Quién está tratando de criminalizarlo, por qué razones y cómo lo está haciendo.
La criminalización del cristianismo y el catolicismo está en marcha.
Varía desde la deslegitimación a la ilegalización según los países.
Y es uno de los objetivos del Nuevo Orden Mundial.
Ya el pensador católico británico Gilbert Chesterton lo había predicho hace un siglo.
Las élites mundiales, que son profundamente anti cristianas, quieren borrar de la faz de la tierra a Jesucristo o encerrarlo donde no moleste.
Su afán es derrocar el espíritu cristiano, con todo lo que implica en la defensa de la vida humana.
Los grupos más agresivos, que son la mano de obra para esta tarea, son la izquierda radical, las feministas y los propulsores de los nuevos derechos humanos.
Los que reciben financiamiento de gobiernos y de grandes operadores de las élites, como por ejemplo el multimillonario George Soros.
Aquí te queremos hablar de la persecución contra el cristianismo y el catolicismo, que ahora abarca a todo el planeta y crece rápidamente.
Entre mediados de junio 2021 y mediados de julio se realizaron una cincuentena de atentados contra iglesias en Canadá, una veintena de ellas fueron quemadas.
Y esto sucedió después que el primer ministro canadiense, hiciera una fuerte crítica a la Iglesia Católica, sobre el trato a los indígenas hace un siglo, para cubrir la responsabilidad central de los propios liberales canadienses en esos hechos.
No es el tema de este video, así que pueden ver la verdad de este asunto canadiense en otras publicaciones católicas, que trataron a fondo el tema.
Pero es un indicador actual.
También vemos por ejemplo que las marchas feministas terminan habitualmente pintarrajeando iglesias, cantando consignas soeces contra el cristianismo y exhibiendo pancartas ofensivas.
Parece increíble que la religión que creó la civilización occidental sea criminalizada, pero está sucediendo y creciendo rápidamente.
Piensa solamente como eran considerados los católicos hace 30 o 40 años y cómo lo son ahora.
El analista español Eulogio López afirmaba en 2019, antes de la crisis de salud, que estábamos llegando a la culminación del proceso de cristofobia dentro del Nuevo Orden Mundial.
Según su visión se trata de ilegalizar a la Iglesia y de amordazarla.
Decía que se trata de «convertir el catolicismo en delito y a los cristianos en delincuentes».
Y que esto no es exageración en absoluto.
Además, es un proceso lógico dentro de la arquitectura de los nuevos derechos humanos, los llamados derechos sociales o de segunda generación.
Porque borran otros derechos fundamentales como el derecho a la vida y a la libre expresión.
Se trata de ilegalizar y, antes que nada, amordazar a la Iglesia, porque si no se oye su voz su predicamento desaparecerá.
Y tras prohibir la doctrina, el Nuevo Orden Mundial busca ir por la prohibición del sacramento por antonomasia, la Eucaristía.
Porque la Iglesia vive de la eucaristía.
López afirma que si quieres destruir a la Iglesia, prohíbe el santo sacramento.
Destruirla por completo no es posible desde luego, pero podría volverse obligada a volver a las catacumbas en todo el planeta.
El pensador católico Gilbert Chesterton conocido simplemente como Chesterton, que murió en 1936, lanzó ya en su época la predicción de que se venía una batalla total para defender las obvias verdades del cristianismo, porque iba a ser criminalizado.
El decía entre sus frases más punzantes: «Hay quienes odian el cristianismo y llaman a su odio un amor que abarca a todas las religiones».
Se adelantaba así a la búsqueda actual de la religión ecuménica universal.
«Estos son los días en que se espera que el cristiano alabe todo credo, excepto el suyo», decía hace un siglo.
Con relación a lo que molesta del catolicismo dijo que «El ideal cristiano no ha sido juzgado y hallado deficiente; ha sido encontrado difícil y dejado de probar».
Respecto de las agresiones al cristianismo que crecerían afirmaba que «la Biblia nos dice que debemos amar a nuestro prójimo, y también a amar a nuestros enemigos; probablemente debido a que generalmente son las mismas personas».
Esto lo vemos dentro de nuestras propias familias.
Habló del ascenso de los valores pusilánimes,
«Se piensa que los hombres deberían tener miedo de la guerra o el alcohol, cuando deberían tener más miedo de la corrupción espiritual y la cobardía».
Y se adelantó a la época al hablar del olvido de que la Divina Providencia asiste al hombre.
Afirmaba que el progreso es la Providencia sin Dios.
Es decir, una teoría en que todo ha ido siempre perpetuamente correcto por accidente.
Es una especie de optimismo ateo.
Y opinó que si Dios no existiera, no habría ateos y que los enigmas de Dios son más satisfactorios que las soluciones del hombre.
Previó también lo que sucedería con las nuevas creencias, cuando dijo que cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa:
«Lo malo de que los hombres hayan dejado de creer en Dios no es que ya no crean en nada, sino que están dispuestos a creer en todo» .
Por lo tanto el Cristianismo supone un peligro para el plan del nuevo orden mundial, porque no sólo es capaz de proclamar las verdades lógicas, sino que, cuando sobreviene el absurdo, sabe identificar las verdades ilógicas.
Y preparando a los apóstoles de los últimos tiempos decía que el hombre que tiene fe ha de estar preparado, no sólo a ser mártir, sino a ser un poco loco.
Porque decía que el católico es el único que logra pensar por su propia cuenta.
San Juan Pablo II era un fan de Chesterton e incluso le dedicó alguna catequesis semanal.
Lo cierto es que hoy, los cristianos que defienden principios tradicionales basados en la Biblia, no encajan para este tiempo de gobierno globalista, con una nueva humanidad más materialista que nunca, sin el sentido de la Cruz.
Para los perseguidores, los valores de los cristianos están arraigados en interpretaciones religiosas sobre el hombre y la mujer que son discriminatorias.
Y por eso en muchos lugares leer la biblia en público es considerado un discurso de odio y punible penalmente, te llevan preso y te condena el sistema legal.
Hoy la palabra odio significa muy otra cosa de lo que significaba para nuestros abuelos.
Hoy significa cualquier discurso con el que no estoy de acuerdo y deseo silenciar.
La doctrina católica tiene partes en las que no está de acuerdo con estos nuevos ingenieros morales, pero no significa que odia las cosas con las que no está de acuerdo, simplemente no está de acuerdo.
La palabra odio es utilizada ahora de esa forma para silenciar la disidencia, terminar con la libertad de expresión.
La ONU dice que la Iglesias Cristianas deben unirse a la burocracia internacional para defender los nuevos derechos humanos, la interrupción de la vida, la ideología de género y que no hacerlo es odio contra el progreso.
Y eso ha llevado a que dentro mismo de la Iglesia surjan grupos que apoyan esta represión de la Biblia y quieren cambiar la doctrina católica, como ocurre con los sacerdotes y obispos católicos en Alemania que vulneran el sentido de la Eucaristía y provocan el cisma en la Iglesia Católica.
Esta es la doctrina de la serpiente, dividir para reinar.
Nuevos derechos humanos y una nueva religión humanista es el camino que están proponiendo.
Y proponen a la fe cristiana que se encierre en las cuatro paredes de las iglesias, sin salir a la plaza pública.
Y lo que es peor.
Que se está desarrollando un movimiento de entrega, en muchos sacerdotes y laicos, aduciendo que es un signo de los tiempos, que la gente lo quiere así y hay que aceptarlo e incorporarlo.
Si eres cristiano y estas cosas no te alarman, simplemente no estás prestando atención.
Hubiera sido impensable para la generación de nuestros abuelos, y de todos los que vinieron antes, que las libertades religiosas se erosionen tan rápidamente en todo el mundo como ahora.
Pronto llegará el momento en que llamarse cristiano será ilegal.
Esto ya pasa en la mayoría de los países musulmanes, donde está prohibido la conversión al cristianismo y los cristianos son ciudadanos de segunda clase y hasta tienen que pagar un impuesto especial.
Sucede también en la India por el hinduismo y ni que hablar en los regímenes comunistas.
Y aquí vemos la coincidencia entre los comunistas y los llamados liberales.
Las Damas de Blanco en Cuba son un grupo de mujeres católicas que hacían marchas en silencio por la calles de Cuba vestidas de blanco.
Eran reprimidas pero se las dejaba manifestar.
Pero a partir de que el presidente Obama fue de visita a Cuba, las Damas de Blanco fueron prohibidas totalmente, como si la posición de Obama les hubiera dado el argumento para hacerlo.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre el proceso que está llevando a la criminalización del cristianismo en todo el planeta.
Porque como dijo Chesterton, llegaría el momento en que deberíamos esforzarnos al extremo para demostrar cosas obvias como que las hojas son de color verde en el verano y aún así sería dificil hacerlo.
Y me gustaría preguntarte si en tu país se reprime a los cristianos y en qué cosas.
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https://forosdelavirgen.org/la-criminalizacion-de-la-conducta-cristiana-ya-esta-aqui-2014-10-22/
