Hostia la guardó para llevarla a su casa. Parece ser que durante el camino ya se había arrepentido, pero la Hostia le resbaló de las manos y se elevó en el aire sin que pudiera volver a sujetarla.
Avisó de lo ocurrido al párroco, que intentó también recuperar la Hostia, cogiéndola de donde se había apoyado momentáneamente, emitiendo una intensa luz, pero la Hostia volvió a elevarse en el aire y desapareció. Tampoco el Obispo tuvo mejor suerte, por lo que finalmente resolvieron construir en ese lugar una capilla que luego fue un Santuario, denominado de la Preciosísima Sangre.
EL SANTÍSIMO SACRAMENTO SE DEJA MALTRATAR, PERO NO DOMEÑAR, PARA LA CONFUSIÓN Y CONVERSIÓN DE LOS PROFANADORES
También se elevó por sí sola la Hostia consagrada del milagro de París (Francia), de 1290. Un descreído que demás tenía gran odio a la religión católica, hurtó el Domingo de Pascua una Hostia consagrada y con la intención de profanarla, la apuñaló primero, brotando de ella la Sangre del Redentor en abundancia,
Produjo espanto del profanador, que intentó echarla al fuego, sin éxito, porque la Hostia se elevó, y luego quiso echarla en agua hirviendo, sin conseguirlo tampoco, quedando suspendida la Hostia en el aire en forma de crucifijo.
Finalmente, la Hostia quiso posarse en la olla de una devota parroquiana de Saint-Jeane en Grève, que la llevó a la iglesia de esa localidad. Allí se conservó en un relicario, hasta que se perdió su rastro durante la revolución francesa. La casa del profanador se convirtió en oratorio por una Bula de Bonifacio VIII.
Más imponente, si cabe, fue el milagro de Turín (Italia) de 1453, en que un soldado robó la custodia, con la Hostia consagrada de una Iglesia en Eixelles, y se llevó ambas en un saco, el cual cargó en un mulo.
Llegando a la Plaza Mayor de Turín, cerca de la entonces Iglesia del Espíritu Santo, el mulo cayó al suelo, de forma que el saco quedó abierto, abriéndose paso por la abertura la custodia con la Hostia, para elevarse más allá de la altura de los edificios donde quedó suspendida.
Convocado el Obispo para verlo, se postró en actitud de adoración y oró diciendo “quédate con nosotros Señor”, momento en que la custodia cayó al suelo, liberando la Hostia, que resplandecía entonces en el aire. Alzó el Obispo un cáliz y la Hostia se posó graciosamente en él. La Hostia de dicho milagro se conservó hasta el siglo XVI, en que la Santa Sede ordenó consumirla, con el argumento de no tener que obligar a Dios a seguir conservándola.
También se elevaron y quedaron suspendidas en el aire, las Hostias del Milagro deVolterra (Italia), 1472, cuando un soldado florentino, se llevó varios objetos sagrados de la Catedral, incluyendo el recipiente donde se guardaban las Hostias consagradas.
Al salir del templo, lo arrojó con las Hostias, contra una pared. Fue en ese momento que las Hostias se alzaron, emitiendo una fuerte luz, para la sorpresa del soldado, que se arrepintió sinceramente.
En el milagro de Amsterdam (Holanda), 1345, un feligrés gravemente enfermo recibió la comunión en su casa y poco después tuvo un acceso de vómito.
La mujer que lo atendía, tiró todo lo que el enfermo había expulsado al fuego de la chimenea y al día siguiente observó, para su asombro y el de los testigos convocados para verlo, primero, que de la chimenea emanaba una luz, y después, que una Hostia estaba suspendida en su interior.
Llevada a la iglesia la Hostia para darle el culto debido, la Hostia se empeñaba en hacerse presente nuevamente en aquella chimenea, por lo que optaron por construir allí una capilla. Esto nos hace pensar que todo lo que ha estado en contacto con Nuestro Salvador, queda santificado por dicha maravillosa Presencia, de forma que no puede dejar de recibir también el culto que por eso le es debido.
En 1452, un incendio destruyó aquella capilla, quedando intacta sin embargo la custodia con la Hostia consagrada. Fue cuando la trasladaron a otra capilla, que desapareció, creyéndose que fue robada.
Milagro de los Peces de Alboraya
LA PRESENCIA DEL SEÑOR PERDURA EN LAS ESPECIES CONSAGRADAS, CUALQUIERA QUE SEA LA SUERTE DE ÉSTAS, SIN QUE PUEDA PERMANECER IGNORADA
También tuvo que ver con el fuego y con la presencia indestructible del Señor en el Santísimo Sacramento, que es lo que a su vez explica los denominados milagros de conservación a que nos hemos referido anteriormente, el milagro de Alkmaar (Holanda), 1429.
Un sacerdote optó por quemar un trozo de la casulla que se le había manchado con la Sangre del Redentor, al derramar sin querer el vino ya consagrado en la que fue su primera misa.
Sin embargo, para su sorpresa, observó que la casulla, remendada en el trozo que se había manchado, apareció nuevamente con la mancha.
Parece, pues, una clara llamada de atención del Señor sobre la reverencia y adoración que debe observarse ante su Presencia en las especies consagradas, de forma que, aun tratándose de un accidente el vertido del vino consagrado, no es posible ni cabe pretender “borrar” o “eliminar” la Sangre, sino el venerarla adorando en Ella al mismo Señor.
El sacerdote y el párroco de la Catedral fueron a contarlo al Obispo de Utrech, llevándole la casulla. En 1433, tras las investigaciones pertinentes, se autorizó el culto a aquel milagro y la casulla se conserva en la Catedral de San Lorenzo, en un relicario con la forma de un ángel.
Al igual que en el milagro anterior, en el de Boxtel-Hoogstraten (Holanda), 1380, un sacerdote que derramó accidentalmente el vino consagrado, manchando el corporal y el mantel del altar, quiso “eliminar” en vano la Sangre de nuestro Señor esta vez lavando las telas manchadas.
Viendo que no lo conseguía, las escondió en una maleta, debajo de su cama, hasta que lo confesó poco antes de morir. En 1652, aquellas sagradas reliquias fueron llevadas a Hoogstraten, en la frontera con Bélgica, para protegerlas de las luchas religiosas, pero en 1924, el corporal regresó a Boxtel, donde actualmente se venera.
Relacionado con la misma idea de los dos milagros anteriores, está del milagro de Gruaro –Valvasone, (Italia), de 1294, pues una mujer se disponía a lavar el mantel del altar de la Iglesia de San Justo, cuando vio que se manchaba todo de Sangre y que Ésta procedía de una Hostia, (evidentemente consagrada), que había quedado inadvertida en el mantel. Este mantel se conserva en un relicario en la Iglesia del Santísimo Cuerpo de Cristo en Valvasone.
Que Dios, aunque siempre presente, puede aparecer y desaparecer como quiere y donde quiere, sin quedar sujeto a nada ni a nadie, haciendo cualquier prodigio donde se encuentra, sin que su Presencia pueda pasar desapercibida, lo muestra el curioso y también precioso milagro de Kranneburg bei Kleve (Alemania), ocurrido en 1284.
Un aldeano que había ido a comulgar, no pudo deglutir la Hostia consagrada, según parece por alguna enfermedad. De forma que se le ocurrió nada mejor que arrojar la Hostia a un árbol. Arrepentido después, lo confesó al párroco y se buscó la Hostia sin encontrarla. Cuando algunos años más tarde se cortó el árbol, al hacerlo cayó al suelo un crucifijo de madera que se conserva y venera en la Iglesia de San Pedro y San Pablo.
En Weiten-Raxendorf (Austria, 1411), un ladrón se llevó una Hostia consagrada, pero mientras se alejaba a caballo, en determinado momento, el animal se detuvo sin querer avanzar y distraído el ladrón en hacerlo galopar, lo cual hizo el animal repentinamente, no advirtió que la Hostia le cayó al suelo.
Allí la encontró una vecina de la zona, entre unas matas y en el centro de una potente luz. La Hostia estaba partida en dos fragmentos, unidos sólo por unos filamentos de carne ensangrentada. En ese lugar se erigió una capilla y más tarde una iglesia, que todavía custodia la Santa Reliquia.
En 1533, Ponferrada (España), un feligrés tuvo y cayó en la tentación de llevarse un tabernáculo de su parroquia, porque deseaba quedarse con la cajita de plata que contenía y en la cual se guardaban las Hostias consagradas.
Como el tabernáculo, de madera, le pareció sin ningún valor, pensó arrojarlo al río, pero cuando fue a hacerlo no pudo, ya que en ese momento se le hizo extrañamente pesado.
Lo llevó pues a su casa, donde durante la noche, su mujer vio que salían unos rayos de luz. Con el fin de no ser descubierto, el autor del robo decidió deshacerse del tabernáculo y las Hostias, abandonándolos entre unas ruinas, en un campo denominado del Arenal.
Allí fueron encontrados debido a las luces que emitían las Hostia y a unas palomas que sobrevolaban el lugar. El autor del sacrilegio lo confesó finalmente, al no poder soportar los remordimientos.
Algo parecido ocurrió en el milagro de Siena (Italia), en cuya Iglesia de San Francisco, en el año 1730, unos ladrones se llevaron un copón con más de tres centenares de Hostias consagradas preparadas para la Misa de la Asunción, las cuales se encontraron tres días más tarde en otra iglesia vecina, Santa María de Provenzano, en la caja de los pobres, donde un feligrés había visto algo blanco que brillaba.
Se han conservado intactas hasta hoy, habiéndose ello verificado a través de estudios científicos, el penúltimo de ellos en 1914, por encargo del Papa Pío X, y en los que se han comparado sus condiciones de preservación con hostias no consagradas, que sí sufrieron deterioro, por lo que se habla nuevamente, y como no podría ser de otra manera, de un milagro continuo de preservación.
Las Hostias del milagro se exponen públicamente, entre otras ocasiones, el 17 de cada mes, para conmemorar el día de 1730 en que se encontraron. El día de Corpus Christi son llevadas en procesión por las calles de Siena.
En 1824, Onil (España), otro ladrón se llevó varios objetos sagrados de la Iglesia, donde había sido monaguillo, y cuando intentó venderlos fue descubierto, pero no consiguieron que revelara qué había hecho con la Custodia y el Santísimo Sacramento.
Éstos fueron encontrados casualmente algunos días más tarde, abandonados en un campo de cultivo del pueblo vecino, Tibi, desde donde fueron devueltos a Onil, para recibir allí el culto y la veneración debidos. Más de cien años más tarde, en 1843, la Iglesia, verificando la incorruptibilidad de aquella Santa Hostia profanada, confirmó la autenticidad del milagro. La Hostia declarada milagrosa se conserva todavía hoy y venera en la Iglesia de Santiago Apóstol de Onil.
JESÚS SACRAMENTADO SE ZAFA DE SUS PROFANADORES
Otro milagro derivado de haber sido profanado Jesús Sacramentado, fue el de Santarém (Portugal), 1247, reconocido por la Iglesia tras varios estudios e investigaciones canónicas.
Una mujer recurrió a una hechicera para recuperar a su marido, que la engañaba, y a tal efecto, se le mandó que llevara a la hechicera una Hostia consagrada.
Habiendo obtenido ésta tras sacársela de la boca al recibir la comunión y habiéndola ocultado en el pañuelo de su cabeza, la Hostia sangró por el camino. Asustada la mujer, escondió la Hostia en un baúl de su habitación.
Pero estando acostada con su marido, y en plena oscuridad, salieron brillantes rayos haciendo que la pareja se despertase. Al parecer, vieron también ángeles adorando la Hostia sangrante. La mujer confesó su pecado a su esposo y arrepentidos los dos, se pasaron el resto de la noche arrodillados en adoración y reparación ante la Hostia Santa.
Al día siguiente, se lo contaron al sacerdote de la parroquia, donde regresó la Hostia en solemne procesión. La Hostia continuó sangrando durante tres días y todavía sangrando se colocó en un relicario de cera de abeja dentro del tabernáculo.
Allí permaneció hasta que en 1340 se produjo un segundo milagro. El envase de cera se había roto en pedazos y en su lugar había un envase de cristal que contenía la sangre de la Hostia mezclada con la cera, en signo que se atribuye a manifestación de la indisolubilidad del matrimonio. Se ha conservado hasta hoy, con la sangre en estado líquido, en un trono eucarístico en el altar mayor.
El milagro de Alatri (Italia), 1228 fue como el de Santarén en sus circunstancias esenciales y consta que tanto la joven que trataba de recuperar el amor de su novio, como la hechicera que le pidió una Hostia consagrada, se arrepintieron de su fechoría.
El Papa Gregorio IX, en respuesta al Obispo de Alatri, otorgó el perdón a ambas mujeres, considerando que el episodio había redundado en desmentir las herejías que negaban la transustanciación.
Milagro de San Antonio y la Mula
Parecido a los anteriores es el Milagro de Offida (Italia), 1273, pues una mujer, para recuperar el afecto de su marido recurrió también a una hechicera, de forma que, siguiendo las indicaciones de ésta, tras sustraer una Hostia consagrada, la puso al fuego sobre una teja con la intención de pulverizarla y así servirla a su marido, mezclada con la comida.
Pero advirtió que la Hostia se convertía en carne que sangraba y asustada, envolvió la teja con la Hostia en una tela de lino, para enterrarla después en el establo, bajo el estiércol.
Cada vez que la mula del marido entraba allí, se postraba de rodillas, mirando hacia el lugar donde estaba escondida la Hostia, en un nuevo milagro de sometimiento de toda la creación al Redentor.
Al cabo de siete años, la mujer no pudo más con el remordimiento y confesó, desesperada, “que había matado a Dios”. Fue así como se recuperó aquella Sagrada Hostia, que con la tela y la teja se conservan en la Iglesia de San Agustín, en Offida, en un bellísimo relicario en forma de cruz, obra de un orfebre veneciano.
La actitud de la mula del milagro de Offida, recuerda la de los bueyes del milagro de Glotowo (Polonia), 1290. Sucedió en este caso que, con motivo de una invasión lituana, que destruyó aquel pueblo, un sacerdote escondió en pleno campo, una cajita de plata que contenía una Hostia.
Al cabo de muchos años, un campesino la encontró arando la tierra, al extrañarle que sus bueyes se hubieran detenido, inclinados hacia ese lugar, del que además irradiaba una luz muy potente. Se cuenta que la Hostia fue hallada de nuevo en el mismo lugar, donde todavía se conserva, en señal de que Dios quería que se construyera allí una iglesia. Lo cual nos remite a la misma idea, expresada anteriormente, de que Santo es todo lo que Dios toca, y presente está siempre Dios, allí donde se hace presente, sin que pueda dejar de estarlo.
Otra perversa mujer, en el milagro de Trani (Italia), el cual tuvo lugar por el año 1000, también puso al fuego una Hostia (de la que se había apoderado fingiendo comulgar) con la intención de freírla.
Cuando la puso en el aceite hirviendo, observó como se convertía en Carne sangrante, derramándose la Sangre de la sartén, que luego se vertió hacia el suelo. Llena de espanto, la mujer gritó, alertando así a los vecinos, de modo que se supo lo ocurrido y pudo recuperarse la Sagrada Hostia para devolverla a la Iglesia de donde la mujer la había sustraído.
Algunas similitudes con los milagros de Santarén, Alatri y Offida, presenta el milagro de Zaragoza (España) de 1427. Una mujer recurrió a un mago moro para conseguir que su marido no la maltratara, y para ello, fue requerida también para llevarle una Hostia consagrada.
Así lo hizo, evitando a tal fin, consumir la Hostia que había recibido en la santa comunión. La llevó a casa del mago en un pequeño cofre y cuando lo abrieron encontraron dentro a un Niño rodeado de luz.
El mago ordenó entonces a la mujer que quemara al Niño y le llevara las cenizas, pero aunque prendió fuego al cofre, que se quemó, el Niño se mantuvo intacto. Asustados el moro y la mujer, fueron a confesarlo al Obispo. El moro se convirtió y el Niño fue llevado en procesión hasta un Altar de la Catedral, donde fue venerado por todos hasta que al día siguiente, durante la celebración que la Misa, cuando adoptó nuevamente la forma de Sagrada Hostia, que el sacerdote consumió.
San Pedro Damián cuenta que en el año 1050, en Italia, una mujer fue descubierta por el sacerdote, pues inmediatamente sospechó de ella y la siguió, cuando se llevaba una Hostia envuelta en un pañuelo para fines sacrílegos. Al desenvolver el sacerdote el pañuelo, la mitad de la Hostia apareció en forma de Carne ensangrentada.
Todavía podemos mencionar el milagro de Alcoy (España) de 1568. Sucedió en este caso, que un vecino de esa localidad, sustrajo de la Iglesia varios objetos sagrados, incluyendo un cofre de plata que contenía tres Hostias consagradas. Éstas las consumió y después escondió el botín en el establo de su vivienda, debajo de unos troncos.
Advertida toda la población de lo ocurrido, una piadosa mujer, que vivía al lado de la casa del ladrón, le rezó a una imagen que tenía, del Niño Jesús, con el fin de que se encontraran las Hostias. Cuando llevaba un tiempo rezando observó para su sorpresa, que la mano del Niño se movía, apuntando con un dedo a la casa vecina.
El Párroco también había sentido el extraño impulso de dirigirse hacia ese lugar y accediendo al establo del ladrón por el jardín, encontró el cofre conteniendo nuevamente las tres Hostias consagradas que el ladrón había consumido, lo cual, no pudiendo ser entendido por el culpable, sino como cosa ciertamente de Dios, le condujo al arrepentimiento.
En Poederlee (Bélgica), 1412, un hombre que se dedicaba a hurtar objetos sagrados para su reventa, sustrajo también unas Hostias consagradas, que fueron encontradas una semana más tarde, al aire libre, en la localidad vecina de Herentals, cerca de una madriguera de conejos, donde habían quedado expuestas a la lluvia sin alterarse.
Estaban dispuestas en forma de cruz y rodeadas de una luz intensa. El ladrón confesó que las había dejado allí, cuando de pronto se sintió extrañamente impedido para continuar su camino con ellas. En ese lugar, conocido como “el cercado” (De Hegge), se construyó el Santuario De Hegge.
En Marseille-en-Beauvais (Francia), 1533, a finales de diciembre, unos ladrones se llevaron el tabernáculo de plata de la catedral, con las Hostias consagradas que contenía, las cuales abandonaron en un campo, debajo de una piedra.
El 1 de enero, a un sacerdote que pasaba por ese lugar, le llamó la atención precisamente que esa piedra era lo único que no había quedado cubierto por la nieve, tras la fuerte nevada que acababa de caer.
El caso es que levantó la piedra y encontró las Hostias en perfecto estado. En ese lugar se clavó una cruz y luego se erigió una capilla, llamada de las Santas Hostias, en la cual se obraron muchas curaciones, que se documentan en un libro del historiador Pierre Louvet. En 1561, el Obispo-conde de Beauvais, convertido al calvinismo, ordenó que las Santas Hostias fueran consumidas.
Muy parecido al anterior es el milagro de Breda-Niervaart (Holanda), ocurrido en 1300. Un campesino encontró una Hostia consagrada que había sido robada, intacta debajo de un bloque de tierra.
No fue consumida, sino puesta en una custodia para adoración de los fieles. En 1449 la llevaron a la Iglesia de Nuestra Señora de Breda y en la época de las luchas religiosas se perdió su rastro.
Es también similar, el milagro de Cracovia (Polonia), de 1345. Unos ladrones sustrajeron del tabernáculo, el recipiente con las Hostias consagradas, y al descubrir después que no era de oro, lo arrojaron a un pantano.
De allí, emanaba una luz tan intensa y visible, incluso muy a lo lejos y durante todo el día, que se acabó descubriendo y recuperando de allí las Hostias, intactas.
CONCLUSIONES A EXTRAER DE LOS MILAGROS EUCARÍSTICOS
1 – Dios no permite a sus Ministros del Altar la mínima duda sobre el Misterio Central de Nuestra Fe. . 2 – Dios está siempre presente en el Santísimo Sacramento y sólo para ser adorado y para la vida y la salud de las almas. . 3 – Dios está en el Santísimo Sacramento donde quiera que Éste se encuentre, sin poder dejar de estar presente. . 4 – Dios se manifiesta en el Santísimo Sacramento a la vez indefenso y con todo su poder. . 5 – Toda la creación se rinde ante su Creador y Redentor. . 6 – Dios se deja martirizar en el Santísimo Sacramento, con la mansedumbre y la bondad que le son propias, para la conversión de sacrílegos y profanadores. . 7 – Dios muestra su rostro y naturaleza en el Santísimo Sacramento. . 8 – Dios se manifiesta en el Santísimo Sacramento a todos los hombres de todo el mundo y de todas las épocas.
Está claro, en todo caso, que Jesucristo está presente, vivo y entero, en la Eucaristía. Nos lo dicen las Escrituras y los milagros lo atestiguan.
De ahí también el poder de la coronilla de la Divina Misericordia y de las palabras:
“Padre eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor el Jesucristo, en propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero”, las cuales cobran toda su fuerza de la Eucaristía.
Que sepamos postrarnos, pues, ante la Eucaristía, para adorarla debidamente, aun sin ver más que el pan y el vino, como todos los testigos de los milagros que hemos recordado aquí ante la percepción de la presencia real de Cristo.
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Por lo menos desde el comienzo del nuevo milenio se están produciendo signos.
En el mundo y en la Iglesia.
Que son cada vez más intensos.
Y que pueden ser interpretados que se está acercando el dramático Aviso que dará el Cielo para la reparación del mundo y la humanidad.
Esos signos o señales van desde conflictos brutales en la humanidad. .
Como las matanzas que realizan los terroristas musulmanes, la caída moral, la persecución a los cristianos, señales en la naturaleza y las crisis dentro de la Iglesia. .
Todo esto además evolucionando a una rapidez vertiginosa.
Algunos dirán que los católicos de todas las épocas creían que era inminente, en su generación, una intervención decisiva de Dios para restablecer la justicia en la tierra.
Algunos piensan que la humanidad se corregirá cuando se dé cuenta de las consecuencias de lo que hace.
Otros suponen que la iglesia volverá a evangelizar el mundo si logra acercarse a las necesidades de la gente.
¿Pero se puede esperar que la mera evolución de la situación actual, por meros esfuerzos humanos, genere este cambio de rumbo de la humanidad?
¿No será necesaria una intervención más profunda y quirúrgica de Dios para solucionar esto?
Para ilustrarnos deberíamos mirar la historia.
Y ahí veremos que Dios ha intervenido activamente y sostenidamente para purificar y corregir a la humanidad.
No le da lo mismo si nos alejamos de él o nos acercamos a Él.
El Antiguo Testamento menciona incluso que Dios recreó la vida sobre la Tierra, inundándola y dejando sólo unos pocos sobrevivientes, para comenzar de vuelta, debido a la maldad imperante; estamos hablando del diluvio.
Y también vemos en numerosos pasajes que luego de hacer un pacto con el pueblo judío lo corrige por sus iniquidades.
Repetidamente vemos que Dios permitió que otras naciones persiguieran a Israel para que fuera purificado.
En Isaías 10, Dios dice que Él usó a Asiria como herramienta para purificar a Israel.
Pero que Asiria no escapará del castigo por su iniquidad, como luego sucedió
O sea que aunque Dios manejó a Asiria como un hacha para podar a Israel, esto no significa que el hacha fuera buena
El hacha también deberá ser refinada por el fuego.
¿Entonces cuál es el plan de Dios ante tanto alejamiento de los planes divinos y tanta maldad imperante en la tierra, y desviaciones dentro de la Iglesia?
El plan parece ser corregir y purificar a la humanidad, como lo ha hecho antes.
No hay nada nuevo. Solo parece ser que lo olvidamos. Que nos hemos distraído.
Pero hay muchos signos en la naturaleza y en la sociedad, del desagrado de Dios con lo que está sucediendo
Y esto es profético
Porque luego de esas advertencias vendrá una etapa de poda de la maldad, con el corte de las ramas de la vid que no den frutos buenos
Esto lo podemos apreciar en la Iglesia.
La iglesia ha estado pasando por una gran poda de purificación en los últimos 50 años.
La exuberante vid del catolicismo y la cristiandad occidental se ha reducido notoriamente
Los números de concurrencia a misa han bajado drásticamente en todo occidente, pero especialmente en Europa en las últimas 5 décadas.
Donde además uno puede ver con dolor, la cantidad de Iglesias que son desconsagradas y ocupadas luego por el islam o shopping centers o librerías.
Esto no pasa sin que Dios lo permita. Dios está podando las ramas que no dan frutos buenos en la iglesia
Es cierto que aún quedan muchos cristianos nominales, pero poco a poco ellos van a dejar paso a un pequeño rebaño más ferviente en la fe
Ya se ven algunos signos, como florecimiento de los medios católicos y de la apologética católica.
Y que los nuevos conversos son más devotos y creativos que los cansados católicos tradicionales.
Y por el contrario se ven como las experiencias, de cristianos que habían adoptado la moral del mundo, están implosionando.
Esto lo vemos en cómo se ha reducido más drásticamente el cristianismo en los países del norte de Europa, que son un excelente laboratorio para verlo.
Estos países fueron los primeros en desestimar el mandamiento de la fidelidad conyugal, comenzaron a ordenar mujeres al sacerdocio, homosexuales, hasta llegar inevitablemente a casos, en que los propios pastores manifiestan públicamente a sus comunidades que ya no creen en Dios.
Y en toda Europa los conventos de monjas que producen nuevas vocaciones son los apegados a una fe tradicional, los otros mueren lentamente.
Por otro lado, Dios está permitiendo, que el mundo cada vez más secular y hostil, aflija a la Iglesia.
Está permitiendo que el laicismo militante se burle las creencias religiosas.
Incluso que se criminalicen las creencias religiosas y en algunos casos que haya martirios.
Por lo tanto parece que Dios está permitiendo que la Asiria de la cultura moderna y decadente, hiera y maltrate al pueblo de Dios
Esto purifica al pequeño rebaño que permanece fiel, porque será mucho más ferviente en la fe.
Pero Dios en algún momento empuñará el hacha contra la modernidad de manera más evidente que hoy.
En algún momento la modernidad tendrá que responder por su maldad.
Hoy ya sabemos que la primera etapa de purificación está en marcha, que es la purificación de la iglesia; los signos son más que claros: abusos sexuales de sacerdotes del clero, cultura gay en los seminarios, apostasía, confusión doctrinal, pérdida de fieles, etc.
¿Pero sucederá la purificación en el mundo?
Parece que hoy hay elementos que antes no estaban.
Por lo menos a dos videntes de dos apariciones marianas (Garabandal y Medjugorje) María les ha pedido ser quienes anuncien a la humanidad, unos días antes, el advenimiento del gran Aviso,.
Y esos videntes tienen hoy cerca de 50 años (los Medjugorje) y algo más de 60 años (las de Garabandal).
¿En qué consistirá el aviso?, ¿en qué circunstancias se dará?, ¿de dónde se infieren estas cosas?.
¿Qué es lo que deberíamos hacer cuando llegue?
Es lo que intentamos describir aquí, con más cabos sueltos que certezas.
¿QUÉ SERÁ EL GRAN AVISO A LA HUMANIDAD?
El Aviso se refiere a un acontecimiento espiritual profetizado para todo el mundo. .
En el que cada persona en la tierra al mismo tiempo verá el estado de su alma, lo “espiritual en rayos X”. .
Nos dirá si estamos en el camino a la condenación, o de la salvación. .
Dios hará que este evento sin precedentes se produzca de manera que un gran número de pecadores se arrepientan.
El Aviso, o la “iluminación de la conciencia”, fue predicho a Santa Catalina Labouré en el año 1830.
En el siglo XIX a la estigmatizada Marie-Julie Jahenny.
A Santa Faustina Kowalska en la década de 1930.
Así como a las cuatro jóvenes videntes de Garabandal, a quienes supuestamente apareció la Virgen varias veces entre 1961 y -1965.
Otros videntes ya han hablado del Aviso, y se correspondería con el segundo secreto dado por la Virgen a los videntes de Medjugorje, ver aquí lo que se sabe de los 10 secretos.
Hay acuerdo general en que, como resultado de este suceso, millones de pecadores se arrepentirán y serán restaurados a la gracia.
Mientras que otros muchos, sin embargo, rechazarán esta oferta de la Divina Misericordia y se volverán aún más endurecidos en el pecado.
Con las líneas de batalla entre el bien y el mal dibujadas con más claridad que nunca antes, el ritmo de la mayoría de eventos se acelerará a medida que nos acerquemos, no al fin del mundo, sino al final de esta época.
Según las videntes de Garabandal, en el plazo de un año del Aviso, un gran milagro ocurrirá en los cielos de Garabandal.
Que implica algo que se pueda ver, por televisión, pero no tocar (tal vez una cruz luminosa gigante).
Si estos dos eventos no producen suficiente arrepentimiento por parte de la humanidad, entonces se producirá un gran castigo (posiblemente los Tres Días de Oscuridad predichos por muchos videntes del pasado y contemporáneos).
Este castigo va a limpiar al mundo del pecado y traerá una era prometida de paz, en la que el amor de Dios y la verdad reine en los corazones de todos los que están en la tierra.
Esta época gloriosa de la historia humana será un tiempo de unidad religiosa, prosperidad y armonía perfecta, y tendrá una duración de entre veinte y cinco a cien años o más.
Estos eventos han sido largamente esperados, pero su tiempo es desconocido.
Y además, Conchita dará a conocer el Milagro ocho días antes de que ocurra (dando tiempo a los peregrinos y los enfermos para que se reúnan en Garabandal, y permitir que sea televisado, lo que aumentará su impacto).
Mientras que el Aviso será una experiencia terrible para todo el mundo en un estado de pecado mortal, sin embargo, será un gran acto de misericordia de parte de Dios, como Conchita dijo:
“Creo que los que no se desesperen experimentarán gran bien de él para su santificación.”
Esta experiencia, que se espera sea muy intensa pero de corta duración (15 minutos o menos, sin embargo, parecerá mucho más.
No sabemos cuándo se producirá el Aviso, pero – a los que están en sintonía con los “signos de los tiempos” – probablemente les parezca innegable que una serie de pequeñas advertencias ya están ocurriendo a nuestro alrededor.
UNA DE LAS SEÑALES QUE VIDENTES HAN REPORTADO ES EL ATAQUE A LAS TORRES GEMELAS
El ejemplo más obvio son los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. .
Que fue cuando hizo eclosión del gran mal de los terroristas islámicos. .
Predecesor de otra manifestación dramática actual que es la matanza de cristianos que el Estado Islámico y sus aliados están haciendo en Oriente Medio.
Cada acontecimiento culminante en la historia contemporánea tiene sus imágenes que lo definen:
-los buques de guerra en ruinas con el humo negro hacia el cielo sobre Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941,
-los marines izando la bandera en Iwo Jima en la Segunda Guerra Mundial,
-el hongo atómico sobre Hiroshima después de la caída de la bomba atómica,
-la limusina descapotable en Dallas en que viajaba el presidente y la señora Kennedy el 22 de noviembre de 1963,
-el Papa Juan Pablo II herido en la Plaza San Pedro en 1981, y así sucesivamente.
Imágenes como éstas tienen una forma de grabarse en nuestra memoria colectiva.
Sin duda, esto es cierto para las horribles imágenes tomadas poco después de los ataques terroristas: la imagen de la cara del diablo en el humo que salía adelante del World Trade Center.
Esto fue sin duda más que una coincidencia, porque los acontecimientos de ese día sin duda tenían un elemento de inspiración satánica.
Causar deliberadamente la muerte de miles de personas inocentes, como hicieron los terroristas, es un acto de indecible mal.
El Cielo estaba disgustado con nosotros en ese día, pero aun así, los acontecimientos del 11 de septiembre pueden, en retrospectiva, verse como parte del alerta permanente de Dios a occidente y en especial a los EE.UU.
LOS ATAQUES ANUNCIADOS A VIDENTES
Un número de videntes habrían recibido muchas advertencias del ataque, comenzando con una profecía de 1990 a un vidente anónimo.
Que afirmaba que dentro de doce años, el orgullo de Nueva York se rompería, y que dentro de cuatro años, un mal sin precedentes sería introducido, con nuestra respuesta a este mal determinando la duración y severidad de los castigos que vienen.
Fue en 1994 que el presidente Clinton, sobre la base de una recomendación del Instituto Nacional de Salud, anunció que el gobierno federal permitiría la investigación con embriones humanos.
En 1998 la vidente Patricia Mundorf (ya fallecida) advirtió al FBI que el World Trade Center y la Casa Blanca o el Pentágono serían atacados.
Y el 11 de septiembre de 1999 -exactamente dos años antes del ataque- la mística irlandesa Christina Gallagher durante su visita a los Estados Unidos, hizo un gesto hacia las Torres Gemelas y declaró:
“Si los estadounidenses no vuelven a Dios, todo esto será destruido”.
María Esperanza, la vidente asociada con las apariciones aprobadas por la Iglesia en Venezuela, declaró a principios de 2001 de que algo terrible iba a suceder a lo largo de la costa oriental, como resultado de la clonación humana. . Y el 25 de agosto de 2001 -sobre la base de un mensaje que recibió de San Pedro- advirtió: que “un gran evento va a ocurrir en tres semanas o tres meses”.
11 DE SEPTIEMBRE – DÍA 33
El ataque terrorista ocurrió en la tercera semana después de la ominosa advertencia de María Esperanza.
El 11 de septiembre también pasó a ser el día 33 después que el presidente Bush anunció el inicio con fondos federales muy limitados, para la investigación con células madre embrionarias.
A pesar de que el Presidente sinceramente trató de limitar el impacto de esta decisión, una línea fatídica había sido cruzada.
Por primera vez, ya era legal tratar de mejorar algunas vidas humanas a expensas de otras vidas humanas.
Varios videntes han dicho que después de esta decisión, el manto de protección de Nuestra Señora fue retirado de Norteamérica.
El 6 de diciembre de 2001, una supuesta vidente llamada Judith (a quien el Padre Esper dice conocer personalmente) ha recibido este mensaje de María:
“¿No sabes que en el pensamiento de que ustedes pueden crear vida, ustedes han perdido su alma?…
Tu nación, una vez fuerte y poderosa (que una vez confiaba en Dios), ha sido advertida muchas veces, sin embargo, todavía es caprichosa….
Ustedes son un pueblo necio y terco.
Y por sus acciones, han causado su propia destrucción.
Ustedes ponen el pie en el camino equivocado y su camino los ha llevado a la perdición…
Y yo te digo a ti ahora: vuélvanse a mi hijo y pidan perdón, porque queda un pequeño grano en el reloj de arena…
Utilicen este pequeño grano con sabiduría y durará mucho tiempo.
Tiren ese pequeño grano de arena y su tiempo será limitado.
Tengan cuidado, hijos míos, con lo que eligen.”
Norteamérica y el mundo están siendo advertidos por el Cielo, pero por desgracia no hay ninguna razón para creer que el mensaje esté siendo tomado en serio, ni siquiera siendo escuchado.
Y las consecuencias podrían ser desastrosas.
La guerra contra el terrorismo, necesaria como puede ser, lleva consigo el grave peligro de una escalada -posiblemente involucrando el uso de armas químicas, biológicas o incluso nucleares.
Las tensiones en el Medio Oriente rara vez han sido más altas.
En EE.UU. la asistencia a la iglesia aumentó considerablemente después de la catástrofe del World Trade Center, pero desde entonces ha vuelto a los niveles pre-11 de septiembre.
Hay poca evidencia de arrepentimiento nacional o de renovación espiritual.
Por ejemplo, la investigación genética y la experimentación no ha disminuido, la industria del aborto lleva a cabo negocios como de costumbre.
Los ejecutivos de las empresas toman ventaja de los accionistas e inversionistas, y los atletas y artistas demuestran un nuevo nivel de codicia y egocentrismo.
Estados Unidos parece incapaz o poco dispuesto a aprender del pasado.
Un claro ejemplo es proporcionado por el movimiento homosexual.
Durante un tiempo, la realidad del SIDA impuso algunas limitaciones en el comportamiento sexual homosexual, pero ahora, la promiscuidad y las relaciones sexuales sin protección, una vez más se generalizan entre los homosexuales.
Según algunos videntes y locucionistas, además de la clonación humana, los dos pecados que ofenden a día de hoy al cielo mayormente son aborto y la homosexualidad.
Jesús llama a sus seguidores a ser una luz que brilla en la oscuridad.
Y con el estado moralmente desastroso de la sociedad actual, el testimonio de catolicismo es más importante que nunca.
Pero la Iglesia en buena parte de occidente se ha convertido en una fuente de escándalo.
Este terrible estado de corrupción fue predicho hace tiempo, la profecía de San Nilo, ya en 1651, afirmaba que a mediados del siglo XX,
“pastores cristianos, obispos y sacerdotes se volverán hombres viles, fallando completamente en distinguir lo correcto de lo incorrecto…
Lujuria, adulterio, homosexualidad, hechos secretos y asesinatos gobernarán en la sociedad.”
Más recientemente, una monja de clausura en Ohio, la hermana Mildred María Neuzil (fallecida en 2000), fue advertida por el Señor de los escándalos que vienen.
En 1981, Jesús le dijo:
“Muchos son los actos contra natura que se cometen en nombre del amor.
Este mal se disfraza y tolera como un derecho intrínseco como cualquier otro.
Incluso algunos de mis sacerdotes y las vírgenes consagradas están atrapados en esta red del mal – sin darse cuenta de las terribles consecuencias”.
A otro profeta contemporáneo, se le dio una visión de las iglesias cerrando debido a la falta de sacerdotes, el Señor le explicó:
“Cuando Yo esté purificando la Iglesia, habrá muy pocos sacerdotes que quedarán para guiar a mis hijos.
Cuando yo termine, los que quedarán serán los que permanezcan cerca de mi madre”.
SEÑALES EN LA NATURALEZA
El mundo han perdido su camino, y la Iglesia está fallando.
A pesar de los esfuerzos de miles de sacerdotes y obispos dedicados y millones de cristianos comprometidos, para lograr una renovación moral en la sociedad.
Por lo tanto la creación misma está aparentemente protestando por nuestro creciente nivel de inmoralidad. .
Las sequías, las inundaciones y los incendios destructivos son sólo ejemplos de una larga serie de desastres naturales sin precedentes. .
Coincidiendo con la caída de la sociedad fuera de la gracia.
Por ejemplo, doce días después de los atentados del 11 de septiembre, una Aurora Boreal en Finlandia formó la imagen sorprendente de lo que parecía un ángel enorme en rojo, sosteniendo una espada.
La espada y el color rojo, son las imágenes tradicionales de la guerra (cf. Ap 6:3-4).
Por otra parte, una gran aurora boreal cubrió la mayor parte del territorio continental de Estados Unidos en la noche del 30 de marzo de 2001, los observadores de todo el país informaron de luces verdes y rojas intermitentes en todo el cielo nocturno.
El 25 de julio de 2002 Christina Gallagher recibió un mensaje de Nuestra Señora, que en parte dice:
“Ustedes serán puestos a prueba a elegir entre el mal y Dios.
Tormentas afectarán el mundo, tormentas como el mundo no ha visto…
No culpes a la maldad de lo que es su propia debilidad y sus propios deseos….
Están viniendo al mundo muchas calamidades para purificar la pestilencia y el mal.”
Este mensaje tiene una relevancia especial para los Estados Unidos, porque en una ocasión anterior Cristina había dicho a un grupo de estadounidenses,
“Dios nunca hará visitar la guerra a vuestra tierra, porque la gente de América ha sido generosa.
Pero a causa de sus pecados, su país será castigado por los elementos y derrotado por los desastres naturales.”
Estas palabras hacen eco de las profecías anteriores de la famosa alemana estigmatizada Teresa Neumann.
Quien afirmó en 1946 que Estados Unidos nunca se vería invadido o conquistado, pero sería económicamente arruinado por una serie de desastres naturales alrededor de la vuelta del siglo.
Estas y otras profecías similares son de gran actualidad y aterradoras – pero siempre tenemos motivos para la esperanza.
Dios, se comprende mejor no como un juez enojado, sino como un Padre amoroso, porque Él desea nuestra salvación eterna. .
Él permite que suframos las consecuencias por nuestros pecados si no tiene otra manera de llamar nuestra atención. .
E incluso entonces él es feliz de recuperarnos si le llamamos en el dolor genuino.
En una revelación dada en 1879, una monja francesa dijo:
“¿No parece el mismo Dios a veces cambiar el orden de sus planes?
Por ejemplo, puede suceder que Dios quiera castigar a un reino, una provincia, o una persona.
Esto es la intención. Parece manifiesto.
Sin embargo, por las oraciones u otros medios adoptados por ese país, provincia o persona se puede desarmar la ira de Dios, Él puede conceder el perdón total o una remisión parcial de sus designios de acuerdo a su infinita sabiduría.
A menudo también permite que eventos sean augurados, o le da su conocimiento a algunas almas para que puedan advertir a las demás y apaciguar su venganza.
Su misericordia es tan grande que sólo castiga en los casos realmente extremos”.
EL AVISO: UN ACTO DE MISERICORDIA
¿Por qué no ha ocurrido ya el Aviso? ¿Cuánto tiempo durará la espera del Señor? ¿Cuánto peor las cosas podrán ser?
Es en este contexto debemos entender el aviso.
No es en última instancia, un acto de juicio, sino de misericordia, el Señor desea que los pecadores se arrepientan y sean salvados.
Una posible pregunta u objeción que se podría plantear: ¿Por qué estamos aparentemente al borde de un acto sin precedentes por parte de Dios, de una intervención de la misericordia divina no concedida en ninguna otra época?
La respuesta es para que los padres entiendan.
Si una familia tiene cinco hijos y cuatro de ellos son más o menos de buen comportamiento, pero el quinto está siempre metiéndose en líos y clamando por la atención, ¿cuál va a recibir la mayor parte del tiempo, el esfuerzo y el amor?
Obviamente, el quinto hijo – el que desafía, preocupa y molesta a los padres más.
Los padres amorosos se esforzarán al máximo para ayudar a sus niños con problemas, la intensidad de la respuesta del verdadero amor depende en parte de cuán desesperadamente se necesita.
Así es cómo Dios responde a nuestra generación. .
Estamos más urgentemente necesitados de su misericordia y gracia que en cualquier otra época en la historia humana. .
Y así va a hacer un milagro espiritual para nosotros de un tipo y en una escala nunca antes visto.
¿POR QUÉ LA ADVERTENCIA NO HA OCURRIDO TODAVÍA?
En primer lugar, Dios es infinitamente más paciente de lo que somos nosotros.
La segunda carta de Pedro dice:
“El Señor no retarda su promesa, según algunos consideran ‘retraso’, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento” (3:9).
Pedro estaba escribiendo de la Segunda Venida de Jesús, pero sus palabras también se pueden aplicar de una manera secundaria a la fecha del Aviso.
Dios está pacientemente retrasando el momento en que va a hacer el mayor bien.
En segundo lugar, Dios ve el panorama, a diferencia de nosotros.
Leemos los titulares sobre la violencia y el mal en el mundo, pero Él ve en los corazones humanos.
Y encuentra la bondad oculta que no vemos o escuchamos o sospechamos.
Y tal vez ha habido suficiente cantidad de este bien hasta el momento para retrasar o mitigar los acontecimientos por venir.
En tercer lugar, Dios puede muy bien estar reservando el Aviso para el momento en que la inmoralidad humana haya alcanzado su pico. .
Cuando, literalmente, nada más pueda hacer la Iglesia para convertir a los pecadores.
El Señor prefiere trabajar a través de nosotros tanto como sea posible.
Por lo que si el mundo no ha alcanzado aún el punto en que debe intervenir directamente por medio del Aviso, esto significa que todavía estamos a tiempo para ayudar a convertir a los pecadores por medio de nuestras oraciones y actos de penitencia.
En este sentido, debemos ser como los siervos fieles a quienes el señor encuentra ocupados a su regreso (Lc 12:36-38).
El hecho de que sepamos que el Aviso viene no quiere decir que podemos renunciar a nuestros propios esfuerzos en nombre de los pecadores.
POSIBLES ESCENARIOS
Nadie sabe el curso exacto de los acontecimientos futuros.
Pero una serie de escenarios (basados en revelaciones privadas y de especulación informada) se han sugerido.
Estos conceptos están sin ningún orden particular:
*Caída del mercado de valores y / o colapso de la economía, .
*Malestar social, crecientes actos de terrorismo y guerras cada vez más amplias, .
*Pérdida de las libertades civiles y de la privacidad individual, .
*Diseminación forzada de la homosexualidad, .
*Ascenso del Islam agresivo y perseguidor de los cristianos, .
*Un cisma en la Iglesia y una posible persecución religiosa, .
*Grandes epidemias y la llegada de enfermedades nuevas y desconocidas, .
*Cada vez más alarmantes e impredecibles cambios del clima, .
*Numerosos y cada vez más destructivos desastres naturales.
Todas estas tragedias son innecesarias, y se pueden atenuar o prevenir por medio del arrepentimiento, la oración y los actos de penitencia.
El Aviso (y también el Milagro), sin embargo es seguro que se llevarán a cabo.
Y pueden ocurrir en cualquier punto de la secuencia anterior.
Lo poco que sabemos acerca de su momento sugiere que de alguna manera se asocia con la letra A (¿un asteroide?).
Y estará vinculado a un prodigio solar, con una cruz visible en el cielo en todo el mundo.
Uno de los supuestos videntes alega que tres días antes del Aviso, habrá una nueva aurora boreal en el cielo. .
El día antes del Aviso, todos los animales estarán en silencio. .
Y momentos antes del Aviso, todo el mundo verá a su ángel de su guarda como un forma de fortalecimiento espiritual y preparación.
¿Cuándo puede suceder esto? Nadie sabe a ciencia cierta.
El Aviso es de suponer que podría ocurrir en cualquier momento desde ahora.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA PREPARARNOS PARA EL AVISO?
En primer lugar, debemos estar personalmente listos.
Esto significa restaurarnos a un estado de gracia, algo que ya deberíamos estar haciendo.
Si somos conscientes de un serio pecado o si ha pasado mucho tiempo desde nuestra última confesión, ahora es el momento de recibir el Sacramento, lo que hará nuestra experiencia del Aviso mucho más fácil.
En segundo lugar, podríamos especialmente orar para estar listos y abiertos al mensaje personal de Dios para nosotros durante el Aviso
Esto con el fin de ver nuestros defectos y entender y recordar exactamente lo que hay que hacer para superarlos.
Si lo usamos como tal, la advertencia puede ser importante para impulsar o ayudar en nuestra búsqueda personal de santidad.
En tercer lugar, deberíamos hacer planes para asistir a nuestros seres queridos.
Miembros de la familia, parientes y amigos, compañeros y feligreses una vez que el Aviso se haya producido.
Muchas personas estarán en un estado de “conmoción espiritual”, tratando de dar sentido a una experiencia aterradora y desconcertante espiritualmente.
Ellos necesitan nuestra ayuda y apoyo.
Por lo que ahora es el momento de empezar a almacenar artículos útiles o necesarios para su distribución: libros religiosos, simples descripciones escritas del Aviso y garantías de la misericordia de Dios, videos y audios sobre temas religiosos, estampas, rosarios, escapularios, medallas, catecismos, libros de oraciones y otros materiales y recursos.
Un locucionista de Connecticut recibió un mensaje en el año 1996 que indica que cuando el aviso se produzca, los hijos de María se recuperarán rápidamente de su shock.
Y a continuación, tienen que ir a sus parroquias para ayudar a sus pastores, ayudando a administrar a la gran multitud de personas que, en su confusión y miedo, buscarán la ayuda de la Iglesia.
Por lo tanto, cuando llegue el momento, inmediatamente dirigirse a su iglesia y comenzar a administrar a la gente en cualquier forma que puedan.
CONSAGRAR NUESTRAS FAMILIAS Y HOGARES
Además de la preparación para el Aviso, también hay cosas que deben ser hechas para nuestro propio crecimiento espiritual y de protección.
Y en respuesta a los muchos mensajes del cielo llamando a la oración y la penitencia.
Debemos consagrar nuestras familias y los hogares a los Corazones de Jesús y María,
rezar el Rosario todos los días,
ir a Confesión regularmente,
asistir a Misa y recibir la Comunión al menos una vez a la semana (y más veces si es posible),
promover la devoción a la Santísima Virgen María y otros santos;
y realizar algún otro acto de penitencia por lo menos una vez a la semana, para la conversión de los pecadores, por la salvación de los moribundos, y para la seguridad y el bienestar del Santo Padre y de todos los miembros de la Iglesia.
La oración cambia las cosas, y todavía puede haber tiempo para disminuir o retrasar algunos de los castigos menores se esperan antes del Aviso.
El culto de las reliquias parte de una necesidad humana de reverenciar a la persona que ha dado muestras de santidad.
Pero además Dios obra milagros a través de las reliquias cuando así lo dispone.
Reliquia del Corazón de San Camilo
La reliquia es un vínculo físico con alguien que fue tan devoto de Dios en esta vida, que fue digno de entrar en el Reino de los Cielos donde todos los santos interceden por nosotros para siempre. .
Y también es un vínculo físico con lo sobrenatural porque en oportunidades son vehículos que Dios elige para actuar en el mundo.
Es más, el valor real de las reliquias reside en ser un canal por el cual se realicen milagros de Dios.
La sabiduría popular sabe esto, por eso cuando hay algún enfermo difícil se busca una reliquia para que lo toque.
Y cuando reliquias de santos están de gira vemos que se llenan los templos que las exhiben.
Sin embargo debemos recordar que existe un combate a todo lo sobrenatural dentro de la Iglesia, por lo que se desmerece su poder de vinculación con el mundo sobrenatural.
Y llega al paroxismo en los protestantes, quienes niegan siquiera la posibilidad de venerar una reliquia como recuerdo de un santo.
Orando ante la reliquia de una Astilla de la vera Cruz
LO BÁSICO: EL RESPETO Y LA REVERENCIA A LAS RELIQUIAS EN GENERAL
Todos sabemos o hemos escuchado decir de padres que conservan un mechón de cabello de sus hijos o algunos de sus dientes o su juguete favorito.
Ciertamente todos nosotros poseemos alhajas, muebles o algún objeto querido por nuestros padres, nuestros abuelos u otros miembros de la familia.
Sacar la vajilla de la abuela para la cena de Navidad o rezar con su rosario remueve las emociones y nos hace sentir conectados una vez más con alguien que amamos pero que ya ha muerto.
La sociedad secular también aprecia las reliquias.
Los museos históricos suelen tener objetos usados por próceres de la patria, como por ejemplo prendas de vestir, algún documento firmado por ellos, armas que usaron, etc.
La veneración de las reliquias no está limitada solamente a la Iglesia Católica o a la Ortodoxa.
Los budistas veneran los dientes de Buda; los musulmanes veneran la espada, la túnica e incluso los mechones de la barba de Mahoma.
En épocas antiguas, cuando un granjero desenterraban los huesos de un dinosaurio los griegos y los romanos los tomaban como restos de la antigüedad que había que conservar.
En nuestro caso, las reliquias son una de esas facetas de la devoción católica que inspiran fascinación, a veces temor, y reacciones favorables de algunos y de suspicacia de otros sobre su autenticidad.
¿Por qué la Iglesia Católica conserva reliquias, por qué hace que los fieles las veneren y por qué los católicos las quieren?
Así como las reliquias de nuestros familiares nos proveen una conexión física con alguien que amamos, los artefactos históricos proveen un enlace o una conexión con alguna persona a la que admiramos.
Por ejemplo una conexión particular con un momento de la historia que se logra con las reliquias históricas en las vitrinas de los museos.
Las reliquias sagradas significan de la misma manera, pero de modo más intenso.
Porque en el caso de las reliquias de los santos la conexión no es solamente hacia alguien que amamos o admiramos, sino con alguien que ha sido genuinamente sagrado y ahora su alma es glorificada en el cielo e intercederá por nosotros con nuestro Dios Todopoderoso.
Reliquias de la celda del Padre Pío
LAS RELIQUIAS CRISTIANAS VENERADAS DESDE SIEMPRE
Los protestantes, en quienes la acusación de idólatras a los católicas es parte de su ADN, deberían tomar en cuenta que la reverencia a los restos y pertenencias de los santos está arraigada en la Sagrada Escritura.
Hay menciones en la Biblia de la acción sobrenatural de las reliquias.
En Reyes 2 13:20-21 podemos leer sobre un hombre muerto que es traído de nuevo a la vida después de que su cadáver estuviera en contacto con los retos del profeta Elías:
“tan pronto como el hombre toco los huesos de Elías, revivió, y se puso de pie.”
En el Nuevo Testamento encontramos esta historia en Marcos 5:25-34:
“Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto.
Pues decía: ‘Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré’.
Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal”.
En Hechos de los Apóstoles cuenta como los cristianos le preguntaron a San Pablo si podían tocar sus pañuelos y las demás ropas.
Y cuando estás ropas fueron dadas a los enfermos o a los poseídos,
“…bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o mandiles que había usado y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos” (Hechos 19:12).
Esto lo vieron los cristianos primitivos.
Aun en tiempos de persecución los primeros Cristianos hacían un esfuerzo para recuperar los restos de los mártires así podrían darles santa sepultura.
Una carta del año 156 d.C. describe el martirio del obispo de Esmirna, San Policarpo.
Las autoridades romanas ordenaron que su cuerpo fuera quemado, pero los Cristianos de Esmirna buscaron entre las cenizas algún rastro del Santo que no hubiera sido consumido por las llamas.
“Buscamos sus huesos”, escribió el autor anónimo de la carta, “los cuales son más valiosos incluso que piedras preciosas o más finos que el oro más puro, y los colocamos en un lugar adecuado, donde el Señor nos permita reunirnos, mientras seamos capaces, con alegría y regocijo, celebrar el día de nuestro mártir.”
También se convirtió en una costumbre entre los primeros Cristianos reunirse en la tumba de un mártir para celebrar el aniversario de su martirio; lo que llamamos día festivo.
En muchas instancias el obispo daba la Misa usando el sarcófago del mártir como altar.
Ese es el origen de la tradición – que sigue usándose – de guardar las reliquias de los santos en un altar.
Esa venerable tradición provee una conexión directa e inquebrantable desde las catacumbas hasta tu parroquia.
EL PODER SOBRENATURAL DE LAS RELIQUIAS
Las reliquias sirven como un enlace físico entre el mundo natural y el sobrenatural.
Los católicos creen que sólo Dios puede sanar, pero además, que Dios puede en algunos casos permitir la curación a través de medios físicos, tales como una reliquia de una persona santa.
La morada del Espíritu Santo afecta al cuerpo físico, y Dios puede hacer milagros a través de los cuerpos de santos difuntos.
Ya en el Antiguo Testamento, los restos de los fallecidos han demostrado que poseen un poder que sin duda viene de Dios.
Anteriormente en este artículo hemos relatado tres pasajes de la Biblia donde se ve el poder de Dios enviado a través de los objetos: en
-el Antiguo Testamento la resucitación de un muerto (2 Reyes 13: 20-21),
–la curación de le hemorroísa por tocar el manto de Jesús (Marcos 5:25-34 ) y
–la sanación mediante el contacto con objetos que usaba San Pablo (Hechos 19: 11-12).
También hay muchos místicos que atestiguan el poder sobrenatural de las reliquias, por ejemplo Catalina Emmerich, ver aquí y aquí.
Y muchos de los milagros de sanación, inclusive de canonización, involucran la exposición de los enfermos a reliquias de los santos, por ejemplo algún guante del Padre Pío, ver aquí y aquí.
Por lo tanto las reliquias son más que recuerdos.
El cuerpo del santo proporciona un vínculo espiritual entre la vida y la muerte, entre el hombre y Dios.
Y a causa de la gracia que Dios deposita en el objeto, son un tesoro inestimable para los fieles.
La veneración de reliquias en la Edad Media llegó a rivalizar con los sacramentos en la vida diaria de la iglesia medieval.
De hecho, desde la época de Carlomagno, era obligatorio que cada altar contuviera una reliquia.
Esto era alimentado por la creencia cristiana en la vida futura y la resurrección, en el poder del alma, y en el papel de los santos como promotores de la humanidad en el cielo.
Pero la reliquia no es un amuleto que por sí misma logre milagros sobrenaturales, sino un vehículo por el cual el fiel demuestra su veneración al santo, adora a Dios y le pide una gracia especial.
Pero muchas veces hemos visto excesos.
Reliquia del Cinturón de la Virgen Maria
EL ‘ENDIOSAMIENTO’ Y LA AUTENTICIDAD DE LAS RELIQUIAS
Siempre existió el peligro, por supuesto, de que algunos cristianos pudieran tratar a los santos como si fueran pequeños dioses y a las reliquias como amuletos.
San Jerónimo en su carta a Ripario escribe sobre la veneración apropiada a santos y reliquias,
“Nosotros no hacemos culto, nosotros no los adoramos (a los santos), por temor a reverenciar más a la criatura que al mismo Creador.
Sin embargo nosotros veneramos las reliquias de los mártires a fin de adorar mejor a Aquel a quien estos pertenecen”.
Por desgracia, durante la Edad Media algunos lugares reclamaron poseer reliquias de manera absurda.
Como por ejemplo una pluma del Espíritu Santo o el escudo que San Miguel Arcángel llevaba cuando sacó a Lucifer del Cielo.
Una de las reliquias más codiciadas de la Edad Media fue la cabeza de Juan El Bautista.
No se sabe cuántas iglesias la incluyeron entre sus tesoros, contando a la Iglesia de San Silvestre in Capite en Roma, la Catedral de Amiens en Francia y el Monasterio de Gandzasar en Armenia.
Lo más extraño de todo es que el clero Musulmán de la Mezquita de los Omeyas en Damasco afirmaban que ellos tenían el cráneo de San Juan. Una reclamación que ellos hacen hasta el día de hoy.
Tales abusos llevaron a los reformadores protestantes a atacar la veneración de las reliquias.
En el Concilio de Trento los obispos Católicos respondieron explicando y defendiendo esta práctica diciendo,
“Los sagrados restos de los santos mártires y de los demás que ahora viven con Cristo – cuyos cuerpos fueron miembros vivientes de Cristo y ‘el templo del Espíritu Santo’ (1 Corintios 6:19) y quienes serán despertados por Él a la vida eterna y serán glorificados, están para ser venerados por los fieles.
A través de éstas (reliquias) muchos beneficios son concedidos por Dios a los hombres”.
Como se ve, apela también al poder sobrenatural de las reliquias.
Pero podemos encontrar más críticas injustas a las reliquias.
Reliquia de brazo de San Esteban
LAS CRÍTICAS INJUSTAS SOBRE LAS RELIQUIAS
De todas las reliquias la más famosa es la Santa Cruz.
En el año 326, la Emperatriz Santa Elena, madre del Emperador Constantino hizo una peregrinación a Jerusalén, específicamente para encontrar el Santo Sepulcro: la tumba en la que Cristo había sido sepultado y de donde Él había resucitado.
Fue durante la excavación del Santo Sepulcro que Santa Elena encontró la Santa Cruz.
En 20 años de una exploración en el siglo XIX, fueron encontrados fragmentos de la Cruz en iglesias de todo el Imperio Romano.
Porque la madera “sobre la cual colgaron al Salvador del mundo”, era importante para la liturgia del Viernes Santo, y estos fragmentos fueron especialmente valorados.
Cada astilla fue – y sigue siendo – un enlace directo al momento en el que Jesucristo dio su vida por nuestra salvación.
No es de extrañar, entonces, que las piezas de la Santa Cruz sean las más buscadas de todas las reliquias.
Los innumerables pequeños fragmentos de las reliquias de la Santa Cruz han dado lugar a generaciones de escépticos que afirman que si todos los pedazos se volvieran a ensamblar habría suficientes como para construir el Arca de Noé.
Pero en 1870 el francés Rohault de Fleury, publicó un libro en el cual él relata su intento por enumerar todas las reliquias existentes de la Santa Cruz; él incluyó las medidas de cada pieza.
Fleury encontró que todas las reliquias existentes no serían suficientes como para construir una cruz lo suficientemente grande como para crucificar a un hombre.
Reliquia de Guante del Padre Pío
LOS TIPOS DE RELIQUIAS QUE SE DISTINGUEN
Las reliquias pueden ser de tres grados:
1º grado: un fragmento del cuerpo.
2º grado: un fragmento de su ropa o de algo que el santo usaba durante su vida (rosario, Biblia, cruz, etc.).
También objetos asociados con el sufrimiento de un mártir.
3º grado: cualquier objeto que ha sido tocado a una reliquia de primer grado o a la tumba de un santo.
De esta esta forma podemos hacernos nuestras propias reliquias, haciendo que un objeto nuestro toque una reliquia de primer grado o la tumba de un santo.
El culto de las reliquias, como la Iglesia siempre subraya, es un culto relativo.
El culto de Dulía Relativa es el que está reservado a las sagradas imágenes y reliquias religiosas.
O sea desde representaciones pictóricas de Jesucristo, de la Virgen, de los ángeles y los santos.
Hasta las reliquias, principalmente de los santos, como cuerpos incorruptos, ropas, cabellos, objetos personales, o el famoso Sudario de Turín.
La palabra que identifica el culto de Dulía Relativa es Veneración.
Podemos inclinarnos ante las imágenes y reliquias, pero teniendo en mente que a quien veneramos finalmente no es a la imagen, sino al santo representado por la misma.
Podemos besar las imágenes y las reliquias, dedicando nuestra actitud al santo, representado ya sea en reliquia o en imagen.
LAS RELIQUIAS DEBAJO DE LOS ALTARES
En el libro del Apocalipsis 6: 9 dice,
“Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los degollados a causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantuvieron”.
Esto se asocia además con la práctica de los católicos en tiempos de persecución.
Las misas se realizaban en las catacumbas y las tumbas de los mártires se usaban como altar para la misa.
De modo que los restos de los mártires estaban debajo de los altares que se usaban en las catacumbas.
Luego cuando pasó la persecución, los primeros cristianos quisieron seguir conservando la presencia de sus mártires cerca de ellos.
Y así abrieron las tumbas, retiraron los huesos y los pusieron en frascos que luego colocaron debajo de los altares de las iglesias.
Es por eso que en Roma se ven frascos con reliquias en exhibición debajo de altares.
Y es más, es una tradición tan fuerte que no sólo los altares sino también Iglesias fueron construidos sobre tumbas de santos.
Este es el caso por ejemplo de la Basílica de San Pedro y de la Basílica de San Pablo Fuera de Muros, que fueron construidas sobre las tumbas de estos dos apóstoles.
Esto después se legisló y se liturgizó.
En él numeral 1237 del Código Canónico dice,
“La antigua tradición de colocar reliquias de mártires u otros santos debajo de un altar fijo debe preservarse, de acuerdo con las normas dadas en los libros litúrgicos”.
Y en el numeral 866 del Ceremonial del Obispo lo aclara aún más,
«…debe tener en cuenta lo siguiente.
a) Tales reliquias deben ser de un tamaño suficiente para que sean reconocibles como partes de cuerpos humanos.
Por lo tanto, las reliquias excesivamente pequeñas de uno o más santos no deben colocarse debajo de un altar.
b) Se debe tener el mayor cuidado para determinar si las reliquias en cuestión son auténticas.
Es mejor que un altar sea dedicado sin reliquias que tener reliquias de dudosa autenticidad colocadas debajo de él.
c) No debe colocarse un relicario en el altar ni en la mesa del altar, sino que debe colocarse debajo de la mesa del altar, según lo permita el diseño del altar”.
Por lo tanto parece que no es imprescindible poner reliquias debajo del altar para su dedicación.
Pero cuando se ponen reliquias, deben ser de un tamaño adecuado para ser reconocidas como tales y colocarse debajo del altar y en un altar fijo no móvil.
Además el ritual prevé una celebración para la consagración de altares nuevos, pero no prevé ninguna celebración para insertar reliquias en un altar ya consagrado.
En otros textos como el Misal romano se pide instruir a los fieles que resistan la tentación de formar colecciones de reliquias y evitar la posibilidad de fraude, tráfico o superstición.
Además habilita la posibilidad de sacar las reliquias en procesión y también llevarlas a enfermos y moribundos para consolarlos.
Las misas del Padre Pío eran consideradas como un evento realmente ‘de otro mundo’.
En las que el Santo se comunicaba con el Cielo de forma visible.
A la vista de los presentes .
Incluso hay relatos que cuentan haberle visto levitar. .
Y entrar en la agonía que había entrado Jesús durante su pasión.
En este artículo traemos dos testimonios y una entrevista al propio Pío sobre su misa.
EL TESTIMONIO DE FRAY MODESTINO FUCCI
Fray Modestino Fucci (1917-2011) fue un santo hermano que vivió junto al Padre Pío en el convento de San Giovanni Rotondo durante muchos años. . A menudo tenía el privilegio de servir en la tradicional misa en latín celebrada por San Pío.
El Hermano Modestino registró cuidadosamente sus impresiones de lo que era servir en el Santo Sacrificio de la Misa celebrada por el Padre Pío, y se ha publicado en la revista «La voz del Padre Pío.»
Abajo puedes ver la filmación de la última misa celebrada por el Padre Pío; un documento raro y único.
Los siguientes son extractos del artículo «Testigo del Padre».
Me gustaba ver y observar al Padre Pío de cerca todo el tiempo.
Desde el momento en que abandonaba su celda en la madrugada para celebrar la misa, se lo veía en un estado de sufrimiento y angustia. Parecía inquieto.
Tan pronto como llegaba a la sacristía, donde se ponía las vestiduras sagradas, tenía la impresión de que él ya no estaba al tanto de lo que sucedía a su alrededor.
Estaba totalmente absorto y consciente de lo que iba el cumplir.
Su rostro, que era de color normal, se volvía terriblemente pálido cuando se ponía el amito.
Desde ese momento no le prestaba más atención a nadie.
Vestido con los ornamentos sagrados hacía su camino hacia el altar.
A pesar de que caminaba delante de él, yo era consciente de que su marcha se hacía como arrastrando, con el rostro triste. .
Parecía agacharse cada vez más, como si estuviera aplastado bajo el peso de una cruz invisible gigantesca.
Una vez que llegaba al altar.
Lo besaba amorosamente y su pálido rostro se inflamaba.
Sus mejillas se convertirían en carmesí, su piel tan transparente que casi se veía el flujo sangre que corría por sus mejillas.
Después en el Confiteor (Yo Confieso), se golpeaba el pecho con golpes huecos y pesados como acusándose de todos los peores pecados cometidos por el hombre. . Sus ojos permanecían cerrados, sin poder evitar gruesas lágrimas, que desaparecían en la espesa barba.
En el Evangelio.
Al anunciar la Palabra de Dios, parecía como si se alimentara a sí mismo con estas palabras, saboreando su dulzura infinita.
Inmediatamente después, el coloquio entre el Padre Pío y el Eterno empezaba.
Este coloquio causaba que el Padre Pío llorara abundantes lágrimas, que se le veía limpiar con un gran pañuelo.
El Padre Pío, que había recibido el don de la contemplación del Señor, entraba en los abismos del misterio de la Redención.
Ante los velos de misterio, que habían sido arrancados por el sufrimiento de su fe y amor, todas las cosas humanas desaparecían de su vista.
Ante su mirada estaba sólo Dios.
Todo el mundo veía el sufrimiento del Padre Pío. .
Él pronunciaba las oraciones litúrgicas con dificultad e interrumpido por sollozos. .
La vergüenza que sentía por estar en la presencia del Padre y la mirada escrutadora de los demás era enorme. .
Probablemente habría preferido celebrar la misa en la soledad de manera que fuera capaz de dar rienda suelta a su sufrimiento y a su amor indescriptible.
En esos momentos el Padre Pío vivía con sensibilidad y realmente sentía la Pasión del Señor.
El tiempo pasaba rápidamente, pero él estaba fuera del tiempo.
Esa era la razón por la que la misa durara una hora y media o probablemente más.
En la elevación su sufrimiento alcanzaba gran altura.
Mirando su llanto, sus sollozos, tenía miedo de que su corazón fuera a estallar; estaba a punto de desmayarse de un momento a otro.
El Espíritu de Dios había ya penetrado en todo su cuerpo.
Su alma estaba absorta en Dios.
Él se ofrecía a sí mismo con Cristo, víctima de sus hermanos en el exilio.
Cada gesto denotaba su relación con Dios.
Su corazón debería quemarse como un volcán.
Él oraba intensamente por sus hijos espirituales, por los enfermos, y por aquellos que ya habían dejado este mundo.
De vez en cuando se inclinaba en el altar sobre sus codos, probablemente para aliviar sus pies heridos por el peso de su cuerpo.
Le oía repetir a menudo a través de sus lágrimas: «¡Dios mío, Dios mío!» .
Un espectáculo de fe, el amor, sufrimiento y emoción que alcanzaba el punto de dramatismo cuando el Padre levantaba la hostia. .
Las mangas del sobrepelliz bajaban y sangraban las manos a la vista de todos, mientras que su mirada estaba en Dios.
En Comunión parecía calmarse.
Transfigurado en un apasionado y extático abandono, se alimentaba de la carne y la sangre de Jesús.
¡Cuánto amor emanaba de su rostro!
El pueblo, atónito, no podía sino arrodillarse ante esa agonía mística, ante la aniquilación total de sí mismo.
La incorporación, la asimilación, la fusión era total.
El Padre Pío se mantendría como aturdido mientras saboreaba toda la dulzura divina que sólo Jesús en la Eucaristía sabe dar.
El sacrificio de la Misa se completaría con una participación real de amor, sufrimiento y sangre.
Y provocaba muchas conversiones.
Al final de la Misa otro sufrimiento le devoraría – la de ir al coro. .
Permanecer solo y en silencio, para poder dar las gracias a Jesús. .
Él permanecería inmóvil, como sin vida. .
Si alguien le hubiera sacudido él no se hubiera dado cuenta, tan absorto estaba en la contemplación divina.
Nadie será capaz de describir la misa del padre Pío.
Sólo uno que haya tenido el privilegio de vivirla la puede comprender.
La muerte del santo en 1968 significó la culminación y el cierre de una gran era en la Iglesia.
Al año siguiente el Papa Pablo VI publicó el misal Novus Ordo para la liturgia, casi poniendo fin a la misa que hacía el Padre Pío.
TESTIMONIO DEL P. DE ROBERT, HIJO ESPIRITUAL DEL PADRE PÍO
El P. Derobert, hijo espiritual del padre Pío, dice que el santo le había explicado poco después de su ordenación sacerdotal que celebrando la Eucaristía había que poner en paralelo la cronología de la Misa y la de la Pasión.
Se trataba de comprender y de darse cuenta, en primer lugar, de que el sacerdote en el Altar es Jesucristo.
Desde ese momento Jesús revive indefinidamente la Pasión en su Sacerdote.
Desde la señal de la cruz inicial hasta el ofertorio es necesario reunirse con Jesús en Getsemaní, hay que seguir a Jesús en su agonía, sufriendo ante esta «marea negra» de pecado.
Hay que unirse a él en el dolor de ver que la Palabra del Padre, que él había venido a traernos, no sería recibida o sería recibida muy mal por los hombres.
Y desde esta óptica había que escuchar las lecturas de la misa como estando dirigidas personalmente a nosotros.
El Ofertorio, es el arresto. La Hora ha llegado…
El Prefacio, es el canto de alabanza y de agradecimiento que Jesús dirige al Padre que le ha permitido llegar por fin a esta «Hora».
Desde el comienzo de la Plegaria Eucarística hasta la Consagración nos encontramos ¡rápidamente! con Jesús en la prisión.
En su atroz flagelación, su coronación de espinas y su camino de la cruz por las callejuelas de Jerusalén teniendo presente en el «momento» a todos los que están allí y a todos aquellos por los que pedimos especialmente.
La Consagración nos da el Cuerpo entregado ahora, la Sangre derramada ahora.
Es místicamente, la crucifixión del Señor.
Y por eso el San Pío de Pietrelcina sufría atrozmente en este momento de la Misa.
Nos reunimos enseguida con Jesús en la Cruz y ofrecemos desde este instante, al Padre, el Sacrificio Redentor.
Es el sentido de la oración litúrgica que sigue inmediatamente a la Consagración.
El «Por él, con él y en él» corresponde al grito de Jesús: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu».
Desde ese momento el Sacrificio es consumado y aceptado por el Padre.
Los hombre en adelante ya no están separados de Dios y se vuelven a encontrar unidos.
Es la razón por la que, en este momento, se recita la oración de todos los hijos: «Padre Nuestro…..»
La fracción del Pan marca la muerte de Jesús…..
La intinción, el instante en el que el Padre, habiendo quebrado la Hostia (símbolo de la muerte…) deja caer una partícula del Cuerpo de Cristo en el Cáliz de la preciosa Sangre, marca el momento de la Resurrección.
Pues el Cuerpo y la Sangre se reúnen de nuevo y es a Cristo vivo a quien vamos a recibir en la comunión.
La bendición del Sacerdote marca a los fieles con la cruz, como signo distintivo y a la vez como escudo protector contra las astucias del Maligno….
Se comprenderá que después de haber oído de la boca del P. Pío tal explicación, sabiendo bien que él vivía dolorosamente esto, me haya pedido seguirle por este camino…lo que hago cada día…¡y con cuánta alegría!.
Padre Pío y Padre Jean Derobert
ASÍ HABLÓ EL PADRE PÍO SOBRE LA MISA EN UN REPORTAJE
En 1974 se publicó una obra en italiano, titulada «Cosí parlò Padre Pio»: «Así habló el Padre Pio» (San Giovanni Rotondo, Foggia, Italia), con el imprimatur de Mons. Fanton, obispo auxiliar de Vincencia.
En este presente trabajo sacamos algunos pasajes en los que el Padre Pío hablaba de la Santa Misa:
Padre, ¿ama el Señor el Sacrificio?
Sí, porque con él regenera el mundo.
¿Cuánta gloria le da la Misa a Dios? Una gloria infinita.
¿Qué debemos hacer durante la Santa Misa?
Compadecernos y amar.
Padre, ¿cómo debemos asistir a la Santa Misa? Como asistieron la Santísima Virgen y las piadosas mujeres. Como asistió San Juan al Sacrificio Eucarístico y al Sacrificio cruento de la Cruz.
Padre, ¿qué beneficios recibimos al asistir a la Santa Misa? . No se pueden contar. . Los veréis en el Paraíso. . Cuando asistas a la Santa Misa, renueva tu fe y medita en la Víctima que se inmola por ti a la Divina Justicia, para aplacarla y hacerla propicia. . No te alejes del altar sin derramar lágrimas de dolor y de amor a Jesús, crucificado por tu salvación. . La Virgen Dolorosa te acompañará y será tu dulce inspiración.
Padre, ¿qué es su Misa? Una unión sagrada con la Pasión de Jesús. Mi responsabilidad es única en el mundo -decía llorando.
¿Qué tengo que descubrir en su Santa Misa? Todo el Calvario.
Padre, dígame todo lo que sufre Ud. durante la Santa Misa.
Sufro todo lo que Jesús sufrió en su Pasión, aunque sin proporción, sólo en cuanto lo puede hacer una creatura humana.
Y esto, a pesar de cada uno de mis faltas y por su sola bondad.
Padre, durante el Sacrificio Divino, ¿carga Ud. nuestros pecados? No puedo dejar de hacerlo, puesto que es una parte del Santo Sacrificio.
¿El Señor le considera a Ud. como un pecador?
No lo sé, pero me temo que así es.
Yo lo he visto temblar a Ud. cuando sube las gradas del Altar. ¿Por qué? ¿Por lo que tiene que sufrir? No por lo que tengo que sufrir, sino por lo que tengo que ofrecer.
¿En qué momento de la Misa sufre Ud. más? . En la Consagración y en la Comunión.
Padre, esta mañana en la Misa, al leer la historia de Esaú, que vendió su primogenitura, sus ojos se llenaron de lágrimas.
¡Te parece poco, despreciar los dones de Dios!
¿Por qué, al leer el Evangelio, lloró cuando leyó esas palabras: «Quien come mi carne y bebe mi sangre»…?
Llora conmigo de ternura.
Padre, ¿por qué llora Ud. casi siempre cuando lee el Evangelio en la Misa?
Nos parece que no tiene importancia el que un Dios le hable a sus creaturas y que ellas lo contradigan y que continuamente lo ofendan con su ingratitud e incredulidad.
Su Misa, Padre, ¿es un sacrificio cruento?
¡Hereje!
Perdón, Padre, quise decir que en la Misa el Sacrificio de Jesús no es cruento, pero que la participación de Ud. a toda la Pasión si lo es. ¿Me equivoco? Pues no, en eso no te equivocas. Creo que seguramente tienes razón.
¿Quien le limpia la sangre durante la Santa Misa?
Nadie.
Padre, ¿por qué llora en el Ofertorio? . ¿Quieres saber el secreto? . Pues bien: porque es el momento en que el alma se separa de las cosas profanas.
Durante su Misa, Padre, la gente hace un poco de ruido.
Si estuvieses en el Calvario, ¿no escucharías gritos, blasfemias, ruidos y amenazas? Había un alboroto enorme.
¿No le distraen los ruidos?
Para nada.
Padre, ¿por qué sufre tanto en la Consagración?
No seas malo… (no quiero que me preguntes eso…).
Padre, ¡dígamelo! ¿Por qué sufre tanto en la Consagración?
Porque en ese momento se produce realmente una nueva y admirable destrucción y creación.
Padre, ¿por qué llora en el Altar y qué significan las palabras que dice Ud. en la Elevación? .
Se lo pregunto por curiosidad, pero también porque quiero repetirlas con Ud. . Los secretos de Rey supremo no pueden revelarse sin profanarlos. .
Me preguntas por qué lloro, pero yo no quisiera derramar esas pobres lagrimitas sino torrentes de ellas. .
¿No meditas en este grandioso misterio?
Padre, ¿sufre Ud. durante la Misa la amargura de la hiel? Sí, muy a menudo…
Padre, ¿cómo puede estarse de pie en el Altar?
Como estaba Jesús en la Cruz.
En el Altar, ¿está Ud. clavado en la Cruz como Jesús en el Calvario?
¿Y aún me lo preguntas?
¿Como se halla Ud.?
Como Jesús en el Calvario.
Padre, los verdugos acostaron la Cruz de Jesús para hundirle los clavos? Evidentemente.
¿A Ud. también se los clavan?
¡Y de qué manera!
¿También acuestan la Cruz para Ud.?
Sí, pero no hay que tener miedo.
Padre, durante la Misa, ¿dice Ud. las siete palabras que Jesús dijo en la Cruz? Sí, indignamente, pero también yo las digo.
Y ¿a quién le dice: «Mujer, he aquí a tu hijo»?
Se lo digo a Ella: He aquí a los hijos de Tu Hijo.
¿Sufre Ud. la sed y el abandono de Jesús?
Sí.
¿En qué momento?
Después de la Consagración.
¿Hasta qué momento? Suele ser hasta la Comunión.
Ud. ha dicho que le avergüenza decir: «Busqué quien me consolase y no lo hallé». ¿Por qué?
Porque nuestro sufrimiento, de verdaderos culpables, no es nada en comparación del de Jesús.
¿Ante quién siente vergüenza?
Ante Dios y mi conciencia.
Los Ángeles del Señor ¿lo reconfortan en el Altar en el que se inmola Ud.?
Pues… no lo siento.
Si el consuelo no llega hasta su alma durante el Santo Sacrificio y Ud. sufre, como Jesús, el abandono total, nuestra presencia no sirve de nada.
La utilidad es para vosotros.
¿Acaso fue inútil la presencia de la Virgen Dolorosa, de San Juan y de las piadosas mujeres a los pies de Jesús agonizante?
¿Qué es la sagrada Comunión? . Es toda una misericordia interior y exterior, todo un abrazo. .
Pídele a Jesús que se deje sentir sensiblemente.
Cuando viene Jesús, ¿visita solamente el alma?
El ser entero.
¿Qué hace Jesús en la Comunión? Se deleita en su creatura.
Cuando se une a Jesús en la Santa Comunión, ¿que quiere que le pidamos al Señor por U.? Que sea otro Jesús, todo Jesús y siempre Jesús.
¿Sufre Ud. también en la Comunión?
Es el punto culminante.
Después de la Comunión, ¿continúan sus sufrimientos?
Sí, pero son sufrimientos de amor.
¿A quién se dirigió la última mirada de Jesús agonizante?
A su Madre.
Y Ud., ¿a quién mira?
A mis hermanos de exilio.
¿Muere Ud. en la Santa Misa?
Místicamente, en la Sagrada Comunión.
¿Es por exceso de amor o de dolor?
Por ambas cosas, pero más por amor.
Si Ud. muere en la Comunión ¿ya no está en el Altar? ¿Por qué?
Jesús muerto, seguía estando en el Calvario.
Padre, Ud. a dicho que la víctima muere en la Comunión. ¿Lo ponen a Ud. en los brazos de Nuestra Señora?
En los de San Francisco.
Padre, ¿Jesús desclava los brazos de la Cruz para descansar en Ud.?
¡Soy yo quien descansa en El!
¿Cuánto ama a Jesús? Mi deseo es infinito, pero la verdad es que, por desgracia, tengo que decir que nada, y me da mucha pena.
Padre, ¿por qué llora Ud. al pronunciar la última frase del Evangelio de San Juan: .
«Y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad»? . ¿Te parece poco? .
Si los Apóstoles, con sus ojos de carne, han visto esa gloria, .
¿cómo será la que veremos en el Hijo de Dios, en Jesús, cuando se manifieste en el Cielo?
¿Qué unión tendremos entonces con Jesús?
La Eucaristía nos da una idea.
¿Asiste la Santísima Virgen a su Misa?
¿Crees que la Mamá no se interesa por su hijo?
¿Y los ángeles?
En multitudes.
¿Qué hacen? Adoran y aman.
Padre, ¿quién está más cerca de su Altar?
Todo el Paraíso.
¿Le gustaría decir más de una Misa cada día? . Si yo pudiese, no querría bajar nunca del Altar.
Me ha dicho que Ud. trae consigo su propio Altar… Sí, porque se realizan estas palabras del Apóstol: «Llevo en mi cuerpo las señales del Señor Jesús» (Gal. 6, 17), «estoy crucificado con Cristo» (Gal. 2, 19) y «castigo mi cuerpo y lo esclavizo» (I Cor. 9, 27).
¡En ese caso, no me equivoco cuando digo que estoy viendo a Jesús Crucificado!
(No contesta).
Padre, ¿se acuerda Ud. de mí durante la Santa Misa?
Durante toda la Misa, desde el principio al fin, me acuerdo de tí.
La Misa del Padre Pío en sus primeros años duraba más de dos horas.
Siempre fue un éxtasis de amor y de dolor.
Su rostro se veía enteramente concentrado en Dios y lleno de lágrimas.
Un día, al confesarme, le pregunté sobre este gran misterio:
Padre, quiero hacerle una pregunta.
Dime, hijo.
Padre, quisiera preguntarle qué es la Misa. ¿Por qué me preguntas eso?
Para oírla mejor, Padre.
Hijo, te puedo decir lo que es mi Misa.
Pues eso es lo que quiero saber, Padre.
Hijo mío, estamos siempre en la cruz y la Misa es una continua agonía.
Los estigmas parecen representar un signo de lo que sufrió Cristo durante la pasión.
Y por tanto constituyen un dato teológico.
Se inscriben en el tipo manifestaciones de sangre más comunes asociadas a la fe.
Desde Francisco de Asís (primer santo de la historia en que se ha podido comprobar este fenómeno) hasta el Padre Pío de Pietrelcina (uno de los últimos) se han dado unos 300 casos con estigmas. .
En la mayoría con comprobación científica.
Estas llagas se manifiestan en las manos, los pies, el costado y la cabeza de ciertos Santos como signo de su participación en la pasión de Cristo.
Los estigmas pueden ser visibles o invisibles; sangrientos o no; permanentes, periódicos (generalmente resurgiendo en días o temporadas asociadas con la pasión de Cristo) o transitorios.
Los estigmas invisibles pueden causar tanto dolor como los visibles. Los estigmas pueden permanecer muchos años, como el caso del Padre Pío, quien los llevó por 50 años y fue el primer sacerdote que se conoce estigmatizado.
San Francisco tenía los estigmas pero no era sacerdote.
Al morir sus estigmas desaparecieron milagrosamente.
Otros estigmatizados: Santa Rita de Cascia, Sta. Teresa Neuwman, Sta. Gema Galgani, Sta. Faustina (estigmas invisibles) y muchos otros (más de 60 de ellos han sido canonizados).
Además, los estigmas pueden ser don de Dios (como en los santos) o falsificación, o causados por el sujeto por problemas mentales.
En algunos casos de carácter diabólico.
Cierto número de Santos y de piadosos personajes han presentado sudores de sangre también.
Así Santa Lutgarda (1182-1246), cuando meditaba la pasión del Salvador, era a menudo arrebatada en éxtasis.
Entonces su cuerpo se inundaba de sangre, que fluía a la vista de todos, por su cara y sus manos.
Lo mismo hallamos en la bienaventurada Cristina de Stumbeln (1242-1312), Magdalena Morice (1736-1769), María Dominga Lazzari (1815-1848), M. Catalina Putigny (1803-1885), etc.
Por otra parte, cierto número de místicas, como Rosa María Andriani (1786-1845) y Teresa Neumann vertían lágrimas de sangre.
Los místicos son los primeros que nos dicen que han suplicado al Señor de asociarlos a su obra redentora. . Son los primeros que nos dicen que Cristo los ha escuchado, permitiendo a sus cuerpos ser heridos como fuera herido el suyo. . Y nos dicen también que ellos han pedido los dolores, pero no la manifestación exterior de los mismos. . Todo su deseo residía en ser liberados de esos estigmas y todos sus esfuerzos tendían a disimularlos.
UN DATO INTERESANTE: CONSIDERAR CUANDO HAN RECIBIDO LOS ESTIGMAS LOS ESTIGMATIZADOS
Dice el padre pasionista Tito Paolo Zecca que
“San Francisco de Asís recibió los estigmas cuando todos sus proyectos de santidad –fundación de la Orden, aprobación de la regla primitiva, viaje a Palestina– habían fracasado. . Se encuentra solo y abandonado. . La configuración con el Crucificado le consuela, pero al mismo tiempo el sufrimiento de los estigmas se convierte en un bien para su Orden y en un mensaje para toda la Iglesia”.
“Este mismo mensaje y misión de los estigmas puede constatarse en Santa María Magdalena de Pazzi y en santa Catalina de Siena.
En el siglo que acaba de concluir esta misión se constata con claridad en personajes como santa Gemma Galgani (fallecida en 1913), el beato padre Pío de Pietrelcina (1887-1968), y Marthe Robin (mística francesa fallecida en 1981)”.
Se trata de una experiencia de alegría y dolor en la que el Señor es siempre el que toma la iniciativa y los destinatarios de los estigmas consideran esto como una inmensa gracia, de la que no se sienten dignos.
“De hecho piden al Señor que se la quite, pues se avergüenzan. Esta actitud es evidente en el padre Pío”.
“La respuesta está precisamente en su misión. .
Es un servicio que la Iglesia necesitaen un momento particular de su historia. . Es como un signo profético, un llamamiento”
LA ESTIGMATIZACIÓN ES EL PRODIGIO SANGRIENTO MÁS IMPORTANTE
Consisten en la aparición espontánea de lecciones que recuerdan las que las torturas de la Pasión imprimieron sobre el cuerpo de Jesús.
Los estigmas revisten la forma de llagas, de yemas, de hemorragias, con o sin erosión de los tejidos, asestados en las manos, en los pies, en la cabeza o en el costado.
Se admite la existencia de estigmas invisibles, consistentes en fenómenos dolorosos de asiento en los mismos lugares, pero sin manifestación externa visible.
La aparición de los estigmas, en la mayoría de los casos, ha sido considerado durante la vida de los estigmatizados como debido a una acción sobrenatural, tanto por los sujetos mismos, como por gran parte de las personas que los rodearon.
Cierto número de ellos fueron objeto de proceso de canonización y los estigmas tomados en consideración como manifestación sobrenatural.
Por eso la Iglesia había instituido las fiestas de la Impresión de los estigmas de San Francisco de Asís (17 de setiembre) y de Santa Catalina de Siena (1° de abril) y la Transverberación del corazón de Santa Teresa (27 de agosto).
En sus oficios ha mencionado las estigmatizaciones de Santa Clara de Montefalco, de Santa Francisca Romana, Elisabet de Reute, Mateo Carreri, Estefanía de Sonsino, Lucía de Narni, Catalina de Racconigi, Catalina de Ricci, Carlos de Sezze y de Santa Verónica Giuliani.
El carácter milagroso de los estigmas en los Santos no ha sido admitido por la Iglesia más que después de encuestas médicas ordenadas por ella, tanto durante la existencia del estigmatizado como despuésde su muerte.
Por otra parte, la Iglesia admite el carácter sobrenatural de ciertos estigmas y los presenta a nuestra veneración como una manifestación divina, destinada a reavivar nuestra fe y a enseñarnos a condividir los sufrimientos que el Hombre Dios ha padecido en la cruz por nuestra salvación.
Pero ella no se pronuncia absolutamente sobre la naturaleza de los estigmas en el mayor número de los estigmatizados.
El problema se plantea, pues, de esta forma: la Iglesia atribuye un carácter sobrenatural solamente a un pequeño número de estigmas y no se pronuncia más que de acuerdo a la opinión de médicos y sabios.
Entonces, ¿cuándo podrá un médico afirmar que el estigma no es de origen natural?
Y ¿hay estigmas naturales? ¿Cómo se los reconoce?
Y ¿cómo se atienden o se cuidan?
LA HISTORIA DE LOS ESTIGMAS
Se admite habitualmente que San Francisco de Asís fue el primero en recibir los estigmas en 1224. . Pero según ciertos autores y místicos, la frase de San Pablo al final de su Epístola a los Gálatas: .
“…porque yo llevo en mi cuerpo los estigmas del Señor Jesús”, . se debería entender literalmente y no en sentido figurado como se hace generalmente.
Por otra parte, en el siglo IV, San Ambrosio escribe:
“Jesucristo te ha marcado con su sello imprimiéndote el signo de la Cruz para que te asemejes a Él también en los sufrimientos”.
Finalmente Héfélé, en su Histoire des Conciles, relata que en el sínodo de Canterbury, que tuvo lugar en 1222, se condenó a un impostor que se había impreso en las manos y en los pies las impresiones cruentas de la Cruz.
Tal impostura no se concibe absolutamente sin la existencia de algún estigmatizado anterior.
Finalmente, advirtamos que la Mystique chrétienne de Gorres, en 1836, no registra más que ochenta estigmatizados, mientras que el Dr. Imbert-Goubeyre señala trescientos veintiuno, y en su segunda edición en 1898, cita un corresponsal que le señala omisiones y lo invita a practicar investigaciones en los archivos de los conventos españoles. Y falta hablar del sigo XX.
La historia de la estigmatización no es, por lo tanto, más que esbozada y descubrirá probablemente estigmatizados anteriores a San Francisco.
De todos modos, después de San Francisco contamos con una treintena de estigmatizados en el siglo XIII, veintitrés en el siglo XIV, veinticuatro en el siglo XV, cerca de sesenta en el XVI, ciento veinte en el XVII, treinta aproximadamente en el XVIII, unos cuarenta en el XIX, y el siglo XX no le va en zaga a los precedentes.
LOS EXTRAORDINARIOS DONES DE LA PRIMERA MUJER ESTIGMATIZADA
Santa Lutgarde de Aywières (o Lutgarda o Lugtgardis) fue la primera mujer conocida estigmatizada de la Iglesia.
Y una de las primeras promotoras de la devoción al Sagrado Corazón.
Tuvo enormes dones y carismas del cielo. Especialmente la vinculación permanente de apariciones de Jesucristo. Que culminó en el intercambio místico de corazones.
Además se le apareció habitualmente la Santísima Virgen y tuvo una aparición de San Juan Evangelista.
Lutgarde nació en 1182 en Tongres, Bélgica.
A los 12 años entró en el convento benedictino de Santa Catalina en St. Trond.
Pronto veremos cómo Jesús tenía grandes planes para Lutgarde, que algún día ayudaría a llevar muchas almas a Él, pero no la obligó a corresponder a Su Voluntad.
Luego, cuando fue elegida Superiora del Convento decidió irse al convento Cistercense de Ayweres para permanecer como una monja oculta.
A fin de perfeccionar su vida espiritual, lo cual fue no sólo aprobado por el propio Jesús sino pedido por él.
En el convento benedictino, una vez algunas monjas fueron hacia ella que estaba a solas en oración en el medio de la noche, y la encontraron llena de un resplandor intenso que cubría todo su cuerpo que les sorprendió por completo.
En otra ocasión, en la Fiesta de Pentecostés, cuando el Veni Creator Spiritus se entonó en coro en la Tercia (oficio diurno), Lutgarde se levantó de repente dos codos del suelo, y fue aparentemente flotando en el aire sobre las alas de un poder espiritual invisible.
Le damos más atención a ella por ser poco conocida.
UNA APARICIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA: LUTGARDE SE CONVIERTE EN UN ALMA VÍCTIMA POR PECADORES Y HEREJES
Fue a través de la Madre de Dios que su vocación especial como víctima por los herejes se le anunció.
La Santísima Virgen María se apareció a Santa Lutgarde en profunda angustia, y la vista de la tristeza de la Virgen atravesó a la monja tan profundamente que ella gritó:
“¿Qué te aflige, oh mi querida Señora, que tu cara esta tan triste y pálida?”
La Virgen dolorosa respondió: .
“He aquí, mi Hijo vuelve a ser crucificado por los herejes y malos cristianos. .
Una vez más le están escupiendo en Su rostro. .
Por lo tanto, si tú aceptas, te pido que hagas penitencia y ayuno durante siete años, para aplacar la ira de mi Hijo que ahora cuelga pesada sobre toda la tierra”
La visión se había ido, y Lutgarde, con el corazón en fuego de deseo de hacer penitencia por un mundo lleno de pecado, comenzó el primero de sus tres ayunos de siete años.
UN AYUNO DE COMIDA
Durante estos años vivió de nada solo de pan y de la bebida ordinaria del convento, que sucedió ser cerveza suave.
Ayunos tan extraordinarios como éste, ya se habían conocido en la Iglesia antes de San Lutgarde, y de hecho, la talla común de los antiguos Padres del Desierto había sido un poco mejor que esto y se suele afirmar que sus ayunos eran milagrosos.
En el caso de una mujer – y con una constitución de ninguna manera demasiado fuerte – tal hazaña era evidentemente mucho más sorprendente, y, para disipar cualquier duda en cuanto a su carácter milagroso, Dios presentó pruebas de ello en la siguiente señal.
A San Lutgarde una vez más se le ordenó, bajo obediencia, tomar otros alimentos además de pan, pero era físicamente imposible para ella tragara cualquier otra cosa “incluso una habichuela”, como su biógrafo nos dice.
De hecho, añade que sus ayunos, en lugar de debilitar su salud, sólo aumentaron su fuerza y su poder de resistencia.
Este primer ayuno de siete años fue seguido por otro, y luego un tercer, que sólo diferían en detalles menores. .
El segundo fue también el resultado de una revelación, y su intención, en lugar de ser por los “malos cristianos y herejes” fue por los pecadores en general. . Además de pan ella puso un poco de verduras en su dieta esta vez.
Santa Lutgarde tenía el carácter de su vocación cada vez más profundamente grabada en su alma por una serie de visiones durante el tiempo de este ayuno.
Las visiones tuvieron lugar casi a diario, y por lo general tuvieron lugar en Misa.
Ella vería a Jesús de pie ante el rostro de Su Padre Celestial, enseñándole Sus heridas, que tenían la apariencia de haber sido recientemente abiertas y estaban llenas de sangre.
Volviendo a Lutgarde, nuestro Señor diría:
“¿No veis cómo me ofrezco enteramente a Mi Padre, por Mis pecadores.
De la misma manera, tendrías que ofrecerte enteramente a Mí por Mi pecadores, y evitar la ira que ha sido encendida en contra de ellos, en retribución por el pecado”.
Su tercer ayuno de siete años la llevó hasta el final de su vida. Su intención fue más específica y más urgente que cualquiera de los otros.
En 1239 o 1240, Cristo se le apareció de nuevo, y le advirtió que Su Iglesia estaba expuesta a los ataques de un enemigo poderoso.
Este ataque resultaría en un daño terrible a las almas, a menos que alguien se comprometiera a sufrir y ganar la gracia de Dios. . Así San Lutgarde comenzó su tercer y último ayuno. .
Ella murió en su séptimo año, pero su muerte sería serena con la confianza de la victoria.
Incluso en el año que la precedió, ella le contó a Tomás de Cantimpre (uno de sus biógrafos):
“Querido amigo, no te preocupes: este hombre que secretamente desea el derrocamiento de la Iglesia, ya sea que va a ser humillado por las oraciones de los fieles, o de lo contrario partirá de esta vida, y dejará a la Iglesia en paz”.
Al tiempo en que Tomas estaba escribiendo, sin embargo, estas profecías aún no se habían cumplido, a pesar de que pronto iban a ser, y por lo que no se atrevió a nombrar al enemigo que lo más probable fuera el emperador Federico II.
Federico II, culto y escéptico, consumido de orgullo y ambición y dado a una vida de indulgencia, apenas oculta su desprecio por la Iglesia y por la religión Cristiana – de hecho, por todas las religiones y por la misma noción de Dios.
Le habían oído decir que “tres impostores, Cristo, Moisés y Mahoma habían llevado al mundo a la ruina”.
Es de suponer que hombres como él estaban destinados a construir la, de nuevo a través de la incredulidad, el libertinaje, y la guerra.
También se dijo de él que una vez, al ver a un sacerdote que llevaba el Santísimo Sacramento a una persona enferma, había exclamado: “¿Cuánto tiempo más va a durar esta comedia?”.
Con esto podemos ver que él era un candidato probable que buscaba derrocar la Iglesia en ese momento.
A LUTGARDE SE LE DA LA HERIDA ESTIGMÁTICA EN EL COSTADO Y UN SUDOR DE SANGRE
Tomas Merton, en su biografía de la santa, informa que ella tenía una particular devoción a Santa Inés, la virgen y mártir romana. . Un día ella estaba rezando a Santa Inés, cuando .
“de repente una vena cerca de su corazón estalló, y por medio de una herida abierta en el costado, la sangre comenzó a derramarse, empapando su túnica y capucha”.
Luego cayó al suelo y “perdió sus sentidos”.
Ella nunca fue conocida por haber sido herida de esta manera otra vez, pero se sabe que ella mantuvo la cicatriz hasta el final de su vida.
Esto tuvo lugar cuando tenía veintinueve años de edad.
Los testigos de este evento fueron dos monjas, una llamada Margaret, la otra Lutgarde de Limmos, quienes lavaban la ropa de la santa.
Thomas Merton también dice que en muchas ocasiones, esta santa cisterciense, meditando de la Pasión de Cristo caería en éxtasis y la sudaba sangre.
Un sacerdote que había oído hablar de este sudor de sangre buscaba una oportunidad para presenciarlo por él mismo.
Un día él la halló en éxtasis, apoyada contra una pared, con la cara y las manos chorreando de sangre.
Encontrando un par de tijeras, se las arregló para cortar un mechón del cabello de la santa, que estaba mojado con sangre(lo hacía pensando en tener pruebas del evento, y también para tener el mechón de pelo como una reliquia). . Mientras estaba maravillado con la sangre en el mechón de pelo, la Santa de repente volvió en sí. .
Al instante la sangre se desvaneció; no sólo de la cara y las manos, sino también la sangre que estaba en sus manos. . Thomas Merton escribe: “En eso, el sacerdote estaba tan sorprendido que casi se derrumbó por el asombro”.
SU INTERCESIÓN POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO: UNA VISIÓN DEL PAPA INOCENCIO III
En julio de 1216, Santa Lutgarde de repente vio al Sumo Pontífice en una visión. Su cuerpo estaba envuelto en una gran llama.
Lutgarde no sabía que el Papa había muerto, ya que la noticia todavía no había llegado a Bélgica, e incluso si lo hubiera sabido, no habría sido capaz de reconocerlo ya que nunca lo había visto.
“¿Quién eres tú?”, preguntó a la figura en la llama.
“Yo soy el Papa Inocencio”.
“¡Qué!” gritó Lutgarde, en completo shock,
“¿Cómo es que usted, nuestro santo padre, está siendo atormentado en tan grande dolor?”
El Papa le reveló sus tres causas por qué se había concebido a sí mismo digno incluso del infierno. . Pero dijo que tenía la gracia merecida para escapar de ese tormento fundando un monasterio dedicado a la Madre de Dios. . Sin embargo, él dijo que había sido relegado al purgatorio hasta el Día del Juicio. . Pero rogó por sus oraciones – y ha añadido que la gracia de aparecer ante ella y darle a conocer su gran necesidad también se había obtenido para él por nuestra Señora.
Lutgarde emprendió alguna penitencia extraordinaria por el alma del gran Pontífice, pero su naturaleza no es revelada a nosotros por su biógrafo.
Tampoco se nos dice las tres causas de este sufrimiento.
Lutgarde le había hecho saber a Tomas de Cantimpre, pero éste decidió enterrarlos en el olvido, por respeto a la memoria de tan eminente Papa.
Una confirmación de su visión puede ser apoyada a través de una visión similar en relación con el Papa Inocencio III tenida por el Beato Simón de Aulne, contemporáneo de Santa Lutgarde.
Famoso por sus dones carismáticos, sobre todo por su conocimiento milagroso de los secretos de las almas.
Este santo hermano laico cisterciense había sido llamado a Roma por el mismo Inocencio III, en el momento del Concilio de Letrán, es decir, poco antes de su muerte.
Y el Papa le había consultado no sólo en cuestiones de política de la Iglesia, sino incluso en asuntos espirituales personales.
Así, podemos encontrar alguna confirmación adicional de este santo personaje.
OTRA VISITA DE UN ALMA DEL PURGATORIO
Nuestro siguiente caso es el de un cierto abad que debó su liberación del purgatorio a San Lutgarde.
Este hombre, un noble culto y talentoso de Alemania, entró en la Orden del Císter y llegó a ser abad de Foigny.
Un amante ferviente de la Regla, que sin embargo, había fallado en entender la tremenda importancia de su 73vo. capítulo, y la condena de San Benito de que
“el mal celo de amargura separa a los hombres de Dios y les lleva al infierno”.
Simon (como le llamaban al abad) trató de hacer cumplir la regla en duro, con el disciplinario espíritu de un oficial militar del ejército, en lugar de aplicarlo con la sabiduría y la discreción de un padre amoroso.
Tuvo la desgracia de morir súbitamente en este estado de ánimo, y pronto se dio cuenta de lo poco que hubo del espíritu de Cristo en su camino formando hombres.
Santa Lutgarde lo había conocido antes de su entrada en la Orden, y fue afectada en gran medida por la noticia de su muerte, por lo que ella comenzó a orar, hacer penitencia y ayuno, con fervor rogando a Dios por su liberación.
Pronto recibió una respuesta, de una voz celestial, que fueron acogidas favorablemente sus oraciones, y que todo iría bien con su amigo.
Pero Lutgarde no estaba satisfecha con una declaración tan vaga. No fue suficiente saber que él podría salir del purgatorio en algún momento pronto, ella quería oír que estaba definitivamente en el cielo.
Hasta entonces, no podía descansar, y, volviendo, le suplicó al Sagrado Corazón de quitar cualquier consuelo que Él había destinado para ella, y concederlos todos a la pobre alma sufriendo del abad de Foigny.
Cristo no mantuvo por mas tiempo Su ardiente Caridad en suspenso.
Él se le apareció al poco tiempo y trajo con Él al alma de quien había intercedido con tanta insistencia amorosa.
“Seca tus lágrimas, Mi amada” dijo nuestro Señor a la santa. “Aquí está”.
Lutgarde se arrojó de bruces en el suelo, adorando la misericordia de Dios y bendiciéndolo por Su generosidad.
El alma del abad Simón, exultante y alabando a Dios, agradeció a su benefactora, y ella lo vio entrar al cielo.
No debemos imaginar que estas visiones de almas sin cuerpo pasaron ante la mente (tal vez incluso los ojos del cuerpo) de Santa Lutgarde sin sorprenderla hasta la profundidad de su alma con movimientos de asombro, amor y miedo.
Pero tal vez la experiencia más aterradora fue que sobrenaturalmente fue informada de la muerte de su propia hermana.
De repente, un día, en el aire por encima de su cabeza, oyó un terrible, resonante grito, la voz de una mujer en una gran angustia: .
“Ten piedad de mí, hermana querida, ten misericordia de mí y ora por mí, y para alcanzar misericordia para mí, como lo hiciste para todas esas otras almas”.
Poco después, la noticia de la muerte de su hermana le llega por los medios ordinarios, confirmando lo que había oído.
Luego estuvo el caso del santo sacerdote Jean de Lierre, con cuyo consejo había entrado a Aywieres.
Él no tuvo que apelar a ella desde el purgatorio. Estas dos almas santas habían hecho un pacto entre las dos, en la que mutuamente prometieron que el primero de ellos en morir aparecería al otro a hacer el hecho conocido.
Jean de Lierre había ido a Roma en una misión en nombre de algunos conventos bajo su dirección en los Países Bajos, y murió al cruzar los Alpes.
Él no tardó en cumplir su convenio, se le apareció a Lutgarde en el claustro en Aywieres.
El hecho de que ella no se sorprendió al verlo allí y que, creyendo que estaba vivo, le hizo una señal para entrar en la sala donde se les permitía a las monjas hablar con los visitantes.
Él le respondió, diciendo: .
“Estoy muerto. He dejado este mundo. .
Pero he llegado para mantener mi pacto contigo, he de informarte de mi muerte como prometí delante de Dios”.
Cayendo de rodillas ante él, Lutgarde de repente vio sus vestiduras llenas de esplendor, ardiendo en blanco y rojo y azul.
Preguntándole el significado de estos colores le dijeron que el blanco significaba la inocencia inmaculada de la virginidad que el hombre santo había conservado toda su vida.
El rojo denotaba los trabajos y sufrimientos en la causa de la justicia, que había absorbido gran parte de su tiempo y energía durante la vida y que había llevado finalmente a su muerte.
El azul mostró la perfección de la vida espiritual, es decir su vida de oración y de su unión con Dios.
SU DON DE SANIDAD
Tomás de Cantimpre informa de una mujer que tuvo un hijo, un niño llamado John, que tenía ataques epilépticos.
Una noche, en un sueño, oyó las palabras:
“Ve a la Madre Lutgarde, que vive en Aywieres, y ella librará a tu hijo de su enfermedad.”
En consecuencia, al día siguiente la madre se levantó y tomó a su hijo y se fue a Aywieres. . Lutgarde dijo una oración, puso el dedo en la boca, al mismo tiempo haciendo con el pulgar la señal de la cruz sobre su pecho, y desde aquel día estaba completamente curado.
Había una buena dama de Lieja llamada Matilda, que tenía dos hijos adultos en el ejército y había perdido a su marido.
Dejando lo que tenía de propiedad a los dos soldados, entró a Aywieres para terminar su vida en paz en el servicio de Dios.
Ella se estaba convirtiendo en una anciana, y era bastante sorda.
Un día, mientras el coro cantaba Vísperas de alguna gran fiesta, alguien hizo una señal a la vieja hermana Matilde, en el sentido de que las monjas estaban cantando muy alto y era simplemente hermoso para escucharlos.
La pobre anciana entendió el significado de la señal, e inclinó la cabeza y se puso a llorar porque estaba tan sorda que no había oído nada.
Lutgarde llegó en ese momento y la vio llorando, y le hizo una señal, preguntando cuál era el problema.
La Hermana Matilde contestó que estaba llorando porque era sorda, y no podía oír el canto.
Esta respuesta despertó la compasión de la Santa. .
Se arrodilló y rezó un poco, luego, levantándose, se humedeció los dedos con saliva y los colocó en los oídos de Matilda.
Y entonces la vieja monja de repente sintió la pared que impedía todo el sonido de su mente romperse con un rugido, y sus oídos se abrieron, oyó el dulce canto en un torrente de un sonido claro y maravilloso.
Dejando escapar un grito de alegría, tanto que su corazón se llenó de acción de gracias a Dios por su bondad y misericordia infinita.
LA IDENTIFICACIÓN MILAGROSA DE UNA RELIQUIA DESCONOCIDA
El incidente se refiere al descubrimiento de algunas reliquias en el monasterio de Jouarre, cerca de Meaux, en Francia.
Estaban en una tumba de alabastro en una cripta de la Capilla y el sacerdote que los había descubierto, habiendo fallado por medios ordinarios para averiguar de quién eran las reliquias, le pidió a Santa Lutgarde orar por una revelación concerniente al tema.
Poco después, el santo olvidado se le apareció a Lutgarde y declaró que era Santa Osmanna. .
Una virgen e hija del rey de Irlanda, que había venido a Francia y asumido su morada en Bretaña, en la que había llevado una vida muy santa.
No queriendo confiar simplemente en su propia revelación privada, Lutgarde pidió a la santa irlandesa que confirmara esto apareciéndose también al sacerdote de Jouarre, cosa que hizo, con gran rapidez y generosidad, no sólo una vez sino tres veces seguidas.
ESTIGMATIZACIONES EN OTROS SANTOS
Veamos tres casos.
San Francisco de Asís, 1182-1226
En 1224, a la edad de cuarenta y dos años, San Francisco entrega a Pedro de Catania el cuidado de sus monjes y se retira a la montaña de Alvernia, para vivir allí ascéticamente y en contemplación.
Pasó la noche que precede la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, solo, en oración, no lejos de la ermita.
Al llegar la mañana tuvo una visión que Tomás de Celano describe en Acta Sanctorum de la siguiente manera:
“El percibió a un hombre de Dios, una especie de serafín, que tenía seis alas y se tenía sobre él con las manos extendidas, los pies juntos, como clavado en una cruz.
Dos alas se elevaban por sobre su cabeza, dos se desplegaban para volar y dos finalmente le ocultaban todo el cuerpo.
Al ver eso, el bienaventurado servidor del Altísimo se llenó de admiración, pero ignoró el sentido de esa visión y rebosaba de alegría, cuando consideraba la belleza del serafín, lleno de tristeza cuando pensaba en su suplicio y en sus dolores.
Ahora bien, mientras que reflexionaba con inquietud sobre lo que significaría esa visión, comenzaron a aparecer las marcas de los clavos en sus pies y en sus manos. .
Al lado derecho había una llaga que parecía hecha con un golpe de lanza”.
Después de este relato, Tomás de Celano describe los estigmas:
“Sus manos y sus pies estaban clavados en su centro. .
Las cabezas de los clavos, redondas y negras, estaban en el dorso de las manos y de los pies. . Las puntas algo largas aparecían por el otro lado, encorvándose y sobresalían de la carne, donde salían. . El costado derecho estaba como perforado por una lanza y la sangre fluía a menudo de la cicatriz”.
San Buenaventura, que era niño a la muerte del Santo, da exactamente la misma descripción según el testimonio ocular, especialmente del papa Alejandro IV.
Más de cincuenta Hermanos, de Santa Clara y sus Hermanas pudieron ver los estigmas, cuando murió San Francisco.
Son el tema de una nota de Fray León y de una carta de Fray Elias de Cortona.
Santa Verónica Giuliani, 1669-1727
La Iglesia celebra los estigmas de esta Santa en muchos pasajes de su oficio, el 9 de julio, sobre todo en la lección V:
“Entretanto, Jesús enriqueció a su esposa con los dones más ricos de su gracia.
Como lo atestigua la historia con sus múltiples pruebas, fue decorada de los sagrados estigmas, honrada con la corona de espinas y recibió la gracia de éxtasis casi perpetuos”.
Y en las Laudes, la oración reza así:
“Señor Jesucristo, que habéis decorado a la Virgen Verónica con los estigmas de vuestra Pasión, sednos propicio y acordadnos de crucificar nuestra carne para alcanzar también los goces eternos”.
Santa Verónica Giuliani recibió en 1697 los estigmas en las manos, en los pies, en torno de la cabeza en forma de círculo rojo con relieves que parecían espinas, y una llaga en el costado.
Se reprodujeron durante 30 años. Los médicos trataron de curar sus llagas y encerraron sus manos en guantes sellados, pero sin éxito.
Las llagas del costado dieron lugar a experiencias practicadas en 1707 por el padre Capellati, en 1714 por el padre Crivelli y en 1726 por el padre Guelfi, cuyas declaraciones bajo juramento forman parte de las actas de canonización.
El obispo, monseñor Eustachi, había llamado al padre Crivelli, jesuíta renombrado y sabio, para poner a prueba a Verónica.
El padre la hizo llegar al confesonario y le ordenó pedir a Dios que le hiciera conocer lo que él, su confesor, le ordenaría mentalmente.
Después de algunos instantes de oración, ella conoció los mandamientos formulados de pensamiento por el P. Crivelli y que eran:
1 – que la llaga del costado, que entonces estaba cerrada, se abriera de nuevo y sangrara como las de las manos y las de los pies;
2 – que se quedara todo el tiempo que él quisiera;
3 – que se cerrara cuando él la ordenara y esto en presencia de todos los testigos que le plugiera traer;
4 – que sufriera de manera visible, cuando lo estimara conveniente, todos los dolores de la Pasión;
5 – que después de haber sufrido la crucifixión, extendida en su lecho, la sufriera también de pie y en el aire, como se le ordenara, delante de él y de todos los que se agregaran.
Algunos días después el Padre le ordenó que cumpliera la primera orden durante la Misa y pidió insistentemente el favor a Dios.
Esto se realizó. Prohibió que la llaga se cerrara y previno al obispo.
Veintitrés días más tarde, se presentó con el obispo a la reja del coro.
El padre Crivelli pasó unas tijeras a Santa Verónica y le ordenó que cortara sus ropas sobre la llaga del costado.
Ambos comprobaron que la herida estaba abierta y sangraba.
El confesor ordenó que la llaga se cerrara inmediatamente, y ambos testigos vieron cerrarse la llaga, sin rastro alguno de cicatriz.
San Padre Pío de Pietrelcina, 1887-1968
Su verdadero nombre era Francisco Forgione. Nació de pobres campesinos de Pietrelcina (Benevento) en 1887.
Muy religioso, entró en la Orden de los Capuchinos, tomando el nombre de Pío.
De tiempo en tiempo había que enviarlo de vuelta a su pueblo natal, a causa de su salud, minada por enfermedades de carácter oscuro, localizadas en los intestinos.
En 1917 fué exceptuado por las autoridades militares, después de un examen radioscópico, por tuberculosis pulmonar.
Caía, por otra parte, a menudo en estados de ausencia, mientras celebraba la Santa Misa.
Pero no se ha comprobado que sufriera de estados epilépticos.
Sus superiores se decidieron a enviarlo al convento de San Giovanni Rotondo, localidad conocida por su salubridad.
Se hallaba allí desde varios meses, cuando el 17 de setiembre de 1918 recibió los estigmas, de los que no habló a nadie.
Pero, tres días más tarde, durante la celebración de la Misa, cayó de pronto de espaldas. . Los que lo levantaron y lo acostaron en el lecho, notaron entonces que sus manos y sus pies estaban atravesados por llagas sangrientas. .
En el costado izquierdo se veía una herida como la que podría causar un arma punzante.
El padre Provincial llamó al Dr. Luis Romanelli de Barletta, que después de un examen renovado varias veces, redactó una descripción minuciosa de las llagas, que terminaba diciendo:
“He visitado cinco veces al Padre Pío en quince meses y he comprobado modificaciones en sus llagas; pero no he hallado una sola nota clínica que me autorice a determinar su naturaleza”.
El Dr. Ángel María Merla, viejo alcalde socialista de San Giovanni Rotondo, que nunca ponía el pie en la Iglesia, cuidó del Padre Pío durante años y declaró que sus llagas eran realmente, a su parecer, de naturaleza sobrenatural.
Se hizo llamar entonces al Dr. Amico Bignami, profesor de la Universidad de Roma, célebre por sus trabajos en la materia, que permaneció en San Giovanni solamente dos horas.
Este profesor declaró que el Padre Pío estaba sano, en absoluto libre de tuberculosis, perfectamente normal en su sistema nervioso y en su aparato circulatorio.
Que no se trataba de un simulador o de un sujeto psicopático y que la actitud del Padre le había dejado una excelente impresión.
Comprobó la existencia de las lesiones en las manos y los pies, pero juzgó que las heridas en los pies no eran profundas.
Efectuó finalmente el vendaje habitual de las manos, que cerró con un sello de seguridad, esperando obtener de este modo la curación de las llagas en pocos días.
Muchos días después del término fijado, el vendaje fué quitado: las llagas aparecieron sin alteración alguna; fluía de ellas todavía sangre viva y brillante.
Tres meses después, las autoridades eclesiásticas solicitaron al Dr. Jorge Festa de Roma que visitara a su vez al Padre Pío para dar una información exacta sobre sus lesiones y al mismo tiempo sus impresiones científicas.
El doctor hizo la visita en octubre de 1919.
Comprobó la existencia de las llagas en las manos y los pies; pero encontró que ya no correspondían a las primeras descripciones dadas por el Dr. Romanelli.
La membrana que las recubría había desaparecido; las lesiones penetraban en el tejido subcutáneo y secretaban continuamente sangre, a través de una delgada escara.
La herida del costado tampoco correspondía más a la descripción que había hecho el Dr. Romanelli.
Se presentaba en forma de una cinta del largo de dos centímetros aproximadamente, con contornos muy netos.
El color era rosado; la llaga estaba recubierta al centro por una escara de un rojo parduzco.
Aunque la lesión era superficial, manaba gotas de sangre en gran cantidad, a tal punto que al levantar la venda de tela que la cubría y que estaba toda empapada de sangre y habiéndola reemplazado por un pañuelo blanco, el Dr. Festa lo retiró completamente impregnado después de unas diez horas.
Esta emisión sero-sanguínea era continuada.
Más de cinco años después, en octubre de 1925, el Dr. Festa operó al Padre Pío de una hernia que le atormentaba desde unos siete años.
En esta ocasión, pudo nuevamente estudiar los estigmas del capuchino, en condiciones interesantes. . Comprobó que todos los días alrededor de un vaso de sangre y agua mojaba las vendas que el Padre llevaba constantemente sobre sus heridas. . No se nota en ellas la menor traza de infección.
El Padre Pío, que presentó también fenómenos de levitación, lectura del pensamiento, etc.
ESTIGMATIZACIÓN EN PERSONAS PIADOSAS
Veamos algunos casos:
Pasidea Grogi, 1564-1615
Ofrecía la misma particularidad que Santa Francisca de las Cinco Llagas de tener las llagas traspasadas, lo que se verificó por el paso de un pequeño bastón.
El orificio de la palma de la mano y del dorso del pie era redondo, del tamaño de un dinero, el del dorso de la mano y de la planta de los pies era puntiforme.
La llaga del costado estaba a la izquierda y medía dos dedos. La cabeza llevaba los estigmas de la corona.
Los estigmas de la SantaFrancisca de las Cinco Llagas, 1715-1791 se presentaron en las manos, en los pies y en el costado.
Los de las manos y de los pies ofrecían la particularidad de ser transparentes, de manera que se podía ver a través de ellas.
Se recubrían en seguida con una ligera membrana, que no impedía sin embargo de ver la luz por transparencia.
Domenica Lazzari, 1815-1848
Es una de las estigmatizadas del Tirol que dio lugar a ardientes polémicas entre 1830 y 1840.
Los estigmas del dorso de las manos y de los pies, de un diámetro de tres centímetros, tenía a menudo forma de llagas cóncavas cónicas, a menudo un relieve rodeado de líneas irradiantes que sangraban.
Ernesto de Moy, profesor de derecho de la Universidad de Munich, escribe:
“Lo que nos sorprendió mucho, es que la sangre, en lugar de fluir hacia abajo por el costado del tobillo y del talón, se remontaba hacia la extremidad de los dedos y de allí descendía sobre la planta de los pies”.
Edmundo de Cázales, que acompañaba a de Moy, confirma el fenómeno, que también fue comprobado por lord Shrewsbury:
“La sangre fluía bajo los dedos de los pies, como si María Dominga hubiera pendido realmente de la cruz.
Ya habíamos oído hablar de esa anulación de las leyes de la naturaleza y tuvimos toda la comodidad de poder comprobarlo con nuestros propios ojos.”
Teresa Miollis, 1806-1877
Fué observada por el doctor Reverdit, que a este respecto escribió:
“Resulta que es bien cierto y bien comprobado por mí:
1° que la señora Miollis estaba afectada por una gastro-duode-no-hepatitis crónica, con cirro del píloro, desde los 14 años;
2° que a los síntomas diversos y somáticos vinculados a ese estado patológico, se asocian o se sustituyen a menudo en ella otros, de los que el arte no puede hallar explicación o que la ciencia no sabe cómo atribuir ni atender;
3° que entre estos últimos cabe señalar las estigmatizaciones frecuentes en la palma de las manos, menos frecuentes en el pecho, más raras en el dorso de los pies y en la cabeza, pero que yo he visto y vuelto a ver en cada uno de esos puntos, como otras personas desinteresadas;
4° que el flujo de sangre o hemorragia ocurre sin desnudación de la piel, en el caso más frecuente y del cual no queda rastro alguno sobre el sistema cutáneo.
Que conserva siempre sobre el pecho, sobre la parte posterior del esternón la forma de una cruz.
Que ha brindado el viernes santo de esa última cuaresma, a diecisiete personas que la han visto como yo, la forma de escara en la palma de las manos y de una desnudación viva sobre el dorso de los pies;
5° que se presenta siempre en forma de gotitas alrededor de la frente.
Que la flictena pemfigoide (pequeño tumor vesicular o en forma de campana) producida como por una quemadura sobre la región precordial, precedida de dolores internos y vivos en el corazón, se ha desarrollado muchas veces y en circunstancias en las que seguramente no se había aplicado ningún rubefaciente ni vesicante, y cuando no existía ninguna otra flictena sobre la superficie cutánea;
6° que las estigmatizaciones con diapedesis o sudor de sangre se produjeron bajo mis ojos, sin que ninguna causa apreciable hubiera podido explicar su origen, ya sea por picadura, presión, etc..
Que ellas se manifestaron indiferentemente antes, durante y después de la época menstrual sin que parecieran experimentar influencia alguna de las medicaciones o régimen prescripto, del estado morboso habitual y de las involuciones o recrudescencias del mismo;
7° que, bien distintamente de los síntomas de la afección orgánica o material existente, los síntomas sobrenaturales o extraordinarios de la estigmatización se manifestaban los días de fiesta o de devoción, y siguiendo las horas de la oración, de la meditación, etc., sin alguna regularidad y sin que pareciera participar en ello la voluntad, sino con el recogimiento fervoroso que acompañaba siempre la oración. .
Otras veces la voluntad no participaba en absoluto, siendo involuntaria la estigmatización o apareciendo hasta contra la voluntad…”
ESTIGMATIZACIONES PRESUMIBLEMENTE DIABÓLICAS
Tomaremos como ejemplo el caso de la hermana N…., que constituyó el tema de la tesis de doctorado en teología del abate Segaud (Lyon, 1899).
Los hechos se han desarrollado en 1890 y 1891.
Los dolores y los estigmas tenían lugar a veces en el coro de la capilla de la Casa.
Allí, en éxtasis, los ojos fijos sobre una visión invisible para todos los demás presentes, la señora N. permanecía largo tiempo en esa actitud, con los brazos en cruz y la frente sangrando en forma tal que sus compañeras debían secarla con paños.
A menudo también, arrodillada en la barra de hierro de su lecho o en otro lugar, y en éxtasis, se mantenía en posturas asombrosas y naturalmente imposibles, de equilibrio inestable.
La señora N. tenía estigmas en seis regiones diferentes de su cuerpo.
En la cabeza, en la mano derecha, en la izquierda, en el pie derecho, en el izquierdo y en el costado izquierdo del pecho.
En la cabeza: Sobre la región situada inmediatamente sobre la frente, se ve cierto número de manchas sembradas irregularmente a través de los cabellos.
Algunas son simplemente rosadas, otras negruzcas a raíz de la presencia de una costra delgada de sangre seca adherente.
Examinadas con lupa, cada mancha está cubiesrta por una epidermis resquebrajada y aparentemente estriada.
Algunas tienen el largo de una lenteja, otras son casi puntiformes.
En su conjunto, esas manchas o estigmas forman una banda transversal de unos diez centímetros de largo por siete u ocho de ancho.
Nada semejante hallamos en las regiones parietales y occipitales del cuero cabelludo.
En las manos: La disposición de los estigmas es exactamente la misma en ambas manos.
Sobre la cara dorsal, como sobre la palmar de cada mano, el estigma es representado por una placa roja netamente delimitada, regular, de forma rectangular, con el largo más grande en el sentido del eje de la mano.
La dimensión de esta placa roja es de 10 milímetros de ancho por 13 de largo. Su situación es exactamente al nivel del tercer metacarpo, tres centímetros sobre la interlínea articular metacarpofalangial.
El estigma dorsal y el palmar se corresponden con tal precisión, que si una aguja traspasara las manos perpendicularmente, penetrando por el centro del estigma, saldría por el centro del otro.
La superficie de cada estigma es de un rojo de mediana intensidad; tiene algunos desechos de epidermis, muchos de tinte negruzco en caso de una hemorragia reciente.
En los pies: La descripción precedente se adapta en todos sus puntos a los estigmas de los pies, en forma, color, aspecto y situación.
En el costado izquierdo: Un poco atrás del seno, debajo de la axila, al nivel de un espacio intercostal, existe una placa roja, de forma oval, con su diámetro mayor dirigido desde adelante hacia atrás, de la dimensión de una pieza de cinco francos.
Esa placa es más profunda en la zona central que en la periférica.
La presión digital provoca en ella un dolor muy vivo.
Tres meses después de este primer examen que nos diera las comprobaciones citadas, los estigmas nuevamente examinados habían crecido en forma notable y estaban más rojos.
Este del costado medía ocho centímetros de largo por tres de ancho, su forma era la de un rombo muy alargado.
Se distinguía una zona media de un rojo más vivo, recubierta de una epidermis rugosa y pardo-negruzca, indicio de hemorragia y una suerte de levantamiento ampollar de data reciente.
Hemorragias. A través de estos estigmas se producían dos clases de flujos: uno poco abundante e inconstante, compuesto de un líquido amarillento sero-fibrinoso, que mojaba la ropa; el otro más frecuente y marcado, constituido por sangre pura de un rojo vivo.
La cantidad de sangre perdida es muy apreciable, a veces leve, a veces abundante.
Las hemorragias mayores ocurren en los estigmas frontales y en el del costado izquierdo del pecho; las de los pies y de las manos son y fueron raras, muy pronunciadas en los primeros tiempos y reducidas más tarde a un rezumo.
La hemorragia de los estigmas frontales impregna toda la venda de la frente, la atraviesa y fluye sobre las mejillas de la vidente y hasta la losa donde se halla arrodillada.
En el costado izquierdo del pecho, el estigma da también un flujo importante que pasa a través de los vestidos.
Estas hemorragias y los dolores que la acompañan, acontecen durante el éxtasis, pero también fuera de él y a menudo durante el Santo Sacrificio de la Misa”.
Una vez ocurrió también que la vidente las sufrió sentada a la mesa, mientras que un sacerdote extranjero, del que no conocía la presencia, celebraba Misa.
Uno de los comisarios investigadores nombrado por la autoridad diocesana, vio a la vidente el coro de la capilla, las manos juntas en actitud de éxtasis frente a una visión para él invisible.
Durante todo el éxtasis, casi una hora, de su frente manó sangre muy pura que las demás religiosas secaban con un paño, y ella mantenía los brazos en cruz sin rigidez ni cansancio.
Los médicos que examinaron a la estigmatizada, llegaron a esta conclusión: .
“No es posible admitir que la concentración del pensamiento, por fuerte e intensa que se quiera, logre producir tales prodigios. .
Se trata de fenómenos de orden sobrenatural”.
Además la estigmatizada tenía visiones, éxtasis, discernimiento de conciencias, vista a la distancia, etc.
El examen de la causa, muy voluminoso, fue confiado a un teólogo muy versado en esta materia, que concluyó su informe así:
1° La mayoría de los fenómenos ocurridos a la señora N. no se pueden explicar naturalmente. Sobrepasan la fuerza de la naturaleza.
2° Ninguno de los fenómenos citados exige la intervención de Dios: no necesita, para ser realizado, de la omnipotencia divina.
3° Finalmente, en muchos de estos fenómenos hay el indicio, la marca de la influencia diabólica.
Estas tres conclusiones fueron desarrolladas y demostradas en una relación oral de casi cuatro horas ante el Obispo y su Consejo Episcopal, y se juzgó que todos los hechos acaecidos a la señora N. se debían a la intervención del demonio y que en consecuencia debían ser considerados y creídos como tales.
ESTIGMAS INVISIBLES
Los estigmas invisibles consisten en dolores con asiento en los lugares habituales de los estigmas. . Son ya primitivos, ya secundarios de estigmas visibles.
Su realidad se ha confirmado de dos maneras: a veces los estigmas invisibles se han tornado visibles con la muerte: es el caso de Santa Catalina de Siena (1347-1380) y el de Nicolás de Ravena (fallecido en 1398), que hiciera estudios de medicina.
A veces el estigmatizado, como en el caso de la Venerable Magdalena Rémuzat (1698-1730), comienza a dudar del origen sobrenatural de sus dolores, y los estigmas se tornan visibles.
EXAMEN CRÍTICO DE LAS INVESTIGACIONES
La estigmatización ofrece, pues, caracteres de la mayor complejidad: alcanza a sujetos de todas edades: Magdalena Morice (1736-1769) fué estigmatizada a los ocho años; Delicia de Giovanni (1560-1642) a los setenta y cinco.
Toca a los hombres y mujeres, a religiosos y laicos, a vírgenes y a madres de familia.
Ocurre en enfermos y en sanos que llevan una vida normal y cuyos estigmas fueron descubiertos recién después de la muerte.
Los estigmas ofrecen los aspectos más diversos, desde una simple mancha hasta las llagas traspasadas o los relieves en forma de clavos; desde un simple rezumo hasta las hemorragias abundantes.
Su ubicación es igualmente de las más variadas: a veces en el centro de la mano, a veces en el puño, a veces a la derecha y otras a la izquierda, a menudo en corona alrededor de la cabeza o en forma de interesar todo el cuero cabelludo, como si fuera debida a un gorro de espinas.
Las llagas son redondas, ovales, rectangulares o cuadradas y pueden tener las mismas dimensiones en el dorso y en la palma o en la planta; también a veces la llaga de entrada, correspondiente a la cabeza del clavo, es voluminosa, mientras que la otra es puntiforme.
La llaga principal puede ser palmar o dorsal.
Los estigmas no son, pues, una reproducción exacta de las llagas de Cristo, y por otra parte no parecen ser la reproducción de imágenes de Cristo que los estigmatizados hayan podido tener en la vida.
Por eso numerosos estigmatizados, anteriores al siglo XVII, tienen la llaga del costado a la izquierda, mientras que todos los Cristo de esa época, siguiendo la tradición, tienen la llaga a la derecha.
Del mismo modo, no conocemos un solo Crucifijo, en que la cabeza del clavo sea dorsal, como lo muestran ciertos estigmas, como el de Teresa Neumann, que forman una ancha placa dorsal y un agujero puntiforme palmar.
Recordemos que la mayor parte de los estigmatizados presentan fenómenos complementarios, como éxtasis, levitación, comuniones milagrosas visibles, don de idiomas, lectura del pensamiento, premoniciones o profecías durante su vida y el hecho de que el cuerpo de muchos goza de incorruptibilidad después de su muerte.
Los médicos se han dividido en dos escuelas en el asunto de los estigmas: unos han querido atribuirles siempre un origen sobrenatural, ya sea divino ya sea diabólico; otros un origen natural por acción psíquica.
El origen siempre sobrenatural tiene en su contra el hecho de que la Iglesia, suprema autoridad en la materia, no ha reconocido ese origen más que en número restringido de estigmas, y que ella exige otras pruebas que la sola existencia de los estigmas para formular esa opinión.
Por otra parte, el Dr. von Arnhard, que el Dr. du Prel afirma era muy versado en la literatura oriental, habló a menudo de numerosos estigmas en los ascetas musulmanes, que se dedican profundamente al estudio de la vida de Mahoma. . Se referirían a las heridas recibidas por el Profeta durante sus batallas.
Los yogi y los ascetas de Brahma serían capaces de producir fenómenos análogos a los estigmas. . Sin embargo ignoramos si se trata de verdaderas llagas o de simples sufusiones sanguíneas.
La ausencia de estigmatizados anterior al siglo XIII, siempre que sea exacta, se torna incomprensible si los estigmas son naturales: el ardor de fe de los primeros cristianos, su aspiración al martirio, a la que a veces se ha atribuido un carácter morboso, deberían haber engendrado una abundancia de estigmatizados, con el ejemplo del suplicio de la cruz aplicado muchas veces bajo sus mismos ojos.
Más tarde, al acercarse el año 1000, la exaltación religiosa hubiera debido hacerlos abundar.
Finalmente los Flagelantes de la Edad Media poseían todo lo que era necesario como neurosis y fanatismo, para hacer abrir estigmas naturales.
No, se comprende tampoco cómo los protestantes, mucho más nutridos con las Escrituras que los católicos en el inicio, y cuya piedad llegó a menudo al fanatismo, no hayan realizado ninguna estigmatización.
Finalmente, a estas objeciones teológicas, históricas y estadísticas, contra la estigmatización siempre natural, se agregan las debidas a la incertidumbre de las doctrinas médicas.
La medicina nos deja, pues, en plena incertidumbre, aun para el enorme grupo de estigmatizaciones a las que la Iglesia se rehúsa de atribuir un carácter sobrenatural.
APLICACIONES PRÁCTICAS
Realmente, las estigmatizaciones, ya sean ellas sobrenaturales, ya sean naturales, implican grandes lecciones tanto morales como científicas.
La Iglesia nos enseña a ver en las estigmatizaciones de origen divino:
Una lección de piedad. Nuestro Señor acuerda a algunas almas de elección que, en su amor por Él, en su reconocimiento por la Redención que nos ha dado, desean compartir los sufrimientos de su Pasión, el privilegio de realizarla efectivamente en sus cuerpos.
Corona su amor cumpliendo su deseo y con eso los admite en su obra redentora.
Un testimonio de la solicitud divina. Gracias a la estigmatización, la Pasión redentora de Nuestro Señor, para las almas que comprenden su perpetuo renovarse en el Santo Sacrificio de la Misa, se convierte en otra cosa que el hecho histórico perdido en la lejanía de los siglos, sino en un hecho divino recordado a sus sentidos y a su espíritu por el milagro actualmente presente.
De allí las numerosas conversiones realizadas.
Un acto redentor. Nuestro Señor acuerda a los estigmatizados de participar realmente a los sufrimientos de la Pasión, y así, dada la reversibilidad de los méritos de la Comunión de los Santos, de merecer para los pecadores la gracia de la conversión o la remisión de una parte de la pena que corresponde a sus pecados.
Las conversiones del ateísmo al cristianismo son muy variadas en sus formas y caminos.
El cardenal Ratzinger respondió cuando se le preguntó cuántas maneras hay para llegar a Dios,
“De tantas maneras como haya personas. Porque incluso dentro de la misma fe, el camino de cada hombre es completamente personal”.
Sin embargo estudiando las conversiones podemos pensar en dos estrategias básicas, que son las que sucedieron a San Pedro y a San Pablo.
San Pablo tuvo una iluminación de conciencia cuando se cayó del caballo en el camino de Damasco.
En ese instante comprendió lo básico que hay que comprender para convertirse y luego fue haciendo el camino de estudio y comprensión de la doctrina.
En cambio el camino de San Pedro fue el de paso a paso, asimilando de a poco la doctrina.
Hay un momento en que la comprensión hace clic en la mente de las personas.
Luego viene toda la etapa de armar la nueva cosmovisión en la inteligencia. Y superar las emociones y el entorno, que muchas veces es hostil hacia la conversión.
Por eso a tantos les cuesta tanto dejar de declararse ateos.
La mayoría de los ateos hoy creen que la ciencia ha eliminado la necesidad de creer en Dios.
Y por lo tanto los que creen en Dios tienen un handicap de inteligencia o de razonamiento.
O en su defecto, les ha ido tan mal en la vida que tienen que creer en Dios para compensar sus problemas y seguir viviendo.
La conversión es un camino lento y sinuoso, pero cuándo se está transitando, los ateos pueden encontrar cada vez más paz interior y ahí darse cuenta que están en el camino a la verdad.
Los ateos razonables se convierten porque son razonables y honestos, están dispuestos a seguir la evidencia.
Están abiertos a los razonamientos filosóficos honestos, por amor a la verdad.
Es así cuándo alguien es impactado por los argumentos de Santo Tomás de Aquino o cuando le prenden argumentos filosóficos a favor de la existencia de Dios.
También puede venir por el estudio de los evangelios, cuando alguien trata de verificar si sus afirmaciones son confiables o no.
Una posibilidad también es cuando se estudian las evidencias de la resurrección de Cristo.
Y también los hechos sobrenaturales que han sucedido en la historia, entre ellos las apariciones, los milagros eucarísticos y otros como el milagro del sol en Fátima.
La conversión también puede venir por comprobar las limitaciones de la ciencia moderna.
Por ejemplo por reconocer el orden y la complejidad del universo y su increíble ajuste para la existencia del hombre.
Otro elemento que puede impactar es el de la belleza, como decía el teólogo Hans Urs Von Balthasar.
El arte y la arquitectura de los edificios católicos, más la belleza de la doctrina pueden embelesar a un ateo.
También puede venir por la experimentación con la oración.
Qué puede suceder en aquellos casos de las personas que están investigando honestamente y se proponen verificar si la oración tiene algún efecto o no.
Las conversiones pueden venir por comprobaciones desde el lado de la ciencia, por ver milagros, y desde el lado de la filosofía, del razonamiento.
Milagro del sol de Fátima en 1917
LOS MILAGROS ASOMBRAN A LOS ATEOS
El mundo actual cree cada vez menos en los milagros.
Las personas educadas modernas tienden a descartar lo milagroso.
Prefiriendo creer en que la ciencia finalmente proporcionará una explicación natural de lo inexplicable.
Creen que sólo el conjunto de ignorantes o crédulos llevan a cabo peregrinaciones desesperadas que buscan curas o van tras las señales milagrosas.
Pero veamos.
La palabra «milagro» viene de la palabra latina que denota asombro.
Y literalmente, significa “un espectáculo para la vista” porque revela la gloria de Dios.
Los milagros de Jesús eran signos mesiánicos que demuestran que el reino de los cielos había venido a la tierra.
Como el Catecismo de la Iglesia Católica 547-50 nos dice:
“Jesús acompañaba sus palabras con numerosos milagros, prodigios y señales, que manifestaban que el Reino está presente en Él y daban fe de que Él era el Mesías prometido”.
La Congregación para la Doctrina de la Fe, la más antigua de las nueve congregaciones de la curia romana, fue fundada para defender a la Iglesia de la herejía y es la que ha estudiado más los milagros.
Se ha referido extensamente a los milagros de sanación.
En un documento explica que la creencia en lo milagroso ha existido a lo largo de la historia de la Iglesia y cita a San Agustín, un estimado doctor de la Iglesia, que personalmente fue testigo de curaciones milagrosas:
“Los Padres de la Iglesia consideraban algo normal que los creyentes pidieran a Dios no solamente la salud del alma, sino también la del cuerpo.
A propósito de los bienes de la vida, de la salud y de la integridad física, San Agustín escribía:
‘Es necesario rezar para que nos sean conservados, cuando se tienen, y que nos sean concedidos, cuando no se tienen’.
El mismo Padre de la Iglesia nos ha dejado un testimonio acerca de la curación de un amigo, obtenida en su casa por medio de las oraciones de un Obispo, de un sacerdote y de algunos diáconos”.
Y en ese documento que citamos, la Congregación incluso da instrucciones sobre cómo orar por sanidad.
Seguramente el Todopoderoso se complace en impactantes curaciones físicas sorpresa.
Porque los milagros confirmados hacen añicos la visión del mundo sin un Dios operante y, a menudo desencadenan una conversión.
Y hablamos de los milagros en general y no sólo los de sanación.
Veremos dos casos.
Un científico ateo se convirtió estudiando milagros eucarísticos, porque no encontró explicaciones científicas sino sobrenaturales.
Y un campeón del ateísmo, que daba letra a otros para que dejaran la fe, experimentó una sanación milagrosa y hoy es una campeón de la fe.
LA CONVERSIÓN DE UN ATEO ESTUDIANDO MILAGROS EUCARÍSTICOS
El Dr. Ricardo Castañón cuenta en sus conferencias cómo un científico ex-ateo creyó en Dios a través de la misma ciencia.
Y cómo en realidad efectivamente Jesús está presente en la hostia consagrada.
El doctor Ricardo Castañón Gómez, boliviano, ha colaborado estrechamente en investigaciones de milagros eucarísticos, en diversas partes del mundo.
Uno de los más emblemáticos, es la investigación que hizo sobre el Milagro Eucarístico de Buenos en el que intervino el Papa Francisco.
Su conversión se debe a la efusión de sangre de una imagen de Cristo de Cochabamba, en 1992.
El experto, siendo entonces ateo, se asombró al ver los resultados científicos de aquella efusión, que tenía componentes humanos.
Este hecho, desató un determinante vuelco espiritual, que lo llevó más tarde a convertirse al catolicismo.
Otro hecho significativo es que el cardenal Jorge Mario Bergoglio el actual papa Francisco, le pidió que investigara dos hostias que sangraban, lo que hoy se llama el milagro eucarístico de Buenos Aires, ver aquí.
Después de 6 años de estudio, demostró que esa sangre de las hostias se trataba de sangre humana, de tejido humano, había corazón vivo, que tiene ADN humano, glóbulos blancos y musculo del corazón.
https://youtu.be/z9fHvp3t7DE
El doctor Ricardo Castañón Gómez es Doctor en Psicología Clínica, realizó estudios universitarios en Alemania, Francia, EE.UU, e Italia.
Es especializado en Medicina psicosomática, Neuropsicofísiología cognitiva, psicólogo clínico con conocimiento especializado en la relación entre el cerebro y el comportamiento humano.
Fue discípulo de Rita Levi Montalcini premio nobel de medicina.
El Doctor Castañón, le dice a la entrevistadora María Rosa Ordaz, que gran parte de su vida fue ateo, conoció el amor de Dios hace algo más de dos décadas.
El amor de Dios es un amor tan extenso, que busca muchas formas para expresarlo al hombre.
Por ejemplo a través de la palabra de Él, enviando a su hijo en persona.
Actualmente lo hace también a través de lo que llamamos experiencias místicas modernas.
Como científico he tenido la bendición de estudiar imágenes que exudan sangre, lagrimas.
Un equipo de investigadores y un servidor, hemos demostrado que el líquido rojizo de las imágenes es sangre humana.
Los teólogos que me asesoran dicen que esta es una expresión de las preocupaciones de Dios.
Le pregunte a un experto dogmático en USA, porque sangran estas estatuas, él me dijo: lea Lucas 19 versículo 38.
Consulté el texto y narra el momento en el cual Cristo entra triunfante a Jerusalén.
Todos lo reciben con gran fiesta, pero se acercan los sacerdotes fariseos y le dicen “maestro has que tus discípulos se callen”, él les responde “si mis discípulos se callaran las piedras gritarán”.
Después de estudiar esta imagen de un Cristo que sangra y llora, he estudiado hostias que sangran.
Las primeras dos, el Cardenal Jorge Mario Bergoglio el actual papa Francisco me pidió que las estudiase.
Después de 6 años de investigaciones demostré: que se trataba de sangre humana, de tejido humano, había corazón vivo.
Esto significa que el Señor para los hombres del siglo XXI, nos está obsequiando una realidad diciendo aquí estoy Yo, estoy presente, este es mi cuerpo, esta es mi sangre, mi palabra se cumple.
Siempre he tenido un concepto importante de México, estoy convencido que México es un lugar bendecido, tienen la Guadalupana, Dios se las dejó, ella quiso quedarse aquí; porque confiaba en ustedes.
Ahora les deja estos signos eucarísticos.
El signo de Chilpancingo es otra hostia que sangra.
Demostramos que es sangre humana, tiene ADN humano, glóbulos blancos, tiene musculo del corazón.
Convencido estoy que Dios lo está haciendo para decirnos, mi palabra se cumple: te he dicho que esto es mi cuerpo, esto es mi sangre y aquí te doy la prueba.
Nosotros los investigadores los llamamos signos hasta que la autoridad de la iglesia reconozca esto como milagro, ahora sólo hablamos de un signo extraordinario.
En lo personal, he estado muy complacido de presentar los resultados de mi investigación, con toda la colaboración y presencia de las autoridades de la diócesis de Chilpancingo Monseñor Alejo Zavala el Obispo.
Ojalá que con el tiempo su equipo de teólogos me ayude a comprender aquello que la ciencia ya ha descubierto, que hay un caso extraordinario y sobrenatural en esa investigación de la hostia.
Rosa María le preguntó cuántas hostias y de que países ha tenido la oportunidad e investigar. Y el Doctor Castañón le respondió:
Tengo varias muestras aproximadamente unas 8 o 10.
Sin embargo solo puedo hablar de aquellas donde los estudios han sido calificados por la autoridad de la iglesia.
Existen otras investigaciones que realizo. Mientras no concluyo, la autoridad de la iglesia me pide que esté en silencio.
En este momento puedo hablar objetivamente de las dos hostias de Argentina; puedo hablar de la hostia de México, de Chilpancingo.
Tengo otra de Sudamérica, existen otras todavía están en reserva, las que estudié presentan efusiones de líquido rojizo, corresponden a sangre humana con presencia de ADN.
Pero la verdad, el Dr. Castañón no era un ateo militante, por lo que su conversión puede haber sido más fácil.
Pero hay otros casos, como el de John C. Wright, que siendo un filósofo y escritor abanderado del ateísmo militante contra el cristianismo tuvo una experiencia sobrenatural que lo convirtió.
Y al igual que San Pablo, pasó de utilizar sus talentos utilizados para perseguir a los cristianos, para proclamar la existencia de Dios.
Hemos visto como puede ser la conversión desde la ciencia, pero también viene por el lado de la filosofía.
LA CONVERSIÓN DE UN CAMPEÓN DEL ATEÍSMO
John C. Wright fue traído a la fe por un milagro que le salvó la vida luego de un ataque al corazón.
Dice que habitualmente recibe emails de sus lectores como estos:
Déjeme ver si entiendo: . Usted, un individuo presuntamente racional que escribe historias de ciencia ficción para ganarse la vida. . ¿Cree sinceramente que el creador de nuestro universo de 13700000000 años de edad, de 70 trillones estrellas, mágicamente embarazó a una hembra humana alrededor de 2000 años atrás? . ¿Una mujer que luego dio a luz a un hijo llamado Jesús, que hizo milagros, resucitó de entre los muertos, y se desempeñó como mensajero del creador de la humanidad?
Y esta es su respuesta:
Yo soy persona presuntamente muy racional.
Yo era un campeón del ateísmo que daba argumentos a favor del ateísmo tan convincentes que mis tres amigos abandonaron su creencia religiosa, debido a mi capacidad de razonamiento persuasivo, y mi padre dejó de ir a la iglesia.
Pero concluí el proceso tortuoso y de décadas de implacable lógica, y vi de que todos mis compañeros ateos estaban terriblemente y cómicamente equivocados acerca de todos los puntos básicos de la filosofía, la ética y la lógica.
Y mis enemigos odiados, los cristianos, tenían razón; y me maravillé sobre cómo pudo pasar esto. Los datos no coinciden con el modelo.
Al ser un filósofo y no un farsante, puse el asunto a una prueba empírica. Por primera vez en mi vida, yo oré, y dije:
«Dios. No hay forma lógica de lo que puedas existir, y aunque aparezcas en la carne, yo diría que es una alucinación.
Así que no puedo pensar en ninguna forma posible, sin importar cuan clara sea la evidencia, de que puedas probarme tu existencia.
Pero los cristianos afirman que eres benevolente, y que mi falta en no creer en ti, inevitablemente me maldecirá.
Si, como dicen, te importa si estoy o no estoy condenado, y si, como dicen todos, eres sabio y todopoderoso, puedes probarme que existes a pesar de que estoy seguro de que tal cosa es lógicamente imposible. .
Agradeciendo de antemano tu colaboración en este asunto, John C. Wright».
Y entonces mi mente estaba en reposo.
Había hecho todo lo que tenía que hacer honestamente para mantener mi posición como alguien con lógica, objetiva, y de mente abierta.
LA RESPUESTA DIVINA
Tres días más tarde, sin previo aviso, tuve un ataque al corazón, y estaba tirado en el suelo, gritando y muriendo.
Entonces fui salvado de una muerte segura por la fe de curación, después de lo cual:
1) sentí al Espíritu Santo entrar en mi cuerpo;
2) me convertí inmediatamente consciente de mi alma, una parte de mí mismo que, hasta ese momento, pensé que no existía;
3) recibí la visita de la Virgen María, su hijo y su Padre;
4) por no hablar de otros espíritus y fantasmas en un período de varios días;
5) incluyendo períodos de éxtasis divino, y una conciencia de la unidad mística del universo;
6) una semana después de que tuve una experiencia religiosa entré en la mente de Dios y vi su simplicidad y su complejidad indescriptible, su amor, humor, y la majestad de su pensamiento.
Y entendí la alegría más allá de la comprensión y comprendí la unidad subyacente de todas las cosas.
Y la paradoja del determinismo y el libre albedrío se hizo clara para mí, al igual que la naturaleza sinfónica de la profecía.
Se me mostró la estructura del tiempo y el espacio.
7) y entonces Cristo en una visión me dijo que Él sería mi juez, y que Dios no juzga a nadie. Mencioné este evento a mi esposa.
Luego, alrededor de un mes más tarde, cuando estaba leyendo la Biblia por primera vez, más allá del mínimo inevitable asignado en la escuela, me encontré con el pasaje en el libro de Juan.
Un pasaje que nunca había visto antes, y que ningún cristiano en mi audiencia había hecho referencia, que decía lo mismo con las mismas palabras:
“Como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, también el Hijo da la vida a los que quiere. .
Del mismo modo, el Padre no juzga a nadie, sino que ha entregado al Hijo la responsabilidad de juzgar, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. .
El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo ha enviado”. (Juan 5:21-23)
8) y entonces he tenido tal vez un par de docenas de oraciones milagrosamente contestadas, tanto es así que ahora lo considero como una rutina normal en lugar de algún acto de fe extraordinario.
Así que yo diría que mi pequeña oración sarcástica fue respondida con mucho más de lo que yo había pedido.
Y me dieron no sólo la evidencia, y no sólo abrumadora evidencia, sino un gozo inefable y la vida eterna.
UNA AVALANCHA DE PRUEBAS
Yo también considero que esta abrumadora avalancha de pruebas es una vergüenza delante de mis hermanos en la fe.
Ya que le dijo a Tomás el incrédulo: «Bienaventurados los que no vieron, y creyeron» – es una bendición que me negó.
En retrospectiva, ojalá no hubiera sido tan arrogante, y hubiera echado un vistazo alrededor en la tierra y el cielo, y visto la complejidad, la maravilla y la belleza de la naturaleza.
Considerado la autoridad incontestable de la conciencia dentro de mí, y saber que yo era un ser creado dentro de la creación del cosmos, no un evento al azar.
Cualquier niño puede verlo, y todos los niños los hacen.
Para mí, el universo era corredor a la muerte, y yo era un preso condenado a muerte que creía que todo fuera del corredor de la muerte era ilusión y sentido por los deseos.
Pero luego recibí una llamada del gobernador del universo conmutando mi sentencia.
Voy a vivir para siempre, al igual que todos nosotros.
Este fue mi reembolso de una vida gastada en la blasfemia, odio y calumnias en contra de Dios.
En lugar de golpearme violentamente como yo bien lo merecía, él me salvó, me alegró y me colmó de gracia.
Me convertí.
Entonces descubrí que la cosmovisión cristiana da sentido a muchas cosas que la cosmovisión atea o agnóstica no puede dar sentido.
Me di cuenta de que incluso en sus propios términos filosóficos, el cristianismo es la explicación más sólida del cosmos y el lugar del hombre en él, respondiendo a muchas preguntas exitosamente que los ateos reclaman no pueden ser contestadas.
Y luego, sin admitirlo, actúan en sus vidas como si respondieran a la pregunta, como la forma de dar cuenta de las facultades racionales del hombre, la universalidad de los principios morales, el orden de la cosmos, la mejor manera de vivir, etc…
LA DISCUSIÓN CON LOS ATEOS
En cuanto a mis amigos ateos, luego descubrí que ninguno de ellos, ni uno solo, me pudieron dar un argumento razonable.
Ellos razonaban así:
«Dios no puede existir. .
Por lo tanto, cualquier evidencia que te has encontrado con la existencia de Dios debe ser alucinación, mala percepción, memoria defectuosa, autoengaño, coincidencia, o cualquier otra cosa. .
Por lo tanto, ninguna de tus pruebas demuestra la existencia de Dios».
No importa lo que vieron, no importa lo que escucharon, no importa cómo el mundo estaba en contra de ellos, irían a los leones en lugar de mirar la evidencia, para que su fe en su falta de fe se mantuviera inconmovible.
Cuando señalé que se trataba de un razonamiento circular, me dijeron malas palabras.
Yo solía ser uno de ustedes, mis queridos ateos, y yo era bueno en mi trabajo. ¡Pero basta!
Mi pregunta para ti es la siguiente: si la ciencia descubre mañana que el universo tenía la mitad de su edad aparente, y estima las estrellas como la mitad de su número actual, ¿tendría la creencia en Dios de alguna manera el doble de credibilidad a sus ojos?
Si es así, ¿por qué?
Si no, entonces, lógicamente, la edad del universo y el número de estrellas no tiene ninguna incidencia en la credibilidad de la creencia en Dios o en la Encarnación.
Una vez más, si estás tratando de convencerme de que no debería creer en los acontecimientos inusuales o eventos inauditos o difíciles de creer, sobre la base de que no es raro ni insólito ni difícil creer en acontecimientos que siempre suceden, la simple lógica indica que este no puede ser el caso.
Lógicamente, cada acontecimiento ordinario es inaudito antes de oír de él. . Incluso el primer ejemplo de eventos repetidos es inusual hasta que se produzca el segundo ejemplo. . Y los eventos son difíciles de creer cuando, y sólo cuando, nuestras expectativas y nuestra experiencia no coinciden. . Por lo tanto, toda novedad es tan increíble como el ornitorrinco, cuando lo encontraste por primera vez. . Por lo tanto no sólo suceden acontecimientos increíbles, tienen que suceder, porque si no fuera así, el concepto de credibilidad no podría existir.
Si, por el contrario, el argumento es que no debo creer los informes de los milagros por el motivo de que no existen los milagros, y que como sabemos que los milagros no existen por lo tanto no oímos informes creíbles de ellos, se está discutiendo en un círculo.
Las 3 imágenes de Jesús Misericordioso en orden cronológico de ser pintadas
En 1931, Jesucristo le pidió a Sor Faustina Kowalska que pintara al Jesús de la Misericordia.
Que lo hiciera tal como lo veía en sus apariciones y con la frase “Jesús en ti Confío”.
Que lo divulgara para repartir sus gracias.
Y que fundara la Fiesta de la Misericordia el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección.
En 1934 el padre Sopocko (confesor de Faustina) hizo el encargo al pintor Eugeniusz Kazimirowski.
En 1943, ya fallecida sor Faustina, el pintor Adolfo Hyla regaló como ex voto a las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Polonia un cuadro de Jesús de la Misericordia interpretando la imagen dictada por Faustina. .
Esta imagen es la que se conoce mas hoy día y la que con su fama protegió del régimen comunista a la imagen que pintó Kazimirowski.
El segundo cuadro se hizo bajo las especificaciones del primero y protegió al primero, el que supervisó Santa Faustina en vida. Por eso ambos merecen llamarse originales.
Pero hubo un tercer cuadro de la Divina Misericordia que mandó realizar la Conferencia Episcopal para sustituir a la de Faustina Kowalska, argumentando que era una revelación privada no aprobada por la Iglesia.
Esta polémica terminó cuando Juan Pablo II canonizó a Faustina Kowalska el 30 de abril del 2000, proclamó que en adelante el primer domingo después de Pascua se llamaría Domingo de la Divina Misericordia, e instó a repetir la oración “¡Jesús, confío en ti!”.
EL ENCARGO DE JESÚS A SOR FAUSTINA
Al anochecer mientras estaba en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. .
Tenía una mano levantada para bendecir, y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. .
De la túnica entreabierta en el pecho, salían dos rayos grandes: uno rojo y otro pálido. .
En silencio, atentamente miraba al Señor, mi alma estaba llena de temor, pero también de gran alegría. .
Un momento después, Jesús me dijo: Pinta un cuadro según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío.
(…) Prometo que el alma que venere este cuadro no perecerá.
También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. (…)
Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia.
Quiero que este cuadro que pintarás con el pincel, sea bendecido con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia.
Deseo que los sacerdotes proclamen la gran misericordia que tengo para las almas pecadoras.
Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. (DIARIO de Santa Sor Faustina) Plock, Polonia “22 de febrero de 1931.
“Los dos rayos (de la imagen) significan la Sangre y el Agua.
El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas.
El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas.
Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza (…)
Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la mano justa de Dios” (Diario, 299).
La obra encargada a sor Faustina por el Señor Jesús fue imposible de realizar en términos humanos porque no tenía conocimientos básicos de creación artística.
Sin embargo, quería cumplir la Voluntad de Dios e intentaba pintar el cuadro sola, pero sin resultados.
Los apremios del Señor Jesús y la desconfianza de los confesores y los superiores causaban un gran sufrimiento personal a sor Faustina.
Durante su estancia en Plock (unos 3 años) y en Varsovia, siguió pensando en el incumplido deseo del Señor Jesús, que le hizo sentir la gran importancia que tenía en los Planes Divinos, la misión que le había asignado.
De repente vi al Señor que me dijo:
«Has de saber que si descuidas la cuestión de pintar este cuadro y de toda la obra de la Misericordia, el día del juicio responderás por un gran número de almas» (Diario, 154).
Después de profesar sus votos perpetuos, la sor Faustina fue trasladada a la casa conventual de Vilna (25 de mayo de 1933).
Aquí encontró la ayuda prometida anteriormente: el confesor y director espiritual, el P. Miguel Sopocko que intentó realizar los deseos del Señor Jesús.
El padre Sopocko (confesor de sor faustina Kowalska) encargó el cuadro de Jesús Misericordioso a principios de 1934 en Vilna (Vilnius, Lituania), al pintor Eugeniusz Kazimirowski. .
El piso del padre Sopocko y el piso de Kazimirowski, junto con su estudio, se encontraban en el mismo edificio.
El cuadro con la imagen del Jesús Misericordioso nacía en el ambiente lleno del misterio de los milagros Divinos: las experiencias místicas vividas por Santa sor Faustina.
El padre Miguel Sopocko parcialmente le dio a conocer al pintor la misión de la sor Faustina y le comprometió a guardar el secreto.
Este pintor muy apreciado y muy culto renunció a su propia concepción artística para representar detalladamente lo que relataba sor Faustina.
Quien venía al estudio del pintor por lo menos una vez a la semana, durante medio año, para añadir los detalles e indicar los errores.
Quería que la imagen del Jesús Misericordioso fuera igual a la imagen revelada en sus visiones.
En el proceso de pintar el cuadro participó activamente el p. Miguel Sopocko – el fundador de la obra, quien, a petición del pintor, posó para el cuadro vistiendo un alba.
El tiempo pasado juntos dedicado a pintar fue una oportunidad para una interpretación más profunda del contenido del cuadro.
Las cuestiones discutibles resolvía el Mismo Señor Jesús (Diario 299; 326; 327; 344). Muy significativa fue la conversación que mantuvo sor Faustina con Jesucristo sobre el cuadro pintado:
(…) Cuando estaba en el taller de aquel pintor que pintaba el cuadro, vi que no era tan bello como es Jesús.
Me entristecí mucho por eso, sin embargo, lo oculté profundamente en mi corazón. (…)
La Madre Superiora se quedó en la ciudad para arreglar algunos asuntos, yo volví sola a casa.
En seguida fui a la capilla y lloré muchísimo.
Le dije al Señor: ¿Quién Te pintará tan bello como Tú eres?
De repente oí estas palabras: No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de este cuadro, sino en Mi gracia” (Diario, 313).
De esta conversación emana la sinceridad de la persona a la que le había sido concedida una gracia sobrenatural y que en sus vivencias místicas vio la belleza del Salvador Resucitado.
El Señor Jesús muchas veces aparecía a sor Faustina en la forma en la que está demostrado en el cuadro (Diario 473; 500; 851; 1046; 1565) y también, en repetidas ocasiones exigió que ese cuadro fuese expuesto para la adoración pública.
Eso demuestra que el Señor Jesús aceptó la imagen pintada en el cuadro, santificándolo con su viva presencia.
Durante seis meses Sor Faustina venía al estudio del pintor para dar indicaciones y los detalles del aspecto del cuadro.
El Padre Sopocko personalmente se encargó de que el cuadro fuera pintado exactamente según sus indicaciones.
El lienzo, sobre el cual se representó la imagen, se ajustó a las medidas de un marco viejo regalado anteriormente por una de las parroquianas.
El cuadro fue pintado durante seis meses.
Cuando ya estaba listo, el p. Sopocko quería asegurarse de cómo tenía que ser introducido el texto en el cuadro.
Pidió a sor Faustina que lo preguntara al Señor Jesús:
“Una vez el confesor (Padre Sopocko) me preguntó cómo debía ser colocada la frase, ya que todo eso no cabía en la imagen.
Contesté que rezaría y que daría la respuesta la semana siguiente.
Al alejarme del confesionario, y pasando cerca del Santísimo Sacramento, recibí el entendimiento interior de cómo debía ser la frase.
Jesús me recordó lo que me había dicho la primera vez, es decir, que estas tres palabras debían ser puestas en evidencia.
Las palabras son: Jesús, en Ti confío” (Diario, 327).
“Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias.
Ese recipiente es esta imagen con la frase: Jesús, en Ti confío” (Diario, 327).
El texto dictado, que constituye un elemento importante de la indicada forma del culto a la Misericordia, fue puesto por el padre Sopocko en una placa colocada en la parte inferior del cuadro.
A la petición expresa del Señor Jesús transmitida a sor Faustina, el padre Sopocko pidió el permiso para colgar el cuadro en la Iglesia de San Miguel en Vilna, de la que era rector.
Gracias a los esfuerzos del p. Sopocko, desde el 26 hasta el 28 de abril de 1935, durante las celebraciones finales del Jubileo de 1900 años de la Redención del Mundo en la Puerta del Amanecer en Vilna, la Imagen del Misericordioso Salvador por primera vez fue adorada por una multitud de fieles que participaban en las oraciones.
Esa celebración coincidió con el primer domingo después de la Pascua, Sor Faustina participó en ella, y la homilía sobre la Misericordia Divina fue predicada por padre Sopocko, tal como lo había exigido Jesús.
“Durante tres días la imagen estuvo expuesta en público, y recibió la veneración pública porque había sido colocada en la Puerta del Amanecer en lo alto de un ventanal, por eso se la veía desde muy lejos.
Durante esos tres días en la Puerta del Amanecer fue celebrada con solemnidad la clausura del Jubileo de la Redención del Mundo, el décimo noveno centenario de la Pasión del Salvador.
Ahora veo que la obra de la Redención está ligada a la obra de la misericordia que reclama el Señor” (Diario, 89).
“Cuando esta imagen fue expuesta, vi un movimiento vivo de la mano de Jesús que trazó una gran señal de la cruz.
Por la noche del mismo día (…) vi que la imagen estaba pasando sobre una ciudad y aquella ciudad estaba cubierta de redes y de trampas. Jesús, al pasar cortó todas las redes (…)” (Diario, 416).
“Cuando estaba en la Puerta del Amanecer durante las celebraciones en las cuales fue expuesta esta imagen, estuve presente durante el sermón que predijo mi confesor (M. Sopocko).
El sermón fue sobre la Divina Misericordia, fue el primero de los que exigía el Señor Jesús desde hacía mucho tiempo.
Cuando empezó a hablar de esta gran misericordia del Señor, la imagen tomó un aspecto vivo y los rayos penetraron en los corazones de las personas reunidas, pero no en grado igual, unos recibieron más y otros menos.
Una gran alegría inundó mi alma viendo la gracia de Dios” (Diario, 417).
“Cuando terminaba el oficio y el sacerdote tomó el Santísimo Sacramento para impartir la bendición, súbitamente vi al Señor Jesús con el mismo aspecto que tiene en esta imagen.
El Señor impartió la bendición y los rayos se extendieron sobre el mundo entero.
Vi una claridad inaccesible en forma de una habitación de cristal, tejida de ondas de luz impenetrable a cualquier criatura o espíritu.
En la claridad había tres puertas y en ese instante Jesús, con el mismo aspecto que tiene en la imagen, entró en aquella luz a través de la segunda puerta, al interior de la claridad” (Diario, 420).
La celebraciones de la Puerta del Amanecer en Vilna fueron para la sor Faustina una señal y cumplimiento de las gracias anunciadas anteriormente – una manifestación pública de la fuerza enorme de la Misericordia Divina.
El 4 de abril de 1937, con el permiso del Metropolitano de Vilna, arzobispo Romuald Jalbrzykowski, el cuadro con la imagen del Salvador Misericordioso, tras haber recibido la opinión positiva de los expertos, fue llevado a la iglesia de San Miguel en Vilna, dónde empezaron a rodearlo de veneración cada vez mayor.
Según la comisión de expertos convocada en 1941 por la orden del Metropolitano, afirmó que “El cuadro constituye una obra de arte y un ejemplo de arte contemporáneo religioso de valor.” (Protocolo de la Comisión de la evaluación y la conservación del cuadro de Jesús Misericordioso en la Iglesia de San Miguel de Vilna de 27 de mayo de 1941 firmado por expertos: Profesor de la historia de arte dr. M. Morelowski, Profesor de dogmática padre dr. L. Puchaty y el Conservador padre Dr P. Sledziewski).
En la posterior correspondencia con el p. Sopocko sor Faustina escribe:
“Dios me hizo conocer que estaba satisfecho con lo que ya se había hecho.
Sumergiéndome en la oración y en la cercanía de Dios sentí en el alma una paz profunda por la totalidad de esta obra.
(…) Y en lo que se refiere a esas imágenes (copias pequeñas), (…)
La gente las compra, poco a poco, y unas almas ya han recibido la gracia de Dios que ha fluido de esa fuente.
Como todo, también esto va a ir lentamente.
Las imágenes no son tan bonitas como el cuadro grande.
Las compran esos a los que atrae la gracia de Dios” (fragmento de la carta de Cracovia, 21 de febrero 1938).
LA PERSECUCIÓN COMUNISTA
En 1948 cuando el gobierno comunista cerró la Iglesia de San Miguel, el cuadro (sin el marco con la placa con el texto) fue comprado en secreto del empleado lituano que liquidaba las pertenencias del templo.
La transacción fue realizada por dos mujeres (una polaca y una lituana) que estaban conscientes del peligro de las consecuencias en caso de que se enterasen las autoridades soviéticas.
Las mujeres trasladaron la imagen enrollada a un desván donde iba a esperar hasta que pasase el peligro.
Después entregaron el cuadro a la Iglesia del Espíritu Santo, donde fue despositado también el mobiliario de la iglesia cerrada.
El párroco, el p. Jan Ellert no estuvo interesado en guardar el cuadro.
Desde allí, en 1949, un amigo del p. Sopocko, el p. Józef Grasewicz, lo llevó a la parroquia en Nowa Ruda.
Aquí, a pesar de muchos cambios en la administración de la iglesia, el cuadro permaneció durante 40 años.
En 1970 las locales autoridades comunistas de Nowa Ruda decidieron convertir la iglesia en un almacén.
El cuadro colgado en la parte superior, por la causa que parecía sin importancia – falta de la escala de longitud adecuada – se quedó en la iglesia abandonada.
El padre Sopocko, que entonces estaba en Polonia, no tenía posibilidad ninguna de volver a Vilna (Lituania), que no dejaba preocuparse por el destino del cuadro, pidió al p. Grasewicz que trasladara el cuadro a algún otro sitio seguro.
En secreto mandó una petición de colgar el cuadro en la iglesia de la Puerta del Amanecer de Vilna, donde había sido expuesto por primera vez para la adoración pública.
La petición fue transmitida solo en 1982 (ya después de la muerte del p. Sopocko).
El vicario de la Puerta del Amanecer de aquella época, el p. Tadeusz Kondrusiewicz encontró esta idea irreal y propuso colgar el cuadro en la iglesia de Espíritu Santo, cuyo párroco el p. Aleksander Kaszkiewicz, quien al principio a desgana, consintió colgar el cuadro.
De este modo el p. Grasewicz tomó la decisión de llevar el cuadro de vuelta a Vilna.
Para no provocar una situación peligrosa, en una noche de noviembre de 1986, sin que se enterasen los habitantes de Nowa Ruda (que durante muchos años se reunían en la iglesia abandonada para rezar), el cuadro original fue sustituido por una copia preparada anteriormente.
Con la ayuda de las hermanas de la Madre Misericordiosa (de la Puerta del Amanacer) que conocían el secreto, el lienzo fue quitado del bastidor, enrollado y esa misma noche llevado a Grodno, y después a la Iglesia de Espíritu Santo de Vilna.
Antes de colocar la imagen en el altar, a la orden del p. Kaszkiewicz el cuadro dañado fue repintado.
En resultado el aspecto de la cara del Señor Jesús cambió notablemente, lo que deformó el mensaje visual de la imagen.
Al cuadro se añadió una frase en rojo: “Jesús en Ti confío”.
Además, para ajustar el cuadro al hueco en el altar, se dobló la parte inferior del lienzo, y a la parte superior se agregó al cuadro una parte adicional en forma de oval.
Estos cambios no estaban de acuerdo con la composición artística del cuadro realizada en 1934 por E. Kazimirowski en cooperación con sor Faustina y padre Sopocko.
Fue una ingerencia brutal que notablemente redujo el valor original de la obra.
Beato Miguel Sopocko y Santa Faustina Kowalska
El cuadro renovado en el año 2003, con el marco nuevo y el texto: JESÚS, EN TI CONFÍO permaneció en la Iglesia de Espíritu Santo hasta septiembre de 2005.
La Fiesta de la Misericordia Divina, el 18 de abril de 2004 el Metropolitano de Vilna, Cardenal Audrys Juozas Backis reconsagró la renovada iglesia de la Santa Trinidad en Vilna al Santuario de la Misericordia Divina.
Paralelamente, a la Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso, ordenó orar en ese Santuario.
En septiembre de 2005 en el Templo se colocó el primer cuadro de Jesús Misericordioso.
El Metropolitano asignó a la Congregación, para su sede, la casa donde había sido pintado el primer cuadro de Jesús Misericordioso.
Esta casa, gracias a la generosidad de los donadores fue adaptada a las necesidades de la Congregación religiosa.
El primer cuadro de Jesús Misericordioso expuesto en el 1987 en la Iglesia de Espíritu Santo en Vilna no llamó atención particular ni de los peregrinos ni de las autoridades eclesiásticas.
La falta de las condiciones apropiadas para exponerlo provocó más cambios negativos en su materia.
Fue sólo en julio de 2001 cuando con el consentimiento del padre Miroslaw Grabowski párroco de la iglesia de Espíritu Santo, la Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso pudo abrir su nueva sede en Vilna, aceptada por la curia de Vilna, y rodear de cuidados este cuadro único e inestimable.
La Congregación lleva decenas de años haciendo gestiones para propagar la primera imagen de Jesús Misericordioso, aquel creado en el ambiente de Divino milagro de la oración y de sufrimiento de sor Faustina, su presencia y cooperación.
Gracias a la iniciativa y las gestiones de las hermanas en abril de 2003 el cuadro fue sometido a una restauración profunda, lo cual tuvo lugar en la capilla del convento de las hermanas en Vilna.
Se eliminaron del cuadro todas las repinturas, las manchas creadas por la humedad y pruebas de retirarlas con sustancias químicas, se repararon las deterioraciones.
A consecuencia de la restauración el cuadro recuperó su aspecto original.
Algunos daños sufridos por el lienzo tuvieron ser eliminados utilizando el pegamento.
Se ven también huellas dejadas después de haber quitado el lienzo del bastidor (huellas de los clavos que sujetaban el cuadro), y el doblamiento de la parte inferior de unos cuatro centímetros (en 1987 el cuadro fue ajustado a las medidas del nicho del altar de la Iglesia de Espíritu Santo).
Los defectos aunque no vistos en la imagen expuesta, son, entre otros, los rasgos característicos del cuadro.
Por iniciativa de los organizadores y fundadores de la conservación del cuadro en 2003, de la Fundación de los Apóstoles de Jesús Misericordioso de Lódz, en marzo de 2004, en la Iglesia de Espíritu Santo de Vilna fue realizada una sesión fotográfica profesional, para documentar el cuadro.
Desde entonces, de las diapositivas de 20 cm se hacen fotocopias de la primera imagen de Jesús Misericordioso.
Las copias son distribuidas y facilitadas a la evangelización públicas.
A pesar de la conservación detallada, el estado del cuadro se empeoró.
El cuadro debía ser expuesto en condiciones apropiadas, de acuerdo con las indicaciones del restaurador.
El cuadro lo conservó Edyta Hankowska – Czerwinska de Wloclawek (Polonia) conservadora de obras de arte, licenciada por la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Nicolás Copérnico en Torun (Polonia).
El 3 de agosto de 2009 en el Santuario de la Misericordia Divina de Vilna, la conservadora Edyta Hankowska-Czerwiska realizó una inspección periodica del estado del cuadro.
EL OTRO CUADRO DE JESÚS MISERICORDIOSO en Cracovia Lagiewniki (Polonia)
En 1943 – a los diez años de pintar el primer cuadro de Jesús Misericordioso y cinco años después de la muerte de sor Faustina en Cracovia, a la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia vino un pintor, Adolfo Hyla. .
El artista quería pintar un cuadro y regalarlo a la capilla del convento como un exvoto de agradecimiento por el salvamento de su familia de los accidentes de la guerra.
Las hermanas propusieron que pintara el cuadro de Jesús Misericordioso.
Le presentaron al artista como un modelo una reproducción del primer cuadro pintado por Kazimirowski en cooperación con sor Faustina.
Adjuntaron también la descripción del cuadro del Diario de Santa sor Faustina. Sin embargo, el artista hizo el encargo según su propia idea.
Porque el tamaño del cuadro regalado no encajaba en el altar de la capilla de las hermanas, la Madre Irene Krzyzanowska encargó otro cuadro.
Este cuadro fue consagrado en 1944 y puesto en la capilla del convento de Cracovia donde es adorado hasta hoy.
En este cuadro la imagen de Jesús Misericordioso en el fondo había un prado y arbustos que se veían a lo lejos.
Por intervención del padre Sopocko en 1954, el fondo del cuadro fue cubierto con pintura oscura y debajo de los pies del Señor Jesús se pintó un suelo.
El cuadro regalado por Adolfo Hyla como exvoto de agradecimiento fue expuesto en la iglesia parroquial del Corazón Divino en Wroclaw (Polonia).
Esta iglesia está relacionada con la Casa de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia.
Después de la segunda guerra mundial el primer cuadro de Jesús Misericordioso pintado por el artista Eugenio Kazimirowski en Vilna (Lituania) en cooperación con sor Faustina, permaneció en el territorio de la Unión Soviética, donde miles de personas tuvieron que ocultar su fe en Dios durante decenas de años a causa de severas persecuciones de los católicos.
El cuadro también permanecía escondido, y su origen extraordinario también se mantenía en secreto.
Quizás la divulgación en Polonia de otro cuadro, fue una providencial distracción de la atención a la milagrosa Imagen Santa (como la llamó Juan Pablo II en 1993 en Vilna). En aquellos tiempos no había otra posibilidad real de salvarla.
Indudablemente el cuadro pintado por Adolfo Hyla ayudó mucho en el desarrollo del culto de la Misericordia Divina.
Lo confirman los testimonios de las gracias recibidas por su intercesión. Sin embargo, su popularidad no disminuyó el valor del primer cuadro pintado en Vilna – exactamente según el modelo trasmitido por el Señor Jesús.
Después de una larga espera el cuadro llegó a ser dignamente expuesto en el altar central del Santuario de la Misericordia Divina en Vilna, donde, rodeado de la oración de las hermanas y de los peregrinos que vienen a verlo, es venerado públicamente.
Las 3 imágenes de Jesús Misericordioso en orden cronológico de ser pintadas
EL TERCER CUADRO DE JESÚS DE LA DIVINA MISERICORDIA
Después de finalizar la guerra, en la década de 1950, algunos de los Obispos de la Conferencia Episcopal de Polonia manifestaron sus reservas sobre la difusión de la imagen de Jesús Misericordioso.
Sus argumentos eran qué se trataba de una revelación privada y aún no había sido aprobada por la Iglesia.
Entonces la Conferencia Episcopal ordenó prudencia para exponer la imagen de Jesús de la Misericordia según la visión de Faustina Kowalska.
Pero había un problema, la Divina Misericordia de Jesús había sido venerada en la Iglesia desde los primeros tiempos.
Entonces la Conferencia Episcopal pidió al padre Sopocko que organizara un certamen para crear una imagen de Jesús Misericordioso para exhibir en las iglesias y adorar.
En 1954 se organizó este concurso con la invitación a pintar una imagen de Jesús apareciéndose los apóstoles después de su resurrección, estableciendo Sacramento de la Penitencia.
Incluso fue invitado al concurso el pintor de la segunda imagen de Jesús Misericordioso, Adolfo Hyla pero declinó la invitación porque pensó que no serviría a la devoción de la Divina Misericordia.
Él dijo que el llamado limitaba las opciones, porque Cristo estaba mostrando los rayos de sangre y agua que brotaban de su costado y estaba bendiciendo.
Eso era lo que vio Faustina y no era parte del llamado, porque el llamado se refería al sacramento de la penitencia.
Al final el concurso lo ganó la pintura de Ludomir Slendzinski que se puede ver más arriba.
Y en octubre de 1954 el episcopado permitió la devoción de esta imagen, que ahora se encuentra en la capilla de las hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia en Varsovia.
Y adicionalmente en 1959, la Conferencia Episcopal notificó que se prohibía la devoción a la Divina Misericordia pintada según las instrucciones de la hermana Faustina.
Sin embargo la nota dejaba a decisión de los pastores si la imagen de Jesús Misericordioso de la hermana Faustina debía ser eliminada de cada iglesia.
En muchas iglesias se eliminaron pero en otras se conservaron.
Recién en 1978 se canceló esta notificación y las imágenes de la Divina Misericordia, pintadas según la visión de la hermana Faustina, pudieron ingresar sin problema a las iglesias.
En esta historia podemos ver que las decisiones burocráticas de las Conferencias Episcopales terminan mal cuando desconocen los mensajes del cielo.
Porque hoy las imágenes de la Divina Misericordia que se han extendido por todo el mundo han sido las de la visión de la hermana Faustina, que Jesús le indicó cómo se debía pintar.
En cambio a la imagen Ludomir Slendzinski se la ha tragado la historia.
Sucede todos los años en la Pascua Ortodoxa en el Santo Sepulcro.
El Sábado Santo los creyentes de las iglesias ortodoxas se reúnen en grandes multitudes.
Y presencian la bajada del Fuego del Cielo y encienden sus velas.
El Milagro del Fuego Santo es conocido, por los Cristianos de las Iglesias Ortodoxas, como “el más grande de todos los Milagros Cristianos”.
Lo más llamativo del fuego es que produce llama pero no quema por 33 minutos, luego de lo cual se transforma en un fuego normal.
EN QUE CONSISTE EL MILAGRO DEL FUEGO SANTO
El Milagro ocurre en La Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, la cual es, para millones de creyentes, el lugar más sagrado sobre la Tierra.
La Iglesia del Santo Sepulcro es un sitio enigmático, en sí mismo. . Los teólogos, historiadores y arqueólogos consideran que la Iglesia contiene el Gólgota, o sea la pequeña colina en la cual Jesucristo fue crucificado. .
Así como la “tumba nueva”, cerca del Gólgota, que recibió Su Cuerpo Muerto, como se lee en los Evangelios. .
Y que es en este también el mismo punto que los Cristianos creen que Él resucitó de entre los muertos.
El Fuego Santo tiene lugar cada año, a la misma hora, de la misma manera, y en el mismo lugar.
No se conoce ningún otro Milagro que ocurra, de manera tan regular, y por un período de tiempo tan extenso.
Se puede leer acerca de él en fuentes tan antiguas, como las del siglo cuarto después de Cristo.
Uno puede rastrear el Milagro del Fuego Santo, a través de los siglos, en los muchos itinerarios de Tierra Santa.
El abad ruso Daniel, en su itinerario, escrito en los años 1106 y 1107, presenta el “Milagro de la Luz Santa”, de una manera muy detallada, así como las ceremonias que lo enmarcan.
Él recuerda cómo el Patriarca entra en la capilla-Sepulcro (la Anastasis), con dos velas apagadas. .
El Patriarca se arrodilla frente a la piedra, sobre la cual Cristo fue colocado después de Su Muerte. .
Y dice ciertas oraciones. .
Después de las cuales ocurre el Milagro.
La Luz emana desde el centro de la piedra. .
Una Luz azul indefinible, que después de un tiempo, enciende las lámparas de aceite apagadas. .
Al igual que las dos velas del Patriarca.
Esta Luz es “El Fuego Santo”, y se propaga a todas las personas presentes en la Iglesia.
La ceremonia del “Milagro del Fuego Santo” es, tal vez, la ceremonia Cristiana más antigua e ininterrumpida en el mundo.
Desde el siglo cuarto después de Cristo, hasta nuestros días, diversas fuentes hablan del asombroso Milagro.
Por lo escrito en estas fuentes, es claro que el Milagro ha sido celebrado en el mismo punto, en el mismo día de Pascua, y con el mismo esquema litúrgico, a través de todos estos siglos.
Según la tradición, el Fuego Santo inflama de la tumba de Jesucristo en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén descendiendo por más de 1.500 años.
Y se cree que el año en que no se encienda será el último año en la historia de la humanidad.
CÓMO SE PROCEDE A ENCENDER EL FUEGO SANTO
El Fuego Santo ha estado descendiendo sobre el Santo Sepulcro de Jerusalén por más de 15 siglos.
Y lo más curioso de ese fuego es que tiene la apariencia de una llama pero sólo es ligeramente caliente.
Esto se ha medido con termómetros, pero además los peregrinos pueden tocarlo fácilmente y no quemarse.
Un historiador del siglo IV describe que en el año 162 funcionarios de la iglesia llenaron las lámparas de aceite con agua porque no había aceite.
Y el obispo ordenó a los funcionarios que encendieran las lámparas y se encendió la llama en cada una.
Este fenómeno se repite todos los Sábados Santos al mediodía.
Y para los ortodoxos tiene el propósito de recordar la resurrección de Jesucristo simbolizándolo como la luz del mundo.
La ceremonia comienza con un control de la tumba para detectar si hay algo espurio que puede provocar el encendido artificial del fuego.
Y luego todo se sella con una mezcla de miel y cera y arriba es puesto el sello de las autoridades.
La ceremonia comienza al mediodía con la letanía.
Durante la santa letanía dan tres vueltas alrededor del Santo Sepulcro.
Y entonces el patriarca se quita sus ropas quedándose solamente con su alba blanca.
Y es revisado por el Gobernador de Jerusalén y por el Jefe de Policía para asegurarse que no tiene nada que pueda encender la llama.
Y el guardián de la sacristía les da velas apagadas para que en ellas se deposite luego el fuego que se enciende espontáneamente.
Luego representantes de árabes, armenios y coptos besan la mano del patriarca para que pueda recibir el santo fuego, porque de otra forma no podría recibirlo según la tradición.
Entonces el patriarca entra con las velas apagadas al Santo Sepulcro junto con el patriarca armenio, con sacerdotes y diáconos.
Allí se arrodillan y rezan pidiendo a Jesús que envíe su Fuego Santo.
Y de repente se oye como un silbido y el fuego santo se posa sobre las velas que se encienden milagrosamente.
Luego el patriarca sale del santo sepulcro y reparte a la gente el Fuego Santo, qué permanecerá sin quemar durante 33 minutos.
Luego de lo cual la llama producirá quemaduras si se toca, porque se convertirá en un fuego normal.
LA PRESENCIA DE UN SACERDOTE ORTODOXO RUSO EN 2016 PARA INVESTIGARLO
En la ceremonia de la semana del sábado santo ortodoxo (30 de abril) del 2016, el ortodoxo ruso Fr. Gennady Zaridze fue en busca de pruebas científicas de que el fuego emana de Dios al Santo Sepulcro.
Él observó que en los primeros momentos después de su descenso, el fuego está sólo ligeramente caliente.
Los peregrinos puede tomarlo fácilmente en sus manos y lavarse la cara en él, sin hacer daño a sus manos o cara.
¿Es este un milagro?
Algunas personas, especialmente los cristianos no ortodoxos tienen sus dudas.
Pero no hubo duda en la mente de los más de 100 peregrinos de Rusia que fueron testigos de un milagro que les había llevado a Jerusalén dos días antes, el viernes.
En total, miles de cristianos estaban reunidos en Jerusalén para encender antorchas y velas de la llama sagrada en la víspera de la Pascua ortodoxa.
El sacerdote ortodoxo P. Gennady Zaridze de la ciudad rusa de Voronezh estaba entre ellos.
Él estaba allí para recibir la gracia de Dios transmitida por el Fuego Santo.
Pero también era allí como un miembro de la unión de los científicos ortodoxos para llevar a cabo un experimento: medir la temperatura del Fuego Santo con un dispositivo muy preciso que utiliza un láser.
Los resultados fueron sorprendentes. .
La temperatura inmediatamente después de haber recibido el fuego del Patriarca de Jerusalén y toda Palestina (alrededor de 14:34 hora Jerusalén el sábado, 30 de abril) era de 42°C. .
Pero 15 minutos más tarde, a las 2:49 de la tarde, que era de 320°C.
Para el P. Gennady estos resultados ofrecen un argumento científico claro de la existencia de la energía divina en la llama, que emana de Dios.
TESTIMONIO DEL PERIODISTA NIELS CHRISTIAN HVIDT
Este testimonio está escrito en primera persona.
Con el fin de indagar viajé a Jerusalén para estar presente en la ceremonia, en la cual el Milagro del Fuego Santo ocurre.
Y puedo dar testimonio de que no solo ocurrió en la antigua Iglesia, y durante toda la Edad Media, sino también el 18 de abril de 1998.
El Patriarca Griego Ortodoxo de Jerusalén es el hombre que, cada año, entra al Sepulcro para recibir el Fuego Santo.
Él es el testigo clave del Milagro.
Previamente a la ceremonia de este año, el Patriarca me recibió, en audiencia privada.
Donde tuve la oportunidad de hablar con él acerca del Milagro, con el fin de saber, exactamente, qué sucede en el sepulcro, y qué significado personal tiene el Milagro para él, en su vida espiritual.
Además, por su intervención, fui admitido a los balcones en el domo de la Iglesia del Santo Sepulcro.
Desde donde tuve una buena vista de la gran cantidad de gente que se había reunido alrededor del Sepulcro, en anticipación al «Gran Milagro del Fuego Santo».
¿Pero, qué exactamente, sucede en la Iglesia del Santo Sepulcro el Sábado de Pascua?.
¿Por qué tiene tal impacto en la Tradición Ortodoxa?
¿Por qué parece que nadie sabe del milagro, en los países Protestantes y Católicos?
EL MILAGRO OCURRE CADA AÑO EN EL SÁBADO DE LA PASCUA ORTODOXA
Hay muchos tipos de Cristianos Ortodoxos: Sirios, Armenios, Rusos y Griegos Ortodoxos, al igual que Coptos.
Tan sólo en la Iglesia del Santo Sepulcro, hay 7 distintas denominaciones Cristianas.
La fecha de la Pascua Ortodoxa se determina de acuerdo al Calendario Juliano y no en base al Calendario Gregoriano de Europa Occidenta.
Lo que significa que su Pascua, normalmente, ocurre en una fecha distinta a la fecha de la Pascua Protestante y la Católica.
Desde que Constantino, el Grande construyó la Iglesia del Santo Sepulcro, a mediados del siglo cuarto, ha sido destruida muchas veces.
Los Cruzados construyeron la Iglesia que vemos hoy en día.
Alrededor del Sepulcro de Jesús fue erigida una pequeña capilla con dos cuartos. .
Uno pequeño frente al Sepulcro, y el otro, el del propio Sepulcro, en donde no caben más de cinco personas.
Esta capilla es el centro de los acontecimientos hechos milagrosos.
Y el estar presente en la celebración, justifica totalmente, el término «acontecimiento», ya que la Iglesia del Santo Sepulcro, no se llena de esa manera, en ningún otro día del año.
Si uno desea entrar, tiene que calcular seis horas para formar fila.
Cada año, cientos de personas no pueden entrar debido a las multitudes.
Acuden peregrinaciones de todas partes del mundo, la mayoría de Grecia, pero en años recientes, ha aumentado el número de asistentes rusos, y de lo que eran los países de Europa Oriental.
Con el fin de estar tan cerca del Sepulcro, como sea posible, las peregrinaciones acampan alrededor de la Capilla-Sepulcro.
Y esperandesde la tarde del Viernes Santo, en anticipación a la maravilla del Sábado Santo.
El Milagro ocurre a las 2.00 P.M. pero, desde las 11.00 A.M., la Iglesia está completamente llena.
Desde las 11:00 A.M., y hasta la 1 P.M., los árabes Cristianos entonan cantos tradicionales, en voz alta.
Estos cantos datan de los tiempos de la ocupación turca de Jerusalén, en el Siglo XIII, un período, en el cual, a los Cristianos no se les permitía cantar sus cantos, en ninguna parte, más que en las Iglesias.
«Somos los Cristianos, lo hemos sido por siglos y esto seremos por siempre. ¡Amén !»,
Cantan fuertemente, acompañados por el sonido de tambores.
Los músicos que tocan los tambores se sientan sobre los hombros de otros, quienes danzan alrededor de la Capilla del Sepulcro.
Pero, a la 1:00 P.M., las canciones se terminan, y hay silencio.
Un silencio tenso y electrificado, por la anticipación de la gran manifestación del Poder de Dios que todos están a punto de atestiguar.
A la 1:00 P.M., una delegación de las autoridades locales, atraviesan entre la multitud.
Aunque estos oficiales no son Cristianos, son parte de las ceremonias.
En los tiempos de la ocupación turca de Palestina, eran turcos Musulmanes, hoy son israelíes.
Durante siglos, la presencia de estos oficiales ha sido una parte integrante de la ceremonia.
Su función es la de representar a los romanos, en tiempos de Jesús.
Los Evangelios hablan de los romanos que fueron a sellar la Tumba de Jesús, para que Sus Discípulos no se robaran Su Cuerpo, y dijeran que había resucitado.
De la misma manera, las autoridades israelíes, este Sábado de Pascua, acuden y sellan el Sepulcro, con cera.
Antes de que sellen la puerta, es costumbre que entren al Sepulcro a revisar que no haya ninguna fuente oculta que, fraudulentamente, pudiera producir el Milagro del fuego.
Tal y como los romanos estuvieron presentes para garantizar que no hubiera manipulación después de la muerte de Jesús, ahora, las autoridades locales israelíes se encuentran aquí, para garantizar que no haya engaño, en 1998.
Cuando el Sepulcro ha sido revisado y sellado, la Iglesia entera canta el Kyrie Eleison (Señor, ten misericordia).
A LA 1:45 P.M., EL PATRIARCA ENTRA EN ESCENA
Al final de una gran procesión que rodea el Sepulcro tres veces, es desvestido de sus vestiduras litúrgicas reales.
Quedando sólo con su alba blanca, una señal de humildad frente a la Gran Potencia de Dios, de la cual,va a ser el testigo clave.
Todas las lámparas de aceite han sido apagadas la noche anterior.
Y ahora, toda la luz artificial se apaga, de manera que, la mayoría de la Iglesia está envuelta en la oscuridad.
Con dos grandes velas, el Patriarca entra a la Capilla del Santo Sepulcro: primero al pequeño cuarto frente al Sepulcro y de ahí, al Sepulcro Mismo.
No es posible seguir los hechos dentro del Sepulcro, así que le pregunté al Patriarca de Jerusalén, acerca del centro de los acontecimientos.
«¿Su Beatitud, qué ocurre cuando usted entra en el Santo Sepulcro?»
«Entro al Sepulcro, y me arrodillo en santo temor, frente al lugar donde Cristo yacía después de Su Muerte, y donde Él Resucitó, de entre los muertos.
Orar en el Santo Sepulcro, en sí mismo, es siempre para mí, un momento muy sagrado, en un lugar muy sagrado.
Es aquí, donde Él Resucitó, con Gloria, y es de aquí, desde donde Él propagó Su Luz al mundo.
Juan, el Evangelista, escribe en el primer capítulo de su Evangelio, que Jesús es la Luz del Mundo.
Al arrodillarnos frente al lugar donde Él Resucitó de los muertos, somos partícipes de la cercanía inmediata de Su Gloriosa Resurrección».
Los Católicos y los Protestantes llaman a esta Iglesia, «La Iglesia del Santo Sepulcro».
Nosotros la llamamos «La Iglesia de la Resurrección».
La Resurrección de Cristo, para nosotros, los Ortodoxos, es el centro de nuestra fe.
En Su Resurrección, Cristo ha ganado la victoria final sobre la muerte, no solo Su Propia Muerte, sino la muerte de todos aquéllos que permanecerán cerca de Él.
No creo que sea coincidencia que el Fuego Santo llegue, exactamente, en este punto.
En Mateo 28,3, se dice que cuando Cristo Resucitó de entre los muertos, vino un ángel, vestido de una Luz temerosa.
Creo que la Luz sorprendente que envolvía al ángel, en la Resurrección del Señor, es la misma Luz que aparece, Milagrosamente, cada Sábado de Pascua.
Cristo quiere recordarnos que Su Resurrección es una realidad, y no sólo un mito.
Él, realmente, vino al mundo, con el fin de dar el Sacrificio necesario, a través de Su Muerte y Resurrección, para que el hombre pudiera ser reunido con Su Creador.
Busco mi camino, a través de la oscuridad, hacia la cámara interna, en la cual, caigo de rodillas. .
Aquí, digo ciertas oraciones que nos han sido dadas a través de los siglos y, habiéndolas dicho, espero. . Algunas veces, espero unos cuantos minutos, pero, normalmente, el Milagro ocurre inmediatamente después de que he dicho las oraciones. .
Desde el centro de la misma piedra, en la cual Jesús yació, surge una Luz indefinible. .
Generalmente, tiene un tinte azul, pero el color puede cambiar y tomar muchos matices diferentes. . No puede ser descrita en términos humanos. . La Luz se eleva de la piedra, como la niebla se eleva de un lago. .
Parece que la piedra estuviera cubierta por una nube, pero es Luz. . Cada año, esta Luz se comporta de manera diferente. . Algunas veces cubre solamente la piedra, mientras que otras veces, ilumina todo el Sepulcro, para que las personas que están paradas afuera de Él, puedan verlo lleno de esta Luz. . La Luz no quema. . En los dieciséis años que he sido Patriarca, en Jerusalén, y he recibido el Fuego Santo, nunca se me ha quemado la barba. .
La Luz es de una consistencia distinta al fuego normal que arde en una lámpara de aceite.
En cierto momento, la Luz se eleva y forma una columna, en la cual el Fuego es de una naturaleza diferente.
Por lo que puedo encender mis velas de él.
Una vez que recibí la Llama en mis velas, salgo y doy el Fuego, primero al Patriarca Armenio, y luego, al Copto.
Después, doy la Llama a todas las personas presentes en la Iglesia.
¿Cómo experimenta usted el Milagro, y qué significa para su vida espiritual?.
Cada año, el Milagro me conmueve, con la misma intensidad.
Cada vez, es un paso más hacia mi conversión.
Personalmente, es un gran consuelo contemplar la Fidelidad de Cristo hacia nosotros, la cual Él demuestra al darnos la Santa Llama, cada año, a pesar de nuestras fragilidades y fallas.
Experimentamos muchas maravillas en nuestras Iglesias, y los Milagros no son nada raro para nosotros.
Sucede a menudo, que los íconos lloran, cuando el Cielo quiere mostrar su cercanía con nosotros.
También tenemos santos, a quienes Dios les da muchos dones espirituales.
Pero ninguno de estos Milagros tiene un significado, tan penetrante y simbólico para nosotros, como el Milagro del Fuego Santo.
El Milagro es casi como un Sacramento.
Hace la Resurrección de Cristo presente, como si hubiera muerto, sólo hace algunos años».
Mientras el Patriarca está dentro de la capilla, arrodillado frente a la piedra, afuera hay oscuridad, pero no silencio.
Se escucha un fuerte murmullo, y el ambiente está muy tenso.
Cuando el Patriarca sale con las dos velas encendidas, que resplandecen, brillantes, en la oscuridad, un grito de júbilo resuena en la Iglesia, comparable solo al grito de gol en un partido de fútbol.
El Milagro no se limita a lo que ocurre dentro del Pequeño Sepulcro, donde el Patriarca ora. . Lo que es más significante es, que se ha reportado que la Luz azul aparece fuera del Sepulcro. .
Cada año, muchos creyentes dicen que esta Luz Milagrosa, por sí misma, enciende las velas que ellos sostienen en sus manos. . Todos en la Iglesia esperan, con velas, con la esperanza de que éstas se enciendan espontáneamente. .
A menudo, las lámparas de aceite cerradas, se prenden por sí mismas, ante los ojos de los peregrinos. .
Se ha visto a la Llama azul, moverse en diferentes lugares de la Iglesia.
Varios testimonios firmados por los peregrinos, cuyas velas se prendieron espontáneamente, testifican la validez de estos hechos.
La persona que, a cierta distancia del Sepulcro, experimenta el Milagro de ver su vela encendida, o el ver la Luz azul, generalmente, se va de Jerusalén cambiado.
Y para todos los que asistieron a la ceremonia, siempre hay un «antes y después» del Milagro del Fuego Santo en Jerusalén.
Uno se puede preguntar por qué el Milagro del Fuego Santo es casi desconocido en Europa Occidental.
En las áreas Protestantes, en cierta forma, se puede explicar por el hecho de que no hay una verdadera tradición para los Milagros.
La gente no sabe como clasificarlos, y éstos casi no se publican en los periódicos.
Pero, en la tradición Católica existe un gran interés por los Milagros. Entonces, ¿por qué casi no se conoce?
Sólo una explicación es suficiente: la política en la Iglesia.
Sólo las Iglesias Ortodoxas asisten a la ceremonia, enmarcando el Milagro.
Sólo ocurre en la fecha de la Pascua Ortodoxa, y sin la presencia de las autoridades Católicas.
Para ciertos Ortodoxos, esta evidencia es prueba de la noción de que la Iglesia Ortodoxa es la Única Iglesia Legítima de Cristo, en el mundo.
Y esta aseveración, obviamente, puede ocasionar ciertas inquietudes, en los círculos Católicos.
Como con cualquier otro Milagro, hay personas que creen que esto es un fraude, y solamente una obra maestra de propaganda Ortodoxa.
Creen que el Patriarca tiene un encendedor dentro del Sepulcro.
Estas críticas, sin embargo, se enfrentan a un número de problemas.
Los cerillos, y otros instrumentos para encender fuego, son inventos recientes.
Hasta hace sólo algunos cientos de años, encender un fuego era una tarea que requería mucho más tiempo, que los pocos minutos que el Patriarca está dentro del Sepulcro.
Tal vez, se podrá decir que él tiene una lámpara encendida adentro, de la cual él enciende las velas, pero las autoridades locales confirman haber revisado el Sepulcro, y no encontraron ninguna luz dentro.
Sin embargo, los más grandes argumentos contra un fraude, no son los testimonios de los distintos patriarcas.
Los retos más grandes, que confrontan los críticos, son los miles de testimonios independientes de los peregrinos, cuyas velas fueron encendidas, espontáneamente, frente a sus ojos, sin ninguna explicación posible.
De acuerdo con nuestras investigaciones, nunca ha sido posible filmar el momento en que las velas, o las lámparas de aceite se encienden por sí mismas.
Este Milagro, como muchos otros, están rodeados de factores inexplicables.
Como dijo el Arzobispo de Tiberias, cuando me encontré con él en Jerusalén:
El Milagro nunca ha sido filmado, y probablemente, nunca lo será.
Los Milagros no pueden ser probados.
Se requiere fe para que un Milagro traiga fruto en la vida de una persona, y sin este acto de fe, no hay Milagro, en sentido estricto.
El verdadero Milagro, en la tradición Cristiana, tiene un solo propósito: extender la Gracia de Dios a la creación.
Y Dios no puede extender Su Gracia, sin fe por parte de Sus Criaturas.
Todos los años van miles de peregrinos a la localidad valenciana de Llíria
Para participar de la festividad de San Vicente Ferrer.
En la romería a la Font de San Vicent.
Fuente de san Vicente Ferrer
Allí el co patrón valenciano hizo brotar un manantial en 1410 “con agua que nunca faltará”, palabras que la tradición atribuye al propio santo…
Pero no es este el único milagro de San Vicente. Él tenía el don de profecía y era un impresionante predicador.
INCREÍBLE PREDICADOR
San Vicente Ferrer fue un valenciano que nació en 1350 y murió en 1419, siendo el 5 de abril la celebración de su fiesta.
Fue canonizado en 1455 por el Papa Calixto III.
Su familia era muy católica y el pequeño Vicente desarrolló una gran devoción hacia Nuestro Señor, a la Santísima Virgen y por los pobres, a quienes daba suculentas limosnas.
Desde pequeño realizaba mortificaciones los viernes por la pasión de Nuestro Señor y los sábados en recuerdo de la Virgen María.
Se ordenó como domínico y a los 21 años ya era profesor de filosofía en la universidad.
Otra característica era ser extremadamente buen mozo por lo que las mujeres se enamoraban de él.
Y como todos los santos importantes además tuvo frecuentes combates con el maligno.
En una de sus primeras prédicas ya mostró su condición de profecía.
En Barcelona anunció que esa noche llegarían barcos con alimentos que necesitaba la ciudad.
Efectivamente sucedió eso y la gente hizo una procesión para aclamarlo.
A partir de ahí recorrería España, Francia, Italia…, convirtiendo especialmente a los judíos y a los musulmanes.
La gran característica popular de este Santo fueron sus prédicas.
No se podían hacer en templos porque era demasiada la gente y se hacían al aire libre
Pero aun así su voz poderosa llegaba a todos los presentes.
Vicente programaba cuidadosamente sus prédicas y oraba 5 horas para pedir iluminación a Dios.
Sus prédicas duraban más de 2 horas e incluso el sermón de Las 7 Palabras duraba 6 horas.
Durante este tiempo la gente quedaba embelesada, al punto que se hacían procesiones para acompañar al santo de una ciudad a otra.
En las cuales había un gran número de sacerdotes que eran llevados para la confesión.
Uno de los temas de predica que lo distinguían era la predicación del juicio final, por lo cual se ganó el mote de “Ángel del Apocalipsis”.
Además de su fama de predicador San Vicente fue famoso por sus milagros, del que relataremos algunos.
Y a pesar de su fama y poderes conservó la humildad, durmiendo por ejemplo siempre en el suelo.
También tenía mucho sentido común porque le recomendaba a las esposas llevar un frasquito de agua bendita para evitar las peleas con el esposo.
Cuándo comenzaran a peleas les recomendaba ponerse en la boca el agua y no tragarla hasta que el esposo se callara; obviamente con esto se evitaba la pelea
A eso se le llamó el “agua de Fray Vicente”.
“MILAGRERO” Y CON EL “DON DE LENGUAS”
La devoción a San Vicente Ferrer también salta las fronteras. .
Más de 300.000 peregrinos, procedente de todo el mundo, visitan la tumba del santo que se encuentra en la capital francesa de Vannes, donde falleció en 1419.
En el Proceso de su Canonización se recogen 860 prodigios o milagros, obrados por el Predicador Dominico en vida y después de morir, que escrupulosamente comprobaron los Jueces del Proceso.
San Vicente Ferrer, predicando siempre en lengua Valenciana, le entendían los castellanos, los del norte de Francia, los vascos, los italianos del Piamonte y Lombardía.
Muchos testigos declararon en el Proceso que, hablando Vicente Ferrer en Valenciano, ellos le entendían perfectamente en su lengua nativa. .
Por lo mismo, hay que admitir que, a San Vicente Ferrer, se le concedió el “don de lenguas”.
El mismo tipo de Don de Lenguas que recibieron los Apóstoles el día de Pentecostés.
Veamos ahora algunos milagros de San Vicente.
EL MILAGRO DE LA FUENTE
El día 26 de Agosto de 1410 el santo se dirigió a Llíria, ya que sus vecinos estaban sumamente afligidos por se les había secado su caudalosa fuente, que era toda su fuente de riqueza.
Compadecido el Santo, celebró misa en el lugar donde solía manar el agua. .
Y bendiciéndolo, volvió a salir agua en abundancia, prometiendo el santo que jamás faltaría allí el agua, como así sigue siendo en la actualidad.
En dicho lugar, conocido como San Vicente de Líria, se levantó una ermita en honor al Santo y se habilitó posteriormente como zona de recreo.
En Villar del Arzobispo, vemos un milagro similar, pues estaba pasando una sequía y el pueblo le pidió al Santo, que estuviera predicando allí, que les llevara agua.
San Vicente preguntó si querían rio o fuente, a lo cual contestaron fuente y entonces, manó una fuente.
Cerca de ésta se construyó una ermita en su honor durante los siglos XV al XVII, de estilo gótico tardío con posteriores añadidos.
Pero además de milagros con fuentes, San Vicente hizo muchos milagros.
MILAGRO DEL PAÑUELO (MILACRE DEL MOCADORET)
En 1385 predicando el santo en Valencia, en la Plaza del Mercado, se detuvo y muy conmovido dijo a los oyentes:
“Hermanos, ahora mismo estoy viendo que unos hermanos nuestros piden un socorro inmediato, que si no se les da morirán”.
Le preguntaron dónde estaban esas personas. El santo contestó:
“Seguid a mi pañuelo, y donde él entre, entrad.”
Y lanzó al aire su pañuelo, el cual entró por la ventana de una buhardilla. . En ella se estaba muriendo de hambre una familia, que fue socorrida.
Según la tradición la casa estaba ubicada en la actual plaza del “Milacre del Mocadoret Nº 5 (junto a la plaza de la Reina), donde hay una placa que lo recuerda.
MILAGRO DEL TENDERO (MILACRE DEL SALSER)
En 1359, el comerciante en especies Miguel Garrigues, que vivía en la misma calle que los Ferrer, tenía un hijo que sufría unas úlceras malignas en el cuello y de las que le curó el también niño Vicente.
En la fachada del Nº 37 de la actual calle del Mar, muy cerca del lugar en el que según la tradición ocurrió este hecho, hay un retablo en cerámica valenciana que lo recuerda.
Este hecho es uno de los orígenes de la devoción popular valenciana de las representaciones de diversos milagros (milacres) suyos en los Altares de las calles el día de su fiesta.
LA FIESTAS
El recorrido, de más de tres kilómetros, parte habitualmente a las 9:00 horas desde la iglesia de la Asunción de Llíria, hasta llegar a la ermita de San Vicente Ferrer, situada junto a la Font de Sant Vicent, en el término municipal de la localidad.
A continuación, los peregrinos introducen la imagen del santo, co patrón de la localidad de Llíria, en el interior de la ermita, para la celebración de una solemne misa.
Tras la eucaristía, oficiada en lengua valenciana, el sacerdote bendice las aguas del manantial.
Para recordar la antigua tradición y la bendición del olivo que el mismo padre Vicente Ferrer hizo y que aún hoy se conserva en el lado de las fuentes del manantial.
Tal y como dijo el Santo, no ha faltado nunca el agua en el manantial.
De regreso de nuevo a la localidad, la imagen del santo se cruza con la del patrono de Llíria, San Miguel.
Con las dos imágenes a cuestas, entre tracas y música, los feligreses devolverán a la parroquia de la Asunción la imagen de San Vicente Ferrer.
Permanece en la ermita una pequeña imagen de San Vicente.
La imagen que va en romería se encuentra todo el año en la Iglesia de La Asunción, y sólo el domingo siguiente al lunes de Pascua pasa el día en su ermita.
ORACIONES A SAN VICENTE FERRER
ORACIÓN PARA SUPLICAR LA INTERCESIÓN DE SAN VICENTE FERRER
Gloriosísimo padre mío San Vicente, bienhechor mío amabilísimo, convencido de la gloria y poderío de que gozas ante Dios, y que ejerces en favor de todos los verdaderos devotos tuyos, y animado también de grandísima confianza en tu poderoso patrocinio, vengo a ti en visita humilde.
Me postro delante de tu santa imagen, como un hijo ante su amoroso padre, como un pobre vasallo ante su generoso rey, como un afligido enfermo ante su compasivo médico.
Veme aquí arrodillado a tus benditos pies, lleno de pesares y tristezas, de enfermedades y miserias, lleno, en fin, de toda clase de necesidades en el alma y en el cuerpo.
A ti he acudido con toda mi fe y toda mi confianza para que te dignes remediarme, sacándome de angustias y concediéndome los favores que te pido.
Ayúdame, pues, Santo mío, poderosísimo y clemente; sáname de las dolencias que me afligen; alcánzame de Dios la gracia de convertirme de todo corazón a El y de servirle hasta la muerte.
Consuélame y aliéntame en todos mis trabajos con tu asistencia santa; líbrame de todos los peligros que por todas partes me rodean y consérvame siempre la salud que necesito en alma y cuerpo para que de esta manera pueda cumplir los divinos mandamientos y las obligaciones de mi propio estado, y pueda también seguir honrándote a ti mismo con devoción ferviente y con toda mi tierna gratitud por tus bondades de verdadero padre para conmigo.
Escúchame, Santo mío, acogiendo benignamente mis clamores; y al concederme los favores que a ti pido y espero, concédeme también la gran dicha de imitarte en tus preciosas virtudes, especialmente en el amor a Jesucristo, Redentor Divino nuestro, en la caridad para con mis prójimos, en la mortificación de mis sentidos, en la devoción tierna y constante a nuestra amantísima Madre, la Santísima Virgen del Rosario, y, en fin, en la meditación continua de mi muerte y del tremendo día del juicio. Así sea.
(Tres padrenuestros, avemarías y gloria).
ORACIÓN PARA PEDIR LA SALUD DEL ALMA Y DEL CUERPO
¡Amantísimo Padre y Protector mío, San Vicente Ferrer! Alcánzame una fe viva y sincera para valorar debidamente las cosas divinas, rectitud y pureza de costumbres como la que tú predicabas, y caridad ardiente para amar a Dios y al prójimo.
Tú, que nunca dejaste sin consuelo a los que confían en ti, no me olvides en mis tribulaciones. Dame la salud del alma y la salud del cuerpo.
Remedia todos mis males. Y dame la perseverancia en el bien para que pueda acompañarte en la gloria por toda la eternidad. Amén.
El análisis de los milagros de sanación que hizo Jesús en su vida humana es importante para nosotros.
Porque hay ciertas particularidades en ellos que nos permiten comprender cómo se logra la sanación de una enfermedad.
Y además nos permite comprender qué podemos esperar de los milagros hoy.
Jesús no desparramó milagros de sanación por doquier. . Sus milagros tuvieron una misión y una función precisas. . Y es de acuerdo a ellas que debemos identificar los milagros en el día de hoy.
Sólo en los cuatro evangelios se registran 37 milagros de Jesús, pero hay más en la Biblia.
Incluso Juan 21: 25 dice que Jesús hizo mucho más cosas que no cabrían en todos los libros, si se escribieran.
Las características que hacen únicos a estos milagros es que fueron instantáneos, no requirieron convalecencia, no se utilizó ninguna medicina y la dolencia remitió sin dar marcha atrás.
¿CUÁLES FUERON LOS MILAGROS DE JESÚS?
El Nuevo Testamento habla de la sorpresa de los milagros que realizó Jesús y también de los realizados por los apóstoles en la Iglesia Primitiva (Lucas 5: 25, Hechos 5: 12)
La Biblia se refiere a los milagros con tres tipos de palabras:
Poder (dynamis), que significa «acto poderoso»;
Signo (semeion), que se refiere a un milagro que figurativamente representa otra cosa, como el reino de Dios;
Maravilla (teras), que indica algo extraordinario.
Esto habla sobre la función de los milagros.
Los milagros de Jesucristo en el Nuevo Testamento tienen un propósito específico; no fueron realizados al azar ni como espectáculo.
Algunas veces Jesús actuó realizando milagros apelando a su propia autoridad y en otras invocó al Padre.
Cada milagro fue acompañado por un mensaje que confirmaba la autoridad de Cristo como Hijo de Dios y la venida del Reino de Dios a la Tierra.
Si no se cumplían estos criterios Jesús se negaba a realizar milagros.
Por ejemplo no realizó ningún milagro ante Herodes (Lucas 23: 8-9)
Algunos de los milagros más asombrosos de Jesús fueron levantar personas entre los muertos, devolver la vista a los ciegos, expulsar demonios, sanar a los enfermos, caminar sobre el agua.
Todos los cuales mostraron la evidencia de su naturaleza divina, en un intento de abrir los corazones al mensaje de salvación y a la glorificación de Dios.
Además estás señales y prodigios mostraron el poder absoluto de Cristo sobre la naturaleza y su misericordia ilimitada.
Su revelación como el Mesías prometido se produjo en las Bodas de Caná, cuando realizó el primer signo de convertir el agua en vino a pedido de Su Madre.
Esto marcó el comienzo de su ministerio público de escasos 3 años.
MILAGROS DE SANACIÓN
Nadie ni sus enemigos plantearon dudas sobre su capacidad de sanar enfermedades y dolencias.
Pero lo que hay que tener claro es que Jesús siempre tuvo un propósito para las curaciones, distinto a la curación por sí misma.
El no sano sólo por el bien de la curación. Todas las sanaciones tuvieron que ver con su misión y con su identidad como Mesías.
Tampoco Jesús sanó a todos los que necesitaban ser sanados.
En varias ocasiones encontramos con que Jesús se fue de al lado de personas enfermas sin curarlas.
Por ejemplo en el estanque de Bethesda Jesús sano a una sola persona enferma.
Ahí había cantidad de enfermos, ciegos, cojos, paralizados, que esperaban el movimiento del agua y sanó sólo a un hombre de 38 años (Juan 5: 3-5)
También dejó el pueblo de Cafarnaum sin curar a todos, esto se explica en Marcos 1: 32-39.
De modo que Jesús no vino a la Tierra con el cometido único de sanar personas, sino de predicar.
Las sanaciones eran la evidencia que daba justificación a sus enseñanzas.
Las multitudes lo buscaban trayendo sus enfermos para que los sanara.
Pero Jesús tenía cosas más importantes como predicar el mensaje de que el Reino de Dios había llegado.
Tampoco vemos a Jesús realizando todos los milagros que les pidieron que hiciera.
En algunos casos los hizo y en otros no, como por ejemplo cuando los líderes religiosos le exigieron una señal.
Él se refirió a ellos cómo generación malvada y adúltera, diciendo que la señal era la de Jonás, que pasó tres días y tres noches dentro de la ballena (Mateo 12: 38-40).
Y como vimos Jesús tampoco realizó ningún milagro para Herodes.
Las curaciones de Jesús fueron el cumplimiento de las profecías del Mesías que esperaba el pueblo judío.
En los cuatro evangelios se dice que Jesús sanó sobrenaturalmente las personas para cumplir tales profecías bíblicas, ver Mateo 8: 16-17
La profecía estuvo dada en Isaías 53: 4, cuando dice que “Él tomó nuestro dolor y cargo con nuestros sufrimientos…”.
También Jesús hizo milagros de sanación para que la gente comprendiera que sus pecados eran perdonados.
El caso más típico de demostración de la autoridad del hijo del hombre en la tierra para perdonar los pecados es cuando le dijo al hombre “levántate toma tu camilla y vete a tu casa” (Marcos 2: 10-12)
Jesus sanó para demostrarle a Juan el Bautista que Él era el verdadero Mesías.
Cuando Juan Bautista estaba en la cárcel pidió a sus discípulos que le preguntarán a Jesús si Él era el Mesías que había de venir.
Y Jesús les dijo que le recordaran a Juan sus milagros: los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y las buenas nuevas son proclamadas a los pobres (Mateo 11: 26)
Además Jesús sanó para mostrar las obras de Dios para que Dios recibiera Gloria.
Esto por ejemplo lo dijo cuando curó a un ciego “sucedió para que las obras de Dios se manifiesten en él…” (Juan 9: 3)
Es más, Jesús sugirió que la enfermedad de este hombre tenía el propósito de que las obras de Dios se mostrarán en él.
Lo mismo sucedió con la enfermedad de Lázaro que dijo que “sucedió para la gloria de Dios y para que el hijo de Dios reciba la gloria…” (Juan 11: 4).
Finalmente Jesús sanó para que la gente pudiera creer en Él.
En Juan 20: 30-31 se dice que Jesús hizo muchas otras señales que no están escritas.
Pero que la que están escritas son para que se pueda creer que Jesús es el hijo de Dios.
Es por esto que los milagros a veces se nominan con el nombre de signos, porque son señales para mostrar que el Mesías o Cristo ha llegado.
DOLENCIAS FÍSICAS Y ESPIRITUALES CURADAS BAJO 3 CONDICIONES
Los evangelios están llenos de milagros de sanaciones de Jesús.
En general pensamos que curaba las dolencias físicas porque son las más espectaculares.
Pero también las curaciones de Jesús fueron de personas enfermas del espíritu.
E incluso cuando sanó a alguien en su cuerpo también lo hizo globalmente abarcando su espíritu.
Porque Jesús vino a sanar a los enfermos físicos y a los enfermos espirituales, porque la enfermedad abarca el cuerpo y el alma a la vez.
Por tanto los milagros de curación apuntan hacia la misericordia de Dios para auxiliarnos globalmente.
Además si Jesús pudo sanar a un paralítico o a un leproso entonces también puede perdonar nuestros pecados.
Queda claro también que Jesús sanó aquellos que deseaban su sanidad.
Que sanó a aquellos que creían, confiaban y se acercaron a Él para ser sanados.
Entre líneas podemos leer tres condiciones que Jesús pone en general para la sanación.
Uno es reconocer que hay un problema, porque a menos que uno no piense que está enfermo no va buscar a un médico.
La segunda condición es que la curación depende de la fe de las personas.
En algún caso vemos que es la fe de la propia persona enferma.
Y en otros casos vemos que es la fe de la persona que vino a pedir por el enfermo.
Aquí hay un mensaje más general de Jesús: es nuestra fe la que nos salvará.
Y es nuestra fe la que nos traerá la paz y nos curará de las aflicciones.
La frase “no tengas miedo” asociada a “ten fe” son centrales en la prédica de Jesús.
Y no importa que tan fuerte es la fe, porque si tenemos fe del tamaño de un grano de mostaza Jesús nos dice que podremos llegar a mover montañas.
La tercera condición para la sanación que establece es que Jesús sana aquellos que se acercan a Él, no sólo presencialmente sino también por intermedio de otra persona.
De modo que la sanación requiere el acto previo nuestro de acercamiento a Jesús en la búsqueda de sanación, un apostar a Él.
PORQUE NO VEMOS HOY MILAGROS COMO LOS DEL PRIMER SIGLO
Los milagros hoy parecen raros a los ojos de los contemporáneos.
Sentimos que hay algo diferente en la forma en que Dios hizo los milagros en el Antiguo y en el Nuevo Testamento respecto a los que suceden hoy.
¿Porque no experimentamos hoy los milagros del Nuevo Testamento?
Ya hemos dicho que los milagros tenían la función en el Antiguo y Nuevo Testamento de mostrar un propósito más grande.
Evidenciar el plan redentor de Dios y la autenticidad de los mensajeros de Dios que traían la revelación a la humanidad.
En el Antiguo Testamento los milagros que hizo Moisés trataban de demostrar su legitimidad como portavoz de Dios (Éxodo 4: 1-9).
Lo mismo que los profetas, a quiénes Dios concedió la capacidad de hacer milagros para verificar Su autoridad (1 Reyes 17: 17-24, 18: 36-39, 2 Reyes 1:10).
Y en el caso de los milagros en el Nuevo Testamento, como ya hemos dicho, tenían la función de autenticar a Cristo y a sus apóstoles.
En especial los milagros de Jesús autenticaron su papel central en el plan divino que traía la salvación (Lucas 7: 22).
En este marco Él sana a los enfermos, expulsa a los espíritus malignos y cura una cantidad de enfermedades como flujo de sangre, mano seca, ceguera, sordera, parálisis, epilepsia, lepra, hidropesía, fiebre y resucita a los muertos.
Esto muestra Su poder sobrenatural sobre la naturaleza.
Y apunta a la restauración de la creación del Reino de Dios, diciendo que el Reino de Dios ha llegado.
Es en este marco que convierte el agua en vino y multiplica los panes y peces.
Y que da testimonio de que el Reino de Dios ha comenzado a expandir resultados beneficiosos en las personas.
El concepto es que las obras milagrosas de Jesús denotaban que el Dios de Israel estaba actuando una vez más en medio de su pueblo.
Los milagros condujeron a la creencia, al asombro y a la adoración.
Por lo tanto los milagros no deben verse como una suspensión del orden natural, sino por la restauración del orden natural que Jesús vino a traer.
Los milagros que sucedieron después en la Iglesia Primitiva tenía la función de verificar la autenticidad de la revelación hecha por Jesús sobre la apertura de una nueva era escatológica.
Este mismo propósito de legitimar el plan Redentor de Dios revelado es el mismo que cumplen los milagros hoy.
Por lo tanto no es inapropiado buscar milagros hoy para confirmar la veracidad del mensaje del Evangelio, ayudar a los necesitados, eliminar obstáculos para la conversión de la gente y dar gloria a Dios.
Los milagros aún ocurren pero los cristianos deben evitar los extremos de ver todo como un milagro y no ver nada como un milagro.
Lo que ha sucedido en los últimos siglos es que el cristianismo se ha llenado de escepticismo respecto a lo sobrenatural.
Hay una capa que se llaman a sí mismos católicos maduros que interpretan cualquier cosa aparentemente sobrenatural como algo producido por el mundo natural.
No conciben que aún existan los milagros que se produjeron en la Iglesia Primitiva.
E incluso llegan a desestimar los milagros relatados en los evangelios como una exageración o como el conocimiento rudimentario de la medicina en aquella época.
El vaciamiento de lo sobrenatural está haciendo un grave daño a la Iglesia, porque es el inicio de la duda sistemática sobre la revelación de Dios, e incluso de la deidad del propio Jesús.
Pero en segundo lugar los cristianos deben ampliar su criterio para comprender los milagros.
Deberían incorporar como milagros el sostén providencial de Dios en los asuntos cotidianos de la fe de la gente y las obras de redención realizadas por la Iglesia.
Cuando Jesús dice a los discípulos que ellos harán más milagros que los que hizo Él, posiblemente estuviera hablando de las obras que realizaría la Iglesia, porque abarcaría muchas personas y un período mucho más largo.
Los signos y las obras que hizo Jesús durante su ministerio fueron el inicio de la expansión de la revelación.
Y luego de la Ascensión de Jesús quedan las obras que los creyentes hacen a través del Espíritu revelando verdaderamente el plan de Dios y que Jesús era verdaderamente su hijo.
Las obras abarcan la evangelización, la comunicación del perdón de los pecados y también las sanidades.
¿Existen curaciones sobrenaturales en el mundo de hoy?
El innegable efecto de las misas de sanación lo demuestra.
Los milagros producidos en Lourdes también son un signo.
No todos los que van al Santuario de Lourdes se sanan. Pero los que lo hacen son el testimonio de la acción milagrosa de Dios.
Otro tanto se puede decir de los milagros producidos en los santuarios marianos alrededor de todo el mundo.
Y actualmente en especial las conversiones que se logran en Medjugorje.
Podemos tener el privilegio de presenciar eventos claramente sobrenaturales y milagrosos o no.
Pero debemos estar abiertos a que esto sucede, estando atentos a los testimonios que se publican.
Y también debemos asentir que Dios está trabajando activamente en el mundo edificando su Iglesia, de una manera sobrenatural, apoyada en los cristianos que evangelizan.
ANEXO: LISTADO DE CURACIONES DE JESÚS
Siete curaciones de espíritus inmundos
En estos pasajes se puede observar que incluso los demonios se postran ante Jesús, lo obedecen y lo reconocen como el Santo Hijo de Dios.
• El de la región de Gerasa (Mt. 8:28-34, Mc. 5:1-20, Lc. 8:26-29): Era poseído por muchos espíritus inmundos que se hacían llamar Legión, que fueron expulsados y entraron en un hato de cerdos, que luego murieron.
• El mudo (Mt. 9:32-34): La gente estaba asombrada y los fariseos afirmaban que gracias al príncipe de los demonios Jesús realizaba sus exorcismos.
• El endemoniado ciego y mudo (Mt. 12:22-23, Lc. 11:14-15)
• La hija de la cananea (Mt. 15:21-28, Mc. 7:24-30): Fue un milagro llevado a cabo en la región de Tiro y de Sidón, por petición y gracia a la fe de la madre de la víctima.
• El niño epiléptico (Mt. 17:14-21, Mc. 9:14-29, Lc. 9:37-43): Los discípulos que acompañaban a Jesús no pudieron curar al niño porque tenían falta de fe.
• El de la sinagoga en Cafarnaúm (Mc. 1:21-28, Lc. 4:31-37): Fue sanado en los días de reposo,
• María Magdalena (Lc. 8:1-3): De la cual salieron 7 demonios. También sanó a otras muchachas, entre ellas: Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana.
Cinco curaciones de paralíticos
• El criado del centurión en Capernaum (Mt. 8:5-13, Lc. 7:1-10): Fue curado distancia por petición y gracias a la fe del centurión.
No está claro si el relatado en el Evangelio de Juan es el mismo milagro, ya que el beneficiario es en este caso el hijo de un cortesano, aunque los detalles de la narración son idénticos.
• Un paralítico de Capernaum (Mt. 9:1-18, Mr. 2:1-12, Lc. 5:17-26): quien estaba postrado, y también le fueron perdonados sus pecados. Los escribas acusaron a Jesús de blasfemo.
• El hombre de la mano seca (Mt. 12:9-14, Mc. 3:1-6, Lc. 6:6-11): debido a este milagro los fariseos se enfurecieron y murmuraban planeando la destrucción de Jesús.
• La mujer en la sinagoga que estaba encorvada y no podía enderezarse (Lc. 13:10-17): esta curación tuvo lugar también en sábado y en una sinagoga, por lo cual Jesús fue criticado.
• El de Jerusalén (Jn. 5:1-18): este hombre llevaba 38 años enfermo y fue sanado un sábado en un estanque llamado Betesda en hebreo.
Cuatro curaciones de ciegos
• Los dos ciegos de Cafarnaúm (Mt.9:27-31).
• Bartimeo, el de Jericó (Mt. 20:29-34, Mc. 10:46-52, Lc. 18:35-43, también encontrado en el Corán): Él le suplicó misericordia y Jesús le dijo que fue salvado gracias a su fe.
• El de Betsaida (Mc. 8:22-26): A quien sanó poniéndole saliva en los ojos e imponiéndole las manos
• El de nacimiento (Jn. 9:1-41): Jesús lo sanó restregando lodo hecha con su propia saliva, en los ojos del ciego, quien luego se lavó en la piscina de Siloe (enviado).
Dos curaciones de leprosos
• De un leproso de Galilea (Mt. 8:1-4, Mc. 1:40-45, Lc. 5:12-16, también encontrado en el Evangelio Egerton y en el Corán): fue curado al ser tocado por la mano de Jesús.
• De diez leprosos (Lc. 17:11-19): iban camino a Jerusalén y Jesús los curó con el poder de su palabra.
Otras seis curaciones
• La fiebre de la suegra de Pedro (Mt. 8:14-15, Mc. 1:29-31, Lc. 4:38-39): fue sanada en su casa en Cafarnaúm, al ser tomada por la mano de Jesús.
• La mujer con flujo de sangre (Mt. 9:20-22, Mc. 5:25-34, Lc. 8:41-48): quien se sanó al tocar el manto de Jesús.
• Un sordomudo en la Decápolis (Mc. 7:31-37): a quien sanó metiéndole los dedos en los oídos, escupiendo, tocándole la lengua y diciendo: «Effatá», que significa «ábrete».
• El hidrópico (Lc. 14:1-6): Esta curación fue hecha un sábado en la casa de uno de los principales fariseos.
• La oreja de Malco (Lc. 22:50-51): quien fue herido por un discípulo de Jesús, a quien Jesús reprendió por ello.
• El hijo del alto oficial del rey (Jn. 4:46-54): Jesús y el oficial se encontraban en Caná, y el niño que moría se encontraba en Cafarnaún.
Curaciones hechas de modo genérico
Además de las ya mencionadas curaciones, hay pasajes que hacen referencia a ocasiones en que Jesús curó de modo genérico diversas enfermedades. Se mencionan cinco a continuación:
• Al ponerse el sol (Mt. 8:16-17, Mr. 1:32-34, Lc. 4:40-41).
• Junto al mar de Galilea (Mt. 15:29-31).
• En el Templo (Mt. 21:14-15).
• Cuando se retira al mar con sus discípulos (Mc 3:7-12).
Cuatro milagros sobre resurrección
• Una niña de doce años de edad, hija de Jairo (Mr. 5:38-43, Lc. 8:49-56): Jesús afirmó que la niña no estaba muerta, sino solo dormida.
• Lázaro, el de Betania (Jn. 11:38-44, también encontrado en el Corán): quien ya llevaba cuatro días de estar muerto y estaba sepultado en una cueva.
• El hijo de la viuda de la ciudad de Naín (Lc. 7:11.17): Jesús se compadeció de la viuda al verla llorar, tocó el féretro en el que llevaban al muchacho y le ordenó que se levantará.
• La Resurrección de Jesús (Mt. 28:1-10, Mr. 16:1-8, Lc. 14:1-12).
MILAGROS EN LOS EVANGELIOS APÓCRIFOS
En el Evangelio Secreto de Marcos
• Resurrección del joven rico (fragmento del Evangelio secreto de Marcos): Jesús le enseñó al joven los secretos del Reino de Dios.
Evangelio de la infancia de Tomás
• Resurrección del niño caído en una terraza (parte IX): Acusan a Jesús de haber hecho caer al niño y Jesús lo resucita.
• Resurrección del joven que cortaba leña (parte X): Murió desangrado al cortase la planta del pie con el hacha, Jesús lo resucitó y las multitudes se asombraron y le admiraban.
• Jesús enferma y cura a su segundo maestro (partes XIV-XV): José le llevó a este maestro, al que Jesús maldijo porque este le pegó en la cabeza. Luego lo curó al oír el buen testimonio que decía su tercer maestro sobre Él.
• Cura a Jacobo de la mordedura de una víbora (parte XVI): La víbora lo mordió en la mano, Jesús sopló sobre la herida y la víbora quedó muerta.
• Resurrección de un niño (parte XVII): Jesús le tomó del pecho y le ordenó que reviviera. Era un niño de su vecindad.
• Resurrección de un hombre (parte XVIII): El hombre resucitó y le adoró y la gente quedó impresionada.
La Pasión de Nuestro Señor nos hace pensar en las evidencias físicas de ese gran evento.
O sea las reliquias.
Éstas ocupan un lugar prominente en la espiritualidad cristiana y el arte.
Y han sido desde hace 2000 años motivo de grandes flujos de peregrinación.
Reliquias de la Catedral de Notre Dame
Las reliquias honradas por la Iglesia Católica pueden ser partes de su cuerpo o algo que lo haya tocado. . La madera de la Cruz y otros objetos que se cree que han tocado el cuerpo de Cristo están entre las reliquias más preciadas.
En este artículo veremos cuáles son y donde se supone que están.
EL CRISTIANISMO VENERÓ LAS RELIQUIAS DESDE EL PRINCIPIO
Antes de la Ilustración, la gente generalmente creía en un “mundo encantado”, donde el cielo y la tierra estaban cerca y Dios estaba activamente involucrado en la naturaleza y la historia.
Corona de Espinas en Notre Dame
Esta visión aparece en los salmos.
“Los cielos declaran la gloria de Dios” (Salmo 18).
Dios es el “Creador del cielo y de la tierra, de los mares y de todo lo que hay en ellos” (Salmos 146).
“El Señor da la vista a los ciegos … El Señor protege al extraño, sostiene a la viuda y huérfano, pero frustra el camino de los impíos” (Salmo 146).
Dios “habita en un templo santo” y felices son quienes lo encuentran allí(Salmo 84).
Los judíos en el tiempo de Jesús creían en un “mundo encantado”.
El templo en Jerusalén era el lugar donde Dios, el hacedor de todas las cosas, habitaba en la tierra y se extendía para sanar y enseñar.
Como los judíos, los cristianos también creían que Dios estaba cerca, no distante, y podía ser experimentado a través de personas santas y signos concretos y lugares santos.
Su creencia es evidente en los escritos del Nuevo Testamento.
El mundo pagano creía también en un “mundo encantado”.
En Lystra, en Asia Menor, la multitud gentil, viendo a un lisiado levantarse y caminar por la palabra de San Pablo gritó
“los dioses han llegado a nosotros en forma humana”.
Lucas dice más tarde:
“Dios obraba por medio de Pablo milagros no comunes, de forma que bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o mandiles que había usado y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos” (Hechos 19: 11-12)
El interés por las reliquias aumentó en el cristianismo en el siglo IV después que el emperador Constantino abrazó la nueva religión y abrió los lugares donde Jesús vivió y murió, y se generó una ola de peregrinos cristianos.
A medida que la peregrinación cristiana floreció, los cristianos trajeron varias reliquias a casa como recordatorios de su experiencia; apreciaban especialmente las reliquias de la cruz.
Roma y Constantinopla eran centros importantes además de Jerusalén para promover la devoción a las reliquias.
Papas, líderes religiosos y políticos las utilizaron para promover objetivos espirituales y políticos.
Las reliquias de la pasión, la muerte y la resurrección eran especialmente importantes en estos centros.
Y aquí debemos mencionar una cierta diferencia entre las iglesias del este y del oeste respecto a las reliquias.
En la iglesia oriental los iconos tienen un lugar prominente en la representación de los misterios de Jesús y sus santos.
Mientras que en la iglesia occidental, las reliquias físicas son más prominentes.
Iglesias y santuarios que honran reliquias e imágenes sagradas se multiplicaron especialmente en la época medieval en Europa
Y se encuentran hoy dondequiera que estén los cristianos católicos.
LA IMPORTANCIA DE LAS RELIQUIAS PARA LOS CRISTIANOS
En la Edad Media había un poderoso sentido era providencia de Dios.
Sentían que era poco razonable e ilógico que Dios dejara desaparecido un instrumento que había santificado para ser parte de la pasión de Nuestro Señor.
Es probable que muchas reliquias de la pasión de Jesucristo se hayan perdido definitivamente debido a tres sucesos principales.
El primero fue la destrucción de Jerusalén en el año 70.
El segundo fue la persecución de los cristianos por el Imperio Romano en los primeros tres siglos.
Y el tercero fueron las invasiones musulmanas a Jerusalén y Bizancio, donde se destruyeron muchas reliquias.
Los cristianos las buscan porque aún hay un valor inherente en la veneración de un objeto que podría no ser genuino.
Porque en realidad los cristianos no están venerando el objeto en sí mismo sino la expresión de un hecho que el objeto representa.
El objeto es un disparador para recordar todo el escenario y honrar a Nuestro Señor.
Y por eso es que las reliquias se inciensan en las liturgias y debajo de los altares se colocan reliquias de Santos.
Para los cristianos representan la memoria de hechos históricos centrales en su devoción.
Sin embargo hay otros cristianos que piensan distinto y atropellan.
Lanza de la Pasión de Cristo en Echmiadzin, Armenia
REACCIÓN CONTRA LAS RELIQUIAS
La reacción a las imágenes sagradas y las reliquias no se hizo esperar.
En la iglesia oriental la Controversia Iconoclasta fue abordada en el Segundo Concilio de Nicea en el año 787.
En la iglesia occidental se produjo la reacción principal contra las reliquias en la Reforma en el siglo XVI.
Los primeros reformadores protestantes, Wycliff y Hus, consideraban las reliquias como idolatría.
Lutero las veía como tentaciones a la avaricia y Calvino protestaba contra las falsas reliquias.
Sus opiniones todavía se mantienen en las tradiciones religiosas protestantes.
Pero la más formidable reacción llega con la Ilustración, donde el cielo y la tierra ya no aparecen tan conectados como antes y el mundo no es un lugar “encantado”.
La Ilustración en el siglo XVI introdujo las herramientas de la ciencia moderna para investigar el mundo que conocemos.
Algunos, influidos por el racionalismo, cuestionaron la historicidad de Jesús y los evangelios, así como las reliquias y las prácticas que los honraban.
Su enfoque crítico todavía se encuentra hoy en muchos que consideran las reliquias como productos pintorescos de un pasado supersticioso.
Este cambio cultural también ha penetrado en la Iglesia católica.
Ya no solo no se honran las reliquias como en la antigüedad sino que su devoción se toma como parte de una “fe infantil” que debe ser desterrada.
Es así que comienza el menosprecio de la religiosidad popular dentro de la jerarquía de la Iglesia.
Sin embargo, a pesar del desdén con que lo tratan buena parte del clero, el catolicismo popular sigue vivo y es el real sustento de la Iglesia. Si el él desaparece la Iglesia entraría en implosión.
Escalera Santa
¿DÓNDE ESTÁN LAS RELIQUIAS DE LA PASIÓN DE JESÚS?
Hay muchas reliquias sagradas asociadas con la vida y pasión de Jesucristo.
Y sobre ellas siempre hay dudas de su veracidad, mostrada en la reclamación de distintas iglesias de que poseen la original.
Quizás el caso más destacado sea el “santo grial”, la copa con que Jesús dio de beber a los apóstoles en la última cena; hay varios que dicen ser el original.
Algunas reliquias están bien conservadas y en exhibición. Mientras que otras, si bien existen, han caído en el olvido.
Veamos primero las reliquias principales y el link a los informes especiales que hemos realizado para cada una de ellas.
Y luego veamos otras reliquias.
Santa Túnica de Cristo en Basílica de San Denys, Francia
LAS RELIQUIAS PRINCIPALES
Vestimenta de Jesús
La túnica inconsútil se conserva en Argenteuil.
Estudiada y contrastada con la Sábana Santa, las heridas coinciden y corroboran los relatos de la Pasión.
Se guarda una similar en Tréveris, Alemania.
El manto de Jesús por su parte, se repartió por la cristiandad, pero se conserva un importante trozo en la catedral de Anagni.
El precioso cáliz de que se sirvió nuestro Redentor al instituir el Sacramento del altar, tiene la dicha de conservarlo metropolitana Iglesia de Valencia: todos los años se coloca en el Monumento.
Pero hay otros que se adjudican como originales, como el llamado Cáliz de Doña Urraca en León.
Ocupado hasta mediados del siglo XX por los musulmanes, este lugar, uno de los más santos en la tierra, puede ser visitado bajo las condiciones impuestas por el gobierno de Israel.
Los cristianos pueden visitarlo y ganar las preciosas indulgencias concedidas por los Romanos Pontífices a cuantos oren en tan santo sitio.
Tanto la gruta en donde oró nuestro Redentor, que se conserva en su estado natural, como algunos de los olivos, que se cree son los mismos que existían en tiempo de la Pasión del Señor, aún están en pie.
Están bajo la custodia de los Franciscanos de Tierra Santa.
Se venera en la Santa Capilla de París, pero sin espinas que han sido distribuidas por toda la cristiandad.
En Roma son cerca de veinte las que reciben veneración pública: las iglesias que tienen más son las de San Marcos y Santa Práxedes, las cuales conservan tres.
En el Vaticano hay dos ejemplares; en San Juan de Letrán una.
Y dos espinas se encuentran entre las antiguas reliquias traídas por Santa Elena a su palacio, que más tarde se convirtió en la Basílica de la Santa Cruz en Roma.
En España son muchas las que reciben veneración en diversas iglesias: en el Escorial se veneran once.
Barcelona tiene la dicha de venerar varias, y en el célebre santuario de Montserrat se custodian dos.
La tradición común es que fueron tres las imágenes que quedaron en el velo de la Verónica, pero son muchísimas más las que se veneran en la cristiandad.
La construcción de la catedral de Jaén se concibe, en el Siglo XVI para custodiar la reliquia del Santo Rostro (alojado en la capilla mayor).
Además hay otras iglesias que se disputan la autenticidad de esta reliquia: la Catedral de San Pedro, Roma (Italia), la Iglesia del Sagrado Corazón, París (Francia) y el Monasterio de la Santa Faz (Alicante, España).
En la misma línea, de la Santa Faz, la catedral de Oviedo en España, dice albergar un sudario que envolvió la cabeza de Cristo.
La Catedral de Oviedo en Asturias (España), es llamada sancta Ovetensis por la calidad y cantidad de reliquias.
En esta catedral se custodia el Santo Sudario dentro de un marco de madera chapeado de plata del siglo XVIII, guardado en un armario con 2 llaves, una en poder del arzobispo y otra en poder del Deán de la Catedral.
En el congreso internacional que se celebró en Oviedo en 1995 se determinó que el Santo Sudario de Oviedo y la Sábana Santa de la Catedral de Turín estuvieron en contacto con el mismo cuerpo.
En la iglesia de San Juan de Letrán se conserva uno de esos lienzos en que estuvo envuelta la cabeza del Señor en el Sepulcro.
En las iglesias de San Marcos, de San Francisco á Ripa y en el Escorial, en España, se veneran partes de otros lienzos;
También en Besancon en Francia y en Santo Domingo de la Calzada en España,
El lienzo que secó el sudor de Jesús en la Vía Dolorosa
El Velo de Verónica, que según la leyenda se usó para limpiar el sudor de la frente de Jesús mientras llevaba la cruz, también se dice que lleva la semejanza de la Cara de Cristo.
Hoy en día, varias imágenes pretenden ser el Velo de Verónica.
Hay una imagen guardada en la Basílica de San Pedro en Roma que pretende ser de la misma Verónica que fue venerado en la Edad Media.
La Sábana Santa de Turín es la reliquia más conocida de Jesús y quizás la reliquia más estudiada en la historia humana.
Los creyentes afirman que la mortaja es el paño puesto en el cuerpo de Jesucristo en el momento de su entierro, y que la imagen de la cara es la Santa Cara de Jesús.
La impactante imagen en negativo que muestra, fue observada por primera vez en la tarde del 28 de mayo de 1898, en la placa fotográfica del fotógrafo aficionado Secondo Pia, a quien se le permitió fotografiar mientras se exhibía en la Catedral de Turín.
Los testigos dicen que Santa Helena dio partes de cruces de madera de las excavaciones en el Calvario a la iglesia en Jerusalén, a la iglesia en Constantinopla y a su capilla privada en Roma.
Los fragmentos de estos lugares se convirtieron en regalos premiados enviados a otros lugares e individuos en el mundo romano.
Hoy partes de esa reliquia se conservan por todo el mundo, como en basílicas de San Pedro y de la Santa Cruz de Jerusalén, en Roma.
En la catedral de Anagni se venera también un pedazo muy notable, y en la cual se ve aun uno de los agujeros que se hicieron al crucificar a nuestro divino Salvador.
Juan Calvino, el reformador protestante dijo “Si todas las piezas de la cruz estuvieran reunidas, llenarían un barco”, señalando las muchas reliquias sospechosas que vio en su tiempo.
Sin embargo un estudio de las reliquias existentes de la cruz por Charles Rohault de Fleury en 1870, demostró que todos los fragmentos conocidos de la cruz medirían sólo un tercio de lo que probablemente sería la cruz de Jesús.
El magnífico templo que había en Jerusalén cuando murió nuestro Redentor fue destruido, y según el sagrado vaticinio pronunciado por sus labios sagrados, no quedó piedra sobre piedra.
Constantino el grande hizo trasladar doce columnas de este templo destruido, para que se colocaran delante de la Confesión de San Pedro.
Hoy en día aún se ven ocho debajo de la magnífica cúpula del Vaticano, dos en el altar de San Mauricio, dentro de la capilla del Santísimo.
Y otra en la cámara inferior de la capilla della Pietá, que según la tradición es en la que estuvo apoyado Jesús cuando de edad de doce años disputó con los doctores de la Ley.
Columnas del velo del templo
El velo del templo de Jerusalén, que se rasgó en dos partes al morir nuestro Salvador, era sostenido por dos columnas.
Las cuales hoy día se conservan en el claustro de la basílica de San Juan de Letrán, en Roma.
Piedra del torrente del Cedrón
Habiendo prendido al Señor, y llevándolo a la casa de Anás, al pasar por el torrente de Cedrón, la tradición dice que tiraron al Señor al fondo del torrente.
Dejando impresas las huellas de sus pies, rodillas, manos y cabeza sobre la durísima piedra que aún hoy se muestra a los peregrinos.
Casa de Anás
En el lugar donde estuvo esta casa hay una iglesia y convento, ocupado por monjas armenias.
Casa de Caifás
En el lugar en que estuvo hay una iglesia, cuidada por los armenios.
En ella se ve un calabozo muy reducido, en donde pasó algunas horas nuestro Salvador.
Allí mismo había una columna en la cual estuvo atado, y es la que hoy se venera en Roma, en la iglesia de santa Práxedes.
En el altar que hay en el fondo del ábside de esa iglesia se ve la piedra que se puso a la puerta del sepulcro del Salvador.
Pretorio de Pilatos
El lugar en donde estaba hoy día también estuvo ocupado por los musulmanes, pero los fieles ya pueden visitarle y ganar indulgencia plenaria orando allí.
Escalera Santa
La Escalera Santa es la escalera que conducía al Pretorio de Pilato y que fue regada por la sangre de Jesucristo.
Se encuentra en la iglesia que lleva su mismo nombre ubicada en el complejo de edificios alrededor de la Basílica de San Juan de Letrán.
La escalera la escalera tiene 28 escalones y los peregrinos suelen subirla de rodillas.
Fue traída a Roma desde la residencia de Pilato y en su actual ubicación conducía a la capilla privada de los Papas, donde hay una serie de reliquias e imágenes de la Pasión de Jesucristo.
Hoy día se ve gran parte de él en la magnífica iglesia que el celoso misionero Alfonso María de Ratisbona levantó en Jerusalén para las monjas de Sión, tras su conversión desde el judaísmo por gracia de Nuestra Señora.
Puerta judiciaria
Aún se ven en Jerusalén restos de esa Puerta, por donde pasó el Salvador yendo al Calvario.
Santo Grial de Valencia
Relativas a la Última Cena
Mesa de la Cena
La mesa, en la cual Jesús celebró la última Cena e instituyó el adorable Sacramento del altar, se conserva y venera en la misma basílica de San Juan de la Cruz.
Plato de la Cena
Se conserva uno en la santa iglesia de Génova.
Toallas
Que sirvieron, tanto para lavar las manos al Salvador como para enjuagar los pies a sus Discípulos, se conservan en parte en la citada basílica de San Juan de la Cruz.
Asiento
El que, en forma de cama, sirvió a Jesús en la última Cena para sentarse, se conserva una gran parte en la capilla llamada Sancta Sanctorum, en Roma.
Santo Sudario de Oviedo
Referidas al Proceso de Jesús
Monedas que recibió Judas
Se conservan tres en la catedral de Génova, y una en la basílica de Santa Cruz de Jerusalén, en Roma.
Cuerdas con que fue atado el Señor
Un pedazo importante se conserva en España, en la basílica del Escorial, y otro en Italia, en la catedral de Anagni.
Lienzo con que vendaron los ojos al Señor
Se venera una parte en la iglesia de San Francisco á Ripa, en Roma.
Columna de la Flagelación en Santa Práxedes
Columna de la flagelación
Cuando Pilato mandó a azotar a Jesús, fue atado en una columna y flagelado por dos verdugos con flagellum, que eran correas que tenían huesos de cordero atados en los extremos para cortar la carne de los flagelados.
Estos golpes fueron los que desfiguraron a Jesús, causando tal la impresión que el mismo Poncio pilato dijo “he aquí al hombre” (Ecce homo).
La peregrina Egeria del siglo III relató haber visto en Tierra Santa un bloque de piedra en medio de las ruinas del Palacio de Caifás, en el que se distinguían levemente las huellas de las manos y el rostro de Cristo.
Y en el siglo IV un peregrino anónimo dijo haber venerado la santa columna en el pórtico de la Iglesia de Sión o del Cenáculo
En esa misma ubicación aparentemente la veneró también Santa Paula.
En ese momento había una devoción por la cual los peregrinos rodeaban la columna con un cordón y luego se lo ataban al cuello y lo llevaban con una medalla.
También existieron los abusos, porque algunos arrancaban a martillo trocitos de la columna para colocarlos en sus relicarios.
Actualmente una parte de la columna de la flagelación se conserva en la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.
Y otra parte se encuentra en la pequeña y bella iglesia de Santa Práxedes, a dos cuadras de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
Y fragmentos importantes se encontrarían en la Basílica del Escorial en España y en la iglesia de San Marcos en Venecia.
La columna de la flagelación en la iglesia de Santa Práxedes en Roma es la más visitada y fue llevada por el legado pontificio Giovanni Colonna desde Jerusalén a Roma en el año 1236, según él recuperándola de las ruinas del pretorio.
La columna mide 70 cm de alto y es de mármol negro con vetas blancas.
En cambio el fragmento que existe en la iglesia del Santo Sepulcro es de tono más bien rojizo, mide 75 cm de alto y 30 cm de diámetro.
Hay una tradición romana que sucede en las horas posteriores a la misa vespertina de la Cena del Señor en el Jueves Santo, cuando los peregrinos se dirigen a la iglesia de Santa Práxedes a venerar la columna.
Azotes
Se veneran en la catedral de Anagni y en la Iglesia de Santa María in vía lata en Roma.
Columna de los improperios
Se conserva en la iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén.
Columna de la sentencia
Frente a la puerta judiciaria se ve hoy, guardada por los Padres Franciscanos, la gran columna donde, según la tradición, tuvieron a nuestro Salvador mientras hacían los preparativos para crucificarle.
Reliquia Cruz de Jesús conservada en Lledó
Clavos de la crucifixión
La tradición enseña que fueron tres los que tuvieron suspendido al Salvador del mundo.
Uno entero se conserva en Santa Cruz de Jerusalén, en Roma.
Otro en la capilla del Palacio Real de Madrid.
Y otro se ha distribuido a diversas iglesias de la cristiandad.
Además de esos clavos, se veneran otros que también eran de la cruz pues los brazos de la misma estaban clavados y el I.N.R.I. también.
En la Catedral de Monza (antigua capital de los lombardos), que la reina lombarda Teodelinda mandó construir en 595, se conserva la corona de hierro de Lombardía que según la tradición fue elaborada con un clavo utilizado en la crucifixión de Jesucristo.
Otro supuesto clavo de la Cruz se venera en la Catedral de Milán.
Fue encontrado por Santa Elena, madre de Constantino, en Tierra Santa. Lo ocultó en el freno de un caballo. Después lo mandó colocar en una gran cruz de madera cubierta de cristal.
El Títulus I.N.R.I.
La principal parte se halla en la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén en Roma.
En san Juan de Letrán y en San Marcos de la misma ciudad santa se ven pedazos notables.
Esponja con que se le pretendió de beber vinagre
La principal parte se venera en la Santa capilla de París, pero se conservan partes en la basílica del Escorial, en España, y en las de San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y Santa María de Transtévere, en Roma.
Lienzos que cubrieron al Señor estando en la cruz
Se veneran en San Juan de Letrán y en San Marcos, de la misma ciudad eterna.
Sangre y agua
Es de fe que del costado se nuestro divino Salvador salió sangre y agua.
Entre las reliquias más insignes que se exponen a la pública veneración en la santa ciudad de Roma, se encuentra parte de la sangre, y agua que salió de su sagrado costado después de muerto; se conserva en la basílica de San Juan de Letrán.
En la de San Marcos se expone un velo que se embebió en la misma sangre y agua.
Mira estos videos con recorridos de lugares que tienen estas reliquias.