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De dónde viene la Propuesta Teológica de que la Iglesia Acoja la Moral del Mundo

Las discrepancias doctrinales dentro de la Iglesia se están acentuado rápidamente.

Estamos viendo a muchos Sacerdotes, Obispos y Cardenales empeñados en acomodar a la Iglesia a la nueva moralidad secular.

No sólo desde el punto de vista pastoral sino también doctrinaria.

Pero no lo expresan francamente, sino por partes y nebulosamente a propósito.

Hoy es un aspecto de la doctrina de la Iglesia que critican. Mañana es otra.

Lo que no permite que los católicos en general puedan percibirlo con claridad.

Y esto se acentúa en la medida que el mundo se hace más contrario a la moral cristiana.

varias puertas que se abren

Lo hemos presenciado en la batalla dentro y luego del Sínodo de la Familia.
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Para algunos es cómo si el espíritu aperturista radical expresado en el Concilio Vaticano II, luego de una intensa lucha de décadas, estuviera consolidándose en muchos jerarcas de la Iglesia.

Hablamos del espíritu del Vaticano II y no de su letra.

Porque como coletazo del mismo vimos en América Latina el crecimiento de la Teología de la Liberación, con decenas de curas declarándose marxistas e incluso integrando la guerrilla.

Y eso no estaba en la letra, pero fue consecuencia de cierto espíritu que sobrevoló en el Concilio.

Ahora, Stefano Fontana, Profesor en la Universidad La Sapienza de Roma y Director del Observatorio Internacional Cardenal Van Thuan ha escrito un artículo revelador.

Que sitúa una fuente de esta apertura de la Iglesia al mundo en el teólogo jesuita Karl Rahner.

A finales de 1972, Karl Rahner, el gran teólogo alemán, escribió un libro titulado “La transformación estructural de la Iglesia como un deber y como una oportunidad”.

Para quienes no tienen mucha información de Rahner, Wikipedia encabeza su información sobre él diciendo:

Karl Rahner S.J. (Friburgo, Imperio Alemán, 5 de marzo de 1904 – Innsbruck, Austria, 30 de marzo de 1984) fue uno de los teólogos católicos más importantes del siglo XX.

Su teología influyó en el Segundo Concilio Vaticano.

Su obra Fundamentos de la fe cristiana (Grundkurs des Glaubens), escrita hacia el final de su vida, es su trabajo más desarrollado y sistemático, la mayor parte del cual fue publicado en forma de ensayos teológicos.

Rahner había trabajado junto a Yves Congar, Henri de Lubac y Marie-Dominique Chenu.

Con los Teólogos asociados a una escuela de pensamiento emergente denominada Nouvelle Théologie, trabajaron los elementos que se había criticado en la encíclica Humani Generis del Papa Pío XII.

El libro “La transformación estructural de la Iglesia como un deber y como una oportunidad” se dirige a la Iglesia de Alemania, que acababa de celebrar su sínodo.

Pero las consideraciones del ya gran teólogo alemán anticipaban sorprendentemente lo que sucede a la Iglesia hoy.

Teólogo aleman Karl Rahner
Teólogo aleman Karl Rahner

En ese tiempo, en Italia la Democracia Cristiana había sido gobernante por veinte años.

No se había hecho aún ni siquiera el referéndum sobre el divorcio.

Estaban lo coletazos del 68.

Pero para Brigadas rojas todavía faltaban varios años.

Y todavía estaba en marcha la guerra de Vietnam.

Por otro lado, Pablo VI ya había hablado del «humo de Satanás» entrado en la Iglesia.

Sin embargo, en ese momento el sistema parecía sostenerse.

Era otro mundo. Y nadie en su sano juicio hubiera siquiera imaginado una crisis doctrinal profunda.

Pero Rahner ya estaba pensando para nosotros hoy en día, en nuestro mundo y nuestra Iglesia de hoy.

La lectura de ese libro es nuestra fotografía.

Para decirlo en pocas palabras, la Iglesia de Karl Rahner tenía que ser desclericalizada, democrática, de puertas abiertas, estructurada a partir de las bases, ecuménica, no moralizante.

Así es como él veía a la Iglesia del futuro cercano, sujeto y objeto de una «transformación estructural».

No era una predicción, sino un «deber» llevarlo adelante.

Y exponía que en ese momento había una «oportunidad», como una posibilidad para que la Iglesia siga existiendo.

Uno de los conceptos clave en el libro es el de la Iglesia «abierta».

Y esto no sólo es sólo pastoralmente.
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Sino abierta en el sentido de acogedora a todo el mundo, incluso doctrinalmente.

Karl Rahner y Joseph Ratzinger
Karl Rahner y Joseph Ratzinger

Según Rahner, de hecho, la ortodoxia, el orden, la claridad… son características de una secta.

Pero la Iglesia no es una secta y por lo tanto sus fronteras no deben quedar claras ni definidas.

Debía ser «abierta también desde el punto de vista de la ortodoxia».

Y en este sentido los ejemplos de los que habló Rahner no podían ser más oportunos:
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«No está claro por qué los divorciados vueltos a casar después de un primer matrimonio sacramental no podrían en ningún caso ser readmitidos en los sacramentos, siempre y cuando ellos perseveren en el segundo matrimonio como tal.
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No se puede establecer el precepto festivo (domingo) como un mandamiento que Dios estableció en el Sinaí dotándolo de una validez permanente.
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Ni siquiera es posible establecer con claridad qué posibilidades existen para la conciencia cristiana respecto a las leyes penales del Estado en contra del aborto».

Parece que Rahner nos estuviera hablando a nosotros ahora, viendo lo que sucede en este momento,

Iglesia abierta significa que no están claros los límites de la ortodoxia y, como resultado, incluso los de la herejía.

Incluso dentro de la Iglesia, dice Rahner, existen diversos contenidos de conciencia y opiniones divergentes sobre el dogma objetivo.

El pluralismo teológico y doctrinal no constituye una amenaza, continúa Rahner, porque se ajusta a una «Iglesia Evangélica» «en la que se podría hablar acerca de todo y se podría expresar públicamente lo que se quisiera».

Esto resulta exactamente lo contrario a lo que preveía Joseph Ratzinger para la Iglesia.

Él profetizó que la Iglesia se iba a achicar, ya no habitaría en las grandes catedrales.

Pero de ello surgiría una Iglesia con más fe, más pura, mas ortodoxamente católica.

En cambio Rahner se pone en sus antípodas.

La Iglesia del futuro – argumentó Rahner en 1972 – es una iglesia que se construye desde la base, fruto de la iniciativa y la libre asociación.

Las mismas parroquias se convertirán en este sentido.

Iglesia de Guadalupe con las puertas abiertas

Y a continuación, una comunidad de base puede expresar cuál es su «líder adecuado para conducirlo, tomado desde su seno».

Y «presentarlo al Obispo como su presidente, porque es una persona formada en su seno, con las cualidades necesarias para esta función, y que puede recibir válidamente ordenación, incluso si está casado«.

Esto no es ni más ni menos que la propuesta de un cambio radical del concepto de sacerdocio.

Las comunidades de base – añade Rahner – pueden presentar no sólo a una persona casada, sino también a una mujer:

«No veo a priori ninguna razón para dar una respuesta negativa a esta cuestión, teniendo en cuenta la sociedad actual, y aún más que la de mañana».

Esto es abogar por el sacerdocio femenino.

Una iglesia construida desde la base será una Iglesia democrática.

Rahner señaló en 1972 que el mantenimiento reducido del número de votantes de un Obispo garantizará siempre en el futuro las características de la ortodoxia y la estructura eclesiástica.
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Pero dado el pluralismo doctrinal y la particularización de las comunidades de base, se puede pasar a un método de designación democrática.
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Es un «derecho de los sacerdotes y laicos  participar en las decisiones de la Iglesia de una manera deliberativa y no meramente consultiva».

Es lo que hoy se llama con insistencia la «colegialidad».

Y que, según Rahner, debería convertirse en una práctica no sólo consultiva sino de deliberación.

En estos días mucha gente se sorprende porque muchos pastores no intervienen sobre las leyes que afectan de manera muy dura los principios fundamentales de la ley moral natural.

No son raros los obispos y sacerdotes que no ven con buenos ojos a los cristianos que «muestran sus músculos»  en público para defender los principios no negociables, como la Iglesia concebía sólo hace una década.

Y en este tiempo estamos viendo cómo obispos y cardenales proponen fuertes cambios doctrinales, como ejemplo dar la comunión a los divorciados casados en segundas nupcias en forma universal, lo mismo que a las parejas homosexuales que viven sin arrepentimiento.

Incluso algunos hablan de cambiar el texto del Catecismo de la Iglesia Católica. por ejemplo quitando que la homosexualidad es una conducta desordenada.

Y esto es sólo lo dicho de palabra.

Muchos más son los ejemplos de los obispos y cardenales que dan sus opiniones a través de los hechos.

No acompañando las campañas contra el aborto, no criticando las leyes contra la eutanasia, dando la comunión a homosexuales que no viven en castidad, permitiendo que en los colegios católicos de su jurisdicción se enseñe la ideología de género sin levantar la voz, etc.

E incluso se ha llegado a cambiar los criterios para nombrar a los integrantes de la Academia Vaticana por la Vida, acogiendo ahora a personas que apoyan el aborto y la anticoncepción

Concilio Vaticano II
Concilio Vaticano II

La explicación de esto se encuentra en estas páginas Rahner de hace más de cuatro décadas: «moral sin moralina».

Para Rahner se «moraliza» cuando «se proclaman normas de conducta con indignación moral, en la cara de un mundo inmoral, sin conducirlo realmente a la experiencia interior esencial del hombre, que es lo último que da sentido a los principios de la ley natural que podrían obligarlo ahora».

En definitiva aboga en que lo que da sentido a la moral es lo que piensa el hombre en su fuero interno; su discernimiento.

Pero si el hombre se aleja de Dios y abraza la moral del mundo, entonces la Iglesia tiene que seguir al hombre aceptando la tendencia del mundo, según la propuesta de este teólogo.

Al leer este libro de Rahner se puede entender de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Muchos se han esforzado en estas cuatro décadas de actuar de manera que sus predicciones se hicieran realidad.

Este pensamiento está muy afincado en América Latina.

Por ejemplo podemos leer un Boletín Pastoral del 2007 del Centro de Investigaciones Culturales que dice

“Desde una perspectiva amplia, misericordiosa y compasiva, que tiene más de un cuarto siglo, Rahner entrega una visión profética aún para nuestros días.

Pero, de acuerdo con su posición abierta al pluralismo, nos urge  seguir desarrollando esta visión”.

¿Cual visión del futuro de la Iglesia finalmente triunfará?

La de una Iglesia que acoja la moral y la agenda del mundo y no moralizante, que es sugerida por Rahner.

O la visión de Ratzinger de una Iglesia mas chica y más unívoca doctrinalmente.

¿Cual de ella prefieres tu?

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¡Atención! Latinoamérica está Dejando de Ser Católica a Gran Velocidad

No nos podemos hacernos los distraídos.

Se acumulan  pruebas del declive sostenido del catolicismo en Latinoamérica.

La zona del mundo que representa el 39% de los católicos del mundo, la más católica, con un Para oriundo de esta región, está dejando de ser católica.

Hay un fuerte crecimiento de los evangélicos, combinado con un decrecimiento de los católicos.

Se estima que para el 2030 América Latina ya no será mayoritariamente católica, compitiendo con los evangélicos casi igualitariamente.

Hasta la década de 1960, más de  del  90 por ciento de los latinoamericanos eran católicos (Ver Historia del cambio religioso).

Pero una encuesta actual del Latinobarómetro encontró que actualmente el 59% de los latinoamericanos son católicos, frente al 80% que eran en 1995.

Ya en el 2014 una gran encuesta de Pew Center había encontrado que el 69% de la región era católica, lo que refuerza el dato.

Y tomando las cifras del Latinobarómetro del 2013, cuando asumió el pontificado el Papa Francisco, nos encontramos con que el 67% de los latinoamericanos eran católicos.

De modo que ni un Papa latinoamericano ha podido detener la sangría, porque desde ese momento hasta ahora los católicos se redujeron en 8 puntos.

La zona donde actualmente los evangélicos están prácticamente a la par con los católicos es Centroamérica.

Y los países en que el catolicismo es todavía realmente mayoritario son Paraguay, México, Ecuador, Perú, Colombia y Bolivia lo que puedes ver en el cuadro.

El caso más sintomático es el de Brasil que tiene la mayor población católica del mundo, pero que también tiene la segunda población protestante más grande del mundo y la mayor comunidad pentecostal.

Se estimaba que para el año 2030 el catolicismo brasileño perdería su hegemonía, sin embargo los nuevos datos adelantaría en esa fecha para el año 2025.

Porcentaje de fieles de cada religión por país

 

Porcentaje de practicantes de cada Religión por país que son practicantes fuertes

 

Porcentajes de Católicos por país en 1995 y 2017

 

LOS MOTIVOS DE CONVERSIÓN AL EVANGELICALISMO

Hasta hace unas pocas décadas los latinoamericanos nacían católicos y morían católicos.

Sin embargo en las últimas cuatro a cinco décadas se ha dado un fuerte proceso de conversión de católicos hacia el protestantismo en sus propias vidas.

El Latinobarómetro no investigó las razones de este cambio, pero sí lo hizo la histórica encuesta del año 2014 de Pew Center.

De las ocho posibles explicaciones ofrecidas en la encuesta, la más frecuentemente citada fue:

-la búsqueda de una conexión más personal con Dios (81%),
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-seguido por el estilo de culto (69%),
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-más énfasis en la moralidad (60%),
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-una iglesia que ayuda más a los miembros (59%) y
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-mayor compromiso de la iglesia (58%).

La interpretación de los temas sociales y morales puede explicarse porque los católicos latinoamericanos tienden a ser menos conservadores en temas sociales que los protestantes.

Los protestantes de la región son más propensos a oponerse al aborto, al divorcio.

Y especialmente a la homosexualidad, al sexo fuera del matrimonio y al consumo de alcohol, que los católicos.

También la militancia religiosa parece ser mayor en los protestantes, porque son más propensos a compartir su fe con gente fuera de su grupo religioso, que los católicos.

Hay otro tema que puede explicar también las diferencias que es la distinta concepción sobre la estrategia con los pobres.

Mientras los católicos son más propensos a realizar obras de caridad, los protestantes tratan de que los pobres apunten más a Cristo en vez de centrarse en dar cosas.

Como vimos el gran crecimiento evangélico en la región es pentecostal, leer acá también.

Y los pentecostales tienen 3 grandes diferencias de operación con los católicos de la región.

En primer lugar el pentecostalismo es más compatible con las religiones indígenas.
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En segundo lugar creen más en el mundo sobrenatural que los católicos.
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Y en tercer lugar muchos latinoamericanos ven que el pentecostalismo los conduce mejor a la prosperidad personal.

El pentecostalismo tiene alrededor del 70% de los protestantes latinoamericanos.

Y es el motivo por el que su contraparte católica, la Renovación Carismática Católica, se ha convertido en el movimiento católico más grande y dinámico en la región y en el sur global.

Por ejemplo según el estudio Pew de 2014, tanto en Brasil como en Guatemala, donde el pentecostalismo es especialmente fuerte, más de 60% de los católicos son carismáticos.

Otro fenómeno importante en el cambio religioso de la región ha sido el crecimiento de lo que se llaman nones, o sea los ateos y sin religión.

Aún no pesan mucho, porque la encuesta Pew de 2014 informó que eran el 8% de la población latinoamericana.

Pero 3 años después, el Latinobarometro muestra una duplicación de la cantidad de nones, del 8% al 17%.

En este artículo queremos centrarnos en los pentecostales por dos motivos.

El primero es porque es la vía por donde la Iglesia Católica pierde más fieles.

Y en segundo lugar porque de la comparación entre la actividad de los pentecostales y la de la Iglesia Católica se pueden sacar muchas conclusiones de futuro.

Un hecho llamativo es que la Iglesia Católica sabe que tiene un flanco débil con respecto a los pentecostales en la región.

Sin embargo la jerarquía de la región ha sido especialmente discriminatoria con la Renovación Carismática Católica, que podría ser un buen contrapeso para la sangría hacia el protestantismo.

 

A QUÉ SE DEBE EL ÉXITO DE LOS PENTECOSTALES

Las razones tienden a ser sociales, económicas y políticas y también teológicas.

Aquí enumeraremos las más notorias a efectos que los católicos comprendamos nuestras debilidades para corregirlas.

 

En lo social la Iglesia Católica está adherida todavía al modelo medieval de la parroquia geográficamente instalada.

La Iglesia Católica instala una parroquia en un barrio y no la mueve a pesar de los cambios demográficos en las ciudades.

En cambio los pentecostales son buenos para armar centros locales y de bajo costo, acompañando los cambios demográficos de las ciudades y de las regiones.

 

Además, los pentecostales y los católicos tienen una diferencia fundamental respeto de los edificios.

Para los católicos los viejos edificios tradicionales son como la joya de la corona.

Cumplen una función importante porque ha habido mucha oración en esos lugares y porque tienen una belleza que hace acercar a Dios.

Sin embargo las finanzas de la Iglesia están fuertemente direccionadas a mantener ese patrimonio y condiciona el resto de la actividad.

En cambio los pentecostales no están casados con edificios caros ni grandes templos.

Instalan sus iglesias en lugares de conveniencia coyunturales.

Lo que les crea una estructura de más bajo costo y más flexible.

Y les insume mucho menos esfuerzo manejar su local que a un párroco.

 

En lo económico el pentecostalismo tiene mayor penetración que la iglesia católica entre los sectores más pobres de la región.

Son mejores para trabajar con la mentalidad aspiracional de los adeptos que los católicos, quienes los desprecian prejuiciosamente como que predican el evangelio de la prosperidad, aunque muchas veces no es así.

Los pentecostales son mejores para que la gente obtenga una educación, consiga un trabajo, tenga una red de contactos en la Iglesia, y tenga la sensación de estar en el camino de la salvación.

El modelo pentecostal es esencialmente capitalista y fomenta la autosuficiencia y el trabajo arduo.

Salir adelante con el propio esfuerzo es algo predicado por los pentecostales.

En cambio el catolicismo está más relacionado con un paternalismo medieval, en que los ricos cuidan a los pobres.

Y que ha sido traducido por la izquierda de la región a través del paternalismo estatal.

El catolicismo da la falsa sensación de venerar la pobreza el lugar de fomentar las aspiraciones de mejoramiento personales.

El mensaje de Jesús Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos fue un mensaje espiritual, no económico.

Sin embargo en muchos casos es reinterpretado en los católicos como una veneración a la pobreza; eres bendecido cuando eres pobre y no tratas de remediar la pobreza, cuando no tratas de abrirte camino personalmente.

Esto es lo que lleva la diferencia en cómo manejar las obras.

Mientras que los pentecostales hacen obras de Caridad tendiendo a la conversión de las personas a las que asisten, los católicos se preocupan poco de la conversión cuando hacen obras de caridad.

Al punto que la Teología de la Liberación que aún sigue incidiendo espiritualmente en la región, predicaba que no había que insistir en la conversión de quienes recibían obras de caridad.

Y finalmente, la comprensión de lo que son las donaciones es diferente entre los protestantes y los católicos

Los protestantes tienen claro el valor del diezmo y lo cumplen.

En cambio para los católicos el mantenimiento de sus parroquias es un tema que sienten que prácticamente no le compete a ellos, porque sus donaciones son escasas aspirando a que todo sea gratuito.

 

Respecto a las escrituras hay también divergencia entre católicos y pentecostales en la práctica.

Podemos definir al protestantismo como una religión basada en la Biblia y al catolicismo como una religión basada en la Eucaristía, en términos prácticos.

Y esto no es la teoría, sino como en realidad está funcionando en este momento en la región.

Hay una pobre catequesis bíblica en el catolicismo, lo que fomenta diversas herejías.

Los sacerdotes predican poco sobre la palabra escrita y más sobre sus interpretaciones de la palabra escrita.

Y la palabra escrita para gente con educación menor es lo único en lo que pueden atrincherarse, porque es algo que ellos pueden leer.

 

Una gran diferencia entre pentecostales y católicos es respecto al tema de lo sobrenatural.

El énfasis de los pentecostales está puesto en el Ministerio de Liberación, en el poder del Espíritu Santo y sus dones.

Esto permite que los fieles se sientan más cerca del poder de Dios; estamos hablando de lo que sienten y no si esto es así o no.

En cambio la iglesia católica lo media con estructuras burocráticas.

Los sacramentos que en parte cumplen la función del Ministerio de Liberación, son manejados casi burocráticamente, sin efusión, ni demostración alegre y confiada de parte de los sacerdotes.

Y por otro lado se ha dado en la región un real descaecimiento de la fe de los sacerdotes en lo sobrenatural.

Pocos creen que existe el infierno, que exista el demonio, hasta que existan los ángeles.

Pero no lo dicen públicamente, porque contradice la doctrina de la Iglesia Católica, que es la que ellos aspiran cambiar a corto plazo.

El aspecto sobrenatural se ha suavizado y con ello se ha ido perdiendo la emoción de encontrarse directamente con Dios.

La comunicación con los sectores menos educados y más pobres de la región – que por otra parte son mayoría –sintonizan mejor con mensajes que van hacia el lado emotivo y no así al lado de explicaciones racionales.

 

Otra diferencia es en la predicación.

Los pentecostales apelan sin ningún prejuicio a la emoción y el corazón de la gente, y no hacia la cabeza.

En cambio se ve en la práctica de la Iglesia Católica homilías que recurren especialmente al área intelectual y racional.

Lo que es un discurso menos atractivo para los sectores menos educados.

 

También hay diferencias respecto al enfoque de la evangelización.

Los pentecostales son muy claros que el objetivo es adorar a Dios y salvar almas; son diríamos casi primarios.

En cambio la Iglesia Católica tiene una cantidad de pasos intermedios, que están relacionados con la beneficencia, los eventos de confraternidad, la recaudación de fondos para mejorar el templo etc.

Si uno lo ve de afuera es como si el dueño de un restaurant se preocupara más porque los baños estén limpios que porque su comida sea de buena.

 

Otro aspecto importante en el que hay diferencias es respecto a la jerarquización en la estructura de ambas denominaciones.

Como en el pentecostalismo hay poco entrenamiento teológico de alto nivel, y prácticamente poca jerarquía en la estructura, los pastores son extraídos de la propia gente y son capaces de hablar el lenguaje de la propia gente.

En cambio la Iglesia Católica sigue aferrada a su estructura clericalizada y burocratizada.

Al punto que a pesar de que el Concilio Vaticano II promocionó a los laicos, esto no se ha llevado a cabo.

Fíjate que el propio Papa Francisco ha hablado mucho sobre lo funesto de la clericalización de la iglesia.

Sin embargo en vez de promocionar la actividad de los laicos católicos en forma independiente, pide que los laicos vayan a trabajar a la estructura de la iglesia.

Esto significa que los laicos van a estar sujetos al poder clerical más que nunca.

 

Y la mediación entre la cúpula de una parroquia y sus fieles es distinta en los pentecostales.

En la iglesia católica están los sacerdotes ordenados que son pocos y mal pagados, pero tienen una distancia tal de autoridad con el resto de los laicos colaboradores, que no fructifica en una buena mediación.

En cambio en los pentecostales hay una estructura de mediación en la cual los dirigentes de la parroquia no tienen tanta diferencia de poder y tienen autoridad para ministrar efectivamente.

 

¿Todo este análisis significa que deberíamos imitar a los pentecostales? NOOOO.

Sería una táctica suicida, porque ellos tienen una experiencia en su estrategia, que la Iglesia Católica no la tiene.

Incluso lo que hemos copiado ha sido negativo, como desacralizar nuestros edificios, destruir nuestro arte, embrutecer nuestra liturgia, reemplazar la adoración por actividades de confraternidad.

Pero este análisis puede mostrarnos dónde están los puntos ciegos de la Iglesia Católica.

Y para sacarle provecho a los elementos importantes que tenemos, como por ejemplo la belleza de nuestros templos y de nuestras obras de arte, el vehículo para adoración que es el Santísimo Sacramento y los propios sacramentos.

Pero tampoco es bueno que la Iglesia muestre una sola estrategia.

El valor de la Iglesia Católica es que aglutina diferentes modos de practicar la religión, diversos carismas.

No es lo mismo el Opus Dei, que la Renovación Carismática Católica que los Neocatecumenales, los Franciscanos o los Dominicos.

Pero lamentablemente vemos con frecuencia que la cúpula diocesana trata de imponer un solo formato, en lugar de alentar las diferencias para captar mejor a los fieles.

Sea lo que fuere la estrategia a futuro, lo que debería ser de recibo es el deterioro de la captación de fieles de parte de la Iglesia Católica, la deserción y el pronóstico para las próximas décadas.

Fuentes:

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¿Qué se puede esperar que Contenga la Exhortación Apostólica Final del PAPA FRANCISCO sobre el Sínodo de la Familia?…

Noticia de Último Momento

El Vaticano anunció que el día 8 de abril de 2016, el Papa Francisco va a presentar su posición final respecto al trabajo de los Sínodos de la Familia de 2014 y 2015, a través de una Exhortación Apostólica.

papa francisco y una cruz

Esto generó una serie de especulaciones, comenzando por los que están a favor del cambio doctrinal, como el cardenal Walter Kasper, quien ha salido a anunciar que la exhortación apostólica del Papa Francisco sería una reivindicación de sus propuestas para permitir la comunión a los divorciados y vueltos a casar civilmente, propuesta que en términos generales había sido criticada y rechazada en ambos Sínodos.

A vuelta de página salieron a agregar otros, que además de la participación de los divorciados en la Eucaristía, también el Papa aceptaría los matrimonios del mismo sexo y otros temas relacionado con la agenda LGTB.

Inmediatamente picaron el anzuelo lo que están en contra y salieron a contestarle sobre las inconveniencias de esta teología y su contradicción con la doctrina católica y la revelación de la Biblia.

Ante esta discusión el escritor George Weigel, que fue el biógrafo de Juan Pablo II, dijo qué esto es fruto de una mala comprensión de lo que el Papa puede hacer y no puede hacer.

Y citó un ejemplo del Papa Pablo VI en el Concilio Vaticano II.

Cuando se estaba terminando la Constitución Dogmática Lumen Gentium el Papa Pablo VI propuso incluir una declaración de que “el Papa es responsable ante el único Señor”

Esta propuesta se remitió a la Comisión Teológica de Concilio y la rechazó de plano, argumentando que la expresión “se liga a la revelación en sí, a la estructura fundamental de la iglesia, a los sacramentos, a las definiciones de concilios anteriores, y otras obligaciones, etc”.

Por lo tanto el Papa no puede cambiar el depósito de la fe de la cual es el guardián y no el maestro.

Por ejemplo el Papa no puede decidir que la iglesia prescinda de los obispos o que los sacramentos sean once o qué Arrio tenía razón sobre la divinidad de Cristo.

Cardenal Walter Kasper
Cardenal Walter Kasper

Esto significa que el Papa no puede cambiar la doctrina de la iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio o sobre el grado de peligro de recibir la santa comunión indignamente, ya que son asuntos que la comisión teológica del Concilio llamó revelación misma y que en este caso están presentes en Mateo 19:6 y 1 Corintios 11:27-29.

¿Entonces qué es lo que se puede esperar en el caso que Francisco quiera cumplir con la línea más progresista y quiera manejar las ideas de cardenal Kasper? (lo que por supuesto no está probado que sea así, sino simplemente estamos haciendo un ejemplo especulativo para efectos demostrativos de nuestra tesis).

En este caso lo máximo aceptable que podría hacer sería un texto que deje ambiguos cierto criterios, con cabos sueltos, de modo que los cambios que propone Kasper se puedan desarrollar a nivel pastoral, de las la parroquias, abriendo de esta forma un proceso que a largo plazo podría constituir un cambio un poco más profundo de la doctrina; pero ahora un cambio frontal de la doctrina no es posible.

De modo que el margen de cambio de los aspectos doctrinales está dado por lo pastoral y por un lenguaje ambiguo que abra la puerta a diversas interpretaciones.

Podría suceder que a nivel formal se reafirme la doctrina tradicional, pero la redacción deje ambiguos ciertos términos que habiliten cambios a informales a nivel pastoral, o sea de las parroquias.

Este es el máximo cambio que se puede esperar.

Leer:

http://feeds.newadvent.org/~r/bestoftheweb/~3/z0J0-pxq1Sk/

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. ¿Cómo es que Ratzinger pensaba que la iglesia se había venido en una comunidad de paganos?

Desde antes del Concilio Vaticano II, el teólogo Joseph Ratzinger consideraba que la Iglesia se había convertido en una organización de paganos, que dejaron de creer y se identificaban cada vez más con el mundo. Después vino el Concilio Vaticano II, que fue interpretado por muchos como una forma de asimilarse aún más al mundo.  

El contenido de este artículo se ha subsumido en este otro.

 

 

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Se anunciaron las grandes reformas financieras y de comunicación de la curia romana

Racionalización de estructuras y ahorro de fondos.
No es sólo fue el anuncio del nuevo presidente del Consejo del llamado Banco del Vaticano. La nueva administración económica de la Secretaría de la Santa Sede prevé una secretaría Económica reforzada, que absorbe una parte de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica; el estudio de un nuevo sistema de pensiones, porque el actual es insostenible económicamente; el nombramiento de un comité compuesto por expertos del Vaticano y no Vaticano para agilizar la comunicación, y posiblemente, para ganar más dinero en los derechos de imagen.

 

cardenal pell

 

Dicho así, parece que el Vaticano va a una reforma más de necesidad que a una reforma estructural. Siempre se debe tener en cuenta la visión de conjunto. Pero los primeros desarrollos significativos en los esfuerzos del Papa de Francisco de reforma de la Curia romana fueron revelados en el Vaticano miércoles.

Las reformas iniciales, anunciadas por el cardenal George Pell de Australia, se centrarán en: la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), que gestiona los activos pertenecientes a la Santa Sede, las operaciones de los medios de comunicación de la Santa Sede, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido comúnmente como el Banco del Vaticano, y el fondo de pensiones del Vaticano.

Pell explicó que, con base en un motu proprio que el Papa Francis emitió ese día, APSA – un departamento en el centro de las acusaciones de mala conducta financiera de los últimos años – se dividirá en dos, con una parte transferida a la nueva Secretaría de Economía para «el control económico y la vigilancia.»

El resto del staff del departamento comenzará en nuevos roles, trabajando exclusivamente como un tesoro y banco central de la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano. Una de sus principales tareas será establecer relaciones de trabajo con los bancos centrales de todo el mundo.

AUDITOR GENERAL

En otras reformas financieras, el cardenal Pell dijo que los informes anuales de las finanzas del Vaticano serán «objeto de auditoría externa,» y él espera que se nombre un auditor general que será «independiente» y «capaz de ir a cualquier parte y a todas partes.»

Hizo hincapié en que continúan los esfuerzos para asegurarse de que «las normas financieras internacionales» serán seguidas en todas las secciones y dicasterios de la Santa Sede y el Governatorato (el órgano de gobierno de la Ciudad del Vaticano).

«No estamos mucho en esa etapa, pero ese es el objetivo explícito al que nos dirigimos», dijo. «Esperamos ser un modelo para la gestión financiera, en lugar de un motivo de escándalo financiero.»

En otro cambio, la Secretaría de Economía, junto con cada departamento y la administración, elaborará su propio presupuesto. La comunicación interna también se mejorará dentro de las estructuras financieras del Vaticano, incluyendo la publicación de un boletín mensual y actualizaciones periódicas.

El IOR se redujo en su segunda fase de la reforma, cambiando sus activos en una estructura de nueva creación denominada Vatican Asset Management. Se centrará más en la prestación de asesoramiento financiero y de servicios de pago para el clero y los empleados laicos del Vaticano.

El Cardenal Pell también anunció que el Papa nombró a Jean-Baptiste de Franssu, quien encabeza una consultora de fusiones y adquisiciones, para hacerse cargo en lugar de Ernst von Freyberg como presidente de la institución. Un francés casado y con cuatro hijos, que también es miembro de la junta directiva de la Alianza Mundial de la Juventud pro-vida.

NUEVO MODELO DE COOPERACIÓN

De Franssu ha sido nombrado con la tarea explícita para supervisar la segunda fase de la reforma del IOR y dijo en la conferencia de prensa que desea continuar los esfuerzos para aumentar la transparencia del IOR. Durante los próximos tres años, él se encargará de supervisar la revisión de los estatutos y las operaciones de la IOR.

La inminente reforma incluye un nuevo patrón general de cooperación de expertos clericales y laicos. Aunque la naturaleza exacta de esta nueva estructura se está aún por determinar, seis nuevos miembros laicos serán nombrados a la junta directiva del Banco del Vaticano, incluyendo a la profesora de Harvard Mary Ann Glendon y al financista británico-australiano y mecenas de las artes del Vaticano Sir Michael Hintze .

«El IOR se encuentra en una fase de transición pacífica», dijo el cardenal Pell, quien comentó que se han hecho «grandes progresos» a través de la adhesión a las normas internacionales. «La transparencia resultante es evidente», dijo.

Von Freyberg dijo a periodistas que, bajo su mandato, el IOR investigó «cada cliente» y «lo sabe todo» de sus 18.000 clientes. También se investigó «casos heredados con los que el IOR está cargando», y recordó diversas medidas, tales como la publicación de los informes anuales, que han aumentado la transparencia.

Puso de relieve una serie de «buenas sorpresas» durante su mandato de 18 meses, sobre todo que no hay cuentas numeradas, no hay grandes cantidades de familias italianas, políticos u organizaciones sospechosas, y que «nadie» ha bloqueado sus investigaciones.

«Nos pareció bastante fácil de hacer lo que hemos hecho», dijo. También elogió a los medios de comunicación por su diligencia y dedicación en la búsqueda de la verdad sin un orden del día – otra sorpresa agradable para él.

En cuanto a los fondos de pensiones del Vaticano, Joseph FX Zahra, coordinador adjunto del Consejo de Economía, anunció que el Vaticano había establecido un «comité técnico» para estudiar la situación actual y hacer propuestas al Consejo para la Economía antes de que finalice el año .

Él dijo que sus nuevos estatutos previstos serán preparados en los próximos seis meses para adaptar la organización de los fondos a la nueva estructura económico-administrativa de la Santa Sede. También aseguró a los titulares de fondos que sus pensiones estaban seguras en el entorno cambiante de hoy.

OPERACIONES DE PRENSA

En cuanto a las reformas de las operaciones de medios de comunicación del Vaticano, que durante mucho tiempo han sido criticados por la duplicación innecesaria y la ineficiencia, el cardenal Pell dijo que un comité ha sido establecido para proponer – aunque no implementar – reformas en los próximos 12 meses.

El político británico Lord Chris Patten, ex gobernador de Hong Kong y, hasta principios de este año el presidente de la BBC Trust, encabezará el comité que estará integrado por una combinación de personal del Vaticano y expertos internacionales de alto nivel.

Como rector de la Universidad de Oxford, Patten es uno de los católicos más destacados de Gran Bretaña. A pesar de que se está recuperando de una cirugía de corazón, le dijo al Financial Times que su nuevo cargo es «una tarea importante y difícil, a tiempo parcial, durante el año que viene» y que está «a la espera de comenzar a trabajar a finales de septiembre.» Él dijo que el comité buscará especialmente el desarrollo de una estrategia digital y de medios para que la Iglesia evangelice.

El Cardenal Pell dijo que el objetivo es hacer una «importante economía de recursos» en las comunicaciones del Vaticano, así como mejorar la coordinación y crear un «gasto más equilibrado.» Dijo que las pautas del gasto del Vaticano sobre los medios de comunicación «de ninguna manera se correlacionan con el número de personas que son alcanzadas», y que hay una necesidad de «mejorar la coordinación» y «disminuir la replicación».

Dijo el cardenal Pell, «queremos apoyarnos en las experiencias positivas muy recientes, como ‘El Papa App’ y la cuenta de Twitter del Santo Padre.»

Fuentes: Korazym, NCRegister, Signos de estos tiempos

 

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Se está consolidando el siglo asiacéntrico: China y Rusia en una nueva ‘Ruta de la Seda’

¿Y cuál debería ser la estrategia del catolicismo?
El mundo está cambiando rápidamente y la clave parece ser la cantidad de población, y lo que ella permite. Mire la imagen. Hay más gente hoy viviendo en el círculo dibujado que afuera. Es por eso que el siglo XXI será centrado en Asia. Y también es por eso, que el crecimiento del cristianismo es tan fuerte en esa región, al punto que se estima que en pocas década China será el país con más cristianos en el mundo.

 

hay mas gente dentro del circulo

 

Y también coincide con la visión que desde joven tuvo el jesuita Jorge Bergoglio: quería ser misionero en Asia, lo veía como el continente del futuro.

Ahora lo que se sigue procesando es una alianza entre China y Rusia. La alianza entre estas potencias ya es un hecho en una variedad de asociaciones: mediante el grupo BRICS de potencias emergentes (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica); en la Organización de Cooperación de Shanghái, el contrapeso asiático a la OTAN; dentro del G20 y a través del Movimiento de No Alineados (NAM) de 120 naciones.

¿QUE DEBERÍA HACER EL CATOLICISMO?

Analistas internacionales han informado la semana pasada que el proyecto de Beijing para dos nuevas rutas comerciales, de tierra y de mar, que puedan unir a tres continentes se está convirtiendo en realidad. Los acuerdos de mayo entre Xi Jinping, el ruso Putin y todos los líderes de Asia Central representan la realización de una visión económica y política más «chino-céntrica». Quién pagará las consecuencias será la llamada «Eurasia» y las viejas rutas comerciales de EE.UU.

¿Es esto una amenaza para un catolicismo que siempre fue occidente céntrico? ¿Podrá la Iglesia Católica acompasarse a esta nueva realidad poblacional y ahora comercial y económica?

Deberá hacerlo no sólo estratégicamente, sino porque el cristianismo ha perdido su apoyo histórico en occidente, que ha virado hacia un laicismo cada vez más agresivo. Y hoy parece como aquel que estaba pintando un techo y le están moviendo la escalera en la que está parado, corriendo el riesgo de quedar agarrado del pincel.

En la medida que los chinos marchan hacia occidente, el catolicismo debe tener una definida política de marchar hacia oriente, porque ahí está su destino y no en el languidecente y exhausto occidente.

LA MARCHA DE CHINA HACIA OCCIDENTE

La visión china para una nueva «Vía de la Seda económica consiste en establecer un criterio de integración regional alrededor de China y hacerlo sobre una línea económica atractiva para las naciones de Asia Central, gracias a una serie de acuerdos estratégicos firmados en el mes de mayo pasado.

La estrategia para una «vía de la Seda» no está solamente acercando más a los Estados de Asia central, sino que de hecho apunta a unir tres continentes generando cambios geo-políticos en todo el mundo.

Los detalles conocidos relativos a los planes chinos por las dos «Vías de la Seda» son pocos. Los mapas oficiales muestran las aspiraciones de Beijing por una ruta que una Oriente con Occidente.

Según un mapa publicado por Xinhua, la «Vía de la Seda» terrestre comenzará en Xian, apuntando hacia Occidente a través de Lanzhou, la Vía de la seda, Urumqi y Khorgas, antes de girar hacia el sud oeste, a través de Asia central, el Medio Oriente y Europa. Aquí debería encontrarse con la Vía de la Seda marítima, en Venecia.

La Vía de la Seda marítima tocará Quanzhou, Beihai y Haikou en la ruta hacia el estrecho de Malaca y el Océano Índico, atravesará el Cuerno de África antes de entrar en el Mar Rojo y en el Mediterráneo. Una vez completadas, las Vías de la Seda trerán «nuevas oportunidades y un nuevo futuro para China y para todas las naciones en el camino que quieran desarrollarse».

El viaje del presidente ruso, Vladimir Putin a China, que tuvo lugar a finales de mayo, ha sido la punta de lanza de acuerdos estratégicos firmados por Pekín. Los éxitos de las reuniones bilaterales entre Putin y Xi Jinping en Shanghai – el más impresionante es la venta de 38 mil millones de metros cúbicos de gas a China cada año desde 2018 (por valor de US$ 400 mil millones) – fueron precedidas por reuniones significativa entre los líderes chinos y sus homólogos de Turkmenistán, Kazajstán y Azerbaiyán. Estas reuniones bilaterales se han centrado en el compromiso chino del desarrollo económico de la Ruta de la Seda.

Con toda esta serie de reuniones y acuerdos estratégicos en la cabeza, no es de extrañar que Putin siga su escalada hacia el este a través de un acuerdo entre Gazprom y CNPC y con otros 49 contratos con Beijín. Si Putin hubiera optado por no estar de acuerdo con China en cuestiones comerciales y económicas, de hecho, habría cerrado a Rusia el acceso a la vía económica de la Seda. Ahora, sin embargo, Moscú y Pekín están dispuestos a llevar su relación comercial bilateral a 100 mil millones de dólares al año en 2015 (y 200 en 2020) y ampliar los negocios en la moneda local, la inversión transfronteriza, y la profundización de las políticas macroeconómicas que sean mutuamente beneficiosas.

Ahora, los capitales de la región esperan que todos los vecinos apoyen el desarrollo de la nueva Ruta de la Seda, según lo ordenado por Beijing. En consecuencia, si bien estas naciones han firmado acuerdos con China, que harán una mejoría desde el  punto de vista económico, al mismo tiempo aceptaron convertirse en piezas en las manos de Beijing y su gran estrategia para dominar la Ruta de la Seda.

Como resultado, mientras que la nueva Ruta de la Seda continúa desarrollándose, es probable que la atención de los rusos y centro asiáticos continuará dirigida hacia el este. Las rutas comerciales que conectan tres continentes, una vez que se hayan completado, serán una amenaza para la longevidad de la zona económica euro-asiática  en las redes comerciales americanas  preexistentes.

Está claro que las aspiraciones de China para una Vía de la Seda de tierra y de mar ya no deben ser consideradas como «otra ronda» de los ejercicios en la retórica de los líderes chinos. Los acuerdos del mes pasado muestran que China está haciendo un rápido progreso en el desarrollo de su visión.

Fuentes: Asia News, Signos de estos Tiempos

 

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El pensamiento de Jean Guitton sobre el rumbo de la humanidad y la prevalencia del espíritu

Uno de los grandes filósofos del siglo XX.

 

En este momento de crisis en que se encuentra la humanidades bueno recordar lo que pensaba Jean Guitton, una de las mentes católicas mas profundas del siglo XX, sobre el rumbo de la humanidad y el camino de la espiritualidad, cuando el 21 de marzo se hicieron 13 años de su muerte.

 

Jean Guitton

 

Considerado por muchos como el último gran filósofo seglar, Guitton fue en 1962 el primer auditor laico de un Concilio, en este caso, el Concilio Vaticano II. Su amistad con Juan XXIII y, sobre todo, con Pablo VI tuvo frutos importantísimos para la Iglesia católica, especialmente en las relaciones entre los fieles y la jerarquía. Encarnó, como muy pocos en este siglo, la posibilidad de vincular la fe y la cultura; la posibilidad de evitar ese divorcio que en opinión de su amigo el papa Montini es el que caracteriza a la época actual.

El periódico Avvenire publicó la última entrevista que le hiciera el escritor francés Jean-Jacques Antier, autor del libro de conversaciones con Jean Guitton llamado El libro de la sabiduría y las virtudes reencontradas. Allí Guitton expresa que la muerte es un nuevo nacimiento y asegura que sabe que el alma susbiste luego de la muerte, que la humanidad está en la vigilia de una transformación decisiva y que el progreso moral y espiritual no ha ido al mismo paso que el técnico, material e intelectual.

“Asistimos a una aceleración exponencial del saber, en todos los campos. Un hombre por sí solo, sentado ante su ordenador, podrá acceder a la totalidad del saber. La humanidad se encuentra ante una situación con la que nunca se había enfrentado. No sabemos qué nos espera y no tenemos modelos para afrontar este peligro. Nos queda poquísimo tiempo para prepararnos. Entramos con los ojos cerrados en un tiempo metafísico. Nadie quiere oír hablar de esto. Prefieren quedarse en las que Pascal llama soluciones del «divertissement»”.

Guitton cree que lo vivo se desenvuelve hacia una complejidad creciente, acompañado, en el hombre, de un despertar y engrandecimiento de la conciencia culminando en la experiencia mística.

Pero tiene la convicción de que ya no navegamos sobre un río ancho y tranquilo, sino que navegamos en una estrecha corriente entre dos altas orillas, sin posibles vías de escape, con abundantes signos negativos que muestran la necesidad de un cambio:

“Las desigualdades, la incapacidad de la sociedad, que pretende ser la más avanzada del mundo, de asegurar trabajo a sus jóvenes; las ciudades inhumanas rodeadas de periferias desesperadas; la desintegración de la familia, la degradación de las costumbres, la corrupción de las Administraciones, la violencia, el racismo, el odio. Es significativo que laautomatización, progreso material decisivo, produzca, cuando va bien, una mayoría de personas atiborradas y embrutecidas por la televisión, y, cuando va mal, marginados, potenciales rebeldes, drogadictos y delincuentes. La excepción es una pequeña minoría que ha sabido conservar y desarrollar los verdaderos valores”.

Y ante la muerte, que por razones de edad está cerca, Guitton señala que la muerte no es un momento de angustia, sino de calma y de paz.

“El mundo se atenúa, se borra. La impresión es de que otro mundo está naciendo. Un asentimiento a lo que aún no ha llegado. He comprendido que es más alto que vencer o vivir: es entregarse. Claudel habla de esta alegría que se encuentra en la última hora. Y yo soy esta misma alegría y el secreto que no puede decirse. Marguerite Yourcenar me decía que la muerte le parecía como una consagración, de la que sólo los más puros son dignos: Muchos se descomponen, pero pocos son los que mueren. La desaparición del cuerpo pone mejor de relieve esta imprevista coincidencia de nosotros mismos con lo que somos en esencia: el espíritu. Éste es el fondo del misterio de la muerte”.

Y es así que llega a la conclusión de que el alma sobrevive al cuerpo e incluso cita a santa Teresa de Ávila que decía que la muerte debía parecerse a un rapto.

“El alma subsiste. El espíritu. El ser solo, el yo profundo no ha sido abolido, vive misteriosamente. E incluso está más vivo que cuando nosotros vivíamos”.

“Yo lo sé. La muerte es un nuevo nacimiento que todas nuestras capacidades, nuestros deseos, permiten intuir”.

Fuentes: Alfa y Omega, Signos de estos Tiempos

 

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El Papa nos anuncia en una entrevista cual es la Iglesia que quiere

¿A dónde nos quiere llevar Francisco?

 

Esta historia comenzó el 7 de julio con una carta abierta del director y fundador de este periódico, Eugenio Scalfari italiano La Repubblica, conocido como no creyente, al papa. Después sigie la la respuesta del santo padre, que fue publicada en el diario La Repubblica. Y posteriormente el Papa llamó por teléfono a Scalfari y le invitó, y nació esta entrevista muy reveladora de lo que quiere hacer Francisco con la Iglesia, y que se publicó el 1 de octubre.

 

francisco_scalfari

 

No se trata de una entrevista aislada sino que forma parte de la estrategia de comunicación que está llevando adelante, muy inteligentemente, Francisco. La entrevista se publica al tiempo que arranca la primera reunión que mantendrá el papa con el llamado G8 de la Iglesia, el Consejo de ocho cardenales nombrados por Francisco para analizar la reforma de la Curia romana. Por lo tanto debe tomarse como una introducción a lo que irá desarrollando ese Consejo.

Acá presentamos la entrevista completa, porque vale la pena tomarse un tiempo y saber lo que piensa el Papa, sin ninguna interpretación de un tercero. Puede leerse en italiano en «La Repubblica«.

 

Me dice el Papa Francisco: «El mal más grave que afecta al mundo en estos años es el paro juvenil y la soledad de los ancianos. Los mayores necesitan atención y compañía, los jóvenes trabajo y esperanza, pero no tienen ni el uno ni la otra; lo peor: que ya no los buscan más. Les han aplastado el presente. Dígame usted: ¿se puede vivir aplastado en el presente? ¿Sin memoria del pasado y sin el deseo de proyectarse en el futuro construyendo un proyecto, un futuro, una familia? ¿Es posible continuar así? Este, en mi opinión, es el problema más urgente que la Iglesia tiene que enfrentar».

-Santidad, le digo, es un problema sobre todo político y económico, relacionado con los estados, los gobiernos, los partidos, las asociaciones sindicales.
– Cierto, tiene razón, pero también está relacionado con la Iglesia, incluso, sobre todo con ella, porque esta situación no hiere solo a los cuerpos sino a las almas. La Iglesia debe sentirse responsable tanto de las almas como de los cuerpos.

-Santidad, usted dice que la Iglesia debe sentirse responsable. ¿Debo deducir que la Iglesia no es consciente y que la incita a ir en esa dirección?
-En gran medida esta conciencia existe, pero no basta. Yo quisiera que fuera más grande. No es el único problema que tenemos por delante pero es el más urgente y el más dramático».

El encuentro con el Papa Francisco se dio el pasado martes [24 de septiembre de 2013] en su residencia de Santa Marta, en una pequeña habitación vacía, solo con una mesa y cinco o seis sillas y un cuadro en la pared. Este encuentro fue precedido por una llamada telefónica que no olvidaré en mi vida. Eran las dos y media de la tarde. Sonó mi teléfono y se oyó la voz nerviosa de mi secretaria que me dice: «Tengo al Papa en línea, se lo paso inmediatamente».

Me quedé estupefacto, mientras la voz de Su Santidad se escuchaba al otro lado del hilo telefónico diciendo:

-Buenos días, soy el Papa Francisco.

– Buenos días, Santidad -digo yo y después: -Estoy conmocionado, no me esperaba que me llamase.

-¿Por qué conmocionado? Usted me escribió una carta pidiéndome conocerme en persona. Yo tenía el mismo deseo y por tanto le llamo para fijar una cita. Veamos mi agenda: el miércoles no puedo, el lunes tampoco ¿le vendría bien el martes?.

Respondí: -¡Perfecto!

– El horario es un poco incómodo, ¿a las 15 le va bien? Si no, cambiamos el día.

– Santidad, a esa hora me va fenomenal.

– Entonces estamos de acuerdo, el martes 24 a las 15. En Santa Marta. Debe entrar por la puerta del Santo Oficio.

No sé como terminar la conversación y me dejo llevar diciéndole:

– ¿Le puedo abrazar por teléfono?

– Claro, le abrazo también yo. Ya lo haremos en persona. Hasta luego.

Ya estoy aquí. El Papa entra y me da la mano, nos sentamos. El Papa sonríe y me dice:

– Alguno de mis colaboradores que lo conoce me ha dicho que usted intentará convertirme.

– Es un chiste -le respondo. -También mis amigos piensan que usted querrá convertirme.

Sonríe de nuevo y responde:

– El proselitismo es una solemne tontería, no tiene sentido. Es necesario conocerse, escucharse y hacer crecer el conocimiento del mundo que nos rodea. A mí me pasa que después de un encuentro quiero tener otro porque nacen nuevas ideas y se descubren nuevas necesidades. Esto es importante, conocerse, escuchar, ampliar el cerco de los pensamientos. El mundo está lleno de caminos que se acercan y alejan, pero lo importante es que lleven hacia el «Bien».

– Santidad, ¿existe una visión única del Bien? ¿Quién la establece?
– Cada uno de nosotros tiene una visión del Bien y del Mal. Nosotros debemos animar a dirigirse a lo que uno piensa que es el Bien.

-Usted, Santidad, ya lo escribió en la carta que me mandó. La conciencia es autónoma, dijo, y cada uno debe obedecer a la propia conciencia. Creo que esta es una de las frases más valientes dichas por un Papa.
– Y lo repito. Cada uno tiene su propia idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como él lo concibe. Bastaría eso para cambiar el mundo.

-¿La Iglesia lo está haciendo?
– Sí, nuestras misiones tienen ese objetivo: individualizar las necesidades materiales e inmateriales de las personas y tratar de satisfacer como podamos. ¿Usted sabe lo que es el ágape?

– Sí, lo sé.
– Es el amor por los otros, como nuestro Señor predicó. No es proselitismo, es amor. Amor al prójimo, levadura que sirve al bien común».

– Ama al prójimo como a ti mismo.
– Es exactamente así.

– Jesús en su predicación dice que el ágape, el amor a los demás, es el único modo de amar a Dios. Corríjame si me equivoco.
– No se equivoca. El Hijo de Dios se encarnó para infundir en el alma de los hombres el sentimiento de hermandad. Todos somos hermanos e hijos de Dios. Abba, como Él llama al Padre. «Yo marqué el camino», dijo, «Seguidme y encontraréis al Padre y seréis sus hijos y se complacerá en vosotros». El ágape, el amor, de cada uno de nosotros hacia los demás, desde el más cercano al más lejano, es el único modo que Jesús nos indicó para encontrar el camino de la salvación y de las bienaventuranzas».

»Sin embargo, la exhortación de Jesús, la recordamos antes, es que el amor por el prójimo sea igual al que sentimos por nosotros mismos. Por tanto lo que muchos llaman narcisismo se reconoce como válido, positivo, en la misma medida del otro. Hemos discutido mucho sobre este aspecto.

»A mí -decía el Papa- la palabra narcisismo no me gusta, indica un amor desmesurado hacia uno mismo y esto no va bien, puede producir daños en el alma de quien lo sufre y también en la relación con los demás, incluso en la sociedad en la que vive. El verdadero mal es que los más afectados por esto que en realidad es un tipo de desorden mental, son personas que tienen mucho poder. A menudo los jefes son narcisistas.

– También muchos jefes de la Iglesia.
– ¿Sabe qué opino sobre esto? Los jefes de la Iglesia a menudo han sido narcisistas, halagados y exaltados por sus cortesanos. La corte no es la lepra del papado.

– La lepra del papado, ha dicho exactamente esto. ¿Pero qué corte? ¿Se refiere a la curia? Pregunto.
– No, en la curia puede haber cortesanos, pero en su concepción es otra cosa. Es lo que en los ejércitos se llama intendencia, gestiona los servicios que sirven a la Santa Sede.

»Pero tiene un defecto: Es vaticano-céntrica. Ve y atiende los intereses del Vaticano, que son todavía, en gran parte, intereses temporales. Esta visión vaticano-céntrica se traslada al mundo que le rodea. No comparto esta visión y haré todo lo que pueda para cambiarla.

»La Iglesia es o debe volver a ser una comunidad del Pueblo de Dios y los presbíteros, los párrocos, los obispos que tienen a su cargo muchas almas, están al servicio del Pueblo de Dios. La Iglesia es esto, una palabra distinta, no por casualidad, de la Santa Sede que tiene una función importante pero está al servicio de la Iglesia. Yo no podría tener total fe en Dios y en su Hijo si no me hubiese formado en la Iglesia, y tuve la fortuna de encontrarme en Argentina, en una comunidad sin la cual yo no hubiera tomado conciencia de mí mismo y de mi fe.

– ¿Usted sintió su vocación desde joven?
– No, no muy joven. Tendría que haber tenido otra ocupación según mi familia, trabajar, ganar algún dinero. Fui a la universidad. Tuve una profesora de la que aprendí el respeto y la amistad, era una comunista ferviente. A menudo me leía o me daba a leer textos del Partido Comunista. Así conocí también aquella concepción tan materialista. Me acuerdo que me dio el comunicado de los comunistas americanos en defensa de los Rosenberg que fueron condenados a muerte. La mujer de la que le hablo fue después arrestada, torturada y asesinada por el régimen dictatorial que entonces gobernaba en Argentina.

– ¿El comunismo lo sedujo?
– Su materialismo no tuvo ninguna influencia sobre mí. Pero conocerlo, a través de una persona valiente y honesta me fue útil, entendí algunas cosas, un aspecto de lo social, que después encontré en la Doctrina Social de la Iglesia.

– La teología de la liberación, que el Papa Wojtyla excomulgó, estaba bastante presente en América Latina.
– Sí, muchos de sus exponentes eran argentinos.

– ¿Usted piensa que fue justo que el Papa la combatiese?
– Ciertamente daban un seguimiento político a su teología, pero muchos de ellos eran creyentes y con un alto concepto de humanidad.

– Santidad, ¿me permite contarle algo sobre mi formación cultural? Fui educado por una madre muy católica. Con 12 años gané un concurso de catecismo entre todas las parroquias de Roma y recibí un premio del Vicariado, comulgaba el primer viernes de cada mes, en fin, practicaba la liturgia y creía. Pero todo cambió cuando entré en el Liceo. Leí, entre otros textos de filosofía que estudiábamos, el «Discurso del Método» de Descartes, y me afectó mucho la frase que hoy se ha convertido en un icono: «Pienso, luego existo», el yo se convirtió en la base de la existencia humana, la sede autónoma del pensamiento.
– Descartes, sin embargo, nunca renegó de la fe en el Dios trascendente.

– Es verdad, pero puso la base de una visión totalmente distinta, y a mi me encaminó a otro camino que, corroborado por otras lecturas, me llevó al otro lado.
– Usted, por lo que he entendido, no es creyente pero no es anticlerical. Son dos cosas muy distintas.

– Es verdad, no soy anticlerical. Pero me convierto en eso cuando me encuentro con un clerical.

Sonríe y me dice:

-Me pasa a mí también, cuando tengo enfrente a un clerical, me convierto en anticlerical de repente. El clericalismo no tiene nada que ver con el cristianismo. San Pablo fue el primero en hablarle a los Gentiles, a los paganos, a los creyentes de otras religiones, fue el primero que nos lo enseñó.

-¿Puedo preguntarle, Santidad, cuáles son los santos que usted siente más cercanos a su alma y sobre los que se formó su experiencia religiosa?
-San Pablo fue el que puso los puntos cardinales de nuestra religión y de nuestro credo. No se puede ser un cristiano consciente sin San Pablo. Tradujo la predicación de Cristo a una estructura doctrinaria que, ya sea con las actualizaciones de una inmensa cantidad de pensadores, teólogos, pastores de almas, resistió y resiste después de dos mil años. Después Agustín, Benito, Tomás e Ignacio. Y naturalmente Francisco. ¿Debo explicarle el porqué?

Francisco -me sea permitido llamar al Papa así porque es él mismo el que te lo sugiere por como habla, como sonríe, por sus exclamaciones de sorpresa o de corroboración- me mira como para animarme a plantearle las preguntas más escabrosas o más embarazosas relacionadas con la Iglesia. Así que le pregunto.

– De Pablo me ha explicado la importancia del papel que desarrolló, pero quisiera saber entre los que ha nombrado a quien siente más cercano a su alma.
– Me pide una clasificación, pero las clasificaciones se pueden hacer si se habla de deportes o de cosas parecidas. Podría decirle el nombre de los mejores futbolistas de Argentina. Pero los santos…

– Se dice que se «bromea con los bribones» ¿Conoce el dicho?
– Exacto. Sin embargo, no quiero evitar la pregunta porque usted no me ha pedido una lista sobre la importancia cultural o religiosa sino quién está más cerca de mi alma. Le contesto: Agustín y Francisco.

– ¿No Ignacio, de cuya orden proviene?
– Ignacio, por comprensibles razones, es el que conozco mejor que los demás. Fundó nuestra orden. Le recuerdo que de esa orden venía también Carlo María Martini, muy querido para usted y para mí. Los jesuitas fueron, y siguen siendo todavía, la levadura -no la única pero quizás la más eficaz- de la catolicidad: cultura, enseñanza, testimonio misionero, fidelidad al Pontífice. Pero Ignacio que fundó la Compañía era también un reformador y un místico. Sobre todo un místico.

– ¿Piensa que los místicos son importantes en la Iglesia?
– Han sido fundamentales. Una religión sin místicos es una filosofía.

– ¿Usted tiene una vocación mística?
– ¿A usted qué le parece?

– Me parece que no.
– Probablemente tenga razón. Adoro a los místicos; también Francisco por muchos aspectos de su vida lo fue, pero no creo tener esa vocación, y después es necesario comprender bien el significado profundo de la palabra. El místico consigue despojarse del hacer, de los hechos, de los objetivos y hasta de la pastoralidad misionera y se alza para alcanzar la comunión con las bienaventuranzas. Breves momentos pero que llenan toda la vida.

-¿A usted le ha sucedido alguna vez?
– Raramente. Por ejemplo, cuando el cónclave me eligió Papa. Antes de la aceptaciónpedí poder retirarme algún minuto en la sala que está al lado de la del balcónsobre la plaza. Mi cabeza estaba vacía completamente y me había invadido una gran inquietud. Para hacerla pasar y relajarme cerré los ojos y desapareció todo pensamiento, también el de rechazar esta carga, como además el procedimiento litúrgico permite. Cerré los ojos y ya no sentí ningún ansia o emotividad. En un cierto punto me invadió una gran luz, duró un segundo pero me pareció larguísimo. Después la luz se disipó y me levanté de repente y me dirigí a toda prisa a la estancia donde me esperaban los cardenales y hacia la mesa donde me esperaba el acta de aceptación. Lo firmé, el cardenal Camarlengo también y después en el balcón se dio el ‘Habemus Papam´».

Permanecemos un poco en silencio, después dije:

-Hablábamos de los santos que usted siente como más cercanos a su alma y nos quedamos en Agustín. ¿Quiere decirme por qué lo siente cercano?
– También mi predecesor tiene a Agustín como punto de referencia. Ese santo pasó por muchas cosas en su vida y cambió muchas veces su posición doctrinal. Tuvo también palabras fuertes contra los judíos, que nunca compartí. Escribió muchos libros y el que me parece más revelador de su intimidad intelectual y espiritual son las «Confesiones»; contienen algunas manifestaciones de misticismo pero no es, como opinan muchos, el continuador de Pablo. Incluso, diría que vio la fe y la Iglesia de una forma profundamente distinta a la de Pablo, quizás porque pasaron cuatro siglos entre uno y otro.

-¿Cuál es la diferencia, Santidad?
– Para mí dos aspectos fundamentales. Agustín se siente impotente frente a la inmensidad de Dios y a los deberes que un cristiano y un obispo deben afrontar. Sin embargo él no lo fue en absoluto, pero su alma se sentía siempre por debajo de todo lo que habría querido y debido. Es la gracia dispensada por el Señor como elemento fundamental de la fe. De la vida. Del sentido de la vida. Quien no es tocado por la gracia puede ser una persona sin mancha y sin miedo, como se dice, pero no será nunca como una persona a la que la gracia ha tocado. Esta es la intuición de Agustín.

-¿Usted se siente tocado por la gracia?
– Esto no puede saberlo nadie. La gracia no forma parte de la conciencia, es la cantidad de luz que tenemos en el alma, no la de sabiduría o de razón. También usted, sin su conocimiento, puede ser tocado por la gracia.

-¿Sin fe? ¿Sin creer?
– La gracia está relacionada con el alma.

– Yo no creo en el alma.
– No cree, pero la tiene.

– Santidad, se ha dicho que usted no tiene intención de convertirme y creo que no lo conseguiría.
– Esto no se sabe, pero no tengo ninguna intención.

– ¿Y Francisco?
– Es grandísimo porque es todo. Un hombre que quiere hacer, quiere construir, funda una orden y sus reglas, es itinerante misionero, es poeta y profeta, es místico, se dio cuenta de su propio mal y salió de él, ama la naturaleza, los animales, la brizna de hierba del prado y los pájaros que vuelan en el cielo, pero sobre todo, ama a las personas, a los niños, a los viejos, a las mujeres. Es el ejemplo más luminoso del agape del que hablábamos antes.

– Tiene razón, Santidad, la descripción es perfecta. ¿Pero por qué ninguno de sus predecesores eligió su nombre? Y yo creo que, después de usted, ningún otro lo hará.
– Esto no lo sabemos, no hipotequemos sobre el futuro. Es verdad, nadie antes que yo lo eligió. Aquí afrontamos el problema de los problemas. ¿Quiere beber algo?

– Gracias, quizás un vaso de agua.

Se levanta, abre la puerta y le pide a un colaborador que está en la entrada que le traiga dos vasos de agua. Me pide si prefiero un café, respondo que no. Llega el agua. Al final de nuestra conversación mi vaso está vacío pero el suyo continúa lleno. Se aclara la garganta y comienza.

– Francisco quería una orden mendicante y también itinerante. Misioneros en busca de encontrar, escuchar, dialogar, ayudar, difundir la fe y el amor. Sobre todo amor. Y quería una Iglesia pobre que atendiese a los demás, que recibiese ayuda material y lo usase para sostener a los demás. Han pasado 800 años desde entonces y los tiempos han cambiado mucho, pero el ideal de una Iglesia misionera y pobre sigue siendo válido. Esta es, por tanto, la Iglesia que predicaron Jesús y sus discípulos.

– Ustedes, los cristianos, son una minoría ahora. Incluso en Italia, que se define como el jardín del Papa, los católicos practicantes están, según algunos sondeos, entre el 8 y el 15%. Los católicos que dicen serlo pero que de hecho lo son poco son un 20%. En el mundo existen mil millones de católicos y con las otras Iglesias cristianas superan los mil quinientos millones, pero el planeta tiene entre 6.000 y 7.000 millones de personas. Son muchos ciertamente, especialmente en África y en América Latina, pero siguen siendo minoría.
– Lo hemos sido siempre pero este no es el tema que nos ocupa. Personalmente creo que esto de ser una minoría es además, una fuerza. Debemos ser semilla de vida y de amor, la semilla es una cantidad infinitamente más pequeña que la cantidad de frutos, flores y árboles que nacen de ella.

»Me parece haber dicho antes que nuestro objetivo no es el proselitismo sino la escucha de las necesidades, de los deseos, de las desilusiones, de la desesperación, de la esperanza.Debemos devolver la esperanza a los jóvenes, ayudar a los viejos, abrirnos hacia el futuro, difundir el amor. Pobres entre los pobres. Debemos incluir a los excluidos y predicar la paz.

»El Vaticano II, inspirado por el papa Juan y por Pablo VI, decidió mirar al futuro con espíritu moderno y abrirse a la cultura moderna. Los padres conciliares sabían que abrirse a la cultura moderna significaba ecumenismo religioso y diálogo con los no creyentes. Después de entonces, se hizo muy poco en esa dirección. Yo tengo la humildad y la ambición de querer hacerlo.

-También porque -me permito añadir- la sociedad moderna en todo el planeta atraviesa un momento de crisis profunda y no solo económica sino social y espiritual. Usted, al comienzo de nuestro encuentro describió una generación aplastada por el presente. También los no creyentes sentimos este sufrimiento casi antropológico. Por esto nosotros queremos dialogar con los creyentes y con los que mejor les representan.
– Yo no sé si soy el que mejor les representa, pero la Providencia me ha puesto en la guía de la Iglesia y de la diócesis de Pedro. Haré todo lo posible para cumplir el mandato que se me ha confiado.

– Jesús, como usted ha recordado, dijo: ama a tu prójimo como a ti mismo. ¿Le parece que esto se ha hecho realidad?
– Por desgracia no. El egoísmo ha aumentado y el amor hacia los demás ha disminuido.

-Este es el objetivo que nos une: al menos igualar estos dos tipos de amor. ¿Su Iglesia está preparada para aceptar este reto?
-¿Usted que cree?

– Creo que el amor por el poder temporal es todavía muy fuerte entre los muros vaticanos y en la estructura institucional de toda la Iglesia. Creo que la Institución predomina sobre la Iglesia pobre y misionera que usted quiere.
– Las cosas están así, de hecho, y en este tema no se hacen milagros. Le recuerdo quetambién Francisco en su época tuvo que negociar largamente con la jerarquía romana y con el Papa para que se reconociesen las reglas de su orden. Al final obtuvo la aprobación pero con profundos cambios y compromisos».

-¿Usted deberá seguir el mismo camino?
– No soy Francisco de Asís, ni tengo su fuerza y su santidad. Pero soy el obispo de Roma y el Papa de la catolicidad. He decidido como primera cosa nombrar a un grupo de ocho cardenales que constituyan mi consejo. No cortesanos sino personas sabias y animadas por mis mismos sentimientos. Este es el inicio de esa Iglesia con una organización no vertical sino horizontal. Cuando el cardenal Martini hablaba poniendo el acento en los Concilios y en los Sínodos, sabía que largo y difícil fue el camino que hay que recorrer en esa dirección. Con prudencia, pero con firmeza y tenacidad.

– ¿Y la política?
– ¿Por qué me lo pregunta? Ya le he dicho que la Iglesia no se ocupará de política.

– Pero hace poco usted hizo un llamamiento a los católicos a comprometerse civil y políticamente.
– No me dirigí solo a los católicos sino a todos los hombres de buena voluntad. Dije que la política es la primera de las actividades civiles y que tiene un propio campo de acción que no es el de la religión.

»Las instituciones políticas son laicas por definición y obran en esferas independientes. Esto lo han dicho todos mis predecesores, al menos desde muchos años hasta ahora, aunque sea con matices distintos. Creo que los católicos comprometidos en la política tienen dentro valores de la religión pero también una conciencia madura y una competencia para llevarlos a cabo. La Iglesia no irá nunca más allá de expresar y defender sus valores, al menos mientras que yo esté aquí«.

– Pero no siempre ha sido así la Iglesia.
– No, casi nunca ha sido así. Muy a menudo, la Iglesia como institución ha sido dominada por el temporalismo y muchos miembros y altos exponentes católicos tienen todavía esta forma de pensar.

»Pero ahora, déjeme que le haga una pregunta: Usted, laico no creyente en Dios, ¿en qué cree? Usted es un escritor y pensador. Creerá en algo, tendrá algún valor dominante. No me responda con palabras como honestidad, la búsqueda, la visión del bien común; todos principios y valores importantes, pero no es esto lo que le pregunto. Le pregunto qué piensa de la esencia del mundo, del universo. Se preguntará ciertamente, todos lo hacemos, de dónde venimos, a dónde vamos. Se las plantea hasta un niño ¿Y usted?

– Le agradezco esta pregunta, la respuesta es esta: Creo en el Ser, es decir en el tejido del cual surgen las formas, los Entes.
– Yo creo en Dios, no en un Dios católico; no existe un Dios católico, existe Dios. Y creo en Jesucristo, su Encarnación. Jesús es mi maestro, mi pastor, pero Dios, el Padre, Abba, es la luz y el Creador. Este es mi Ser. ¿le parece que estamos muy lejos?

– Estamos lejos en el pensamiento, pero similares como personas humanas, animadas por nuestros instintos que se transforman en pulsiones, sentimientos, voluntad, pensamiento y razón. En esto somos parecidos.
– Pero lo que ustedes llaman el Ser, ¿lo define como lo piensa?

– El Ser es un tejido de energía. Energía caótica pero indestructible y en eterno caos. De esa energía emergen las formas cuando la energía llega al punto de explosión. Las formas tienen sus leyes, sus campos magnéticos, sus elementos químicos, que se combinan casualmente, evolucionan, finalmente se apagan pero su energía no se destruye. El hombre es probablemente el único animal dotado de pensamiento, al menos en nuestro planeta y sistema solar. He dicho que está animado por instintos y deseos pero añado que tiene dentro de sí una resonancia, un eco, una vocación de caos.
– Bien. No quería que me hiciese un resumen de su filosofía y me ha dicho bastante. Observo por mi parte que Dios es luz que ilumina las tinieblas y que aunque no las disuelva hay una chispa de esa luz divina dentro de nosotros. En la carta que le escribí recuerdo haberle dicho que aunque nuestra especie termine, no terminará la luz de Dios que en ese punto invadirá todas las almas y será todo en todos».

– Sí, lo recuerdo bien, dijo «toda la luz será en todas las almas», lo que, si puedo permitirme decir, da más una imagen de inmanencia que de trascendencia.
– La trascendencia permanece porque esa luz, toda en todos, trasciende el universo y las especies que en esa fase lo pueblen.

»Pero volvamos al presente. Hemos dado un paso adelante en nuestro diálogo. Hemos constatado que en la sociedad y en el mundo en el que vivimos el egoísmo ha aumentado más que el amor por los demás, y que los hombres de buena voluntad deben actuar, cada uno con su propia fuerza y competencia, para hacer que el amor por los demás aumente hasta igualarse e incluso superar el amor por nosotros mismos.

– Por tanto también la política está llamada a la causa.
– Seguramente. Personalmente pienso que el llamado capitalismo salvaje no hace sino volver más fuertes a los fuertes, más débiles a los débiles y más excluidos a los excluidos. Hace falta gran libertad, ninguna discriminación, nada de demagogia y mucho amor. Hacen falta reglas de comportamiento y también, si fuera necesario, intervenciones directas del Estado para corregir las desigualdades más intolerables.

– Santidad, usted ciertamente es una persona de gran fe, tocado por la gracia, animado por la voluntad de relanzar una Iglesia pastoral, misionera, regenerada y no apegada a los tiempos. Pero según habla y yo le entiendo, usted es y será un papa revolucionario. Mitad jesuita, mitad hombre de Francisco, un maridaje que quizás nunca se había visto. Y después, le gustan «Los Novios» de Manzoni, Holderlin, Leopardi y sobre todo Dostoyevski, el film «La Strada» y «Prova d´orchestra» de Fellini, «Roma cittá aperta» de Rossellini y también las películas de Aldo Fabrizi.
– Esas me gustan porque las veía con mis padres cuando era un niño.

– Así es. ¿Puedo sugerirle que vea dos películas estrenadas hace poco? «Viva la libertad» y las películas sobre Fellini de Ettore Scola. Estoy seguro de que le gustarán. Sobre el poder le digo: ¿sabe que a los veinte años hice un mes y medio de ejercicios espirituales con los jesuitas? Estaban los nazis en Roma y yo había desertado del reclutamiento militar. Podríamos ser castigados con la pena de muerte. Los jesuitas nos acogieron con la condición de que hiciéramos los ejercicios espirituales durante todo el tiempo que estuvimos escondidos en su casa, y así fue.
– Pero es imposible resistir un mes y medio de ejercicios espirituales -dice él estupefacto y divertido. -Lo contaré la próxima vez.

Nos abrazamos. Subimos la breve escalera que nos separa del portón. Pido al Papa que no me acompañe pero él lo rechaza con un gesto. «Hablaremos también del papel de las mujeres en la Iglesia. Le recuerdo que la Iglesia es femenina».

-Y hablaremos si usted quiere también de Pascal. Me gustaría saber qué piensa usted de esta gran alma.
– Lleve a todos sus familiares mi bendición y pídales que recen por mi. Piense en mí, piense a menudo en mí.

Nos estrechamos la mano y él se queda quieto con los dos dedos en alto en signo de bendición. Yo lo saludo desde la ventanilla.

Este es el Papa Francisco. Si la Iglesia se vuelve como él la piensa y la quiere habrá cambiado una época.

Fuentes: Periodista Digital, Signos de estos Tiempos

 

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Por qué parece que la fe de los católicos se está viniendo mas tibia que la de los protestantes [2013-05-14]

EE.UU. es una zona de prueba para los católicos.
Un estudio reciente del Pew Forum en EE.UU. muestra que los denominados protestantes fuertes han crecido en las últimas cuatro décadas, mientras que los católicos fuertes han disminuido. A primera vista es positivo para los protestantes, salvo que se registra paralelamente una tendencia a la baja de los protestantes menos fuertes, o marginales. Y también es preocupante para los católicos, porque sólo han podido captar a cristianos marginales y con eso su posición no se ha deteriorado tanto.

 

catolicos en eeuu

 

Los protestantes con una fuerte identidad religiosa continúan aumentando a medida que los católicos con una fuerte identidad religiosa siguen disminuyendo, de acuerdo con un estudio del Centro de Investigación Pew. 

La proporción de católicos que informaron fuerte afiliación religiosa se ??redujo en casi veinte puntos porcentuales en los últimos decenios, desde el 46 por ciento en 1974 a 27 por ciento en 2012. Mientras que los protestantes que informaron fuerte afiliación religiosa aumentaron más de diez puntos porcentuales durante el mismo período, pasando de 43 por ciento a 54 por ciento.

El contraste entre las tendencias protestantes y católicas no es tan sencillo como los números sugieren. Los datos nos dicen más acerca de fenómenos intra eclesiales que sobre comparaciones inter eclesiales. Los datos sobre católicos sugieren de hecho razones de cierta preocupación, pero los datos sobre los protestantes no son tan color de rosa como aparecen inicialmente.

 

porcentaje de catolicos y protestantes

 

LOS PROTESTANTES

El aumento de la proporción de los protestantes que reportan una fuerte identidad religiosa puede resultar no de un aumento general en el número de protestantes fuertes, sino más bien de una disminución en el número de protestantes «débiles».

Estas personas podrían haber abandonado por completo a los protestantes, y ahora pueden no tener ninguna creencia o tener adhesión a otra religión. Así, la proporción de los protestantes que informaron una fuerte afiliación religiosa aparecerá más grande, a pesar de que las cifras absolutas no han cambiado.

La tabla del Pew Research Center de «protestantes como proporción de la población adulta» parece confirmar esta afirmación. La proporción de la población estadounidense que se hacen llamar protestantes fuertes se ha mantenido más o menos estable en torno al 27 por ciento desde 1974. 

Durante ese tiempo, sin embargo, el porcentaje de los menos fuertes «Otros protestantes» se redujo en más de un tercio, del 36 por ciento de la población adulta al 23 por ciento.

Mientras que el número absoluto de los protestantes fuertes habría aumentado junto con el aumento general de la población de los EE.UU. durante este período, el descenso de «otros protestantes» representa más que todo el incremento registrado en los protestantes con una fuerte afiliación religiosa.

 

porcentaje de protestantes

 

LOS CATÓLICOS

Los católicos fuertes han perdido terreno, tanto en forma proporcional entre los católicos y como también en toda la población. Como puede verse en la tabla a continuación, la proporción de católicos fuertes en la población total de EE.UU. ha disminuido alrededor del 40 por ciento desde 1974, a partir de 12 por ciento de la totalidad de la población adulta a 7 por ciento.

Si bien la disminución de cinco puntos porcentuales en la proporción de católicos fuertes casi refleja el aumento de cuatro puntos porcentuales en los «otros» católicos, probablemente recoja el aumento de la población hispana en los EE.UU. y enmascare la pérdida entre los católicos de origen anglosajón, debido a la relativamente mayor identificación católica entre los hispanos.

 

porcentaje de catolicos

 

Parece haber alguna duda sobre si los hispanos continuarán como grupo que compense la pérdida de miembros anglo en la Iglesia Católica de EE.UU. En un reciente artículo de portada, la revista Time informó (sobre la base de distintos datos de Pew) que, si bien actualmente dos tercios de los hispanos en los EE.UU. son católicos, la expectativa es que sólo el 50 por ciento será católica en 2030.

«Entre los jóvenes latinos la deriva lejos de la Iglesia Católica Romana es aún más rápida».

¿HAY RAZONES PARA EL OPTIMISMO CATÓLICO A PESAR DE ESTOS DATOS?

¿Los católicos tienen motivos para el optimismo? Sin duda, un dinámico y vibrante papa de América Latina podría excitar a los católicos acerca de su fe, los hispanos en particular los jóvenes, tanto en América Latina y los EE.UU.

Por otra parte, mientras que la fuerte identidad católica podría estar disminuyendo en general en los EE.UU., probablemente haya un flujo constante de conversos del protestantismo al catolicismo a nivel de élite. Algunos de estos conversos son evangélicos, mientras que otros son de denominaciones tradicionales, o incluso de ninguna religión.

Un hilo de conversos de alto perfil no puede compensar numéricamente a los laicos dejando el catolicismo por otras iglesias o ninguna iglesia, pero sus conversiones a menudo – hace alguna referencia a la percepción a la vitalidad intelectual católica –puede reflejar una fortaleza en la Iglesia Católica no capturada por las medidas numéricas.

Mientras que el movimiento dentro de la Iglesia Católica en los niveles de élite se discute a menudo por separado de los movimientos de la Iglesia Católica a nivel popular, me pregunto si los dos son, en parte, un reflejo de la misma causa: la evaporación de gran parte del estigma social tradicional de ser un católico en los EE.UU. El efecto sería más directo en el nivel de elite. La disminución de los prejuicios despeja el camino para la conversión entre las élites, por lo menos marginal, por la disminución de las sanciones sociales y económicas.

Pero del mismo modo, en el caso más común de los laicos que se unen a iglesias protestantes, es válido preguntarse si el anti-catolicismo en el pasado podría haber construido una cobertura que sirve tanto para mantener a los católicos «en» la Iglesia como resultado de su exclusión de interactuar plenamente con los protestantes en la cultura americana. Esto podría plausiblemente haber creado una psicología de «nosotros contra ellos» que podría haber ayudado de nuevo, marginalmente, a mantener el compromiso con el catolicismo.

La eliminación de gran parte de la cobertura de los prejuicios contra el catolicismo en los EE.UU. podría de este modo facilitar la entrada en la Iglesia católica, al mismo tiempo que permitir una mejor salida de la Iglesia Católica con respecto a épocas anteriores.

Fuentes: James A. Roger para First Things, Pew Forum, Signos de estos Tiempos

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El Brasil dejaría de ser mayoritariamente católico entre el 2020 y el 2025 [2012-07-06]

El último censo de población de Brasil confirma el desplome acelerado de los fieles católicos y el crecimiento también acelerado de los evangélicos. Y aunque los católicos representan el 64.6% de la población y los evangélicos el 22.2%, las estadísticas muestran, que de no mediar un cambio en la tendencia, Brasil dejará de ser un país de mayoría católica en algún momento entre el 2020 al 2025. Ver: Censo 2010: caída de número de católicos y aumento del número de protestantes, espiritistas y personas sin religión.

Según las estadísticas los católicos componían el 99,7% de la población en 1872. Esta cifra bajó a 91,8% en 1970. Esta disminución gradual a lo largo de un siglo, sin embargo, se ha acelerado desde entonces: 89% en 1980, el 83% en 1991, el 73,6% en 2000 y 64,6% en 2010. Las mayores ganancias se han registrado por los evangélicos, que pasaron de 6,6% en 1980, al 9% en 1991, al 15,4% en 2000 y al 22,2% en 2010 -. Una tasa de crecimiento que aumenta con cada década que pasa.

El censo de 2010, confirmado oficialmente  lo que las encuestas habían prefigurado ya en 2007: que los católicos se reducirían a alrededor del 64% de la población de Brasil. Por otra parte, según el cuadro 1.4.1 del informe del Censo del 2010, el número real de católicos en Brasil se situó en 123.280.172. Esta cifra absoluta es menor que los 125.518.774 reportados en el censo 2000, por lo tanto, la caída católica no es sólo en términos de porcentaje, sino también en números absolutos. 

El estado con el menor porcentaje de católicos es Río de Janeiro, donde sólo el 48,5% de la población es católica en el 2010. No obstante ese caso puntual, las gráficas siguientes muestran que la penetración más fuerte de los protestantes/evangélicos se encuentra en el interior profundo de Brasil, en el centro-este, en cambio el catolicismo sigue primando sobre la costa del atlántico. Haga click en la imagen para agrandar. Las zonas más oscuras de los mapas muestran la ubicación del mayor porcentaje de fieles. El mapa de la izquierda presenta la información sobre los evangélicos y el de la derecha el de los católicos.

Si continúan las tendencias actuales, Brasil dejará de ser un país de mayoría católica en algún momento entre 2020 y 2025.

También aumentan las religiones espiritistas, que en 2010 tenían 3,8 millones de adeptos en Brasil (1,9% de la población). El censo indica también que este es el grupo religioso posee la mayor proporción de personas con nivel superior de estudios completos y más altos ingresos.

Un total de 15,3 millones dijo no tener ninguna religión (8% de los brasileños).

Asimismo, más de medio millón de brasileños se declararon seguidores de religiones con bases afrobrasileñas como candomblé y umbanda.

LOS PROBLEMAS PASTORALES EN LATINOAMÉRICA

El papa ve un problema pastoral en el catolicismo latinoamericano, porque expresa que los católicos que se convierten al cristianismo evangélico lo hacen porque experimentan una falta de fervor, alegría y comunidad dentro de las parroquias católicas y no por razones doctrinales. “Muchas veces la gente sincera que sale de nuestra Iglesia no lo hace por lo que los grupos ‘no católicos’ creen, sino fundamentalmente por lo que ellos viven; no por razones doctrinales sino vivenciales; no por motivos estrictamente dogmáticos, sino pastorales; no por problemas teológicos sino metodológicos de nuestra Iglesia”, precisó. Ver El papa piensa que el catolicismo tiene un problema pastoral en Latinoamérica [2012-06-24].

Pérez Bustamante dice, en su artículo de Religión en Libertad, “que es bastante probable que muchos católicos dejen sus parroquias camino de las comunidades eclesiales protestantes porque en ellas encuentran un ambiente más familiar, más cercano, de mayor hermandad. No sé en Iberoamérica, pero lo que ocurre en España no admite discusión. Habrá excepciones pero en la inmensa mayoría de las parroquias católicas, el fiel que acude a Misa no tiene ninguna relación personal con el 90-95% del resto de fieles presentes. Salvo los que participan activamente en actividades parroquiales (catequesis, Cáritas…), a todo lo que se llega es a conocer las caras de los demás parroquianos. Eso no ocurre en las Hermandades, Cofradías, nuevos movimientos eclesiales, etc, pero el porcentaje de católicos practicantes pertenecientes a esas entidades es minoritario. De los ocho-diez millones de fieles que acuden a Misa dominical y fiestas de precepto, la inmensa mayoría no participa en ninguna otra actividad eclesial.”

“Sin embargo, entre los evangélicos, incluso en las comunidades grandes de más de 500 fieles, están organizados de tal manera que siempre hay una relación entre sus fieles que va más allá de la participación en los cultos. Y si la comunidad es pequeña, la relación llega a ser muy intensa. La comunidad evangélica a la que pertenecimos mi esposa y yo era, en muchos aspectos, más familia que nuestra propia familia. Nos veíamos al menos dos-tres veces por semana. Acudíamos varias veces al año a retiros espirituales, salíamos a predicar juntos a la calle de vez en cuando, etc. Raro era el mes en que yo no hablaba con mi pastor sobre como me iban las cosas. No hacía falta que le pidiera audiencia, pues él mismo se ocupaba de preguntarme qué tal estaba.”

“Los pentecostales, que van camino de convertirse en algo diferente a los evangélicos, ponen mucho más énfasis en la cuestión litúrgica -sus cultos son todo un espectáculo– que en la doctrinal, pero por eso mismo tienen mucho mejor cubierta la cuestión anímica. Conozco perfectamente lo que se siente en medio de un culto lleno de cantos de alabanza con canciones pegadizas, con oraciones en lenguas, etc.”

Ante todos estos problemas, la Iglesia católica comoenza en octubre el Año de la Fe, en el marco de la Nueva Evangelización, y Rio de Janeiro será la sede 2014 de las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Fuentes: IBGE, Religión en Libertad, Signos de estos Tiempos


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Los múltiples problemas del catolicismo y sus nuevos retos mundiales [2011-07-06] SdeT

“El mayor problema de la Iglesia es su secularización interna”, diagnostica Carriquiry, el principal laico del Vaticano. “La Iglesia se encuentra atacada por dos extremos opuestos: la dictadura del relativismo y en Oriente el fundamentalismo”

Guzmán Carriquiry, uruguayo, secretario de la Comisión Pontificia para América Latina y hasta hace poco subsecretario del Pontificio Consejo de Laicos, es el laico de posición más elevada en la Curia Vaticana. El lunes se sometió en Barcelona a una maratoniana sesión en el curso «Situación y perspectivas del catolicismo en el mundo», que empezó a las 17.30 y acabó a las 23.00 h, después de una cena coloquio. Durante todo ese tiempo expuso su análisis de la Iglesia actual y de los tiempos del post-concilio, y respondió con paciencia y resistencia envidiable a mil y una preguntas de los participantes del curso, incluyendo a numerosos miembros de la asociación E-Cristians y a profesores de la Universidad Abat Oliba, que acoge el seminario.

Carriquiry analizó las dificultades de la Iglesia después del Concilio Vaticano II, con sus alas descontentas: los tradicionalistas, que no aceptan el Concilio en plenitud, especialmente por su doctrina sobre la libertad religiosa, y los que en el otro extremo se encomiendan a un «para-concilio», un «espíritu del concilio» que no tiene nada que ver con el Concilio real.

Por otra parte, la Iglesia en el mundo se encuentra atacada por dos extremos opuestos: la dictadura del relativismo, que va ligada a un laicismo intolerante con lo religioso, sobre todo en Occidente, y en Oriente el fundamentalismo, especialmente el islámico (también el ideológico comunista, en China), que no permite la libertad religiosa. Entre ambas posturas, la Iglesia ofrece una vía beneficiosa para todos: la laicidad positiva. «Que el Estado acepte la pluralidad; hoy la Iglesia solo pide al Estado libertad: para vivir, para educar, para participar en la vida pública, para asociarse, para el culto, para ejercer su misión evangelizadora», aseguró Carriquiry.

Pero en Occidente, pese a las mil normas que limitan y acosan la presencia pública del cristianismo y erosionan la familia y los valores cristianos, según este veterano laico en el Vaticano, «el mayor problema de la Iglesia es su autosecularización interna».

Citando al filósofo McIntyre, recordó que incluso en las épocas más oscuras de la Edad Media, durante las invasiones bárbaras, los cristianos generaron comunidades, como los monasterios benedictinos, que vencieron a la barbarie custodiando otra forma de vivir, atrayente… «La mayor potencia de la Iglesia nunca se ha dado en el combate político, sino en el testimonio de vida, y eso requiere tiempo…»

¿Cuánto tiempo? Carriquiry citó de memoria a Joseph Cardijn, el sacerdote belga fundador de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) en los años 20 del siglo pasado: «por tu forma de vivir como cristiano, en un mes, tu compañero de trabajo en la fábrica ha de hacerse preguntas sobre ti; y en tres meses debe preguntarte, atraído por tu estilo de vida, de ser».

Pero más allá de una primera impresión, Carriquiry cree que la clave para el éxito del cristianismo está en el concepto de vida comunitaria. Y lo relacionó con la Jornada Mundial de la Juventud, que por su paso en el Pontificio Consejo de Laicos -del cual dependen las JMJs- conoce mejor que nadie.

«Yo debo ser la única persona de la Iglesia que ha estado en TODAS las JMJs, desde la de 1984 hasta la de Madrid«, aventuró con satisfacción. «Sus frutos son innegables, los hemos constatado muchas veces: vocaciones, conversiones, testimonios… son abundantísimos. Pero a mí me preocupa el `día después´ de la JMJ… A todos esos jóvenes que han tenido ardor, fuego, la experiencia de Dios, el entusiasmo… ¿quién les va a acompañar? ¿Qué sacerdotes, movimientos, directores espirituales? ¿Cómo integrarán esos sentimientos los jóvenes en su vida cotidiana, fría, dura? Es necesario incorporar a esos jóvenes a comunidades donde vayan a seguir viviendo el mismo entusiasmo«, propuso.

E insistió en que «la Iglesia ha de reconstituir las comunidades cristianas para que cada comunidad sea una escuela de oración y de libertad«. «En la JMJ se hace una gran siembra, pero lo sembrado luego hay que cultivarlo», añadió.

Preguntado por el tema de las vocaciones en el mundo, afirmó: «yo no sé por qué hay pocas vocaciones, con lo hermoso que es seguir a Dios. El seminario de Barcelona tiene pocas vocaciones, pero el de Terrassa, que está cerca, tiene más que el de Barcelona. No falla la Gracia de Dios, fallarán otras cosas«, dejó caer sin especificar más.

«Hoy vivimos la parábola de la oveja perdida pero invertida: hay 99 fuera y solo una en el redil, y el cura debe salir a buscarlas, a las calles, tocar a las puertas, en las casas, los bares, las clínicas… ¡nos falta esa urgencia que brota de la gratitud, esa voluntad de compartir lo que nos llena de alegría!»

¿UN NUEVO CONCILIO? NO…

Carriquiry también se mostró en contra de la eficacia de convocar un nuevo concilio, un Vaticano III. «El anterior Concilio se celebró en una época de crecimiento económico, de progreso técnico, la gente estaba llena de optimismos y utopías, y los países y reglamentos internacionales aún tenían bases de un iusnaturalismo secular… Pero hoy todo eso ha cambiado. Cuando lees la segunda parte de la Gaudium et Spes de esos años, con sus juicios prudenciales sobre familia, política… ves cosas interesantes, importantes, pero notas que el escenario es distinto hoy.

La Iglesia no se embarcará en una aventura tan gigantesca como un Concilio Vaticano III, con tantos temas irresueltos. No estamos en condiciones, creo. Sería mejor tratar otros temas previos, como la unidad con los ortodoxos, quizá con un Gran Sínodo sobre la Unidad. Benedicto XVI no se ha pronunciado sobre un tercer Concilio vaticano pero es evidente que piensa más o menos como yo he dicho».

INTERNET EN EL VATICANO

Carriquiry admitió además la importancia de Internet en nuestros días incluso en la Curia. «Lo primero que hago yo cada mañana al llegar a mi despacho es abrir el ordenador y consultar las noticias de Agencia Zenit. Y un par de veces a la semana, me leo algunos blogs que no sé cómo están informados, asombrosamente bien, de los nombramientos, cargos, pasillos… Sandro Magister, Paolo Rodari, Andrea Tornielli, los vaticanistas. El encuentro de 350 bloggers recientemente en el Vaticano fue interesantísimo», explicó Carriquiry.

EL RETO DE LA POLÍTICA: «LOS CRISTIANOS SOMOS IRRELEVANTES»

En el debate que se entabló, el ex político, presidente de E-Cristians y miembro del Pontificio Consejo de Laicos, Josep Miró i Ardèvol, señaló que la Iglesia ofrece una buena enseñanza sobre política… pero que no hay ningún interlocutor para encarnar ni acoger esas enseñanzas. No existe, por ejemplo, la Democracia Cristiana, como sí existía con fuerza durante el Concilio Vaticano II o durante el inicio y creación de la Unión Europea.

Hoy, en cambio, aunque la UE está gobernada casi toda por la derecha o el centro derecha, la Iglesia y sus valores no son escuchados apenas. Miró puso el ejemplo reciente de Hungría, que lanzó una campaña provida, a favor de reducir el aborto… y fue amonestada por la Comisaria de Justicia de la UE porque afirmaba que «esos no son los valores europeos». ¿De qué sirve una magnífica enseñanza sociopolítica si no hay interlocutor en política, si los partidos (ni siquiera los de centro-derecha) no quieren prestar atención ni aprender de ello?

Carriquiry no se anduvo con disimulos en su respuesta: «efectivamente, hoy los cristianos, distribuidos en muchos grupos y partidos, somos irrelevantes e insignificantes en todas partes», admitió. «En los años 60 el Magisterio quería frenar la hiperpolitización de los grupos cristianos, y hoy en cambio Benedicto XVI no cesa de pedir una y mil veces a los cristianos que se comprometan en la vida política», señaló. «A mí no me gusta la unidad en un solo bloque católico de los políticos, pero sí querría una mayor convergencia. Quizá, como en Italia, basta una transversalidad en la que cristianos de centro, izquierda y derecha se unan y plantean cara a sus partidos en temas clave de ética y moral. Pero la Iglesia no ha reflexionado aún lo suficiente sobre este llamado a formar a católicos para la política».

El seminario «Situación y perspectivas del catolicismo en el mundo» se sigue impartiendo toda esta semana en la Universidad Abat Oliba, con la participación de personalidades como el catedrático de física David Jou, el subdirector de La Vanguardia Enric Juliana, el magistrado del Tribunal Constitucional Eugeni Gay y una conferencia de clausura el viernes sobre «Tendencias en la Iglesia católica» también a cargo de Guzmán Carriquiry.

Fuente: Pablo J. Ginés para Forum Libertas


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